Agustín Saavedra Weise*
En la nueva era LVA (ligereza, velocidad, aceleración) todo se hace cada vez más rápido. Los armamentos no podían escapar de esa tendencia “velocista”; ahora hay misiles hipersónicos que se afirma son prácticamente imparables. Según los especialistas, este nuevo tipo de elemento bélico podría viajar a más de cinco veces la velocidad del sonido y con una precisión aterradora que cambiará por completo la naturaleza de las guerras futuras.
La carrera por las armas hipersónicas está viento en popa. China, Rusia y EEUU intentan crearlas al unísono y compiten fuertemente en ese campo. Al respecto, la compañía estadounidense Raytheon es una empresa de vanguardia en el campo que nos ocupa; proporciona electrónica avanzada, integración de sistemas de misión y otras capacidades en materia de detección; efectos y sistemas de mando, control, comunicaciones e inteligencia de misiles y otro tipo de equipamiento militar (https://www.raytheon.com/capabilities/products/hypersonic-weapons). Sus productos dan algunas pautas acerca de esta nueva carrera armamentista.
Los hipersónicos se mueven increíblemente rápido pero, en esencia, lo que los diferencia de los misiles balísticos tradicionales es que todo su viaje se realiza dentro de la atmósfera en lugar de hacerse a través del espacio. Se afirma que estos flamantes instrumentos de guerra están siendo diseñados para ser lanzados desde aviones, submarinos o barcos y pueden llegar a sus objetivos en pocos minutos. Por ejemplo, uno de estos nuevos misiles lanzado desde Nueva York en el este puede llegar a la costa oeste de Los Ángeles (3.945 km de distancia aérea) en solo 39 minutos. ¡Increíble!
Las armas hipersónicas cubrirán grandes distancias en poquísimo tiempo. Se dividen en dos categorías: boostglide, impulso de deslizamiento y scramjet, un sistema especial de turbina que toma aire de la atmósfera para impulsarse y se separa del misil antes del impacto.
El auge de las nuevas armas hipersónicas ineluctablemente empujará a las principales potencias hacia la automatización de sus sistemas de defensa. El famoso “Skynet” —ficticio sistema militar de control en la película Terminator, donde su procesador central se rebeló para dominar al mundo con sus máquinas y robots— ya está muy cerca de la realidad. El proceso se acelerará aún más por el auge de la inteligencia artificial. De estallar un conflicto no nuclear que use equipos bélicos basados en la velocidad, sus efectos sobre población e infraestructura serán horrendos. Al final, no importará quién gane, la destrucción que podría generar esta flamante tecnología no nuclear aumentará la inestabilidad planetaria y creará verdaderas catástrofes. Ojalá no lleguemos a esos extremos, pero en el universo humano todo tipo de crueldades o de excesos son posibles. Así lo ha demostrado la historia.
* Ex canciller, economista y politólogo. Miembro del CEID y de la SAEEG.
** Tomado de El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://www.eldeber.com.bo/opinion/Las-armas-de-hoy-tambien-se-aceleran-20190713-0022.html
Ignacio Monje* Cuando pensamos en libros para líderes, solemos imaginar títulos de autoayuda, principios de…
César Augusto Lerena* El Consejo Federal Pesquero (CFP) y sus miembros ―según el presidente de…
Roberto Mansilla Blanco* Como sucede con todo acontecimiento que genera efectos tectónicos en la política…
Roberto Mansilla Blanco* Tras la súbita e inesperada caída del régimen de Bashar al Asad…
Roberto Mansilla Blanco* La caída del régimen de Bashar al Asad en Siria tras la…
César Augusto Lerena* Quienes seguimos de cerca las cuestiones que ocurren en el Atlántico Suroccidental…