Iris Speroni*
Elijo mirar la otra cara de la moneda: todas las cosas que podríamos lograr si largaran las gateras.
En el hemisferio sur cuatro países producen y exportan cerezas: Chile, Australia, Nueva Zelanda y Argentina, quienes abastecen el mercado internacional en contraestación.
China es el principal importador. Porque es un fruto apreciado, porque los ciudadanos chinos han mejorado sus ingresos y eso permite darse un gusto que antes sólo era para ricos, porque es un presente bien recibido si uno va a casa ajena.
Otros importadores son EEUU y Canadá, a pesar de ser ambos grandes productores, los europeos, en especial para las Fiestas. En el último tiempo, se han incorporado como compradores los países árabes, que pagan bien por la buena calidad.
Argentina no puede ni compararse con Chile, principal exportador mundial y segundo productor detrás de Turquía. Chile exporta 43 veces nuestros montos. Nueva Zelanda triplica nuestras exportaciones y Australia las cuadriplica.
Aun así, los productores y exportadores argentinos de cerezas reman en el dulce de leche con una enjundia admirable. Paulatinamente aumentan sus volúmenes y tratan de obtener nuevos mercados.
El 46% de la producción se localiza en Mendoza, otro tanto se reparte entre Santa Cruz, Chubut, Río Negro y Neuquén. El remanente corresponde a San Juan, San Luis y provincia de Buenos Aires. En total hay 3.000 hectáreas plantadas en todo el país, 1.200 en Mendoza.
Según el INDEC, en el 2021, se exportaron 5.003 Tn de cerezas frescas ácidas por US$ 24.548.131.- (https://comex.indec.gob.ar/?_ga=2.142672637.918235963.1644677483-889907708.1644677483#/).
Según otras fuentes internacionales, la Argentina capturó el 0,66% de las exportaciones globales de cerezas, por US$ 24,4 millones en el 2019. Argentina posee el puesto 15º como exportador. El consumo es mínimo en nuestro país: 82 g por habitante por año. EEUU, por ejemplo, consume 1,1 kg per cápita anual.
Turquía es un gran productor pero también debe abastecer un importante mercado interno de 7,8 kg per cápita, el cual le reduce saldos exportables.
Las dificultades de los participantes en el negocio de la cereza son comunes a las que padecemos todos.
Aun así voy a repasar las cuitas tal como han sido listadas por las autoridades de la cámara del sector:
El problema que el sector no tiene es la falta de demanda. China absorbe todo lo que se le quiera enviar. La demanda europea es estable (por temas demográficos) pero sostenida. Los EEUU importan en contraestación. Además otros países del sudeste asiático se han sumado a la moda de comer cerezas, lo que impulsa la demanda internacional. Por último, han dado buenos resultados la promoción del producto en Emiratos Árabes, mercado adinerado y con alta demanda de frutas finas, en particular, la cereza. Nobleza obliga, Cancillería sostiene que ha facilitado, en la medida de sus posibilidades, los contactos de ambas partes (importadores de Emiratos Árabes y exportadores locales).
El sector enfrenta lo que técnicamente se denomina “demanda infinita”. ¿Qué es eso?
Ninguna demanda, obviamente, es infinita, es sólo una expresión. Pero, ¿a qué denominamos así los economistas? Cuando estamos en la siguiente posición: el que demanda, no importa cuánto sea, compra todo. Y el que produce, no debe preocuparse por cuánto debe producir y si va a conseguir compradores o no, porque todo lo que produzca, así triplique, quintuplique o centuplique su producción, encuentra demanda. Tiene un segundo componente: los precios no caen por exceso de oferta, ya que nunca se satura el mercado. Por lo cual, cuando alguien se encuentra en una posición semejante, su única preocupación es poder aumentar la oferta.
La Argentina está en una posición única, que es producir una serie de productos que enfrentan una demanda infinita. Pocos países pueden decir lo mismo que nosotros. Uno de esos productos son las cerezas.
¿Por qué Argentina no exporta, entonces, como Chile? Fácil, producimos menos que Chile.
¿Por qué no producimos más cerezas, cuando es un producto sin problemas de colocación?
En primer lugar, un productor argentino recibe por su kg de cerezas la mitad que su par chileno. Esto es porque si bien el precio internacional es el mismo, la mitad del valor queda en el BCRA. En efecto, este organismo público prohíbe que los dólares del comprador chino, árabe o canadiense queden en la cuenta corriente en dólares del productor y lo obliga a liquidarlo al BCRA. No sólo eso, el BCRA decide a qué valor en pesos va a pagarlo y a la sazón, es la mitad del valor que el productor obtendría en libertad. Por lo cual, de los US$ 24,4 millones que entre mendocinos y patagónicos logran colocar por ahí, US$ 12,2 quedan en el gobierno (en las arcas del BCRA) y el resto se reparte entre trabajadores, propietarios, transportistas, bancos, proveedores de insumos y fiscos municipales, provinciales y nacional. Eso los pone en un pie de desigualdad con la totalidad de los productores de cerezas del mundo. Nadie, absolutamente nadie, sufre semejante exacción [ilegal].
El segundo problema es el capital necesario para la inversión. Convertir una hectárea de desierto en una cubierta de cerezos, requiere dinero. Ya sea porque hay que desmontar otra plantación (vides, manzanos) o bien porque hay que colocar riego. Desde ya hay que comprar plantines y cuidarlos. Como es el fruto de un árbol, hay que esperar varios años hasta que de la primera cosecha. El tiempo es dinero. Con una tasa en pesos del 40% y una en dólares cercana al 20%, sólo se puede trabajar con capital propio. El costo financiero —al igual que el tipo de cambio— también es determinado por el estado. Las distorsiones que el estado impone al mercado laboral y de flete ya las describí.
Por todo esto no existen 50.000 has de plantaciones de cerezos en nuestro país.
Lo mismo podríamos decir con las almendras. California, EEUU, exporta US$ 3.700 millones anuales, nosotros US$ 740.000. No menos de 20 productos argentinos están en la misma situación. La lista de oportunidades perdidas llenaría páginas.
Uno podría lamentarse por todas las cosas que salen mal, por todo lo que el estado argentino nos impide hacer. Por lo pronto podemos aseverar que no cumple con el mandato constitucional: “…asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino…”, toda vez que nos hacen la vida imposible una y otra vez.
Pero yo elijo mirar la otra cara de la moneda: todas las cosas que podríamos lograr si largaran las gateras. Todo lo que se podría hacer si los productores cobraran el precio pleno, si tuviéramos flota y si las líneas aéreas que sí tenemos estuvieran al servicio de la producción. Obtendríamos la multiplicación de las fuentes laborales y el aumento del sueldo promedio. Prácticamente podríamos multiplicar nuestras exportaciones por 10 y llegar al pleno empleo en pocos años. La buena noticia es que la solución de nuestros males económicos está a tiro de piedra.
Es sólo cuestión de decidirse a hacerlo.
Otro si digo 1:
Me llamó la atención que el representante de la cámara del sector, dentro de listado de quejas no incluyera el del tipo de cambio.
Otro si digo 2:
El general Perón sostuvo en 1973 que el mundo enfrentaba una demanda creciente de alimentos y que la Argentina estaba en la posición inmejorable de satisfacerla. Es más, sostuvo que debíamos dedicarnos a exportar alimentos (aún a costa de moderar nuestro consumo interno). Tal vez sea el momento de retomar esa idea de quintuplicar las exportaciones y dejarnos de perder el tiempo.
Fuentes
INDEC
Exportaciones e importaciones por producto
https://comex.indec.gob.ar/?_ga=2.142672637.918235963.1644677483-889907708.1644677483#/
Cadena de Cerezas
Secretaría de Agroindustria
Marzo 2019
Cadena de Cerezas
Secretaría de Agroindustria
Septiembre 2019
Las cerezas frescas ya pueden obtener el sello de calidad Alimentos Argentinos
Cancillería impulsa las exportaciones de cerezas y arándanos argentinos
Exportaciones de cerezas argentinas crecen 8,5% en volumen en temporada 2021
Agrositio
Discurso del presidente Perón el 25 de octubre de 1973 y la necesidad de exportar alimentos.
Plan Trienal 1973-1976
Política Agropecuaria
Página 32 Tomo 1
* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).
Artículo publicado originalmente el 12/02/2022 en Restaurar.org, http://restaurarg.blogspot.com/2022/02/cerezas.html
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