Categories: IN MEMORIAM

AGUSTÍN SAAVEDRA WEISE

Marcelo Javier de los Reyes

Nos habíamos acostumbrado a leer sus columnas dominicales de opinión que escribía para el diario “El Deber” de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, así como para otros medios o los artículos que escribía especialmente para nuestro Centro de Estudios Internacionales para el Desarrollo (CEID) o nuestra Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG), a las que aceptó integrar de forma desinteresada y a las que honró con su presencia y colaboración.

Sus artículos sobre temas novedosos, geopolítica, economía, política internacional, ciencia, tecnología y otros —siempre con algún condimento de historia—, nos enriquecían y, a través de ellos, fluían sus profundos conocimientos sobre un amplio abanico de temas.

Mi querido amigo Agustín era economista, politólogo y diplomático de carrera. Amaba a la Argentina —donde estudió en la Universidad del Salvador (USAL)—tanto como a su propia Patria, Bolivia.

Alcanzó el mayor cargo al que un diplomático puede aspirar: fue Canciller de su país durante la presidencia de Guido Vildozo Calderón, en 1982. Pero también fue Embajador ante la República Argentina (1989-1993) durante el gobierno de Jaime Paz Zamora.

Conocí a Agustín a través de un amigo en común, un diplomático argentino. Bien pronto comenzamos a relacionarnos académicamente, intercambiando opiniones pero por mi lado siempre aprendiendo de él. Hacia 2014, un mismo diagnóstico de salud y en el mismo momento nos llevó a compartir mucho más que cuestiones académicas y nos unió más en nuestra amistad. Recordaré siempre su afectuoso saludo “mi querido amigo Marcelo Javier” —el cual me ha quedado grabado con su tono de voz—, al que yo respondía con “mi querido amigo Agustín”.

En 2019, en vísperas de la publicación de mi libro, aceptó gustosamente a escribir el prefacio, dando muestras nuevamente de su caballerosidad y generosidad.

El pasado día 21 me envió un mensaje de audio presagiando lo que vendría. Fue como una despedida.

Se ha ido físicamente un hombre valioso, no sólo para Bolivia o para la Argentina, sino también para el mundo. Un gran pensador —en tiempos en los que el mundo carece de personas con esa cualidad— pero sobre todo una excelente persona. Y como tal, nos ha dejado todo: su respeto, sus conocimientos, su experiencia, sus enseñanzas pero, lo más relevante, el recuerdo que deja un buen amigo, al que lamentablemente no conocí personalmente. Esa es la mejor herencia que puede dejar un hombre de bien.

Descanse en paz mi querido amigo Agustín.

 

Marcelo Javier de los Reyes

Share
Published by
Marcelo Javier de los Reyes

Recent Posts

BIDEN, ACTO FINAL

Roberto Mansilla Blanco* «Morir matando». Así calificó el presidente de la Duma rusa, Viacheslav Volodin,…

1 día ago

PESCA. FUNCIONARIOS INEPTOS Y EMPRESARIOS SIN ESTRATEGIA

César Augusto Lerena* El gobierno lleva adelante una política de desindustrialización y un proyecto aperturista;…

2 días ago

CHINA, ÁFRICA Y OCCIDENTE: PROBLEMÁTICAS DE INVERSIÓN Y CAMBIOS GEOESTRATÉGICOS

Salam Al Rabadi* La expansión de la influencia de las empresas transnacionales chinas a nivel…

4 días ago

GUAYANA ESEQUIBA: OPONIBILIDAD Y PERSECUCIÓN DE LO NUESTRO

Abraham Gómez R.* La ligazón oportunista y juego de intereses dinerarios con las empresas transnacionales…

1 semana ago

DEMORAR LA ADJUDICACIÓN DE CUOTAS DE PESCA ES GRAVE

César Augusto Lerena* Las Cuotas y Autorizaciones de Pesca son la principal herramienta que tiene…

2 semanas ago

EUROPA ANTE EL ESPEJO DE LA GEOPOLÍTICA

Alberto Hutschenreuter* La victoria de Donald Trump en las presidenciales de Estados Unidos aceleró la…

2 semanas ago