Gabriel Francisco Urquidi Roldán*
En un mundo atravesado por tensiones geopolíticas y rápidas transformaciones tecnológicas, la capacidad de los Estados para intervenir en procesos naturales plantea desafíos inéditos. Desde las armas químicas de la Primera Guerra Mundial hasta los programas de modificación climática del siglo XX, la relación entre clima y poder ha evolucionado hasta convertirse en un nuevo instrumento estratégico. Hoy, la geoingeniería —entendida como la manipulación deliberada del clima y el ambiente— abre un debate sobre su potencial uso como ARMA NO SINTÉTICA para influir en economías nacionales sin recurrir a violencia directa.
Durante la Primera Guerra Mundial fuerzas militares utilizaron gases como cloro y fosgeno, cuya efectividad dependía de los vientos predominantes. Su dispersión atmosférica transformó al clima en un factor táctico. Años después, científicos como Vincent Schaefer lograron provocar la primera nevada artificial en 1946 mediante la dispersión de hielo seco sobre nubes[1].
Este hito científico abrió el camino a investigaciones más ambiciosas, algunas de carácter militar. Entre ellas se destaca la «Operación Popeye», realizada por Estados Unidos durante la Guerra de Vietnam, con el objetivo de prolongar los monzones para entorpecer la logística enemiga[2].
La magnitud del impacto de estas intervenciones llevó a la comunidad internacional a negociar la Convención sobre la Prohibición de Utilizar Técnicas de Modificación Ambiental con Fines Militares (ENMOD) de 1977, ratificada posteriormente por diversos países[3].
Durante la década de 1950, parte del discurso científico-militar alertaba que el control del clima podría convertirse en un factor de dominación global. Un ejemplo temprano de esta visión se observa en el interés de Estados Unidos por programas de investigación atmosférica con potencial dual. Entre ellos, décadas más tarde, surgiría el programa HAARP, frecuentemente relacionado ―de forma verificada o especulativa― con experimentos de alta energía sobre la ionosfera[4].
Asimismo, reportes periodísticos han señalado históricas preocupaciones de inteligencia sobre la posibilidad de manipulación climática como herramienta geopolítica[5].
Cabe mencionar los eventos climáticos extremos, como las DANA que afectaron a España o la inundación catastrófica de Bahía Blanca en Argentina:
Demuestran que la infraestructura moderna es extremadamente vulnerable a perturbaciones meteorológicas graves[6] [7].
Aunque tales fenómenos no tienen relación comprobada con acciones humanas deliberadas, su impacto económico evidencia el potencial estratégico de la modificación del clima.
Una economía dependiente de exportaciones agrícolas, rutas marítimas estables o infraestructura energética se vuelve susceptible a:
La manipulación ambiental adquiere así un valor estratégico capaz de alterar mercados, tensar balanzas comerciales o erosionar la estabilidad política de un país.
En los océanos del mundo operan buques equipados con antenas de gran potencia, plataformas petroleras abandonadas convertidas en nodos de comunicación y estaciones meteorológicas flotantes. Aunque la mayoría desempeña funciones científicas, comerciales o de telecomunicaciones, su capacidad dual es evidente.
Una misma antena puede medir radiación ionosférica o interferir comunicaciones. Un radar atmosférico puede predecir tormentas o estudiar mecanismos que permiten alterarlas.
Estas infraestructuras, visibles desde satélites y presentes en rutas marítimas globales, conforman un entramado tecnológico cuya utilización ―según la orientación política de los Estados― podría reforzar tanto la investigación climática como la proyección de poder.
En su aplicación civil, la geoingeniería puede aportar soluciones frente al calentamiento global. Sin embargo, bajo un uso hostil, abre escenarios preocupantes:
La ENMOD prohíbe explícitamente estas prácticas, pero en un sistema internacional caracterizado por asimetrías tecnológicas, la fiscalización resulta limitada.
La geoingeniería representa un campo donde convergen ciencia, poder y geopolítica. El desafío global consiste en garantizar que estas tecnologías permanezcan dentro del ámbito pacífico, transparente y cooperativo. En un mundo interconectado, la manipulación deliberada del ambiente podría transformarse en un mecanismo silencioso de dominación económica, capaz de debilitar a un Estado sin violar formalmente su soberanía territorial.
La verdadera pregunta es si la humanidad será capaz de prevenir ese escenario.
* Licenciado en Seguridad. Especialista en Análisis de Inteligencia y Maestrando en Inteligencia Estratégica Nacional, con experiencia en estrategia, geopolítica, tasalopolítica, producción de información, así como en Seguridad y Protección de Infraestructuras Críticas.
Referencias
[1] Matt Novak. «Weather control as a Cold War weapon». Smithsonian Magazine, 05/12/2011, https://www.smithsonianmag.com/history/weather-control-as-a-cold-war-weapon-1777409/.
[2] Mauricio Saldívar. «Operación Popeye: cuando el clima se usó como arma de guerra». Meteored, 11/09/2022, https://www.meteored.com.ar/noticias/actualidad/operacion-popeye-cuando-el-clima-se-uso-como-arma-de-guerra.html.
[3] «Convención sobre la prohibición de utilizar técnicas de modificación ambiental con fines militares». Instituto de Relaciones Internacionales, UNLP, 1998, https://www.iri.edu.ar/publicaciones_iri/manual/Ultima-Tanda/Desarme/18.6.%20Convenci%F3n%20sobre%20la%20prohibici%F3n%20de%20utilizar%20t%E9cnicas%20de%20modificaci%F3n%20ambiental.pdf.
[4] «HAARP to begin the largest set of experiments at its new observatory». University of Alaska Fairbanks, 2024, https://www.uaf.edu/news/haarp-to%20begin-largest-set-of-experiments-at-its-new-observatory.php.
[5] «La CIA y la manipulación del clima». La Jornada, México, 07/03/2015, https://www.jornada.com.mx/2015/03/07/opinion/025a1eco.
[6] Valeria Román. «Inundaciones trágicas en España: qué es una DANA meteorológica y por qué puede ocurrir en otras zonas». Infobae, 30/10/2024, https://www.infobae.com/america/medio-ambiente/2024/10/30/inundaciones-tragicas-en-espana-que-es-una-dana-meteorologica-y-por-que-puede-ocurrir-en-otras-zonas/?gad_source=1&gad_campaignid=20993778607&gbraid=0AAAAADmqXxQE3_eRFAdkBHbEEHA-otSu_&gclid=CjwKCAiA86_JBhAIEiwA4i9Ju1paKE3WFbhTpTYiWXN3cexmEHEzZ098mVk9VWfTF6q-2e4nr8Gb8hoC4AIQAvD_BwE.
[7] Agustín Gulman. «Bahía Blanca, la ciudad argentina que busca reinventarse tras una inundación mortal». El País, América Futura, España, 22/09/2025, https://elpais.com/america-futura/2025-09-22/bahia-blanca-la-ciudad-argentina-que-busca-reinventarse-tras-una-inundacion-mortal.html.
©2025-saeeg®
Alberto Hutschenreuter* Imagen de Vicki Hamilton (flutie8211) en Pixabay El final de un año…
Gabriel Francisco Urquidi Roldán* La muerte de un soldado de 21 años, hallado sin vida…
Martín Rafael López* Imagen de geralt en Pixabay Artículo publicado el 15 de diciembre en…
César Augusto Lerena* Los agricultores y ganaderos de Europa, se manifestaron el miércoles pasado en…
Gabriel F. Urquidi Roldán* El reciente acto de piratería de un buque petrolero frente a…
Roberto Mansilla Blanco* El Premio Nobel 2025 que este 10 de diciembre se otorga a…