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EL ARTE DE PENSAR

Marcelo Javier de los Reyes*

«El Pensador»de Auguste Rodin (1840-1917) es una obra realizada en 1880, ideada por el escultor para una de las alegorías y personajes de La puerta del Infierno, obra monumental inspirada en la Divina comedia de Dante Alighieri. Gracias a la gestión del primer director del Museo Nacional de Bellas Artes, el pintor e historiador del arte Eduardo Schiaffino, se realizó una copia de la obra francesa que vino directamente de París a Buenos Aires en 1907. Fuente: Ministerio de Cultura de la Nación, https://www.cultura.gob.ar/el-pensador-de-rodin-como-llego-a-buenos-aires-la-celebre-escultura_6641/.

Entre fines de noviembre y comienzos de diciembre de 2023 tuve a mi cargo un Taller de Análisis en la Maestría en Inteligencia Estratégica Nacional de la Universidad Nacional de La Plata, de la cual soy profesor de Inteligencia. Tuve el gran placer de ser el primer profesor de la cohorte que ingresó en 2022 y de cerrar su cursada con este taller.

Cuando me pidieron un nombre para este curso se me ocurrió recurrir al primer capítulo del ensayo literario titulado Un arte de vivir[1] escrito en 1939 por André Maurois, seudónimo del escritor, ensayista e historiador, miembro de la Academia francesa Émile Salomon Wilhelm Herzog (1885-1967).

Esa primera parte del libro se llama «El arte de pensar» y si bien me pareció un título un poco ostentoso lo consideré apropiado para este taller, porque este es nuestro desafío: pensar.

Dice Maurois:

Llamamos pensamiento al esfuerzo que hace el hombre para adivinar o prever, combinando símbolos o imágenes, los efectos que producirán sus actos entre las cosas reales. Todo pensamiento es un esquicio de acción.[2]

Maurois dice que pensamos de diversas formas, una de ellas es «pensar con el cuerpo» y pone como ejemplo al gato que salta sobre la mesa cayendo en el punto preciso que había elegido sin romper una taza o rozar un vaso. Y lo hace con gracia. Destaca que la elección del punto en el que va a posarse ni el cálculo son conscientes porque el gato «ha pensado con sus músculos, con sus ojos»[3]. «A partir de una imagen presente pudo imaginar los movimientos futuros de su cuerpo», expresa el autor.

Lo propio hace un deportista, un jugador de tenis, de fútbol, un esgrimidor o un acróbata. En cada especialidad se deben adaptar los músculos en cuestión de segundos.

Maurois también vincula al escultor con su obra pero menciona que «ciertos seres vivientes aprenden incluso a pensar con el cuerpo de otros» y con esto se refiere a que si un animal ve que corderos o caballos entran en pánico actuarán no porque «comprenda la causa del pánico, sino porque la experiencia de la especie, inscrita en sus instintos más profundos, le enseña que el cordero que no siguiera a la manada se hallaría a merced de sus enemigos»[4].

Los estudios más recientes llevados a cabo por las neurociencias nos dan mayores explicaciones sobre el porqué de esas reacciones no sólo en los animales sino también en el hombre, pero no me quiero desviar de la obra que tomé como eje para una parte del taller.

Maurois también se refiere a «pensar con las palabras». Por ejemplo, un estadista no piensa con su cuerpo ni usa su fuerza para mover objetos ni sus manos para moldear el mármol sino que recurre a símbolos, signos que representan cosas o individuos y estos signos son las palabras[5]. Expresa que «El hombre que piensa con las palabras no mueve más que sonidos o signos»[6].

A diferencia del hombre que piensa con las manos, el que piensa con palabras tiene la capacidad, sin esfuerzo, «de poner en movimiento pueblos, ejércitos, continentes». Es lo que puede realizar un jefe de Estado o alguna autoridad de gobierno sólo con su movimiento de labios[7]. Una palabra que llama a la movilización puede destruir ciudades y una civilización. Dice Maurois:

Cuando se reflexiona sobre los efectos posibles de una sola palabra, se comprende que el lenguaje haya sido considerado por los pueblos primitivos como un poder mágico.[8]

Sin embargo, existe una imposibilidad de que las palabras muevan o cambien las cosas «porque la simplicidad de la frase no representaba con suficiente exactitud la complejidad de las cosas»[9].

Mi experiencia sobre este ensayo es que el lector se desliza sobre el texto dada la fluidez y la ilación de las ideas. De este modo Maurois nos lleva del pensar con el cuerpo y del pensar con las palabras a la comunicación. Plantea que en la vida humana todo requiere de cierta regulación y fue así como el hombre debió «regular la circulación de las palabras» y para ello se apeló a la lógica. Expresa Maurois:

La lógica debería ser el arte de seguir, al desplazar las palabras, ciertas reglas que serían también garantías, porque estas reglas del mundo interior coincidirían con las del mundo exterior.[10]

La lógica es una parte de la filosofía que estudia las formas y principios generales que rigen el conocimiento y el pensamiento humano, considerado puramente en sí mismo, sin referencia a los objetos[11].

La lógica es método o razonamiento en el que las ideas o la sucesión de los hechos se manifiestan o se desarrollan de forma coherente y sin que haya contradicciones entre ellas[12]. Es decir que la lógica es la ciencia que estudia la corrección de los razonamientos, tanto formales como no formales.

Entonces existen leyes de la razón humana que «son algunas reglas de pensamiento que habrían de ser verdaderas para todos los hombres y para todos los tiempos». Por ejemplo el «principio de no contradicción», es decir que algo no puede ser al mismo tiempo una cosa y a la vez la contraria.

La lógica no puede inventar nada. Una casa es una casa pero la experiencia o la intuición serán las que permitan agregar que, por ejemplo, la casa está deteriorada o está embrujada.

Sin embargo hay razonamientos ―silogismo, razonamiento deductivo que se compone de tres elementos básicos: una premisa mayor, una premisa menor y una conclusión que las relaciona― que por sus premisas nos pueden llevar a resultados erróneos.

Un razonamiento correcto sería:

Premisa mayor: una proposición general: Los mamíferos lactan a sus crías.

Premisa menor: una proposición específica: Los perros son mamíferos.

Conclusión: basada en las dos premisas anteriores: Los perros lactan a sus crías.

Sin embargo podemos encontrarnos con falacias, como por ejemplo:

a) Ningún hombre respira bajo el agua.

b) Los buzos respiran bajo el agua.

c) Ningún buzo es un hombre.

O este otro ejemplo de una falacia:

a) Todos los perros comen.

b) Todos los hombres comen.

c) Todos los hombres son perros.[13]

El texto de Maurois nos lleva luego a los métodos que nos permiten acceder al conocimiento, para lo cual recurre a reconocidos filósofos, métodos que sin duda usamos a diario pero que la mayoría de los individuos desconocen su origen.

El método cartesiano

Su nombre proviene del filósofo, matemático y físico francés René Descartes ―en latín Renatus Cartesius, nacido en La Haye en Touraine en 1596 y fallecido en Estocolmo en 1650) quien es considerado el padre de la geometría analítica y la filosofía moderna.

Su propósito es descartar de los razonamientos las causas de error.

Expuso su método filosófico y científico en Reglas para la dirección de la mente (1628) y más claramente en su Discurso del método (1637).

Entre sus reglas se destacan:

No aceptar como verdadera ninguna cosa que no sea reconocida como evidentemente tal.

Es decir que no aceptaría como verdadera una cosa si no creyera que lo sea. Para ello recurre a otra regla:

Evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención.

Con precipitación se refiere a que el hombre no puede comprender rápidamente lo que es difícil. Es decir que la precipitación nos puede llevar a error pero no es la única causa. Otra causa es la prevención. Nosotros estamos afectados por nuestras subjetividades, por nuestras opiniones, nuestro entorno familiar, nuestra educación, nuestra experiencia, todo lo cual nos impone sentimientos. Del mismo modo obran nuestros intereses.

Dice Maurois:

Cuando el amor o el odio mandan, la razón debe seguirles y encontrar razones para justificar sus locuras.[14]

Lo que Descartes nos propone en su Discurso del Método es, primero, liberar nuestra razón de las pasiones y después emplearla bien y para esto nos indica un cierto número de reglas:

Conducir por orden nuestros pensamientos, yendo de los más simples a los más complejos…

Dividir las dificultades en tantas partes como sea posible…

Hacer en todo enumeraciones tan enteras y revisiones tan generales que se esté seguro de no haber omitido nada…

El método experimental

Este método se atribuye al filósofo, político, abogado y escritor inglés Francis Bacon (Strand, Londres, 1561 – Highgate, Middlesex, 1626), a quien se considera padre del empirismo filosófico y científico. Sin embargo, la experimentación es propia del hombre desde tiempos remotos y nosotros mismos hacemos experimentación en nuestra vida cotidiana.

Se trata entonces de un método sencillo basado en la experimentación.

Cabe recordar que para llevar a cabo su tarea, el analista de inteligencia se vale de

    • los conocimientos previos,
    • de la experiencia y
    • de la intuición

La experiencia no es ciencia pero de la experiencia se deriva el razonamiento inductivo, (David Hume, 1711-1776), mediante el cual se saca una conclusión general a partir de hechos particulares.

El observador que lleva a cabo la experimentación presta atención a los fenómenos, los cuales le permiten llegar a una hipótesis y verificarla a través de la experimentación.

Sin embargo el método de la experimentación no siempre ofrece certezas por lo que de las experiencias no se pueden sacar leyes como lo ha demostrado el «Pavo de Russell». Se trata de una parábola del filósofo Bertrand Russell (1872 – 1970) que explica que el pavo recibía su alimento puntualmente a diario por lo que se consideraba bien atendido por sus dueños. Llegó a la conclusión de que «siempre» comería a las 09:00 de la mañana, hasta que en la víspera de la Navidad lo degollaron, lo que pone de manifiesto los peligros de obtener conclusiones basadas únicamente en observaciones. Dicho de otro modo, no podemos ser absolutamente racionales adoptando una duda cartesiana, ni absolutamente empiristas. En tal sentido, el analista veterano no debe dejar de lado la intuición pues, en alguna medida esa intuición obedece a un «ordenamiento de sus carpetas mentales», las que reúnen nuestros conocimientos y nuestras experiencias. De tal modo que la intuición debe movilizar a la razón y la razón debe disciplinar a la intuición.

¿Qué es el «arte de pensar» para Maurois? Podríamos reducir su explicación en esta frase que él nos brinda literalmente:

El arte de pensar sería, para el hombre de acción, el arte de transformar el pensamiento en instinto. No queremos decir, en absoluto, que el hombre de acción deba menospreciar la razón.[15]

Lo que expresa Maurois a través de varios ejemplos es que el instinto originado en la observación de numerosos casos, es el que ofrecerá la solución o el camino a seguir. Los recuerdos, las experiencias, el análisis de numerosos informes llevarán a la solución.

Es así como el microcosmos o mundo interior ―nuestro mundo interior― se proyecta sobre el mundo en el que debe actuar, el mundo exterior. Afirma Maurois:

El arte de pensar es también un arte de creer, porque ningún ser humano podría, sin peligro, después de miles de años de civilización, volver a poner en tela de juicio y someter a la conciencia clara, todas las creencias individuales y sociales. La tabla rasa es un juego de espíritu, pero no se puede jugar más que en los tiempos de holganza. El hombre debe, para actuar y vivir, aceptar una gran parte de las reglas morales, sociales y religiosas que la humanidad, antes de él, ha reconocido necesarias.[16]

Luego de leer esta frase y observando el mundo al que asistimos en este ya avanzado siglo XXI, quizás podamos considerar que el hombre está dedicando buena parte de su vida a la holganza porque parecería querer dejar de lado ―por no ser tan duro para emplear el verbo «destruir», aunque tal vez sea más acertado― esa reglas, esos valores y esos principios que han forjado esa civilización que hoy vemos que se desvanece ante nuestros ojos.

Homo sapiens, homo videns, homo insipiens

Nada ocurre por casualidad sino por causalidad. La realidad es que hoy el ser humano no piensa como antes y en este sentido vale aquí recordar que el profesor Giovanni Sartori (1924-2017), investigador en el campo de la ciencia política, experto en problemáticas contemporáneas de los sistemas democráticos occidentales, quien en 1997 publicó el libro Homo Videns. La sociedad teledirigida[17]. En su libro nos alertaba que por entonces se estaba llevando una revolución multimedia que transformaría al hombre, al homo sapiens, en homo videns, en un hombre para el cual la palabra ha sido destronada por la imagen.

Decía entonces que la imagen, y agrego hoy la pantalla, ha cambiado la comunicación y la forma de comprensión del ser humano.

Esta revolución ha acabado con el pensamiento abstracto, con las ideas claras y distintas pero también con la oratoria, con la forma en que el hombre se expresa. Como decía Sartori, se trata de la imposición de lo visible sobre lo inteligible que ha llevado al hombre a dejar de lado los estímulos de la lectura y del conocimiento que se adquiere a través de la cultura escrita.

El propio Sartori concluye que no intenta idealizar el pasado y que el «homo insipiens (necio y, simétricamente, ignorante) siempre ha existido y siempre ha sido numeroso»[18]. Entonces, ¿qué ha pasado? Sartori explica que hasta la llegada de los medios de comunicación de masas los «grandes números» estaban dispersos pero esos medios los han reunido lo que les permite «hacer masa y adquirir fuerza»[19]. En este sentido se refiere a Internet, pues su libro original fue publicado en 1997, pero sin duda que las redes sociales han potenciado ese aglutinamiento de miembros de esa especie que denomina homo insipiens, agravando las connotaciones negativas que le atribuye a Internet.

Como bien explica al final de su libro, la tesis de fondo del mismo «es que un hombre que pierde la capacidad de abstracción es eo ipso incapaz de racionalidad y es, por tanto, un animal simbólico que ya no tiene capacidad para sostener y menos aún para alimentar el mundo construido por el homo sapiens[20]. El hombre perdió así su característica fundamental, la que lo distingue de los demás miembros del reino animal y, como afirma Sartori, las imágenes han dañado la educación de este animal racional y agrega «que la televisión produce un efecto regresivo en la democracia, debilitando su soporte, y, por tanto, la opinión pública»[21].

Sartori no se equivocó

Más de un cuarto de siglo después de que Sartori publicara su libro, aparece un documento que da claras muestras de que su prospectiva no estaba errada.

Poco antes de que se llevara a cabo la Feria del Libro de Frankfurt, André Schüller-Zwierlein (director de la biblioteca de la Universidad de Ratisbona), Anne Mangen (profesora de Alfabetización en el Centro Noruego de Lectura de la Universidad de Stavanger, Noruega), Miha Kovač (profesora de Estudios Editoriales en la Universidad de Liubliana, Eslovenia) y Adriaan van der Weel (profesor emérito de Estudios en la Universidad de Leiden, Países Bajos), escribieron un artículo titulado Why higher-level reading is important («Por qué es importante la lectura de nivel superior»)[22].

El documento cobró trascendencia como El Manifiesto de Liubliana y debería ser de lectura obligatoria para todos los educadores y en particular de los responsables de la educación. El informe pone el foco en la disminución de la motivación y de las habilidades lectoras, poniendo bajo la lupa la disminución de la lectura de nivel superior.

Eslovenia fue el país invitado de honor de la Feria del Libro de Frankfurt 2023 y allí se presentó El Manifiesto de Liubliana y las actividades presentadas por este país giraron en torno a la cuestión de ese escrito, el cual destaca que una cuarta parte de la población estadounidense no lee libros, que un tercio de la población alemana adulta lee menos de un libro al mes y que una encuesta PISA de 2021 mostró una marcada disminución en la lectura recreativa y aproximadamente un tercio de los estudiantes informaron que rara vez o nunca leen libros por placer. El 49% estuvo de acuerdo con la afirmación «Leo sólo si es necesario». Un tercio de la población europea tiene dificultades incluso con la lectura de nivel inferior.

Como puede apreciarse, el diagnóstico es más que preocupante.

El documento pone énfasis en la importancia de la alfabetización pero sobre todo en la lectura. Cito un párrafo del mismo:

La alfabetización (lectura y escritura) permite la transmisión y preservación de información y conocimiento en todos los ámbitos de la vida: noticias, administración gubernamental, ciencia y erudición, religión, educación, etc. También facilita el intercambio de juicios y emociones humanos complejos. Dado que constituye la base de aprendizaje permanente, las personas de todas las edades necesitan buenas habilidades de lectura. Además, como efecto secundario no deseado, la lectura también ejerce disciplina, atención y paciencia cognitiva. […] Por último, pero no menos importante, la lectura es la herramienta de pensamiento más central y poderosa que tenemos.

Las buenas habilidades de lectura no sólo benefician al individuo sino también a la sociedad pues los ciudadanos bien preparados contribuyen al desarrollo económico y están capacitados para participar social y políticamente.

Sin mencionar a Sartori, el documento hace referencia al incremento de las pantallas para leer y a la digitalización, los que abren serios interrogantes al momento de reflexionar sobre la lectura y los efectos que ocasionan sobre los individuos y la sociedad. En este sentido, destaca que en las últimas tres décadas, el entorno del lector «ha experimentado una metamorfosis que está transformando las formas en que nos comunicamos, aprendemos, trabajamos, amamos y odiamos».

El objetivo principal de este manifiesto es llamar la atención sobre la necesidad urgente de enseñar y permitir habilidades y prácticas de lectura de nivel superior para la sociedad contemporánea.

El informe menciona diferentes tipos de lecturas y los efectos que produce sobre el lector. De ese modo, menciona la lectura crítica, la lectura inmersiva, la lectura literaria, la lectura larga, la lectura lenta, la lectura tenaz, la lectura estratégica pero vale citar textualmente a «la lectura como desafío que está estrechamente relacionada con la lectura no estratégica: el cliché generalizado de que leer es para información o para divertirse ignora el hecho central de que leer siempre significa ser desafiado a pensar».

Y aquí retomamos el tema del pensar que es el eje de este artículo. En este sentido, El Manifiesto de Liubliana pone el foco en que la lectura de alto nivel es fundamental para el desarrollo del pensamiento crítico, el cual nos permitirá el discernimiento; este pensamiento es el que nos preparará para detectar las simplificaciones populistas, las falsas noticias, la desinformación y, muy importante, evitar la manipulación que se ejerce principalmente a través de los medios masivos de comunicación. En tal sentido, el desarrollo del pensamiento crítico favorece a la construcción de una verdadera democracia y prepara al ciudadano para una participación cívica activa en la sociedad de la que forma parte.

A modo de conclusión

Ya he mencionado ut supra lo que es el arte de pensar para Maurois y queda en cada uno de nosotros reflexionar si pensar es un arte o no. Quizás podría ser un «arte abstracto».

Más allá de esta consideración, la intención del taller y de este artículo es la misma que llevo al aula: provocar el debate para llevar a la reflexión y motivar los hábitos de lectura, incluso los que están más allá de nuestras necesidades profesionales. La lectura de textos filosóficos, históricos y teológicos, por citar algunos, contribuyen a la generación de un pensamiento creativo y la lectura de libros, de textos con cierta complejidad, nos ayudarán a desarrollar un pensamiento crítico que, como podrá observarse, tiende a desaparecer por efecto de los medios masivos de comunicación y del uso de las redes sociales que, por otro lado, obran en detrimento del enriquecimiento de nuestro vocabulario y de la «regulación de la circulación de las palabras».

En la actualidad la información nos atropella y nos invade en todos los ámbitos y sólo podremos discernir si estamos armados intelectualmente para filtrarla o para silenciarla si es necesario.

Para finalizar, tengamos en cuenta la frase que se le atribuye al astrónomo Carl Sagan (1934-1996):

Saber mucho no es lo mismo que ser inteligente. La inteligencia no es sólo información, sino también juicio, la manera en que se recoge y maneja la información.

Sólo podremos lograr esto si desarrollamos un pensamiento crítico.

 

Imagen: PublicDomainPictures, https://pixabay.com/es/photos/mono-primate-animal-mamífero-17474/.

 

* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director ejecutivo de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Profesor de Inteligencia de la Maestría en Inteligencia Estratégica Nacional de la Universidad Nacional de La Plata. Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires: Editorial Almaluz, 2019. Embajador Académico de la Fundación Internacionalista de Bolivia (FIB). Investigador Senior del IGADI, Instituto Galego de Análise e Documentación Internacional, Pontevedra, España.

 

Referencias

[1] André Maurois. Un arte de vivir. Buenos Aires: Librería Hachette, 1941, 227 p.

[2] Ibíd., p.11-12.

[3] Ibíd., 13.

[4] Ibíd., p. 14.

[5] Ibíd., p. 16.

[6] Ibíd., p. 16-17.

[7] Ibíd., p. 17-18.

[8] Ibíd., p, 18.

[9] Ibíd., p. 20.

[10] Ibíd., p. 20.

[11] Diccionario Oxford Language, Oxford University Press.

[12] Ídem.

[13] «Silogismos (y sus reglas)». Enciclopedia de Ejemplos, https://www.ejemplos.co/20-ejemplos-de-silogismos-y-sus-reglas/#ixzz8JxUM9T00.

[14] André Maurois. Op. Cit., p 27.

[15] Ibíd., p. 42.

[16] Ibíd., p. 45.

[17] Giovanni Sartori. Homo videns. La sociedad teledirigida. Madrid: Taurus, 1998, 159 p.

[18] Ibíd., p. 145.

[19] Ídem.

[20] Ibíd., p. 146.

[21] Ídem.

[22] André Schüller-Zwierlein, Anne Mangen, Miha Kovač, and Adriaan van der Weel. «Why higher-level reading is important». First Monday, volume 27, number 9 (September 2022).doi: https://dx.doi.org/10.5210/fm.v27i9.12770. First Monday, 1995-2023. ISSN 1396-0466, https://firstmonday.org/ojs/index.php/fm/article/view/12770/11081.

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EL SEBICHE, PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD

Francisco Carranza Romero*

imagen: piliperiodista, https://pixabay.com/es/photos/ceviche-menu-camaron-639900/ 

Hace miles de años los antiguos pobladores de la costa peruana comían la carne cruda de pescado hecha en tiras y macerada con sal y picante. A este plato lo llamaban sipichi en quechua. El sebiche (versión castellana) es tan antiguo como los pobladores costeños de Caral, Sechín, Moche y Nasca.

Los peruanos contemporáneos que conocen quechua y español, aun antes de probar la carne de pescado cocida con el jugo de limón (cítrico que llegó con los españoles en el siglo XVI), saben que para hacer el sebiche hay que hacer jirones o tiras. El verbo quechua es sipichiy o sus variantes sipchiy, shipchiy (elisión de un sonido interno y palatalización del fonema sibilante alveolar).1) Y, al comer el sebiche comprueban que la carne de pescado y los mariscos están deshuesados, desmenuzados y en jirones.

Los que tienen formación en Lingüística explican que la palabra sebiche es la hispanización del sustantivo quechua sipichi. En español, la vocal cerrada en distribución final absoluta de una palabra se abre a su respectiva media: i > e.  

Ortografía arbitraria: sebiche, seviche, cebiche, ceviche.  

En la transcripción del nombre de esta deliciosa comida hay inseguridad ortográfica: sebiche, seviche, cebiche, ceviche. Un problema ortográfico que no afecta al sabor. 

“El Diccionario Panhispánico de Dudas”, libro elaborado y editado por la Real Academia Española y por la Asociación de Academias de la Lengua Española, dice al respecto: “cebiche. Plato hecho con pescado o marisco crudo en adobo, típico de varios países americanos. […] Se escribe también ceviche. […] Existen y son válidas, las variantes seviche y sebiche (la menos usada), que trasladan a la escritura la pronunciación con seseo propia del español de América y de buena parte de España”2). 

Por mi condición de bilingüe quechua y español prefiero escribir sebiche (letra ese en vez de la letra ce, la b en vez de uve), como se aprecia en el título de este artículo. Además, hay más argumentos: 

  1. Los hablantes del castellano del Perú y de otros países de América no hablamos diferenciando la ese de la zeta y la ce (ante las vocales e, i) como diferencian los madrileños y los barceloneses. Los hispanoamericanos somos seseantes como los de Andalucía y buena parte de España que se volcaron hacia América durante las primeras décadas de la conquista y la colonia. Por eso, no hay ninguna razón ortográfica para escribir la letra ce en la primera sílaba de la palabra quechua sipichi. Por algo las academias ya no consideran erróneas: mesclar, sonsera, sonso, etc. ¡Qué sonsos los que no buscan la simplificación de los problemas!
  2. La preferencia por la consonante b. En el cuadro fonológico del castellano hay solamente un fonema /b/ que es oclusivo, labial, sonoro. La letra uve, aunque se escriba diferente de la be, suena igual. El fonetista español Antonio Quilis Morales, al describir el fonema /b/, dice: “Ortográficamente responde indistintamente a los grafemas b o v”3). Por esta razón, yerran los que pronuncian ortográficamente la uve como labiodental. La be y la uve (algunos la llaman “ve chica” o “ve de vaca”) se pronuncian igual en todo el mundo hispano. Y en la historia de la ortografía castellana se observa la confusión de uve y la vocal u. Recuerdo que un profesor universitario explicaba sin criterios lingüísticos dos maneras de escribir el nombre de este plato: “Con ese se usa la ve chica: seviche. Con ce se usa la be grande: cebiche”. Sus criterios habrían estado basados en la imagen visual de la palabra escrita; pero no en la pronunciación.  La consonante pe (de la palabra sipichi), en posición intervocálica, se ha convertido en be por la sonorización intervocálica, fenómeno común en muchas lenguas del mundo. Así le pasó al latino lupum (acusativo de lupus) que pasó al castellano como lobo. 
  1. El hecho de que la vocal quechua i en la primera y tercera sílabas de sipichise haya abierto hasta convertirse en e, no es ninguna novedad. Así ha ocurrido con otras palabras quechuas al castellanizarse donde hay la apertura vocálica: suruchi> soroche (el mal de la altura). El romance castellano tiende hacia la apertura vocálica, especialmente en la sílaba final. Como ejemplo, otra vez, recurrimos al latín: pigritia > pereza. 

Si descartamos las inexplicables y arbitrarias ortografías de “cebiche, ceviche y seviche” sólo nos queda la forma sebiche que es más fonética, fácil y explicable. Además, esta preocupación de relacionar la lengua hablada con la lengua escrita en el idioma castellano no es de ahora. Bastan las citas de dos autoridades de los siglos XV y XVI.

Nebrija: “Que así tenemos de descreuir como hablamos y hablar como escriuimos”4).

Valdés: “[…] quiero guardar mi regla de scrivir como pronuncio”5). 

Si el uso puede generar una norma, propongo que escribamos sebiche, ortografía más fonética. Basta de estar complicando la escritura del nombre de un plato convertido en patrimonio cultural de la humanidad. Con la ortografía ya simplificada podremos decir y escribir con mayor seguridad la palabra sebiche, y comprender su origen quechua y sus variaciones al castellanizarse. 

Pero, no nos debe sorprender que algún ignorante de la lengua quechua busque la etimología de la palabra sebiche en el árabe o en alguna lengua africana, tal como han hecho con las palabras caribeñas tabaco y banana. Los fitónimos y etnónimos americanos deben explicarse, primero, por las lenguas nativas de América. 

Y los peruanos, aunque confundidos con varias maneras de escribir, nos alegramos del aporte culinario peruano a otros países; pues los mexicanos y los centroamericanos preparan y comen también el rico sebiche saborizándolo con tomate. 

 

* Investigador del Instituto de Estudios de Asia y América, Dankook University, Corea del Sur.

Notas 

1 Carranza, Francisco: “Diccionario quechua ancashino – castellano”, 2003. “Diccionario español – quechua ancashino” Iberoamericana-Vervuert, Madrid, 2023.

2 Real Academia Española, Asociación de Academias de la Lengua Española: “Diccionario panhispánico de dudas”, Santillana, Bogotá, 2005, p. 127.

3 Quilis, Antonio – Fernández Joseph: “Curso de fonética y fonología españolas”, CSIC, Madrid, 1975, p. 77.

4 Nebrija, Antonio de: “Reglas de orthographía en la lengua castellana”, edición de Antonio Quilis, Instituto caro y Cuervo, Bogotá, 1977, p. 121.

5 Valdés, Juan de: “Diálogo de la lengua”, edición de Antonio Quilis, Plaza Janes, Barcelona, 1984, p. 126.

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EL PERRO EN LA CULTURA ANDINA

Francisco Carranza Romero*

El perro (allqu en quechua), diferente de muchos animales, convive con el ser humano desde hace miles de años por sus cualidades especiales: compañero fiel, guardián de casa y ganado, rastreador y receptor de la presencia de seres sobrenaturales. Además, comprende algunos códigos lingüísticos y paralingüísticos del ser humano con quien convive.

Los mayores dicen: El zorro fue el compañero del hombre primitivo. El perro es el compañero del hombre posterior: Atuqmi qullanan runapa yanaqaynin karqan. Allqum qipa kaq runapa yanaqaynin.

  1. Cualidades especiales.

1.1. De excelente olfato, vista y oído: Allish sinqayuq, ñawiyuq, rinriyuq.

Por el buen desarrollo de sus tres sentidos es un buen rastreador y guía. Los que persiguen al zorro y puma, cuando éstos atacan sus rebaños, van detrás de sus perros que van rastreando.

Testimonio 1: Cuando estaba yendo por debajo del nevado Copcho, sorpresivamente, la nevada cubrió el camino. Por mi deseo de evitar la oscuridad caminé siguiendo a mi perro Pincullo. Mi perro me guió bien oliendo el camino hasta el lugar donde ya no había la nevada.

Qupchu rahu chakinta aywaykaptii rashta naanita tsapaskirqan. Mana tutapapukuyta munar Pinkullu allquuta qatir aywakurqaa. Allquuqa, naanita muskir, mana rashta kanqanyaq alli pushamarqan.

1.2. Lealtad hasta la muerte: Wañuypa kuyakuq.

La gente reconoce la lealtad canina. Garcilaso de la Vega, al tratar de las costumbres antiguas en el mundo andino, dice: “Adoraban al perro por su lealtad y nobleza” (De la Vega, Garcilaso “el inca”: Comentarios reales, Libro I, Cap. IX, p. 78).

Testimonio 2: Mi hermano Huaclla se murió por caerse de la oroya (andarivel) al río. Al día siguiente, al oír el aullido triste, rescataron al perro de la oroya. Viendo sus legañas supieron que había llorado mucho. Quizás Huaclla se ha caído al río, dijeron. El perro, después de comer lo que le dieron, salió de la casa, se dirigió hacia la parte baja del río aullando triste. Las gentes, siguiendo al perro, hallaron el cadáver de Huaclla entre las piedras de la ribera.

El perro acompañó triste al cadáver durante el velatorio. En el rito del quinto día después de la muerte se acercó varias veces para oler la ropa de su amigo. Después, desapareció para siempre. Las gentes comentaron: Quizás el perro también se ha muerto saltando al río.

Wawqii Waklla, uruyapita mayuman ishkir, wañukurqan. Waraanin, llakishqa waqyata wiyar, uruyapita allquta hurquyarqan. Wiqtinta rikar, allaapa waqanqanta musyayarqan. Wakllaqa maypis mayuman ishkishqa, niyarqan. Allquqa, qarayanqanta mikuskir, wasipita yarqurqan, llakishqa waqyar mayu uran kaqman aywakurqan. Runakuna, payta qatir, mayu kuchun rumikunachaw Wakllapa ayanta tariyarqan.

Allquqa, llakishqa, wallkichaw ayata taapararqan. Pitsqay punchaw yanasanpa llatapanta atska kuti muskiq witipurqan. Tsaypita, wiñay wiñaypa illakarqan. Runakuna niyarqan: Maypis allqupis mayuman tiwyar wañukushqa.

1.3. El alma del perro guía al alma del ser humano: Allqupa ayan runapa ayanta pushan.

La lealtad del perro con el ser humano no termina en esta vida. En la existencia post mortem sigue demostrando la gratitud.

Testimonio 3: Cuando era niño, las ancianas y ancianos me repetían: demos buen trato al perro porque su alma nos ayudará o acusará en la otra vida. Después de que muramos nuestra alma iniciará un nuevo viaje. Entonces nuestro perro guiará a nuestra alma. El perro, por tener buen olfato, también en la otra vida nos guiará por el buen camino. Por eso, a él hay que estimarlo; y no maltratarlo sin ninguna justificación.

Wamra kaptii, chakwaskuna, awkiskuna atska kuti niyamaq: allquta alli rikashun; paypa ayanmi wak kawaychaw yanapamashunpis shimpimashunpis. Wañuskishqam ayantsik mushuq naanita qallanqa. Tsaychawmi allquntsik ayantsikta pushanqa. Allquqa, alli sinqayuq karnin, wak kawaychawpis alli naanipa pushamashun. Tsaymi, paytaqa alli rikanantsik; lluta maqanatsu.

1.4. El perro ve el espíritu: Allqu ayata rikan.

El perro, más allá de sus sentidos físicos, ha desarrollado otra facultad supranormal, porque capta la cercanía o presencia del espíritu. Alerta a otros con sus aullidos agudos y tristes.

Testimonio 4: El anciano Eulogio Romero me enseñó: Si quieres ver el espíritu, sóbate el ojo con la legaña del perro. Entonces verás el espíritu de día y noche. Sin embargo, no debes hacer esto por simple curiosidad; porque, al hacerlo, cruzas la frontera de esta vida.

Awkin Iwllu Romero yachatsimarqan: Ayata rikayta munarqa, allqupa wiqtinwan ñawikita kupanki. Tsaymi hunaqpa, paqaspa ayata rikanki. Kaytaqa musyachi karllatsu ruranayki; kayta rurarmi kay kaway shaywata qishpinki.

1.5. El perro absorbe el mal de jaqueca: Allqum chukakita shuqun.

La jaqueca (chukaki) por el efecto de la vergüenza repentina tiene sus síntomas: dolor de cabeza, fiebre, vómito y decaimiento general. Es un mal común en la gente del área rural. El tratamiento del paciente con jaqueca sigue un proceso ritual: masajear la cabeza, jalar el cabello en grupo hasta que suene como si estuviera arrancándose del cráneo, sobar con granos de sal y huevo, beber agua hervida con menta andina. Para completar, el paciente choca su frente a la del perro. Después, éste se enferma porque absorbe el mal humano.

El perro negro es el más preferido para el tratamiento de la jaqueca.

Testimonio 6. Una mañana, el niño Rumi, después de botar el chancho del papal, al salir por entre los árboles desgarró su pantalón y expuso su parte íntima. Alguien que lo vio así, se rio a carcajadas y sin control. Rumi se avergonzó mucho mientras se cubría como podía. Llegando a la casa contó a su madre lo ocurrido, luego sintió fiebre, dolor de cabeza y náusea. Entonces se tendió. Su madre, enterada de la vergüenza que había pasado su hijo, le sobó la cabeza con granos de sal, le jaló el cabello haciendo sonar ¡trac!, le hizo beber agua hervida de panisara. Llamó al perro Chasqui. Rumi puso su frente a la frente de su perro por un breve momento.

Después, Rumi se durmió rápido. Cuando despertó ya estaba sano. Entonces, Chasqui empezó a enfermarse. La madre sobó la cabeza del perro con sal y le sirvió buena comida. Chasqui también, después de dormir un poco, se sanó rápido.

Huk alliq, Rumi wamra, papa chakrapita kuchita qarquskir, hacha rurinpa yarqunqanchaw waranta rachipakurqan, pinqayninta rikaatsikurqan. Huk runaqa, tsaynawta rikarnin, llutanpa hiqchikachar asikurqan. Rumiqa, imaykanaw tsapaakurnin, allaapa pinqakurqan. Wasiman chaarir mamanta willarqan, tsaypita achachapakurqan, uman nanarqan, milanarqan. Tsaymi uhurqan. Mamanqa, wawan pinqakunqanta musyar, kachiwan umanta kuparqan, aqtsanta ¡trak! ninqanyaq sutarqan, timpushqa panisara yakuta upyatsirqan. Chaski allquta qayarqan. Rumiqa, urkunta allqunpa urkunman huk ichik patsalla churarqan. 

Tsaypita, Rumiqa sas puñurqan. Kutsikashqana rikcharqan. Chaskina qishyayta qallarqan. Mamaqa, allqupa umanta kachiwan kuparqan, alli mikuyta qararqan. Chaskipis, ichikta puñuskir, sas kutikarqan.

Panisara (Satureja punchella): menta andina de hojas ásperas y duras cura el mal estomacal. También es conocida como qanlli-.

  1. Día del perro.

¿Desde cuándo se celebra este día del perro? El 17 de diciembre, cinco días antes del solsticio de verano, se celebra el día del perro en Quitaracsa (Áncash, Perú). Los quitaracsinos llaman también “San Lázaro” al perro; posiblemente por la influencia de la parábola que aparece en el Evangelio de San Lucas (Cap.16, Versículos 19 – 31). En este día se sirve al perro buena comida y en plato especial.

Testimonial 7: En mi pueblo de Quitaracsa, en mi niñez vi cómo se celebraba el banquete del perro en un día específico. Ese día, mi madre preparaba buena comida para nuestros perros; y éstos, como si supieran, se sentían muy felices.

Kitaraksa markaachaw, wamra kanqaachaw rikarqaa, huk punchaw imanaw allquta alli mikutsiyta. Tsay punchaw, allquuukunapaq mamaa alli mikuyta ruraq; paykunaqa, musyaqnawpis, ima kushishqa kayaq.

El día del perro, también aparece en los pueblos caribeños como referencia del texto bíblico y de Babalú Ayé, deidad africana de la Regla de Ocha. (En el blog: Francisco Carranza, universo quechua, El mundo de los espíritus y muertos en la concepción andina).

  1. Insultos relacionados con el perro.

Así como se valora las cualidades caninas; también se menciona a este animal para insultar y ofender.

¡Allqu!: ¡perro! Su exagerada lealtad es criticable; porque, aunque es maltratado con insultos y castigos, sigue junto a su maltratador.

Allqutsay: lit. tratar como a perro, maltratar.

Porque los cachacos maltratan a los campesinos; los campesinos no los quieren.

Kachakukuna chakra runakunata allqutsakuyaptin; chakra runakuna paykunata kuyayantsu.

Allqu traasa: traza de perro, maltratador, abusivo, devorador. Esta expresión es mixta: quechua y castellano.

Los abusivos disparan a los campesinos.

Allqu traasakuna chakra runakunata illapayan.

Sólo el perro, después de matar a su propia especie, se come su carne. 

Allqullam, allqumasinta wañuskatsir, aytsanta mikun.

Hay gente que, cumpliendo las órdenes del amo (jefe o superior), maltrata y hasta mata a otro ser humano sin ningún sentimiento de culpa. Hace recordar a los perros galgos y alanos amaestrados para cazar seres humanos que eran esclavizados y vendidos cual animales. Y la palabra galga, préstamo del castellano, se refiere a mujer prostituta.

Tulluta waqruy: tascar hueso (acto propio del perro). Llamada de atención al imprudente que interviene en acto y conversación ajena.

Oye, estamos entre mayores; retírate y mordisquea el hueso.

Aw, yashqapuram kaykayaa; witikuy, tulluta raqrupaakuy.

Waqyapay: lit. ladrar a otro, reprender con gritos, vociferar sin control.

He gritado a tu yerno porque él grita de malas maneras a sus hijos.

Tsurinkunata lluta piñapaptinmi mashaykita waqyaparquu.

  1. Comentario

3.1. El perro, compañero del hombre, merece el buen trato en esta vida porque su espíritu puede socorrer o acusar, post mortem, al alma por el trato que se le dio.

3.2. El perro cazador de seres humanos en África y América cumplió las órdenes de su amo; por tanto, es menos culpable que su amo que lo amaestró para este fin. En la conquista de América fueron famosos Becerrillo y su hijo Leoncillo (perros de Balboa) por cazar gentes, y ganaban más que los soldados comunes (López de Gómara capítulos XLIV, LXV).

Bibliografía

Carranza Romero, Francisco: 2000, “Madre Tierra, Padre Sol”, Computer Age, Trujillo, Perú.

    2003, “Diccionario quechua ancashino-castellano”, Iberoamericana Vervuert, Madrid.

    2006, “El mundo da vueltas”, Papel de viento, Trujillo, Perú.

    2023, “Diccionario español-quechua ancashino”, Iberoamericana Vervuert, Madrid.

De la Vega, Garcilaso “el inca”: 1968, “Comentario reales”. Edit. Bruguera, Barcelona.

López de Gómara, Francisco: 1979, “Historia general de las Indias y vida de Hernán Cortés”,

    Biblioteca Ayacucho, Caracas.

* Investigador del Instituto de Estudios de Asia y América, Dankook University, Corea del Sur.

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