Agustín Saavedra Weise*
El 25 de mayo es una fecha altamente significativa para argentinos y bolivianos. En 1809 en lo que hoy es Sucre, la ciudad de los 4 nombres (Charcas, Chuquisaca y La Plata) se produjo el primer grito libertario sudamericano. Un año después, en el centro neurálgico del Virreinato del Río de La Plata —la ciudad de Buenos Aires— se proclamó otro grito de libertad y se formó la primera junta de gobierno presidida por el potosino Cornelio de Saavedra. En esa época no existían las mezquindades de hoy en torno a lugares de nacimiento o documentos. Todos éramos americanos y punto.
Otro acontecimiento crucial se produjo también un 25 de mayo cuatro años después: la célebre batalla de La Florida. Se trató de un enfrentamiento librado el 25 de mayo de 1814, en el pueblo de Florida (en la actual Tercera Sección de la Provincia Cordillera, departamento de Santa Cruz) y los márgenes del río Piraí, en zona del chaco boliviano. Fue vital la victoria de los independentistas sobre los realistas; después del triunfo los primeros reafirmaron su gobierno en Santa Cruz de la Sierra y las Provincias Unidas del Sur pudieron conservar su proceso emancipador. Asimismo, se salvó Tucumán de ser invadido; desde allí los realistas pensaban marchar vía austral para retomar la Buenos Aires rebelde. El sufrido triunfo patriota apagó para siempre ese proyecto.
La algarabía en Buenos aires —al recibir las noticias del triunfo de Florida— fue inmensa. La vieja calle San José pasó a llamarse Florida en homenaje a la gran victoria independentista. En 1837 el dictador Juan Manuel de Rosas la llamó Perú pero en 1857 se le restituyó el nombre actual y quedó así hasta nuestros días. Aunque ahora en decadencia, por muchas décadas la calle Florida ha sido arteria peatonal de grandes tiendas comerciales y un verdadero símbolo de la capital argentina. El 6 de agosto de 1975, con motivo de parte de los actos que organicé por el Sesquicentenario de nuestra Bolivia (1825-1975) —en calidad de jefe interino de la misión diplomática en la capital argentina— coloqué una plaqueta recordatoria al inicio de la mítica calle (Florida 1) que rezaba así: “La Embajada de Bolivia a los vencedores de La Florida”. No sé con certeza si aún se conserva esa plaqueta en su lugar, pero allí estuvo por muchos años.
La batalla de La Florida se ganó pese a las desavenencias entre José Álvarez de Arenales e Ignacio Warnes, los dos grandes patriotas de las guerras de guerrilla que dejó Manuel Belgrano en Santa Cruz de la Sierra. Ambos se unieron en el combate y así aplastaron al enemigo. También los acompañó con valor el líder cruceño José Manuel Mercado.
Muerto Blanco —en un terrible duelo personal con Warnes— su jefe y tocayo Joaquín Pezuela ya no tuvo ni ganas ni fuerzas para iniciar su marcha hacia Buenos Aires; la victoria en Florida desbarató esa intentona. Sin embargo y pese a su tremenda importancia, ya casi nadie se acuerda de ese decisivo triunfo. La historia boliviana —sesgada en extremo por el centralismo andino— omite o minimiza estos cruciales sucesos producidos en tierras orientales. Por su lado, en la Argentina son pocos los que rememoran este magnífico triunfo de las fuerzas patriotas de antaño. Por eso valía el recordar que existe un tercer 25 de mayo tan decisivo para la libertad de nuestros países como los otros dos que son celebrados año tras año. Así están las cosas.
*Ex canciller, economista y politólogo. Miembro del CEID y de la SAEEG. www.agustinsaavedraweise.com
Nota original publicada en El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://eldeber.com.bo/opinion/batalla-de-la-florida-un-25-de-mayo-casi-olvidado_234316