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UNA GUERRA DE VEINTE AÑOS POR EL ÁMBITO SOCIAL

François Soulard*

La democracia es el único régimen que cree estar obligado por sus principios a no defenderse de sus enemigos.

Raymond Aron (Introducción a la filosofía política).

 

Un conflicto estructural no nombrado

Es difícil, por no decir imposible, entender las problemáticas profundas de Argentina sin abordar sus dinámicas conflictivas y abordarlas desde una mirada renovada. El país no enfrenta meramente el cuadro general de cualquier integrante del Sur global, teniendo que sortear las distorsiones centro-periferia como lo recordaba Raúl Prebisch, la puja de sus facciones antagonistas internas o las fragilidades heredadas de las democracias parlamentarias tal como lo describiría un observador liberal como Martin Wolf[1]. Si bien todos estos criterios pueden ser válidos, es central focalizarse sobre la conflictividad estructural, susceptible de contener conflictos derivados, pero jerarquizando a toda la sociedad con la particularidad de ser paradojalmente menos detectable desde los marcos generales de percepción y además menos regulable desde las funciones heredadas del sistema político democrático-liberal.

En definitiva, es precisamente por una falta de percepción y de determinación para enfrentar a esta conflictividad que el país transita una situación de multiplicación de conflictos latentes y ramificados, desembocando en lo que varios comentaristas suelen retratar de «decadencia», de «zona gris» o de «Estado fallido».

Una guerra social encubierta, no convencional y no armada

En efecto, la Argentina se encuentra subsumida en un estado de guerra social de larga duración, ni declarada y ni armada, pero animada de fines estratégicos y políticos como lo es cualquier guerra contemporánea. Aplicando las reflexiones polemológicas de Aron y Clausewitz, cabría entonces designar cuáles son las entidades expresando una voluntad de enfrentamiento y cuáles son los medios violentos explícitamente movilizados en el marco del conflicto. Ahí aparece un primer problema con la segunda pregunta porque si bien podemos presenciar episodios puntuales de violencia física, es evidente que no estamos ante una confrontación violenta o una guerra civil armada de alta intensidad, semejante a otras fases bélicas de la historia nacional. No se trata de una guerra convencional, sino de una guerra combinada de otro tipo, de menor intensidad, disimulada en cuanto a sus fines, ejecutada en el ámbito social y político mediante otro tipo de fisionomía y medios.

Principales actores estratégicos

La primera pregunta enunciada en el párrafo anterior es más solventable. La dialéctica de voluntades ofensivas que estructura a Argentina pone en presencia a tres actores principales: las formaciones neomarxistas, con niveles de coordinación a nivel regional, procedentes de la tradición castro-revolucionaria y reconfiguradas después de cuatro fases previas de evolución como lo recalca Pablo Anzaldi[2]; el nacionalismo estadounidense, con su imperium continental (doctrina Monroe) y global, expresado en dos vertientes (capitalismo globalista pos-crecimiento y nacional-capitalismo liberal conservador); el nacionalismo inglés, aliado al anterior y fuente del conflicto militar en la Guerra del Atlántico Sur y de la disputa de las islas Malvinas.

Otros actores, como Venezuela, Israel, Irán o China, completan este panorama. Del mismo modo, convendría mencionar a otros actores locales, como por ejemplo las familias partidarias tradicionales de Argentina (justicialismo, republicanismo liberal, socialismo, etc.) o los sectores productivos estructurados. Sin dejar de tenerlos en cuenta, los consideraremos en este análisis en un plano más segundario.

Etapa previa: lucha armada, guerra del Atlántico Sur y political warfare posterior

La lucha armada, iniciada a partir del año 1959 con el respaldo del bloque soviético, abrió el camino para la represión militar en toda la región, avalada por Washington. En 1983, agotada la violencia tanto en los grupos civiles armados como en el régimen militar, el gobierno de Ricardo Alfonsín sentó las bases de una dependencia judicial y cognitiva decisiva para trasladar el conflicto anterior a otro escenario. Asumió la propuesta, diseñada desde la inteligencia británica y traída localmente por el jurista argentino Carlos Nino, de judicializar, en el marco del derecho civil, la pacificación posterior al enfrentamiento armado. Este proceso creó un frente de disputa interna y dio viabilidad a una ofensiva judicial y cognitiva apuntando el debilitamiento de dos núcleos del Estado nacional: la justicia y las fuerzas armadas.

Londres y Washington, doble artífices de una guerra insidiosa

Londres fue el primer artífice de esta modalidad de guerra (conceptualizada en 1948 por el norteamericano George Kennan), pero cuyos fundamentos están presentes en varias culturas estratégicas. Supo entender que la fase posterior a la victoria militar en el Atlántico Sur trasladaba nuevos antagonismos al tablero sociopolítico, con el riesgo potencial de que se reconstruya un nacionalismo argentino. Incentivó el prototipo de una guerra por el ámbito social (political warfare en inglés), basada en un conjunto de acciones combinadas e implementadas esta vez en tiempo de paz: difusión de conocimiento en universidades, presencia en los medios de comunicación, «entrismo cultural», activismo judicial, sostén de formaciones políticas colusivas (campo marxista-leninista), apoyos financieros a organizaciones locales (el Centro de Estudios Legales y Sociales en particular). Sus metas fueron debilitar la unidad estratégica del Estado nacional y modelar el entorno cultural y perceptivo de la sociedad, siempre de manera furtiva a fin de no despertar respuestas defensivas.

En paralelo, otro modelaje ofensivo se fue reforzando desde los Estados Unidos en los años 1990, a través de la generación de dependencia económica y de la jerarquización del conocimiento en materia de economía, ciencias de gestión, geopolítica y polemología. En 1993 el secretario de Estado Christopher Warren sellaba una política de seguridad económica elevada como prioridad de política exterior que Carla Hills, delegada al comercio (me parece mejor “representante comercial”) de 1989 a 1993, resumía con la siguiente fórmula: «abriremos los mercados extranjeros con una barra de acero cuando sea necesario, pero con un apretón de manos siempre cuando sea posible». El alcance de este modelaje, aplicado al interior de la OTAN y en otras latitudes, es de no divulgar las herramientas conceptuales para librar estas modalidades furtivas de guerra y de focalizar la atención en otras.

Conquista del poder e ingeniería social dual

En Argentina, el año 2003 marca el punto de retorno y llegada al poder de las formaciones afiliadas a la base neomarxista latinoamericana. Los coletazos político-económicos de fines de los años 1990 fueron aprovechados para facilitar su ascensión, de modo democrático o pseudo-arbitrario. Luiz Lula da Silva y Hugo Chávez llegan por las urnas en Brasil (2002) y Venezuela (1998), el segundo habiendo ensayado un golpe de Estado (1992). Evo Morales en Bolivia y Eduardo Duhalde en Argentina llegan luego de procesos de enfrentamiento territorial que terminan desbordando a los gobiernos establecidos (renuncia de Fernando De la Rúa en Argentina, renuncia de Carlos Sánchez de Lozada y Carlos Mesa en Bolivia como consecuencia de la Guerra del gas).

De entrada, el gobierno de Néstor Kirchner pone en marcha una ingeniería social dual (negativa y positiva), apuntando a conquistar la confianza de una parte de la sociedad a costa de la activación de conflictos triangulados y la designación de enemigos internos. Los movimientos sociales, los sectores sindicales, los partidos de izquierda y de centro-izquierda, junto con las masas informales son aliados y se ven movilizados en un proceso de rearticulación transversal. Una vez estabilizado, el poder ejecutivo anula rápidamente la Ley de obediencia debida y reabre el juicio a las cúpulas militares en continuidad con la etapa previa mencionada. Los derechos humanos son elevados al rango de secretaria de Estado y sirven de escudo informacional para atacar a poderes constituidos (medios de comunicación, justicia, fuerzas armadas, inteligencia, empresariado industrial). En el plano económico, la demanda global en commodities abrió un ciclo de prosperidad fiscal hasta el año 2010.

En el campo psicosocial, cada línea de tensión o cada adversario designado viene acoplado con un grado de desautorización que apunta a instalar un margen de rechazo en la sociedad («los militares son genocidas», «Clarín miente», «la derecha es reaccionaria»). Los medios de comunicación opositores o el campo liberal-republicano abonan a la misma lógica inversa, activando así una suerte de triángulo de Karpman (círculo vicioso de persecución, victimización, salvación), participando de una mayor polarización e histerización de la sociedad. En 2008 la Resolución 125, que cuestiona a la renta agraria, constituye uno de los conflictos más agudos obligando al sector agroindustrial a definir su límite mediante un conjunto de medidas de fuerza.

Subversión y guerra informacional

En el telón de fondo, el cuestionamiento epocal de la visión positiva del desarrollo heredada de las revoluciones industriales y de la falsa pacificación asociada a la globalización, abona al diseño de una política de relativismo y de revisionismo. Bajo el paraguas del progresismo, varios puntos débiles del liberalismo son atacados (desigualdades, crecimiento por derrame, concentración de riqueza, etc.) para legitimar un «Estado presente» a la par de los derechos sociales. En la realidad profunda, este manejo de las percepciones no impide la práctica de un capitalismo tradicional y su subversión con el propósito de captar poder y recursos. Es un hecho que la mayoría de las experiencias progresistas a nivel regional demuestran un nivel inusual de predación de recursos y de maniobras concentradoras de poder.

Los derechos humanos, al igual que el indigenismo o el ecologismo, están instrumentalizados como un factor cultural e identitario de segmentación y de complejización de la sociedad, coincidiendo ahí con la vertiente globalista del nacionalismo norteamericano. Ya practicadas en otros contextos (África del Sur, Europa del Este, Medio Oriente), estas estrategias buscan cultivar un mayor grado de entropía social favorable a la desarticulación del tejido nacional. En este punto precisamente se cristaliza una colusión de objetivos entre los sistemas de influencia anglosajona y el proyecto neomarxista latinoamericano.

En el terreno del conocimiento, la veintena de universidades creadas en el conurbano bonaerense (por citar un ejemplo) extienden la búsqueda de acomodar una matriz de conocimiento compatible con la cosmovisión de estos proyectos. Es acompañado por un entrismo en las estructuras académicas existentes. A partir de 2009 se buscó desconcentrar a los grandes medios de comunicación (Ley de servicios de comunicación audiovisual) encarnados por el grupo Clarín. Fue resistida en la justicia por medidas cautelares (demandadas por el mismo grupo Clarín) y finalmente modificada en 2016 por el gobierno de Mauricio Macri.

De forma general, la arquitectura de guerra informacional desplegada abona a mantener un cerco cognitivo en la sociedad y al interior de los grupos sociopolíticos afines. Es necesario limitar los elementos de unidad nacional o distanciarse del mito liberal fundacional frustrado de haber sido una «gran nación argentina». La realidad es sistemáticamente abordada con percepciones alteradas o desviadas y, según los casos, envueltos en ofensivas informacionales de fuerte intensidad (expropiación de REPSOL-YPF, caso Alberto Nisman, causa Correo, endeudamiento con el FMI, Santiago Maldonado, ARA San Juan). El triple registro de la victimización, combinado con el de coaccionar y de rescate (formalizado por Stephen Karpman), han potenciado los alcances de la ingeniería social.

Escasez de voluntad y de ideología

Frente a esta iniciativa de demolición endógena de la sociedad argentina, ha sido notable la escasez de ideologías, de voluntad y de métodos de parte de sus contrincantes. No es propio a Argentina, sino a cualquier régimen político dejando de ser inquieto y atento a descifrar la gramática ofensiva del siglo XXI. En este sentido, el campo neomarxista ha tenido un mayor espesor estratégico en el campo subversivo e informacional. No es una casualidad que la acción judicial sobre los hechos de corrupción haya constituido el movimiento más contraofensivo para frenar estos proyectos. En Brasil, la mega-investigación judicial Lava Jato logró rebatir varias cartas políticas con el apoyo remoto del ala del nacionalismo estadounidense quien, de paso, no dudó en hacerse de las grietas vacantes para posicionar sus peones en la economía brasileña.

Hoy, una multitud de países incentivan este tipo de guerra subterránea en el tejido interno de sus adversarios, entre ellos los Estados Unidos, Reino Unido, Irán, Israel, Rusia, Alemania y China. Si el año 2023 aparece como un año de despertar en Argentina, esta matriz conflictiva seguirá su curso. Es imperativo radiografiarla con mayor precisión, armarse mentalmente y dotar la democracia de nuevas herramientas compatibles con su vocación liberal y abierta.

* Nacido en Francia, es ensayista y coordinador de la plataforma internacional de comunicación Dunia. Titular de una maestría en Ciencias de la Tierra en Francia. Se dedicó a la planificación territorial en el norte de Francia hasta el año 2003, para luego ser observador-partícipe de las dinámicas sociopolíticas en varios continentes. En 2012 fundó la plataforma Dunia en pos de brindar servicios de comunicación digital e investigar el rol estratégico de la información. Ha sido partícipe de distintos movimientos sociales en la región, en Argentina, Bolivia, Chile y Perú. Es autor de «Una nueva era de guerra informacional en América Latina»; coautor del «Diccionario del poder mundial» (2015) y «Democracia digital» (2020). Tradujo al español y al inglés algunas obras del geoestratega Gérard Chaliand («Por qué Occidente pierde la guerra, Terrorismo y política, Atlas estratégico»). Desde 2020 colabora con la Escuela de Guerra Económica en Francia.

Miembro de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales, SAEEG.

 

Referencias

[1] The Crisis of Democratic Capitalism (2023). Penguin Random House.

[2] Diez tesis sobre el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Disponible en ieeba.org.

©2023-saeeg®

GUAYANA ESEQUIBA: NUESTRA IDENTIDAD CULTURAL ESEQUIBANA

Abraham Gómez R.*

Hemos venido exponiendo, como autocrítica, que nos parece que caen en una seria contradicción quienes se dicen defensores de la Guayana Esequiba pero muy pocas veces aluden y defienden ―que también constituye un referente valioso― a la apreciable población que vive en ese inmenso territorio, donde se acumulan recursos de todo tipo; precisamente los que están siendo esquilmados por la voracidad de las compañías transnacionales.

También resulta inaceptable que empresas privadas venezolanas y (algunas veces) organismos oficiales realicen promociones institucionales o publicidad con el mapa mutilado de nuestro país; y aunque se les haga la debida y respetuosa observación casi nunca corrigen tal impropiedad.

La concepción patriótica integral es psico-emotiva y se construye (y constituye) con las aprehensiones mentales y emocionales, para llegar a querer lo que siempre ha sido nuestro.

Debemos asumir e internalizar, con nuestras propias sensibilidades y consideraciones sociohistóricas, que nos concierne a todos por igual este pleito jurídico de reivindicación venezolanista que estamos librando por ante la Corte Internacional de Justicia.

Dejamos sentado, una vez más, que en la controvertida extensión territorial ―desgajada a nuestra nación― conseguimos de norte a sur importantes ciudades, pueblos y asientos demográficos de varias clases sociales; cuyo registro censal, más reciente, arroja una población que sobrepasa los (300.000) compatriotas; donde quedan incluidas las personas originarias de las etnias Waraos, Waiwai, Makushi, Arawakos, Akawayos, Saraos, Patamonas, Caribes, Wapashi.

Además, una imbricación bastante considerable de afro e Indo descendientes, amerindios, asiáticos, portugueses etc. Una amalgama humana interesante.

No obstante, cuando analizamos la Constitución de la República Cooperativa de Guyana de 1980, nos conseguimos con la auto asignación; es decir, ejercieron, con el acto de promulgación de tal Norma Suprema, una apropiación indebida ―sin escrúpulos― del mencionado espacio; y procedieron a legislar, para el presunto establecimiento de la distribución político-territorial en nuestra Guayana Esequiba, en flagrante violación del Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.

Se confirieron, a sí mismos, soberanía en la zona conflictuada. Ni más ni menos.

En la citada Carta Magna guyanesa, ellos delimitaron toda esa extensión de la siguiente manera: Región 1 Waini-Barima; Región 2 Poomeron-Supenam; Región 7 Cuyuní-Mazaruni; Región 8 Potaro-Siparuni; Región 9 AltoTúkutu- Alto Esequibo.

Arbitraria y abusivamente le pueden poner los nombres que les parezca; pero para Venezuela esos 159.500 km2, conforman la séptima parte de nuestra geografía nacional; es nuestra Guayana Esequiba, obtenida a través de irrebatibles justos títulos traslaticios, que presentaremos en la fase probatoria, en este juicio que cursa por ante la Sala Juzgadora de la ONU.

La inocultable intención, que tal vez mide la contraparte en perspectiva, sería la invocación de la famosa Cláusula de Prescripción Adquisitiva; para intentar transformar esos bochornosos actos de hecho en “sentencias de derecho”.

Me permito relatarle ―con emoción― al país, que cada vez que visitamos las hermosas comunidades del costado del estado Delta Amacuro, digamos las más próximas a la línea de facto: San José de Amacuro, Guasa, Barima, Cangrejito, Las Margaritas, Jobure, Curiapo; son momentos y circunstancias cuando profundizamos en los análisis y valoraciones de los nexos afectivos que se tejen con los habitantes de los pueblos asentados en la Zona en Reclamación, como Mabaruma, Santa Rosa, Coriabo, Caituna, Baramani y lo que apenas queda de Morajuana.

De tal manera, que uno llega a colegir que por muy estricta o difusa que pueda presentarse la delimitación o demarcación, jamás alcanzará a escindir los lazos consanguíneos tradicionales, los nexos culturales, las sensibilidades y, mucho menos, a provocar la separación de las arraigadas querencias que conseguimos interconectadas a ambos lados de la “raya”.

Estamos obligados a enlazarnos como compatriotas con esos grupos humanos, tan venezolanos como cualquiera de nosotros.

No debe importarnos únicamente reclamar la extensión territorial y su proyección marítima; por cuanto, la atención y asistencia integral para la gente que allí convive debe ser tarea prioritaria para que obtengan desde y con nosotros sentido de pertenencia e identidad con el resto de Venezuela.

Vendrían, entonces, a propósito, las preguntas.

¿Cómo va el proceso en la Corte? ¿Si tenemos oportunidad de salir victoriosos?

Nosotros poseemos enjundiosa documentación histórica, jurídica y cartográfica. Dígase, pruebas constituyentes directas y pruebas por constituir, respectivamente; con las cuales demostraremos que fue el Imperio Británico el que nos despojó, mediante argucias políticas-diplomáticas a finales del siglo XIX, de esa extensión por el este de la geografía venezolana; incluso tenían la aviesa intención de arrebatarnos hasta el Delta del Orinoco y una considerable parte del estado Bolívar.

A partir del mes de abril, del próximo año, cuando nos corresponderá consignar el memorial de contestación de la demanda, vamos por la Restitución, conforme al Principio de Exequibilidad, de todo cuanto nos quitaron en aquella maulería diplomática de ingleses y rusos, en fecha de ingrata recordación.

Venezuela siempre ha estado ―fundadamente― munida de Títulos Jurídicos que la respaldan en cualquier ámbito internacional, y en este juicio no será la excepción.

Vamos con nuestras pruebas irrebatibles e inconcusas.

¿Por qué nos encontramos racionalmente optimistas? Porque, la Corte ha decidido en una serie de sentencias, que han creado jurisprudencias, que un título jurídico preexistente prevalece sobre una administración del territorio en controversia, que pudiera estar bajo dominio circunstancial e ilegítimo de otro Estado.

Tenemos más de cien años pidiendo, en justo derecho, la reivindicación de lo que siempre ha sido nuestro.

El Laudo es el único documento que la contraparte enarbola como bandera, y con el cual solicita a la Corte que le dé autoridad de cosa juzgada. Ese adefesio jurídico nació viciado de nulidad absoluta.

Ha resultado vergonzoso e infeliz en la doctrina e historia del Derecho Internacional Público.

Que no les quepa la menor duda a los representantes de la excolonia británica que vamos con todo; asistidos en la justeza de saber que estamos reclamando para nuestra nación la restitución de lo que nos arrebataron en una tratativa perversa.

 

* Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua. Asesor de la Fundación Venezuela Esequiba. Asesor de la ONG Mi Mapa. Miembro del Instituto de Estudios Fronterizos de Venezuela (IDEFV). Asesor de la Comisión por el Esequibo y la Soberanía Territorial.

EL ELECTORADO DIJO ¡BASTA…BASTA…!

Heriberto Justo Auel*

“El secreto de nuestra prosperidad consiste en la conservación de la paz y el acatamiento absoluto de la Constitución y no se necesitan seguramente las sobresalientes calidades de los hombres superiores para hacer un gobierno recto, honesto y progresista. Puedo así, sin jactancia, deciros que la divisa de mi gobierno será paz y administración”.

Alejo Julio Argentino Roca -1843/1914

 

“El pitagorismo* fracasa cuando se aproxima a la esencia de lo humano”

Federico Fernández Aznar de Montesinos -1964/….

 

  1. PREMISAS** Y ELEMENTOS*** DEL CONFLICTO INTERNO.
  2. LAS ALTERNATIVAS kk PARA LOGRAR LA IMPUNIDAD DE ELLA Y LA CONTINUIDAD REVOLUCIONARIA CASTRO-COMUNISTA.

 

  1. PREMISAS Y ELEMENTOS DEL CONFLICTO INTERNO.

La Estrategia puede definirse como “el arte de la resolución de los conflictos”. Si no hay conflicto, no hay Estrategia, hay solo Administración. Consecuentemente, desde nuestro Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires ―IEEBA― cuando hacemos un análisis político-estratégico el cristal a través del cual trabajamos es ―naturalmente― el conflicto.

La “visión estratégica”**** de nuestra situación política ―que se agrava diariamente―, es ajena al conocimiento público. Los politólogos y el periodismo especializado no registran el conflicto ―el viejo asedio revolucionario castro comunista― en sus interminables crónicas diarias. A la “revolución” no la visibilizan y prefieren navegar en superficie, en las aguas maniqueas del pasado y el dramático presente local.

Para los estrategas teóricos el acontecimiento de las elecciones primarias del 13 de agosto de 2023 fue el triunfo de la “contrarrevolución”, que ganó ampliamente ―con un 46% de los votos frente al 34% de la abstención y solo un 18% de “revolucionarios kk”― pero, tenemos muy presente que “el pitagorismo* fracasa cuando se aproxima a la esencia de lo humano” y ―en este caso― esa “esencia” anida en el misterio de la conformación del complejo 46% y en el desencanto del 34%.

  • La “progresía de izquierda y derecha” ―contabilizada dentro del 46%― ¿emigrará para reunirse con sus pares de la izquierda kk?
  • Los desencantados del 34% ¿se mantendrán en su pesimismo egoísta o entenderán que su actitud es suicida?
  • Los gabinetes de los candidatos “contrarrevolucionarios” ¿tienen estos interrogantes en sus platinas o solo piensan en la destrucción del otro?

Con referencia al magro 18% de la “revolución” ―con un candidato no deseado, pero único disponible― el camino para retener el poder ―en el ámbito de la contraofensiva continental del FSP― ¿se ha reducido solo al empleo del “hard power” ―modelo chileno― de la “insurgencia – sediciosa” que ya ha iniciado ―el lunes 14 de agosto de 2023― las “preliminares de la batalla” o tendrá alternativas?, mientras tanto el periodismo ―unánime y angelicalmente― se pregunta:

  • ¿Quién estará detrás de los asaltos a los mercados? o
  • ¿se dieron cuenta que los hechos vandálicos se producen a la misma hora en distintas ciudades?

No pueden superar los efectos del relato falaz de los kk ―de los últimos veinte años― que manipuló/a a los cerebros de la sociedad. Si levantaran la mirada se encontrarían con la paradoja que la “revolución” es nuevamente gobierno en la Argentina desde el 2003, cuando “llegó democráticamente, para quedarse”. Esta vez hará algo más que no entregar la banda y el bastón: aspira no entregar al gobierno.

Hechas estas aclaraciones, debemos agregar como “ineludible premisa que el cristal que emplearemos en este ensayo es el que sostenemos desde hace décadas: que la naturaleza de la longeva crisis-decadencia argentina es “cultural/política”.

Ella es la que nos llevó/a a graves conflictos “socioeconómicos”. Si no resolvemos las causas de esa crisis, no resolveremos el conflicto. No habrá pacificación nacional y ―consecuentemente― no habrá progreso.

En los últimos meses hemos publicado temas parciales relacionados con nuestra grave situación conflictiva que evolucionará notablemente entre las elecciones primarias del 13 de agosto de 2023 y las elecciones generales del 22 de octubre de 2023: sesenta días decisivos para nuestro futuro ―cuando ya conocemos quienes competirán por la Presidencia de la Nación―.

Hay una directa relación del probable éxito de estas candidaturas locales, con la evolución situacional de la contraofensiva revolucionaria castro comunista continental. Dichos temas pueden consultarse en www.ieeba.org y son los siguientes:

  1. “La Celac, la Unasur y el Consejo de Defensa Suramericano”. 27/01/2023.
  2. “El resurgir de la Argentina”. Recensión. Febrero de 2023.
  3. “La Argentina en Marzo de 2923: bien orejano, mostrenco y en la estacada”. 14/03/2023.
  4. “El futuro de la Argentina exige el sinceramiento del actual sistema de representación”. 21/04/2023.
  5. “Reencontrará ―la dirigencia occidental― el sendero de la “Paz Westfaliana” en el siglo XXI”? 24/05/2023.
  6. “Una puñalada trapera que veíamos venir”. 12/06/2023.
  7. “Entrevista con “Al modo de Pimpi”. 14/06/2023. https://youtube.com/@ricardojuliobava5044
  8. “Jujuy: “Insurgencia “ y “Sedición” impunes”. 09/07/2023.
  9. “La Argentina 2023: su longeva crisis, sus conflictos y estados de guerra”. 22/07/2023.
  10. “Iberoamérica bajo el asedio de la contraofensiva revolucionaria castro comunista, desde 24/07/2019”. Instituto INEJHI. Montevideo. 2021. https://www.youtube.com/watch?v=6Hx6SE-rW7o

Decíamos en 1, el 27/01/2023:

“Enumeremos sintéticamente las sucesivas campañas que el proceso revolucionario ha desarrollado en nuestro país ―a lo largo de seis décadas, sin solución de continuidad― pues ya hemos llegado a la 7ma. Campaña”.

“1ra. Campaña: 1959/1974: desarrollo de la “doctrina foquista” del Che. Fracasa.

2da. Campaña: 1974/1983: terrorismo revolucionario urbano. Fracasa.

3ra. Campaña: 1983/1989: Decreto 158/83. Se judicializa la política ―guerra―. Éxito Revolucionario.

4ta. Campaña: 1989/1998: Ataque al RIMec 3-Amnistías-Derogación del Punto Final. Limbo.

5ta Campaña: 1998/2020: Los kk ingresan al “chavismo”. Vicentín. Declinación kk.

6ta. Campaña: 2020/2022: Ataque kk al remanente Poder Judicialque se agravará a partir de la solicitud de sentencia en la causa “Vialidad”―. Se percibe una “reacción por impotencia” en la gestualidad y en los dislates discursivos de “Ella”, la Cte. revolucionaria.

7ma. Campaña: 2022/…Se inicia con la reciente solicitud de sentencia de los Fiscales de la causa “Vialidad”. Jaque a la reina. La revolución ―conducida desde el Foro de San Pablo, el Grupo de Puebla y la CELAC― ha iniciado el apoyo internacional de Ella, ignorando sus delitos de corrupción. Los kk inician las preliminares de una “probable insurgencia” ―a iniciar antes o después de la próxima sentencia―. Se abre un período de movilización permanente, desórdenes urbanos y agitación prerrevolucionaria ocasionada por una minoría interna, con los viejos objetivos de los ´70, pero con una actualizada instrumentación híbrida de sus maniobras. La incomprensión ―de la oposición― de lo ocurrido al débil Piñera ―octubre de 2019― frente a la acción insurgente revolucionaria que llevó a Chile a la situación institucional actual, hace que esta pueda repetirse en Buenos Aires”.

Han pasado siete meses desde el momento en que hicimos esa advertencia, pero la “incomprensión de la oposición” continúa y la “insurgencia revolucionaria” está reactivada, en una etapa pre-sediciosa desde el 14/08/2023. La dirigencia ―por ignorancia, conveniencia o compromiso― miran a la Rosada o al Senado, cuando debieran mirar a la Casa Patria y al Consejo de Defensa Sudamericano.

Decíamos en 4, el 23/04/2023:

En nuestra querida Patria Argentina no tendremos desarrollo nacional mientras mantengamos los “estados de guerra” que ignominiosamente soportamos desde 1983. La pacificación nacional debe llegar en 2023 con un futuro gobierno que debería entender que la etiología de nuestra crisis-decadencia es cultural y política, a pesar que todas las miradas estén puestas hoy en la economía, en la inflación y en la pobreza, consecuencias de aquellas causas primeras. Es necesario atacar a esas causas. Es imprescindible sincerar las coaliciones de gobierno. “No es la sociedad en la que se vive la que os salva, sino la manera de vivir… Adán se pierde en el Paraíso y Lot se salva en Sodoma”.

El I Ching*****―la más antigua sapiencia china― indica seguir los senderos que ya nos han llevado al éxito en el pasado y ese sendero fue el abierto por la Generación del ’80, liderada por el Tte Grl Roca, siguiendo las ideas de la Generación del 37 en la que brilló el genio de Juan B. Alberdi. Por ello en el acápite de este trabajo están las palabras de nuestro Estadista y Grl invicto: “El secreto de nuestra prosperidad consiste en la conservación de la paz y el acatamiento absoluto de la Constitución.

Y para aquellos idealistas que aspiran contar con candidatos “perfectos”, el Grl Roca agrega: “y no se necesitan seguramente las sobresalientes calidades de los hombres superiores para hacer un gobierno recto, honesto y progresista.

En estos sesenta días previos a las elecciones presidenciales tenemos la oportunidad de volver a encontrar el sendero que hemos extraviado después del Primer Centenario. La Pacificación Nacional debiera ser el objetivo político central del nuevo gobierno, acompañado por “una manera de vivir”, aquella que heredamos de nuestros abuelos: la cultura Occidental Cristiana ―nuestra identidad― sostenida por la religión Católica, Apostólica y Romana, como establece el Art. 2 de nuestra Constitución Nacional. Lo demás sobrevendrá, en un ámbito de Libertad.

Otro de los grandes objetivos políticos que la situación que vivimos exige lograr, es el un mayor “desarrollo político”mayor participación y verdadera representación en el sistema político―. Así lo expresábamos en el punto 4:

“El intento de disputa de liderazgo en el PRO ―a través del citado “hecho político”― abre indirectamente la oportunidad de “sincerar el sistema de representación”. Si ese paso fundamental se diera, quedaría asegurada la gobernabilidad del próximo turno presidencial. En Ciencia Política este imprescindible avance estructural toma el nombre de desarrollo político********. Tema ausente en los ámbitos políticos. Eliminar a las quintacolumnas enquistadas en las coaliciones políticas electorales tiene en el presente año esa posibilidad inesperada ―otorgada por un imponderable― para lograr ―por esa vía― una sólida y homogénea coalición política de gobierno”.

La ausencia de “real participación” y “honesta representación” de la ciudadanía en el sistema político originó ―en las elecciones primarias―:

  • un 34% de abstención y votos en blanco ―los pesimistas―,
  • un 20% sorpresivo de “los anarco-libertarios” ―los contrarrevolucionarios―,
  • un 19% de JxC ―los contrarrevolucionarios― y solo
  • un 18% JxP ―los revolucionarios kk―

Los Contrarrevolucionarios suman 49% ―frente al 18% de los revolucionarios― y 34% de pesimistas. Si la mitad de pesimistas cambiaran de opinión y se sumaran a los contrarrevolucionarios, estos alcanzarían un 66%, es decir, triplicarán largamente a los kk. PERO, van divididos.

Hay 60 días para una profunda reflexión de las dirigencias contrarrevolucionarias. Los anarco-libertarios saben que no contarán con la gobernabilidad necesaria 2024/2027 y JxC sabe que para obtener la masa crítica mínima, deben acordarANTES de las elecciones presidenciales― un sólido gobierno “equilibrado”, NO AMONTONADO NI MODERADO.

Ambos sectores contrarrevolucionarios ―si lo hicieran― conformarían una homogénea mayoría para lograr la Pacificación Nacional y un progreso indefinido.

Para ello, AMBOS DEBERÍAN HACER OPORTUNAS CONCESIONES Y ARROJAR EL LASTRE QUE CARGAN EN SUS RESPECTIVAS ORGANIZACIONES (1).

El 34% de pesimistas ―índice actual de desconfianza del “mandante”― es la resultante de las falacias políticas que la “pseudo-revolución kk” fue desarrollando durante dos décadas. La realidad política objetiva y la ineptitud de su credo han quedado demostradas en la Iberoamérica de Lula, Petro, Evo/Arce, los Ortega, Maduro, Castillo o Boric. Recordemos aquella sentencia de Antonio Gramsci dirigida al eurocomunismo: “para nuestra conquista del poder, las clases medias occidentales deben llegar al comunismo sin darse cuenta”.

Así es como la Argentina ―en las últimas cuatro décadas― se autodestruye.

Bullrich y Milei no deben anticiparse en cometer mismos errores que los homologa a los ya fracasados Macri, Piñera o Lasso. El “nuevo Macri” ―el de su “Segundo Tiempo”― tiene en los próximos acotados días la tarea política más importante de los últimos cuarenta años: LOGRAR LA NUEVA COALICIÓN LIBERAL/CONSERVADORA DEL SIGLO XXI. EL P.A.N. DE NUESTRO TIEMPO.

No estamos pidiendo un milagro. Rogamos que tengan un mínimo de razonamiento y dejen a sus egos colgados en la puerta. No creo que haya otra oportunidad para la Argentina. La alternativa es Cuba, Venezuela o Nicaragua.

Esta absoluta y posible mayoría no podrá ser quebrada por las artes del potenciado “Nuevo Tartufo” que perdió las elecciones en su propio municipio, el poliedro de infinitas caras ―Sergio Massa― encaramado como ministro sobre la caja nacional para comprar ―en nuestras barbas― al electorado hambreado. Desde una minoría absoluta ―como lo hizo Él― y con una contrarrevolución dividida, podrá llegar a la presidencia para sostener a la impunidad de Ella ―que no logró su antecesor― y llevarnos al infierno revolucionario, que miramos y no vemos.

Repetimos, no olvidamos lo que anotamos más arriba: “El pitagorismo fracasa cuando se aproxima a la esencia de lo humano”. Por ello, apelo a la memoria y mérito de dos soldados: uno sanmartiniano de la primera hora que como Director Supremo sostuvo al Plan Continental de la Independencia Iberoamericana; y el otro ―quien fuera mi alumno en la ESG― que, como guerrero-comando en Malvinas enfrentó con bravura al enemigo histórico, recientemente fallecido: ruego a ellos que inspiren a sus retoños para que actúen con grandeza y que sus sacrificios no hayan sido en vano.

 

  1. LAS ALTERNATIVAS kk PARA LOGRAR LA IMPUNIDAD DE ELLA Y LA CONTINUIDAD REVOLUCIONARIA CASTRO-COMUNISTA.

Ante el fracaso de Ella ―con la elección de Tartufo como presidente contratado― para alcanzar su impunidad ―por el mayor latrocinio realizado por una pareja presidencial en el ejercicio de sus funciones― se les hace imprescindible la continuidad del proceso revolucionario castro-comunista que adoptaron ―desde el inicio de sus sucesivos mandatos, bajo la dirección de Horacio Verbitstky (a) el Perro― para acrecentar poder y encubrir ―con la política de los derechos humanos― el desguace institucional del Estado. Hoy la Argentina es “zona liberada”.

Para lograrlo y frente al desastre de su actual gobierno, Ella debe encontrar ―necesariamente― alternativas para la retención del poder, a través del nuevo y renovado Tartufo, mucho más peligroso que el eclipsado, en el ámbito de la contraofensiva revolucionaria lanzada por el FSP el 24/07/2019 en toda Iberoamérica para recuperar y/ retener los gobiernos “revolucionarios”.

En ese sentido hemos llegado ―en el post-primarias― a una instancia decisiva para la Argentina. Está en juego su sobrevivencia como República Constitucional. Vivimos momentos de alta tensión social, mientras se desarrollan en nuestras calles las acciones de nuestro complejo enemigo ―el castro comunismo, el narcoterrorismo y el globalismo, actuando de consuno― correspondientes al alistamiento de las “preliminares de la batalla” conducida centralmente por el FSP, con apoyo local.

En estas nuevas guerras asimétricas/híbridas/irrestrictas aparecen elementos intangibles, sorpresivos e imponderables que conducen ―con horror― al objetivo perseguido por una minoría activa, frente a una mayoría perturbada y manipulada por la sedición revolucionaria. Lo hemos visto en Santiago de Chile, recientemente. Son las guerras del siglo XXI.

En Chile cayó un gobierno conservador ―ante el asombro iberoamericano― que concedió el cambio de Constitución. Ese mismo electorado ―meses después― rechazó lo que había votado. He ahí los efectos de la manipulación psicopolítica de una específica violencia dirigida por expertos. En Buenos Aires ―inversamente― la “revolución” debe retener un gobierno propio, sabiendo que la elección de octubre la tiene perdida.

La clave para retener el poder está en la máxima división de la mayoría: “la derecha” que de hecho ya lo está: una “extrema anarco liberal” y una “moderada”.

He allí el efecto de la presencia de los “topos” socialdemócratas. Los radicalizados alfonsinistas ―ver (1)― unos que no callan, pero existen otros ―que ya no se autodenominan progresistas― estos son los llamados a “fragmentar al máximo” a la oposición, desde su antiguo “entrismo”.

El arsenal insurgente disponible es variado y está en apresto, circunstancialmente en manos de un candidato no deseado, el poliedro ex UCD, navegante en “aguas de borrajas”*******, presidente de facto, ministro de economía y comprador compulsivo de votos ―a la luz del día― con dineros públicos.

Según evolucione la inclinación del electorado ―en las próximas semanas― se seleccionará el instrumento a emplear:

  • Si se asegura un ballotage Massa – Milei, se llegaría a la elección presidencial, pues se apostaría a un juicio político asegurado.
  • Si en cambio se va al ballotage Massa – Bullrich, se haría necesario trasladar el heterogéneo voto anarco-liberal y el blanco a Massa.
  • Si en cambio Massa no llegara al ballotage ―ante el eventual fracaso de un fraude electrónico en un distrito importante― se recurriría al modo chileno: la insurgencia sediciosa.
  • Todos los instrumentos estarían alistados y en apresto.

Frente a estas posibles y probables alternativas de los enemigos de la Argentina, la oportuna negociación para acordar una fórmula liberal-conservadora ―firme y moderada― entre Bullrich y Milei, es posible. Se lograría una mayoría imbatible, aunque los revolucionarios sediciosos intenten el camino de la violencia.

Como el Conde Mirabeau ―en tiempos de la Asamblea Francesa― el Ing. Macri, desde el lugar que él mismo eligió para posicionarse, es el factor ideal para la unidad de la oposición liberal-conservadora, partidaria de la Paz y el Progreso. En momentos tan difíciles como los de hoy, un soldado dijo:

“Ánimo, que para los hombres de coraje se han hecho las grandes empresas”

Frase del Grl San Martín en carta a los Congresistas de Tucumán en 1816, cuando vio vacilaciones en algunos de ellos para declarar la Independencia.

“El secreto de nuestra prosperidad consiste en la conservación de la paz y el acatamiento absoluto de la Constitución y no se necesitan seguramente las sobresalientes calidades de los hombres superiores para hacer un gobierno recto, honesto y progresista. Puedo así, sin jactancia, deciros que la divisa de mi gobierno será paz y administración”.

Alejo Julio Argentino Roca -1843/1914

 

Aclaraciones  citas:

*El pitagorismo: Sus aportes fueron sumamente importantes para la civilización actual. Dentro de ellos destacan las tablas de multiplicar, la existencia de los números racionales, el teorema de Pitágoras, los intervalos entre las notas musicales o el monocordio, entre otros.

**Una premisa: es cada una de las proposiciones anteriores a la conclusión del argumento.

***Un elemento: es una pieza, fundamento, móvil o parte integrante de un cosa.

****Visión estratégica: es una imagen global, a largo plazo, de los objetivos de una organización y de los métodos para alcanzarlos. Orienta la estrategia y las decisiones de un Estado o de una empresa.

***** El I Ching: es el más antiguo de los textos clásicos del pensamiento chino. Se le atribuye a Weng Wang, fundador de la dinastía Chou; otras voces al mítico emperador Fu Ha y en algunas oportunidades a Confucio. En todo caso su antigüedad puede situarse por lo menos entre los años 1.000 y 2.000 A. C.

******Masa crítica: es ―en sociología― una cantidad mínima de personas necesarias para que un fenómeno concreto tenga lugar. Así el fenómeno adquiere una dinámica propia que le permite sostenerse y crecer.

*******Aguas de borrajas: “navegar en agua de borrajas”: cuando tenemos ciertas esperanzas puestas en algo y éstas se diluyen de manera repentina, quedando en nada.

 

(1). La Capital. “Dirigentes radicales se rebelan a la conducción y rechazan respaldar a Bullrich en las elecciones”. 27/08/2023. (Federico Storani, Mario Cimadevilla y Ricardo Alfonsín se mostraron contrarios a la decisión partidaria de mantener el apoyo a la candidata presidencial de Juntos por el Cambio).

 

* Oficial de Estado Mayor del Ejército Argentino y del Ejército Uruguayo. Ha cursado las licenciaturas de Ciencias Políticas, de Administración, la licenciatura y el doctorado en Relaciones Internacionales. Se ha desempeñado como Observador Militar de la ONU en la Línea del Cese de Fuego del Canal de Suez. Comandó tropas de llanura, montaña, aerotransportadas y mecanizadas.