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CORONAVIRUS EN CIFRAS

Eduardo Fogliato*

Imagen de Gordon Johnson en Pixabay 
Introducción

El coronavirus es una gran familia de virus conocidos por causar enfermedades leves y graves. Un nuevo coronavirus se identificó en 2019 en Wuhan, China. Este es un nuevo coronavirus definido comoSARS-CoV-2 el cual causa la enfermedad COVID-19[1].

Desde finales de 2019 todo el mundo se encuentra sometido a este virus de características particulares, ya sea por su diseño[2][3][4] o, por su evolución a partir de uno existente[5].

A la fecha se conocen presentaciones que muestran un comportamiento de esta pandemia sensiblemente distinto a lo esperado[6][7][8] en aquella población enferma o enferma y fallecida luego de la vacunación. Estos estudios, a diferencia del control general de infectados, fallecidos, recuperados y vacunados, son muy específicos en sus detalles. Un claro ejemplo es el estudio de miocarditis y pericarditis posteriores a la inoculación.

A medida que se dispone de más información, es cada vez más evidente que el COVID-19 no es solo una aflicción pulmonar, sino una enfermedad multiorgánica. Curiosamente, muchos síntomas, así como la patogenia subyacente en esta lesión multiorgánica causada por el SARS-CoV-2, son similares a la lesión multiorgánica causada por la exposición aguda a la radiación ionizante[9].

Con estos antecedentes nos preguntamos, ¿Qué es el COVID 19? Si es un virus, ¿por qué no lo han aislado? Si no es un virus, ¿por qué la vacuna?

Por lo mencionado, resulta necesario elaborar modelos que busquen representar su estructura dinámica condicionada por un entorno generado por la inoculación de sustancias que pueden propiciar un ambiente favorable o adverso[10]. En este mismo sentido, el contenido de los inóculos también está cuestionado[11], generando dudas acerca de la calidad del tratamiento.

En el caso argentino concretamente, en la semana 50 podemos comprobar que el número de infectados no vacunados es sensiblemente menor al de los vacunados en su conjunto:

Gráfico 1: Distribución porcentual de variantes en casos estudiados según número de dosis de vacuna y tiempo transcurrido desde la aplicación para el total país SE47-50[12].

Esto motiva la investigación del comportamiento del COVID 19 desde un punto de vista amplio. A partir de este, se lo estudiará en un marco referencial del que se puedan obtener conclusiones valederas y elaborar una serie de preguntas cuyas respuestas son muy necesarias. Es conveniente mostrar parte de las normas internacionales y nacionales a la que estamos expuestos junto con el COVID 19.

Marco normativo

¿Por qué es importante?

Por Ley 27491[13] publicada el 4 de enero de 2019 se habilita a llevar adelante el control de enfermedades mediante la imposición compulsiva de vacunas por la autoridad de aplicación.

Además, al haber modificado la definición de algunos conceptos puede ocurrir que el público en general crea que se tomen medidas correctas si se piensa en el significado original. Principalmente distinguimos:

  1. Vacuna: cambios en la definición de vacuna en la web de Merriam-Webster en donde se definía como una sustancia que brinda inmunidad a una enfermedad específica. Ahora, Merriam-Webster cambió la definición de vacuna eliminando la palabra inmunidad[14]. Es decir Merriam-Webster revisó su definición de «vacuna» para reemplazar «inmunidad» por «respuesta inmunitaria». El cambio también aborda la nueva tecnología de vacunas de ARNm a la luz de la pandemia de COVID-19.
  2. Pandemia: la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó en 2009 las nuevas directrices sobre gestión de pandemias de gripe. A partir de ese momento no hay criterios que cumplir, sino que, basándose en las evaluaciones de cada país, la OMS decidirá si convoca a un comité de expertos de emergencia que, a su vez, valorará la información (índices y rapidez de transmisión, severidad clínica e impacto del brote en el sistema de salud local), calculará los riesgos y estimará la necesidad de declarar o no una pandemia Destacamos que desde la nueva definición, se aplica lo siguiente: «Una pandemia es la propagación mundial de una nueva enfermedad». No corresponde la distinción si se trata de un nuevo tipo de resfriado o una enfermedad que condiciona a gran parte de la humanidad.
  3. Inmunidad colectiva (cambios en la definición de inmunidad colectiva de COVID-19 en la web de la OMS):

En la versión previa[15], al 12 de noviembre de 2020, la OMS definía la inmunidad de rebaño como «la protección indirecta contra una enfermedad infecciosa que ocurre cuando una población es inmune, ya sea por vacunación o por una inmunidad desarrollada por una infección previa». Esto significa que incluso las personas que no han sido infectadas, o en las que una infección no ha desencadenado una respuesta inmunológica, están protegidas porque las personas inmunes a su alrededor pueden actuar como amortiguadores entre ellas y una persona infectada. El umbral para establecer la inmunidad de manada para el COVID-19 aún no está claro.

A partir del 13 de noviembre del año de referencia, se modifica[16]. En esta nueva versión se trata de un concepto utilizado en el ámbito de la vacunación e implica que se puede proteger a una población contra determinado virus si se alcanza un umbral de vacunación. «La inmunidad colectiva se alcanza protegiendo a las personas contra el virus, no exponiéndolas al virus».

Esta inmunidad colectiva «se consigue cuando un alto porcentaje de la población está vacunada, lo que dificulta la propagación de enfermedades infecciosas, dado que no hay muchas personas que se puedan contagiar».

Por la Ley 26.529[17], los «Derechos del Paciente en su Relación con los Profesionales e Instituciones de la Salud», promulgada de hecho el 19 de noviembre de 2009, se legisla muy claramente la información sanitaria que se está obligado a brindar. También el del consentimiento informado de cada persona en particular en virtud del estado de salud individual.

Con respecto al COVID 19, no se conoce la formulación de recetas para la vacunación de la población que la soporte. Tampoco se distribuyó el consentimiento informado previsto por ley.

Además, la Nación Argentina ha manifestado oportunamente su adhesión a la letra y espíritu de las Declaraciones de Nüremberg (1948) y de las Asambleas Médicas Mundiales de Helsinki (1964), Tokio (1975), Venecia (1983) y Hong Kong (1989) y adjudica máxima prioridad al respeto de los Derechos Humanos en general, conforme se desprende del artículo 75, inc. 22 de la Constitución Nacional, y en particular al respecto a los pacientes y voluntarios sujetos a experimentación clínica[18].

La autoridad sanitaria Argentina ¿analiza de manera aleatoria los viales de diferentes lotes para comprobar su contenido? Si los analiza ¿Por qué no lo muestra para compararlos con realizados por terceros? ¿Por qué los estudios realizados por terceros muestran contenidos distintos a lo referido en el prospecto y hasta peligrosos?

¿Es comparable el COVID 19 con otras enfermedades?

Inicialmente analizaremos un país alejado de Argentina para poder realizar un estudio objetivo, basado en datos serios puestos a disposición por la autoridad sanitaria correspondiente; en este caso Noruega. Sus habitantes tienen un muy buen indicador del nivel de vida. Su índice de desarrollo humano o IDH, muestra que los noruegos son los que mejor calidad de vida tienen del mundo. Además, en cuanto al Índice de Percepción de la Corrupción del sector público, se encuentra entre los países con menos corrupción del mundo; por lo tanto, Noruega es un buen punto de referencia.

Si miramos la evolución de la tasa de mortalidad en Noruega en los últimos años, vemos que ha caído respecto a 2019 en el que fue del 7,6%, lo mismo ocurre con respecto a 2010, cuando en estaba en el 8,5%. La tasa de mortalidad en 2020, es decir el primer año de la llamada pandemia, en Noruega ha caído respecto a 2019, hasta situarse en el 7,5%, es decir; 7,5 muertes por cada mil habitantes.

Gráfico 2: Cantidad de fallecidos por todas las causas en Noruega[19].

En los bancos de estadísticas de los registros sanitarios de Noruega se encuentra información sobre el estado de salud de la población en diferentes ámbitos. Seleccionamos algunos para compararlos con el COVID 19.

Gráfico 3: Comparación de fallecidos por COVID 19 con otras enfermedades en Noruega[20].


Como se muestra en el Gráfico 3, a fines del año 2020 fallecieron 500 personas por COVID 19. Al comparar este número con el de otras afecciones podemos apreciar el peso que tiene en el conjunto de las causas de muertes en ese país. Si además lo comparamos con las casi las 3.000 muertes ocurridas hasta ahora continúa siendo un valor bajo.

¿Cómo se manifiesta la nueva definición de vacuna?

 Evaluación de la población no vacunada frente a los casos de COVID 19

Nos interesa analizar el caso de Noruega porque también nos permite comprobar de manera explícita cómo se aplica la nueva definición de vacuna, la que actualmente no asegura la inmunidad de la enfermedad en la población inoculada. El Gráfico 4 muestra el momento donde el total de casos diario supera la totalidad de población no vacunada.

Gráfico 4: Total de casos Vs Población no vacunada – Noruega. Elaboración propia[21].

Queda en evidencia en términos de porcentajes la existencia de casos dentro del universo de la población vacunada al menos a partir del 21 de febrero de 2022. Comprobamos que la llamada vacuna definitivamente no produce inmunidad sino que busca solamente mejorarla.

Por esta razón nos interesa conocer cuál es la evolución de la población vacunada y enferma. Esto sustenta la necesidad de recurrir a plataformas de datos complementarias.

Por ello recurrimos a la información acerca de los fallecidos diagnosticados por COVID-19 disponible en la plataforma de datos abiertos de la República de Perú durante el período 2021 – 2022. Esta plataforma tiene la gran ventaja de contar con los datos del fallecido y su relación con las dosis inoculadas, las que son congruentes con los datos de la OMS. De esta manera podemos realizar un análisis sobre el avance de las personas infectadas sobre las inoculadas aunque el total de infectados no supere la población no vacunada.

Gráfico 5: Total de casos vs. Población no vacunada – Perú. Elaboración propia[22].

En el Gráfico 6 podemos acreditar la existencia de fallecidos tanto en personas inoculadas como no inoculadas, cuáles son sus pesos y la distribución por sexo desde el inicio de la enfermedad hasta finales de abril del año 2022[23]. El total infectados no vacunados es de 100.822 mientras que 15.940 son vacunados es decir el 15.81%.

Gráfico 6: República de Perú fallecidos COVID-19 por sexo (2021 – 2022). Elaboración propia.

Seguidamente, analizamos la información tomada de la misma fuente anterior pero utilizando solamente los datos disponibles del año 2022. Podemos comprobar un desplazamiento de los datos que expone la nueva situación donde la cantidad de fallecidos no vacunados es muy inferior a los vacunados en su conjunto. Al distinguir los 2.528 no vacunados frente a 7.104 vacunados acreditamos que ahora la relación es de 74% con una prevalencia a los que tienen dos dosis.

Gráfico 7: República de Perú fallecidos COVID-19 (2022). Elaboración propia.

En los siguientes gráficos podemos se acentúa el peso de los infectados hacia los que tienen la última vacuna colocada.

Gráfico 8: República de Perú fallecidos COVID-19 (2022 – marzo/abril y abril). Elaboración propia.
¿A partir de qué valor de eficiencia es aceptable la vacunación?

Es conveniente detenerse un momento para analizar qué ocurre con la inoculación en las diferentes personas según su estado de vacunación y la relación con fallecimientos producidos relacionados con el COVID-19.

Tabla1: Relación entre la población de Perú y los fallecidos según estado de vacunación. Elaboración propia.
Gráfico 9: República de Perú vacunados según dosis recibidas. Elaboración propia.

Si combinamos los datos de ambas tablas citadas en referencia al análisis de muerto por COVID 19 en Perú, podemos inferir de manera aproximada que casi el 13% de población no vacunada se corresponde con casi el 15% del total de muertos. En este mismo sentido casi el 85% de las muertes se corresponde con el 87% de inoculados. Podemos resumir que en un total de 561 fallecidos solamente el 2% fue favorecido, es decir que las diferencias entre fallecidos vacunados de los no vacunados es poco apreciable. Asimismo, este trabajo no aborda el tema de los efectos secundarios[24] siendo esto esencial para justificar la aceptabilidad de la inoculación impuesta a nivel global.

Con un porcentaje de efectividad del 0.2% sobre los fallecidos y sin conocer los efectos colaterales, en lo formal la definición actual de vacuna cumple con la consigna de mejora de la inmunidad, pero: ¿Es un resultado aceptable?; ¿Quién/es/son el/los responsable/s de adoptar la citada aceptabilidad ahora y en el futuro?

¿Cuán efectiva es la vacunación en la disminución de fallecidos?

Evaluación de la reducción de casos de COVID 19 y su relación con la inoculación

Otro aspecto importante es evaluar la cantidad de infectados y su relación con las vacunas. De acuerdo con la evaluación de los datos de Noruega podemos comprender que los Gráficos 10 y 11 muestran una significativa reducción del porcentaje de fallecidos previo al inicio de la vacunación.

Gráfico 10: Noruega, porcentaje de fallecidos de la población infectada. Elaboración propia[25].
Gráfico 11: Noruega, personas vacunadas. Elaboración propia.

Esta situación se replica en la mayoría de los países.

A continuación podemos comprobar que a pesar de bajar la relación de fallecimientos frente a los infectados la cantidad de casos y por consiguiente nuevas muertes se incrementaron en el periodo de tiempo donde prevalece el número de vacunados.

Gráfico 12: Noruega, personas fallecidas por día.
Gráfico 13: Noruega, personas infectadas por día.

Según los Gráficos 12 y 13 aunque la tasa entre fallecidos e inmunizados disminuyeron la cantidad de personas fallecidas se ha incrementado. Ante la evidencia de una disminución importante de la relación de muertos versus infectados antes de la distribución de vacunas, ¿por qué se avanzó con una vacuna experimental?

Debido a la gran cantidad de aristas que muestra la problemática de referencia es conveniente detenernos en este análisis parcial y expresar las siguientes conclusiones.

Conclusiones

La enfermedad del COVID 19 está verdaderamente en nuestro entorno sin importar cuál fue su origen o si es orgánico o no. Este desconocimiento produce una gran incertidumbre acerca de la confiabilidad de su diagnóstico, tratamiento y cuál será futura evolución.

Además, la falta de conocimiento del estado de aquellas personas que participaron en los ensayos de las llamadas vacunas al inicio de la campaña, le quita al relato un punto de apoyo importante.

En este análisis se ha puesto de manifiesto cómo la antigua definición de vacuna no se aplica al COVID 19. También las estrategias del tratamiento de una pandemia se han modificado como consecuencia del cambio de esa definición junto con el concepto de inmunidad de rebaño.

Es importante conocer cuáles son los sustentos de las decisiones que adopta la autoridad de aplicación ya que la bibliografía disponible muestra conceptos muy divergentes lo cual motiva grandes dudas acerca de la aceptabilidad del curso de acción que toma.

 

* Licenciado y Magister en Planeamiento y Conducción de Sistemas Aéreos y Aeroespaciales. Especialización en Derecho Internacional de los Conflictos Armados y Derecho Internacional Humanitario (Instituto Nacional de Derecho Aeronáutico y Espacial). Defense Resources Management (Defense Resources Management Course, Naval Posgraduate School, Monterrey, CA., Department of Defense, USA). Aviador Militar (piloto de combate, piloto de ensayo de armamento).

 

Referencias

[1] “Coronavirus disease (COVID-19)”. World Health Organization, 13/05/2021, https://www.who.int/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/question-and-answers-hub/q-a-detail/coronavirus-disease-covid-19

[2] Michaela Wiegel. “Warum Frankreich ein Virenlabor nach Wuhan lieferte”. Frankfurter Allgemeine, 28/04/2020, https://www.faz.net/aktuell/politik/ausland/warum-die-franzosen-ein-virenlabor-nach-wuhan-lieferten-16746007.html

[3] Limeng Yan. “Unusual Features of the SARS-CoV-2 Genome Suggesting Sophisticated Laboratory Modification Rather Than Natural Evolution and Delineation of Its Probable Synthetic Route”. Preprint September 2020. DOI: 10.5281/zenodo.4028829

[4] Steven Quay. “New Study By Dr. Steven Quay Concludes that SARS-CoV-2 Came from a Laboratory”. PR Newswire, 29/01/2021, https://www.prnewswire.com/news-releases/new-study-by-dr-steven-quay-concludes-that-sars-cov-2-came-from-a-laboratory-301217952.html

[5] El País, 17/03/2003, https://elpais.com/hemeroteca/elpais/portadas/2003/04/17/

[6] “VAERS COVID Vaccine Adverse Event Reports”. OpenVAERS, https://openvaers.com/covid-data

[7] Norwegian Medicines Agency. “Reported suspected adverse reactions to COVID19 vaccines as of 05.10.2021”.

[8] Norwegian Medicines Agency. “Reported suspected adverse reactions to COVID-19 vaccines as of 15.03.2022”.

[9] Carmen I. Rios,1 David R. Cassatt, Brynn A. Hollingsworth, Merriline M. Satyamitra, Yeabsera S. Tadesse, Lanyn P. Taliaferro, Thomas A. Winters and Andrea L. DiCarlo. “Commonalities Between COVID-19 and Radiation Injury”. Radiation and Nuclear Countermeasures Program (RNCP), Division of Allergy, Immunology and Transplantation (DAIT), National Institute of Allergy and Infectious Diseases (NIAID), National Institutes of Health (NIH), Rockville, Maryland

[10] John P. A. Ioannidis. “Pandemic Global perspective of COVID-19 epidemiology for a full-cycle pandemic”. The National Center for Biotechnology Information, https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7646031/

[11] Pablo Campra. “Detección de grafeno en vacunas COVID19 por espectroscopía Micro-RAMAN”. Universidad de Almería, España, 2 de noviembre de 2021, https://www.researchgate.net/publication/355684360_Deteccion_de_grafeno_en_vacunas_COVID19_por_espectroscopia_Micro-RAMAN

[12] “COVID-19. Situación de nuevas variantes SARS-CoV-2 en Argentina SE51/2021. Informe Técnico. Ministerio de Salud, diciembre de 2021, https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/2021/12/vigilancia-genomica-se-51.pdf

[13] Ley 27491, Control de enfermedades prevenibles por vacunación. Infoleg, http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/315000-319999/318455/norma.htm

[14] Sudiksha Kochi. “Fact check: Missing context in claim that Merriam-Webster changed ‘vaccine’ definition”. USA Today, 30/11/2021, https://www.usatoday.com/story/news/factcheck/2021/11/30/fact-check-merriam-webster-changed-vaccine-definition-accuracy/6354415001/

[15] “Coronavirus disease (COVID-19): Serology”. World Health Organization, 09/06/2020, https://web.archive.org/web/20201112125455/https://www.who.int/news-room/q-a-detail/coronavirus-disease-covid-19-serology

[16] “COVID-19: Serology, antibodies and immunity”. World Health Organization, 13/11/2020, https://web.archive.org/web/20201114155111/https://www.who.int/news-room/q-a-detail/coronavirus-disease-covid-19-serology

[17] Ley 26.529. Derechos del Paciente en su Relación con los Profesionales e Instituciones de la Salud. Infoleg, http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/160000-164999/160432/texact.htm#:~:text=El%20paciente%2C%20prioritariamente%20los%20ni%C3%B1os,sexual%20o%20cualquier%20otra%20condici%C3%B3n.

[18] Disposición 969, 1997-03-04. Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica, https://www.argentina.gob.ar/normativa/nacional/disposici%C3%B3n-969-1997-42205/actualizacion

[19] “Noruega registra caídas en la tasa de mortalidad”. Expansión, 2020, https://datosmacro.expansion.com/demografia/mortalidad/noruega

[20] Folkehelseinstituttet, https://statistikk.fhi.no/dar/alle-dodsfall?dodsfallEtter=%C3%85rsak&dodsfallFordeltPaa=Tidsrom&kapittel=18,2,8,9,10,13&tidsrom=2019,2020

[21] “owid/covid-19-data”. GitHub, Inc., https://github.com/owid/covid-19-data/tree/master/public/data

[22] Ídem.

[23] “Fallecidos, hospitalizados y vacunados por COVID-19”. Plataforma Nacional de Datos Abiertos, Secretaría de Gobierno Digital, Presidencia del Consejo de Ministros, Perú, https://www.datosabiertos.gob.pe/dataset/fallecidos-hospitalizados-y-vacunados-por-covid-19/resource/5f9748e5-999c-4e09-9af1.

[24] “1111 Athlete Cardiac Arrests, Serious Issues, 732 Dead, After COVID Injection”. Good Sciencing, https://goodsciencing.com/covid/athletes-suffer-cardiac-arrest-die-after-covid-shot/

[25] “owid/covid-19-data”. GitHub, Inc., https://github.com/owid/covid-19-data/tree/master/public/data
 
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MUCHA DISCUSIÓN Y TODAVÍA POCA ACCIÓN

Jorge Montezinho (“Expresso das Ilhas”, Cabo Verde)

Las instituciones internacionales se pusieron manos a la obra, pero hasta ahora, los miles de millones disponibles para restaurar la economía global no se están distribuyendo de la manera más equitativa. El FMI, por ejemplo, adelantó 650 mil millones de dólares en Derechos Especiales de Giro (DEG), pero de esa cantidad, África solo tenía derecho a 33 mil millones de dólares, porque estas asignaciones se hacen en proporción al tamaño de los ahorros. Los países del G7 (los más industrializados del mundo) tienen un paquete de 200 mil millones de dólares a su disposición, y los del G20 (las economías más grandes del mundo) tienen acceso a 400 mil millones de dólares.

Los datos también muestran que los países ricos han utilizado menos del 2% de los DEG a los que tienen derecho, mientras que los países africanos ya han utilizado más del 50%. Entonces, lo que se ha debatido en los últimos meses es ¿qué pueden hacer los países que tienen DES que no usan? En octubre, después de otra reunión, los países del G20 acordaron devolver a los países vulnerables $ 100 mil millones de la suma total de Derechos Especiales de Giro emitidos por el FMI para abordar la crisis de salud, una idea que ya había sido propuesta. En mayo, por los franceses presidente Emmanuel Macron, durante la cumbre Francia-África. Pero todavía no ha pasado nada.

“La idea de transferir DEG de países más ricos a países africanos no tuvo ningún efecto práctico, al menos en términos multilaterales, como se suponía”, dice el economista angoleño Jonuel Gonçalves a Expresso das Ilhas. “Siempre he estado a favor de una moratoria seria —un mínimo de tres años— en lugar de la nueva deuda implícita en los DES. La moratoria significa recurrir al dinero que ya existe en nuestros países, creando nuevos términos para que ese dinero se convierta en una inversión y no en una hemorragia de divisas.

Me temo que se ha perdido la gran oportunidad, porque las reglas y el humor en los centros financieros cambian según la presión de la coyuntura. Los países endeudados o con un déficit de capital tienen más probabilidades de recurrir a cualquier mecanismo para recaudar nuevos fondos, empujando la deuda cada vez más hacia adelante, y es posible que algunos países ricos hagan gestos simbólicos.

Como explica a Expresso das Ilhas el exgobernador del BCV, Carlos Burgo, esta excepcional emisión de Derechos Especiales de Giro (DES) constituye un aumento significativo de la liquidez y de las reservas internacionales, en un contexto en el que la comunidad internacional enfrenta grandes desafíos.

Los países miembros deben reconstruir sus economías luego del COVID mientras aceleran la transición energética y mitigan los efectos del cambio climático. Particularmente en los países menos desarrollados, la erradicación de la pobreza requiere transformaciones estructurales con miras a garantizar de manera sostenible un crecimiento robusto. Esta liquidez adicional creada debe ponerse al servicio de la implementación de esta agenda global.

“Sin embargo”, subraya Carlos Burgo, “la liquidez generada por la emisión de DEG se distribuye en función de las respectivas participaciones de los miembros en el Fondo Monetario Internacional (FMI), que, a grandes rasgos, reflejan la dimensión de las diferentes economías. Este hecho agrava la asimetría del orden financiero internacional, ya que la liquidez internacional ya se crea principalmente a través de la emisión de la moneda de los grandes países, especialmente el dólar estadounidense. Así, por un lado, solo una pequeña parte de la suma mencionada pertenecía a los países menos desarrollados (21 mil millones). Por otro lado, la mayor parte se distribuyó a países más avanzados y de grandes economías con sólidas posiciones externas y que, además, pueden financiarse emitiendo su propia moneda. Por tanto, surge la cuestión de redirigir recursos adicionales a los países que más los necesitan. Afortunadamente, existe consenso al respecto tanto a nivel del FMI como del G7 y el G20 y ya se están dando pasos en esa dirección. Desde un inicio se están fortaleciendo los recursos del Poverty Reduction and Growth Trust, PRGT (Fideicomiso para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza), del FMI, que otorga préstamos en condiciones muy favorables a los países más pobres, con compromisos ya asumidos, aunque aún lejos de los montos previstos. También se describe la creación de un nuevo instrumento, el Resilience and Sustainability Trust, RST (Fideicomiso de Resiliencia y Sostenibilidad), con un sobre de $ 100,000 millones, que tiene como objetivo apoyar a los países más necesitados, incluidos los pequeños estados vulnerables, en la recuperación económica y en la implementación de los cambios estructurales necesarios. También existe la posibilidad de fortalecer los recursos del Banco Mundial y los bancos regionales de desarrollo”.

La distribución actual

La distribución de Derechos Especiales de Giro en 190 países comenzó a fines de agosto. Cabo Verde cayó en 23 millones de unidades de Derechos Especiales de Giro (DEG), alrededor de 27,8 millones de euros, más de tres mil millones de escudos, según el reparto proporcional a su participación en el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Brasil, la mayor economía de habla portuguesa, representa 12.700 millones de euros, seguido de Portugal, que prevé un aumento de las reservas de divisas en 2.373 millones de euros. Angola es el país africano de habla portuguesa con mayor disponibilidad, 855 millones de euros, seguido de Mozambique, con 261 millones de euros, Guinea Ecuatorial, 181,6 millones de euros, Guinea-Bissau, con 32,6 millones, y Santo Tomé y Príncipe, que recibe casi 17 millones de euros en reservas de divisas.

“Desde una perspectiva realista”, dice Carlos Burgo, “no creo que esto sea posible, dado que, en general, los DEG son parte de las reservas internacionales de los países acreedores, lo que requiere un nivel de liquidez y de riesgo crediticio que las operaciones a las que se refiere no ofrecerían. Sin embargo, Cabo Verde puede beneficiarse, de manera multilateral, de la contribución de estos países a los instrumentos antes mencionados, principalmente a través del RST y de la financiación del Banco Mundial y del BAfD ”.

“Cabo Verde se encuentra en una mala posición para negociar dado su porcentaje de deuda y una perspectiva de un difícil aumento de ingresos que le permita afrontarlo”, dice Jonuel Gonçalves. “Da la impresión de que el país juega con su buena imagen, en comparación con la mayor parte de África, pero esta imagen ya no tiene el mismo impacto por la modestia del término de comparación. Obtener una moratoria sobre las deudas pendientes sería intentar antes de tomar nuevos préstamos, al igual que DES. O, dada la situación urgente (usando una expresión amable), negocie en ambos sentidos simultáneamente. No sé si Portugal y Luxemburgo tampoco son los más indicados, ya que son dos de las economías más pequeñas de la Unión Europea, preocupados por la posibilidad de un aumento en los tipos de interés del Banco Central Europeo, medida que alteraría significativamente su situación financiera. A menos que se piense en pequeñas cantidades ”.

Un continente que necesita ayuda

La pandemia de COVID-19 se produjo en un momento en que las perspectivas para muchos países africanos eran prometedoras. A principios de 2020, el continente estaba en camino de continuar su expansión económica, con un crecimiento proyectado de 2.9% en 2019 a 3.2% en 2020, y 3,5% en 2021. Hubo importantes avances en los indicadores de reducción de la pobreza. La tecnología y la innovación se fueron asimilando cada vez más, siendo los jóvenes los primeros usuarios de nuevas plataformas como los servicios financieros móviles.

Por otro lado, África también enfrentó grandes desafíos. No estuvo cerca de lograr los objetivos de la Agenda 2030 y la Agenda 2063. La gobernanza débil, la corrupción, la degradación ambiental, las violaciones de los derechos humanos, la falta de diversidad económica y las situaciones humanitarias y de conflicto, entre otras, socavaron aún más el progreso. En este contexto, surgió la pandemia, que agravó las desigualdades y aumentó las vulnerabilidades. La pérdida de ingresos afecta de manera desproporcionada a los jóvenes, las mujeres, los trabajadores menos calificados y los del sector informal.

En mayo, la ONU señaló que para ayudar a lidiar con las consecuencias económicas y sociales de la crisis, necesitaba un paquete integral de respuestas globales por un valor de un porcentaje de dos dígitos del Producto Interno Bruto global. Para África, esto significó más de 200 mil millones de dólares. También se necesitaba una congelación generalizada de la deuda de los países africanos, así como opciones integrales para la sostenibilidad de la deuda y soluciones a los problemas estructurales de la arquitectura internacional de la deuda.

En el mismo mes, estudios del FMI estimaron que los países de bajos ingresos necesitaban alrededor de 200.000 millones de dólares para 2025 para intensificar la respuesta a la pandemia y 250.000 millones de dólares adicionales para recuperar terreno con respecto a las economías avanzadas.

“No se trataría de pedir favores, sino de acceder a financiamiento para la implementación de la agenda global de la humanidad”, dice Carlos Burgo. “La recuperación de la crisis actual y desarrollar la resiliencia ante las crisis pandémicas, la reducción de la desigualdad y erradicación de la pobreza, atenuar el cambio climático y promover el desarrollo son bienes públicos internacionales. África y Cabo Verde tienen toda la legitimidad para obtener financiación de la comunidad internacional siempre que presenten planes creíbles de transformación y reformas estructurales y promover el uso eficiente y transparente de los recursos.

No debemos tener el deseo de pensar que simplemente habrá una transferencia de riqueza a favor de nuestros países. Incluso cuando los DEG se asignan a un país miembro, se traducen en una responsabilidad externa a largo plazo. En un caso específico, el RST puede resultar en una fuente adicional de acceso al financiamiento concesional, a pesar de su condición de país con ingresos medios. Sin embargo, esto probablemente dependerá de la adopción de un programa con el FMI. Es fundamental que encontremos un nuevo modelo de crecimiento y que hagamos una gestión prudente de las nuestras finanzas públicas. Tenemos que modernizar el sistema de gestión de las finanzas públicas con miras a incrementar la eficiencia del gasto público y garantizar la transparencia en la gestión de los recursos públicos”, dice el ex gobernador del Banco Central.

Jonuel Gonçalves, por su parte, considera que “en este momento, no hay forma de evitar ser visto en la condición de quien pide un favor. Si hubiera sido en 2020, se habría visto como parte de la solución. Casi todos nuestros gobernadores o altos ejecutivos están mal informados sobre los detalles cruciales del cuadro mundial y pierden una oportunidad tras otra. O no tienen formación para procesar la información ”, dice el economista.

La recuperación está en marcha, pero, dice el FMI, las consecuencias económicas de la pandemia mundial nos acompañarán durante muchos años. Como resumió Kristalina Georgieva, Directora General del FMI: “El mundo necesita aprovechar la oportunidad para construir un futuro mejor. Necesitamos adoptar no solo políticas que refuercen la recuperación a corto plazo, sino también políticas transformadoras que sienten las bases para una economía mundial más verde, más digital y más inclusiva para el mañana”.

 

Publicado originalmente en Expresso das Ilhas (Cabo Verde), 15/12/2021, número 1046. Traducido por el Equipo de la SAEEG.

LA GENERACIÓN VIRTUAL, RESPONSABLE DEL FUTURO

Francisco Carranza Romero*

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay 

La pandemia del Covid-19 no sólo ha afectado a la humanidad en su salud física sino también en su salud mental. Como consecuencia, los adultos y menores están adquiriendo actitudes y hábitos nuevos. 

Los menores

Los niños, adolescentes y jóvenes de la etapa escolar, que viven con mascarillas o tapabocas y con el celular o laptop en las manos, reciben sus clases virtuales a través de esos maravillosos aparatitos, y ya se han acostumbrado a la nueva modalidad educativa. Además, han adquirido nuevos hábitos que generan problemas personales, familiares y sociales. Es que, con el pretexto de las clases virtuales, ya no se desprenden de esos aparatos porque allí han descubierto muchos programas maravillosos: redes sociales, juegos personales y en grupo, videos con imágenes de todo color y sabor con escenas que no sólo enriquecen la imaginación sino que también la perturban. Los menores de hoy prefieren el chateo en vez de la conversación oral, aunque estén muy cercanos; no sólo chatean con los amigos sino hasta con los desconocidos que aparecen amables o amenazadores en la pantalla. Es que, si no están conectados, se sienten muy solos, y así no se sienten vivos. Ante un problema, no preguntan a los mayores, tampoco reflexionan buscando la respuesta personal; prefieren hallar la orientación y solución en el aparatito. Pertenecen a la generación de las redes sociales.

En el lenguaje de ellos es muy común el uso del verbo “matar” porque en los juegos que practican diariamente se ganan matando o eliminando a otro u otros. El objetivo es ganar el juego.

En ese mundo virtual de ansiedad hay mucha presión de otros con quienes comparten las plataformas que hasta pueden inducir al asesinato y suicidio.

Estos escolares virtuales, guiados por su exacerbada emotividad y curiosidad, se suscriben a nuevos programas o los descargan mecánicamente sin ninguna preocupación de que pueden afectar las cuentas bancarias de sus padres. Los nuevos videoaficionados y ludópatas ya están drogados y enfermos, son los nuevos y seguros clientes para las empresas que comercializan los programas, y son también los nuevos pacientes para los psicólogos y psiquiatras. 

Los adultos

Muchos padres de familia, que antes poco se preocupaban de la educación de sus engendros porque confiaban que las escuelas formaran a sus hijos, ahora tienen que asumir esa labor sin estar bien preparados para los nuevos tiempos. Antes, cuando los menores creaban problemas durante las vacaciones, los padres decían como amenaza y deseo de liberación: Ya pronto se irán a la escuela.

Ahora, los que creen que su deber termina con darles las herramientas para las clases virtuales, enfrentan nuevos y serios problemas: los menores ya no dialogan con los adultos ni siquiera entre ellos, prefieren pasar el tiempo con sus aparatitos, porque han descubierto que el mundo virtual es más distraído y variado, y de menos responsabilidades visibles.

Muchos adultos, que carecen de la destreza en el uso de los nuevos aparatos de comunicación, no pueden orientar ni controlar a los menores. En muchos casos, para mala suerte, dependen de los menores para usar y solucionar los problemas de las nuevas y sofisticadas máquinas de comunicación.

La pandemia no sólo ha causado el caos en el mundo; también ha dado la felicidad a las industrias que producen y venden celulares, tabletas y programas; a los laboratorios y clínicas relacionadas con Covid-19; a las funerarias y cementerios. Los comerciantes valoran la vida por las ganancias económicas; ellos no se preocupan de las consecuencias por más negativas que sean. Ellos están drogados por el dinero.

A pesar de todo lo expuesto, si queremos vivir con optimismo, es el tiempo de aprovechar los avances de la tecnología y prepararnos para los nuevos retos del proceso de la virtualización del mundo. Nos guste o no, este fenómeno es irreversible. Comencemos a cuestionar los valores de la vida desde el hogar, la escuela, la sociedad y las instituciones.

* Investigador del Instituto de Estudios de Asia y América, Dankook University, Corea del Sur.

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