Inminente funeral de Unasur

EDITORIAL DE EL DEBER (SANTA CRUZ DE LA SIERRA, BOLIVIA)

“Ecuador está comprometido con la integración regional, pero con una integración que funcione”, expresó textualmente el presidente ecuatoriano Lenin Moreno, al informar oficialmente que su país abandonaba definitivamente la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur). A todo esto, los mandatarios de Argentina, Ecuador, Paraguay, Brasil y Colombia, asistirán a una reunión cumbre que tendrá lugar en Santiago de Chile en los próximos días y ha sido convocada por el jefe de estado de ese país, Sebastián Piñera. Lo más probable es que también asista Moreno. La idea madre para el cónclave es gestar un nuevo organismo en reemplazo de la ya agonizante Unasur, ente cuya muerte institucional es cuestión de días, pese a que el gobierno boliviano insiste en la necesidad de que “subsista” y pide la búsqueda de “consensos” para que el organismo no desaparezca. El único consenso parece ser el entierro definitivo de esta fallida organización. Es más, ya se habla de la posibilidad de tener un nuevo cuerpo integrativo llamado Prosur. Habrá que esperar la conclusión del evento de Chile para emitir juicios al respecto.

Un tremendo edificio construido en Ecuador para albergar la sede de Unasur será destinado a otros fines. Al respecto, cabe preguntarse —aquí en nuestro país— qué hará la administración de Evo Morales con el conjunto de lujosas instalaciones —también para Unasur— construidas en Cochabamba y en las que se gastaron casi 60 millones de dólares del erario público.

La Unasur abarcó a doce países sudamericanos pero a partir de 2019 la mayoría se ha retirado. El Tratado Constitutivo de Unasur se firmó el 23 de mayo de 2008 en Brasilia. El exceso de politización fue el golpe de gracia de este organismo; por nacer bajo premisas ideológicas no tenía buen destino ni mucho futuro. Es un hecho que la integración funciona cuando los intereses son comunes y a la par de establecer mecanismos de unión se generan en paralelo aspectos económicos y comerciales de común beneficio. Organizaciones demasiado sesgadas en lo ideológico terminan como Unasur: en una lenta agonía hasta morir definitivamente. El Gobierno de Bolivia ya no debería insistir más ni pedir consensos inexistentes. Tendrá que asimilar la realidad y ver cómo y de qué manera se acopla a los nuevos ímpetus integracionistas o decide quedarse aislado, lo cual no es conveniente para el interés nacional. Es de esperar que, en la actual coyuntura, la mirada del Gobierno nacional sea estratégica y que no esté enfocada únicamente en quedarse en el poder a como dé lugar.

Tomado de la web de El Deber https://www.eldeber.com.bo/opinion/Inminente-funeral-de-Unasur-20190317-9496.html

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