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RUSIA EN 2024

Roberto Mansilla Blanco*

rperucho en Pixabay, https://pixabay.com/es/photos/kremlin-moscu-rusia-catedrales-3393439/

 

Cómo la sociedad rusa vive actualmente la guerra en Ucrania y las sanciones occidentales mientras el Kremlin cambia a su favor los equilibrios geopolíticos.

 

Comienzo este análisis en clave personal, determinado por un reciente viaje a Rusia (febrero de 2024) Caminar por Moscú a dos años del comienzo de la guerra en Ucrania supone una experiencia ilustrativa sobre cómo el país está encarando un conflicto cada vez más cronificado, esquivando las sanciones occidentales pero con la perspectiva de una posible escalada militar contra la OTAN a mediano plazo.

Los moscovitas viven su día a día con ritmo frenético. Si existe un mejor termómetro para medir este pulso es inevitablemente el Metro de Moscú, tan vigoroso como incesante en su tráfico diario. Las sanciones occidentales apenas se perciben en una economía que incluso crece: a finales de enero el FMI estimó un crecimiento de 2,8% de la economía rusa para 2024. Así mismo, el Kremlin ha logrado esquivar las sanciones a través de un esquema financiero alternativo en el que han colaborado socios exteriores rusos como China, Turquía, Qatar y Arabia Saudita. A priori y a pesar de las dificultades derivadas de la guerra y las sanciones, el clima en las calles de Moscú revela más bien un inesperado nivel de confianza y de seguridad.

Los centros comerciales y supermercados rusos están abarrotados con todo tipo de mercancías y víveres. Una gran cantidad de multinacionales occidentales siguen operando en el país. El sistema bancario reproduce este nivel de confianza social mediante una generosa cartera de créditos toda vez es patente la digitalización a gran escala en todos los órdenes de la vida económica y social. Las presiones inflacionarias se observan controladas.

Una boyante clase media ha florecido en los últimos años en Rusia, con un notable poder adquisitivo que las grandes multinacionales no quieren dejar escapar a pesar de las presiones exteriores por mantener las sanciones económicas. Expulsada del sistema SWIFT que rige las transacciones financieras internacionales, el Kremlin se las ha ingeniado, con efectiva capacidad de adaptación, a las nuevas circunstancias para mantener a flote la economía rusa.

El espectro mediático, especialmente el televisivo, ilustra igualmente la percepción rusa de la realidad. Sin grandes aspavientos, los informativos reflejan diariamente lo que sucede en el frente militar ucraniano. Incluso existe un canal casi exclusivamente concentrado en la oficialmente denominada como «Operación Militar Especial». Destaca también la programación de entretenimiento, con formatos similares a los que se pueden observar en Europa.

En los medios informativos resalta igualmente la proliferación de informaciones sobre diversos foros económicos, tanto dentro como fuera de Rusia, en los que el gobierno de Vladimir Putin se esfuerza por acelerar proyectos de infraestructuras y de inversiones para el desarrollo económico hacia las regiones interiores del país. Intentar equiparar el nivel de desarrollo entre centro y periferia, entre la Rusia urbana y la Rusia interior, será muy probablemente uno de los grandes proyecto de futuro.

Mientras en Occidente fue la noticia estelar, con tintes no menos propagandísticos muy probablemente enfocados en la proximidad de la elección presidencial rusa, la muerte el pasado 16 de febrero del disidente Alexéi Navalny en una prisión de máxima seguridad apenas perturbó el clima informativo ruso, pasando prácticamente desapercibido. Por el contrario, la entrevista a Putin realizada por el periodista estadounidense Tucker Carlson y sus reportajes diarios durante su estancia en Moscú se convirtieron en un constante reclamo mediático para los medios informativos estatales.

Una nueva era… con Putin

Bajo este prisma, el panorama interno ruso dista, por tanto, de cualquier cariz apocalíptico como auguraron diversos mass media y declaraciones oficiales de líderes políticos principalmente occidentales a partir de la invasión militar rusa de Ucrania iniciada el 24 de febrero de 2022.

No se percibe ningún colapso económico ni atisbos de crisis política o de angustia ante la inevitable confrontación con Occidente vía Ucrania. La sociedad rusa, si bien no escapa a las consecuentes dosis de propaganda oficial y sutil censura, está más concentrada en otros temas, básicamente enfocados en aumentar sus cotas de bienestar socioeconómico; una aspiración, por cierto, no muy diferente de la que se observa en las principales capitales occidentales.

En vísperas de unas nuevas elecciones presidenciales previstas para el 15 y 17 de marzo, el poder de Putin es incontestable. Sin rivales políticos directos, con una economía que parece navegar con seguridad en un mar de turbulencias y con avances en el frente militar ucraniano (particularmente tras la toma de Adviika y la sensación de repliegue del adversario), el presidente ruso encara con comodidad un nuevo período de gobierno hasta 2030.

El contexto bélico le permite a Putin hacer uso de la agenda patriótica y de la inquebrantable unidad nacional ante un enemigo exterior que parece cada vez más identificado en la OTAN. Bajo esta premisa, el Kremlin no altera ni un ápice los cimientos estratégicos ni la narrativa que le llevó a iniciar la «Operación Militar Especial» en Ucrania en 2022: impera en este discurso la necesidad de «desnazificación» de Ucrania para garantizar la seguridad de las poblaciones rusoparlantes existentes en ese país y, por tanto, de la seguridad nacional rusa.

Esta perspectiva camufla igualmente otro imperativo geopolítico para el Kremlin: recuperar la vitalidad demográfica. Con su marcado acento en una especie de «revolución conservadora» y en un 2024 oficialmente reconocido por las autoridades rusas como el Año de la Familia, el gobierno de Putin incentiva políticas de natalidad que permitan garantizar la preservación de la etnicidad eslava y la identidad nacional rusa, particularmente ante el aumento demográfico de poblaciones no rusas, principalmente  musulmanas. Prevalece la idea del Mundo Ruso (Rusky Mir) que refuerce el perfil demográfico atrayendo a los «hermanos» rusoparlantes, en el caso ucraniano del Donbás y otras regiones actualmente bajo soberanía y ocupación militar rusa, pero que no se descarta pueda ampliarse hacia otros escenarios el espacio post-soviético.

El contexto 2024 se erige así para Putin como un momento clave para retomar la iniciativa y avanzar en la recuperación del lugar de Rusia en la historia. Las tornas han cambiado. El clima de desencanto se observa ahora en Occidente, en particular en lo concerniente al apoyo a Ucrania. Kiev no escapa a esta perspectiva. La destitución en enero pasado de Valerii Zaluzhni, máximo comandante militar ucraniano que se mostró crítico con la estrategia militar del presidente Volodimir Zelenski, parece ilustrar una purga interna aparentemente con el beneplácito «atlantista». Contrario a las expectativas occidentales, Zelenski se muestra ahora aún más a la defensiva, incluso con tintes de cierta desesperación en cuanto a su dependencia de la ayuda militar exterior.

La causa ucraniana parece perder entusiasmo y adeptos entre sus aliados europeos toda vez que otra guerra, la de Gaza, ocupa también el centro de atención. Países miembros de la Unión Europea como Hungría y Eslovaquia se niegan a aumentar la ayuda económica y militar a Kiev instando a una negociación con Moscú. En EEUU crece la inquietud por un regreso a la Casa Blanca del ex presidente Donald Trump, quien avanza con paso firme en las primarias del Partido Republicano. Visto en clave geopolítica, el Kremlin parece estar recuperando posiciones, recreando en el centro del poder occidental ese clima de desencanto con Ucrania.

Así, Putin recupera la iniciativa con garantías y en condiciones de mayor confianza y fuerza estratégica. Pero el final del conflicto en Ucrania no parece estar estipulado, al menos a corto plazo. No se descarta que, ante las perspectivas de debilidad militar de su enemigo y los cuestionamientos sobre lo que en su momento constituyó un irrestricto apoyo occidental a Ucrania, tras el deshielo invernal, el Kremlin acelere una contraofensiva a gran escala que le permita ampliar sus ganancias territoriales: actualmente Moscú controla más del 20% del territorio ucraniano previo a la invasión.

El clima bélico parece también resonar y ampliarse hacia otros focos de conflicto: la República Pridnestroviana de Transnistria, un Estado de facto entre Ucrania y Moldavia que podría convertirse en nuevo peón para Moscú en caso de pedir su incorporación dentro de la Federación rusa. Este escenario reproduciría el modelo instaurado por Rusia en Crimea en 2014 y en las repúblicas de Donetsk y de Lugansk en 2023. Otras fuentes informativas y de inteligencia, principalmente alemanas y británicas, están expectantes ante la posibilidad de que, a mediano plazo, la guerra de Ucrania se amplíe hacia las repúblicas bálticas e, incluso, el enclave ruso de Kaliningrado.

Seguro de una superioridad militar, confirmada por el suministro armamentístico de aliados como Irán y Corea del Norte, de un mayor número de efectivos y recursos militares y ante las grietas de la ayuda occidental a Ucrania, el Kremlin parece persuadido a aplicar un «modelo Chechenia» para Ucrania: empantanar y congelar el conflicto hasta provocar una fatiga en la sociedad ucraniana y sus aliados occidentales que eventualmente obligue a una negociación con Moscú y a un posible cambio político en Kiev que implique ascender al poder a un líder más manejable para los intereses rusos.

El escenario es hipotético. Está por ver si, al igual que sucedió en Chechenia con la «pax rusa» instaurada a partir de 2009, aparezca ahora en Kiev una especie de Ramzán Kadírov (actual presidente checheno) o un nuevo líder pro ruso como Viktor Yanúkovich. Nada está asegurado y menos ante este clima bélico in crescendo. Y esto también podrá provocar un efecto contraproducente para los intereses rusos: que, con apoyo occidental, Kiev apueste por aupar a un nacionalista radical anti ruso. Un escenario que, por otro lado, podría ser utilizado por el Kremlin como un argumento justificativo de la invasión militar, similar a la narrativa de la «desnazificación» de Ucrania. Sea como sea el contexto se abre así fuertemente contrariado para un Zelenski al que le crecen también las críticas internas que le acusan de autoritarismo, corrupción e incluso de intransigencia a la hora de abrir una negociación o un armisticio con Moscú.

Con este panorama, Zelenski parece verse de alguna manera acorralado, instigado a suspender las elecciones presidenciales previstas para marzo bajo el argumento del estado de guerra y con una ley marcial que no oculta sus dificultades a la hora de movilizar combatientes para el frente. Kiev ha pedido a más de 400.000 ucranianos que se han marchado del país que se sumen al esfuerzo bélico para repeler al «invasor ruso».

«Asianización» ante la «des-occidentalización» forzada

Visto en perspectiva y tomando en cuenta las tensiones geopolíticas y militares con Occidente, el Kremlin ha acelerado una «asianización» forzada de sus alianzas exteriores, motivada por imperativos definidos en torno a una perceptible «des-occidentalización» de sus relaciones internacionales.

Diversos medios occidentales han manejado estas tensiones en clave belicista, augurando una inevitable confrontación entre Rusia y la OTAN. Utilizando fuentes de alta confidencialidad militar, el diario alemán Bild advirtió en enero pasado sobre un posible escenario de guerra frontal entre la OTAN y Rusia a partir de 2025, con posibles ataques desde el enclave ruso de Kaliningrado hacia miembros de la Alianza Atlántica como Polonia y las repúblicas bálticas. Ante la posibilidad de presentarse este escenario, la OTAN anunció para este 2024 los mayores ejercicios militares en décadas.

Si bien no cierra la puerta a un «reseteo» de las relaciones con Occidente y que espera se operen progresivamente vía cambios políticos, desgaste moral por la guerra en Ucrania e imperativos de dependencia energética europea, Rusia observa ahora a Asia como su nueva esfera de atención. A diferencia de las tensiones y la intransigencia occidental, Moscú destaca el pragmatismo y la realpolitik en las relaciones con sus socios asiáticos.

En este plano, China juega el papel esencial como principal aliado ruso a tenor de la alianza estratégica que Moscú mantiene con Beijing y de la posición oficial del gobierno chino de no condenar la invasión militar a Ucrania. Esta alianza se lleva también a la cotidianeidad ciudadana. Las calles moscovitas han observado una prolífica visita de turistas chinos toda vez diversos establecimientos han celebrado el Nuevo Año Lunar chino. La imagen del presidente Xi Jinping al lado de la de Putin se refleja también en varios souvenirs como símbolo de una «amistad» inquebrantable.

Por simbólico que parezca, las típicas matrioshkas existentes en las tiendas de la turística calle Arbat de Moscú representan a líderes como Xi Jinping, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, el norcoreano Kim Jong-un o el príncipe saudita Mohammen bin Salmán, sin olvidar a un «viejo amigo», el ex presidente Trump. Todas ellas variables de soft power que ilustran en el imaginario colectivo las nuevas alianzas del Kremlin.

Este súbito viraje geopolítico asiático ha evitado el aislamiento y la condición de paria internacional de una Rusia hoy fortalecida por un papel cada vez más activo en el Sur Global. Moscú lo ejerce vía BRICS ampliado este 2024 a aliados como Irán y Arabia Saudita; toda vez Rusia atiende sus intereses en Oriente Próximo (Palestina, Irán, Mar Rojo), avanzando en acuerdos comerciales y militares con países asiáticos (principalmente China, India y Corea del Norte) y diseñando una nueva relación con África en materia geoeconómica.

Incluso comienzan a emerger nuevos líderes asiáticos que muestran su admiración por Putin como «hombre fuerte» y que ansían reproducir su modelo. Un ejemplo de ello fue la victoria (57% de los votos) del hasta ahora ministro de Defensa Prabowo Subianto en las recientes elecciones indonesias. Subianto sucedería así a otro admirador regional de Putin, el ex presidente filipino Rodrigo Duterte (2016-2022).

Por otro lado está Turquía. Suspendidos los vuelos directos desde Europa, Estambul se ha convertido en el enlace aéreo más demandado para conectar con Moscú y otras grandes ciudades como San Petersburgo, Kazán y Krasnodar a través de líneas aéreas como las turcas como Turkish Airlines y Pegasus y las rusas Aeroflot y Rossiya Airlines.

Esto refuerza la condición estratégica que tiene Turquía para Rusia, ampliada ante la realidad que igualmente supone acoger una notable diáspora rusa que salió del país tras el comienzo de la guerra y principalmente ante el decreto de movilización militar parcial. De acuerdo con el Instituto de Estadística de Turquía, este país recibió a partir de 2022 a unos 123.000 rusos, constituyendo una cuarta parte del total de la inmigración recibida por el país euroasiático. En segundo lugar se ubican los ucranianos (40.000 personas, 8% del total de inmigrantes).

No obstante, la súbita «asianización» geopolítica de Rusia aborda también múltiples retos para su política exterior y de seguridad, que pueden terminar comprometiendo a Moscú involucrándose en conflictos geopolíticos a priori fuera de sus imperativos estratégicos y esferas de influencia para las próximas décadas, en especial Taiwán, la península coreana, el rearme de Japón, la alianza regional AUKUS entre EEUU, Gran Bretaña y Australia y las tensiones limítrofes en el mar de China meridional.

Así mismo, las alianzas rusas con Turquía e Irán implican también al Kremlin en el siempre complejo y riesgoso avispero de Oriente Próximo. Tampoco se debe olvidar la esfera euroasiática ex soviética, tradicional «patio trasero» ruso. Destacan aquí Asia Central y el Cáucaso, polarizadas entre sus históricas relaciones y la dependencia energética con Rusia, sus alianzas económicas con la pujante China y ciertas aspiraciones prooccidentales (Georgia, Armenia). La invasión militar rusa a Ucrania ha provocado igualmente algunas brechas de confianza en las relaciones de Moscú con los países centroasiáticos y caucásicos.

Convencido en el pragmatismo de las relaciones bilaterales, el Kremlin es consciente de que sus aliados China, Irán, Turquía, Corea del Norte e India no le criticarán ni le sancionarán por temas como los derechos humanos o la democracia en Rusia, a diferencia de lo que ocurre dentro de las maltrechas relaciones ruso-occidentales. El talante autoritario de los regímenes políticos de estos aliados del Kremlin supone una condición favorable para los intereses rusos.

Así mismo, la «asianización» puede intuir una estrategia geoeconómica por parte de Putin que le permita reducir ciertos visos de dependencia económica y tecnológica rusa de Occidente. A cambio, Rusia progresivamente podría terminar dependiendo aún más de potencias emergentes como China e India. Con ello, la iniciativa permite anclar esas alianzas rusas hacia potencias económicas (China, India, Indonesia) que definirán la nueva fisonomía del poder global en este siglo, sin olvidar tampoco a potencias energéticas (Arabia Saudita, Qatar, Emiratos Árabes Unidos) y otras con capacidad militar (Turquía, Irán) que le permitirán a Putin mantener la «economía de guerra» en Ucrania y su previsible confrontación con Occidente.

Por todos es conocida la famosa frase de Putin de considerar el fin de la URSS como la «mayor catástrofe geopolítica del siglo XX». Conscientes de haber aprendido las duras lecciones del período post-soviético, Putin y las elites actualmente instaladas en el Kremlin han logrado, al menos de momento, blindar a Rusia de cualquier amenaza exterior que suponga una eventual nueva desintegración estatal, en este caso de la propia Federación rusa.

Lejos del colapso expectante que se auguraba en varias capitales occidentales tras la invasión militar en Ucrania, la Rusia de 2024 parece recuperar la iniciativa con fuerza y confianza. Pero a largo plazo los retos pueden resultar arriesgadamente complejos, lo que medirá la consistencia de su régimen político y la lealtad ciudadana al mismo. Sea como sea, Rusia abre un nuevo (y quizás inédito) capítulo en su historia.

 

* Analista de geopolítica y relaciones internacionales. Licenciado en Estudios Internacionales (Universidad Central de Venezuela, UCV), Magister en Ciencia Política (Universidad Simón Bolívar, USB) Colaborador en think tanks y medios digitales en España, EE UU y América Latina.

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RELEVANCIA ECONÓMICA DE LA REPÚBLICA DE COREA EN EL ACTUAL ESCENARIO INTERNACIONAL

Ruvislei González Saez*

Imagen: Big_Heart en Pixabay, https://pixabay.com/es/photos/bandera-coreana-2639315/

La República de Corea se ha catalogado como uno de los casos más llamativos de transformación socioeconómica en el mundo. En la década de los cincuenta del pasado siglo el país pasó de ser uno de los más pobres, hasta convertirse 30 años después en uno de los actores protagonistas del escenario económico y tecnológico global. Una de las claves del éxito ha estado relacionada con el énfasis en la educación. Actualmente el país ha logrado estándares importantes relativos a la seguridad ciudadana, al desarrollo científico-tecnológico, a la atención al medio ambiente, pero también enfrenta grandes retos como el envejecimiento poblacional, la baja tasa de fecundidad, entre otros.

Pese a los desafíos, la República de Corea ha sabido sobreponerse en la que ofrece experiencias y también oportunidades a otras naciones subdesarrolladas. Ha devenido en uno de los países con mejores capacidades tecnológicas. La receta de la innovación surcoreana tiene muchos ingredientes. Abarca desde una posición de vanguardia en inteligencia artificial («la» tecnología de 2023) más conocido liderazgo en materia de automatización: Corea del Sur es junto a Japón el país con más robots per cápita del mundo, algo en parte promovido debido a una población que envejece rápidamente y que se está empezando a reducir. En las denominadas «ciencias de la vida» el país tiene centenares de startups y un reconocido liderazgo en medicina de precisión[1].

Desde el punto de vista de sus capacidades y rol internacional, según el Instituto australiano Lowy que emite anualmente un ranking de índice regional de diplomacia la medida más fuerte de Corea del Sur sigue siendo las redes de defensa, mientras ocupa el quinto lugar en tres medidas (capacidad económica, capacidad militar y relaciones económicas), lo que refleja su papel como uno de los países más grandes y prósperos de Asia. El país ejerce más influencia en la región de lo esperado dados sus recursos disponibles[2].

La nación asiática es una de las 15 mayores economías del mundo en la que sobresale por su capacidad de exportación de semiconductores, coches, pero también de entretenimiento. En relación con este último debe destacarse que, en 2022 las exportaciones de contenido surcoreano (contenido K), incluido el K-pop, alcanzaron los 12.450 millones de dólares en 2021 con la ayuda de la ola coreana. Los efectos económicos directos de K-pop están mejor representados en tres áreas: 1) ventas de música y plataformas de streaming, 2) industrias derivadas, y 3) publicidad y marketing. (…) La razón principal detrás de esto es el bien establecido mercado de la música digital. Corea del Sur cuenta actualmente con 13 plataformas de streaming disponibles que dan a los surcoreanos accesos a la escucha de música (VIBE, Melon, Bugs, Soribada, Genie Music, Kakao Music, FLO, Bandcamp, Spotify, Apple Music, Soundcloud, TIDAL, YouTube music y DEEZER). La digitalización permite que la música sea más accesible[3].

El impacto de K-pop en la economía de Corea del Sur se refleja en el producto interno bruto (PIB) del país. Según datos de la Agencia Coreana de Contenido Creativo, el valor de exportación de los productos y servicios relacionados con K-pop aumentó de aproximadamente 40 millones de dólares en 2003 a más de 5.000 millones de dólares en 2018, lo que representa una tasa media anual de crecimiento del 31,9%. La contribución de K-pop al PIB de Corea del Sur también ha aumentado significativamente a lo largo de los años. Según un informe del Instituto de Investigación Hyundai, la industria de K-pop aportó aproximadamente el 1,7% del PIB de Corea del Sur en 2018, frente al 0,3% de 2009[4]. Podría esperarse que su contribución en los últimos dos años haya crecido a alrededor del 3% del PIB especialmente tras los crecientes éxitos de varios grupos y artistas, especialmente el de BTS. Ello sin mencionar el aporte al empleo en otras industrias vinculadas al sector.

Para el logro de los objetivos propuestos, el gobierno surcoreano ha desarrollado una serie de acciones. Particularmente el análisis de su política comercial no puede desligarse del conjunto de instrumentos de la política, ni de la forma en que se aplicaron. Las políticas comercial, industrial y tecnológica se ejecutaron de manera integral con base en los objetivos que los organismos de planificación fijaron para cada período de desarrollo económico. (…) El éxito de la nación asiática como país exportador de tecnología se explica por la acumulación gradual de capital humano e institucional que permitió ampliar sus capacidades tecnológicas. El desarrollo de la producción exportable y de la actividad comercial de Corea del Sur en los mercados externos estimuló el esfuerzo tecnológico nacional. La estrategia de promoción de exportaciones intensificó la competencia industrial, lo que al paso del tiempo propició cambios dinámicos en las ventajas comparativas hacia industrias más intensivas en tecnologías[5].

Una de las características principales de la política comercial surcoreana fue su complementación con otras políticas para integrar una estrategia económica coherente y sostenible en el largo plazo. La estabilidad macroeconómica, el ajuste de los precios internos, el orden cambiario con devaluaciones recurrentes en favor de los exportadores nacionales, la política de promoción industrial y tecnológica, la reforma educativa y la calificación de la fuerza laboral, así como la regulación activa del gobierno entre otros factores, crearon un ambiente propicio para el éxito del programa de promoción de exportaciones y rápida inserción de Corea del Sur en el proceso de globalización económica mundial[6].

En las actuales circunstancias hay que destacar que el país enfrenta retos también como el alto costo unitario de la mano de obra, la competencia internacional, especialmente en su entorno más inmediato, China, las políticas proteccionistas de países occidentales, entre ellos Estados Unidos con el que en varios momentos han mantenido conversaciones serias, así como otros procesos internacionales que generan amenazas. El país a pesar de su fuerte política ambiental debe importar combustibles fósiles por no poseer recursos naturales y constituye uno de las diez naciones más contaminantes del mundo[7].

El sector tecnológico ocupa un lugar importante en el país. No es casual que en la clasificación global 2023 por pilar de innovación la República de Corea, obtuviese el primer lugar a nivel global en cuanto a capital humano e investigación, el segundo líder en innovación en Asia después de Singapur y el décimo a nivel global[8]. Por otro lado, con el propósito de desarrollar las ciudades inteligentes y otros procesos asociados a la Cuarta Revolución Industrial, la nación del este de Asia figura entre las más adelantadas en el desarrollo de la 5G y la 6G. Según estudios del primer trimestre de 2023, la República de Corea fue el segundo país con internet de 5G más rápido del mundo después de Arabia Saudí con 507,59 Mbps[9].

GlobalDatas 3i Innovation Framework identifica el potencial de innovación de las empresas utilizando nuevas fuentes de datos, incluyendo patentes, archivos, puestos de trabajo y ofertas y los clasifica sobre 19 indicadores clave de calidad de la innovación y fortaleza. Patentes es el principal conjunto de datos utilizado, y para cada empresa calculan indicadores de calidad de la innovación utilizando nuestro exhaustivo conjunto de datos de patentes, con más de 130 millones de patentes. Los indicadores se agrupan en tres pilares principales: Intensidad: una actividad de innovación de la empresa y enfoque, Impacto: el impacto de una innovación de una empresa en otros innovadores dentro y fuera de su sector e Ingenio: la originalidad de las invenciones e inversiones de una empresa en tecnologías disruptivas[10]. En ese sentido podrían distinguirse las diez mayores empresas vinculada a la innovación los siguientes en la imagen uno.

Imagen 1: Ranking de compañías surcoreanas de innovación 2023

Fuente: (Duke, 2023)

En ese entorno hay que señalar que en el proceso de desarrollo del país ha sido importante el rol tanto de las grandes compañías nacionales, como las de las pequeñas y medianas empresas (PYMES). Particularmente estas últimas tienen una gran importancia por su número y el empleo que proporcionan (más del 90% de la población activa), pero tienen una cierta dependencia en su actividad de los conglomerados dada la importancia de estos en muchos sectores y se han visto afectadas por las subidas del salario mínimo. Varios organismos internacionales achacan la baja productividad de este tipo de empresas a la escasa inversión en innovación y su pequeño tamaño.

Entre los grandes conglomerados que son reconocidos internacionalmente pueden señalarse a:

  • Samsung. Principalmente participa en la industria electrónica, pero también en otros sectores como la construcción civil y naval; centros médicos y hoteles; seguros y otros servicios financieros; e incluso automoción, con una participación cercana al 20% en la empresa Renault Samsung Motors. Samsung Electronics Co. es la empresa del grupo que registra los mayores beneficios. No se puede absolutizar al comparar en elementos particulares, pero si se puede decir que esta compañía está entre las cinco mayores del mundo por su dominio en varios mercados, incluyendo electrónica de consumo y fabricación de semiconductores (imagen 2). Su división de semiconductores representó una parte significativa de los 235.000 millones de dólares en ingresos anuales de la compañía en 2022. El brazo semiconductor de Samsung produce una amplia gama de chips, incluyendo chips de memoria, chips lógicos y sensores de imagen. Estos chips son componentes esenciales en todo, desde teléfonos inteligentes y televisores hasta dispositivos médicos y sistemas de automoción[11]. 

Imagen 2: 10 mayores fundiciones de semiconductores globales 2023.

Fuente: Lu (2023)[12]

  • SK. Abarca sectores tales como las telecomunicaciones, semiconductores, energía, química, construcción y servicios. SK Hynix es un actor importante en el mercado de semiconductores de memoria. Con unos ingresos anuales de 34.000 millones de dólares, los productos de la empresa son parte integral de la informática moderna y la electrónica de consumo. Los chips de memoria de SK Hynix son la columna de almacenamiento y procesamiento de datos en dispositivos que van desde teléfonos inteligentes y computadoras portátiles hasta centros de datos. El compromiso de la empresa para producir productos de memoria de alta calidad sustenta la infraestructura digital del mundo moderno[13].
  • LG. Sector de electrónica, química, telecomunicaciones y servicios.
  • Lotte. Especializado en el sector de alimentación, distribución (supermercados, franquicias, grandes almacenes, tiendas de conveniencia, franquicias), hoteles, y servicios financieros.
  • Hyundai. Actúa en el sector de la automoción (Hyundai Motors, Kia y otras empresas de componentes pertenecientes al grupo); material ferroviario (Hyundai Rotem); construcción naval y civil (Hyundai Heavy Industries).
  • Posco. Pohang Iron & Steel Corporation tiene una gran parte de la industria siderúrgica y petroquímica, que es uno de los pilares históricos del desarrollo industrial de Corea del Sur. Se ha convertido en uno de los principales productores a nivel mundial, manteniendo su accionariado surcoreano.

Otros grandes grupos son SPC (alimentación y distribución-franquicias), Hanwha (construcción, servicios financieros, químicos, energía, distribución comercial), Doosan (maquinaria, equipos, vehículos industriales), Hanjin (transportes y logística, propietario de Korean Air[14]) y Kumho Asiana (aviación, construcción, petroquímica, farmacéutica)[15].

En términos comerciales, se debe resaltar que Corea del Sur constituye el sexto mayor exportador de bienes del mundo después de China, Estados Unidos, Alemania, Países Bajos y Japón. Su economía es la decimotercera más grande a escala mundial y la quinta más grande de Asia. Los principales sectores económicos son la construcción naval, la fabricación de automóviles y la electrónica. Los principales socios comerciales de Corea del Sur en términos de exportaciones en 2022 fueron: China, Estados Unidos, Vietnam, Japón y Hong Kong (China)[16].

Los productos que más exporta Corea del Sur son semiconductores, petroquímicos, piezas de automóviles y autos, lo que le convierte en un país estratégico en las condiciones actuales de competencia tecnológica entre Estados Unidos y China. Desde el punto de vista de las importaciones, constituye el quinto país mayor importador global después de Estados Unidos, China, Japón y Reino Unido. Las mayores compras están centradas en petróleo crudo y productos derivados, también importa semiconductores y gas natural[17].

Los principales socios comerciales de la República de Corea se encuentran en Asia. Particularmente China constituye el principal socio comercial por encima de los Estados Unidos. Sorpresivamente en los últimos dos años, Vietnam desplazó a Japón como el tercer socio comercial (gráfico 1). En ese sentido, es importante resaltar la relevancia de estos tres países en la producción y comercialización de los microchips. 

Gráfico 1: Principales socios comerciales de la República de Corea en 2023 en miles de dólares.

Fuente: elaboración del autor con datos de (KITA, 2024)[18]

Para fortalecer el comercio internacional, la República de Corea se ha insertado en varios acuerdos comerciales bilaterales parciales o tratados de libre comercio (TLC) siendo esta última los más negociados. En marzo de 2023, la nación asiática tenía 21 TLC en vigor, abarcando el comercio con 59 países, incluyendo Estados Unidos, y 92 tratados bilaterales de inversión. Las negociaciones para un TLC bilateral con Filipinas han concluido, pero el acuerdo aún no está firmado. Las contínuas negociaciones del TLC incluyen uno trilateral con China-Japón, así como bilaterales con Ecuador, Mercado Común del Sur (MERCOSUR), Rusia, Uzbekistán y Malasia[19].

Por otro lado, se están negociando para ampliar los servicios de TLC y el capítulo de inversiones de la República de Corea y China para mejorar los TLC existentes con la ASEAN, la India y Chile. La República de Corea también acordó iniciar negociaciones del TLC con la Unión Económica Euroasiática (Rusia, Armenia, Bielorrusia, Kazajistán y Kirguistán) y la Alianza del Pacífico (México, Perú, Colombia y Chile). Por separado, el primer acuerdo de asociación digital con Singapur entró en vigor en enero de 2023. Ha iniciado las negociaciones de adhesión para el Acuerdo de Asociación para la Economía Digital (DEPA). A la vez está creando las condiciones para solicitar su adhesión al Acuerdo Global y Progresista de Asociación Transpacífica (CPTPP) y participa activamente en las negociaciones del Marco Económico Indo pacífico (IPEF)[20].

Particularmente con la solicitud al CPTPP se ha demorado, dado que existe cierto rechazo interno teniendo en cuenta que podría generar afectaciones al sector agrícola fundamentalmente. Existe el desafío de convencer a varios sectores contrarios al tratado, en especial el mencionado agrícola, que subsiste gracias a las subvenciones y se muestra convencido de que la apertura de mercados que supondrá el CPTPP les generará grandes afectaciones.

En el sector de las inversiones extranjeras directas (IED), la República de Corea es una gran receptora, especialmente vinculadas en las áreas de alta tecnología, aunque se caracteriza por ser más un país oferente que receptor. Cuando se compara con otros países en recepción tanto China, Singapur, Indonesia o Vietnam mayor volumen. Por industria, la IED prometida al sector manufacturero en 2022 recibió un monto de 11.900 millones de dólares. Mientras tanto, las promesas de IED al sector de los servicios crecieron un 7,3% en 2022 respecto al 2021, hasta los 17.800 millones de dólares, impulsadas por la inversión del fondo soberano de Arabia Saudí y grandes compañías financieras y de seguros[21].

En 2022 el mayor inversionista en la nación asiática fue la Unión Europea (UE) con valores de 6.200 millones de dólares, seguido por Estados Unidos con 6.100 millones de dólares, Reino Unido con 3.600 millones de dólares y China con 3.100 millones de dólares (un aumento interanual del 65,6%). Sin embargo, la IED de Estados Unidos y Japón disminuyó de manera interanual (-29,4%) y 1.3 mil millones de dólares (-14,7%), respectivamente, debido a los efectos básicos de las grandes inversiones en 2022. Con respecto a la IED estadounidense, se declararon grandes proyectos de inversión a través de otros países que ofrecían tipos impositivos más bajos o en países donde se encontraban las empresas mixtas, lo que dio lugar a una cantidad mínimamente inferior[22].

La República de Corea como oferente de IED se ubica entre los diez mayores inversionistas globales (gráfico 2). Centrado en el desarrollo de manufactura electrónica, infraestructuras entre otros se ha erigido como un gran inversor en Asia y América Latina y el Caribe. Debe resaltarse que en el 2022 los principales receptores de IED surcoreana fueron Estados Unidos con el 26% del total, China con el 18%, Vietnam con el 7% e Islas Caimán con el 6%.

Gráfico 2: Los 10 principales inversionistas en el mundo en el período 2021-2022 en miles de millones de dólares.

Fuente: UNCTAD, 2023.

En cuanto a las reservas internacionales de divisas, la República de Corea es el octavo país con mayor volumen acumulado a nivel global en 2023. Por delante se encuentran en primer lugar China con 3,2 billones de dólares, seguido por Japón con 1,1 billón de dólares, Suiza con 733,6 mil millones de dólares, India con 533,4 mil millones de dólares, la región administrativa especial Hong Kong (China), Rusia con 414,2 mil millones de dólares y Arabia Saudí con 413,1 mil millones de dólares. Las reservas no son absolutas y varían de manera mensual (imagen). Particularmente en el año 2023 una reducción continua de enero a octubre, hasta que comenzó a recuperarse (imagen 3)[23].

 Imagen 3: Reservas internacionales de Divisas de la República de Corea en el 2023

Fuente: CEIC Data, 2024.

Desde el punto de vista de los vínculos económicos y el ambiente de negocios, existen algunas diferencias incluso con aliados tan importantes como Estados Unidos. A pesar de los acuerdos fiscales formales y los mecanismos de resolución de disputas, los inversionistas estadounidenses han expresado su preocupación por la discriminación y la falta de transparencia en las investigaciones fiscales de las autoridades surcoreanas. Registrar una empresa sigue siendo un proceso complejo que varía según el tipo de negocio, y requiere interacción con KOTRA, registros judiciales y oficinas fiscales[24].

Los extranjeros pueden entrar en el mercado estableciendo una empresa de inversión extranjera, una empresa individual (corporación local), una sucursal local u oficina de enlace. Cada tipo de empresa tiene diferentes requisitos de registro y obligaciones fiscales. La creación de corporaciones locales por una persona o empresa extranjera está regulada por la Ley de promoción de la inversión extranjera (FIPA) y la Ley de comercio. Las oficinas de rama y de enlace están reguladas por la Ley de transacciones cambiarias. Aunque el registro se puede presentar en línea, no hay una ubicación centralizada en línea para completar el proceso. Para las PYME y microempresas, el proceso de registro de empresas en línea dura aproximadamente tres o cuatro días y se completa a través de sitios web en coreano. Las inscripciones se pueden completar a través de la página web de Smart Biz, Invest Korea, organismo nacional establecido en virtud de KOTRA, la Comisión de Asociación Empresarial de Corea y el Ministerio de Igualdad de Género y Familia están encargados de mejorar el entorno empresarial para las minorías y las mujeres[25].

El gobierno de la República de Corea ofrece los siguientes incentivos generales para los inversores extranjeros:

  • Incentivos en efectivo para inversiones extranjeras cualificadas en zonas francas, zonas de inversión extranjera, zonas económicas francas, complejos industriales e instalaciones similares;
  • Incentivos fiscales y en efectivo para la creación y expansión de lugares de trabajo para empresas de alta tecnología, fábricas y centros de investigación y desarrollo;
  • La reducción del alquiler de terrenos y de la preparación del terreno;
  • Subvenciones para el establecimiento de instalaciones comunitarias para extranjeros;
  • Alquiler reducido para bienes públicos o estatales; y
  • Apoyo financiero preferencial para invertir en grandes proyectos de infraestructura.

Además, el gobierno de la República de Corea ofrece incentivos para inversiones que aumentarían la producción de materiales, piezas y equipos basados en la ROK en seis sectores industriales críticos: semiconductores, pantallas, automóviles, electrónica, maquinaria y productos químicos. El gobierno metropolitano de Seúl proporciona apoyo separado a las PYME, las empresas de alta tecnología y la industria biomédica[26].

Muchas empresas estatales surcoreanas siguen ejerciendo un control significativo sobre la economía. Hay 32 empresas estatales activas en los sectores de energía, bienes raíces e infraestructura (es decir, construcción de ferrocarriles y carreteras). Tradicionalmente, el sistema jurídico ha garantizado un papel para las empresas estatales como líderes sectoriales, pero en los últimos años, la República de Corea ha tratado de atraer más participación privada en los sectores inmobiliario y de la construcción. Las empresas estatales están actualmente sujetas a las mismas regulaciones y políticas fiscales que los competidores del sector privado y no tienen acceso preferencial a contratos, recursos o financiamiento del gobierno[27].

Consideraciones finales

La República de Corea es un actor relevante en la economía global al ser una de las 15 mayores economías del mundo y una de las cinco primeras de Asia. Por otro lado, debe resaltarse su relevancia tecnológica, así como gran inversionista y nación que le dedica atención al medio ambiente. En su compromiso con la comunidad internacional eleva sus inversiones y préstamos con condiciones preferenciales a países subdesarrollados, dado que se ha convertido en el único país que ha pasado de ser receptor de ayuda internacional a oferente en menos de 50 años.

El país enfrenta retos en la economía, a partir de la actual coyuntura internacional. Constituye un actor relevante como exportador e importador global, así como gran inversionista. Un país que se encuentra entre las 10 mayores naciones poseedoras de reservas internacionales de divisas y con capacidades para emprender grandes proyectos. La actividad inversionista se debe en lo fundamental al rol de los grandes conglomerados económicos y tecnológicos que tienen un papel importante en el escenario internacional, pero las PYMES también son relevantes en las cadenas de suministros. El actual gobierno se proyecta fortalecer sus capacidades tecnológicas y especialmente la industria de los microchips para transformarse en 2030 en el mayor productor global ante la fuerte competencia de China y la provincia china de Taiwán.

 

* Investigador Titular del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) de Cuba. Director del Programa Sectorial de Relaciones Internacionales. Vicepresidente de la Asociación de Amistad Cuba-Vietnam. Investigador de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales, SAEEG de Argentina.

 

Referencias

[1] Campanario, Sebastián. «El país más futurista del mundo; La meca de la innovación, por dentro». La Nación, 23/09/2023, https://www.lanacion.com.ar/economia/negocios/el-pais-mas-futurista-del-mundo-la-meca-de-la-innovacion-por-dentro-nid23092023/.

[2] 2023 Lowy Institute Poll. Lowy Institute (Australia), https://poll.lowyinstitute.org/, 2023.

[3] Park, Jinheon. «From Cultural Export to Economic Engine: Examining the Role of K-Pop in the Growth of the South Korean Economy». Open Journal of Business and Management, Vol.11, n° 5, September 2023, https://doi.org/10.4236/ojbm.2023.115121

[4] Falidio, Romadhoni. «How Kpop is Driving South Korea’s Economic Growth and Job Creation». Medium, 13/04/2023, https://medium.com/writers-blokke/how-kpop-is-driving-south-koreas-economic-growth-and-job-creation-6a1879f49c63.

[5] Gómez Chiñas, Carlos & Piñeiro Santana, Rubén. «La estrategia comercial de Corea del Sur: una retrospectiva». Revista de Comercio Exterior, diciembre de 1996, http://revistas.bancomext.gob.mx/rce/magazines/329/8/RCE8.pdf.

[6] Ídem.

[7] «¿Qué países son los mayores contaminadores de carbono del mundo?». Climate Trade, 17/05/2021, https://climatetrade.com/es/que-paises-son-los-mayores-contaminadores-de-carbono-del-mundo/.

[8] «Índice Mundial de Innovación de 2023: Suiza, Suecia y los Estados Unidos lideran la clasificación mundial de innovación; la innovación se muestra sólida, pero la financiación de las empresas emergentes es cada vez más incierta». Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), Ginebra, 27/09/2023, https://www.wipo.int/pressroom/es/articles/2023/article_0011.html.

[9] Fernández, Silvia. «Estos son los 10 países con la conexión 5G más rápida: España se queda fuera del top». La Vanguardia, 20/12/2023, https://www.lavanguardia.com/andro4all/tecnologia/estos-son-10-paises-conexion-5g-mas-rapida-espana-se-queda-fuera.

[10] Duke, Sam. «Revealed: the top 100 most innovative companies in South Korea in 2023». Mining Technology, 2023, https://www.mining-technology.com/innovation-ranking/rankings/revealed-the-top-100-most-innovative-companies-in-south-korea-in-2023/.

[11] Lindsay, Mickell. «The 5 Largest Microchip Companies in the World». All Things Supply Chain, 23/08/2023, https://www.allthingssupplychain.com/the-5-largest-microchip-companies-in-the-world/.

[12] Lu, Marcus. «Ranked: Largest Semiconductor Foundry Companies by Revenue». Visual Capitalist, 20/112023, https://www.visualcapitalist.com/semiconductor-foundry-companies-ranked/.

[13] Lindsay, Mickell. Op. cit.

[14] El regulador antimonopolio de la Unión Europea (UE) aprobó en febrero de 2024, de forma condicional, la fusión entre Korean Air Co. y Asiana Airlines Inc., despejando un importante obstáculo en el proceso de consolidación entre las dos compañías aéreas surcoreanas de servicio completo.

[15] Oficina Comercial de España en Seúl. Ficha País Corea del Sur», 2022.

[16] «World’s Top Exporters And Importers – Updated 2024». World Option, 2024, https://uk.worldoptions.com/news/worlds-top-exporters-and-importers.

[17] Ídem.

[18] «Trade Balance in 2023». KITA, https://kita.org/kStatistics/country/countries/countriesList.do.

[19] «Agreements of the Republic of Korea». Ministry of Foreign Affairs (MOFA), Corea del Sur, 2023, http://www.mofa.go.kr/www/wpge/m-3834/contents.do.

[20] Ídem.

[21] «Global Investment Report». UNCTAD, 2023, https://unctad.org/system/files/official-document/wir2023_en.pdf.

[22] «Foreign Direct Investment in South Korea Hits All-Time Highs for Both Pledges and Arrivals in 2023». Invest Korea, 2024. https://www.investkorea.org/ik-en/bbs/i-468/detail.do?ntt_sn=490794.

[23] «Foreign Exchange Reserves». CEIC Data, 2024. https://www.ceicdata.com/en/indicator/korea/foreign-exchange-reserves.

[24] «Investment Climate Statements South Korea». Departamento de Estado de Estados Unidos, 2023, https://www.state.gov/reports/2023-investment-climate-statements/south-korea/.

[25] Ídem.

[26] Ídem.

[27] Ídem.

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AÑO NUEVO CHINO

Julio Ferrari Freyre*

Imagen: PrompterMalaya en Pixabay.

 

El 10 de febrero celebraremos el Año Nuevo Chino que en realidad es el comienzo del año Lunar, calendario utilizado por muchas culturas incluyendo los incas, griegos de la antigüedad, hebreos e hindúes entre otros.

La misma festividad es celebrada en Corea (denominada Seollal), Mongolia (Tsagaan Sar), Tibet (Losar) y Vietnam (Tết). En Japón se celebró hasta 1873 cuando se adoptó el calendario Gregoriano.

Tal como en estos países el Songkran tailandés extiende los festejos durante varios días, comenzando el 13 de abril. También es celebrado en Birmania (Thingyan), en Camboya (Chaul Chnam), Laos (Pii Mai), y por algunas minorías en la provincia de Yunnan, en la República Popular China, región extensamente poblada por nacionalidades diversas, especialmente los dai.

Como vemos, el comienzo del año nuevo lunar no es necesariamente «chino», sino que es compartido por muchas culturas.

Siendo que la celebración del año nuevo en Asia se prolonga varios días, en el caso específico de China el feriado suele extenderse oficialmente una semana. En este año el primer día será el sábado 10 de febrero y continuará hasta el sábado 17. El Ministerio de Trabajo en Beijing ha recomendado que las empresas declaren asueto el viernes 9 de febrero, víspera del comienzo de año, a fin de mantener buenas relaciones con los trabajadores de la empresa. Es interesante notar que el domingo anterior y el posterior (el 4 y el 18), al feriado serán días de trabajo compensatorios. Muchos comercios, generalmente atendidos por sus dueños, suelen abrir durante los últimos días de los festejos, especialmente los dedicados a alimentos y artículos de primera necesidad.

En Taiwán las celebraciones tienen lugar entre el 8 y el 14 de febrero y en Hong Kong y en Macao entre el 10 y el 14.

Antes de comenzar el año nuevo, según la tradición, se debe realizar una profunda limpieza de la casa eliminando cosas que ya no son de utilidad o que estén dañadas. Esto se realiza para atraer la buena suerte y la fortuna.

Tanto en China como en otros países, se aprovecha el día del año nuevo para visitar los templos, especialmente en los países o regiones donde existe la libertad de cultos (Taiwán, Hong Kong, Macao, Singapur, etc.). No es extraño que los católicos, cristianos y musulmanes participen en las celebraciones del año nuevo siguiendo los usos y costumbres de antaño.

El viernes 9 de febrero los hijos visitarán a sus padres para la cena de la víspera, práctica que se comparte con muchos países de Occidente. No es común que este acontecimiento se celebre fuera de la casa del «patriarca» en restaurantes de la familia, aunque muchas familias en la actualidad aprovechan para viajar como grupo a otro país o región para pasar la semana de festejos.

Entre las actividades que se realizan en el día del nuevo año se incluye el ritual para rendir homenaje a los antepasados. Después se venera a los dioses y posteriormente los miembros más jóvenes de la familia presentan sus respetos a los más mayores. Una vez cumplidas estas ceremonias y reuniones familiares es el momento de reunirse con los amigos.

Rendir homenaje a los antepasados y mostrar especial consideración hacia los padres o mayores forma parte esencial del pensamiento confuciano y es respetado por la vasta mayoría de la población a pesar de las largas e intensas campañas del comunismo chino destinadas a reducir la influencia de este pensamiento social y ético en el país.

Dentro de sus antiguos símbolos o tradiciones de Año Nuevo encontramos el Baile del Dragón (Wu Long – ), o del León (Wu Shi – ), para ahuyentar a los malos espíritus de este mundo, o la extendida costumbre que consiste en pegar sobre la puerta de entrada el ideograma fú (felicidad) boca abajo ya que en mandarín (al revés dào – ) suena similar a arribar o llegar (dào – ), quieren significar que «la felicidad ha llegado».

Otra práctica popular es la de entregar sobres rojos (hóng bāo – 红包, en mandarín, o Lai See – 利是 en cantonés), conteniendo dinero. El sobre es dado a los menores por sus padres y otros familiares mayores. El sobre normalmente contiene una cantidad simbólica de dinero que quiere representar buena suerte.

También es habitual que los miembros de la familia permanezcan despiertos durante toda la noche para dar la bienvenida al nuevo año. Antiguamente creían que esta práctica prolongaría la vida.

El nuevo año es denominado según el animal del horóscopo chino. Así, el año 2024 será el Año del Dragón, el 2023 fue el Año del Conejo (o Gato) y se inició el 22 de enero, mientras que el año 2025 será el año de la Serpiente y comenzará el 29 de enero.

Para poder estar con los padres o abuelos, como es su costumbre, millones de personas viajarán a sus ciudades y pueblos de origen para cumplir con las obligaciones familiares. Esto también es aplicable a los millones de trabajadores del campo, principalmente del oeste y centro del país, que se emplean en las fábricas, en la construcción o en otros oficios en las grandes ciudades costeras.

Es normal que la cantidad de personas que viajen dentro de China supere los 400 millones. Esto se multiplica varias veces cuando consideramos el número de viajes o trayectos en distintos medios que se realizan utilizando los distintos medios de transporte. A modo de ejemplo en 2022 esta cifra llegó a tres mil millones de viajes en diversos medios, pero especialmente en tren y autobús. Para el año en curso se estima que el 48% de los viajes tendrán como lugar de partida a Beijing, Shanghai, Guangzhou y Shenzhen, las últimas dos ubicadas en la Provincia de Guangdong en el sur de China. También se estima que solamente el 25% de los traslados se efectuarán dentro de la misma provincia o a las provincias vecinas, el resto de los viajes tendrán destinos más alejados.

Es lamentable que por razones políticas ciertas comunidades chinas (taiwaneses, practicantes de Falung Gong, cristianos, etc.), como ocurre en la Argentina, tengan que realizar sus celebraciones en distintas fechas o en distintos lugares para evitar situaciones conflictivas siendo que el concepto, el sentimiento y el pueblo es el mismo.

Al finalizar y haciendo honor a los muchos años que residí en China, quiero extenderle a todos los ciudadanos chinos y argentinos de ascendencia china un muy feliz año del Dragón: que los acompañen la Fortuna, la Paz y la Felicidad!

 

¡Xīnnián kuàilè (新年快乐)! Y, ¡Gong Hei Fat Choy (恭喜發財)!

 

Bibliografía

Carta de Taiwán. Taiwán prepara la llegada del Año Nuevo Lunar. Madrid, enero de 2022, https://www.roc-taiwan.org/public/ES_es_carta/01268484271.pdf

China Briefing. Preparing for the Year of the Dragon: HR Strategies and Travel Trends During Chinese New Year 2024, 1° de febrero de 2024. https://www.china-briefing.com/news/chinese-new-year-2024-hr-strategies-travel-trends/

GRANET, Marcel. Chinese Civilization., Cleveland: World Publishing Company, 1964.

HÄRING-KUAN, Petra y KUAN. Yu-chien: Magnificent China. Hong Kong: Joint Publishing Company, 1987

HUTCHINGS, Graham. Modern China. Londres: Penguin Books, 2001.

 

* Julio Ferrari Freyre estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Sophia (Tokio, Japón), Relaciones Internacionales en la Universidad del Salvador y Economía en la Universidad de Deusto (Bilbao, España). Egresó del Instituto del Servicio Exterior de la Nación, ISEN, (1984) y como Diplomático ha cumplido funciones como Cónsul en Bilbao (1989-94), en la Embajada Argentina en la República Popular China (1997-2003) y como Cónsul General en Canton (2011-2016). En Cancillería fue Director de Documentación de Viaje dentro de la Dirección General de Asuntos Consulares y estuvo a cargo de la Representa especial para Asuntos de Terrorismo. Se retiró del Servicio Exterior de la Nación como Ministro Plenipotenciario de Primera Clase en 2018.

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