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LA HUELLA GALLEGA EN LA «GRAN GUERRA PATRIÓTICA» CONTRA EL FASCISMO

Introducción

A diferencia de otras comunidades existentes en el Estado español, como son los casos de vascos, asturianos y catalanes, la presencia gallega dentro de las fuerzas militares de la URSS que lucharon en lo que en Rusia se denomina como la «Gran Guerra Patriótica» contra la invasión nazi-fascista es mucho menor y está menos documentada. No obstante estos problemas, se han podido identificar algunos combatientes gallegos en las fuerzas soviéticas, así como otros que si bien no combatieron, se encontraban en territorio de la URSS al comienzo de la guerra.

Una de las razones principales que podría explicar por qué pocos gallegos estuvieron involucrados en las fuerzas soviéticas durante la II Guerra Mundial puede ser el hecho de que, con el golpe de Estado del general Francisco Franco el 18 de julio de 1936, la insurrección militar franquista contra la República triunfó rápidamente en Galicia.

De este modo, Galicia no fue escenario de frentes militares durante la Guerra Civil española (1936-1939), pero sí de una gran represión por parte del franquismo, aspecto que muy seguramente dificultó la posibilidad de que diversos gallegos escaparan hacia la URSS.

No obstante, el profesor Ángel Luis Encinas Moral, catedrático de Geografía e Historia y profesor del Departamento de Filología románica y eslava en la Universidad Complutense de Madrid[1], considera que una pista importante para rastrear esta huella gallega en la URSS podría darse con la posibilidad de gallegos que escaparan del franquismo vía Asturias y País Vasco, así como otros que lograran llegar a Madrid y Barcelona, entre otras ciudades, durante los primeros tiempos de la Guerra Civil española, para después salir hacia la URSS vía Francia o el Mediterráneo.

Por tanto, y si bien puede que no sea ésta la única causa, la rápida victoria de la insurrección militar franquista en Galicia muy probablemente afectó la posibilidad de que un número considerable de gallegos republicanos lograran exiliarse en la URSS, al menos en comparación con los casos de asturianos, vascos, catalanes y madrileños, entre otros. Con todo, sí existen algunos casos de gallegos «niños de la guerra».

Los gallegos que lograron escapar hacia la URSS o bien lo hicieron antes de la guerra civil española, atraídos por la construcción del socialismo en ese país, o más bien por los avatares propios del abastecimiento de víveres y armas que para la República española se realizaba desde territorio soviético y que involucraría a republicanos gallegos en las rutas de transporte marítimo.

Caso contrario fue el de la División Azul[2], también identificada como Legión Española de Voluntarios en Rusia. Aquí la presencia de gallegos es mayor y, por lo tanto, está mejor documentada. La División Azul fue enviada al frente ruso por el dictador Franco, combatiendo al lado del invasor nazi-fascista contra las fuerzas soviéticas.

El reclutamiento, forzoso o voluntario, de combatientes gallegos para la División Azul supuso una especie de devolución de favores por parte del franquismo por el apoyo nazi-fascista a sus fuerzas durante la Guerra Civil española.

No obstante, y a diferencia de los gallegos combatientes en el Ejército soviético, sí existen registros e investigaciones sobre gallegos que fueron enviados a los Gulag durante la II Guerra Mundial. Esta información permite observar aspectos relevantes sobre cómo fueron a parar algunos de estos gallegos a la URSS. En ellos destacan unos 29 gallegos, la enorme mayoría combatientes de la División Azul, así como algunos republicanos.

Con todo, es posible rastrear algunas huellas de la presencia gallega en fuerzas soviéticas que pelearon en la Gran Guerra Patria contra el nazi-fascismo.

Debe igualmente destacarse que el exilio republicano español en la URSS fue de aproximadamente 4.236 personas[3], entre marinos, aviadores, estudiantes enviados por la República española para la academia de aviación de Kirovabad (República Socialista Soviética de Azerbaiyán), los denominados «niños de la guerra» y profesores o exiliados en la URSS antes del comienzo de la II Guerra Mundial, entre otros.

Unos 700 de esos republicanos españoles se enrolaron en el Ejército Rojo para combatir al nazi-fascismo. Debe igualmente destacarse que, al principio, las autoridades soviéticas mantenían ciertas reticencias para la inclusión y reclutamiento de efectivos extranjeros en sus fuerzas armadas para la lucha contra la invasión nazi-fascista, argumentando obvias medidas de seguridad.

Combatientes gallegos en el Ejército Rojo

Como fuentes principales y referencias bibliográficas para la identificación de los gallegos combatientes en las fuerzas soviéticas, se han utilizado tres estudios imprescindibles. Estos son:

    1. El libro conjunto de Eusebio Cimorra, Enrique Zafra, Isidro R. Mendieta, El Sol sale de noche. La presencia española en la Gran Guerra Patria del pueblo soviético contra el nazi-fascismo (Editorial Progreso, Moscú, 1970);
    2. El libro de A. V. Elpátievsky, La emigración española en la URSS. Historiografía y fuentes, intento de interpretación (2008), traducido del ruso por el profesor Ángel Luis Encinas;
    3. Y finalmente el libro anteriormente mencionado de Encinas Moral, Ángel Luis, Fuentes históricas para el estudio de la emigración española a la URSS (1936-2007), Exterior XXI, 2008.

En estos textos destacan varios nombres de gallegos que combatieron en las fuerzas soviéticas durante la II Guerra Mundial. Son estos:

Nombre

Año y lugar de nacimiento

Trayectoria

Enrique Líster Forján

1907 Ameneiro (actual Ayuntamiento de Teo. A Coruña)

Líster es probablemente el personaje más destacado no sólo entre los gallegos que lucharon en la URSS sino también dentro del exilio español. De profesión cantero, ingresó en el Partido Comunista Español  (PCE) en 1931. Durante la guerra civil llegó a coronel jefe de cuerpo de Ejército. Fue general en los ejércitos de la URSS, Yugoslavia y Polonia. Es un personaje clave[4] por su participación como general en el bando republicano durante la Guerra Civil Española y como general de división del Ejército soviético en la lucha contra el invasor nazi-fascista. En el otoño de 1939, Líster comenzó sus estudios en la Academia General Superior del Ejército Rojo «M. V. Frunze» junto a otros 28 oficiales procedentes de las milicias, entre los que destacaban Juan Modesto, Valentín González «El Campesino», Pedro Mateo, Joaquín Rodríguez y Manuel Tagüeña[5].  Tras salir de la URSS, en 1968 fundó el Partido Comunista Obrero Español en desacuerdo con la actitud del PCE frente a la Primavera de Praga. Regresó a España en 1977. En 1986 reingresó en el PCE. Falleció en Madrid el 8 de diciembre de 1995.

Dositeo Sánchez Fernández

1903, Lugo.

De profesión chófer, ingresó en el PCE en 1936. Durante la guerra llegó a Jefe de Brigada. En la U.R.S.S. trabajó en Járkov, fue voluntario en el Ejército Rojo (ER), chófer en el Comité de Cultura y Bellas Artes en Moscú. Fue repatriado a España.

Manuel Martínez

?

Apodado «El Gallego», muerto en Poznan (Polonia) durante la ofensiva soviética  camino de Berlín.

Valentín Fernández

?

El libro El Sol sale de noche hace referencia a sus orígenes gallegos (p. 319-320).

 Leopoldo Canitro José

1923, Ourense

De profesión campesino. Canitro José combatió con las fuerzas republicanas españolas enroladas en el Ejército soviético en la localidad de Krasny Bor, en Leningrado, en 1943. Posteriormente, fue detenido y enviado al Gulag de Karagandá, en Kazajstán.

José Abuin Somoza

1905, Pontevedra

Llego a la U.R.S.S. en el barco Cabo San Agustín. En el Partido Comunista desde 1940. Trabajó en Odessa, Voroshilovgrad, Alma-Atá. Voluntario en el ER, obrero en Simferópol, pensionista. Falleció en Simferópol en 1971.

Aparicio Rodríguez Sol

1899, Pontevedra

Mecánico de aviación. Ingeniero. En el PCE desde 1936. Oficial de mecánicos de Cuatro Vientos. Durante la guerra civil fue jefe del aeródromo de Los Llanos (Albacete), jefe de mecánicos  del grupo de aviación soviético en Teruel. En la U.R.S.S. trabajó en Kramatorsk, Tashkent, voluntario en el ER, estuvo en guerrilleros, después mecánico en un garaje del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) Se fue a México.

Alberto Casal Broullón

1912, Vigo.

Marinero. En el PCE desde 1937. Durante la guerra civil luchó en la flota en el crucero «Miguel de Cervantes». En la U.R.S.S. trabajó en Gorki, voluntario en el ER, teniente mayor de zapadores, condecorado con la orden «Guerra Patria». Después de la guerra salió de la U.R.S.S., estuvo 14 años en la cárcel de Burgos. Trabajó en Cuba. Volvió a Moscú en 1976. Repatriado.

Valentín Fernández González 

1912, Lugo

Albañil. Ingresó en el PCE en 1936. Durante la guerra civil fue comandante en la brigada 100 de la 11 División. En la U.R.S.S. trabajó en Mitichi, Kokand, voluntario en el ER, tornero en la fábrica Krasni Proletari de Moscú. Cayó en las guerrillas en España.

Ezequiel Fernández Moreira

1909, Lugo

Sastre y camarero. Ingresó en el PCE en 1965. Marinero del barco «Cabo San Agustín». En la U.R.S.S. trabajó en Rostov, Alma Atá, voluntario en el ER, obrero en la fábrica 30 de Moscú. Falleció en Moscú en 1970.

Antonio Frians Brions

1899, A Coruña

Marinero en el «Cristóbal Colón». Durante la guerra vino a la U.R.S.S. en el barco «Juan Sebastián Elcano». Trabajó en Kramatorsk, voluntario en el ER, obrero en Crimea, Kíev, pensionista. Se repatrió en 1971.

Francisco Funqueiriño Joves

1904, A Coruña

Marinero, llegó a la U.R.S.S. en el barco «Inocencio Figaredo». Trabajó en Rostov, Ordzhonikidzhe, Aktiubinsk, voluntario en el ER. Obrero en Crimea, Dniepropetrovsk, en el PCE desde 1969-70. Falleció en 1983.

José Gabin Villamarín

1909, A Coruña

Fogonero de barcos. Miembro del PCE desde 1944. Llegó a la U.R.S.S. en el barco «Inocencio Figaredo». En la U.R.S.S. trabajó en Rostov, voluntario en ER, estuvo en guerrilleros, obrero en la fábrica 30 de Moscú. Se repatrió en 1965.

Rafael García Souza

1905, A Coruña

Empleado. En el PCE desde 1935. Durante la guerra civil fue jefe de la 139 Brigada. En la U.R.S.S. trabajó en Kolomná, Kírov, voluntario en el ER, obrero en la fábrica Nº 30 en Litkarino (región de Moscú) traductor en Cuba, pensionista. Falleció en marzo de 1978.

José Antonio Mauricio García  

1917, Pontevedra

Durante la guerra civil fue marinero del «Jaime I». Ingresó en el PCE en 1944. Vino a la U.R.S.S. en misión especial en el barco «Juan Sebastián Elcano», a Odessa. Trabajó en Rostov, Ordzhonikidze, Aktiubinsk, voluntario en el ER, obrero en Moscú. Se repatrió.

José Núñez Edreida

1917, A Coruña

Marinero. Trabajó en Cheliábinsk, Samarcanda, voluntario en el ER. Se repatrió.

Jorge Fernández Anania

1917, Ourense

Artillero en la Armada. En el PCE desde 1936-70. Durante la guerra llegó a la U.R.S.S. en el barco «Cabo San Agustín». En la U.R.S.S. trabajó en Gorki, voluntario en el ER. Obrero en Leningrado.

Gustavo Pérez Bonet

1917, A Coruña

Llegó a la U.R.S.S. a la escuela de pilotos, trabajó en Kolomná, Kokand, voluntario en el ER, Crimea, obrero en Moscú. Fue repatriado

Antonio Prieto Montero

1905, A Coruña

Obrero de la construcción. En el PCE desde 1928-70. Durante la guerra teniente en el Quinto Regimiento, después en el SIM (aviación). En la U.R.S.S. trabajó en Rostov, Ordzhonikidze, voluntario en guerrilleros, educador de jóvenes en la RU de Krasnogorsk, en Izium (Járkov), obrero en Moscú, empleado en la Embajada cubana. Se repatrió en octubre de 1980

Pedro Prado Mendizábal

1902, Lugo

Comandante del crucero «Méndez Núñez», jefe de EM de la Marina, asesor naval del EM, general, coronel, capitán de primer rango en el EM de la flota soviética, empleado en la Editorial de Literatura Extranjera, especialista en Cuba. Se repatrió desde Cuba en 1977.

Avelino Rey Carro

1913, A Coruña

Electricista en la marina de guerra. Durante la guerra civil fue miembro del Comité comarcal de Cartagena. En la U.R.S.S. trabajó en la fábrica Lijachov, voluntario en el ER, estudió en Nagórnaya, obrero en la imprenta del Consejo de Ministros (Gosisdat), en la imprenta de la Universidad de Moscú. En el PCE desde 1938-70. Se repatrió.

Manuel Rodeiro Pereira 

1911, Ferrol

A la U.R.S.S. llegó en 1937 en el barco mercante «Cabo San Agustín» y hasta 1939 trabajó en la flota del Mar Negro. Obrero en Odessa, Rostov, voluntario en el ER, especialista en explosivos, jefe de sección en la fábrica de Riazán y residió en Moscú, pensionista. Falleció en 1987

José Rodríguez Casanova

1917, Lugo

A la U.R.S.S. llegó en el barco «Cabo San Agustín» el 24 de septiembre de 1937. Trabajó en Járkov, Cheliábinsk, Samarcanda, Voluntario en el ER, obrero en Moscú. Se repatrió

Ramón Silva González

1886, A Coruña

Contramaestre en el barco «Cabo San Agustín» en el que llegó a la U.R.S.S. Obrero en la producción, sargento mayo en el ER, obrero en el sovjós de Crimea. Falleció en 1963.

José Trigo Rey

 

1897, Vilaxoán (Pontevedra)

Marinero mercante, llegó a la U.R.S.S. en el barco «San Agustín». Trabajó en Odessa, Kramatorsk, Tashkent, voluntario en el ER, obrero en Tashkent, Crimea, Simferópol. Ingresó en el PCE en 1947. Falleció en Simferópol en 1967.

El libro El Sol sale de noche también hace referencia a otros nombres de republicanos españoles enrolados en las fuerzas soviéticas cuyos apellidos pueden sugerir la posibilidad de origen gallego. Son estos los de José Estrela, Juan Otero, Freixas (peleó en el frente de Rzhev), Freire, Cartabón, Meroño, Secundino Pozo y Celestino Alonso, este último Comisario del Comisariado Popular de Asuntos Interiores (p. 253 del libro de Elpátievsky). No obstante, no ha sido posible verificar la autenticidad del posible origen gallego de todos ellos.

Un nombre frecuente en ambos libros es el del Comandante Joaquín Feijóo Fernández, del Ejército Obrero Rojo y Campesino. Si bien Elpátievsky confirma su origen sevillano (p. 245) y de su desaparición física durante la ofensiva soviética en Crimea (p. 260), es de destacar que el apellido Feijóo revela una posible ascendencia gallega.

Los combatientes españoles, y por tanto los gallegos involucrados en las filas del Ejército Rojo participaron en misiones y frentes de combate en Bielorrusia, Rusia Central, Krasnodar, Ucrania (Járkov), así como la defensa de Leningrado, Stalingrado, Smolensk, la cabeza de puente del Kubán (en el Cáucaso), Krasny Bor (donde pelearon contra la División Azul) y Crimea (Shúbino). Estos republicanos estuvieron enrolados en la 4º Compañía y la 989º Regimiento del Ejército Rojo.

Con respecto a los gallegos que se encontraban en la URSS durante el conflicto, sea como «niños de la guerra» o exiliados[6], pero que no fueron combatientes aunque algunos de ellos contribuyeron con el «esfuerzo de guerra», podemos identificar los siguientes:

Nombre

Año y lugar de nacimiento

Trayectoria

Ramón Barros Santos

1910, A Coruña

Ingresó en el Partido Comunista Español (PCE) en 1936. Electricista. Durante la guerra civil fue dirigente de la Juventudes Socialistas Unificadas (JSU) en el Ejército del Centro y responsable de cuadros de la Comisión Ejecutiva de la JSU. En la U.R.S.S. trabajó en la fábrica Lijachov. Fue repatriado.

Ernesto Lamarca Rafales

1912, Vigo

Telegrafista. En el PCE desde 1937 y en el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) desde 1957. Durante la guerra civil fue oficial de transmisiones, jefe de Estado Mayor de la 60ª División, comandante. En la URSS educador en la casa de niños de Járkov, Instituto de Maquinaria, candidato y doctor en ciencias técnicas, jefe de laboratorio en Voroshilovgrad.

Nieves Álvarez González

1905, Ourense

Maestra. En el PCE desde 1931. Durante la guerra directora de una guardería en Barcelona. En la U.R.S.S. trabajó de maestra en Pirogóvskaya, en la fábrica Lijachova, Kokand, Crimea, Dniepropetrovsk, pensionista en Yalta. Casada con Francisco Barbado. Se repatrió en diciembre de 1958.

José Aparicio Pérez

1913, Vigo

Marinero. En el PCE desde 1946. Vino a la U.R.S.S. en el barco Cabo San Agustín. Trabajó en Odessa, Voroshilovgrad, Alma-Atá, Crimea y Kíev. Falleció en Kíev en 1978.

Talin Barbado Álvarez

1936, Ourense.

Moscú, Kokand, Dniepropetrovsk, agrónomo en Crimea.

José Conde Galinanes

1905, Pontevedra

Marinero. En el PCE desde 1957-70. Durante la guerra cabo artillero en el acorazado «Jaime I». Fue a la U.R.S.S. en el barco Juan Sebastián Elcano. Trabajó en Rostov, Ordzhonikidze, Kazajstán, Crimea y Kíev. Falleció en en mayo de 1989.

Esther Cruz Gil

1911, Lugo

Miembro del PCE desde 1936. Esposa de Antonio Muñoz Díaz. Vivían en el Lux. Se repatrió.

Juan Del Río García

1898, Pontevedra

Marinero del barco «Inocencio Figadero». Kramatorsk, Kíev. Se repatrió.

Manuel Fernández Cortinas

1905, Lugo

Campesino. En el PCE desde 1928. Encarcelado en 1931, 1933 y 1934. Condenado a muerte en 1935. Organizador de comités de radio en Madrid, dirigente de las MAOS de Madrid. Durante la guerra comandante, teniente coronel, miembro del CP de Madrid, condecorado con 3 medallas: del Valor, de sufrimiento por la patria y del Deber. En la U.R.S.S. estudió en Kusnarienko, obrero en Crimea y Dniepropetrovsk, pensionista. Falleció en Dniepropetrovsk el 22 de junio de 1978.

Manuel Fernández Soto

1912, Ferrol

Cabo de artillería de la Marina. Ingresó en el PCE en 1937. Tomó en el asalto al crucero «Miguel de Cervantes», luchó en el Ciscar y miembro del CP de Murcia. En la U.R.S.S. Estuvo en guerrilleros. Regresó a España.

José García Pérez

1894, Pontevedra

Marinero del barco «Juan Sebastián Elcano», Odessa, Rostov. Falleció en Aktiubinsk en 1943.

Antonio Lago Santos

1910, A Coruña

Fue a la U.R.S.S. en calidad de marino en el cañonero «Dato». Trabajó en un koljós de la región de Rostov, Crimea, Azov. Ingresó al PCE en 1978. Falleció en 1987.

José López González

1916, A Coruña

Trabajó de armador metálico para el cementerio de Artiómovsk. Falleció en marzo de 1984.

Carmen Martínez Aguyón

1930, Pontevedra

Óbninskoye, Sarátov, Tarásovka, EO de Noguinsk y Krasnogorsk, costurera en Moscú. Repatriada en 1992.

Pepita Martínez Aguyón

1928, Pontevedra

Óbninskoye, EO de Krasnogorsk. Se repatrió.

Teófilo Martínez Aguyón

1932, Pontevedra

Óbninskoye, Sarátov, Tarásovka. Se repatrió.

Antonio Méndez Fernández

1928, A Coruña

Odessa, Sarátov, EO de Podolsk, casa de inválidos N.6 (región de Moscú). Se repatrió.

Justo Nogueira Gordaliza

(190?) Monforte de Lemos (Lugo)

Trabajó de maestro en Eupatoria, Sarátov, Najávino. Instituto de Lenguas Extranjeras. Ingresó en el PCE en 1931. Se repatrió en 1972.

Serafín Noche López

1916, Villalba (Lugo)

Marino. Fue a la U.R.S.S. en el barco «Juan Sebastián Elcano». Ingresó en el PCE en 1961. Trabajó en Odessa, Rostov y Aktiubinsk. Se repatrió en diciembre de 1979.

José Juan Pena Seigido

1928, A Coruña

Pravda, Sarátov. Murió en 1947 en Noguinsk.

Andrés Pena Seigido

1928, A Coruña

Pravda, Sarátov, Bolshevo, Universidad. Actualmente trabajó en la revista Tiempos Nuevos. Falleció en Moscú en junio de 1990.

Amparo Pena Seigido

1930, A Coruña

Pravda, Sarátov, Tarásovka, Schólkovo. Actualmente reside en Cuba a donde fue después de repatriarse en 1957.

Darío Pena Seigido

1932, A Coruña

Pravda, Sarátov, residió en Moscú trabajando de traductor. Falleció en Moscú en 1989.

María Pérez Pérez

1926, A Coruña

Járkov, Stalingrado, Ufá, técnico de medicina de Sérpujov, enfermera en Stúpino, Instituto de medicina de Yaroslavl, médica en Tula y Cuba, en el P. desde 1960. Volvió en 1974 a la U.R.S.S. Falleció el 20 de enero de 1998.

Manuel Rial Formoso

1894, Pontevedra.

Marinero en el barco «Juan Sebastián Elcano». Navegó en el Mar Negro hasta 1944, fogonero en el combinado Karagandá úgol. Se repatrió.

José Manuel Ríos Amigo

1910, Vigo

Marinero, fue  a la U.R.S.S. a Sebastópol en 1939 en un barco. Trabajó en los barcos «Armenia» y «Kursk» hasta 1942, cargador en Buzuluk (Chkálov) y en Kúybyshev. En el PCE desde 1959-70. Falleció en octubre de 1980.

Marina Sendín López

1916, Lugo

Mecanógrafa, miembro del PCE desde 1935. En la U.R.S.S. trabajó en la fábrica Lijachov, en la IC, Instituto 205 y en ediciones, falleció en Rumania en 1974.

Rogelio Trillo Caneda

1907, Corcubión (A Coruña)

Marinero. En el PCE desde 1934. Lllegó a la U.R.S.S. en el barco «Inocencio Figaredo». En la U.R.S.S. trabajó en Odessa, Tuapse, Krasnovods, Poblodar, sovjós Feodosiski (Crimea), Dniepropetrovsk, pensionista. Se repatrió en 1970.

Gallegos en el Gulag

A diferencia de los combatientes gallegos en el Ejército Rojo, sí existen mayores registros sobre gallegos deportados a los Gulag, algunos de ellos combatientes de la División Azul, y otros no combatientes que formaban parte de las listas de españoles que pasaron por los campos de trabajos forzados soviéticos.

Según el historiador Secundino Serrano, unos 185 republicanos españoles fueron enviados a los Gulag por las autoridades soviéticas[7]. Entre ellos estarían algunos de los considerados «niños de la guerra» así como marinos y pilotos republicanos.

Debe destacarse que varios de estos gallegos tuvieron contacto con la URSS (y posteriormente quedaron a vivir allí) gracias al envío de material de guerra y de víveres desde puertos soviéticos hasta la España bajo dominio republicano durante la Guerra Civil. Esta ruta se hacía por el mar Mediterráneo y llegaban a puertos del mar Negro.

La ruta debía sortear la costa italiana, bajo control del régimen fascista de Benito Mussolini, aliado de Franco en la guerra civil, así como el Norte de África, en particular Libia, entonces bajo dominio italiano. A la mayoría de ellos, el final de la guerra civil española les sorprendió estando en la URSS como parte de estas labores de transporte de mercancías.

Una fuente imprescindible para rastrear la huella de los republicanos españoles en el Gulag es la historiadora Luiza Iordache Cârstea[8], profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona y de la UNED. La profesora Iordache facilita el listado de 21 marinos gallegos detenidos en Odessa en junio de 1941. Fueron internados en los campos de concentración de Norilsk, Karagandá (Spassk y Kok Uzek), Odessa y en otros campos occidentales de la URSS.

La lista de gallegos deportados a los Gulag aportada por la profesora Iordache es la siguiente:

Nombre

Año de Nacimiento y localidad (Provincia)

Profesión

Incidencias

Pedro Armesto Saco

1912. Pobra de Brollón (Provincia de Lugo)

Alumno náutica

Repatriado el 2 de abril de 1954

Ángel Castañeda Ochoa

1909. Catoira (provincia de Pontevedra)

Mozo

Repatriado el 2 de abril de 1954

José Castañeda Ochoa.

1901. Catoira  (Pontevedra)

Marinero

Repatriado el 2 de abril de 1954

Juan Antonio Castro López

1906. Pobra do Caramiñal (provincia de A Coruña)

Engrasador

Repatriado el 2 de abril de 1954

José Diz Rivas

1904. Vilaxoán (Pontevedra)

Marino

Internado en el Gulag desde junio de 1941 a 1948. Fallecido en el campo de Odessa, el 22 de agosto de 1948.

José García Santamaría

1913. Palmeira (A Coruña)

Ayudante de cocina

Repatriado en 1954.

Juan Gómez Mariño

1911. Ribeira (A Coruña)

Marinero

Repatriado en 1954.

Antonio Leira Carpente.

1912. Pontevedra

Marinero artillero. Cargo: sirviente alza

Repatriado en 1954.

José López González.

1916. A Coruña

Mozo artillero

Internado en el Gulag (27 de junio de 1941-agosto de 1948); destino desconocido.

José Pérez Pérez

1897. De Pobra do Caramiñal (A Coruña)

Marinero

Repatriado en 1954.

Enrique Piñeiro Díaz

1912. Buenos Aires (Argentina) De padres gallegos.

Apuntador

Repatriado en 1954.

Manuel Rodríguez Tejeiro

1910. Ferrol (A Coruña)

Cabo de artillería. Cargo: apuntador.

Liberado en agosto de 1948, fallecido de tuberculosis en Alupta el 2 de agosto de 1954.

Joaquín Trigo Sayans

1906. Figueirido (Pontevedra)

Marino

Liberado en agosto de 1948, repatriado en 1956.

José García Gómez

1911. Palmeira (A Coruña)

Marinero

Repatriado en el buque Semíramis, el 2 de abril de 1954.

Vicente García Martínez.

1893. Pobra do Caramiñal (A Coruña)

Marinero

Repatriado en el Semíramis, el 2 de abril de 1954.

Manuel Dávila Eiras

1900. De Pobra do Caramiñal (A Coruña)

Tripulante del vapor Rosa.

Marinero repatriado en 1954.

Manuel Dópico Fernández

Ferrol. Año desconocido

Desconocida

Fallecido en el campo de concentración de Karagandá (actual Kazajstán) en 1945.

Ricardo Pérez Fernández

1893, en Pobra do Caramiñal (A Coruña)

Marinero

Fallecido en el campo de Odessa, en 1949.

José Plata Loira

1904. Pontevedra

Fogonero

Falleció en Norilsk, en 1941.

Domingo García Meitas

1910. Pobra do Caramiñal (A Coruña)

Maquinista

Detenido en 1940

José Núñez Edreira

1917. A Coruña

Marino

Acusado de espionaje. Repatriado en 1957.

En 2013, durante una visita a Kazajstán por parte del entonces presidente de gobierno español Mariano Rajoy, su anfitrión el presidente kazajo Nursultan Nazarbayev entregó unos cuadernos con las fichas de españoles recluidos en uno de los cuatro gulags de Karagandá, en el número 99, de Spassk. De los 152 españoles de la lista, catorce son gallegos.

En este sentido, las investigaciones realizadas hasta ahora concluyen que en la relación de presos españoles se diferencian dos «grupos». Si eran redirigidos desde Odessa, se trataba de republicanos: marinos o pilotos, entre otras profesiones. Por el contrario, si procedían de Kolpino, Krasny Bor o Leningrado (actual San Petersburgo) y Nóvgorod, eran de la División Azul, ya que esos fueron frentes de guerra donde lucharon.

En esa lista, facilitada igualmente por la Embajada de Kazajstán en Madrid, figuran tres gallegos republicanos: el marinero-motorista José Trole Castelo (A Coruña, 1912); el piloto y también carpintero y chófer José Carreira Romero (Ourense, 1917); y el marinero-artillero Manuel Rodríguez Tegueiro (Ferrol, 1918). Los tres habían ingresado en el año 1948 en el campo de Odessa.

Además de los tres gallegos republicanos, en este listado figuran también once combatientes gallegos de la División Azul, que fueron enviados al Campo Nº 99 en Karagandá. Fueron posteriormente repatriados a España entre 1954 y 1959, tras la muerte de Stalin y durante el mandato de Nikita Jrushchov.

Esta lista de once personas se divide así:

Nombre

Fecha nacimiento, localidad (Provincia)

Profesión

Detención

Juanín Gullón Antonio

1923, Mondariz (Pontevedra)

Mecánico

Detenido en 1943 por el Ejército Rojo en Kolpino (región de Leningrado).

José Manuel Ferreiro

1921 (Pontevedra)

Campesino

Detenido en Kolpino.

Vicente Román Constante

1916. A Guarda (Pontevedra)

Hornero

Capturado en 1943 cerca de Leningrado.

Federico Dobal del Río

 

1923. Vilagarcía de Arousa (Pontevedra)

Zapatero

Capturado en Krasny Bor en 1943. Desde 1954 trabajó como carpintero. Se afilió al Partido Comunista en 1966.

Domingo Pérez Elisio

San Juan de Ourense (Ourense)

Mercader

Detenido en Kolpino.

Graña Rebociño

1924 Ourense (Ourense)

Peón

Detenido en Kolpino.

Leopoldo Canitro José

1923. Ourense

Campesino

Combatió en Krasny Bor (Leningrado), donde fue detenido.

Manuel Bousa Carias

1924, Monforte de Lemos (Lugo)

Desconocida

Desconocida

Eusebio Calavio Belicillo

1917, Lugo.

Mercader

Detenido en Nóvgorod.

José García Eugenio

1921. Ferrol (A Coruña)

Carpintero

Detenido por el Ejército Rojo en Kolpino

Vicente Calvo González

1913. Betanzos (A Coruña)

Radista

Detenido en Kolpino.

Deben igualmente destacarse otros casos de gallegos a los que la II Guerra Mundial les sorprendió en la URSS y posteriormente fueron reenviados a diversos Gulags y campos de trabajos forzados, considerados por las autoridades soviéticas como posibles «espías» y «traidores a la URSS», sospechosos de ser agentes internacionales. Son ellos:

José Ramón Carreira, natural de Ourense, dirigente de la Unión General de Trabajadores (UGT), piloto de aviación que llegó a Leningrado en 1938 en un buque mercante. Durante la guerra fue enviado al Gulag de Norilsk hasta su repatriación a España en 1954.

Julián Fuster Ribó, natural de Vigo, cirujano, enviado al Gulag de Kengir y que fue repatriado a España en 1959. El Premio Nobel Alexander Soljenitsin menciona en su obra maestra Archipiélago Gulag al «español Fuster».

José Calvo, enviado por la República española a formarse de aviador en Kirovabad y posteriormente enviado al Gulag durante la guerra.

Ricardo Pérez Fernández, tripulante de buques, enviado al Gulag de Odessa en febrero de 1949.

Durante el año 1937, estas personas realizaron transportes de material de guerra y víveres entre la España republicana y la URSS, pero debido a las dificultades del tráfico marítimo por el Mediterráneo y otras circunstancias bélicas, el final de la Guerra Civil les sorprendió a varios de ellos en distintos puertos soviéticos.

 

* Analista de geopolítica y relaciones internacionales. Licenciado en Estudios Internacionales (Universidad Central de Venezuela, UCV), Magister en Ciencia Política (Universidad Simón Bolívar, USB) Colaborador en think tanks y medios digitales en España, EE UU y América Latina. Analista Senior de la SAEEG.

 

Fuentes utilizadas y lecturas recomendadas:

  1. Ensayos y artículos:

Alted Vigil, Alicia; Nicolás Marín, Encarna; Gonzalez Martell, Roger. Los niños de la guerra de España en la Unión Soviética. De la evacuación al retorno (1937 – 1999). Madrid, 1999.

Alted Vigil, Alicia. «El exilio español en la Unión Soviética». Revista Ayer. Ver en:http://www.revistaayer.com/sites/default/files/articulos/47-6 ayer47_ExiliosEspanaContemporanea_Lemus.pdf.

Encinas Moral, Ángel Luis. Fuentes históricas para el estudio de la emigración española a la URSS (1936-2007), Exterior XXI, 2008.

Arasa, Daniel. Los españoles de Stalin. Barcelona, 2005.

A.V. Elpátievsky. La emigración española en la URSS. Historiografía y fuentes, intento de interpretación, Exterior XXI, 2008.

Carmen Calvo Jung. Los últimos aviadores de la República. La cuarta expedición a Kirovabad. Coeditado por el Ministerio de Defensa y la Fundación Aena.

Eusebio Cimorra, Enrique Zafra, Isidro R. Mendieta. El Sol sale de noche. La presencia española en la Gran Guerra Patria del pueblo soviético contra el nazi-fascismo. Moscú: Editorial Progreso, 1970.

González Martínez, Carmen y Nicolás Marín, María Encarna. «’Rojos y azules’ españoles en la Unión Soviética», Historia Actual online, 40, (2), 2016, p. 7-28.

Iordache Cãrstea, Luzia. Cartas desde el Gulag. Juan Fuster Ribó, un español en la Unión Soviética de Stalin. Alianza Editorial, 2020.

Iordache Cãrstea, Luzia. Republicanos españoles en el Gulag (1939-1956). Institut de Ciències Polítiques i Socials, 2008.

Iordache Cãrstea. Luzia, En el Gulag. Españoles republicanos en los campos de concentración de Stalin. RBA, 2014.

Juárez, Javier. Patria. Una española en el KGB. Barcelona: Random House Mondadori, 2008.

Secundino Serrano. Españoles en el Gulag. Republicanos bajo el estalinismo. Península, 2011.

Torres, Francisco. Cautivos en Rusia. Los últimos combatientes de la División Azul. Editorial Actas, 2018.

    1. Medios de comunicación

Faro de Vigo:

https://www.farodevigo.es/sociedad-cultura/2013/10/16/gallegos-gulag/896958.html  

https://www.farodevigo.es/sociedad-cultura/2014/09/14/fuerza-gallega-reto-stalin/1093792.html

La Voz de Galicia

https://www.lavozdegalicia.es/noticia/galicia/2019/08/19/29-gallegos-gulags-stalin/0003_201908G19P6994.htm

https://www.lavozdegalicia.es/noticia/cultura/2013/10/12/gulag-estuvieron-presos-22-gallegos-cuatro-fallecieron/0003_201310G12P42991.htm

https://www.lavozdegalicia.es/noticia/santiago/2011/08/21/diecisiete-anos-bajo-yugo-stalin/0003_201108SX21P2992.htm

El País (España)

«El hombre del siglo”, El País (España), 16 de abril de 2007. Ver en: https://elpais.com/diario/2007/04/16/galicia/1176718702_850215.html

Nueva Tribuna (España)

“Españoles en el Ejército Rojo”

https://www.nuevatribuna.es/articulo/cultura—ocio/9mayo-victoria-nazismo-europa-espanoles-ejercito-rojo/20200508084414174600.html

Diario de León (España)

“Rusia envió a 185 republicanos españoles al gulag sin juzgarlos”, Diario de León, 20/10/2011. Ver en: https://www.diariodeleon.es/articulo/cultura/rusia-envio-185-republicanos-espanoles-gulag-juzgarlos/201110200400021208855.html

    1. Otros ensayos de interés

Luis Reyes. Españoles en la II Guerra Mundial. Ilustraciones de Dionisio Álvarez Cueto. Audaba Ediciones, 1990.

Antonio Vilanova. Los olvidados. Los exiliados en la URSS, Ruedo Ibérico, 1960.

Eduardo Pons Prades. Republicanos españoles en la II Guerra Mundial. La Esfera de los Libros, 2000.

Roque Serna Martínez. Heroísmo español en Rusia. 1941-1945, 1981.

José Gros, Relatos de un guerrillero comunista español, A.T.E, 1977.

 

Referencias

[1] Debe destacarse que el profesor Ángel Luis Encinas Moral obtuvo la convalidación de su título de Master of Arts en Historia por la Universidad Lomonósov de Moscú en 1987. Es Doctor en Geografía e Historia, y profesor de Historia y Cultura de los Pueblos Eslavos, de Literatura Rusa y de Relaciones Literarias Hispano-Rusas de la Titulación de Filología Eslava en la Universidad Complutense de Madrid. Domina con fluidez idiomas de interés científico como el ruso, ucraniano, búlgaro, ruso y eslavo antiguo y eslavo eclesiástico.

[2]En 2016, el Instituto de Estudios Vigueses (https://www.ievigueses.com/gl), bajo la dirección de su presidente Xosé Carlos Abad, comenzó una investigación para recopilar información sobre vigueses que lucharon en la II Guerra Mundial, principalmente bajo la División Azul. Se estimaron cifras de unos 216 vigueses que lucharon en las fuerzas alemanas y algunos en las fuerzas soviéticas. Se estima igualmente que medio millar de gallegos fueron enrolados por la División Azul para combatir en el frente ruso. Más información en: https://www.lavozdegalicia.es/noticia/vigo/vigo/2016/07/24/instituto-estudios-vigueses-busca-testimonios-miembros-division-azul/0003_201607V24C5995.htm. Debe mencionarse igualmente la existencia de la Hermandad Gallega de la División Azul Spansky Jarasho, fundada en 1960 en A Coruña, y que sigue en funcionamiento en una segunda etapa. Ver en: https://www.adiantegalicia.es/costa-da-morte/2019/09/23/la-hermandad-gallega-de-la-division-azul-condecora-a-un-ex-militar-de-vimianzo.html

[3] Esta es la cifra que podemos encontrar en el libro del profesor Encinas Moral, Ángel Luis, Fuentes históricas para el estudio de la emigración española a la URSS (1936-2007), Exterior XXI, 2008.

[4] «El hombre del siglo», artículo publicado en El País (España), el 16 de abril de 2007, con motivo del homenaje a Enrique Líster. Ver en: https://elpais.com/diario/2007/04/16/galicia/1176718702_850215.html.

[5] Alted Vigil, Alicia. «El exilio español en la Unión Soviética», Revista Ayer. p. 140-141. Ver en: http://www.revistaayer.com/sites/default/files/articulos/47-6-ayer47_ExiliosEspanaContemporanea_Lemus.pdf

[6] Utilizamos como fuente principal el libro de Encinas Moral, Ángel Luis, Fuentes históricas para el estudio de la emigración española a la URSS (1936-2007), Exterior XXI, 2008.

[7] «Rusia envió a 185 republicanos españoles al gulag sin juzgarlos». Diario de León, 20/10/2011. Ver en: https://www.diariodeleon.es/articulo/cultura/rusia-envio-185-republicanos-espanoles-gulag-juzgarlos/201110200400021208855.html.

[8] La historiadora Luiza Iordache es autora de libros sobre los españoles en la URSS como Cartas desde el Gulag; Republicanos españoles en el Gulag (1939-1956), y En el Gulag. Españoles republicanos en los campos de concentración de Stalin. Correo electrónico: luiza.iordache@gmail.com.

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… Y PARIÓ LA ABUELA

F. Javier Blasco*

Cada vez se hace más perceptible que un nuevo orden mundial está cobrando forma. No sabemos con exactitud cuál será su carácter sistémico pero muy probablemente se podrá interpretar que sus equilibrios de poder y sus conflictos condicionarán la realidad internacional a corto y mediano plazo.

Lo que sí se observa con mayor nitidez es que, sin menoscabar la incertidumbre en torno a qué nuevo sistema está alumbrando, la estructura de balanzas y equilibrios de poder vía consensos heredera del legado liberal plasmada después de 1945 está llegando a su fin.

Este sistema procreó organizaciones globales, normativas y reglas que, a pesar de las tensiones de la «guerra fría» y las incógnitas de la «posguerra fría», logró mantener un equilibrio de poderes vía consensos institucionales. Desplazada por la realpolitik y la visión personalista que imprimen los principales líderes mundiales, la naturaleza de la actual realidad del poder a menudo gira hacia la verticalidad, la deriva autoritaria, el desprecio por los consensos institucionales, su cooptación y neutralización, la noción de «libertad sin democracia» y el predominio de los intereses de elites «oligocráticas» cada vez más globalizadas.

La pretensión de la administración de Donald Trump por desmantelar el sistema económico internacional imperante desde hace ocho décadas implica repensar en qué quedó ese legado del liberalismo clásico que, compatibilizado con la socialdemocracia, ha estado vigente desde entonces. Sin ánimo de realizar analogías históricas que suelen interpretarse como recurso de atracción mediática, el momento que vive actualmente la democracia «social-liberal» es ligeramente similar al que experimentó el comunismo y buena parte de la izquierda mundial en su particular “travesía por el desierto” tras la desaparición de la URSS y del bloque socialista en Europa del Este entre 1989 y 1991.

En ese momento se exhortaba la tesis del «fin de la historia» proclamada por el politólogo estadounidense Francis Fukuyama y que exclamaba el triunfo definitivo del liberalismo sobre los totalitarismos. Hoy la realidad es, a grandes rasgos, distinta. Los liberales de hoy se ven aturdidos ante el afán proteccionista y «patriotero» de un empresario ícono del capitalismo global como Trump, quien en dos ocasiones ha logrado convertirse en presidente de EEUU, precisamente el centro de ese «imperio liberal».

El vuelco es significativo. El personalismo y la tendencia «trumpista» parece dar curso a una democracia de carácter delegativo que gana terreno por encima del sistema de reglas y de instituciones internacionales hasta ahora vigente. No es un modelo nuevo: ya lo instauró Hugo Chávez en Venezuela en 1999, aunque obviamente con otras perspectivas ideológicas muy diferentes a las que pregona Trump. No obstante, lo que estamos observando en este sistema internacional de 2025 aprecia otras expectativas: opciones de carácter más efectistas y cortoplacistas, que no requieran de las complicadas negociaciones propias del sistema de contrapesos de poder.

Esto no significa necesariamente que los liberales observen hoy una especie de «caída de Roma», el final de su predominio ideológico y de su imaginario colectivo. El fenómeno sigue encarnado (Javier Milei en Argentina) pero reconstruido en torno a una plataforma neoconservadora, reaccionaria y fuertemente nacionalista y proteccionista que gana terreno en EEUU, Europa y América Latina. Sea vía preservación de la seguridad (Nayib Bukele en El Salvador) o para contrarrestar la «agenda progresista e izquierdista», se está conformando lo que podríamos denominar mediáticamente como una «Internacional trumpiana», una plataforma que cobra cuerpo bajo un «cadáver» liberal cuyo «ethos» es invocado a conveniencia, aunque muchas veces con escasa convicción, sea para preservar una realpolitik que beneficia a unas determinadas elites.

Conviene igualmente reflexionar sobre la naturaleza de ese liberalismo que pregonan algunos de sus propulsores: ¿es realmente tan liberal un Milei que ha llegado a impulsar el gasto en seguridad del Estado, probablemente persuadido por mantener el apoyo de un estamento militar fuertemente asentado en diversos círculos de poder? Las opciones electorales derechistas de Kast y Káiser en Chile y la reciente victoria electoral de Noboa en Ecuador ¿implica catalogarlos de liberales clásicos o serán más bien la continuidad de este fenómeno trumpista?

 

La crisis del liberalismo en los tiempos «post-normales»

En el mundo de la prospectiva estratégica es común utilizar la teoría de los «tiempos post-normales» como mecanismo para explicar la realidad que actualmente domina la geopolítica. Acuñado por el investigador Ziauddin Sardar, director del Centro para Política Post-Normal y Estudios del Futuro, esta teoría ofrece un marco de reflexión a través de una serie de características que definen los nuevos tiempos que corren: imprevisibilidad, necesidad de entender mejor la complejidad y la teoría del caos, escenarios no lineales alejados del equilibrio, dificultad para la anticipación y prevalencia de contradicciones.

Se exponen así cuatro claves para entender en qué se basan los «tiempos post-normales»:

  1. Hechos inciertos;
  2. Valores en disputa y en crisis. Lo nuevo no acaba de surgir («ya no más»; «lo viejo se agota pero no termina de irse»; «no sabemos qué viene»; «lo nuevo no termina por venir»);
  3. Apuestas altas;
  4. Decisiones urgentes. El tiempo apremia, lo que establece un clima de presión sobre los analistas. Cambios muy rápidos y de alcance global; efectos multimodales y no lineales; réplicas simultáneas.

Mirando con lupa estas claves, la realidad actual aborda varias interrogantes sobre la crisis del «socio-liberalismo»: ¿estamos asistiendo al final del liberalismo clásico como ideología y modelo imperante?; ¿tiene cabida la socialdemocracia?; ¿por qué avanza en el mundo este modelo populista trumpiano?; ¿tiene pretensiones sistémicas o más bien corresponde a una simple política reaccionaria ante los inevitables (e imprevisibles) cambios que la hegemonía occidental está observando ante el ascenso de competidores como China?; la democracia liberal, los contrapesos de poder, ¿están cediendo definitivamente ante una nueva ola autoritaria y «oligocrática» que busca imponer su agenda? En tiempos «post-normales», ¿estamos observando la asunción de una era «post-liberal»?

Más allá del creciente éxito de liderazgos de talante autoritario que crecen precisamente en el seno de sistemas democráticos liberales cobra especial significado el papel de la nueva «oligocracia» tecnócrata global, cuyos máximos exponentes en la actualidad son Elon Musk, Bill Gates, Jeff Bezos o Mark Zuckerberg. Todos ellos también se han visto beneficiados por la expansión del capitalismo liberal a nivel global a tal punto de conforman un oligopolio donde el conocimiento científico vía nuevas tecnologías (informática, redes sociales, Inteligencia Artificial, robótica) adquiere un valor primordial. Más allá de los cortocircuitos que puedan existir entre ellos mismos así como con la administración Trump, queda claro que su protagonismo anuncia una nueva era de poder «oligocrática» que desafía claramente los cimientos de la democracia «social-liberal».

La reveladora investigación del sociólogo Peter Phillips (2019) sobre las elites que dominan el mundo adopta un concepto clave: la «Clase Capitalista Transnacional» (CCT) que, como si se tratase de un émulo de la «clase trabajadora», actúa «con conciencia de clase» en la que están integrados «ejecutivos corporativos, burócratas, líderes políticos, profesionales y élites consumistas globalizadoras» bajo la creencia compartida de que «el crecimiento continuado a través del consumismo impulsado por los beneficios acabará solucionando por sí mismo la pobreza mundial, las desigualdades y el derrumbe medioambiental».

De acuerdo con Phillips y otros investigadores como David Rothkopff, esta CCT «representa los intereses del 1% del top de la elite más rica a nivel mundial». Sus características son igualmente notorias: «un 94% son hombres, de raza blanca, predominantemente estadounidenses y europeos» cuya capacidad de influencia les permite manejar las agendas de organismos de poder como el G7, el G20, la OTAN, la OMC, el FMI y el Club Bildenberg, entre otros.

Vista esta concentración de poder claramente occidental y «atlantista», y ante la nueva realidad de cambio de poder que se anuncia, ¿aceptarían estas elites el ascenso inevitable de nuevos ricos y hombres de poder no occidentales, principalmente asiáticos como China, India e incluso Rusia?; ¿cómo lograrán equilibrar los contrapesos de poder en este reparto geopolítico y geoeconómico cada vez más «post-liberal»?; sus ideas ¿pueden convertirse en referencias en otras latitudes? Aquí partimos de un dato a tomar en cuenta. El modelo del ministerio de la Eficiencia Gubernamental de Musk ya gana adeptos en el exterior: en Portugal, que irá próximamente a elecciones generales, este modelo es defendido por la candidatura de Chega!, tildado de ser el «VOX luso» y, por tanto, un entusiasta simpatizante de esa «internacional trumpista».

 

China, la «nueva URSS» del «trumpismo»

Todas estas interrogantes abordan un debate estructural sobre el futuro de una democracia liberal aprisionada por los embates de la geopolítica y de la realpolitik. Huyendo de los simplismos y de la necesidad existente en diversos círculos de poder por aprovisionarse de un «enemigo conveniente», resulta perceptible que, para las elites occidentales que están concentrando el poder, ese papel de «enemigo conveniente» lo ocupa China.

Así, China se erige como el rival emergente que contrarresta esa hegemonía de la «oligocracia» occidental que, sin necesariamente diluirse en las expectativas de un declive histórico, sí que observa una fuerte contestación de otro polo de poder, en este caso asiático, con importantes alianzas estratégicas a nivel mundial.

La obsesión china persigue a Trump y a la elite «oligocrática». En las primarias republicanas de 2016, Trump ganó en 89 de 100 condados precisamente afectados por la competitividad económica china. Este cambio de ciclo hegemónico y de la hasta ahora supremacía tecnológica occidental se ha visto superada por la desindustrialización en EEUU y en Europa como consecuencia de la vertiginosa industrialización de China y de su capacidad competitiva en materia tecnológica y laboral.

Como indica un estudio de los economistas David Autor y Gordon Hanson, la competitividad de las exportaciones chinas fueron responsables entre 1999 y 2014 de la pérdida de 2,4 millones de puestos de trabajo industriales en EEUU. Por tanto, la actual «guerra comercial de aranceles» lanzada por Trump supone un imperativo de carácter disuasivo con la finalidad de asestar un agresivo viraje geoeconómico estratégico, aunque sus consecuencias son bastante imprevisibles y puede que terminen siendo contraproducentes para los intereses de Trump y sus elites.

En este envite, tal y como hemos visto recientemente, China ya ha dado muestras de tener capacidad suficiente de respuesta para contrarrestar los aranceles de Trump precisamente aplicando mayores medidas proteccionistas mientras avanza en negociaciones con otros actores (Europa, África, América Latina) con la finalidad de mantener la cooperación económica y la interconexión del comercio global. China esperaba crecer un 5% este 2025 pero con la guerra arancelaria de Trump, estas expectativas se reducen a un 3,5%, un índice aún óptimo pero que no esconde las dificultades que estas medidas proteccionistas desde Washington afectan no sólo a la economía china sino también a la economía global.

Afianzado en su naturaleza de economía netamente exportadora, con importantes recursos laborales, alianzas geoeconómicas (BRICS, OCS, África, América Latina, sureste asiático, Europa) y la certificación de su capacidad tecnológica para afrontar los nuevos retos (Inteligencia artificial DeepSeek), Beijing, donde no olvidemos el poder está en manos del Partido Comunista en calidad de Partido-Estado, parece apostar más por la globalización que precisamente Washington. El efecto contraproducente de las tarifas arancelarias de Trump muy probablemente acelerará la cooperación económica entre China y el sureste asiático, reforzando así las expectativas de Beijing de conservar sus esferas de influencia regionales.

El impacto tecnológico de China ya comienza a generar irritación en las elites occidentales. En las últimas semanas, las empresas chinas han lanzado más de una decena de nuevos modelos o actualizaciones de Inteligencia Artificial. Baidu presentó Ernie X1, un sistema de conversación ideado para competir con ChatGPT. Este nuevo modelo desarrolla las respuestas más personalizadas e incorpora tratamiento de imágenes, una innovación clave para incorporarla a su buscador, el más importante de China y competidor global de Google.

El gigante tecnológico Tencent también ha anunciado que está desarrollando varios modelos de Inteligencia Artificial para incorporar a diferentes negocios como videojuegos. Alibaba tiene su modelo Tongyi Qianwen, una IA generativa que también procesa imágenes o vídeos. La empresa ha incorporado este sistema para mejorar el proceso de compra en sus plataformas, ofreciendo recomendaciones personalizadas para cada usuario. Por ejemplo, el sistema permite mantener una conversación con la IA para afinar la búsqueda que permiten al comprador conocer productos nuevos.

 

«Tambores de guerra» y el declive liberal

Las «expectativas de conflicto» y la recuperación de la noción del «enemigo conveniente» propia de los tiempos de la «guerra fría» contra la URSS y el bloque socialista son otros factores que anuncian el advenimiento de estos tiempos «post-liberales», donde los derechos sociales que tanto esfuerzo han costado en las últimas décadas corren un riesgo importante de verse degradados y suplantados en aras de la «seguridad nacional» o «colectiva».

Si observamos los titulares, declaraciones e imágenes diarias en diversos medios de comunicación en Europa parecieran persuadir de que es inevitable una especie de apocalipsis bélico, en este caso colocando de nuevo a Rusia como enemigo. A tal magnitud ha llegado este nivel de inquietud que Bruselas ha anunciado un «kit de supervivencia» de 72 horas que le permita a la ciudadanía sobrevivir ante un «desastre natural, una guerra nuclear o una pandemia».

En el Kremlin observan expectantes las secuelas del «terremoto» geoestratégico impulsado por Trump tanto a la hora de degradar su apoyo a Ucrania como en la guerra comercial de aranceles contra casi todo el mundo. EEUU y la UE están en el peor momento de su relación transatlántica toda vez Europa va preparando el camino para una «expectativa de guerra» contra Rusia, cuyo desenlace es tan imprevisible como las medidas (y contramedidas) que viene aplicando Trump con sus sanciones.

 

Mientras intenta recuperar el consenso comunitario ante la agresiva política arancelaria de Trump, la reacción europea ante este divorcio trumpiano parece más bien apostar por el rearme ante la presunta «amenaza rusa» como motor de desarrollo para el complejo militar-industrial que encarne una «nueva Unión Europea» absolutamente diferente a la instaurada a partir de 1951 con la creación de la Comunidad del Carbón y del Acero (CECA), germen institucional que ha propiciado la creación de la actual UE. En Europa ya se habla abiertamente de retomar el servicio militar obligatorio.

Observando a Rusia como su «eterno rival-enemigo conveniente», en la UE comienzan a tantear a China como un socio económico alternativo ante la guerra comercial arancelaria de Trump. Si bien este viraje europeo hacia China es igualmente impredecible, su expresión trastoca la naturaleza de la tradicional relación transatlántica con EEUU vigente desde 1941 en plena II Guerra Mundial.

Más allá de las circunstancias propiciadas por la arbitraria guerra arancelaria de Trump, Europa se ve atrapada en el pulso hegemónico de poder entre EEUU, China y Rusia, buscando recuperar margen de maniobra ante los vertiginosos cambios que se anuncian en el equilibrio geopolítico global. No obstante, acercarse a China a consecuencia de la guerra arancelaria de Trump mientras acelera el rearma contra Rusia, socio estratégico de Beijing, puede anunciar contextos aún más complejos y dilemáticos para Europa. Y aquí, el lobby “atlantista” siempre activo en la UE y la OTAN intenta cobrar protagonismo con la intención de abortar cualquier acercamiento europeo hacia un eje euroasiático sino-ruso que derrumbe los imperativos «atlantistas» vigentes desde la II Guerra Mundial.

El clima de «neo-guerra fría» entre la UE y Rusia es cada vez más latente: la vicepresidenta y Alta Representante europea para Asuntos Exteriores, la ex primera ministra estonia Kaja Kallas, advirtió a varios países de no asistir a la invitación de Putin a participar en Moscú el próximo 9 de mayo en la celebración del 80º aniversario del Día de la Victoria contra el fascismo en lo que en Rusia se conmemora como la Gran Guerra Patriótica.

Pero las fisuras en el seno de la UE también son notorias en este aspecto. El presidente eslovaco Robert Fico ya anunció que asistirá a esta invitación. Un candidato a la admisión en la UE como Serbia, el presidente Aleksandr Vučic, también confirmó su asistencia. Al desfile en Moscú también asistirán los mandatarios de China, Cuba, Brasil y Venezuela.

Por mucho que Trump intente alterarlos, los nudos transatlánticos son difíciles de desenredar. EEUU es un mercado clave para la UE, con una relación comercial que alcanza intercambios diarios de bienes y servicios por más de 4.200 millones de euros. Europa también se enfrenta a una situación delicada en términos políticos y estratégicos: tras romper su dependencia del gas ruso por la invasión de Ucrania, la UE depende ahora en gran medida del gas natural licuado estadounidense, lo que limita su capacidad para aplicar represalias en ese sector.

Los aranceles de Trump para Europa tienen más variables, como la posibilidad de que los mismos redirijan las exportaciones de China hacia el mercado europeo, inundándolo con productos baratos y generando nuevas presiones económicas. Esto podría obligar a Bruselas a tomar medidas proteccionistas adicionales, elevando aún más las tensiones comerciales internacionales. En perspectiva, proteccionismo sobre el libre comercio.

Como elemento irónico, las sanciones occidentales impuestas a Rusia desde 2022 con la invasión de Ucrania le permiten a Moscú, por el momento, ser uno de los pocos países inmune a la ofensiva arancelaria de Trump. Mientras la inquietud y la incertidumbre domina la relación transatlántica, el equipo negociador de EEUU y Rusia sigue reuniéndose en Arabia Saudita y Turquía con la finalidad de normalizar la relación diplomática y avanzar en la resolución ad hoc de conflictos como el de Ucrania.

Por cierto, en lo que en Moscú califican como la «nueva realidad» determinada por el regreso de Trump, poco se habla del eventual alto al fuego en Ucrania. Putin anunció que no negociará si no se toman en cuenta las demandas rusas, cuyos intereses en Ucrania permanecen intactos mientras la población asume como improbable el final del conflicto a corto plazo.

Por otro lado, desde 2023 crecen las denuncias sobre el autoritarismo del presidente ucraniano Volodymir Zelensky quien, con la excusa de la guerra, ya suspendió en mayo de 2024 las elecciones presidenciales en su país. En este contexto, poco atendido por los mass media internacionales entre los que destacan la matriz de opinión de la «oligocracia», y más allá de los compromisos militares y geopolíticos con Kiev, el irrestricto apoyo europeo y de la OTAN a Zelensky también pone en entredicho la calidad democrática de los líderes de la UE.

Pero no es sólo Ucrania, si cabe, el único centro de atención geopolítico y militar. El conflicto en Yemen llama también la atención por su ubicación geoestratégica en el Mar Rojo, lo cual confirma la deriva belicista que se está observando en Occidente. Por allí transita el 12% del comercio marítimo mundial y el 30% del petróleo crudo.

Yemen vuelve a escenificar un conflicto regional con repercusiones globales. Los hutíes, un grupo insurgente, son respaldados por Irán y luchan contra un gobierno central apoyado por Arabia Saudita. En solidaridad con los palestinos de Gaza, los hutíes han lanzado ataques de misiles contra Israel. En represalia, Trump ha prometido «exterminar a los hutíes» como un émulo de la limpieza étnica que Netanyahu, su aliado irrestricto, realiza contra los palestinos en Gaza y Cisjordania.

Así mismo, Trump ha amenazado a Irán con represalias militares si la milicia hutí Ansar Allah no deja de atacar territorio israelí y a los buques que surcan el Mar Rojo y el estrecho de Bab el Mandeb, próximo a los estratégicos Cuerno de África y el Golfo de Adén. Como respuesta inmediata, el jefe de los pasdarán, Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, Hosein Salami, ha advertido que si EEUU se atreve a dar ese paso la respuesta será «dura, decisiva y devastadora». Si bien Washington ha asestado golpes tácticos contra Ansar Allah, ha evitado realizarlos directamente contra Irán, a pesar de la insistencia de su aliado israelí, el primer ministro Benjamin Netanyahu.

En este contexto dominado por la realpolitik, el pragmatismo táctico parece imponer también su ritmo: bajo el argumento de la amenazada del programa nuclear iraní y la tensión regional, emisarios estadounidenses e iraníes negocian directamente en Omán muy probablemente sin dejar de mirar a Yemen como un foco de convulsión geoeconómica. Los negociadores iraníes también se han dirigido a Moscú para coordinar acciones conjuntas (Rusia e Irán firmaron en diciembre pasado un acuerdo de cooperación estratégica por 20 años) antes de afrontar la nueva ronda de negociaciones con EEUU a celebrarse en Roma este 19 de abril. Dejando Oriente Medio, y para mantener en pie sus intereses en esferas de influencia como Asia Central, Rusia acelera los preparativos para reconocer la legitimidad del régimen Talibán en Afganistán.

Más allá de estas tensiones geopolíticas y el nuevo reacomodo mundial, el desprecio por la legalidad internacional incentiva la impunidad, otra variable que degrada esa herencia «social-liberal» hoy cuestionada por líderes políticos cada vez más autoritarios.

Tras recibir en Budapest a Netanyahu, el presidente húngaro Viktor Orbán ha anunciado el retiro de Hungría de la Corte Penal Internacional (CPI). Netanyahu tiene una orden de arresto internacional por crímenes de guerra en Gaza. La Hungría de Orbán, como otros países europeos, ha sido prolífica en denuncias de violaciones de derechos humanos contra refugiados sirios y de otros países durante la crisis migratoria de 2015.

Fuera de estas fronteras, el gobierno nacionalista hindú de Narendra Modi en India también ha iniciado políticas coactivas hacia las minorías religiosas, especialmente musulmanas, otro aspecto que socava los principios liberales de respeto a la diversidad religiosa y comunitaria.

Trump, Orbán, Xi, Netanyahu, Putin, Musk, Modi. Nombres propios que parecen anunciar la pretensión por enterrar el orden «social-liberal» que hasta ahora ha definido la realidad internacional. El mundo entra en una nueva era donde los populismos «iliberales» buscan reorganizar el mundo y los equilibrios de poder en este nuevo siglo.

Volviendo a las analogías históricas tan controvertidas, el historiador inglés Timothy Snyder comparó los tiempos actuales «con la Europa de la década de 1930», una época condicionada por la depresión económica de 1929 y el auge de los totalitarismos que presagió la II Guerra Mundial. Mucho ha cambiado el mundo desde entonces pero el orden «post-liberal» aún en ciernes anuncia una colisión y repartición de poder entre la troika de grandes potencias (EEUU, China, Rusia) y elites «oligocráticas» por mantener y ampliar sus esferas de influencia geopolíticas y geoeconómicas, donde el pulso por el control de los avances tecnológicos (IA, robótica) adquirirán un peso cada vez más preponderante incluso por encima de las tensiones políticas.

 

* Analista de geopolítica y relaciones internacionales. Licenciado en Estudios Internacionales (Universidad Central de Venezuela, UCV), Magister en Ciencia Política (Universidad Simón Bolívar, USB) Colaborador en think tanks y medios digitales en España, EE UU y América Latina. Analista Senior de la SAEEG.

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DÚCTIL Y MALEABLE

F. Javier Blasco*

Cuando hablamos del adjetivo «ductilidad» generalmente nos referimos a ciertas cualidades específicas que poseen solo determinados minerales que les permiten grandes deformaciones mecánicas en frío sin llegar a romperse y que mecánicamente hasta se pueden extender en forma alambres o hilos.

Cualidades estas que también se aplican a las personas para definir a los que difícilmente mantienen sus pensamientos y actuaciones de forma seria o racional, sino más bien al contrario; es decir los que en realidad son conformistas, acomodadizos, condescendientes o acomodaticios.

Por otro lado, se dice que un material es «maleable» siempre que sea capaz de batirse y extenderse en planchas o láminas o al que se le puede dar otra forma bien distinta a la original sin llegar a romperlo. Cualidad que, por similitud y cercanía a la ductilidad, se aplica también a las personas que son fáciles de convencer o de dominar si con ello encuentran algo que les rente.

No es fácil encontrar personas que posean ambas cualidades en grado elevado o que las ejerzan con asiduidad, sin pestañear, sin que se les mueva un pelo al hacerlo y que no duden en justificar sus cambios de opinión al instante, olvidando todo lo dicho con anterioridad, aunque dicho cambio de opinión o certeza se haya producido en cuestión de escasas horas o en un simple manojo de minutos.

Aquí, donde tenemos de todo, no podían faltar este tipo de personas y los encontramos con mucha asiduidad entre la casta política; seguramente debido a su deformación personal y moral, escasa predisposición a la sinceridad o como una forma de subsistencia o supervivencia personal o de partido, cosa que maman desde sus primeros pasos en los mismos.

Las asiduas plebes o manadas de borregos que les siguen, aplauden o jalean, son totalmente conscientes de que en cuestión de segundos todo puede cambiar, incluso el prontuario o discurso base mantenido hasta hace bien poco y defendido con arrojo y valor. Sí este se cambia total o parcialmente, no importa, se lanzan a encajar y ensalzar el nuevo mensaje con la misma o superior fuerza y entusiasmo que el anterior plan, incluso, da igual que este hecho llegue a ser un acto realizado frecuentemente o en breves espacios de tiempo. 

Creo que hoy en día, entre nosotros, ya no queda nadie por vacunar sobre este mal que afecta tanto a nuestra política, como a los poco sensibles políticos que lo acogen, ejercen y ejecutan con encomiable facilidad, aún a sabiendas que están mintiendo, que cualquier persona cabal no les cree y, que no puede ser verdad una cosa y la contraria al mismo tiempo.

Es muy fácil escuchar por doquier a nuestro ínclito presidente del gobierno o a su cohorte de mamporreros líderes en ser sobones, repetidores a pies juntillas de los argumentos de este, los que no son otra cosa que meros seguidores de su amado líder con inusitada fuerza norcoreana, unos auténticos especialistas en la más dura clá (término empleado ―hoy en día ya en algo desuso― para definir a un grupo de personas contratadas por la empresa para que aplaudan desaforadamente, sea cual sea el resultado, en los espectáculos sobre todo, en las salas de teatro o en la ópera). Todos ellos viven y medran en el fácil y contagioso asentimiento corporal a raudales y la falsa y forzada sonrisa enseñando su bien cuidada y blanqueada dentadura.

Tanto en España como allende sus fronteras, son más que sobradamente conocidos los juegos de trilero, los engaños y los autodefinidos como «cambio de criterios u opinión» de Sánchez en todo lo que propone, compromete en campaña electoral o en cualquier foro internacional, frente una desgracia natural o no y los resultados reales de todos aquellos compromisos o promesas.

Es un auténtico especialista en hacer lo contrario a lo prometido, propuesto o presentado en sus programas; su palabra hace ya mucho tiempo que ha dejado de tener valor alguno y lo malo de todo ello, es que no le importa lo más mínimo, ni a él ni a sus mencionados babosos seguidores; auténticos cómplices de sus patrañas, mentiras, falsas esperanzas y de embaucar a los más necesitados en, a sabiendas fraudulentos, canales de esperanza aun siendo sabedores y conscientes de que nunca se cumplirán o de que sus resultados finales distarán mucho de lo que seria y formalmente se comprometió en su día.

Desconozco si esta situación y forma de vida es el feroz resultado de algún tipo de enfermedad mental grave, o tan solo una forma de subsistencia política y económica para los que se acercan al sol que más calienta en determinados momentos con la esperanza de obtener pingues beneficios, fama o como el camino de perpetuarse bien calentitos en el único lugar acomodado donde pueden hacerlo, ya que sus capacidades y cualidades reales, no dan para mucho más que para el fingimiento, hacerse el loco o seguirle la corriente a un iluminado que vive del cuento, el bulo, la mentira y de aprovecharse de forma personal y familiar del lugar que ocupa por egocentrismo, desviación mental o auténtica convicción siempre  inmerso en el camino del mal y el engaño.

Son personas que no aman a nadie salvo a ellos y unos pocos de su entorno, que desprecian el bien común y general, que gastan a manos llenas y con gran lujo para todos ellos sin preocuparse por la deuda ocasionada o de lo que sucederá el día de mañana y que persiguen con entusiasmo todo y solo lo que les reporta beneficios económicos o falsos laureles personales de pura y fútil vanagloria. Aunque en realidad, sus complejos llevan encerrados una parte negativa que los llevan a vivir atemorizados en un cascarón tremendamente reforzado para evitar que ningún reproche físico o moral les llegue; no entienden que nadie les escupa a la cara, les vocifere u ose a llamarles felón o algo peor.

Además, debido a esos miedos, se suelen asustar fácilmente en los tumultos o ante cualquier reacción ciudadana poco o nada favorable; y si esto ocurre, rápidamente deben ser protegidos como niños desvalidos para evitar que se llegue a romper la campana de cristal bajo la que se mueven o en la que se cobijan a diario.

Su ira, propia de cualquier autócrata o del peor y más tirano dictador, aparece rápidamente ante el menor desprecio, disconformidad o puesta en duda de sus capacidades personales o de la eficacia del plan por presentado por simple que sea. Todo es culpa del contrario o adversario político; la autocorrección y la reflexión entonando el mea culpa no existen en su vocabulario ni en la forma de pensar o actuar, por lo que es muy difícil que algún día llegue a reaccionar como se espera de un mandatario formado y cabal.

Eso sí, si hace falta, no necesita mucho tiempo para cambiar sus decisiones, palabras, promesas y planes ni para negar lo que hasta hace poco había mantenido. Lo dicho, un claro ejemplo de dúctil y maleable a más no poder.

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.