Los argentinos estamos pasando por uno de los momentos más críticos de nuestra historia, no sólo desde lo económico, (quizás el más notorio para la mayoría de los habitantes), sino también por la miseria moral de nuestra casta política y de un sector enorme de nuestra población; la pérdida de los valores, los códigos, la destrucción de la idea de familia, el no ganar el pan con el sudor de la frente sino la pulsión por vivir de dádivas.
Es necesario bregar por el renacimiento de nuestra nación, volver a despertar el espíritu que movilizó a nuestros prohombres dos siglos atrás. Acabar con la actual manera de proceder de nuestra enriquecida y corrupta casta política. Volver a tener una identidad nacional y votar un gobierno acorde a ello.
Los distintos gobiernos apátridas que hemos tenido en el último siglo, (apoyados por la sinarquía internacional que se aprovecha de ello), han logrado diluir y borrar casi por entero nuestra esencia nacional. Hemos llegado al punto de denostar a nuestras Fuerzas Armadas que son quienes nos defenderán ante una hipótesis de conflicto. Las hemos desarmado y desmoralizado. Estamos indefensos ante cualquier ataque externo o interno y eso constituye, ni más ni menos, que Alta traición a la Patria por parte de quienes nos gobiernan.
Por otra parte, se ha perdido el respeto por nuestros símbolos patrios; da vergüenza asistir a un acto escolar y ver como inculcan ideas antinacionalistas a nuestros hijos. Se levantan banderas foráneas que nada tienen que ver con nosotros. Se combate la idea de familia tradicional, de Patria, de nacionalismo. De pronto hemos pasado a ser la encarnación de “todo lo malo del mundo”, tal cual lo viene inculcando desde hace un siglo el Nuevo Orden Mundial.
Cuando el NOM decía que había que hacer desaparecer el dinero “físico” y suplantarlo por el digital, muchos creyeron que era una tarea imposible, y de pronto aparecieron las criptomonedas. La pandemia es una situación “ideal” para poner en práctica sus planes. Todas las operaciones bancarias y compras las estamos haciendo mayoritariamente por homebanking o tarjetas de crédito o débito. Las “ayudas gubernamentales” exigen que todos los beneficiarios estén bancarizados. El control sobre nuestros movimientos financieros es total, y aparte de ello, han comprobado que es totalmente posible tenernos “guardados” en nuestras casas mientras destruyen nuestra economía y “gobiernan” tal y como les place.
¡Es hora de oponer resistencia desde el lugar que cada uno pueda para evitar ser la colonia que ellos pretenden!
¡Es hora de volver al pensamiento nacionalista!
DIOS, PATRIA Y FAMILIA … ¡En ese orden y sin claudicaciones!
DyPoM
Por Der Landsmann
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