Iris Speroni*
Si alguno dice una palabra discordante, lo cancelan o tratan de hacerlo.
Dedicado a los jóvenes @reaxionario y @sashapak_
Esta semana la Cámara Alta dio media sanción a la modificación de la Corte Suprema de Justicia. Uno puede estar tentado a pensar que el objetivo es librar de sanciones a las actuales autoridades por juicios en curso. Error. Es preparatorio para acciones futuras.
Al ver a nuestros representantes cuesta pensar que haya mentes geniales que jueguen al ajedrez tridimensional. No importa quién es el que piensa. Alguien piensa, planifica, prepara, ejecuta, selecciona personal (assets) y supervisa. También sabe corregir el curso de acción cuando se presenta algún contratiempo.
Como ejemplo examinemos el proceso de destrucción de la educación. Alfonsín eliminó los exámenes de ingreso a los secundarios, los boletines bimestrales y las notas de 1 a 10. Vinieron los “congresos federales de educación”, comandados por radicales, (con peronistas de comparsa). Mucho dinero del BID y el BM en becas a pedagogos, tanto con Alfonsín como con Menem. Cerraron los comerciales, normales (formaban maestros) e industriales (varios de los cuales luego fueron reabiertos). Más tarde delegaron la educación a las provincias y fortalecieron a los sindicatos. Los sindicatos docentes son una segura fuerza centrífuga, generadora de anomia y anarquía. Maestros de la entropía. Cumplen ese rol acá y, ¡oh!, en EEUU también. Si uno delega la selección de personal, la postulación para los ascensos y la disciplina interna a los sindicatos, pues obtiene esto que hay hoy, que no es otra cosa que lo que se buscaba. Prosiguieron: eliminar el sistema de sanciones disciplinarias y finalmente llevarse materias y repetir. La frutilla del postre fue una ley de la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires por la cual el abanderado dejó de ser el alumno con mejores notas. Destruyeron una tradición de más de cien años. Nada de todo este derrotero, desde 1983 a hoy, contó ni cuenta con apoyo popular. Una más de las cosas que nuestros gobernantes hacen a espaldas —y a disgusto— del Pueblo, su mandante. Pensar que los protagonistas son las mentes geniales de estos cambios es darles un protagonismo que no merecen. ¿Graciela Giannettasio la mastermind de la demolición de la educación argentina? Difícil de creer.
Otro ejemplo: FFCC. En la década del ‘50 un militar retirado de EEUU diseñó para el Banco Mundial un plan para desmantelar los FFCC en Argentina. La primera parte la ejecutó Frondizi —con la zanahoria de instalar industria automotriz en el país—. Se sobrevivió como pudo hasta que Martínez de Hoz cerró talleres y ramales. El tiro del final lo disparó Menem dentro del marco del plan Brady. Con las triquiñuelas de siempre. Le dieron soga a los sindicalistas, que empezaron a hacer huelgas cada dos por tres, pedir sueldos altos y otros privilegios. Los gobernantes, vivos, los dejaron. Cuando el caldo estaba listo, sostuvieron que el sistema era impagable y desguazaron todo. En el siglo XXI, el kirchnerismo lo vio como una oportunidad para ejercer el arte del peculado. Concedieron las líneas a los amigos de siempre (Roggio, Macri, Cirigliano) y en consuno con Pedraza, entre concesionarios, sindicalistas y gobernantes se robaron todos los subsidios destinados a rehabilitar los FFCC. Si algún kirchnerista se ofende, juicios con sentencia determinaron el fraude. A los pocos sindicalistas que se opusieron, como el Pollo Sobrero, quien llenó el organismo de contralor de denuncias, les inventaron causas penales. Verdadero caso de law fare, si los hubo.
Algo similar puede ocurrir ahora con la industria del neumático. ¿Están seguros que no es todo una gigantesca cama para empezar a importar neumáticos “porque acá no se puede”? Para pensar.
Di dos ejemplos (FFCC y educación), pero podríamos analizar bajo esta óptica cada una de las áreas de gobierno: justicia, salud, propiedad inmueble, bienes del estado, FFAA, fronteras, flota mercante, puertos.
El Pueblo está triste. Si por alguna razón uno sabe que éste no es un gobierno peronista es por la tristeza reinante.
En este momento la cámara de diputados está abocada a sacar adelante la ley de humedales.
Conocemos bien el procedimiento porque vimos su accionar con los casos del aborto y las inyecciones experimentales contra el virus corona. Los medios de comunicación (desde C5N —oficialista— hasta TN —pseudo opositor—) con discurso uniforme 7×24 con el tema del día (“current thing”). Aborto, asesinatos de mujeres por sus concubinos, incendios en las orillas del Paraná, cuarentena y supuestos muertos por supuesto virus corona. Todos dicen lo mismo. Luego ponen figurettis a hablar del tema más movilizaciones de figurantes rentados. Si alguno dice una palabra discordante, lo cancelan o tratan de hacerlo.
Los propulsores ejecutores son un conjunto de personas integrado por comunicadores (periodistas, locutores, influencers), políticos (personas que ocupan cargos públicos o los ocuparon en algún momento o pretenden hacerlo), personajes que integran o son financiados por fundaciones o asociaciones civiles —mal llamadas ONGs—. Se mueven como un cardumen. Se abalanzan sobre un tema. Saturan. Luego sostienen, sin ponerse colorados, que sacaron la Ley X (Micaela, Justina, Aborto, Humedales, ESI, otra) por pedido de la opinión pública.
¿Por qué los políticos aceptan y votan a favor? Los estímulos son distintos según el caso.
Dentro de este club, en cualquiera de sus subcategorías, están los kirchneristas, el PRO, los radicales, la Coalición Cívica, varios (como Weretilneck).
No compran la agenda vendepatria algunas figuras quijotescas del peronismo y radicalismo, por lo general asociados a las burguesías locales, los cuales desconfían, con justa razón, de estos neorivadavianos deslumbrados por los espejitos de Davos.
Por eso, cuando desde la capital escuchen: “Don X es un caudillo local malísimo” y a continuación listen una ristra de agravios, desconfíen. Tal vez sólo se estén quejando de la resistencia local a los negocios que los Rivadavias actuales quieren imponer (sin que esto quiera decir que no sean ciertas las acusaciones; sólo digo que todo es relativo y que uno debe elegir entre males). Por eso radicales y peronistas del interior se opusieron al aborto. Todos, los que votaron de una forma u otra, saben que el pueblo no quiere esa agenda.
Prefiero un caudillo provincial que se opone a la Agenda 2030, que un iluminado de Palermo Sensible.
Mientras, los males del pueblo pasan por otro lado. Delincuencia común descontrolada, donde uno se juega la vida al esperar el colectivo, al entrar a su casa en Lanús, o frente al mostrador de su negocio en Castelar; donde un púber es baleado al ir de su hogar a la escuela.
Los verdaderos problemas son el sueldo inferior a los 300 dólares mensuales, la desocupación, el trabajo en negro, que los chicos no aprenden nada en la escuela, que no se ve un futuro al país.
Vivimos un momento internacional superlativamente favorable para la Argentina. Los gobernantes prefieren ocultar esta realidad al pueblo y llorar problemas externos para justificar su inoperancia.
Hace 20 años que gobiernan más o menos los mismos. El que es presidente hoy fue jefe de gabinete antes. La vicepresidente actual supo ser presidente por ocho años y senadora en varias oportunidades. Macri fue intendente, diputado y presidente. El BCRA tiene al comando discípulos de Machinea, sin que importe un ápice quien sea presidente de la Nación (CF-MM-AF).
El mismo grupo gobernante nos condujo y sostiene en la pobreza.
El siglo XXI fue extraordinario para la Argentina. La paradoja es que estamos cada vez más pobres y el país no crece desde el 2011. Quienes gobiernan, en lugar de tirar la toalla y dejar a otros (nuevos) que saquen al país del —innecesario— pozo, ya se prueban los guantes para el próximo round.
Nuestros problemas ni rozan a los gobernantes (ejecutivo, legislativo). Se ocupan de la Corte Suprema o de la Ley de Humedales. Mientras, nosotros, no tenemos a nadie que nos represente.
La ley de humedales es una herramienta para controlar el uso de la tierra y, básicamente, busca la disminución de los rendimientos económicos con el objeto de forzar a vender. El mismo movimiento se da en todo Occidente con diferentes herramientas. En EEUU el gobierno federal puso topes de producción a los granjeros a cambio de subsidios, desde Clinton hasta hoy. Como consecuencia grandes corporaciones y fondos de pensión están en un proceso de compra de grandes extensiones. En la UE los eurodiputados votaron una nueva ley más restrictiva aún la semana pasada. La idea es bajar la producción, llevar a los granjeros a la pérdida y obligarlos a vender. En Francia pasó de manos el 20% de la tierra arable en los últimos 20 años. Francia cuenta con la más alta tasa de suicidios en las zonas rurales entre ex granjeros quebrados.
Con el kirchnerismo y los mejores precios internacionales de granos y carnes en 100 años, desaparecieron 100.000 productores agropecuarios. Siempre eliminan a los más chicos.
La ley de humedales es dañina. Es la herramienta que los poderosos van a usar para quitarles los campos a toda la pequeña burguesía rural que queda. Luego la tierra argentina estará toda en manos de fondos de inversiones o de los políticos argentinos (suponiendo que sean cosas diferentes).
Se necesita una respuesta contundente. Pelear en las calles y en la prensa. Poner plata. Tener un discurso claro y distinto. Todo lo que carecen.
Los ciudadanos formalmente tenemos representantes en diputados y senadores provinciales y nacionales. Como vemos, salvo honrosas excepciones, son todos obedientes a la agenda que bajan desde el exterior.
Pero nosotros tenemos otros representantes también: sindicalistas, cámaras empresariales, asociaciones de fomento, colegios profesionales, agrupaciones varias. Quienes integran sus comisiones directivas forman parte del pueblo y son socios en nuestro futuro. Todos ellos deben empezar a jugar al ajedrez. A pensar las próximas cinco jugadas para defender los intereses de sus representados. No cometer el error de los sindicalistas ferroviarios que creyeron que defendían a sus afiliados y —por no ver el largo plazo— le hicieron el juego al Banco Mundial y a los que querían dejarnos sin FFCC.
En estos días se llevó a cabo el congreso CREA 2022, de referentes rurales. Hablaban de cultivos sustentables, huella de carbono, calentamiento global, etc. Agenda 2030. Caballo de Troya.
El pueblo tiene todo claro. No compra nada de todo esto. Cree en Dios, en la Virgen, en las Malvinas, en sus familias, en el asado con amigos, en sus equipos de fútbol, en sus clubes sociales y deportivos. Sabe qué es importante y qué es zaraza. No come vidrio: sabe que está solo.
Los grandes líderes de la Argentina, que la llevaron a la prosperidad, sabían prever el futuro. Como simple ejemplo: Roca y Perón. No fueron los únicos. Siempre rodeados de un grupo de lugartenientes a la altura de las circunstancias.
Quien sepa descifrar este entuerto, será nuestro próximo líder. Ojalá sea pronto.
Éste es un momento dorado para nuestro país. La felicidad y la prosperidad están al alcance de la mano.
* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).
Artículo publicado originalmente el 24/09/2022 en Restaurar.org, http://restaurarg.blogspot.com/2022/09/la-proxima-jugada.html
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