Iris Speroni*
Ya sabemos a donde va la plata de nuestros impuestos. Nos lo dijo: minería, petroleras, automotrices, cannabis.
García Márquez me parece vueltero y sin puntuación.
Dicho esto, me fascina la imagen de las naranjas con una esmeralda en su centro.
Ese mundo hermoso, donde la riqueza inenarrable crece en los árboles. El mundo de Fernández.
El presidente Alberto Fernández, el día de su asunción el 10 de diciembre de 2019, dio un discurso ante la Asamblea Legislativa. Se denomina así cuando se reúnen los miembros de ambas cámaras del Congreso de la Nación. Discurso aquí.
Dijo el presidente:
“Lo expreso desde el alma tanto a quienes me votaron, como a quienes no lo hicieron, no cuenten conmigo para seguir transitando el camino del desencuentro”.
Sin embargo se enojó: a) con los que no se querían vacunar, b) con los que no querían pagar el “impuesto a la riqueza” que en el texto de la ley sostiene que el dinero se utilizará para subsidiar a las petroleras, c) con los que no quieren que el BCRA se quede con la mitad de su trabajo exportable (analistas de sistemas, actores de doblajes, profesores por zoom, productores de granos, aluminio, acero, carne, frutas, té, algodón), d) con los que les piden que haya gasoil en las estaciones de servicio, e) con los que no quieren más impuestos. El presidente, como un niño malcriado, se enoja con todo aquél que no quiere hacer lo que él dice.
Sigue:
“Más de 15 millones de personas sufren de inseguridad alimentaria, en un país que es uno de los mayores productores de alimentos del mundo”
Esta fue la excusa que usó para en el mismo mes de diciembre 2019 instalar un nuevo impuesto (PAIS). La S, obviamente, corresponde a “solidario”.
Sin embargo, según datos del ministerio de Agricultura, el consumo de carnes es de 109 kg por habitante (2021), de lo cual un poco menos de la mitad es carne vacuna y el resto pollo, cerdo, cabrito y cordero. Muy poco pescado. Para tener una idea comparativa, los ricos, desarrollados, industrializados alemanes, comen la mitad de carne que nosotros, a pesar de que son el principal exportador de carne de cerdo del mundo junto a España; 4.000 millones de dólares anuales. Datos adicionales: según el ministerio de Agricultura el consumo promedio de carne vacuna en la provincia de Buenos Aires fue de 73 kg por persona, el 50% más que en el resto del país. Ahora se entiende por qué todos quieren vivir en PBA, aunque sea en una villa miseria en el conurbano. De nuevo, un bonaerense promedio come más carne vacuna que un alemán su sumatoria de todas las carnes. Los argentinos somos uno de los países de mayor consumo de huevo por habitante (240/hab por año). Consumimos 93 kg de harina de trigo por habitante, también de los mayores consumidores mundiales. Sólo estamos atrasados en frutas y pescado. Mal nutridos, puede ser. Hambre, como fenómeno generalizado, no. ¿Qué nos perdemos en el medio? ¿Serán falsas las estadísticas para sostener el andamiaje multimillonario de subsidios, parte del cual queda en el bolsillo de los políticos? ¿Será una excusa para imponer nuevos impuestos, como fue el caso de PAIS? Es una mentira que se desbarata con las cifras oficiales. Cristina Fernández cuando habló en la FAO en Roma, y dijo que había 6% pobres ¿tendría razón? No podemos endilgar falsedad ad-hominem sólo porque no nos conviene.
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“La solidaridad en la emergencia tiene muchas caras, las economías familiares se encuentran asfixiadas, por los altos niveles de endeudamiento a tasas usurarias y en algunos casos con esquemas de devoluciones diarias”.
El presidente continuó con la misma política financiera de su antecesor: tasas de interés altas por LELIQs, y tipo de cambio atrasado, (tablita). El pago de intereses durante julio 2022 fue de $ 1.000.000.000 diarios.
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“La Argentina que buscamos construir es una Argentina que crezca e incluya, una Argentina en donde haya sentidos para producir y no para especular, una Argentina con una visión de proyecto nacional de desarrollo en el cual la agroindustria, la industria manufacturera, los servicios basados en el conocimiento, las pymes, las economías regionales y el conjunto de actividades productivas sean capaces de agregar valor a nuestras materias primas para exportarlas y potenciar un robusto mercado interno”.
Veamos. En cuanto a “los servicios basados en el conocimiento”. Quienes facturan servicios —desarrollo de sistemas, auditoría, consultoría, actuación, músico, derechos de autor, dibujantes, corresponsales periodísticos, fotógrafos, industria del cine— sufren que el Estado se quede con la mitad de su trabajo (le convierten los dólares a $ 128, una fracción de su valor). Sobre esos montos deben pagar todos los otros impuestos. Sin dólar libre no hay exportación de servicios al exterior y debe competir en desigualdad con lo importado. Así de simple. La industria manufacturera o sufre por cargas impositivas, adelantos impositivos, juicios de todo tipo, tasas de interés del 40% anual en más, o son “pseudoindustriales” colgados de algún kiosko estatal. Economías regionales. El ministro de agricultura se ufana de que quitó los DEX a las exportaciones de productos regionales. Pero se hace el pícaro y no habla del tipo de cambio. La mitad del valor de la exportación de pera queda en manos del BCRA y no de los productores o el estado de Río Negro. La mitad del valor de la exportación de té queda en manos del BCRA (para que se lo regale a los amigos) y no de los misioneros (familias, empresas y estado de la provincia de Misiones). Con el tipo de cambio les cortan las piernas. Lo que más me llama la atención es que nadie proteste. No sólo el gobierno de la provincia sino las cámaras empresariales o los trabajadores del sector. Les roban la mitad de su esfuerzo y no van a la justicia. No entiendo.
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“…necesitamos salir de la lógica del más ajuste, más recesión y más deuda que se ha impuesto en los cuatro años que hoy acaban”
Queda claro que el gobierno de Alberto Fernández es una continuación del gobierno que lo precedió.
El presidente en sus discursos a la Asamblea Legislativa de los años 2021 y 2022, sostiene quiénes son los protegidos y quiénes los desfavorecidos.
1º de marzo 2021:
“4) la actualización del Acuerdo Federal Minero,
…
7) el impulso a la extracción y transporte de los recursos hidrocarburíferos del yacimiento de Vaca Muerta,…”
…
Ya sabemos a donde va la plata de nuestros impuestos. Nos lo dijo: minería, petroleras, automotrices, cannabis. Todos subsidiados con el 21% de IVA de tu lata de salsa de tomates.
1º de marzo 2022:
“El desarrollo del cannabis para uso medicinal y cáñamo industrial, que ya tiene media sanción, nos permitirá generar 10.000 puestos de trabajo – en los próximos años – tendrán una clara perspectiva federal.
La ley de inversiones automotrices, para estimular nuevos proyectos y crear nuevos puestos de trabajo.
La Ley de electromovilidad, para estimular la fabricación y difusión local de los vehículos eléctricos y trabajar en la cadena de valor del litio.
La Ley agro bio industrial, para estimular a la inversión en la cadena agroindustrial y agregar valor en las economías regionales. Con el horizonte 2030 esta ley permitirá crear 700 mil puestos de trabajo e impulsar exportaciones por 100 mil millones de dólares”.
Acá entramos en el delirio total.
No va a haber 10.000 puestos por el cannabis, más allá del enorme daño que el consumo produce en la salud de la población (cosa que a esta gente no le importa). En EEUU, que creyeron que se iban a salvar ya dedujeron que el negocio se va a achicar, por la falta de rendimientos. Las leyes para inversiones automotrices y para vehículos eléctricos es sólo armar la excusa para desviar fondos públicos bajo la forma de subsidios. El gran fraude argentino: la industria automotriz. El gran fraude del Occidente contemporáneo: las energías alternativas y los automóviles eléctricos.
Agroindustria: exportar 100 mil millones de dólares. Las expectativas para el 2022 son de 90.000 millones de dólares, sin un peso de subsidios o tasas diferenciales o cualquiera de las intervenciones que proponen los gobernantes; las cuales aman porque les generan kioskos para pedir su diezmo. Todo lo que armaron: fideicomiso de trigo, fideicomiso de aceite, fue para negocios turbios. Lo único que necesita quien produce es cobrar el precio pleno por su trabajo, como lo hacen los productores e industriales y agroindustriales de Brasil, Paraguay, Bolivia y Uruguay. Ahí seremos grandes exportadores de queso, carne porcina, caprina, ovina y vacuna, además de aluminio, acero y Toyota Hilux. Exportaremos absolutamente de todo, sin ayuda de nadie. Habrá pleno empleo y florecerán las economías regionales. Sin un tipo de cambio libre y con DEX no iremos a ninguna parte. En resumen: hacer lo que hacen Brasil, Paraguay, Bolivia y Uruguay.
Los políticos argentinos son nuestra abuela desalmada.
Discursos del Presidente Alberto Fernández ante la Asamblea Legislativa
Asunción 10 de diciembre 2019
Apertura de Sesiones 1º de marzo 2020
Apertura de Sesiones 1º de marzo 2021
Apertura de Sesiones 1º de marzo 2022
* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).
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INDEC – Exportaciones primer semestre 2022
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Artículo originalmente publicado el 23/07/2022 en Restaurar.org, http://restaurarg.blogspot.com/2022/07/la-triste-historia-de-la-candida.html
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