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HASTA ENTERRARNOS EN EL MAR

Iris Speroni*

Niñas correntinas practican canotaje.

Simplifiquemos: los argentinos somos  tierra y agua.

En estos días de elecciones donde unos y otros nos prometen el oro y el moro prefiero hablar de otras cosas; de imaginar, proyectar, idear cómo será nuestra vida el día que nos saquemos a estas sanguijuelas de encima.

Hace unas semanas @gatin___ propuso que usemos a nuestros astilleros públicos y privados para construir miles de embarcaciones (Optimus, canoas, botes de regatas, tablas de windsurf) para miles y miles de niños argentinos, con educación náutica obligatoria en las escuelas primarias. A partir de su propuesta, me nacieron varias ideas que quiero exponer ante ustedes.

De pronto, una franja azul entre las pendientes de dos médanos. Y repechamos la última cuesta. De abajo para arriba, surgía algo así como un doble cielo, más oscuro, que vino a asentarse en espuma blanca, a poca distancia de donde estábamos.

Llegaba tan alto aquella pampa azul y lisa que no podía convencerme de que fuera agua. 

Capítulo XVI, “Don Segundo Sombra”, Ricardo Güiraldes.

Agua

El territorio argentino tiene una superficie de 2.780.400 km2 [1].

La plataforma marítima argentina es de 6.581.500 km2, según lo reconocido por las Naciones Unidas en 2016 (mérito del gobierno de Cristina Fernández y de los profesionales de carrera de la Cancillería Argentina). Es una de las plataformas marinas más grandes del mundo.

Plataforma Continental Argentina reconocida por Naciones Unidas.

Nosotros, según estos números, somos 29,70% tierra y 70,30% agua. Simplifiquemos: ⅓ tierra y ⅔ agua.

Por lo tanto, nuestra misión como nación, para el resto del siglo XXI que nos queda, debe ser conquistar el mar. Conquistar toda nuestra agua: lagunas, lagos, ríos, estuarios, deltas…y el mar.

Quien la vio venir, antes que nadie, fue don Manuel Belgrano, porque era más inteligente que todos nosotros juntos. Insistió en que tengamos nuestra marina mercante [2].

Durante el siglo XX Argentina con esfuerzo armó su marina mercante (y fluvial) privada y pública. Todo eso fue deshecho arteramente. Hay que reconstruirlo a como dé lugar, al igual que nuestros astilleros.

De hecho, hay que repensar todo el sistema de cargas: trenes, transporte fluvial, transporte marítimo a la Patagonia y camiones en forma subsidiaria.

Me quiero concentrar en la parte fluvial y marítima.

Más allá de enseñarle a la población que Argentina es ⅔ agua, hay que educar para amar y respetar al río y al mar.

Darle la épica necesaria y remontarnos al Almirante Guillermo Brown y al capitán Hipólito Bouchard. Y las hazañas del siglo XX, con la conquista de la Antártida, el rescate de los suecos locos (1903) a bordo de la ARA Uruguay al mando del entonces Teniente de Navío Julián Irizar y como miembro de su tripulación al entonces Alférez José María Sobral. ¿Quién no ama a la Fragata ARA Libertad?

Por lo tanto, además de lo ya expuesto (astilleros, flota fluvial, flota marítima de cabotaje e internacional), se agrega a) Marina de Guerra superpertrechada, realmente invertir un montón de dinero en eso y b) educar desde la primaria en forma obligatoria.

  1. respecto a qué comprar o no para la Marina, claramente no es mi tema. Pero sí propuse en AHORRO, que todos los ingresos aduaneros (aranceles, tasa aduanera, adelanto de IVA y Ganancias por importaciones) se cobren en divisa. Dicha recaudación se destinará únicamente a: a.1.) cancelar la deuda nominada en divisas, a.2.) pertrechar a las FFAA.
  2. Desarrollar un plan, en todo el país, aún en las provincias mediterráneas, para que toda la población infantil adquiera destrezas básicas en su educación primaria:
      1. nadar,
      2. kayak y remo individual y grupal,
      3. vela (¿Optimist?).
      4. windsurf.

Regata infantil en el Puerto de Quequén, provincia de Buenos Aires, organizada por la Prefectura Naval Argentina.

Tenemos campeones panamericanos y olímpicos de antaño y contemporáneos, varones y damas, en forma suficiente como para armar una mística que sea un ejemplo para los niños. Y tenemos atletas ganadores de todas las clases sociales, lo que a su vez es un incentivo para todos los niños, sin distinción; porque demuestra que hay lugar para todos.

También tenemos infraestructura en piletas municipales en todo el país y clubes de remo y náuticos en general, a los que el ministerio de educación puede alquilar instalaciones durante los días de semana a la mañana (con poco uso y que no afectaría a los socios). En casos de no existir, se puede armar la infraestructura a nivel municipal y que el ministerio le alquile luego al municipio a cambio del mantenimiento y el uso municipal generalizado.

Medallero olímpico argentino en natación, remo y vela.

No hay excusas. Aún las provincias norteñas y cuyanas tienen ríos y espejos de agua naturales y artificiales (diques). Como mucho habrá que gastar dinero en micros para mover a los niños de localidades rurales hasta el espejo de agua o río más cercano. En Patagonia y Provincia de Buenos Aires tenemos kilómetros de costa de mar y Río de la Plata. En el litoral estamos repletos de ríos de todo tipo. Como dije, no hay excusas.

Tampoco es que tiene que ser una materia anual, donde vayan lunes y martes durante siete años. Es adquirir la destreza, pasar el examen y a otra cosa. Los objetivos son cuatro: 1) educación física, amigarse con el propio cuerpo, ganar tonicidad, manejar motricidad fina, etc., al igual que cualquier otro deporte; 2) “picar el bichito”, saber que eso se puede hacer, que no hay barreras económicas o sociales; un grupo elegirá seguir con la práctica (¿1%?, ¿2%?, ¿5%?); ganar gente que o bien practiquen el deporte o bien de mayores quieran ser marinos o dedicarse a la pesca o entrar en Prefectura o en la Armada; 3) entender la dimensión agua (río, mar) dentro de lo que la Argentina es; pensar el país con otro marco mental, entender que debemos ser un pueblo marítimo y que para ello hay que conocer y perder el miedo al agua; 4) que se abren o se reabren carreras, tanto para hombres como para mujeres; quedó demostrado que tenemos atletas femeninas en abundancia y que las damas pueden conquistar el Mar Argentino y el mundo a la par de nuestros varones tanto en pesca, marina mercante o marina de guerra; defensa personal y la práctica de deportes hace más para la autoestima femenina que cualquier discurso de una feminista resentida y con el tenor muscular de un spaghetti sobrecocido.

Antonio Abertondo, nadador de aguas abiertas.

Por último, si volvemos a invertir en nuestras Fuerzas Armadas, y sin dudas hay que hacerlo, vamos a necesitar hombres y mujeres que amen el mar. Esta educación que propongo es tomarle el gustito, como ir por primera vez a una heladería.

Quisiera que imaginaran estos distintos niños.

Un niño que vive en una casilla en un barrio de emergencia en Quilmes, con sus padres y cuatro hermanos. Imagine lo liberador que puede ser para un muchachito de ocho años aprender las siguientes destrezas: nadar, subirse a una tabla de windsurf, aprender a controlar un Optimus, salir a remar con un compañerito. Que sepan de Antonio Abertondo y de Alberto Zorrilla. Que no se sientan inhibidos por vivir en un hogar humilde, que todo es posible para ellos. ¡Y los físicos que van a echar! 

Otro caso: una nena, hija única, que vive con su mamá y su abuela en un dos ambientes en Villa Crespo, capital federal. Sobreprotegida y encerrada, tal vez con principios de sobrepeso. Empieza a nadar, le enseñan que existió una señora que se llamaba Jeanette Campbell, porteña o más acá, Cecilia Carranza. Le abriría la mente.

Lange-Carranza ganan el oro olímpico.

Por último, imaginen niños de la zona rural de Salta, que vayan al dique Cabra Corral y aprendan a remar, a andar en kayak, a velear, que todos sepan nadar. Es abrir todo un mundo nuevo para todos ellos.

En educación gastamos plata en tantas idioteces. En cambio, las actividades propuestas constituyen dinero bien invertido. Además, creo imprescindible que todo argentino sepa nadar.

Quiero un pueblo fuerte, sano y con la autoestima en alto.

En 20 años arrasamos en los JJOO.

A cabalgar hasta adentrarnos en el mar.

La verdad verdadera detrás de todo esto:

La semana que viene haré la segunda y última parte expondré sobre la educación rural/tradicional/agropecuaria para toda la población.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Notas

[1] Si tomamos la superficie reclamada en la Antártida y el territorio en disputa del archipiélago de las Islas Malvinas y otras islas del Atlántico sur, la superficie terrestre asciende a 3.761.274 km2.

[2] Nuestra «Escuela Nacional de Náutica “Manuel Belgrano”» lleva su nombre como forma de honrarlo.

* * *

Lecturas Relacionadas:

Club social y deportivo

http://restaurarg.blogspot.com/2022/06/club-social-y-deportivo.html

Ahorro

http://restaurarg.blogspot.com/2023/07/ahorro.html

Preppers

http://restaurarg.blogspot.com/2020/04/preppers.html

Preppers II

https://restaurarg.blogspot.com/2020/04/preppers-ii.html>

Volver a empezar

http://restaurarg.blogspot.com/2022/01/volver-empezar.html

Enduro

http://restaurarg.blogspot.com/2021/01/enduro.html

 

Artículo publicado el 05/08/2023 en Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2023/08/hasta-enterrarnos-en-el-mar.html.

LA GUERRA DEL AGUA

F. Javier Blasco*

Hace ya varios años que, algunos de los analistas a los que nos gusta como distracción e interés personal, o por los que profesionalmente se dedican al estudio de los conflictos, sus causas, actores y repercusiones o consecuencias, venimos añadiendo, cada uno desde su perspectiva y opinión, algunos nuevos motivos o hechos que sean o puedan ser impulsores de los mismos, aunque con variopinta potencia y capacidad y que se suman a las tradicionales causas arrastradas durante siglos.  

Todos ellos y cada uno por separado, son capaces por sí mismos de generar grandes conflictos de carácter interno o internacional. De entre los mismos destacan la guerra cibernética, los ataques a la economía, las pandemias, el cambio climático, las migraciones masivas, la explotación de los recursos naturales, la expansión del comunismo o del yihadismo, la abusiva e indiscriminada proliferación nuclear y por supuesto, el efecto de la falta de agua.

Aunque a simple vista, parezcan motivos independientes, muchos tienen cierta conexión, se complementan o se derivan unos de otros. En cualquier caso, todos tienen una importante relevancia y, es bien seguro que algunos ya se encuentran en efecto, con plena eficacia o en vías de su implantación a corto o medio plazo.

Pero cuando hablábamos de lo que gira en torno al agua, solíamos pensar que la falta de agua en las regiones muy o más cálidas del planeta originaría migraciones masivas en busca de ese preciado oro transparente hacia regiones más verdes y, por ende, con más frutos alimenticios para llevarse a la boca. Pero, a simple vista, no encontrábamos en la falta de agua otro tipo de consecuencias y derivadas de mayor gravedad.

Si hablábamos del cambio climático, entre sus consecuencias se encontraba la falta de agua, la desertización de las regiones lindantes a las más cálidas y la necesidad de mucha agua para hacer frente a sofocar los grandes incendios, para la agricultura o alimentar a la población y al ganado.

Nunca, o por lo menos yo no tengo constancia, se hablaba de que, en breve, incluso Europa, Asia y Norteamérica centrales se quedarían sin agua de la noche a la mañana, que sus grandes ríos llegarían a desvelar los secretos celosamente guardados en sus cauces y que los pantanos, aparte de descubrir joyas inundadas de por vida, verían morir toneladas de peces que durante lustros han vivido con todo tipo de lujos sin preocuparse por su subsistencia, salvo por la pirámide alimentaria.

Este año la sequía generalizada, la alocada mano del hombre y la falta de previsión política de las administraciones han llevado a cotas increíbles no vistas nunca o desde hace siglos en lo referente a grandes incendios. Incendios, incapaces de ser enfrentados directamente por las fuerzas que los combaten a pesar de los muchos y sofisticados medios que actualmente se emplea en dicha lucha y, por desgracia, todo apunta, a que la situación irá en aumento en los años venideros.

La ausencia de caudal de agua en los principales grandes y medianos ríos que refrigeran las piscinas para en mantenimiento en condiciones óptimas el material nuclear de las centrales de dicho tipo, ha llevado a parones técnicos en la mayoría de ellas y al paro obligado de las centrales hidráulicas. Cosa, que complica la producción combinada en uno de los momentos en los que más se necesita por dejarla casi exclusivamente bajo la dependencia del gas para producir electricidad junto a los medios fotovoltaicos o a base de aero generadores.

Por si fuera poco, las contramedidas rusas a las represalias europeas por el tema de la guerra en Ucrania a base de reducir o controlar los flujos de gas hacia Europa, han llevado a pensar que seremos incapaces de calentarnos tranquilamente durante todo este invierno, lo que se une a las restricciones o imposibilidad del uso del agua por su escasez y su influencia en la producción de energía.

En definitiva, vemos que la escasez de agua en el planeta no es un tema baladí y que fácilmente se concatena con otros de tipo económico, industrial y de relación entre vecinos. Algo, que de momento no ha generado grandes crisis migratorias como se temía, aunque no hay que dejarlas atrás, pero si una gran revolución en nuestras economías, en los efectos sobre la esfera de confort en la que nos escondemos o refugiamos y, con mucha probabilidad, será motivo de discusiones territoriales entre regiones y países por el uso y el disfrute que cada uno de los actores hace de los caudales de agua de los ríos que cruzan varias de ellas.

Primer punto de fricción inesperado por la falta de un elemento muy preciado y de indudable necesidad para el ser humano. Tal y como hemos visto y como está ocurriendo en estos momentos, la generación de energía mixta también se verá afectada en las épocas calurosas por lo que la dependencia del gas aumentará exponencialmente, lo que eleva y mucho el precio de la energía eléctrica. Indudablemente, de persistir esta sequía y si persiste la ausencia de agua en los reservorios, más pronto que tarde las migraciones hacia zonas menos tórridas, templadas y verdes no se dejará esperar porque las cosechas, sin agua no existen o son de paupérrima calidad y escaso rendimiento.

Los animales de los que nos alimentamos a diario, necesitan grandes cantidades agua y piensos frescos para su engorde y subsistencia; de no tenerlos al alcance de la mano o por ser muy caros, deberán ser sacrificados cuanto antes para minorizar al máximo los gastos y las pérdidas. Ello ocasionará a corto y medio plazo un descenso en la oferta alimentaria, un aumento excesivo de precios y unos importantes cambios en nuestros usos y costumbres, que no todos están dispuestos a sacrificar.

El desmesurado encarecimiento de la energía ya ha dejado bien demostrado que supone un palo muy fuerte para todas las economías, desde la familiar hasta de la industria más potente y boyante a nivel mundial.

Muchas personas y, sobre todo, los gobiernos irresponsables, achacan esta situación única y exclusivamente, a los efectos del famoso cambio climático, como si este fenómeno fuera un cajón de sastre donde cupiera todo. Si bien es cierto que dicho cambio en el clima tiene mucho que ver, también lo es, que las administraciones locales, regionales, estatales e internacionales tienen mucho papel que jugar en ello y no limitarse a quitarse la corbata, apagar la luz de los escaparates y edificios, subir encubiertamente los impuestos y en regular unos grados por arriba o por abajo, según corresponda, el termostato de los medios de ambientación.

Es preciso que, de una vez por todas, se afronten medidas, que las hay, para la conservación de los montes y páramos. Se necesitan importantes y ambiciosos planes hidrológicos que faciliten mucho más el embalsamiento del agua en sus cursos que garanticen la generación hidroeléctrica y eviten que se viertan ingentes cantidades de agua al mar en las grandes crecidas con ocasión de las lluvias de importancia. Se deben cuidar, de verdad, los montes y bosques para evitar la desertización, la pérdida definitiva de acuíferos subterráneos y el empobrecimiento progresivo de la tierra. La generación de energía nuclear se debe recuperar y potenciar a marchas forzadas, dotando a las centrales de mayores piscinas de refrigeración para evitar caer en la situación ya expuesta anteriormente que las para forzosamente. La regeneración del agua fecal mediante plantas potabilizadoras, así como desalinizadoras es más que urgente y debe dejar de ser testimonial. Y, por último, no estaría demás, que se profundice e invierta más en procedimientos artificiales para provocar las lluvias.

Poner todos los huevos en un mismo y único cesto (el gas, las placas y los aerogeneradores) para la generación de energía es un acto de irresponsabilidad política, cívica -porque estos medios y métodos no están siempre garantizados- y de un elevado grado de sobreactuación verde y ecologista, de corte claramente comunista, que solo sirve para embaucar a personas irreflexivas y prepotentes que no piensan más que en nimiedades, o que en su escala de valores, ponen algunos principios menores y de nula trascendencia antes que las auténticas necesidades para la subsistencia del ser humano.

La población mundial, a pesar de que en algunas áreas se estanca e incluso decrece, va en aumento en progresión geométrica o exponencial en el mundo global. Las nuevas costumbres, modos de higiene y otro tipo de necesidades o exigencias en las costumbres hacen que el consumo del agua, no pare y suba progresivamente, alcanzando cotas insospechadas hace nada.

Cerrar los ojos, mirar para otro lado o echarle la culpa a fenómenos que aparentan estar lejos de nuestro control, es el acto más irresponsable y execrables que pueda existir.

Hemos llegado a alcanzar una situación de crisis o guerra a causa del agua y no precisamente, por la obtención del agua. Y alguien se preguntará, quien se beneficia o como lo hace; la respuesta es bien sencilla, aquel que tiene la llave para paliar los efectos del incremento de los precios energéticos abriendo y cerrando los flujos de trasvase del gas, quienes cuentan y controlan inmensos graneros de cereales y de otras cosechas sumamente necesarias y que según sea su actitud, pueden salvar o poner en peligro la vida de los hombres y de los animales por su consumo; creando con ello, una grave situación que indudablemente, llegará a ser fatal, sobre todo si dichas llaves están en manos de un mismo personaje, país o coalición de ellos.

Nada tan barato y relativamente fácil de obtener, puede ocasionar un grave efecto mariposa en otros factores que indudable, y debidamente concatenados y explotados de forma adecuada, nos llevarán a situaciones de crisis de alta intensidad o hasta conflictos de graves consecuencias internacionales.

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.

 

 

CUMPLE UN AÑO LA COTIZACIÓN DEL AGUA EN WALL STREET

Agustín Saavedra Weise*

Imagen de rony michaud en Pixabay 

Un año atrás —desde diciembre de 2020— el agua (H2O) comenzó a ser cotizada en el mercado de futuros de materias primas de Nueva York; ya no se la trata como recurso natural sino como mercancía. Mucho ha tenido que ver con esto la aguda escasez de agua que arrastra el estado más importante de EEUU. Si se midiera como unidad política independiente California sería la quinta potencia mundial, superando a Francia. Su gran economía y la escasez intrínseca del líquido elemento obligaron a que los californianos regulen el agua bajo dominio estatal.

El hecho de que el líquido elemento sea tratado como mercancía y no como materia prima ha provocado asombro general, pero también trajo consigo un principio de racionalidad en su control; se trata de un bien básico para el comercio, la agricultura, vida cotidiana e industrias en general. El agua es multiuso en todo ámbito, es esencial para la marcha normal de un país y hasta para asegurar la sobrevivencia y bienestar de su población.

El “Water Index” rastrea el precio del agua y está basado en los precios de las cinco principales cuencas fluviales de California, aunque en el cercano futuro tal vez podría ser utilizado como referente en la comunidad internacional.

Hace varios años que se viene hablando del agua, pero siempre hablando y actuando poco. Por ejemplo, la Argentina es un país absolutamente independiente en materia de agua, no solamente por la Cuenca del Plata y los lagos sino también por poseer parte del acuífero Guaraní, el reservorio subterráneo de agua más grande del mundo. Empero, he aquí que el 25 % de la población en la provincia de Buenos Aires carece de acceso a múltiples servicios hídricos.

En su momento comenté en otra nota el caso de Manaos, capital del estado de Amazonas en Brasil, país número uno mundial en materia de oferta de aguas. Manaos está ubicada sobre las costas del río más caudaloso del mundo, el Amazonas justamente. Pese a tanta abundancia hídrica, la ciudad tiene serios problemas de abastecimiento.

En muchos casos latinoamericanos y africanos, los problemas sociales del agua son derivados de pésimas administraciones estatales. En otros casos, sí son problemas estructurales de escasez, como es el caso comentado de California, y algunos otros en la inmensa región euroasiática. En Bolivia también tenemos inconvenientes con el aprovisionamiento de agua para consumo humano, fines sociales e industria y ello, casi siempre como resultado de malas administraciones y falta de previsión.

El hecho de que al presente el agua sea considerada como un derecho humano por las Naciones Unidas mientras en simultáneo tiene efectos comerciales y especulativos mediante su cotización bursátil, es de interés general; nos muestra con respecto al segundo elemento natural más importante (el primero es el aire) que el mundo está comenzando a tomarse seriamente las cosas.

Es probable que después de un año de experimentar, el mercado de valores de Wall Street se amplíe e incluya cotizaciones hídricas en los mercados internacionales; eso no se puede descartar ni anticipar, pero que debemos cuidar el agua sí lo sabemos muy bien y debemos hacerlo. He aquí uno de los dilemas del siglo XXI: cómo aprovechar y racionalizar —sin desperdicio y con capacidad de reciclaje— el uso de un producto natural precioso para la humanidad.

 

* Ex canciller, economista y politólogo. Miembro del CEID y de la SAEEG. www.agustinsaavedraweise.com

Nota original publicada en El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://eldeber.com.bo/opinion/cumple-un-ano-la-cotizacion-del-agua-en-wall-street_258466