Osvaldo Monasterio en el recuerdo

Por Agustín Saavedra Weise

Osvaldo Monasterio Añez nació en Santa Cruz el 23 de marzo de 1926 y falleció en Buenos Aires el 23 de agosto de 2011. Contrajo matrimonio en 1951 con la dama Lesma Nieme Hurtado y tuvo 4 hijos. La única mujer -Patricia- lamentablemente falleció por una grave enfermedad. Un día antes de cumplirse siete años del deceso de su padre, Ernesto, Osvaldo y Fernando Monasterio Nieme presentaron la biografía de este hombre singular, un autodidacta que aportó con sus emprendimientos al desarrollo del país.

Conocido por el sobrenombre de ‘Pato’, tenía una genialidad intuitiva que le permitió concretar muchas cosas. Ha sido el gran pionero del mejoramiento genético del hato ganadero nacional, factor cualitativo clave y que él mismo consideró ser su principal logro. Osvaldo fundó varias empresas e instituciones y descolló en múltiples actividades durante su fecunda vida. Fue embajador en España, cónsul honorario de Costa Rica y senador de la República.

Como ejemplo de su positiva actitud y forma de ser, basta con citar la compra al empresario Rafael Mendoza de Mendocina, productora de gaseosas vendidas con ese nombre. Con su nato instinto de marketing, Pato percibió que el apelativo Mendocina estaba asimilado en el consumidor. Por tanto, en lugar de cambiar el nombre -como lo hubiera hecho cualquier nuevo dueño- él decidió mantenerlo y sigue así. En ningún momento se le ocurrió poner otro nombre o el suyo. Eso hubiera sido propio de alguien de corta visión, no de Osvaldo; él pensaba con sentido estratégico y decidía con mente abierta, sin egoísmos ni personalismos. Esa manera de actuar, raíz básica de sus éxitos, resulta elemental para concretar cualquier tipo de acción. Y por eso la rememoramos aquí.

Pato Monasterio formó parte de una generación cruceña que contribuyó valiosamente con el progreso regional. Constituyó su primer empresa cuando tenía apenas 19 años. Fue uno de los fundadores del Banco Santa Cruz en 1966 y en 1993 gestó el Banco Ganadero. Anteriormente, formó parte del directorio original de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) y ocupó la primera presidencia de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz). Entre su amplia gama de concreciones tenemos la cadena cárnica -desde crianza hasta matadero, frigorífico y curtiembre- más otras empresas comerciales y de comunicación. El legado que dejó está siendo conducido con eficacia por sus hijos y marcha por un camino ascendente. Ahora vienen los nietos; ellos seguirán en el futuro esa huella positiva. Sí, Osvaldo Monasterio Añez no será olvidado, vivirá en las obras que dejó y en el recuerdo de quienes lo conocieron.

*Economista y politólogo. Fue Canciller de la República de Bolivia. Miembro del CEID y de la SAEEG. 

www.agustinsaavedraweise.com

Tomado de El Deber (Santa Cruz de la Sierra, Bolivia) https://www.eldeber.com.bo/opinion/Osvaldo-Monasterio-en-el-recuerdo-20180922-8422.html

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