Iris Speroni*
La inflación ocasiona inestabilidad y angustia.
Esta semana el gobierno informó que el índice de inflación minorista para octubre 2021 fue de 3,5% mensual y 52,1% interanual.
Me detendré sobre dos puntos respecto a la inflación:
Es responsabilidad del gobierno.
Los gobernantes (los actuales y los anteriores y los anteriores de los anteriores) se refieren a la inflación como algo fuera de su dominio. Algo que les sucede y de la cual son víctimas.
Nada más lejos.
Es la casta política
La inflación existe pura y exclusivamente porque el BCRA emite. Y así lo entendieron los constituyentes de 1994 que ponen en cabeza del gobierno —y sólo del gobierno— mantener la estabilidad del valor de la moneda. No sólo eso, para liberarle las manos al eventual presidente, responsabilizan al Congreso con tamaña tarea.
Cuando el presidente de la Nación sostiene que la inflación es multicausal, lo que hace es evitar asumir las consecuencias de sus propios actos.
Veamos los informes del BCRA. Compararé el de octubre 2021 contra el de octubre 2021.
Octubre 2020
http://www.bcra.gob.ar/Pdfs/PublicacionesEstadisticas/Bol1020.pdf
Octubre 2021
http://www.bcra.gob.ar/Pdfs/PublicacionesEstadisticas/Bol1021.pdf
Para que no queden dudas sobre la responsabilidad gubernamental.
Una nota adicional, antes de abandonar el tema. El incremento de la base monetaria no es un costo para el Estado; lo es únicamente para los privados (el sueldo nos alcanza para comprar menos cosas mes a mes; aquello que dejamos de comprar es un “impuesto” informal que le entregamos al Estado). Si la inflación de un mes es un 3%, quiere decir que el Estado me cobró un impuesto sobre mi sueldo; en este ejemplo, un impuesto del 3% sobre mi remuneración o si soy un comerciante, un 3% del cheque que debo cobrar. A eso lo llamamos “impuesto inflacionario” y se suma a todos los otros que ya pagamos[1].
Sin embargo, la segunda columna (“Pasivos Remunerados”) es una verdadera vaca en brazos. En efecto, está integrada por diversos rubros que abonan entre 32% y 38% anual (varía día a día y semana a semana). En un número MUY grueso e impreciso, el costo de la actual deuda del BCRA por este ítem sería de $ 1.342.783.000.000 anual o $ 111.899.000.000 mensuales. Todo eso el Estado lo abonará a los bancos con emisión. Lo cual significará reducciones de nuestros sueldos, jubilaciones y pensiones adicionales al 3% mensual de impuesto inflacionario que ya pagamos.
A estos montos de pago de intereses debemos agregar los que corresponden a bonos del Tesoro, que son, como su nombre indica, erogaciones del Tesoro Nacional. Con ambos números tenemos gran parte del costo de la deuda del Estado federal.
Este cuadro de “Agregados monetarios” es otra manera de ver lo que el BCRA emite. Nuevamente, supera el 40% anual. No hay forma que la inflación baje mientras el BCRA continúe con esta conducta.
La inflación tiene enormes consecuencias en la vida diaria de las personas. Todos nosotros somos veteranos en estas lides.
En primer lugar ocasiona inestabilidad y angustia. No sabemos cuánto va a salir ninguna cosa. Uno va a comprar una lata de pintura, tejas, gasoil o una docena de facturas y no sabe cuál va a ser el costo. Hace imposible planificar la economía familiar. Peor aún están las familias con saldo deudor en la tarjeta de crédito.
Además le roba el capital de trabajo a las empresas, comercios y profesionales que viven de honorarios – al encarecer la financiación, el cambio de cheques, los descuentos de tarjetas, etc. -. Lo peor: no saber qué va a pasar. No saber ni precios ni disponibilidad de productos (los comercios o industriales o importadores empiezan a no reponer, a no fabricar, a no importar).
La calidad de vida de todos nosotros se deteriora. A pasos agigantados.
Esto es un “caos” provocado por el Estado. A pesar de que los diferentes funcionarios —y no quiero recargar las tintas sobre los actuales, porque sería injusto: todos hacen lo mismo— tratan de no hacerse cargo de sus actos.
El Estado argentino, dirigido por una casta de políticos que no sabemos cómo sacárnoslos de encima, es el gran generador de angustia. Por orden de importancia, la inflación, que es una acción (no una omisión sino una acción positiva) gubernamental. Lo mismo sucede con la inseguridad —que es una política de Estado desde 1983 —; esto es, que nos sintamos todos inseguros y a merced de la delincuencia común. Podemos seguir con la educación, donde, pre-pandemia, nunca sabíamos si iba a haber clases o no; por huelgas, jornadas de actualización docentes, congresos educativos, o directamente, como en Chubut y Santa Cruz, falta de pago de sueldos. Salud: hospitales a los que hay que ir a las 5 de la mañana para pedir turno en los consultorios externos, huelgas de médicos, guardias desactivadas, etc.
El régimen actual está empeñado en dificultarnos la vida, contrario al mandato constitucional de “…consolidar la paz interior,…promover el bienestar general…”. Y eso lo vivimos a diario, ya sea cuando vamos al almacén, esperamos el colectivo para ir a trabajar o llevamos los chicos a la escuela.
Tal vez sea hora de no delegar nuestras vidas, nuestros patrimonios y nuestra libertad en estas personas que sólo se preocupan por su interés personal y ver cómo en el 2023 reemplazarlos por quienes representen a los trabajadores, comerciantes, industriales, profesionales, productores agropecuarios, transportistas, desarrolladores de sistemas, profesionales, cuentapropistas. En fin, que quienes se ganan el pan día a día tengan más lugar en los órganos colegiados de nuestro país (concejos deliberantes, legislaturas y HCN). Y lo más importante: que lean la constitución y asuman sus atribuciones tal como están diseñadas y no se la endosen a otros.
¿Cuántos candidatos a diputados o senadores escucharon en estas últimas semanas decir que en caso de asumir se harían cargo de la inflación o del tipo de cambio, ambas de competencia de los legisladores acorde al artículo 75 (incs. 11 y 19) de la Constitución Nacional? Nadie.
Esperemos que el año 2023 sea más promisorio. Para nuestra paz diaria.
Nuestra doble Nelson no es la deuda del BCRA ni la deuda pública ni el déficit fiscal.
Nuestra doble Nelson no es no crecer en los últimos 10 años, o la falta de inversiones, o el costo de la comida, o la pobreza, o el desempleo, o el trabajo informal, o el costo financiero, o la falta de predictibilidad en el horario de trenes, o la estabilidad de las alícuotas impositivas. Nuestra doble nelson es todo el grupo de personas que ponemos en posiciones de autoridad para que creen las condiciones que nos permitan buscar nuestro bienestar y felicidad, y por el contrario generan todo lo descripto al principio del párrafo.
Lo que deben hacer no es otra cosa que: «…constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad…».
Nuestra doble Nelson son ellos. La casta.
Otro Sí Digo:
El tipo de cambio está atrasado, lo que provoca transferencia de dinero de las provincias al poder central, le resta rentabilidad a los productos agropecuarios y constituye competencia desleal contra la industria local. En esa situación estamos desde hace 10 años.
Actualmente el dólar se está depreciando, al igual que el euro y el real. Sostener el tipo de cambio respecto a nuestros socios comerciales es suicida y demencial.
Nuestros Políticos
* * *
Constitución Nacional
Preámbulo
«Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino: invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución, para la Nación Argentina».
Artículo 75
«CAPITULO CUARTO – Atribuciones del Congreso – Artículo 75.- Corresponde al Congreso:
…
…
…
Proveer al crecimiento armónico de la Nación y al poblamiento de su territorio; …».
INFLACIÓN
http://restaurarg.blogspot.com/2021/05/inflacion.html
CAOS
http://restaurarg.blogspot.com/2021/10/caos.html
ARGENTINA: PAÍS SIN MONEDA
http://restaurarg.blogspot.com/2021/05/argentina-pais-sin-moneda.html
* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).
Referencia
[1] En palabras de depreforever (@depreforever): “…el peor de todos los impuestos, el impuesto no legislado”.
Artículo publicado originalmente el 13/11/2021 en Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2021/11/doble-nelson.html
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