Iris Speroni*
20 medidas para poner el país en movimiento en los primeros 90 días del próximo gobierno.
Todos los indicadores económicos del último año son negativos. Caída del empleo, de la actividad industrial, del consumo. Cierre de locales.
El pico de empleo registrado se produjo en el último trimestre del 2017, lo cual explica los resultados electorales del oficialismo en las elecciones de diputados y senadores de ese año.
Desde entonces tanto el ingreso de los trabajadores (precio) como la demanda laboral (cantidad) se deterioraron en dos etapas.
Durante el 2018: caída del salario real debido al atraso de los salarios respecto a la inflación y a las tarifas.
Durante el año en curso: caída del empleo.
Gancho de derecha y remate con un uppercut de izquierda.
Las empresas no tienen trabajo. Porque no hay ventas y porque los impuestos les succionan el capital de trabajo. No sólo altos impuestos sino adelantos impositivos. No sólo altos impuestos, sino impuestos sobre rentas presuntas. No sólo altos impuestos, sino impuestos sobre ganancias nominales no reales por ausencia de ajuste por inflación.
Mientras, la justicia mira para otro lado cuando se trata de abusos impositivos.
Esta telaraña provoca que las empresas, primero no paguen las cargas sociales, luego paguen los salarios en cuotas y después despidan personal.
La situación actual la conocemos todos. ¿Cómo revertirla?
A semanas de las primarias sabemos que todos los políticos ofrecen el mismo modelo de país, excepto honrosas excepciones sin chances electorales. Defienden la agenda impuesta desde el exterior: destrucción de la educación, desatención de la salud, deuda eterna, desmantelamiento de las fuerzas armadas, zona liberada para el delito común en complicidad con el poder judicial, entrega de territorio y medios de producción al estado chino, abandono de los FFCC, ausencia de flota argentina, gasto público del 50% del PBI, capitalismo de amigos, agenda de género, incentivos a la inmigración indiscriminada, etc.
Aun así, asumida la oferta política, hay una prioridad: poner la economía en movimiento, obtener el pleno empleo. ¿Por qué? ¿Cómo? Trataré de exponerlo.
Es importante salir de la recesión
Cristina Fernández ganó las elecciones del año 2011 sobre una economía en crecimiento. Sin embargo sus últimos cuatro años de gobierno se caracterizaron por una meseta. Es lo que le hizo perder al oficialismo las elecciones del 2013 y el 2015.
En el 2015 la mitad del país votó un cambio de funcionarios a la espera de retomar el crecimiento.
Las empresas deben ponerse a trabajar, a vender y más importante aún, a cobrar lo facturado. Es vital que haya trabajo.
Y es decisivo por las siguientes razones. Empresa que cierra, difícilmente vuelva a abrir. Se destruye capital, (el de los dueños), pero además el país pierde un intangible: el conocimiento (las personas que saben hacer las cosas).
Hay otra cara: la humana. Una persona desocupada su alimenta mal y alimenta mal a sus hijos. Se desanima, pierde la autoestima y anticuerpos. Contrae enfermedades con mayor facilidad. No tiene dinero para medicamentos ni tiempo para ir al hospital.
Necesitamos un pueblo fuerte, bien alimentado, con salud y con la autoestima bien alta.
Entonces hoy la prioridad nacional es recuperar el pleno empleo, tanto laboral como empresarial, para mantener a nuestro pueblo sano.
¿Cómo lograrlo?
Es relativamente sencillo, toda vez que la industria tiene capacidad instalada ociosa.
Necesitamos que aumente la demanda de bienes para que traccione al empleo.
La demanda tiene cuatro componentes:
Veamos primero lo que no puede hacerse: subir el gasto público. Ya estamos cerca del 50% del PBI. Aumentarlo es sumar impuestos o emisión monetaria (inflación) o deuda. Es lo que viene haciendo la casta política desde Kiciloff a hoy. No hay más tela para cortar.
El consumo interno tiene un tope. Somos nosotros vendiéndonos a nosotros mismos. Es un círculo cerrado. ¿Cómo lo financio? ¿Con más inflación? Por eso todos los aumentos de consumo interno con “ayudín” duran poco. Me refiero a “Ahora 12”, “Precios Cuidados”, pago por única vez a los empleados públicos (como en diciembre 2018).
Nos quedan las exportaciones y las inversiones. Es dinero genuino que redunda en consumo interno.
La exportación de vinos demanda botellas, cajas, etiquetas, corchos y transporte. La persona que trabaja en la bodega, o en la fábrica de botellas o el transportista desde Mendoza a Quequén, con el dinero que gana va al almacén o compra una remera para la nena o compra una gaseosa luego de jugar fútbol con los amigos.
Las exportaciones incentivan el consumo interno de todos los que participaron.
Sucede lo mismo con las inversiones. Todos los que participan en el proceso (edificar un galpón, instalar una máquina) gastan el dinero ganado.
Poner el país en movimiento en los 90 primeros días de gobierno
Las familias no tienen dinero. Las PyMes y comercios no pueden pagar insumos, deben impuestos, pagan salarios con cuentagotas.
El gobierno que asuma debe establecer medidas de shock para activar la economía. Hay que hacer un ajuste y la única que lo puede hacer es la casta política. Es la única que engordó y se enriqueció en los últimos siete años y medio.
Todo shock reactivador implica baja de impuestos. Lo que equivale a caída de la recaudación. ¿Se desfinancia el estado? Ciertamente. El estado debe volver a costar 25% del PBI como fue desde Uriburu hasta De la Rúa.
En estos 90 primeros días propongo que el Ejecutivo «se siente» sobre la caja.
En concreto:
– no pagar sobreprecio las provisiones estatales (a veces triplican el precio de mercado) y evitar compras superfluas,
– eliminar los siguientes gastos estatales:
– toda asesoría/consultoría/tercerización,
– “ventanillas” (contratos laborales ficticios),
– donaciones a fundaciones y,
– extravagancias (sombrillas en la playa, festival del choripán, etc).
En resumen, aplicar la máxima Barrionuevo por 90 días.
Los 90 días que comienzan el 10 de diciembre del 2019
Mejorar el bolsillo de las familias
– Familias con trabajo formal y jubilados
– Familias con ingresos no formales (y todo el resto también)
Mejorar la caja de PyMes, Comercios, Transportistas
Todas estas medidas tienen por objeto romper la inercia. Por eso deben tomarse en la primera semana de gobierno.
Para crecer con solidez se requiere exportar e invertir.
Aumentar las Exportaciones
Aumentar las Inversiones
Conclusiones
Un aumento del tipo de cambio asusta a los políticos porque les hicieron creer que provoca el alza del precio de los alimentos. Mentira.
Lo cierto es que la incidencia del costo del trigo en el pan es 6%. El resto son impuestos, electricidad, transporte, salarios. Con estos 20 puntos convivirán un tipo de cambio alto y alimentos baratos.
La prueba es que una manzana de Río Negro es más barata en Londres que en Buenos Aires. ¿Por qué, si no hay efecto “tipo de cambio”? Por los impuestos.
Con fletes baratos, caída de impuestos, y tipo de cambio alto, en un año aumentamos las exportaciones un 30% y las duplicamos o triplicamos en un mandato presidencial.
En cuanto a las inversiones, sólo se invierte si se piensa que se va a ganar dinero. Para que eso suceda hay que bajar impuestos y fletes.
Con sólo estas 20 medidas el país productivo se pone en movimiento. Los políticos deberán apretar los dientes por 90 días. Luego volvemos a hablar.
En sólo 90 días el país es otro.
* Licenciada de Economía UBA, Master en Finanzas, Ucema. Posgrado Agronegocios, Agronomía UBA.
Tomado de Publicaciones de Iris Speroni, http://iris-speroni.blogspot.com/2019/07/los-primeros-90-dias-de-gobierno-20.html
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