Iris Speroni*
Tenían una opción: robar un poco menos.
No quisieron escuchar.
En diciembre de 2019 sostuve que «Hoy la República Argentina es inestable no por los que pierden, sino, paradójicamente, por quienes ganan». Me refería y refiero a los desequilibrios macroeconómicos [1] y físicos [2]. Desorden. Caos. Ausencia de paz interior. Lo cual se traduce en freno al crecimiento, caída del nivel de vida, desesperanza y tristeza.
Quienes gobiernan medran con el caos. Las clases gobernantes se benefician con la inflación; de comprar dólares a mitad de precio [3], un negocio de decenas de miles de millones de dólares por año; cobrar intereses del BCRA por 150 millones de dólares por día; lograr condonaciones de impuestos impagos (concesionarias de servicios); obtener concesiones de terrenos y servicios públicos con cánones irrisorios; comprar tierras públicas a precios viles; facturar al Estado el doble y triple de lo que valen las cosas; endeudar al país una y otra vez.
La clase dirigente argentina, a diferencia de otras en otras partes del mundo, no tiene límite. Son adictos terminales. No saben cómo parar.
Por eso la economía y la sociedad están desquiciadas. No existe equilibrio alguno. El poco que hay es gracias a la plebe y no a los gobernantes, en contra de toda teoría política posible.
En marzo de este año volví al tema. Nos veíamos en marzo de 2023 sin divisas para enfrentar obligaciones cuando el año 2022 fue el mejor de toda nuestra historia en volumen de exportaciones, U$D 88.446 millones.
¿Cómo podía ser que tuviéramos problemas en el mercado de cambio luego de que entrara tanta plata? ¿Por qué estábamos viviendo inflación y corridas cambiarias luego de nuestro año más próspero? ¿Por qué había argentinos que no comían cuatro comidas diarias si lo lógico era que tuviéramos un veranito de abundancia?
Los gobernantes dieron excusas, todas externas. Lo cierto es que Paraguay, Brasil y Uruguay, con el mismo contexto, tuvieron crecimiento de reservas, inflación baja y crecimiento del PBI y de los salarios reales.
La respuesta es fácil: porque no pueden parar de robar.
Toda la política monetaria y cambiaria es responsabilidad del Congreso de la Nación. Todos los miembros, en el Senado y en Diputados, se hacen olímpicamente los idiotas y el tema no lo tocan. Hablan de bueyes perdidos y del día del orgullo gay, jamás de que un trabajador pueda comprar este mes lo mismo que el mes pasado.
Como tampoco se ocupan de separar un poquito del dinero de lo que roban para reinvertirlo en lo que les da leche. No mantienen los caminos rurales, no arreglan el FFCC, el interior tiene mala potencia eléctrica (cuando las represas hidroeléctricas y Atucha están en el interior), no limpian los canales, no hacen riego. No brindan salud a la gente que vive en el campo. En resumen, no cuidan ni a la gallina de los huevos de oro.
Todo andaba bárbaro para los ladrones hasta el momento en que le preguntaron a la gente.
La impunidad hace esas cosas. Se vuelven descuidados.
Los ciudadanos tenemos pocas herramientas. Si los salimos a cazar para matarlos, vamos presos, porque la policía y los fiscales y los jueces los manejan nuestros enemigos, los gobernantes.
Así que la única herramienta es el voto.
Y vaya si se usó.
El 99,6% de las exportaciones de bienes proviene del interior del país. Sobre las mismas el BCRA cobra un peaje del 50%. Repito: en 2022 el BCRA le robó a todo el interior U$D 44.223 millones. Dinero que el BCRA luego les regaló a los amigos con los mecanismos descriptos. ¿Es de extrañarnos entonces que el mapa se haya pintado de violeta el domingo pasado? ¿Qué lugares como Chubut, La Rioja o Misiones votaran que no les birlaran el 50% de su trabajo?
Todos los que en estos años no abrieron la boca sobre la emisión del BCRA, las tasas de LELIQs de tres dígitos, el desdoblamiento cambiario o que un camionero tenga que pagar IIGG pero un magistrado no, hoy, tienen fruncidos hasta los poros.
Tenían una opción: robar un poco menos.
No quisieron escuchar.
No sé quiénes entrarán al balotaje (suponiendo que ninguno gane en primera vuelta, lo que a este ritmo puede pasar).
Pero que la ciudadanía rechazara a “Baldosita” Larreta y a un saltimbanqui como Lousteau, es una alegría que me durará mucho tiempo.
Ahora somos nosotros los que le tenemos que decir a toda esta gente, que no son solamente los que vemos en la tele, sino todos aquellos a los que les financian las carreras políticas: Ocaña, Yedlin, Larreta, Massa, De Mendiguren, Kulfas, Dante Sica, Vizzotti, Ginés, Lousteau, Recalde, Donda, Prat Gay, Redrado, Heller, Garré y tantos otros, que ellos y sus patrones robaron por demás.
Que estamos cansados de pagar una fiesta a la que nunca estamos invitados, mientras ellos se atienden en el Otamendi y se van de vacaciones a Europa o Miami y andan por todos lados con chofer y custodia.
No creo que ni aún luego de este domingo donde no les entra un alfiler, hayan entendido que tienen que robar un poco menos.
Muchos analizaron las elecciones. No seré yo la que descubra algo nuevo. Excepto que es el único que habla de los problemas que le quitan el sueño a las personas de a pie: que la plata no alcanza, que la inflación es un robo de los ricos a los pobres (y no hablo del almacenero), que la escuela pública es una risa, cuando los maestros no van y si van enseñan la Pacha Mama, que hablar de universidad gratuita cuando el 50% no termina el secundario (es decir, no puede llegar a la vereda de la facultad) es una tomadura de pelo, o que sos pobre, hacés el esfuerzo de recibirte en la facultad y te matan en la puerta de tu casa para robarte un auto modelo 2017.
Los únicos que hablaron de lo que le preocupa a la población, ya sea en economía, seguridad o los servicios que el Estado debe brindar y no brinda [4], fue la dupla M-V.
A uno puede gustarle o no lo que proponen, pero el resto de los candidatos esos temas no los menciona.
Hay un solo tema que ninguno, incluidos M-V, toca y en algún momento lo vamos a tener que tratar abiertamente: el tratado de Versalles que sufrimos y nos sofoca.
No podemos ahorrar, porque todo el dinero se va con la deuda que nos inventaron.
No podemos industrializarnos, porque nos impusieron que la industria se mudara a Brasil.
Padecemos un embargo de armas, por lo que no podemos tener pertrechadas a nuestras FFAA.
No podemos desarrollar los FFCC ni una flota propia, porque la contraparte del tratado no quiere que se puedan movilizar ni tropas ni abarrotes.
Ni siquiera pudimos construir un FFCC hasta Vaca Muerta.
Nos dejaron hacer el gasoducto sólo cuando requirieron el gas desde Europa. Caso contrario lo dejaban morir.
Nos mandan las ONGs piratas para boicotear todo desarrollo económico, como la explotación off-shore.
Bueno, en algún momento, lo tenemos que hablar.
Nuevamente, Argentina enfrenta un ciclo económico internacional largo y propicio, con buenos precios internacionales que están para quedarse.
Si hacemos las cosas bien (tipo de cambio libre, aranceles aduaneros flat y bajos, simplificar y bajar impuestos) vamos a exportar U$D 300.000 millones por año y la más beneficiada será la industria ―nadie se perjudica más por el cambio atrasado que la industria―. Implicará pleno empleo, altos salarios e inversiones.
Hay que implantar riego en los ⅔ del país que es árido (ver el plan del Ing. Aníbal Colombo).
Levantar los estándares de educación y formar más ingenieros, enfermeros, odontólogos.
Volver a educar en oficios: herreros, albañiles, colocadores de tejas, mecánicos, plomeros, gasistas, soldadores, costureros, talabarteros, carpinteros, ebanistas, calderistas. Reconstruir los colegios perito mercantil y normal (maestros). Cinco años y a la cancha.
Que todo el mundo se pueda comprar un terrenito y hacerse una casa.
Vivir en todo el país y no todos amontonados para viajar una hora y media para llegar al trabajo.
En resumen, podemos ser felices. Está al alcance de la mano.
Pero como dije en APRIETAN Y AHORCAN a principios de este año:
«Necesitamos orden, paz, unión, estabilidad para crecer, prosperar, capacitarnos, invertir, crear, cuidar a nuestras familias».
Mientras que quienes provocan el caos permanente estén al frente de la Nación, nada bueno lograremos.
Hay que echarlos».
Estamos en eso. No hay que poner marcha atrás.
Excepto para pisarlos, claro.
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Notas
[1] Inflación, balanza de pagos, deuda, cuentas fiscales, crédito, tasa de interés.
[2] Huelgas, cortes de calles, falta de insumos y suministros, cortes de luz, inundación por falta de mantenimiento en la canalización, delincuencia común desbocada, falta de vacantes y de mantenimiento en las cárceles, demora en la justicia y largos etcéteras.
[3] El negocio de los amigos del gobierno es: 3.1. comprar dólares a mitad de precio en sí para importar, ejemplo: en 2022 compraron varios aviones privados, la mitad la pusieron ellos, la mitad la puso algún gringo que hace algodón en el Chaco o los que hacen maní en Córdoba; 3.2. girar dividendos con dólares comprados a mitad de precio; 3.3. dibujar créditos (back-to-back) para comprar dólares a mitad de precio y girarlos al exterior, a lo que denominan “cancelar créditos externos privados”; 3.4. importar maquinaria con falsos precios siderales cuando en realidad es maquinaria totalmente amortizada y el único costo es la desinstalación, el traslado y la instalación, seguro lo vieron a Massa inaugurando plantas industriales que supuestamente salieron cientos de millones de dólares, bueno, la mitad de lo que dicen que costó lo pusimos nosotros; 3.5. la sobrefacturación de importaciones en general; 3.6. pago de supuestos servicios ―o servicios verdaderos― como intereses, honorarios, seguros o flete, todo con dólares que compran a mitad de precio.
[4] Los políticos no se dieron cuenta que los trámites de los abuelos los hacen los nietos por internet. Los chicos saben todo. Saben del maltrato de los burócratas de PAMI, ANSES, etc. a sus padres y abuelos. Saben que el ANSES tarda dos meses en dar un turno. Que conseguir un turno de PAMI es para el próximo solsticio, y así todo. Los chicos saben todo. Por otro lado, ―en el interior es más pronunciado―, uno ve que en los pueblos la oligarquía son los empleados de PAMI, ANSES, BAPRO, Banco Nación, AFIP, Aduana, que ganan 5 veces lo que el resto y encima maltratan a los que tienen que atender. De seguridad ya hablé el domingo pasado.
Artículo publicado el 19/08/2023 en Restaurar, https://restaurarg.blogspot.com/2023/08/sin-marcha-atras.html.
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