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SOBRE RUEDAS

Iris Speroni*

Todo el dinero que la Argentina le ha dado a Brasil en los últimos 40 años, en particular durante los gobiernos de Lula, hace más mezquino y despreciable el gesto que el presidente brasileño tuvo para con el nuestro.

 

Argentina exportó en más de dos décadas, del 2000 al 2022, la suma de U$D 1.308.657 millones. Un billón trescientos mil millones de dólares y monedas.

En ese plazo (2000-2022) importó U$D 1.118.252 millones.

Por lo tanto, el saldo comercial de bienes arrojó un superávit acumulado, 2000-2022, de U$D 190.405 millones.

Esa cifra es la mínima que deberíamos tener de reservas en nuestro BCRA.

A la balanza comercial hay que sumarle y restarle los servicios. Esos números aparecen en los informes de cuenta corriente externa del BCRA y nos dedicaremos a eso otro día. Sólo como introductorio, son servicios: intereses públicos y privados, seguros, fletes, turismo, consultorías y asesorías, servicios intangibles (servicios de docencia y desarrollo de sistemas, derechos intelectuales sobre patentes, marcas, arte), dividendos, etc. Es una cuenta fuertemente deficitaria pero solamente porque nuestros gobernantes son extremadamente voraces. Si a quienes venden servicios no quisieran morderles 50% de su facturación por diferencia de tipo de cambio, más IVA, más ganancias, más Dios sabe cuántas más cosas, declararían su facturación y tal vez —tal vez— la cuenta corriente también sería superavitaria.

Esos 190 mil millones de dólares que deberían estar y no están, se fueron a las manos de los amigos. Canuto de políticos, la mentira de la deuda externa, venta de dólares baratos a los “empresarios” amigos muchos de ellos extranjeros. En fin, lo hemos hablado hasta el hartazgo.

Brasil

Durante los gobiernos de Alfonsín y Sarney se establecieron las bases de lo que fue el Mercosur. En un principio se vendió al público como una gran cosa. Básicamente, que le iba a abrir el mercado brasileño a la Argentina, lo que no sucedió.

Las industrias se mudaron de Argentina a Brasil motivados por exenciones impositivas, tipo de cambio competitivo (que estimulaba las exportaciones brasileñas), y un salario que era —en ese entonces— más barato en Brasil que acá. Hoy es al revés. Es mejor el salario brasileño que el argentino. Sin embargo, las empresas no se mudaron de vuelta para acá, lo que demuestra que los salarios bajos son una excusa y no la verdadera razón. Si fuera cierto —que no lo es— nadie pondría industrias en Alemania y las pondría en Namibia, lo que no sucede.

Las multinacionales y algunas empresas argentinas se mudaron y desde allí abastecieron a nuestro país sin pagar arancel alguno. En ese momento, el mercado interno argentino era más importante que el brasileño, lo que se revirtió ya hace varias décadas. No fue un intercambio de ida y vuelta porque la cantidad de trabas que ponen los brasileños a productos argentinos y uruguayos no permiten un comercio fluido (en absoluto). Creo que el Mercosur fue una de las tantas herramientas del tratado de Versalles luego de perder la Guerra del Atlántico Sur. Y que el objetivo —altamente exitoso— fue desindustrializar a nuestro país.

Intercambio comercial de bienes con Brasil

La balanza comercial de bienes con Brasil es altamente deficitaria. 2000-2022 perdimos con ellos la friolera de U$D 54.439 millones. Es decir, le vendemos a todo el mundo para poder comprarle cosas a Brasil. Y se los compramos a ellos y no, por ejemplo, a Irlanda, porque viene de Brasil sin aranceles. Por eso Unilever y Procter & Gamble y J&J nos abastecen productos tan sofisticados como el jabón de tocador, la pasta dentífrica y el shampoo desde Brasil y no desde Malasia o Dinamarca. El tipo de cambio retrasado, la ausencia de aranceles justifica traer esos sofisticadísimos productos por camión por miles de kilómetros en lugar de fabricarlos en, no sé, Merlo, PBA. Hago saber que los argentinos teníamos conocimiento del sofisticado proceso de fabricación de jabón desde las épocas de Vieytes. Digo. Pero no, se lo compramos a los gringos, a precios exorbitantes, fabricado en Manaos. Nos deberían dar el Darwin Award vitalicio.

Quiero hacer la siguiente cuenta y tratar de explicar su monumental importancia. Si sacamos de la ecuación a Brasil, nuestro superávit comercial con el mundo es de U$D 248.822 millones. Esto es, tan mal no hacemos las cosas si podemos exportar tanto al mundo y tener un superávit comercial sostenido. Y conseguimos divisas por el mundo, con la venta de nuestro trabajo, para ir como prostituta golpeada, a ponérselo a los pies de Brasil. En el orden de U$D 54.439 millones en más de dos décadas.

Aun así, quien más dinero le dio a nuestros hermanos brasileños fueron los gobernantes nacionales y populares del Kirchnerismo. Acá los números. De los U$D 54.439 millones de dólares, U$D 40.660 corresponden a los años de Néstor Kirchner, Cristina Fernández y Alberto Fernández. Tal vez así se pueda explicar el entrañable amor de Lula a los gobiernos “nacionales y populares” de aquí. Financiamos parte del crecimiento espectacular de Brasil en estas décadas. Debo aclarar que Brasil creció por su cuenta e hizo algo muy inteligente: desde que asumió Lula la primera vez, puso de motor de su crecimiento al campo. Triplicó las cabezas de ganado (lo que había propuesto el general Perón para nosotros lo llevó a cabo Brasil), mientras el amigo de Lula, Néstor Kirchner, prohibía las exportaciones de carne y era connivente en que los frigoríficos argentinos se vendieran —algunos por monedas— al gigante brasileño.

En qué gastó la Argentina. Esos datos los tiene clarísimos y desagregados el INDEC. Sólo voy a poner la lupa sobre algunas cosas.

En aeronaves (desde globo aerostáticos, helicópteros, aviones, y repuestos), desde el 2002 y el 2022 se compraron a Brasil U$D 1.066.814.281,07. En su mayoría los años 2010 (U$D 327.204.078,34), 2011 (U$D 410.276.795,49), 2013 (U$D 73.604.812,52) y 2016 (U$D 218.013.681,30), que no es otra cosa que el acuerdo de Cristina Fernández con Lula por los EMBRAER para Aerolíneas Argentinas.

Sólo para poder comparar, un buque carguero cero kilómetro ideal para fletar nuestras cosechas, sale 70 millones de dólares. Con ese dinero hubiéramos tenido flota de ultramar propia. Si nos quedamos en la aeronavegación ¿Cuántos Boeing podríamos haber comprado?

Los autos feos

Desde el 2002 al 2022 la República Argentina exportó U$D 136.232 millones por su complejo exportador automotriz. Los informes del INDEC sobre complejos exportadores siempre consignan en forma discriminada lo que trae a la Argentina este sector. Obtener los números de importación del mismo sector, es más complejo. Aun así, voy a tratar de mostrar algunos números.

Exportaciones del Complejo Automotriz – Fuente INDEC. en millones de dólares.

Las exportaciones del rubro 2002-2022 fueron de U$D 136.232 millones.

Del total, a Brasil se exportaron U$D 90.865 millones, lo que constituye el 67% del total. Es decir, de lo que el sector exporta, dos tercios van a Brasil.

Las importaciones del sector automotriz 2002 – 2022 fueron de U$D 190.128.413.481.

De Brasil, en particular, fueron U$D 110.814.054.359, lo que comprende el 58% de las exportaciones del sector.

Más interesante aún es ver cuánto del déficit con Brasil 2002-2022 (que fue de U$D -55.861 millones), U$D fueron por las importaciones netas (importaciones menos exportaciones) del sector automotriz.

Dicho de otra forma, el sector automotriz es una de las grandes succionadoras de divisas de nuestra economía y ciertamente, uno de los grandes motores del crecimiento económico de Brasil, que ya ha quedado en segundo lugar detrás del complejo de exportaciones industriales (para Brasil). Dicho de otra manera, sobre los dólares que nos sacaron en estas últimas cuatro décadas, las invirtieron en el campo y hoy son una de las grandes potencias mundiales. Uno de sus gastos, y bien que hacen, es el militar. Por lo cual, van a incrementar su importancia mundial aún más.

Pero para los tontos locales que sostienen que el campo no importa y lo que importa es la industria, Brasil es el claro ejemplo de que el campo es el motor de la economía, del crecimiento y puede financiar ser una potencia militar.

Todo el dinero que la Argentina le ha dado a Brasil en los últimos 40 años, en particular durante los gobiernos de Lula, hace más mezquino y despreciable el gesto que el presidente brasileño tuvo para con el nuestro cuando lo desairó públicamente y le negó, ante las cámaras, un crédito que el nuestro le solicitaba. Esas cosas no se hacen.

Las exportaciones del complejo automotriz a Brasil fueron de U$D 90.865 millones

Las importaciones del complejo automotriz desde Brasil fueron de U$D 110.814 millones.

El déficit del sector automotriz en el intercambio Brasil-Argentina fue de U$D 19.949 millones.

Nuestro déficit de U$D 55.861 es explicado en un 35% por el sector automotriz.

Inversiones

Por último, las inversiones. El gobierno ha anunciado las inversiones de diferentes terminales automotrices estos últimos días. Si bien toda inversión es bienvenida, debo recordar que el 50% de esas inversiones le salen a las terminales gratis, ya que el BCRA les vende los dólares a mitad de precio. El BCRA le compra dólares a mitad de precio a quienes producen bienes de exportación y luego se lo venden a favorecidos, por ejemplo las empresas extranjeras que ensamblan automóviles aquí. Y estoy suponiendo que los números genuinos y no que están dibujando inversiones con el objeto de comprar millones de dólares a mitad de precio. El mejor negocio que existe hoy en Argentina.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Artículo publicado el 18/06/2023 en Restaurar, https://restaurarg.blogspot.com/2023/06/sobre-ruedas.html

 

“Z”, LA CIUDAD PERDIDA

Revista Tiempo GNA*

Para ciertas personas, la radiante belleza de la jungla tiene un atrapante magnetismo y es una suerte de invitación a descubrir sus secretos, de los que no es fácil volver. Se sabe que muchos aventureros han salido a buscar la ciudad de los Césares, incluso en tiempos modernos, y jamás se ha sabido de ellos. La leyenda de El Dorado, u “Hombre de Oro”, se basaba en una historia presumible auténtica de un gran rey indígena que de día se cubría en polvo de oro para brillar como un dios. Para algunos historiadores era un ritual que podría haber ocurrido en alguna parte de la selva amazónica presumiblemente en Manaos o cerca de ahí y que finalizó con la llegada del hombre europeo. Dichas investigaciones se basan en relatos de exploradores ingleses y españoles que recorrían el Orinoco unos 100 años después del descubrimiento de América. Cuando veían aborígenes con piezas de oro y les preguntaban dónde las habían encontrado respondían “Manoa”.

Las tribus aunque estuvieran a cientos de kilómetros entre ellas disponían de una eficiente comunicación y al conocerse la crueldad de los invasores europeos para despojarlos de ese metal, la ceremonia del “Hombre de Oro” fue abandonada en el siglo XV, pero los conquistadores la alcanzaron a conocer y fácil es imaginar el esfuerzo que hicieron para descubrir ese lugar.

El Coronel Fawcett

En la selva de Sudamérica han desaparecido numerosas personas hasta expediciones completas. La más comentada fue la del Coronel británico Percy H. Fawcett que llegó a trabajar para el servicio secreto de Su Majestad. Este militar desde 1906 se encontraba en Brasil confeccionando cartografía en zonas limítrofes.

Desapareció cuando exploraba el Amazonas y hasta la fecha no se tiene noticias de él ni de su grupo.

Según escritos de la época, estaba en la selva brasileña con dos hombres más tratando de localizar una ciudad legendaria nunca descubierta por el hombre blanco. Fawcett conjeturó que ese asentamiento existió en la región de Mato Grosso de Brasil y podría tener una antigüedad aproximada a los 11.000 años. La tradición oral mencionaba que había calles fijadas con lingotes de plata y hasta las paredes de ciertas casas serían oro. No era difícil de creer esto, pues para esos años el oro en determinados lugares se obtenía con la mano casi a ras de suelo, y la plata para los nativos no era un metal valioso. Ese fabuloso lugar, los españoles la buscaron en vano durante siglos sin encontrarlo. Fawcett, explorando la selva, un día descubrió un túnel cuya entrada estaba oculta y en su interior había viejos moldes dentro de los que se vertía el oro fundido. Más tarde alguien le acercó una estatuilla esculpida en basalto negro y dedujo que pertenecía a la ciudad perdida en Brasil. A pesar de todo su esfuerzo, la única población que Fawcett encontró fue cierto asentamiento aborigen al que le dio el nombre “Ciudad perdida Z” y estaría al sureste del Perú y norte de Bolivia. También supo que cuando los conquistadores españoles avanzaban en los Andes, los incas tapiaron las principales minas de oro y plata al este de la cordillera ocultando las huellas. Hasta el día de hoy se desconoce dónde estarían.

No todo es fantasía

En ciertos archivos históricos, actualmente se encuentran registrados los nombres incluso la producción que tenían estas minas hasta 1780, pero no han vuelto a ser descubiertas. Cuenta la tradición de la existencia de pequeños túneles en la ladera de alguna montaña con vasijas conteniendo oro y plata que habían ocultado los incas para que no cayeran en manos del conquistador. Se tiene la certeza que escasos aborígenes conocen la ubicación de algunas minas y tesoros ocultos, pero por respeto a sus antiguos dioses nunca dirán nada; por otra parte su vida correría peligro. El explorador inglés sabía todo esto y estaba absolutamente convencido de sus investigaciones, por lo que luego de distintas expediciones el 29 de mayo de 1925 partió en la que sería su última salida. Desde su desaparición fue intensamente buscado sin éxito por años; incluso hasta 2002 distintos investigadores trataron de encontrar alguna prueba de su desaparición en ese infierno verde.

Nunca se encontró algún indicio y la mayor sospecha se centra en que fueron asesinados por salvajes, algo que también suele ocurrir ocasionalmente hoy día. En abril de 2004, en el estado amazónico de Rondonia (Brasil), los indios masacraron a 41 “garimpeiros” (buscadores de oro y diamantes).

Es decir, el coronel británico aunque estaba equivocado sobre la existencia de “Z” la ciudad perdida, no lo estaba sobre la existencia de minerales preciosos.

Otra historia real

En El Maitén (Chubut) en 1973, el Jefe de la Sección de la GNA emplazada en esa localidad conoció a un aborigen llamado Catriful, que se ganaba la vida cortando leña. Los fines de semana, concurría a un destartalado boliche de campo donde pasaba horas bebiendo vino y para sorpresa de la paisanada el aborigen ocasionalmente pagaba sus gastos con algunas pepitas de oro y por más que en distintas ocasiones intentaron emborracharlo para que contara dónde las encontraba, jamás pudieron obtener indicio alguno. Para todos era una gran incógnita y por eso lo respetaban. Cuando el oficial de Gendarmería se enteró de ese murmullo le fue imposible de comprobarlo, pero enseguida lo asoció con un sacerdote que lo visitaba. El cura sin demostrarlo le dijo que también las obtenía. Lamentablemente falleció en la montaña al desbarrancarse el tractor que conducía en un accidente muy insólito y como es de imaginar, murió sin revelar el secreto. Que en las entrañas de Sudamérica se oculten enormes riquezas no es de extrañar. Desde la conquista española en los Andes muchos pagaron con su vida buscando el oro de los incas, incluso la selva sepulta en su bullicioso silencio el secreto del destino de otros osados visionarios. La duda que salta a vista es que, si con la actual tecnología no se ha descubierto lo que Fawcett estaba buscando es muy difícil que pueda existir y que todo haya sido un embuste de los nativos.

Pero… nunca se sabe.

Video relacionado:

Artículo publicado por la Revista Tiempo GNA 79.

LOS BRICS Y LA ARGENTINA

Iris Speroni*

Ilustración: Yuri Laptev

Amigos de todos, casados con nadie.

Este artículo es una continuación de UNA VENTANA AL MUNDO; 2022: EL AÑO EN QUE NO VIVIMOS EN PELIGRO e IMPERIO AUSTRAL. No es imprescindible haberlos leído previamente.

Nuestro Comercio Internacional

Durante el año 2022 la Argentina exportó por U$D 88.446 millones, pico histórico desde 1810 a hoy. El presente año 2023 debería ser para los argentinos uno de prosperidad y festejo.

La continuación económica del Campeonato Mundial de Fútbol.

No.

Deberíamos estar todos gozando un veranito de buenos ingresos.

No.

En su lugar sufrimos inflación, desempleo, sueldos de U$D 200 mensuales y ausencia de reservas en el BCRA.

Las autoridades deberían explicarnos a todos qué hicieron con ese dinero: 

    • Dónde están los 88.446 millones de dólares que obtuvieron los argentinos que trabajan y exportan,
    • Por qué los argentinos no gozamos de la estabilidad monetaria de nuestros vecinos Uruguay, Brasil y Paraguay, los cuales tienen las mismas condiciones internacionales favorables que nosotros,
    • Por qué las reservas del Banco Central no crecen como sí lo hacen las de los países vecinos los cuales gozan del mismo ciclo propicio internacional al igual que nuestro país.

Usted y yo tenemos las respuestas a todas estas preguntas. Eso no quita que las autoridades tengan la obligación de rendir cuentas y nosotros tengamos el derecho a pedirlas.

Dejemos esta triste realidad y vamos a los BRICS.

Los BRICS

Las exportaciones totales del país fueron por todo concepto y a todos los países: U$D 88.446 MM, como ya indiqué.

Los BRICS constituyen un grupo económico de países integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

Las exportaciones de Argentina al grupo BRICS ascendieron en el año 2022 a la suma de U$D 26.154 MM.

El destino de las exportaciones Argentina, entonces, es 29,6% a los BRICS y 70,4% al Resto del Mundo.

Se abren de la siguiente manera:

Brasil                             U$D 12.637 MM 

China                            U$D   8.015 MM 

India                             U$D   4.543 MM 

Rusia                              U$D    498 MM

Sudáfrica                        U$D     461 MM

TOTAL                               U$D 26.154 MM

Los BRICS son, también, origen de importaciones relevantes para nosotros.

Argentina importó durante 2022 por U$D 81.523 MM por todo concepto (100%).

De los BRICS importó U$D 35.817 MM, un 43,9% del total.

Así que los números quedan: BRICS, 43,9%; Resto del Mundo, 56,1%.

La distribución es la siguiente:

Brasil                    U$D    15.979 MM

Rusia                    U$D        278 MM

India                    U$D      1.849 MM

China                   U$D     17.516 MM

Sudáfrica              U$D         195 MM

TOTAL                   U$D     35.817 MM

Productos

¿Qué exportamos?

El 75% de nuestras exportaciones a Brasil se concentran en muy pocos productos: vehículos y autopartes (40%), trigo (11%), combustibles y lubricantes (5%), malta y cebada cervecera (5%).

Lo mismo sucede con China. Cuatro productos concentran el 75% de las exportaciones a ese país. Porotos de soja 36%, carne bovina deshuesada y congelada 26%, cebada en grano 8%, sorgo 6%.

En el caso de India la concentración en pocos productos es aún mayor: aceite de soja 68%, aceite de girasol 15%, “confidencial” (SIC) 10%, cebada cervecera 1%, harina y pellets de soja 1%. El resto de los productos se reparten el 5% restante.

Rusia es un comprador menos importante dentro del grupo. El 28% de sus importaciones corresponden al rubro “confidencial”, el resto son productos alimenticios: hígados bovinos congelados 6%, manteca 6%, peras frescas 6%, limones 6%, maníes sin cáscara 5%, camarones 4%,merluzas congeladas 4%, queso duro 3% y despojos bovinos y lenguas bovinas 8% entre ambos rubros.

Sudáfrica fue uno de los pocos compradores de carne vacuna que nos quedaron durante el siglo XX luego de que Europa nos cerró sus puertas. Actualmente exportamos poco a ese país que supo ser un gran cliente nuestro. Productos principales: trigo 24%, “confidencial” 51%, trozos y despojos de gallos y gallinas 5%, rabos de bovinos congelados 2%.

¿Qué importamos de los BRICS?

De Brasil: Vehículos, autopartes, carrocerías 22%, tractores 2%, hierro y pellets de hierro 5%, fuel oil, lubricantes y energía eléctrica 4%. Todo el resto de los productos se dispersa, no llega cada uno de ellos al 1%. Abundan insumos químicos para la industria, excavadoras, motores, calzado, y productos tropicales como café, cacao y derivados.

China es el principal origen de nuestras importaciones. Supera a Brasil. Los productos son diversos. Sólo mencionaré los principales: partes de computadoras, circuitos, etc., partes de electrodomésticos, generadores eléctricos 12%, paneles solares 10%; motos en partes 1%, agroquímicos 7%. Componentes de celulares por U$D 596 MM (4%), herramientas, productos químicos, calzado, telas. Curiosidades:

  • Maquillajes para ojos                 U$D   5.211.662,15
  • Hortalizas                                U$D   5.117.568,80
  • Bombones y caramelos              U$D   5.031.626,57

Para que los productores de té de Misiones sepan en qué se gastan los dólares que el Estado les paga a mitad de precio.

India: Gasoil 25%, medicamentos fraccionados o a granel 22%, vehículos 3%, hilados, prendas de vestir, calzado 9%, neumáticos 2%. El resto distribuido en numerosos productos. 

El futuro

Como he dicho en alguna otra oportunidad, en lo que a Relaciones Exteriores compete, sólo debería importarnos nuestra conveniencia. Amigos de todos, casados con nadie. El eje de nuestro comercio exterior se desplazó desde Europa un siglo atrás (en caída libre desde la posguerra a hoy) hacia los BRICS.

La novedad es la mayor relevancia de EEUU ausente en casi toda nuestra historia, con algunas excepciones memorables [1], al punto de ser hoy el 3º en importancia. Bienvenido sea. Pero no es el tema de hoy.

A nosotros nos conviene ingresar al bloque con quien hoy tenemos nuestro principal vínculo.

Mal nos ha pagado Europa. Luego de haberles matado el hambre toda la guerra y que el Reino Unido declarara el default con el oro que teníamos depositado en el Banco de Inglaterra, prohibieron nuestros productos. No a nosotros en especial. La misma afrenta sufrieron Canadá, EEUU, Australia, NZ y Uruguay. Mordieron la mano que les dio de comer.

Que toda nuestra clase política siga rindiéndole pleitesía a los europeos hoy, como si fuera 1920, es incomprensible.

Saltan a cada capricho europeo (Cambio climático, Amazonas, Acuerdo de París, Global Compact —Acuerdo Migratorio—), como si nuestro destino estuviera atado al de ellos. Señores, no lo está. Ese barco ya partió. Hace décadas.

Con el siglo empezó un mundo nuevo. Lleno de esperanza y buenas perspectivas para nosotros. Se dio vuelta la taba.

Nuestro gran problema hoy no es ni el entorno internacional, ni el deterioro de los términos de intercambio —todo lo contrario—, ni la falta de divisas, todo lo contrario. Todos esos problemas se fueron con el siglo XX.

Nuestra dificultad actual es que toda la dirigencia política, toda, vive en el siglo XX, con los prejuicios de esa época. Lamentablemente incluyo a Javier Milei, quien aporta ideas nuevas en varios rubros excepto en relaciones exteriores.

La mentalidad desfasada de quienes toman decisiones hoy es lo que impide que aprovechemos este ciclo largo TOTALMENTE favorable a nuestro país.

Es nuestra oportunidad para:

    • aumentar las exportaciones del país,
    • mejorar el nivel de vida de la población,
    • invertir en infraestructura,
    • tener pleno empleo, 
    • pertrechar a nuestras FFAA,
    • recuperar las Islas Malvinas.

Necesitamos deshacernos de esta clase política y poner en su lugar una que sea inteligente, formada, que entienda que el viento cambió y que sepa llevarnos por estos nuevos rumbos.

Estemos tranquilos: enfrentamos un ciclo largo (no menos de 50 años) propicio para el país. Es nuestra oportunidad de construir nuestro IMPERIO AUSTRAL.

Es nuestra obligación llevar a la Argentina, octava superficie mundial, al lugar que nos corresponde, esto es ser la octava economía mundial y la octava potencia mundial, en todos los órdenes, incluido el militar.

Es lo que nos toca.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Nota

[1] Ganamos la Batalla de Montevideo con buques comprados en EEUU por nuestro embajador en Washington, el Sr. Thompson, esposo de Mariquita Sánchez.

 

Fuente INDEC

Intercambio comercial argentino 2022

https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/ica_01_23044100BE61.pdf

Complejos exportadores 2022

https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/complejos_03_2309E029401F.pdf

Consultas comercio exterior INDEC

https://comex.indec.gob.ar/?_ga=2.259596810.1847343698.1682723652-1001522160.1682723652#/

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Notas relacionadas

Una ventana al mundo

http://restaurarg.blogspot.com/2022/10/una-ventana-al-mundo.html

2022: el año que no estuvimos en peligrohttp://restaurarg.blogspot.com/2023/02/2022-el-ano-que-no-estuvimos-en-peligro.html

Imperio Austral

http://restaurarg.blogspot.com/2023/04/imperio-austral.html

 

Artículo publicado el 29/04/2023 en Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2023/04/los-brics-y-la-argentina.html.