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LA SAEEG VISITÓ LA FERIA «CAMINOS Y SABORES»

Por el Equipo de Prensa de la SAEEG

Asistimos a la Feria «Caminos y Sabores» que se realizó en la Rural de Palermo del 6 al 9 de julio de 2024. Esta ha sido la 18ª edición de esta feria nacida en 2005 con el objetivo de promocionar, impulsar y fortalecer las distintas identidades regionales que conforman la Argentina.

«Caminos y Sabores», además de considerarse «como uno de los espacios de mayor representatividad cultural», «es un gran mercado federal de productos regionales elaborados con valor agregado por productores de alimentos, artesanos, cocineros y emprendedores quienes comercializan, exponen, presentan, toman contacto, difunden sus especialidades, realizan clases y demostraciones de cocina ante el gran público del centro del país. De esta manera, la feria acerca a los productores de distintos puntos del territorio argentino a un público con un paladar cada vez más exigente». Así definen a la feria los propios organizadores y al recorrerla pudimos comprobarlo.

Hablaremos en presente porque se trata de una feria exitosa que en breve cumplirá dos décadas y que seguramente habrá de continuar, habida cuenta del interés que despierta en el público. Se trata de un gran espacio en el que además de la gastronomía, se puede recorrer la Argentina a través de los sabores, de las tradiciones regionales, descubrir productos, degustarlos y conocer cómo se producen.

Si bien la gastronomía es el rubro más importante de la feria, no sólo se pueden degustar y adquirir todo tipo de alimentos sino que también se pueden adquirir enseres para nuestras cocinas: sartenes, cucharones, cuchillas, ollas y una gran variedad de utensilios para desarrollar el arte culinario. Aún más, también hay stands en los que se pueden adquirir semillas, plantas y hasta vehículos, porque en ese espacio también está presente tanto una reconocida marca de automóviles ―presentando sus modelos de pick up y utilitarios― como una dedicada a la fabricación de grandes maquinarias para la actividad agrícola.

En la feria también están presentes las provincias, apoyando a sus productores, como la Nación a través de diferentes organismos.

Del mismo modo, pueden encontrarse cosas sorprendentes. Un viejo camión de bomberos convertido en un stand de licores, un stand en el que se encuentran mermeladas de excelente calidad con sabores que incluyen pimientos y ají picante, vinos de Entre Ríos, puestos que exponían hongos comestibles, el puesto del alfajor campeón de 2024…

Se puede comprar una hermosa copa de vino tanto vacía como con vino en un stand de productores vitivinícolas de Mendoza. Allí degustamos los vinos Ave María, tintos, malbec de barrica o blanco dulce. De Mendoza también provienen esas mermeladas: degustamos la de ají picante y conversamos con sus productores. No es una mermelada para comer untada en un pan o una galletita sino apropiada para colocar una fina lámina sobre un queso, sobre carnes o para aderezar comidas. Claro que en pequeñas cantidades. Eso nos explicaron los productores de mermeladas Tía Clara, quienes también producen sabores más tradicionales como pera, durazno o frutilla.

En un gran sector se encontraban los puestos de productores de yerba mate, en el que podían degustarse o comprar reconocidas marcas como así también de pequeños productores. Pudimos conversar en un puesto y nos explicaron cómo era el proceso de elaboración y las variedades que le ofrecen al consumidor.

Además de recorrer estos puestos, los de quesos, chacinados, vinos, bebidas destiladas, mermeladas alfajores y otros productos dulces, en ciertos espacios de gran tamaño había clases de cocina y en cada sector un número considerable de personas atentas a lo que veían en grandes cocinas y en las pantallas gigantes que transmitían lo que los cocineros elaboran ante el público.

Conversamos con productores de aceite de oliva. Uno de ellos era el de Chacras de Luyaba, de Luyaba, provincia de Córdoba, quien nos dedicó un buen tiempo para explicarnos el proceso de fabricación de su aceite de excelente calidad. Lo propio hicimos con los productores de aceite de oliva marca Flor Mía de Finca Divisadero de Mendoza, Gustavo Bazán y su esposa, quienes adquirieron hace pocos años una finca abandonada y hoy producen un aceite que ha obtenido la medalla de oro al mejor aceite de oliva de la Argentina. Además producen exquisitos pistachos y almendras.

Entrar a «Caminos y sabores» es visitar todos los rincones de la Argentina en pocas hectáreas, poder conocer a los productores anónimos que con inusitada pasión nos explican su labor y los procesos de producción. Esa pasión nos ha llevado a valorar lo que estos emprendedores y productores realizan a diario, un verdadero ejemplo de la producción argentina que debe ser acompañada desde los diferentes niveles de gobierno. Son un ejemplo que nos demuestra la creatividad, la dedicación y el conocimiento de los productores pero asimismo la capacidad que tiene la Argentina para posicionarse en el mundo ofreciendo una producción con valor agregado ―no sólo materias primas― lo que implica ingresos para el país y el desarrollo de toda una cadena productiva.

«Caminos y Sabores» es más que una feria, es más que gastronomía, es ver la Argentina del trabajo y de la producción, esa que es la única que nos ofrece crecer como sociedad y como país, esa Argentina que el mundo debe conocer.

 

Redacción y fotos de la SAEEG

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SERVICIOS SATELITALES. LO BUENO ESTÁ ACÁ.

Gustavo Córdoba*

Arsat es una joya estatal que no tiene precio y Milei la quiere rematar |  Las privatizaciones convocan a poderosos inversores del mercado financiero  | Página|12

La creciente demanda de alimentos, entre otras urgencias, hace que nuevas tecnologías de Conectividad y Transporte de Datos aparezcan como puntales quizás medulares no solo para un necesario crecimiento productivo y económico de una nación, sino también como vehículo inmejorable de una necesaria optimización de los recursos productivos que supimos conseguir, enfocados a nichos agrícolas-ganaderos de nuestro país y e la región.

Muchos países no tienen o no tuvieron la visión de poder desarrollar una infraestructura de comunicaciones y de transporte de datos poderosa, flexible, federal, brindando disponibilidad inmediata en toda la región de la América del Sur, ayudando a minimizar o solucionando problemas que no quisiéramos tener, desarraigo rural, salud, educación, seguridad, conectividad, entre los más críticos, siendo ellos, hoy necesidades insatisfechas.

Afortunadamente nosotros SÍ disponemos de dicha plataforma, ARSAT – Empresa Argentina de Soluciones Satelitales S.A. Sus productos y servicios se destacan por su calidad y aún más sus colaboradores, embebidos de convencimiento en dar lo mejor de sí.

Hoy los usuarios felizmente tenemos con la llegada de nuevos jugadores o prestadores, opciones de servicios satelitales, y seguirán llegando. Bienvenida la competencia pero, sobre este postulado, es de enorme importancia resaltar el por qué elegir los servicios unificados de Conectividad en plataformas V-SAT o el reciente lanzamiento de la solución IoT-GEO, ambos pensados para entornos críticos de trabajo en conjunto con socios de negocios, en este caso Networks-Innovations.Com.

Desde la incomparable fortaleza, robustez, calidad de los equipamientos que se instalan en el campo, aptos para soportar todos los climas que tiene nuestro país, la inmejorable plataforma de servicios de soporte y post-venta, que no se encuentra ni a 7.000 ni a 12.300 Km, al disponer de un telepuerto que lo tenemos en la Provincia de Buenos Aires, en Benavidez, esta facilidad nos permite a los socios de negocios ser de enorme importancia en los servicios brindados a los clientes finales. Es invalorable en tiempos de Bots de atención o contestadores automatizados, al requerir algún tipo de soporte, ser atendidos por un ser humano.

Desde la llegada de conceptos como Agricultura y Ganadería 4.0, Servicios Cloud, Internet de las Cosas – IoT, Inteligencia Artificial, Redes Neuronales, Telemetrías sobre puntos fijos y móviles, Transformación Digital del Campo, entre otros, nos lleva a preguntarnos:

¿Cómo se planifican las infraestructuras de forma sustentable?

¿Cómo convergen y se apalancan las obras en el desarrollo tecnológico?

¿Cuáles son los planes para que la conectividad empuje el desarrollo económico del país y la región?

¿Cuáles serán los usos en el mediano plazo?

La innovación satelital como alternativa para zonas aisladas nosotros ya la hicimos y la continuamos haciendo.

El uso intensivo de aplicaciones demanda más recursos de data centers y más capacidad de cómputo. ¿Cómo será la demanda futura de estos recursos?

Fortalecer la estrategia nacional de Ciberseguridad focalizando en la definición de infraestructuras críticas y la formación de recursos humanos, nivel de trabajo en áreas de capacitación, en síntesis, ¿alguna plataforma extranjera puede ofrecernos respuestas a los requerimientos comentados?

En nuestro país la tenemos.

Entendemos que siempre será mejor y seguro un manejo de los recursos para maximizar la sustentabilidad mediante el uso de la inteligencia artificial, el IoT y el Big Data de forma local todos apoyados en conectividad local.

Incrementar y securizar aplicaciones que permitan a las zonas productivas de nuestro país aumentar sus niveles de digitalización en uno de los principales sectores de generación de divisas, el campo.

Desde nuestra posición, de socios de negocios, entendemos y valoramos poder disponer de una infraestructura de tal magnitud en calidad humana y técnica para poder llevar soluciones requeridas desde hace un tiempo; Tecnología, Conectividad, Transporte de Datos, Recolección de los mismos en campo, optimizar procesos productivos, estos son nuestros objetivos; solos no podemos, es necesario generar alianzas nacionales para poder hacer que nuestro país y sus habitantes dispongan de los recursos necesarios para un crecimiento que los tiempos actuales exigen.

 

* CEO – Networks-Innovations.Com, https://ar-networks.wixsite.com/networks-innovations.  

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CAMPO Y CIUDAD

Iris Speroni*

Egresan de las instituciones con amplios conocimientos no sólo con los cuales ganarse el pan el resto de sus vidas sino para alimentar a sus semejantes.

 

Actualmente existe una gran distancia cultural y emocional entre la población de la ciudad y la del campo.

La misma no es inocente. El poder político promueve el menosprecio y la calumnia popular hacia el sector productivo agropecuario.

¿Cuál sería el fin? Darle un manto de nobleza y reivindicación al saqueo y exterminio. Saqueo: Diferentes sectores económicos y políticos del país se quedan con el fruto del trabajo del productor agropecuario (desde un humilde yerbatero misionero a un propietario de varias hectáreas en zona núcleo). Exterminio: desaparecieron 100.000 familias agropecuarias en los últimos 15 años (de 350 a 250 mil).

El expolio cuenta con un manto legal (impuestos) y regulatorio (diferencial de cambio por circulares del BCRA) para su instrumentación y un paraguas cultural y emocional para su justificación.

Existe toda una maquinaria integrada por universidades (academia), medios de comunicación y expresiones culturales (películas) cuyo fin es pintar a los productores agropecuarios como abusivos y oponerlos al trabajador urbano el cual debe comprar comida con su magro salario.

Es una bajada de línea vigente en el CBC y en facultades como Económicas, Sociales, Ciencias Políticas, etc. Luego permea por toda la sociedad a través de periodistas/propagandistas, docentes de escuelas secundarias y primarias y el resto del aparato cultural.

Su fin es justificar el despojo por parte de los beneficiarios del mismo: algunos pseudoindustriales, contratistas del Estado, el sector financiero, las actividades que no pagan impuestos o tienen groseras exenciones (minería, hidrocarburos y automotriz, nuestras vacas sagradas), la burocracia estatal jerárquica.

La martingala es: el estado se apropia de la producción agropecuaria y luego la reparte entre quienes son ―en los hechos― los dueños del Estado. Se trata de los sectores patronales ya listados más los funcionarios responsables operativos. En mucha menor medida y sólo para calmar las aguas, se reparte una mínima porción de dinero entre los desposeídos, al sólo efecto de que no cuelguen a esta nueva oligarquía y la maquinaria pueda seguir funcionando.

Luego de obtener este botín, las patronales desean reducir el salario al mínimo posible. En efecto, como sus ingresos no provienen de venderle bienes y servicios a la población, no necesitan que la población tenga poder adquisitivo para comprar los bienes y servicios que producen; así que cuanto más bajos sean los salarios, menores sus costos, mayor rédito patronal.

El problema de esta ecuación del Edén Patronal Prebendario es que si una persona gana U$D 200 por mes, no hay forma de que pueda alimentarse excepto con mendrugos.

Por eso las patronales urbanas requieren una maniobra complementaria: bajar artificialmente el precio de los alimentos, aún a riesgo de no cubrir los costos de producción (como ahora con los tambos).

Bajar artificialmente los alimentos, se logra con aprietes, regulaciones arbitrarias y presión cultural en los medios de comunicación. Ahí tenemos a infinidad de “economistas” Nac&Pop que pasean por TV y sostienen que hay que “desacoplar los precios de los alimentos del precio internacional”, gansada que escuché en la facultad cuando estudiaba (1983-1988). No se les ocurre algo brillante como “acoplemos los salarios argentinos a los salarios internacionales”.

Escuela Agrícola Salesiana.

Campo y Ciudad

El sector agropecuario ha tratado varias veces de cerrar esa brecha cultural y contrarrestar la evidente hostilidad.

A un productor agropecuario le resulta incomprensible el espontáneo destrato que recibe por parte de una enfermera que trabaja en una clínica en la Capital Federal o por un recolector de residuos de Chascomús. Le resulta imposible de digerir (él sólo produce y paga impuestos). Se siente ofendido y agraviado por las agresiones recibidas por parte de funcionarios públicos jerárquicos y por periodistas por igual (*); sentimiento que lo paraliza, al punto de no saber cómo reaccionar excepto para mendigar que le dejen de agredir y que le escuchen.

Eso no sucede ni sucederá.

Ha habido intentos de propaganda para unir campo y ciudad, los cuales han sido pocos y malogrados.

Estoy convencida de que el único programa serio para contrarrestar los abusos es el poder duro y puro: tener representantes en los cuerpos colegiados (concejos deliberantes, legislaturas provinciales y el Congreso Nacional). Armar bloques cada vez más morrudos hasta llegar a ser imprescindibles para aprobar ordenanzas o leyes provinciales y nacionales, en particular los presupuestos; elegir jueces, etc.

Así funcionan en Argentina distintos sectores como la minería, el petróleo, las farmacéuticas o en el caso del sindicalismo, los docentes. Es lo que les garantiza contar con fichas para negociar.

La lucha cultural

Actualmente existen cientos de escuelas agropecuarias en todo el país, algunas privadas y otras públicas. Es una educación integral donde se combinan conocimientos generales (lengua, matemática, geografía e historia) más las materias específicas. A los niños y adolescentes se los educa no sólo en el cuidado de animales y en el arte de la agricultura sino también en la elaboración de alimentos. Egresan de las instituciones con amplios conocimientos no sólo con los cuales ganarse el pan el resto de sus vidas sino para alimentar a sus semejantes.

Respecto a la educación agropecuaria, sólo queda ampliar la oferta, hasta que encuentre un techo de demanda. En este rubro hay gente que trabaja y lo hace muy bien. Esto ya está y está bien.

Mi propuesta es para otro sector de la sociedad: acercar a los argentinos que viven en las urbes con los que viven de la ruralidad; incorporar la educación agropecuaria a la educación primaria y secundaria general. Es para los niños que hoy van a colegios convencionales, no los que van a escuelas agropecuarias.

Proveer educación agropecuaria a todos los niños, con una frecuencia, al principio, de una vez por mes. Ir desde la ciudad a un campo y tener contacto con huertas y animales. 

Imaginen niños urbanos ―de cualquier clase social― lo que puede significar para ellos tener un corderito en brazos. Para los adolescentes, subirse a la maquinaria agrícola les hará sentir el Capitán Kirk.

La actividad implica darle de comer a gallinas y conejos, a vacas, cerdos y ovejas, acariciar un caballo. Cuidar la huerta. Desde lo teórico, que aprendan los ciclos de vida, las cantidades de alimento que hay que darle a cada uno y la composición del mismo. Más grandecitos, que ayuden a parir a una oveja, a esquilar, a vacunar. A nivel secundario, a hacer queso, dulce de leche, chacinados. Que aprendan de bromatología. Y que estudien biología (fotosíntesis, ciclo del agua, células, tejidos, etc., el Villé completo) con un marco práctico también.

Para quienes van a colegios industriales, que tengan un apartado en maquinaria agrícola, riego, generadores eléctricos autónomos y todas las instalaciones que necesita una explotación rural y la industria de alimentos para funcionar (pasteurización, cámaras de frío, molinos, secado) etc. Sería una parte más de la formación.

Para que esto se lleve a cabo son necesarias instalaciones ad-hoc. No se los puede llevar a los colegios agropecuarios ya existentes: sería muy disruptivo para los mismos. Pero sí preparar instalaciones rurales para que reciban niños en forma rotativa.

Piensen en niños que viven en un barrio carenciado de Moreno o Lanús o Lomas de Zamora o San Martín (provincia de Buenos Aires) o de Rosario o de la Capital Federal. O en niños de departamento del centro de Buenos Aires o de Córdoba capital. Sería abrirles una ventana a un mundo que desconocen.

La primera parte del programa debería seducir con la comida. Recibirlos a todos con un gran desayuno. Tostadas con pan, manteca y dulce de leche casero. Mate cocido con leche. Todas cosas que en algún momento obtendrán por sí mismos, cuando aprendan a ordeñar y preparar. Luego las actividades del día. Que sepan que a los animales hay que darles de comer los días de sol y también los de lluvia. El almuerzo debe ser empanadas, asados y frutas. Piensen que hay muchos niños que nunca o rara vez comieron asado. Luego actividades y antes de irse una muy buena merienda, pastelitos incluidos.

Importante: todos ―niños y docentes― deben irse con una cajita feliz: dulce de leche, alfajores, chacinados, queso. Los niños no lo olvidarán jamás, porque lo que uno conecta emocionalmente, no se olvida nunca. Y lo que entra por la comida, queda grabado en el cerebro. Que la madre sepa que si el niño tiene “día de campo” vuelve con medio kilo de dulce de leche, el cual se compartirá en familia. Ídem docentes.

Implica una gran inversión. En instalaciones para animales y huerta, más baños, comedor, cocina para la comodidad de niños y docentes. Y gastos: alquiler del predio, luz, sueldos, compra de animales, forraje, etc. Además del transporte, ya que a los chicos hay que trasladarlos.

Con el tiempo, habrá que incluirlos en actividades culturales, como fiestas tradicionales y jineteadas. Para que sea no sólo una enseñanza práctica sino también de la tradición.

Plan B

Supongamos que ningún departamento educativo provincial accede por las razones que todos conocemos.

Propongo que se empiece, primero con pruebas piloto y luego con mayor volumen, con las escuelas parroquiales que se avengan. Financiado por el sector agroindustrial (transporte, docentes específicos, contratar seguros para los niños y para el personal, luz, alquiler del predio, compra de animales y forraje y herramientas). Se puede usar predios de sociedades rurales o cooperativas que los tengan ociosos o subutilizados y adaptar las instalaciones.

Es una idea. ¿Habrá mejores? Probablemente. Pero de alguna manera hay que empezar a contrarrestar la gigantesca propaganda anti-campo, la cual se produce no sólo en Argentina sino en Occidente, si bien en exterior es por diferentes razones.

En algún momento habrá que empezar a defender nuestras tradiciones y la integridad de nuestra nación.

Notas

(*) O por parte de militantes del autopercibido sector nacional y popular.

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Artículo publicado el 04/11/2023 en Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2023/11/campo-y-ciudad.html