César Augusto Lerena*
Imagen de MICHOFF en Pixabay
Lo estuvimos esperando al Subsecretario de Pesca Juan Bosch para hacerle algunas preguntas en el Seminario de Intereses Marítimos, organizado por la Armada y las Universidades de la UBA, USAL y UNDEF donde nos iba a explicar por qué en su gestión no ha hecho nada en materia de pesca ilegal (INDNR) en el Atlántico Sur, a pesar de que la Unión Europea ya estableció en 2008 un sistema para impedir, desalentar y eliminarla pesca ilegal, al igual que la Argentina a través de la Res. CFP 1/08 y la propia Ley 24.922. No es un tema menor la desatención del tema: los buques extranjeros se llevan un millón de toneladas de pescados y calamares que le permitirían a la Argentina duplicar las exportaciones y triplicar la mano de obra nacional.
Nos dicen que está viajando por Rusia y por algún otro lugar de Europa, ¿Galicia?, aunque, no constan en las Actas del Consejo Federal Pesquero —como debieran— las razones por las cuales este funcionario estaría haciendo turismo ferial con fondos públicos (¿?), desatendiendo las graves cuestiones pendientes de resolución ¿Los empresarios argentinos necesitarán de la presencia de este funcionario en el mundo para vender? Seguro que los rusos y gallegos no.
Solo dos ejemplos que muestran la complejidad que sufre el sector pesquero:
Conoce este funcionario los graves daños económicos y operativos que la Secretaría de Defensa Agrícola (SDA) de Brasil está ocasionando a las empresas exportadoras de productos pesqueros argentinos a ese país, a partir de normas brasileñas (Alerta de importación, 18/01/2017 mod. 27/09/2019) consolidadas por la Norma Interna SDA Nº 01 del 20 de diciembre de 2018, puesta en vigor ”con el propósito de disciplinar los procedimientos para la implementación del Régimen de Alerta de Importación (RAI)”, por la cual, se aplican exigencias y procedimientos que no están previstos en las normas sanitarias aprobadas en forma conjunta por el MERCOSUR que llevan a retener embarques en la frontera e incluso a la incautación de mercaderías, sin la más mínima posibilidad de participar en los procedimientos y de contar con la asistencia técnica oficial argentina para exigir se expliciten y limiten los controles a las exigencias técnicas acordadas en el MERCOSUR y las concordadas con la el C.A.A. y el Decreto 4238/68. ¿Qué acciones ha tomado el Subsecretario ante el SENASA para que en forma muy urgente se actúe ante su par DIPOA de Brasil, o ante la Secretaría de Mercados de Argentina y los Agregados Comerciales de Argentina y Brasil?
Para cuestiones técnicas tan básicas y universales, donde existe numerosa bibliografía técnica nacional e internacional para determinar la calidad de los productos que se comercializan, como la determinación del pH, el Nitrógeno Básico Volátil, información nutricional, Sodio (Na) entre otros y cuyas técnicas están al acceso de SENASA, INIDEP, CITEP, INTI, SALUD, etc. no puede haber grandes disensos entre los profesionales oficiales de ambos países, para dar certezas a las salidas de mercaderías de las plantas y erradicar la incertidumbre que, bajo el pretexto de aplicar exigencias no unificadas, se esté utilizando barreras paraarancelarias que desalienten y encarezcan la exportación de productos pesqueros argentinos al Brasil.
Por otra parte, en Comodoro Rivadavia se suspende a los trabajadores, fundado en que el sector está en quiebra, “no por responsabilidad de los trabajadores sino de la voracidad fiscal que los deja fuera del mercado internacional” (sic), siendo necesario, dicen, “determinar la distribución de cuotas en las plantas locales y asegurar su provisión”, y resaltaron que “la suspensión de la actividad pesquera alcanza a todo Comodoro Rivadavia e incluye barcos, estiba, plantas de procesamiento y transporte” y, aseguraron, que “sin respuestas no hay actividad”.
La solución de estos temas y decenas de éstos, que padece a diario y en forma crónica la actividad, no puede esperar meses, porque se resienten las exportaciones argentinas, la economía de las empresas y el empleo de los trabajadores. El rol que se espera del Subsecretario de Pesca es la resolución de los problemas que afectan diariamente al sector, favorecer la industrialización, el comercio y promover el empleo. La obligación de los empresarios es exportar más valor agregado y calidad. El turismo ferial no es una prioridad en un Estado que necesita divisas y sacar de la pobreza a 35% de los argentinos.
* Experto en Atlántico Sur y Pesca. Ex Secretario de Estado, ex Secretario de Bienestar Social (Provincia de Corrientes). Ex Profesor Universidad UNNE y FASTA. Asesor en el Senado de la Nación. Doctor en Ciencias. Consultor, Escritor, autor de 24 libros (entre ellos “Malvinas. Biografía de Entrega”) y articulista de la especialidad.
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