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Difíciles momentos vive nuestra querida Patria

La vida no vale la pena si no es para quemarla al servicio de una empresa grande.

José Antonio

Difíciles y complicados son los momentos que le toca vivir a nuestra querida Patria; el espectro político muestra más de lo mismo, lo mismo que ha mostrado las últimas cuatro décadas, políticas que sumergen nuestra Nación cada vez más, derrotero que no lleva más que al naufragio. Destruido está el tejido social, se han perdido los valores, desaparece la moral que nos inculcaron nuestros mayores apoyado por políticas gubernamentales y cada vez se nota con mayor claridad que la única salida es Nacionalismo… o más de lo mismo”.

Seguimos a la espera de la conformación de un movimiento nacionalista que nos contenga a todos los que ansiamos ver a nuestra querida Argentina nuevamente de pie y entre las grandes naciones del mundo, como merecemos, por historia y por recursos. Seguimos a la espera del líder que rompa con la estructura de la antigua-actual política.

Los movimientos nacionales tienen un contenido mucho más profundo, que está por encima de la forma del Estado que eligen en un momento dado para expresar sus ideales políticos. Lo que hace distinguir un movimiento nacional de un partido político es la perspectiva ideológica por la cual se afirma en la vida pública. Un partido político desarrolla su actividad conforme a un programa; un movimiento posee algo más que un programa: posee una doctrina. Los programas de los partidos contienen sin duda ciertas ideas que, con algo de benevolencia, pudieran ser llamadas también doctrinas. Pero analizando el contenido ideológico de los partidos políticos comprobamos que está relacionado estrictamente con lo contingente, con lo inmediato, que no sobrepasa la actualidad político-administrativa del Estado. Falta en los programas de los partidos la parte de la concepción, de la creación política. Falta la «gran política», la visión histórica de la nación.

Los partidos se benefician de una situación doctrinaria ya establecida. Los grandes principios políticos —que son los mismos para todos los partidos— no interesan ya a sus dirigentes. Recuerdan aquellos principios solamente en las ocasiones solemnes. Por eso los partidos políticos, a pesar de la enemistad que muestran unos contra otros delante del público, no representan en el fondo más que unas variantes de la misma mentalidad política. Sus divergencias son secundarias, porque no tienen como base divergencias ideológicas. Sus doctrinas no difieren unas de otras o, mejor dicho, no poseen doctrina alguna.

Un movimiento de integración nacional aparece cuando una nación está invadida por inquietudes espirituales. La situación doctrinal existente no satisface ya a la nueva generación. Esta empieza a distanciarse de la manera de pensar del personal político del país. La atmósfera pública le parece irrespirable. Busca otra salida, una evasión, una nueva orientación, sin saber concretamente lo que quiere. Cualquier movimiento comienza con una agitación nebulosa de la nueva generación, con una revuelta creciente contra el conformismo del pensamiento de los que detentan el poder. Se llama «movimiento» porque es el resultado de un «movimiento», de una vibración del alma. Su centro de gravedad se halla en el alma, no es el resultado de unos descontentos políticos pasajeros. Las almas se alejan de la mentalidad dominante en la clase dirigente para buscar su propio camino. Entre la antigua y la nueva generación se produce un divorcio espiritual. Para esta generación el llamamiento de la Patria tiene otra significación, asciende hacia otra altitud histórica.

El estallido de un movimiento no es el resultado de un plan, de una deliberación, de un acuerdo entre varios individuos. En sus orígenes no existe nada premeditado. El impulso para la constitución de un movimiento sube de las profundidades del ser nacional. En los primeros brotes de un movimiento encontraremos siempre la reacción instintiva de un pueblo ante el peligro que le amenaza. La nueva generación es más sensible ante este peligro porque tiene la vida por delante. Por eso encontraremos siempre a la juventud al frente de todos los movimientos de resurgimiento nacional. Una nación cuya juventud es apática e indiferente delante de los grandes problemas nacionales, delante de los problemas que le plantea el tiempo en que vive, es una nación sin porvenir.

En esta fase, el movimiento no representa todavía un valor político. Es una ola de agitación turbia, una convulsión del organismo nacional. Para ganarse el derecho de ciudadanía en la Historia, tiene que sobrepasar esta fase infantil, definiendo sus objetivos. La suerte de un movimiento popular depende siempre de la aparición de una personalidad excepcional, capaz de clarificar las, aspiraciones confusas de sus contemporáneos. Un fundador de movimiento no crea ese estado de espíritu que está en la base de ese movimiento. Él capta solamente la efervescencia revolucionaria de su época y la dirige en un sentido constructivo. Cava un cauce al tumulto de las pasiones. Clarifica las inquietudes espirituales de una nación, tanto en el campo de las ideas políticas como en el de la acción política: elabora una doctrina y crea el cuadro político destinado a orientar las energías nacionales. José Antonio y Corneliu Codreanu han aparecido en circunstancias históricas análogas. Cada uno ha sido llamado por el destino a resolver una situación revolucionaria en su patria, y cada uno ha cumplido con intachable lealtad este papel histórico. Gracias a su poder creador han transformado el dinamismo confuso de una generación en un movimiento coherente y consciente de sus responsabilidades. Ellos han estilizado estos movimientos, han cincelado su personalidad y les han dotado de una cadencia histórica. Los han elevado al rango de entidades políticas.

Horia Sima 

(político rumano, 1906 – 1993)

Conocí su figura allá por los años 80’s y hasta la época actual no había podido acceder a un lugar de paridad con los políticos convencionales, pero hoy, “Kalki” tiene las posibilidades de concretar un movimiento nacional como nuestra Patria está necesitando. Hay quienes se llaman “patriotas” y “nacionalistas” y enarbolan una bandera liberal desde lo económico, pregunto y me pregunto:  ¿Cómo puede esto ser posible?.

Pero, ¿qué estaríamos necesitando en este bendito país?, ni más ni menos que orden, cumplimiento de las leyes, aniquilación del narcotráfico, parar en seco a la delincuencia, que el delincuente viva encerrado y con miedo y no nosotros. Un plan económico pensado para Argentina y los argentinos. Que los extranjeros delincuentes sean deportados inmediatamente y los coterráneos encerrados o ejecutados según la gravedad del delito. Una política exterior nacionalista, recupero del territorio entregado por políticos cipayos. Recupero del tren y una mejor planificación del transporte público, y un sinfín de detalles que tiendan a poner a nuestra Argentina de pie.

Somos muchos los que esperamos con ansias alguien que tome el toro por las astas.

¡Es hora de hacer tronar el escarmiento!

Cristo aborrece la cobardía en el cristiano porque arguye falta de fe. La virtud de la fortaleza, o sea valentía, es absolutamente necesaria para la vida cristiana y nace de la fe: hoy día quizás más que nunca, en que el cristiano tiene que caminar por una selva oscura.

Padre Leonardo Castellani

¡Argentina Despierta!

¡DyPoM!

Por der Landsmann para Saeeg

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03/12/90 – GESTA DE RESISTENCIA ORGANIZADA CONTRA EL N.O.M

En este año, 2020 de Nuestro Señor, se cumplen 30 años de la heroica Gesta de resistencia organizada contra el Nuevo Orden Mundial del 3 de diciembre de 1990. La presente intenta ser un merecido homenaje a nuestros centuriones que intentaron detener la caída libre de nuestra Defensa y FFAA a manos de la sinarquía internacional y vernácula que aún no ha terminado.

El alzamiento del 3 de Diciembre de 1990 es el cuarto pronunciamiento sobre una misma causa que comenzó en 1987 con el primer pronunciamiento que fue en la Semana Santa.

El origen, la causa, la génesis podemos encontrarla en la guerra contra la subversión y en la guerra de Malvinas, cuando el gobierno democrático de Alfonsín comenzó su proceso de revanchismo hacia las Fuerzas Armadas (FFAA), más que revanchismo, venganza hacia las FFAA y comienza una persecución de todo tipo hacia las FFAA. Surgen espontáneamente focos de resistencia que precisamente se oponen o se resisten a todo ese querer destruir a la institución armada que era el Ejército Argentino y se manifiesta en los grados intermedios, del grado de Teniente, Teniente 1° o Capitán hasta Teniente Coronel que comienza con esa resistencia apoyando a los primeros oficiales que comienzan a llamar a declarar por causas de la guerra contra la subversión, lo que se manifestaba en ese entonces era que los Generales, los que estaban en la conducción del Ejército y eran los que habían dado los órdenes para que aquéllos subalternos fuesen a pelear en la guerra contra la subversión se hacían los tontos y no iban, no se presentaban, no se ponían al frente de los subalternos diciéndole “Usted no va, voy yo porque di las órdenes”, dejaban que fueran los subalternos y que los metieran presos a los subalternos, eso es minar lo que es la columna vertebral, la esencia de la disciplina militar, cuando el jefe no responde por sus subalternos. Entonces lógicamente surgió ese movimiento en los cuadros intermedios del Ejército que después nos hicimos conocidos como los carapintadas.

My Hugo Reinaldo Abete

Es importante aclarar que el levantamiento militar tenía por objetivo recuperar la dignidad de nuestras FFAA, vilipendiadas por el gobierno de turno que seguía al pie de la letra las órdenes dictadas por la Trilateral Interamericana y el Nuevo Orden Mundial. Nunca fue la intención de nuestros uniformados perpetrar un Golpe de Estado, si así lo hubiesen querido, la columna de blindados al mando del Coronel Jorge Alberto Romero Mundani, (segundo mejor promedio en la historia del Colegio Militar), lo hubiese hecho sin esfuerzo, esa columna era lo mejor de TAMSE, no hubiera habido poder de fuego capaz de detenerlo. Tanto así, que cuando el Coronel Romero Mundani vio el cariz que habían tomado las cosas, tomó su pistola reglamentaria y se disparó en la sien. No se rendiría dos veces, con haberlo hecho en Malvinas, donde combatió con honor, fue más que suficiente. Como ingeniero militar, ver cómo se liquidaba la producción para la Defensa lo llevó a unirse al Movimiento Carapintada, cosa que cualquier argentino bien nacido debía hacer ante el desmantelamiento de las FFAA y las políticas de traición a la Patria llevadas a cabo tanto por Alfonsín como por Menem, que se llenaban la boca argumentando ser “comandantes en jefe de las FFAA” y que de haber tomado el código de justicia militar, por Alta Traición a la Patria debieron ser ejecutados, y no se hubiese salvado ni un presidente hasta la fecha. Todos nos han entregado maneados al enemigo externo e interno. Todos son una vergüenza.

Alguna vez se le preguntó al Coronel Mohamed Ali Seineldín como evaluaba los acontecimientos del 3 de diciembre, que a juicio de mucha gente fue un levantamiento contra las instituciones, y él respondía:

El ex presidente Frondizi lo calificó como «un acto de resistencia a la política de destrucción de las Fuerzas Armadas de la Nación». Nuestro proyecto era volver al origen del viejo Ejército profesional; queríamos reivindicar a las Fuerzas Armadas y ponerlas al servicio de la Patria. Todavía hoy debemos soportar que nos tilden de golpistas cuando el propio fallo de la Cámara Federal que nos condenó dictaminó que «los actos reivindicatorios del pronunciamiento del 3 de diciembre de 1990 no eran un golpe de Estado antidemocrático».

Cristo y San Martín eran los dos grandes modelos del Coronel Seineldín. Una vez, el historiador inglés David Rock se refirió a él diciendo:

«Seineldín es el representante más puro del viejo nacionalismo, habla mucho de la Iglesia y es muy conservador. Simboliza la conjunción de la cruz y de la espada. Hoy, ese símbolo no es útil pues representa la opresión física y psicológica».

Viniendo de un pirata que cuando puede embarra nuestra historia, tal definición es todo un elogio. Mi reloj se paró indudablemente en la misma fecha que el de Milo. El Coronel opinaba que “la conjunción de la cruz y de la espada es útil. Sólo que no lo es para el proyecto del nuevo orden mundial que se quiere imponer”.

Es el mismo orden mundial que hoy impone en la agenda el aborto, la vacuna contra el Covid19, la “cuestión mapuche”, el socavamiento de la moral de nuestra sociedad, la desmalvinización, el antimilitarismo (para nuestra sociedad, no para la suya), la ideología de género, la ESI, el anticlericalismo, y todo aquello que lleve a la desintegración del ser nacional.

De una vez y para siempre hay que derribar el mito del golpe de Estado que es el argumento de los poderes siniestros que quieren ver una Argentina de rodillas ante los enemigos históricos. Hay que dejar claro que la llama sigue viva en muchos de nosotros.

Honor y Gloria a nuestros héroes que libraron la guerra contra la subversión apátrida y el enemigo inglés en Malvinas y sin embargo, lo peor de su carrera militar lo vivieron después con un enemigo interno enquistado en el poder.

Luchemos por una sociedad más justa para que nuestros hombres de armas no deban salir nuevamente a defender la soberanía ante un enemigo interno, caso contrario, la próxima vez, salgamos con ellos en una gran pueblada que arrase con los traidores a la Patria.

El buen gobierno reviste necesariamente un carácter paternal, porque es imagen y semejanza del divino gobernante, el Padre todopoderoso que está en los cielos. Y por ser paternal, es también jerárquico y responsable.

El populismo en cualquiera de sus versiones, es una hipótesis subversiva, materialista y corruptora; radicalmente negativa, tan anticristiana y antinatural como las diversas formas de evolucionismo, transformismo y progresismo, cuya pretensión es explicar lo superior por lo inferior; hacerlo venir todo desde lo más bajo; la forma de lo informe, lo distinto de lo confuso, la riqueza de los seres existentes de la miseria de una supuesta nebulosa originaria.

Jordán Bruno Genta

¡Recordemos y Honremos a quienes se levantaron para que nuestro Ejército viva!

¡Recordemos para futuras acciones o para plasmar en la historia a los jefes traidores que se sentaron a negociar la salida de sus socios de La Tablada por horas y que cuando se trató de reprimir a la propia tropa nacionalista lo hizo inmediatamente y sin que le tiemble el pulso, como aquel premiado con varias embajadas que quiso fusilar a los patriotas sobre Av. Bullrich!

¡Por unas FFAA que mantengan vivo el Fuego Sagrado!

¡Por una Argentina de pie!

Por unas FFAA sin traidores, masones, zurdos ni sinárquicos!

¡Por que más temprano que tarde truene el escarmiento!

DyPoM

Por Der Landsmann para Saeeg


Notas:

  • Por qué Rebelde – Hugo Reinaldo Abete
  • La vejez carapintada – www.lanacion.com.ar/opinion/la-vejez-carapintada-nid202486/
  • Doctrina Política de San Martín – Jordán Bruno Genta
  • 3 de diciembre de 1990: Los carapintada tenían razón. SEINELDIN: Soldado de Dios y de la Patria – Federico Gastón Addisi – https://www.ncn.com.ar/3-de-diciembre-de-1990-los-carapintada-tenian-razon-seineldin-soldado-de-dios-y-de-la-patria/

©2020-saeg®

Usurpaciones, delincuencia y vendidos jueces corruptos, mudos y cobardes

Durante los años 70, la Argentina soportó una guerra revolucionaria. A esa victoria, que constituye una página gloriosa, conseguida con el dolor y el sacrificio propios de toda guerra, se la pretende menoscabar, desconocer y desvirtuar. Hasta hoy, las autoridades nacionales no han hecho un reconocimiento oficial del servicio prestado a la Nación por las Fuerzas Armadas.

General de División Ramón Díaz Bessone

En aquellos años de plomo, (que los actuales dirigentes quieren hacernos creer que había una juventud romántica e idealista cuyos sueños fueron truncados por una banda de enajenados), se libraba una lucha sin cuartel en las calles. Aquellos jóvenes, fogoneados por los luego millonarios empresarios “Pepe” Firmenich, “Galimba” Galimberti, el “perro” Verbitsky y varios más que, al igual que los nombrados tenían un aroma a “servicios” que ellos no quieren reconocer, como “Roby” Santucho, Gorriarán Merlo, Fernando Vaca Narvaja, entre tantos que, cuando sus compañeros morían, casualmente ellos siempre caían parados.

Montoneros, en palabras del líder libio Muammar al-Khaddafi, fue el único movimiento revolucionario del mundo que perdió todos sus hombres pero ni un solo billete.

En aquellos sombríos años, la calle era un compendio de atrocidades, los jueces enjuiciaban a los terroristas y luego el poder político los soltaba. Luego los subversivos se dedicaron a amenazar a los jueces encargados de juzgarlos, (hoy los mismos subversivos devenidos en políticos elegidos por el voto, hacen los mismos aprietes), y llegó un momento en el cual dejaron de juzgarlos, se declaraban incompetentes y los terroristas comenzaron a hacer lo que quisieron impunemente, al igual que hoy. Las leyes callaron, y se cumplió lo que con tanto tino decía el General Osiris Villegas:

“Cuando las leyes callan… Hablan las armas”.

Y las armas hablaron, y tronó el escarmiento, y se libró una guerra sin cuartel. Si leemos los pasquines propagandísticos de la época como “Evita montonera”, “El descamisado”, “Estrella Roja” y otros tantos; nos anunciaban sus “acciones de guerra”, ninguna de ellas cargadas del romanticismo de Lev Nikolayevich Tolstoy, por supuesto. No, hablamos de bombas en lugares públicos, secuestros y asesinatos. Nos contaban las bajas de sus efectivos en “combate”, y hoy todos ellos son “detenidos desaparecidos” homenajeados en la histórica ESMA.

Luego de esta aclaración introductoria entramos de lleno en nuestra realidad actual.

El Poder Judicial está devastado, viciado de todo vicio, manejado por el poder de turno. Los jueces no están del lado del pueblo, son partícipes de esta asociación ilícita que nos gobierna. Todo está de revés, los policías no pueden actuar porque los jueces son socios de los delincuentes, los violadores son apañados por sus pares (los jueces), la propiedad privada ha pasado a ser un concepto perimido.

En Tucumán el pueblo ha ajusticiado al violador y asesino de una menor de 9 años quien había sido liberado tres días antes del asesinato de la nena, tras cumplir una condena por robo. De todos modos, cuando ya todos aplican el nefasto pensamiento del depravado Zaffaroni, con decir que sin luz no hay delito de violación hubiera quedado libre.

En Entre Ríos Juan Grabois junto a un grupo de espaldas vírgenes han tomado campos productivos en un claro acto delictivo y ahora pide que la justicia tome nota por si les pasa algo; es que hay una gran cantidad de gringos del campo que quieren entrar y sacarlos a rebencazos de las tierras usurpadas.

En la Patagonia ocurre otro tanto. Los jueces no hacen nada. Los dueños de la tierra deben, mientras tanto, presentarse en el juzgado para demostrar que son los propietarios de las tierras. Todo al revés.

Indudablemente este gobierno, que demuestra día a día que ya se le agotaron las “grandes ideas” que traían para sacar el país adelante, los que pidieron que los votaran porque eran la solución a todos nuestros males; necesitan de estas apropiaciones marxistas para que el pueblo reaccione e imponer un estado de sitio ya que la situación no da para más.

Tomen en cuenta el ejemplo de Nicolae Ceaușescu, (el rey del comunismo) que, al igual que nuestro gobierno, pensaba que el pueblo (rumano) era idiota e ignorante, manso y sumiso y los condenó a la pobreza mientras él amasaba una multimillonaria fortuna… Terminó colgado junto a su esposa  un 25 de diciembre de 1989.

No olviden que el genial Lope de Vega nos dio la pauta de acción en su obra teatral Fuenteovejuna.

Y vuelvo a preguntarme y a preguntar: ¿de qué lado estarán nuestras tan vapuleadas FFAA y FFSS cuando truene el escarmiento?, ¿del lado del poder corrupto o del lado del pueblo trabajador y amante de su Patria?

Sólo les pediría que recuerden que son parte de Instituciones que nacieron con la Patria, que pelearon con honor, que acunaron prohombres. Y nobleza obliga, también advertir a los gobiernos que, en una actitud apátrida y artera han desmantelado a nuestros defensores de siempre y los han perseguido, acosado, encarcelado y vilipendiado, que no dejen de tomar en cuenta las palabras de Marcus Flavinius a su primo Tertullus:

Nos habían dicho, al abandonar la tierra madre, que partíamos para defender los derechos sagrados de tantos ciudadanos allá lejos asentados, de tantos años de presencia y de tantos beneficios aportados a pueblos que necesitan nuestra ayuda y nuestra civilización.

Hemos podido comprobar que todo era verdad, y porque lo era no vacilamos en derramar el tributo de nuestra sangre, en sacrificar nuestra juventud y nuestras esperanzas. No nos quejamos, pero, mientras aquí estamos animados por este estado de espíritu, me dicen que en Roma se suceden conjuras y maquinaciones, que florece la traición y que muchos, cansados y conturbados, prestan complacientes oídos a las más bajas tentaciones de abandono, vilipendiando así nuestra acción.

No puedo creer que todo esto sea verdad, y, sin embargo, las guerras recientes han demostrado hasta qué punto puede ser perniciosa tal situación y hasta dónde puede conducir.

Te lo ruego, tranquilízame lo más rápidamente posible y dime que nuestros conciudadanos nos comprenden, nos sostienen y nos protegen como nosotros protegemos la grandeza del Imperio.

Si ha de ser de otro modo, si tenemos que dejar vanamente nuestros huesos calcinados por las sendas del desierto, entonces, ¡cuidado con la ira de las Legiones!

MARCUS FLAVINIUS
Centurión de la 2* Cohorte de la Legión Augusta, a su primo Tertullus, de Roma.

¡Basta de esta asociación ilícita entre jueces, delincuentes y gobernantes!

¡Basta de proteger y subsidiar a los que nada hacen y todo quieren!

¡Por una Argentina para los argentinos de bien!

DyPoM

Por Der Landsmann para Saeeg


Notas:

  • Ramón Díaz Bessone – Testimonio de una década
  • Jean Larteguy – Los Centuriones

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