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LA ESTACIÓN CHINA DE ESPACIO LEJANO EN NEUQUÉN, ARGENTINA

Marcelo Javier de los Reyes*

Acuerdo entre Argentina y China 

En 2010 la empresa estatal China Satellite Launch and Tracking Control General (CLTC) estableció contacto con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) de Argentina con la intención de examinar la posibilidad de emplazar una estación de apoyo para las misiones chinas de exploración espacial en nuestro país. El acuerdo inicial se concretó y el lugar elegido por los chinos fue Bajada del Agrio, en la provincia de Neuquén.

A través de un documento de fecha 21 de diciembre de 2011, la Dirección de Seguridad Internacional, Asuntos Nucleares y Espaciales (DIGAN) de la Cancillería Argentina, entonces a cargo del ministro Alberto Dojas, elevó las actuaciones del proyecto de acuerdo redactado en castellano, inglés y chino, acerca de la instalación de la estación espacial china a partir del envío, en mayo de 2010, de una misión de autoridades y funcionarios a la Argentina, encabezada por Niu Hongguang, Segundo Comandante en Jefe, Programa de Ingeniería Espacial Tripulado de China y del programa de exploración lunar de China. La misión analizó ocho sitios en las provincias de Neuquén y Río Negro, aunque también tenían en consideración su establecimiento en Chile. Cinco de esos ocho sitios seleccionados por CLTC se encontraban en Neuquén.

Imagen1. Misión de autoridades y funcionarios a la Argentina, encabezada por Niu Hongguang, Segundo Comandante en Jefe, Programa de Ingeniería Espacial Tripulado de China y del programa de exploración lunar de China.

Los organismos especializados de ambos países firmaron el “Acuerdo de Cooperación en el marco del Programa Chino de Exploración de la Luna entre el China Satellite Launch and Tracking Control General (CLTC) y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) de la República Argentina para establecer instalaciones de seguimiento terrestre, comando y adquisición de datos, incluida una antena para investigación del espacio lejano, en la Provincia del Neuquén, Argentina.

En el marco del “Programa Nacional de Exploración de la Luna y Marte” el gobierno de China firmó un convenio con su par de la República Argentina en el que se acordó la construcción de la primera estación interplanetaria, la cual está siendo emplazada en la localidad de Quintuco, ubicada al noroeste de la provincia del Neuquén, a 7 kilómetros de la Ruta Nacional 40 camino a Chos Malal ─más precisamente entre las localidades de Las Lajas y Chos Malal─ y a 285 kilómetros de Neuquén capital.

Para la CONAE se trata de la “fracción de tierra de lote E1, en un predio del Paraje Quintuco Pilmathue, nomenclatura catastral 05-RR-011-5424-0000, del Departamento Loncupué”.

El “Acuerdo de Cooperación entre el Gobierno de la República Argentina y el Gobierno de la República Popular China sobre la construcción, el establecimiento y la operación de una estación de espacio lejano de China en la Provincia del Neuquén, Argentina, en el marco del Programa Chino de Exploración de la Luna” considera las disposiciones del “Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes”, celebrado el 27 de enero de 1967, del que la Argentina y China son parte, entre otros acuerdos previos. Este tratado fue aprobado a través de la Ley 17.989 del 4 de diciembre de 1968[1].

Imagen 2. Lugar de emplazamiento

En las consideraciones de este acuerdo se expresa que “el Gobierno de China ha identificado que el territorio de la Provincia del Neuquén, Argentina, es el que reúne las condiciones más favorables para alojar una estación de espacio lejano, en América del Sur”.

Mediante el mencionado tratado la Argentina ha facilitado la instalación en su territorio de una estación que integrará la red de Telemetría, Seguimiento y Comando de China. La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) de Argentina “se beneficiará con el acceso a un mínimo del diez (10) por ciento del tiempo de uso de la antena para desarrollar proyectos propios”.

A los efectos de sentar las bases mínimas del proyecto se firmaron dos instrumentos:

  • El Acuerdo de Cooperación en el ámbito del Programa Chino de Exploración de la Luna entre la China Satellite Launch and Tracking Control General (CTLC) y la CONAE para establecer las condiciones que rigen la implantación de las instalaciones de seguimiento terrestre, comando y adquisición de datos, incluida una antena para investigación del espacio lejano en la provincia del Neuquén, firmado el 20 de julio de 2012, y sus anexos.
  • El Acuerdo de Cooperación en el marco del Programa Chino de Exploración de la Luna entre la CLTC, la CONAE y la Provincia del Neuquén para establecer las condiciones que rigen la implantación de las mencionadas instalaciones, incluida una antena para investigación del espacio lejano en Neuquén, firmado el 28 de diciembre de 2012 y sus anexos.

Un tercer documento es el acuerdo marco, celebrado el 23 de abril de 2014, entre ambos países, que fue ratificado por el Congreso Nacional a fines de febrero de 2015 y publicado en el Boletín Oficial a comienzos de marzo de 2015. El mismo estipula:

  1. que las instalaciones serán construidas y operadas por China con el fin de brindar soporte terreno a las misiones de Exploración del Espacio Lejano;
  2. que todas las operaciones de comercio exterior realizadas por el Gobierno de China destinadas a la instalación, así como las compras y contrataciones de bienes, obras, locaciones o prestaciones de servicios realizadas en Argentina gozarán de desgravaciones impositivas (estarán exentas de todo impuesto y/o derecho aduanero, impuestos internos e impuestos nacionales al consumo, I.V.A. incluido.
  3. que el gobierno de China llevará a cabo sus actividades de acuerdo con las leyes y reglamentaciones nacionales de la Argentina, de la Provincia de Neuquén y las disposiciones previstas en los acuerdos de Cooperación Interinstitucional, firmados oportunamente;
  4. por su parte, “el Gobierno de Argentina no interferirá ni interrumpirá las actividades normales que se lleven a cabo en virtud del presente acuerdo de Cooperación”;
  5. con respecto a las cuestiones migratorias, “el Gobierno argentino facilitará la tramitación de los permisos de ingreso y/o la emisión de visas en las categorías correspondientes, de acuerdo con la normativa vigente”:
  6. el acuerdo también contempla el régimen laboral;
  7. en el art. 6º que se titula “Indemnidad”, se estipula que “el Gobierno de la Argentina no se responsabiliza, nacional o internacionalmente, en razón de las actividades del Gobierno de China en su territorio vinculadas al proyecto, sea por acción u omisión de ésta, o de sus representantes. El Gobierno de China mantendrá indemne a Argentina de toda obligación que surgiere de reclamos de cualquier naturaleza, a pedido e instancia de terceros, como consecuencia de tales actos u omisiones”;
  8. la solución de las controversias se hará “a través de los canales diplomáticos correspondientes”;
  9. el acuerdo tendrá una vigencia de 50 años pero podría ser extendido mediante negociaciones entre las partes. Para ello, la parte que desee extender el acuerdo deberá notificar a la otra parte con una antelación de, al menos, 3 años previos al vencimiento del mismo. Asimismo, cada una de las partes podrá poner fin al acuerdo “con justa causa, debidamente acreditada”, para lo cual la parte peticionante deberá notificar a la otra parte con al menos 5 años de antelación.

Cabe agregar aquí que por ese entonces la CONAE funcionaba en la órbita del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, a cargo del Ingeniero Julio De Vido.

En los planes se preveía que la estación espacial estaría terminada y operativa en 2016.

Especificaciones

La estación de referencia sería la tercera de una red y la primera fuera de territorio de la República Popular de China, sobre un predio de 200 hectáreas cedido en comodato por la Provincia del Neuquén (ver imagen 3).

Imagen 3

La construcción de la base contemplaba una antena de 110 toneladas y 35 metros de diámetro para exploración del espacio profundo (telemetría y tecnología para “seguimientos terrestres, comando y adquisición de datos”), la que se halla en una etapa final de obra, ya que se prevé la inauguración de la misma en los primeros meses de 2017. La antena está destinada al seguimiento de las naves espaciales que China enviará a la Luna y a Marte. Además se preveía la construcción de cuatro edificios. La inversión se ha estimado en US$ 300 millones.

Preocupación en países occidentales

La instalación de esta estación espacial generó, oportunamente, cierta inquietud en los gobiernos de los Estados Unidos y de los países de la Unión Europea (UE), los cuales se manifestaron en forma reservada.

En febrero de 2015 los responsables del área de Defensa de la Embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires habrían transmitido ese sentimiento a oficiales de las Fuerzas Armadas de nuestro país.

Varios diplomáticos europeos habrían hecho lo propio ante la Cancillería Argentina y ante funcionarios del gobierno anterior. Diplomáticos y miembros de la comunidad de inteligencia estaban interesados en conocer los pormenores del acuerdo para saber si el uso de la estación tendría un “uso dual”, es decir civil y militar.

Cuando, oportunamente, se les respondió a los representantes europeos que la UE tenía una estación espacial en Mendoza, marcaron la diferencia de que la europea es manejada por civiles, mientras que la china estará dependiendo del China Satellite Launch and Tracking Control General (CLTC), organismo que depende del Departamento General de Armamento y de la Comisión Central Militar del Ejército Popular de Liberación de China, cuyo director es el General Zhang Youxia, quien también es director del Science and Technology Committee (STC), responsable de la innovación tecnológica de armamentos, que participa en el programa de modernización de misiles de corto alcance hasta los ICBM (intercontinentales), incluso de aquellos con capacidad para transportar ojivas nucleares.

La preocupación se agravó ante la difusión de que habría dos anexos secretos que sólo obrarían en poder de la CLTC de China y de la CONAE de Argentina. Por su parte el Embajador de China en Argentina, Yang Wanming, siempre negó que la estación espacial vaya a tener un propósito militar.

El Secretario General de la CONAE, Félix Menicocci, oportunamente desmintió que la base tuviese un uso militar en el futuro y afirmó que los objetivos de la estación espacial son “totalmente civiles y no será operada por personal militar”. El funcionario también desmintió la existencia de esos dos anexos secretos[2].

Antecedentes

La instalación de la estación espacial china en territorio argentino cuenta con, al menos, dos antecedentes:

  1. Torre Omega: formó parte del sistema de navegación OMEGA —Omega Navigation System—, destinado a la navegación de muy largo alcance, operando con frecuencias de 10,2, 11,33 y 13,6 KHz. El sistema estaba integrado por ocho estaciones (designadas con las letras A hasta la H) y fue desplegado por la Marina de los Estados Unidos con fines militares. Era un sistema de radiotransmisión global diseñado para localizar la posición de cualquiera de sus barcos o aeronaves a lo largo y a lo ancho del planeta. Su desarrollo fue aprobado en 1968 con tan solo ocho transmisores que operaban con una muy baja frecuencia de cuatro tonos únicos que se repetían cada diez segundos. Cada antena distribuida estratégicamente en distintas partes del mundo, cubría un espacio aproximado de 5.000 kilómetros a la redonda y funcionaba mediante la triangulación de tres posiciones de tres antenas. La estación F fue instalada en Trelew, provincia de Chubut (coordenadas 43º03’13”S 65º11’27”O). El Comando en Jefe de la Armada Argentina, a través de la Dirección General del Material Naval, llamó a licitación pública para la construcción de la Torre Omega en 1973, apareciendo en el Boletín Oficial el 12 de abril de 1973. La torre tenía una altura de 366 metros (más alta que la torre Eiffel) y habría servido para el desplazamiento de los SSBN (submarinos de lanzamiento de misiles balísiticos intercontinentales). La aparición del GPS —Global Positioning System— reemplazó al sistema OMEGA y las torres fueron desactivadas en 1997. La F fue dinamitada el 23 de junio de 1998.
  2. Estación Espacial de la UE: en diciembre de 2012, mediante una videoconferencia, la entonces presidente Cristina Elisabeth Fernández de Kirchner inauguró la instalación espacial que alberga la antena para el estudio del espacio profundo, denominada “DSA3 Malargüe”. Con este emplazamiento fue completada la red de monitoreo de la Agencia Espacial Europa (ESA) con una inversión de € 45 millones. Las otras dos antenas se encuentran en New Norcia, en Australia, y en Cebreros, en España, finalizadas en 2002 y 2005, respectivamente. El acuerdo para su construcción y explotación fue firmado el 16 de noviembre de 2009 por un período de 50 años y establece que la Argentina brindará sus instalaciones y servicios a cambio de un 10% del tiempo de antena para los proyectos científicos argentinos en el espacio. La antena se encuentra ubicada a 30 kilómetros al sur de la ciudad de Malargüe, en la provincia de Mendoza, frente al volcán Malacara, a la vera de la ruta 182. Fue elegida por reunir las mejores condiciones de ubicación por su visibilidad y potencial de propagación de radio. Sus primeras señales de prueba fueron recibidas el 14 de junio de 2012, cuando la sonda Mars Express transmitió datos desde Marte. La DSA3 fue crucial para la misión Rosetta, el aterrizaje del robot Philae en un cometa. Tiene una antena de 35 metros de diámetro.
Algunas cuestiones destacables en torno a la estación espacial

La construcción de la estación espacial fue iniciada antes de que fuera aprobada por el Congreso de la Nación.

El 9 de septiembre de 2014, cuando la obra estaba en los comienzos de su construcción, Jorge Sapag, entonces gobernador de Neuquén, y el Secretario de Gestión Pública, Rodolfo Laffitte, recibieron la visita de una delegación de funcionarios chinos encargados de monitorear los avances de las obras de la antena de comunicaciones aeroespacial y coordinar la importación de los equipos que se instalarían en la base espacial[3].

En esa oportunidad, el gobernador Sapag expresó que se trataba “‘sencillamente de un sistema de comunicación a distancia remota con fines pacíficos y científicos, con el fin de colaborar con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE)’[4]. Una obra similar a la que construyó la Agencia Espacial Europea, también en convenio con la CONAE, en la zona de Malargüe, inaugurada a fines de 2012”. Sapag agregó que “vincular estas obras con fines militares es antojadizo y tendencioso, desconociendo lo que significa la tecnología de comunicaciones y a quienes tienen dudas sobre estos temas los invitamos a conocer las obras de Malargüe y las que se están construyendo en nuestra Provincia”[5].

En la versión taquigráfica de la Reunión 29 del XLIII Período Legislativo de la Legislatura de la Provincia del Neuquén, 27ª Sesión Ordinaria de fecha 6 de noviembre de 2014, puede apreciarse que en “Otros Asuntos” ─páginas 4715 y 4716─ figura “Beneficio impositivo para la empresa China Launch and Tracking Control General”.

Imagen 4. Reunión 29 del XLIII Período Legislativo de la Legislatura de la Provincia del Neuquén

La versión publicada de la sesión de referencia dice que el Legislador Raúl Juan Dobrusin (Instrumento Electoral por la Unidad Popular, UPie) se refiere a que se enteró por el diario Río Negro del 4 de noviembre de 2016, “hoja quince”, del “Beneficio impositivo para los chinos”. El Legislador dice textualmente: “Esta es una vieja historia, parece ser, un convenio que todavía no está aprobado en Nación, sigue en el Congreso Nacional discutiéndose entre CONAE y la empresa estatal que se llama China Launch and Tracking Control General, un convenio que no hemos votado acá en esta Legislatura, cesión de tierras, la gente puede entrar sin necesidad de tener los papeles a cargo”. Agrega, “Nosotros, el convenio entre Neuquén, la CONAE, y esta empresa china, no lo hemos visto”. El Legislador hace mención al artículo 238 del Código Fiscal y añade que está siendo mal utilizado ya “que sólo lo puede hacer el Ejecutivo (la eximición) en caso de emergencia económica”.

La versión de la Sesión Ordinaria dice que el proyecto de la estación espacial “quedó eximido del impuesto a los Sellos mediante un decreto del gobierno provincial”. Agrega que “la norma, que lleva el número 2336/14, fue firmada hace poco más de dos semanas por el gobernador Jorge Sapag y refrendada por los ministros de Economía y Obras Públicas, Omar Gutiérrez, y de Coordinación de Gabinete, Seguridad y Trabajo, Gabriel Gastaminza”.

En la misma versión de la Reunión 29 de la Legislatura provincial, bajo el título “Alusión a la empresa china”, la Legisladora Beatriz Isabel Kreitman (Coalición Cívica-ARI) dice que por un pedido de su bloque asistió a la Comisión el Ingeniero Laffitte ─mencionado ut supra─ pero que de ningún modo vieron el convenio. Según la Legisladora, el Ingeniero Laffitte se comprometió a llevar el convenio, no bien lo tuviera, para presentarlo ante la Comisión o la Legislatura pero eso no ocurrió. Añade a lo mencionado por su colega respecto de los beneficios obtenidos por la empresa, que el terreno cedido “tenía un poblador de allí, que generó mucho conflicto, en el cual también hicimos un pedido de informe, hablamos con los pobladores, finalmente, intervino la Dirección de Tierras y no sé cómo habrá terminado el acuerdo, pero esa tierra se le quitó a un poblador”.

Imagen 5.

En este punto cabe destacar que existe una nota de fecha 16 de mayo de 2011, firmada por el Ingeniero Adolfo Luis Italiano ─quien fuera hasta 2003 interventor de la CNC─, Director Provincial de Planificación y Desarrollo de TICs, Secretaría de Estado de la Gestión Pública y Contrataciones, dirigida a un tal “Sr. Ma Zhinqiang” (imagen 6), a quien le informa que:

“Uno de los sitios preseleccionados, cercano a la ciudad de Zapala, que dio buenos resultados iniciales, tuvo una fuerte reacción por parte de los pobladores cercanos al mismo, pertenecientes a la Comunidad Gramajo de pueblos originarios,

La manifiesta oposición de los pobladores vecinos, expresada en una serie de reuniones con ellos mantenidas, ha obligado a suspender las evaluaciones del sitio y terminar con los estudios pertinentes, de manera anticipada”.

Imagen 6. Nota del Ingeniero Adolfo Luis Italiano dirigida a un tal “Sr. Ma Zhinqiang”.

En el punto tercero del tercer artículo del Acuerdo de Cooperación entre ambos gobiernos, el texto dice:

“El Gobierno de Argentina no interferirá ni interrumpirá las actividades normales que se lleven a cabo en virtud del presente Acuerdo de Cooperación. Sin perjuicio de lo anterior, en caso de que la Argentina deba tomar decisiones que puedan interferir con las actividades de China, se compromete a informar a ésta con la debida anticipación, así como a explorar soluciones alternativas, cuando sea necesario, a fin de asegurar que tales actividades no se vean sustancialmente afectadas”.

Tal redacción parecería reconocer una autoridad extraterritorial extranjera que asumiría atribuciones de autoridad y control sobre territorio soberano de la República Argentina, situación que debería considerarse inadmisible.

En el “Acuerdo de Cooperación en el Marco del Programa Chino de Exploración de la Luna” entre el CLTC y la CONAE debe destacarse el artículo 15 que en sus dos primeros incisos expresa que “las partes se consultarán mutuamente sobre cuestiones que surjan de la interpretación, aplicación o ejecución” del Acuerdo. En caso de que las autoridades de CLTC o de la CONAE no puedan dirimirlas “se constituirá un comité de arbitraje compuesto por un representante de cada una de las partes, más un tercero designado de mutuo acuerdo”. El punto tercero del mencionado artículo manifiesta que las partes “afrontarán proporcionalmente los gastos que demande dicha designación”, así como que “dicho arbitraje tendrá lugar en Beijing, China, si CONAE fuera la Parte que somete la disputa a arbitraje, y en Buenos Aires, Argentina, si CLTC fuera la que somete la disputa a arbitraje”.

Por su parte la Provincia del Neuquén asume los compromisos necesarios para el mantenimiento de la infraestructura que permita el funcionamiento de la estación china. A esos efectos autorizó la construcción de una “Torre de Calibración” a 11,5 kilómetros de la estación, en un predio de 10 metros cuadrados; se comprometió a realizar las inversiones necesarias para ampliar la planta transformadora del Ente Nacional Provincial de Energía sita en Las Lajas, dado que la estación requiere de un total de 1.500 KW. Del mismo modo, se comprometió a facilitar un cable de fibra óptica con una banda inicial de 40 Mbits/s y a mantener en buen estado, de forma permanente, la Ruta Provincial Nº 31 que vincula la Ruta Nacional 40 con la estación espacial. Todas estas erogaciones estarán a cargo del Neuquén.

Respecto del uso militar de la estación

En el mes de junio de 2015 salió a la luz una nueva preocupación respecto de que la estación espacial china pudiera tener un uso militar a partir de un documento que, el 26 de mayo de 2016, emitió la Oficina de Información del Consejo de Estado de China referido a la estrategia militar de ese país. El informe de seis capítulos expresa que “la fuerza aérea se esforzará por cambiar su enfoque de la defensa aérea del territorio tanto en defensa como en ataque” y manifiesta el objetivo de “construir una fuerza de defensa del espacio aéreo como una estructura que puede cumplir con los requisitos de operaciones aerotransportadas, la proyección estratégica y el apoyo integral” para la defensa. En ningún momento el informe hace referencia a la estación de Neuquén pero esas líneas habrían llamado la atención de legisladores (Mario Negri de la UCR, Sebastián Velesquén del Frente Renovador, entre otros) y de miembros de las Fuerzas Armadas de la Argentina[6].

El documento sostiene que “el espacio exterior se ha convertido como dominante en la competencia estratégica internacional” y agrega que “los países afectados están desarrollando sus fuerzas e instrumentos espaciales y han aparecido los primeros síntomas de militarización del espacio ultraterrestre. El texto afirma que China “se mantendrá al tanto de la dinámica del espacio exterior, frente a las amenazas de seguridad y los desafíos en ese dominio para asegurar sus activos espaciales y servir a su desarrollo económico y social del país para mantener la seguridad en el espacio ultraterrestre”.

La mención del “espacio exterior” ha encendido la alarma en quienes vinculan a la estación espacial de Neuquén con un propósito militar. Se sabe que China percibe al “espacio aéreo” como una amenaza así como que también ha llevado a cabo un gran esfuerzo en la guerra cibernética. Oportunamente, el jefe de bloque de diputados del actual partido gobernante (PRO), Federico Pinedo, presentó un proyecto de declaración que exigía al gobierno que antes de la habilitación y posesión de la planta “negocie un anexo al acuerdo de la estación espacial con China en donde conste la prohibición de uso de las instalaciones para cualquier aplicación de tipo militar, bajo pena de rescisión automática” del convenio.

Otro elemento que habría dado lugar a la sospecha de la existencia de “cláusulas secretas” en el presente acuerdo es un documento firmado por la Embajadora Susana Ruíz Cerruti, quien estaba a cargo de la Dirección General de Consejería Legal (DICOL) del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. En ese documento, escrito a comienzos de 2013, la diplomática hace referencia a párrafos que no aparecen en el acuerdo del 23 de abril de 2014, puntualmente en lo que se refiere al otorgamiento a la “República Popular de China, a la oficina General de Control de Lanzamiento y Seguimiento de Satélites China (CLTC), a sus autoridades y a sus empleados en la construcción y operación de la misma, una serie de privilegios, derechos, facultades, exenciones y garantías de gran amplitud”.

Imagen 7. Consideraciones de la Embajadora Susana Ruíz Cerruti sobre el acuerdo que se evaluaba con CLTC.

En otra parte del dictamen de la Embajadora Ruiz Cerruti se citan artículos y párrafos que no coinciden con el acuerdo de referencia. Por ejemplo el artículo 1º, párrafo 1, en donde se establecerían las exenciones impositivas; el párrafo 2 del mismo artículo en el que se facilitaría “la disponibilidad de la tierra por parte de la Provincia del Neuquén, mediante un comodato de uso durante un período de 50 años, así como carreteras, líneas de comunicación, energía eléctrica y suministro de agua”. Tampoco el artículo 3º, párrafo 2, en donde se menciona que se requiere una consulta previa a CLTC en caso de que la Argentina deba tomar decisiones que pudieran interferir con sus actividades”.

Imagen 8.

Asimismo se hace referencia al artículo 5º, párrafo 1, incisos (1), (2) y (3) “por los que se establecen exenciones impositivas y se requiere la aprobación de China para expropiar o embargar equipamiento e instalaciones de la estación de espacio lejano”. El dictamen cita el artículo 5º, párrafo 2, inciso (3): “se otorgará a los empleados del CLTC exención judicial por expresiones escritas y orales en su trabajo para la estación de espacio lejano”, como así también el artículo 7º “que establece que ‘[l]a Argentina permitirá la importación libre de impuestos para artículos de subsistencia de empleados de CLTC al territorio argentino de conformidad con la legislación argentina”.

Imagen 9.

De la confrontación del texto del dictamen con el del acuerdo es que se deduce que esos artículos pudieron haber sido eliminados o bien que el dictamen está haciendo referencia a otro acuerdo, que no es al que se ha podido acceder.

Otro punto a observar es cuando la Embajadora Ruiz Cerruti hace mención al artículo 2 en el que se indica que “Cada parte designa a sus respectivas Autoridades Ejecutivas, estableciéndose que ellas firmarán un convenio de implementación por separado para la construcción, operación y gestión de la estación del espacio lejano”, texto que parecería formar parte de acuerdos que no se han hecho públicos.

Imagen 10.

Es necesario destacar que en septiembre de 2014 el ex vicecanciller, embajador Roberto García Moritán manifestó que la construcción de una estación de monitoreo en la Argentina tiene “cierta complejidad geoestratégica”. Agregó que:

“Por las características técnicas de la antena de recepción y los instrumentos operativos, (el observatorio espacial) tendría otros eventuales alcances que le permitiría un uso dual, civil y militar”[7].

Luego remarcó:

“La estación, con antenas que permitirían una cobertura y visibilidad casi completa de la Tierra, sería a la vez un centro potencial de escaneo de comunicaciones, rastreo y detección de satélites, control de lanzamientos a escala global incluso, en caso de necesidad, de misiles, drones y otras actividades militares semejantes», fundamentó el diplomático. «Estas circunstancias, entre otras, pondrían a la Argentina en teoría en un complejo mapa de riesgos hipotéticos”[8].

Del mismo modo consideró que “no se trata de temas menores ya que la presencia de una estación estratégica de estas características, por sus efectos, hace a la defensa nacional e incluso a orientaciones de política exterior”.

Por su parte, el Senador (UCR) Juan Carlos Marino denunció que en el convenio queda en evidencia que “la Argentina perderá soberanía con China” toda vez que “el personal estará bajo las leyes de ese país y el lugar que ocupe la estación en Neuquén quedará bajo control del gobierno chino”[9]. También expresó sus inquietudes el senador de UNEN Fernando «Pino» Solanas, quien señaló que «hay muchas preguntas y pocas respuestas sobre algo tan sensible como entregar cientos de hectáreas de una provincia limítrofe con otro Estado, a un tercer Estado por medio siglo para actividades en las que la Argentina se beneficiará de forma ínfima»[10].

El 7 de septiembre de 2014 el Diputado Nacional Alberto Asseff presentó un pedido de informes al Ejecutivo haciendo alusión a “la letra chica” del Acuerdo o a los anexos reservados, para lo cual también se basó en los dichos de los Senadores Marino, Solanas y en las expresiones del Embajador García Moritán.

En febrero de 2015, en un texto publicado por el Instituto Pensamiento y Políticas Públicas (IPYPP), titulado “Los Acuerdos con China. Las urgencias como camino para perder soberanía”, Gustavo Lahoud y Claudio Lozano formulan serias críticas a los acuerdos que posibilitaron la construcción de la estación espacial china[11].

Cuestiones laborales y demoras en las obras

Durante las obras se han presentado numerosos conflictos laborales lo que produjo una demora en las mismas debido a que los chinos no contemplan que las jornadas laborales sean de 8 horas, tampoco el descanso de fin de semana.

En febrero de 2015, trabajadores neuquinos frenaron la obra en reclamo de mejores condiciones laborales y solicitaron que se contrate personal local. Asimismo denunciaron amenazas del sindicato UOCRA para que levanten la huelga[12]. Los trabajadores habían tomado el predio de Bajada del Agrio, en Quintuco, y dejaron de realizar tareas hasta que la empresa constructora a cargo de la obra, Esuco S.A —subcontratada  por la compañia estatal China Harbour Engineering Company Ltd. (CHEC)—, resolviese las demandas del personal.

Hacia junio de 2015 la conflictividad laboral se había incrementado debido a que la contratista de la obra despidió a unos 100 trabajadores en dos meses[13]. En esa ocasión la Subsecretaría de Trabajo de Neuquén dictó la conciliación obligatoria pero la empresa no dejó entrar a los trabajadores. Según la firma, los 43 despidos en mayo de ese año obedecieron a problemas de comportamiento y ausentismo y los otros 54 restantes, en junio, porque su labor ya no es necesaria debido al avance de la obra. Según los operarios, restaba el 60% de la obra para terminar por lo que no consideran que el personal no fuera necesario.

Para ese entonces la obra, que debería estar finalizada en 2016, se encontraba al 40% de su ejecución. Debido a los conflictos gremiales, no se concluirá durante el año en curso sino recién en 2017.

Según información que no se ha podido corroborar, en la obra se encuentran trabajando afiliados del SITRAIC (Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Construcción), sindicato opuesto a la UOCRA (también a los funcionarios del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner) y cuyo Secretario General es Víctor Grosi. 

Se difundió información acerca de la construcción de una nueva base china en San Juan

Algunos medios han reproducido una información difundida por Perfil acerca de que existiría un proyecto para la construcción de una nueva base espacial china en la provincia de San Juan.

Este proyecto habría sido mantenido hasta el presente en estricta reserva y se sabe que es gestionado por un área militar del gobierno chino. Debido a que la tecnología utilizada en la base china para el control de operaciones espaciales podría permitir un “uso dual”, el gobierno argentino estaría preocupado por su aplicación. Tal tecnología podría ser utilizada para monitorear la llegada del primer astronauta chino a la Luna así como también para controlar el curso de misiles balísticos intercontinentales nucleares chinos o de un tercer país[14].

En julio de 2016 se informó que mientras la provincia de San Juan sigue esperando la no objeción de Susana Malcorra, había circulado la versión de que si se sigue dilatando la autorización nacional para instalar el radiotelescopio chino en Calingasta, podría cambiarse su emplazamiento y ser instalado en las cercanías del Observatorio Cerro Tololo, en Chile, zona que reúne las mismas condiciones geográficas que El Leoncito.

En el ámbito de la Universidad Nacional de San Juan habría preocupación al respecto ya que este proyecto se remonta al 2004, año en el que el entonces rector, Benjamín Kuchen, firmó el convenio con la Academia Nacional de Ciencias de China y, seguidamente, el gobierno de la provincia sumó su adhesión.

El radiotelescopio del denominado del proyecto CART (Chinese-Argentine Radio-Telescope) es similar a una antena parabólica, tiene un diámetro cercano a los 40 metros y una vez instalado entre el Casleo y el Observatorio Félix Aguilar sería visible desde varios kilómetros a la redonda. Según se informó, el presupuesto está íntegramente a cargo de China, incluso el desembolso inicial de US$ 1,5 millón para la base de hormigón con sus respectivas adecuaciones de infraestructura que frenó el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Nación.

La comunidad académica está a la espera de que el Ministerio de Relaciones Exteriores expida una “no objeción” al proyecto del radiotelescopio. Ese documento permitirá destrabar el proceso.

Cabe agregar que la Canciller Susana Malcorra viajó a China en mayo de 2016 con el objetivo de preparar el viaje del Presidente Mauricio Macri a ese país, para ultimar los detalles de su participación en la cumbre del G20 que se llevó a cabo en septiembre.

Por su parte, ha trascendido que el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de Nación, Lino Barañao, se ha desentendido del tema del radiotelescopio, situación que es percibida en San Juan como una “reorientación” política del ex Ministro de Cristina Fernández de Kirchner, como miembro del gabinete del presidente Mauricio Macri.

Ante estas indefiniciones, los chinos estarían en tratativas con el Observatorio Cerro Tololo de Chile.

Imagen 11. Ubicación del Observatorio Astronómico El Leoncito, en la provincia de San Juan, Argentina, y del Observatorio Interamericano Cerro Tololo, en Chile.

Imagen 12. Valle del Elqui. El Observatorio Interamericano de Cerro Tololo, Chile.
Los tratados con China

Ante la situación generada por esta información, la canciller Susana Malcorra habría solicitado la asistencia a otros organismos del gobierno. El gobierno de Macri desea rever los tratados bilaterales firmados por el gobierno precedente y durante la primera reunión que el propio presidente mantuvo con su par chino, Xi Jinping, se comprometieron a trabajar para confirmar esos acuerdos.

La Argentina y China han celebrado otros tratados de cooperación además de los referidos a las mencionadas bases:

  • Centrales hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic. Estarán localizadas en el cauce del río Santa Cruz y hasta 2010 se las denominaba “Cóndor Cliff” y “La Barrancosa”. Durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner fueron rebautizadas con los nombres de los que fueran los gobernadores de Santa Cruz. El 18 de julio de 2014 se firmó el contrato de financiamiento de las mismas por US$ 4.714 millones de dólares, que estaría a cargo de los bancos chinos Development Bank Corporation, Industrial and Commercial Bank of China Limited y Bank of China Limited. Desde el punto de vista ecológico, estas centrales son el objetivo de serias críticas. En el Congreso de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN), la mayor y más antigua organización ambiental del mundo, en los primeros días de septiembre de 2016, en Hawaii, fue presentada una moción para que se suspendan estas obras hidroeléctricas hasta tanto se garantice que no afectará a las poblaciones de macá tobiano, un ave que se encuentra en estado crítico de extinción y que fue descubierta en 1974. Se encuentra en la lista roja de la UICN. La moción pide que se realicen estudios de impacto ambiental ya que esta ave pasa todos los inviernos en la desembocadura del río Santa Cruz, donde se zambulle para buscar su alimento, que se verá alterado con las obras.
  • Energía nuclear. En noviembre de 2015 se firmaron los acuerdos destinados a la construcción de la cuarta y quinta central nuclear, una inversión total de US$ 14.000 millones de los que China aportará el 85% del financiamiento. Los contratos fueron firmados en el marco de la Cumbre del G20 que se desarrolló en Antalya, Turquía. En su visita a China, en SET16, el Ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, mantuvo una reunión con representantes de la empresa China National Nuclear Corporation CNNC), con la que fueron suscritos acuerdos para la construcción de las dos centrales nucleares.
  • Proyectos en energía eólica y solar. A desarrollarse en Jujuy, La Rioja, San Juan.
  • Proyecto de acueducto. En Entre Ríos.
  • El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner también firmó acuerdos en materia de Defensa. El entonces Ministro de Defensa Agustín Rossi consideró a China “socio estratégico” y destacó un acuerdo con Norinco, empresa que fabrica los blindados, para la compra y transferencia de tecnología con el proyecto de instalar una planta en la Argentina. Cabe recordar que el 18 de julio de 2014 ambos gobiernos elevaron la relación a la categoría de Asociación Estratégica Integral.
Algunas consideraciones finales

Al momento de considerar el tema de la estación espacial en la Provincia del Neuquén, debe tenerse en cuenta que China ha desarrollado varias bases ─algunas de uso dual─ localizadas principalmente sobre el mar de China y el océano Índico, para garantizar su abastecimiento de materias primas así como su política expansionista. Esas bases ─que se han denominado “collar de perlas”─ serían las siguientes:

  • Hong Kong, que posee el tercer centro financiero del mundo, un puerto y una terminal petrolera;
  • Sanya, en la isla Hainan de China, con una base aérea y una base de submarinos nucleares, en cavernas bajo las rocas, protegidos de la detección de los satélites espías;
  • isla Woody (islas Paracel, reclamadas por China, Vietnam y Taiwán), en donde hay un puerto y una base aérea y se desarrollan proyectos turísticos;
  • islas Spratly (reclamadas por Brunei, China, Filipinas, Malasia, Taiwán y Vietnam, en las que se realizan prospecciones gasíferas y petroleras, además de exploraciones submarinas;
  • Sihanoukville (Campong Som) y Ream (Camboya), donde se realiza la ampliación de puertos, acceso naval;
  • el istmo de Kra (Tailandia), proyecto de corredor estratégico (autopista, ferrocarril, oleoducto, canal marítimo);
  • islas Coco, en el mar de Andamán, área perteneciente a Myanmar desde finales del siglo XIX pero que han sido revalorizadas geopolíticamente a partir de los noventa con la supuesta presencia militar china en dichas islas;
  • Kyaoukyu, también perteneciente a Myanmar, con un puerto, una terminal petrolera y un proyecto de corredor estratégico para China, que incluye un oleoducto, ferrocarril y carretera;
  • Chittagong, territorio de Bangladesh, donde China patrocinó el desarrollo del mayor puerto de ese país a cambio de emplazar una amplia estructura para el transporte de contenedores;
  • Hambantota, en Sri Lanka, donde Beijing invirtió millones de dólares en la construcción de un puerto próximo a la costa de la India a cambio de ayuda para liberar a Sri Lanka del terrorismo tamil;
  • Marao, en las islas Maldivas, en donde se realizan exploraciones marinas y se proyecta la construcción de una base militar;
  • Gwadar, Pakistán, donde China construyó un puerto a sólo 180 millas náuticas del estrecho de Ormuz y que originó una protesta por parte de la India;
  • un puerto en Sudán del Norte, con una terminal petrolera, un corredor estratégico que incluye un oleoducto y una base de inteligencia;
  • Sittwe, en Myanmar, donde China construye un oleoducto que transportará petróleo de Sittwe a Kunming, capital de la provincia china de Yunnan, y que constituye otro punto del conflicto potencial entre China e India.
Imagen 13. El denominado «collar de perlas chino».

En febrero de 2016 el Ministerio de Defensa de China confirmó oficialmente que dio comienzo a la construcción de lo que ha calificado como “instalaciones de apoyo” en Djibouti. Las autoridades chinas alegan razones logísticas ya que facilitaría el mantenimiento de sus buques destinados a combatir la piratería en el golfo de Adén, así como en Índico, en el mar Arábigo y en el mar Rojo.

Esta infraestructura está desarrollada y planificada estratégicamente en función de las necesidades de China pero también ante un conflicto que pudiera desencadenarse en el mediano y largo plazo. En función del mismo es que China está construyendo una isla artificial cerca de Filipinas, donde los Estados Unidos tienen la base Subic, en la bahía homónima en la isla Luzón. En la actualidad, el gobierno de Washington se apresta para retomar su presencia en bases de Filipinas.

En este contexto ─en el que además deben destacarse las tensiones por las disputas del mar de China, el refuerzo de la capacidad militar de Estados Unidos en el Pacífico y las explosiones nucleares llevadas a cabo por Corea del Norte─ la apertura de una base espacial que podría tener un uso dual debería haber sido considerada con mayor detenimiento.

El acercamiento a China y los numerosos acuerdos que se firmaron con ese país fueron pergeñados por los ministros de Planificación Federal y de Economía del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, Julio De Vido y Axel Kicillof, quienes viajaron en varias ocasiones a ese país y recibieron a empresarios chinos en Argentina. Estos ministros fueron quienes celebraron los acuerdos para la construcción de las represas en Santa Cruz, para la construcción de las centrales nucleares y los acuerdos con la petrolera china Sinopec, entre otros. Cabe recordar asimismo que Economía consiguió un “swap” del país asiático que fue ampliado en agosto de 2015 con un refuerzo equivalente a US$ 2.000 millones para evitar que cayeran las reservas.

Toda esta suma de acuerdos con un solo e importante actor como China significaría una seria limitación para la Argentina, habida cuenta de la dependencia que se impone a la Nación en términos económicos y contractuales.

Asimismo, debe considerarse que el organismo que llevó adelante el acuerdo con China para la construcción de la estación espacial, la CONAE, precisamente era una dependencia del Ministerio de Planificación Federal, a cargo del Ingeniero De Vido.

En el caso puntual de la estación espacial de Neuquén, en lo que se refiere a los supuestos anexos secretos no se ha podido confirmar si efectivamente existen o si se llevó a cabo una modificación en el proyecto de los acuerdos.

Al momento de que el acuerdo fuera ratificado por el Congreso Nacional, la estación espacial estaba en un avanzado proceso de construcción, pues las obras comenzaron en marzo de 2013, casi dos años antes. Por su parte, la Legislatura de la Provincia del Neuquén no accedió al supuesto acuerdo, con lo cual no convalidó el tratado.

Por otro lado, la Provincia del Neuquén debió ceder 200 hectáreas a China, emprender una erogación de consideración para ofrecerle cierta infraestructura a la base espacial china sin recibir nada a cambio. La situación de la República Argentina es similar, amén de que debe resignar su soberanía en parte de su territorio.

En este sentido, un punto a considerar es que los científicos argentinos pueden acceder al uso del 10% del tiempo de la estación, como mínimo, cuando así lo dispusieran, pero el acuerdo entre la CONAE y CLTC, establece que la Argentina podrá usar la antena para investigaciones propias pero mediante la solicitud de un permiso escrito a CLTC con, al menos, tres meses de anticipación. Este punto es por demás absurdo. Asimismo establece que ese tiempo de ninguna manera es acumulable a través de los años.

Imagen 14.

Respecto a la finalización del acuerdo, el convenio habla de que si se decidiera concluir el acuerdo deberá hacerse mediante “un preaviso por escrito” de “al menos 5 años previos a la fecha en que se pretende terminar el acuerdo”, es decir un 10% del tiempo total de la concesión. Para la Argentina eso significa un serio riesgo para su seguridad nacional, habida cuenta que se trata de un territorio cedido a una potencia extranjera y sobre el cual no podrá ejercer su soberanía.

Más allá que la canciller Susana Malcorra haya logrado un compromiso de parte de las autoridades chinas de que no se llevará a cabo actividad militar en la estación espacial, ninguna autoridad argentina tendrá acceso a lo que se haga dentro de la misma y debiera considerar como “inquietante” que para que los científicos argentinos accedan a la estación deba realizarse un pedido por escrito con, al menos, tres de meses de antelación.

En tal sentido, se percibe que la afirmación de que China respetará la legislación y la normativa argentina así como la neuquina, resultaría a simple vista relativo ya que la República Argentina ha cedido 200 hectáreas bajo la cláusula de extraterritorialidad, al igual que si se tratase de una embajada.

Probablemente, si se decidiese cancelar el acuerdo, el momento más oportuno sería antes de la finalización de las obras, lo que supondría asumir el costo de la decisión.

El proyecto de referencia no sólo afecta los planes espaciales de ambos países sino que también complica los planes económicos del actual gobierno argentino debido a que dentro del paquete de acuerdos heredado existirían varios proyectos de inversión de utilidad para reactivar la economía.

China es el “principal inversor” de la Argentina. Los proyectos de inversión de ese país en Argentina alcanzan los US$ 25.000 millones. En este sentido, debe mencionarse que en oportunidad de la participación del presidente Macri en la Cumbre del G20 mantuvo reuniones con empresarios de ese país ─Jack Ma (dueño de Alibaba, sitio de comercio minorista global), el presidente de Sany (maneja el 64% del mercado mundial de volcadoras de cemento), el titular de Power China, la mayor compañía productora de electricidad de China), con representantes de la empresa contratista de las dos hidroeléctricas proyectadas para Santa Cruz y con los de Huawei, la tercera productora de teléfonos celulares del mundo con una creciente presencia en Argentina y con su planta de América del Sur en nuestro país─, lo que pone en evidencia la intención de lograr mayores inversiones chinas en Argentina. No obstante, debe considerarse que una gran dependencia económica respecto de un único actor limita la toma de decisiones políticas y soberanas.

La relación bilateral con China constituye un capítulo delicado debido a que el actual gobierno requiere oxígeno para poder desarrollar su programa económico de la manera menos cruenta. China está en condiciones de llevar a cabo inversiones millonarias, con tasas razonables y de manera más sencilla pues para ello se operaría con empresas estatales chinas involucradas en los proyectos energéticos.

 

* Licenciado en Historia graduado en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Director de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG).

 

Referencias

[1] Ley N° 17.989. “Apruebase el ‘Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes’». InfoLeg, http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/205000-209999/208688/norma.htm, [consulta: 13/03/2016].

[2] Cristina Pérez. “Lo que se sabe de la misteriosa base que China está construyendo en la Patagonia argentina”. BBC Mundo, 17/03/2016, https://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160317_misteriosa_base_china_patagonia_argentina_lb , [consulta: 18/03/2016].

[3] “Sapag dijo que ‘es imposible la utilización militar’ de la estación espacial China”. Tu Noticia, 09/09/2014, https://www.tunoticia.com.ar/sapag-dijo-que-es-imposible-la-utilizacion-militar-de-la-estacion-espacial-china/, [consulta: 11/04/2016].

[4] “Sapag recibió a funcionarios chinos”. Neuquén Informa, 09/09/2014, https://www.neuqueninforma.gob.ar/sapag-recibio-a-funcionarios-chinos/, [consulta: 11/04/2016].

[5] Ídem.

[6] Martín Dinatale. “Un documento de China reavivó la polémica por la base espacial de Neuquén”. La Nación, 15/06/2015, [consulta: 18/07/2016].

[7] “Alertan por la instalación de una estación espacial china en la Argentina”. Infobae, 03/09/2014, https://www.infobae.com/2014/09/03/1592200-alertan-la-instalacion-una-estacion-espacial-china-la-argentina/, [consulta: 18/07/2016].

[8] Ídem.

[9] Ídem.

[10] Ídem.

[11] “Los Acuerdos con China. Las urgencias como camino para perder soberanía”. Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPYPP), 13/02/2015, https://ipypp.org.ar/2015/02/13/los-acuerdos-con-china-las-urgencias-como-camino-para-perder-soberania/, [consulta: 20/07/2016].

[12] “Se declararon en huelga los obreros que construyen la estación espacial china en Neuquén”. El Cronista, 19/02/2015, https://www.cronista.com/economiapolitica/Se-declararon-en-huelga-los-obreros-que-construyen-la-estacion-espacial-china-en-Neuquen-20150219-0114.html, [consulta: 12/03/2016].

[13] “Denuncian despidos donde se construye estación espacial china”. Noticias Argentinas, 22/06/2015, https://noticiasargentinas.com/economia/denuncian-despidos-donde-se-construye-estacion-espacial-china-n35304 , [consulta: 12/03/2016].

[14] Aurelio Tomás. “Preocupación del Gobierno por la construcción de otra base de China en territorio argentino”. Perfil, 04/05/2016, https://www.perfil.com/noticias/politica/preocupacion-del-gobierno-por-la-construccion-de-otra-base-china-0503-0052.phtml, 06/05/2016].

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EL COLLAR DE PERLAS BRITÁNICO EN EL ATLÁNTICO SUR. UNA AMENAZA A LA SEGURIDAD REGIONAL.

Marcelo Javier de los Reyes*

 Foto: Histamar

Introducción

El actual escenario internacional nos muestra varios puntos en los que se producen fuertes tensiones, como en Siria, Iraq, la región Afganistán-Pakistán, Ucrania, Mar de China, norte de África, pero se observa que el centro de gravedad de la confrontación en el Golfo Pérsico —nodo relevante para el control del flujo petrolero internacional— se trasladó al océano Índico.

La expansión de China a través del Índico se ha consolidado a través de la construcción de lo que se ha denominado “el collar de perlas”, una serie de bases y puertos militares y de inteligencia que le aseguran la provisión de las materias primas necesarias y rutas seguras para continuar su desarrollo económico, principalmente el abastecimiento de petróleo.

Frente a ello, las potencias occidentales y la India han hecho lo propio y asumen una posición crítica respecto a ese pretendido dominio del Índico por parte de China.

Sin embargo, el Atlántico Sur es el espacio en el que se estableció el “collar de perlas británico”, un remanente del imperialismo británico que encierra una amenaza latente para los países del litoral atlántico meridional, que alcanzaría una gravedad mayor si estallara un conflicto en el Índico. La presencia británica en el Atlántico Sur representa la presencia de un bloque ajeno a esta región: la OTAN.

Intereses en juego

Durante la visita que el 16 de mayo de 2015 realizó a China, el Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, manifestó la posición crítica de su gobierno con referencia a las disputas territoriales en el mar de China Meridional y a la política de Beijing al respecto. A través de Kerry, la Casa Blanca expresó su preocupación respecto al “ritmo y el alcance de la reclamación territorial de China” en ese espacio oceánico e instó al gobierno de Beijing a emprender acciones que reduzcan las tensiones y permitan alcanzar soluciones diplomáticas” al conflicto. Los intereses de China chocan con los de Brunei, Filipinas, Indonesia, Japón, Malasia, Taiwán y Vietnam, países que comparten pretensiones territoriales en algunos archipiélagos en disputa: Paracel/Xinsha, Diaoyu/Senkaku, Natuna y Spratly/Nansha.

Por su parte, el Ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, reafirmó la posición de su país y manifestó que su país no dará marcha atrás a su proyecto de construir islas artificiales en la zona marítima en disputa porque “entra dentro de la soberanía china”[1].

Estados Unidos, siempre aludiendo a sus intereses —que incluyen su asociación estratégica con Filipinas y su apoyo a Taiwán—, ha internacionalizado un conflicto regional. Cabe mencionar que en enero de 2015 la India se unió a Estados Unidos en su “Visión Estratégica Conjunta para la Región de Asia-Pacífico y el Océano Índico”.

China está incrementando su presencia naval en el Índico y como parte de su estrategia ha desarrollado lo que se denomina el “collar de perlas”, el establecimiento de puertos que garantizan su abastecimiento de petróleo y su comercio internacional: Hong Kong, que posee el tercer centro financiero del mundo, un puerto y una terminal petrolera; Sanya, en la isla Hainan de China, con una base aérea y una base de submarinos nucleares, en cavernas bajo las rocas, protegidos de la detección de los satélites espías[2]; isla Woody (islas Paracel, reclamadas por China, Vietnam y Taiwán), en donde hay un puerto y una base aérea y se desarrollan proyectos turísticos; Islas Spratly (reclamadas por Brunei, China, Filipinas, Malasia, Taiwán y Vietnam, en las que se realizan prospecciones gasíferas y petroleras, además de exploraciones submarinas; Sihanouville (Campong Som) y Ream (Camboya), donde se realiza la ampliación de puertos, acceso naval; el istmo de Kra (Tailandia), proyecto de corredor estratégico (autopista, ferrocarril, oleoducto, canal marítimo); islas Coco, en el mar de Andamán, territorio de Myanmar desde finales del siglo XIX pero que ha cobrado especial relevancia geopolítica desde la década de los noventa con la supuesta presencia militar china en dichas islas; Kyaoukyu, también perteneciente a Myanmar, con un puerto, una terminal petrolera y un proyecto de corredor estratégico para China, que incluye un oleoducto, ferrocarril y carretera; Chittagong, perteneciente a Bangladesh, donde China colaboró en desarrollar el mayor puerto de ese país a cambio de emplazar una amplia estructura para el transporte de contenedores; Hambantota, en Ceilán, donde el gobierno chino invirtió millones de dólares en la construcción de un puerto próximo a la costa de la India a cambio de ayuda para liberar a Sri Lanka del terrorismo tamil; Marao, en las islas Maldivas, en donde se realizan exploraciones marinas y se proyecta la construcción de una base militar; Gwadar, Pakistán, área en la que China construyó un puerto a sólo 180 millas náuticas del estrecho de Ormuz y que motivó una protesta por parte de la India; un puerto en Sudán del Norte, con una terminal petrolera, un corredor estratégico que incluye un oleoducto y una base de inteligencia; Sittwe, en Myanmar, donde China construye un oleoducto que transportará petróleo de Sittwe a Kunming, capital de la provincia china de Yunnan, y que constituye otro punto del conflicto potencial entre China e India. Por otro lado, en junio de 2011 China National Petroleum Corporation —la compañía petrolera más grande de China— inició sus operaciones en el campo petrolífero de Al-Ahdab en Iraq, la mayor explotación de China en Medio Oriente[3].

El almirante estadounidense Alfred Thayer Mahan (1840-1914) expresó que “quien domina el mar, domina el mundo” y se le atribuye, asimismo, haber enunciado: “quien controle el océano Índico controla Asia. Este océano es la llave de siete mares en el siglo XXI. El destino del mundo se decidirá en esta agua”. En su estrategia no incluía las posesiones que Estados Unidos obtuvo luego de provocar la guerra hispano-estadounidense (Guam, Filipinas, Cuba, o Puerto Rico) sino el control de la zona de un canal transoceánico y el arriendo de, al menos, un buen puerto en América Central o América del Sur.

En principio, debe reconocerse el alto valor geopolítico de la visión de Mahan, sobre todo en el presente contexto que la muestra como una profecía autocumplida. La proyección de China sobre el mar, la apertura de enclaves en el Índico, su expansión sobre África y América se corresponde a una actitud imperialista dispuesta a rivalizar con el imperialismo de Estados Unidos y disputarle su hegemonía en determinadas regiones.

Tanto la India como las potencias occidentales se han ocupado de establecer sus propios collares de perlas en el Índico, como por ejemplo la base Diego García, Camp Lemonnier en Yibutí, el despliegue de la operación “Atalanta” de la Unión Europea con la intención de enfrentar el terrorismo y la piratería en el golfo de Adén, la isla Mayotte de Francia controlando el canal de Mozambique, Reunión —también de Francia— y tantas otras.

La teoría del poder marítimo de Mahan se basó en el despliegue del Reino Unido que, por entonces, tenía bajo su control las importantes vías marítimas entre Europa, Asia y África y las rutas comerciales de los océanos Atlántico, Pacífico e Índico. En el esquema de Mahan era relevante la construcción de un canal en el Istmo de Panamá para unir el Atlántico con el Pacífico. En un momento en el que la injerencia es normal, bien vale recordar que luego de haber generado un conflicto en territorio colombiano, en mayo de 1901, los Estados Unidos y el Reino Unido firmaron el tratado Hay-Pauncefote por el que se desconoció la soberanía de Colombia en el istmo y se otorgó el estatus de “zona de importancia internacional”.

El avance de los Estados Unidos y la puja con China por el control del Pacífico pone en evidencia que el gobierno estadounidense está dispuesto a recuperar su rol hegemónico en la región del Pacífico, para lo cual deberá apartar a las naciones asiáticas que integran los BRICS[4] [5]. Para ello también cuenta con una herramienta geopolítica que le proporcionó el Congreso al aprobar la ley para la creación del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), la que le brinda poderes especiales para negociar con mayor libertad tratados comerciales internacionales sin que el Senado pueda enmendar detalles o utilizar minorías de bloqueo.

El “collar de perlas británico”

La ristra de bases británicas funcionales a la OTAN en el Atlántico Sur es una continuidad de las que están establecidas en el hemisferio norte, como el peñón de Gibraltar (España), las islas portuguesas de las Azores y las propias colonias del Reino Unido, Francia y los Países Bajos en el Caribe y las Antillas. Debe recordarse que estas potencias integran la OTAN.

Entre África y América del Sur existe una serie de bases que, de alguna manera, pareciera que —obviamente de forma figurada— cortan los “puentes” que podrían establecerse entre ambos continentes.

De norte a sur se encuentran Ascensión, Santa Helena, Tristán da Cunha y en el Atlántico Occidental la ocupación ejercida sobre las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, reclamadas por la República Argentina.

Ascensión, con una superficie de 91 kms2, es un territorio británico de ultramar que forma una dependencia junto con Santa Helena y Tristán da Cunha, gobernado desde Santa Helena, donde reside el gobernador.

A pesar de que los portugueses descubrieron la isla en su camino hacia la India, nunca la ocuparon en forma efectiva. Cuando Napoleón Bonaparte fue derrotado definitivamente tras su aventura de los “cien días”, en 1815, fue capturado por las tropas británicas y enviado confinado a la isla de Santa Helena, en donde falleció en 1821. Durante su cautiverio, el gobierno británico consideró que la deshabitada isla de Ascensión podría ser usada como una base en un intento para rescatarlo por lo que decidió su ocupación efectiva en octubre de 1815[6].

En 1939 fue establecida una estación de radio HF/DF para cubrir las rutas comerciales. Cuando Estados Unidos declaró la guerra al Eje, durante la Segunda Guerra Mundial, construyó una pista de aterrizaje y en 1942 aterrizó el primer avión. En 1943, en acuerdo con el gobierno británico, fue construido el primer aeródromo que fue abandonado al concluir la guerra. En 1956 Estados Unidos volvió a otorgarle valor estratégico a la isla por lo que procedió a reabrir el aeródromo en 1957. En 1960 —en plena Guerra Fría— la pista fue alargada y ensanchada para posibilitar la operación de aviones de gran porte. En 1967 la NASA estableció instalaciones para seguimiento de satélites en Cat Hill, al sur de Georgetown, sede del administrador de Ascensión, dependiente del gobernador de Santa Helena.

En 1982, como consecuencia del Conflicto del Atlántico Sur, la Royal Air Force centró sus operaciones militares y luego continuó siendo utilizada como escala para los vuelos con destino a las islas Malvinas.

En la actualidad la base presta servicios a las fuerzas aéreas estadounidense y británica. Posee una pista de asfalto de 3.054 metros de longitud.

En 1990 fue cerrado el puesto de observación de la NASA pero se inició la construcción de otra estación de observatorio para el cohete espacial Ariane en el marco de los proyectos de la Agencia Espacial Europea[7].

Los residentes de la isla Ascensión imputan al gobierno británico la intención de forzarlos a abandonar la isla para, supuestamente, establecer allí nuevos objetivos militares de Estados Unidos. Los habitantes locales se quejan de que las empresas que ejecutan servicios militares y civiles en la isla están remplazando gradualmente a las familias nativas con trabajadores contratados de fuera. Se observa que en los últimos años se ha reducido casi en una cuarta parte la población nativa de la isla[8].

Las revelaciones del analista estadounidense Edward Snowden dejaron al descubierto que desde Ascensión, ubicada a 2.500 kilómetros de Recife, Brasil, se espiaban las conversaciones telefónicas, intercambio de correos electrónicos y mensajes en las redes sociales. Los técnicos de la NSA, una de las agencias de inteligencia de Estados Unidos, espiaban las conversaciones de la presidente Dilma Rousseff y de algunos de sus ministros más cercanos. La estación de interceptación de señales (SIGINT) forma parte de los Five Eyes —la alianza de espionaje electrónico integrada por los cinco países anglófonos, Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Canadá y Nueva Zelanda— o red Echelon y es utilizada para monitorear en tiempo real todas las comunicaciones de la región, particularmente las de Brasil, Argentina, Uruguay, Colombia y Venezuela. Su capacidad le permite capturar, aproximadamente, dos millones de mensajes por hora[9].

Las antenas de Ascensión consiguen captar los mensajes inmediatamente después de ser producidos, antes incluso que lleguen a los satélites para ser distribuidos[10]. En la isla también se encuentra un equipo del servicio de inteligencia criptológica británica (GCHQ), estaciones de monitoreo de pruebas nucleares y una de las dos estaciones de la emisora de radio The Counting Station, llamada “Cynthia”, por la cual la CIA se comunica con sus agentes secretos dispersos por América del Sur y África[11]. La “E05 Cynthia”, “CynthIA”, habría iniciado sus operaciones en 2003[12].

La isla Santa Helena, con una superficie de 121 kms2, fue descubierta en 1502 por João da Nova, navegante gallego al servicio del rey de Portugal, quien regresaba de un viaje desde la India y llamó así a la isla por Helena de Constantinopla, emperatriz romana y, posteriormente, proclamada como santa de las Iglesias católica y ortodoxa. En 1588 llegó el primer inglés, Thomas Cavendish, al que le siguieron, en 1593, el capitán Abraham Kendall y en 1593 sir James Lancaster, quien regresó en 1603 en su primer viaje para la Compañía Británica de las Indias Orientales. En 1645 desembarcaron los holandeses pero en 1651 la isla fue transferida a la mencionada compañía que estableció un destacamento y, en 1658, construyó un fuerte al que llamó Jamestown en honor al duque de York, Jaime II. En 1673 los holandeses tomaron posesión de la isla pero pocos meses después fueron expulsados. En 1810 la compañía trasladó ciudadanos chinos desde Cantón y, como ya se ha mencionado ut supra, entre 1815 y 1821 fue confinado Napoleón. Durante la guerra contra los Boers, los británicos enviaron a Santa Helena a algunos prisioneros, entre ellos al general Piet Cronje, quien permaneció allí entre 1900 y 1902.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Santa Helena fue utilizada como base para las patrullas que perseguían a los submarinos alemanes.

La isla se encuentra situada a 2.800 kilómetros de la costa de Angola, en África, a 5.500 kilómetros al noroeste de Buenos Aires y a 6.134 km de Puerto Argentino, islas Malvinas. En noviembre de 2011 se firmó el contrato por el que el gobierno del primer ministro David Cameron emprendió la construcción de un aeropuerto que será la alternativa de Londres frente a los vuelos que parten desde Punta Arenas, Chile, hacia las islas Malvinas[13]. El costo de la obra se estimó en US$ 314,6 millones y estaría a cargo del gobierno británico. Tras el anuncio de la firma del contrato, medios estadounidenses mencionaban la posibilidad de establecer un puente aéreo Santa Helena – Malvinas, cuyo vuelo demandaría 07:40 hs. La construcción le fue adjudicada a la empresa sudafricana de ingeniería Basil Read, la que luego administrará y operará la terminal aérea[14]. La pista tendrá unos 2.250 metros de longitud, lo que permitirá el aterrizaje de aviones Airbus A320 y Boeing 737-800, con capacidad de hasta 200 pasajeros cada uno.

Si bien las estimaciones preliminares aseguraban que el aeropuerto estaría finalizado para 2015, ahora se calcula que será inaugurado en 2016. Al presente el único vínculo de Santa Helena con cualquier continente es con África del Sur, a través de una conexión por barco que se realiza mensualmente. En julio de 2015 la empresa británica Flight Calibration Services Ltd., junto con Thales, la empresa responsable del equipamiento del aeropuerto, realizarán un primer vuelo para comprobar los equipos de navegabilidad y complementos que se están terminando de instalar en el aeropuerto[15].

Actualmente Santa Helena cuenta con una población de 6.500 habitantes y recibe anualmente un presupuesto cercano a US$ 30 millones por parte del gobierno de Londres.

Tristán da Cunha lleva el nombre del navegante portugués que la descubrió en 1506. Al igual que Ascensión, el gobierno británico decidió ocuparla para evitar que se utilizara de base para una operación de rescate de Napoleón.

Es un archipiélago situado a 3.360 kilómetros de América del Sur y a 2.820 kilómetros de África del Sur. El territorio habitado más cercano es Santa Helena, a 2.161 km al norte. Tiene una superficie de 207 kms2 y una población de 302 habitantes, lo que hace que existan solamente ocho apellidos en el archipiélago debido a la endogamia. En su isla principal, Tristán da Cunha, se encuentra el pico más alto del Atlántico Sur, el Queen Mary, un volcán de 2.062 metros de altura, cubierto por la nieve durante el invierno.

A Tristán da Cunha primero llegó internet y luego la televisión, en 2001. No posee ningún aeródromo y su contacto exterior se limita a la llegada anual de un buque que abastece a la población de productos, como medicinas, libros, videos, revistas y correo. Es el lugar habitado más remoto y alejado de cualquier otro lugar habitado del planeta.

Las islas Malvinas (Falklands para los ocupantes británicos) fueron descubiertas en 1520 por Esteban Gómez, tripulante de la nave San Antonio, uno de los barcos de la expedición de Magallanes, y pertenecieron a España por la delimitación de tierras establecida por la bula menor Inter caetera, otorgada por el papa Alejandro VI en 1493 en favor de Fernando e Isabel, reyes de Aragón y Castilla.

Con posterioridad, navegantes de diversas potencias desembarcaron en las islas. En 1690 el capitán de la marina británica John Strong navegó por el estrecho de San Carlos, que separa a las islas mayores, y lo llamó estrecho de Falkland en memoria de sir Lucius Cary, segundo vizconde de Falkland[16].

En 1764 se procedió a una ocupación francesa por parte de Luis de Bougainville, quien fundó el puerto de San Luis en la isla oriental. Como estos franceses procedían del puerto francés de Saint Maló, denominaron a las islas Malouines, del que se tomó el nombre de “Malvinas”.

En 1770 fueron ocupadas por británicos, quienes debieron abandonarlas ante el reclamo diplomático de la corona de España, la que, en adelante, fijó su dependencia de la gobernación de Buenos Aires. Entre 1774 y 1810 España designó a sucesivos gobernadores hasta que, con la independencia de las Provincias Unidas, Buenos Aires envió la fragata La Heroína en 1820 para una posesión definitiva de las islas. En 1825 el Reino Unido reconoció la independencia argentina y no formuló ningún reclamo sobre las islas Malvinas. En 1829 el gobierno de Buenos Aires nombró gobernador a Luis Vernet, quien en 1828 había recibido una concesión para formar una colonia.

El 31 de diciembre de 1831 se produjo el ataque del buque de guerra estadounidense USS Lexington a Puerto Soledad. Su capitán, Silas Duncan, junto a su tripulación, desembarcaron en el establecimiento de Puerto Soledad y procedieron a la destrucción de la colonia fundada por Luis Vernet.

En 1833 una fuerza expedicionaria británica a bordo de la corbeta HMS Clio invadió las Malvinas y expulsó a las autoridades argentinas. Desde entonces, la Argentina no ha dejado nunca de reclamar su soberanía sobre el archipiélago.

Durante la Primera Guerra Mundial la flota alemana del Pacífico del vicealmirante Maximilian Graf von Spee, tras la batalla de Coronel, se dirigió hacia el Atlántico y se aproximó a las islas Malvinas, donde fue avistada por los británicos, quienes enviaron a una fuerza naval para enfrentarla. La victoria fue para los británicos y en esa batalla del Atlántico Sur von Spee murió combatiendo junto a sus hijos, los tenientes Otto Ferdinand y Heinrich Franz[17].

A raíz de un incidente que se produjo en Grytviken, en las islas Georgias del Sur, el gobierno militar argentino procedió a la recuperación por la fuerza de las Malvinas el 2 de abril de 1982. Las Fuerzas Armadas ocuparon pacíficamente las islas y desalojaron al gobernador británico, estableciendo una gobernación militar argentina y cambiando el nombre de la capital de Puerto Stanley por el de Puerto Argentino. El gobierno británico envió una fuerza de tareas dando origen a un conflicto armado que concluyó el 10 de junio del mismo año con una nueva ocupación británica de las islas.

Desde 1982, los británicos realizaron fuertes inversiones en materia de defensa, otorgándole al espacio marítimo circundante a las islas una relevancia que no había tenido hasta ese momento. Hasta 2007, sin contar los gastos correspondientes al esfuerzo de guerra, las inversiones en materia de defensa fueron de, aproximadamente, US$ 5.000 millones. Parte de ese monto (US$ 500 millones en 1986) estuvo destinado a la construcción del complejo militar Mount Pleasant Complex (MPC) —conocido asimismo como RAF Mount Pleasant o como Mount Pleasant Airport (MPA)—, en el que se estableció un aeródromo con capacidad para operar diurna y nocturnamente bajo cualquier condición meteorológica, siguiendo las normativas implementadas por la OTAN para sus bases militares[18].

El complejo comprende residencia para los militares destinados en esa base e instalaciones con capacidad para alojar hasta 4.000 efectivos. MPC está localizado a casi 50 kilómetros al sudoeste de Puerto Argentino (Stanley para los británicos), capital de las Malvinas. Cuenta con dos pistas de asfalto de 2.590 y 1.525 metros, áreas para la práctica de diversas actividades deportivas, peluquería, un centro médico, un centro educacional, un café y una tienda[19]. En proximidades del complejo se construyó Mare Harbour, base naval de aguas profundas, en la que pueden atracar y ser atendidas varias naves en forma simultánea[20].

Los británicos han desplegado en las islas una flotilla de aviones Eurofighter Typhoon, una pequeña flota de helicópteros Sea King, al menos un buque de la Royal Navy y se cuenta con información de que se ha destinado un submarino a propulsión nuclear con capacidad para transportar armamento nuclear.

El sistema de comunicaciones instalado asegura la comunicación, mediante la isla Ascensión, con el Reino Unido. La red de radio enlace del sistema TRIFFID, conformado por dieciocho estaciones repetidoras, diseñada en anillo, permite integrar las principales islas del archipiélago[21]. El 22 de octubre de 2010, los británicos iniciaron la instalación, en Prado del Ganso, Islas Malvinas, de un radar HF, con el apoyo del British Antarctic Survey y la Universidad de Leicester, el que habría comenzado a operar a partir del 10 de diciembre de ese año. El parque de antenas que conforma este sistema está constituido por dieciséis mástiles de quince metros de alto. Existen cinco radares de este tipo instalados en la Antártida e islas subantárticas. Integra la red mundial de radares de alta frecuencia (HF), conocida como Super Dual Auroral Radar Netwok (SuperDARN), constituida por veintiocho estaciones emisoras / receptoras de ondas en las frecuencias mencionadas, cuya finalidad sería el estudio científico de la alta atmósfera en las regiones polares[22]. Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Japón, Canadá, África del Sur, Australia y Nueva Zelanda poseen estas estaciones[23]. Militarmente, este sistema está siendo utilizado para ejecutar tareas de vigilancia, reconocimiento y control marítimo y aéreo de una amplia zona del Atlántico Sur y América dek Sur, complementando la red de alerta temprana que el Reino Unido ha desplegado en las Malvinas[24].

En marzo de 2015 la prensa sensacionalista británica ha informado que, ante el temor de un ataque por parte de la Argentina con el abastecimiento militar de Rusia, el Ministerio de Defensa británico decidió reforzar la defensa de las islas. El ministro de esa cartera, Michael Fallon, informó que invertirá unos US$ 270 millones “para la protección de los isleños ante cualquier amenaza que pueda surgir de Argentina”.

Es importante destacar que, a partir de este acondicionamiento en términos de defensa, los británicos han dado la posibilidad de que fuerzas de la OTAN concurran a las Malvinas para realizar entrenamiento en un escenario de zona fría.

Consideraciones finales

El despliegue de posesiones y bases militares británicas en el Atlántico Sur, con sus vinculaciones con la parte septentrional del mismo océano, obedece a la relevancia geopolítica que tanto el Reino Unido como la OTAN le otorgan a este espacio. A través del “collar de perlas británico” se ejerce una estricta vigilancia económica y militar no sólo sobre el espacio marítimo sino también sobre la parte continental del hemisferio sur, habida cuenta del control que desde estos territorios de ultramar se ejerce sobre las comunicaciones de nuestros países.

Estas islas permiten no sólo el control de las riquezas oceánicas —petróleo, gas, pesca y, particularmente en la plataforma epicontinental argentina, nódulos polimetálicos compuestos de magnesio y manganeso, hierro, níquel, cobalto, silicio ferroso, cromo y potenciales yacimientos minerales incluso de oro y de diamantes— sino también el de dos relevantes pasos bioceánicos, Pacífico y Atlántico y Atlántico e Índico. Este último es sumamente importante porque por allí transita buena parte del transporte de petróleo proveniente del Golfo Pérsico.

Como ya se ha destacado, las tensiones en el Índico y en el Mar de China podrían derivar en un conflicto que podría extenderse al Atlántico Sur o, al menos, favorecer una fuerte militarización de la OTAN en ese espacio marítimo. Asimismo debe considerarse que una escalada del conflicto Rusia – OTAN podría afectar al Atlántico meridional.

En la cumbre de la alianza atlántica de Cardiff, Gales, que tuvo lugar a comienzos de septiembre de 2014, los responsables de la misma contemplaron que en caso de que se produzca una crisis “en las fronteras exteriores de la OTAN” podrá ser movilizada una fuerza de acción rápida en un término de pocos días. La mención de las “fronteras exteriores” podría estar contemplando al conflicto de Ucrania pero también podría estar considerado a todo lo que esté más allá del espacio que fundacionalmente había determinado esa alianza militar. Cabe destacar que la Unión Europea incluyó en la misma a los territorios de ultramar, conteniendo asimismo a los que están sometidos en función de una relación colonialista.

Para la OTAN su preocupación es lo que sus miembros denominan “el expansionismo ruso”. Para los países africanos y americanos del litoral atlántico, que en numerosas oportunidades se manifestaron en contra de la militarización y la presencia de armas de destrucción masiva en el Atlántico Sur, la amenaza es la expansión de la OTAN y el traslado de un conflicto ajeno a la región.

Esto debe ser tenido en cuenta atento a que en la cumbre de Cardiff se habló de una “reorientación de la OTAN” que “va mucho más allá de la crisis entre Ucrania y Rusia”. Entre los miembros de la alianza “existe consenso acerca de que la OTAN no puede volver a ser solo una alianza de defensa puramente euroatlántica, sino que no puede perder de vista crisis y conflictos fuera de Europa y cuestiones de seguridad cooperativa”[25]. Si bien parece no estar claro su rol a futuro lo que si se percibe claramente es la intención de asumir un protagonismo en cuestiones de seguridad global y, de hecho, ya ha dado claras muestras de ello. Las catástrofes humanitarias y los Estados que se desintegran son y serán un pretexto para su intervención.

Ante un conflicto de alcance global, el Atlántico Sur no estará exento de convertirse en un teatro de operaciones militares. El “collar de perlas británico” es una amenaza para la seguridad regional en tanto se han instalado bases militares que, llegado el caso, estarán al servicio de la OTAN.

En tal sentido y como forma preventiva, los países con mayor capacidad militar de la región, Brasil, África del Sur, Argentina y Uruguay, deberían asumir la responsabilidad de controlar el Atlántico Sur para mantenerlo fuera de las ambiciones de potencias extra regionales. De lo contrario, la presencia de la OTAN se incrementará y el conflicto se les impondrá a como dé lugar.

 

Referencias.

[1] Alma López Figueiras. “Washington y Pekín dejan claras sus discrepancias en las disputas del mar de China Meridional”. El Mundo (España), 16/05/2015, <http://www.elmundo.es/internacional/2015/05/16/5557431f22601dc7708b4576.html>, [consulta: 20/06/2015].

[2] Hans M. Kristensen. “New Chinese SSBN Deploys to Hainan Island”. En: Federation of American Scientists (FAS), 24/04/2008, <http://fas.org/blogs/security/2008/04/new-chinese-ssbn-deploys-to-hainan-island-naval-base/>, [consulta: 26/04/2008].

[3] Edward Wongjune. “China Opens Oil Field in Iraq”. En: The New York Times, 28/06/2011, <http://www.nytimes.com/2011/06/29/world/asia/29chinairaq.html?_r=0>, [consulta: 19/06/2015].

[4] “EE.UU. desea «expulsar» a Rusia, China y la India de Asia”. En: RT, 28/06/2015, <http://actualidad.rt.com/actualidad/178778-eeuu-expulsar-rusia-china-india-brics-asia-ttp>, [consulta: 28/06/2015].

[5] Автор Агата Бестужева. “США хотят ‘выгнать’ Россию, Индию и Китай из Азии”. En: RIA Novosti (РИА Новости), 27/06/2015, <http://ria.ru/radio_brief/20150627/1090764769.html>, [consulta: 28/06/2015].

[6] “Ascension”. En: Misterra Magazine, <http://www.mysterra.org/webmag/ascension-island/history.html>, [consulta: 25/06/2015].

[7] Ídem.

[8] “La isla Ascensión, ¿punto de apoyo de la expansión imperialista de EE.UU.?”. En: RT, 13/09/2013, <http://actualidad.rt.com/actualidad/view/105586-isla-ascension-expansion-imperialista-eeuu>, [consulta: 18/06/2015].

[9] Claudio Dantas Sequeira y Josie Jeronimo “Como eles espionam”. En: Istoé, n° de edición 2286, 06/09/2013, <http://www.istoe.com.br/reportagens/323087_COMO+ELES+ESPIONAM>, [consulta: 12/04/2014].

[10] Ídem.

[11] Ídem.

[12] “E05 Cynthia – CIA Numbers Station”. En: Numbers Station. Research and Information Center, <http://www.numbers-stations.com/E05>, [consulta: 12/04/2014].

[13] “Un aeropuerto en la mitad del Atlántico sería la conexión británica a Malvinas”. En: La Nación, 29/01/2012, <http://www.lanacion.com.ar/1444373-un-aeropuerto-en-la-mitad-del-atlantico-seria-la-conexion-britanica-a-malvinas>, [consulta: 20/06/2015].

[14] “St. Helena airport a key Falklands link”. En: United Press International, 07/11/2011, <http://www.upi.com/Business_News/Security-Industry/2011/11/07/St-Helena-airport-a-key-Falklands-link/UPI-78911320686806/>, [consulta: 20/06/2015].

[15] “Aeropuerto en St Helena a inaugurarse en 2016”. En: Mercopress, 10/03/2015, <http://es.mercopress.com/2015/03/10/aeropuerto-en-st-Helena-a-inaugurarse-en-2016>, [11/03/2015].

[16] Adriana Patricia Galván. “Títulos argentinos y los alegados títulos británicos”. En: Gustavo Barbarán. La cuestión de las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur. Salta: Universidad Católica de Salta, 2015, p. 55 y ss.

[17] Marcelo Javier de los Reyes. “O Atlântico Sul: seu pasado recente, cooperação e perspectivas de potenciais conflitos”. En: Jonuel Gonçalves (organizador), Atlântico Sul XXI. África Austral e América do Sul na virada do milênio. São Paulo: UNESP, 2009, p. 17.

[18] Marcelo Javier de los Reyes. “Las islas Malvinas y el Atlántico Sur. Configuraciones estratégicas y económicas”. En: Revista Militar, Nº 791 (edición especial), 2012, Buenos Aires, Editorial Grl. Alberto Capdevila, Círculo Militar, p. 74-83.

[19] Ídem.

[20] Ídem.

[21] “Despliegue militar británico en el Atlántico Sur”. Web oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, República Argentina, 10/02/2012, <http://www.mrec.gob.ar/node/34957>, [consulta: 18/02/2014].

[22] Ídem.

[23] Ídem.

[24] Ídem.

[25] Karl-Heinz Kamp. “La OTAN ante nuevos desafíos”. En: Magazin Deutschland, 3/2004, p. 14-15.

* Licenciado en Historia graduado en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Presidente del Centro de Estudios Internacionales para el Desarrollo (CEID).Profesor de Inteligencia en la Maestría en Inteligencia Estratégica Nacional de la Universidad Nacional de la Plata, jreyes1@ceid.edu.ar

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EL REINO JÁZARO. SU INFLUENCIA DENTRO Y FUERA DEL CÁUCASO

XXVI Simposio Electrónico Internacional

Cáucaso Meridional.

Un espacio dinámico, relevante en las relaciones internacionales.

Junio de 2014 

República de Georgia – República de Armenia – República de Azerbaiyán

საქართველოს რესპუბლიკა  – Հայաստանի Հանրապետություն – Azərbaycan Respublikası

Marcelo Javier de los Reyes*

El reino kázaro, jázaro, cázaro o khazaro, tuvo su origen a partir de las oleadas de pueblos asiáticos que se expandieron bien temprano a comienzos de nuestra era.

Del pueblo jázaro poco se conoce y la información que poseemos en la actualidad proviene de la historiografía árabe, judía, armenia y del arte bizantino, de antiguas leyendas de esclavos y, sobre todo, por la gran cantidad de restos arqueológicos que dejaron y que permitió la reconstrucción de su sistema socioeconómico[1].

Respecto de sus orígenes étnicos, existen numerosas teorías pero lo cierto es que se trataba de tribus turcas —que nada tienen que ver con lo que hoy conocemos como “turco”— que, al igual que todas las naciones de ese origen, se dividían socialmente entre “jázaros blancos” o ak-jázaros y jázaros “kázaros negros” o kara-jázaros, sin que el color exprese una cuestión racial. Estas tribus consideraban como “blanco” a la nobleza, a los guerreros y a la clase dirigente y como “negro” a las clases más bajas de la sociedad, es decir, a los artesanos, a los plebeyos y a los burgueses.

Étnicamente se los han vinculado a los hunos o a una mistura de hunos con otras tribus turcas, a los uigur de China, a los búlgaros, pero no se ha podido establecer con precisión su componente. Una de las tesis sobre los orígenes de este pueblo es la de Dunlop, autor del libro The History of the Jewish Khazars (1954), quien vincula a los jázaros, lingüísticamente, con la rama ugrofinesa y con el antiguo búlgaro[2].

La hipótesis más probable, sin embargo, continúa siendo la de un origen turcomano, probablemente mixto, habida cuenta que los turcomanos nunca constituyeron un grupo étnico homogéneo ya que su costumbre era incorporar cada población conquistada. Asimismo, el nombre “khazar” parece derivar de la raíz turca “* qaz”, que significa “errante”, lo que coincidiría con su origen nómada[3].

Se estima que se asentaron en la región septentrional del Cáucaso, entre los mares Negro y Caspio, hacia el siglo V. Entre los años 550 y 620 los jázaros estuvieron bajo el dominio del imperio turco de los kokturks pero luego de una serie de guerras civiles, que terminaron disolviéndolo, lograron su autonomía.

Con posterioridad instauraron el Kaganato de Jazaria[4], cuya existencia se extendió hasta el siglo XI. Los jázaros, bien pronto, comenzaron a cambiar sus hábitos nómadas por los de un pueblo sedentario, sin dejar de lado sus virtudes guerreras típicas de los países asiáticos.

Desde ese lugar llegaron a dominar la península de Crimea, la cuenca de los ríos Dniéper, el Don y el Volga. En su momento de mayor expansión llegaron a controlar una amplia región que abarcaba parte de Kazajstán, sur de Rusia, la parte oriental de Ucrania, todo el Cáucaso Septentrional y los territorios de las actuales Georgia y Azerbaiyán, en el Cáucaso Meridional. Debido al control que ejercieron sobre los mares Aral y Caspio, los árabes y persas los llamaron Bahr-ul-Khazar y Daryaye Khazar, respectivamente.

La consolidación del kaganato se produjo mientras reinaba el emperador bizantino Constante II (641-668) lo que, en un primer momento, pareció una situación amenazante para el imperio porque puso en peligro la política bizantina de estados satélites. Los búlgaros fueron desalojados, en primer lugar, de la estepa rusa meridional del Azov por los kázaros y empujados hacia el sur[5].

El kaganato kázaro estaba emplazado en un área estratégica desde el punto de vista comercial. Las rutas caravaneras cruzaban en sus alrededores por lo que supieron construir su dominio sobre el comercio y la libre circulación de mercancías —maderas, pieles, sal, esclavos, caballos, piedras preciosas, sedas, especias, etc.—, ejerciendo la protección del tránsito de las caravanas mediante el cobro de una moderada tasa del 10%. Para llevar a Europa ciertos productos, como la seda, las especias y los perfumes de la India y del Lejano Oriente, los bizantinos tenían dos puntos de contacto para el tráfico comercial con Asia: Trebisonda, puerto del mar Negro, era el centro del comercio con Persia y Bagdad; Chérson, en el sudoeste de la península de Crimea, era el punto de contacto con el kanato kázaro[6] [7].

Las rutas que atravesaban el Cáucaso en camino a Damasco o a Bagdad, así como las que franqueaban los mares Caspio y Aral hacia el Hindu Kush por Samarcanda, pasaban por la capital del kanato, Itil, ubicada junto al Volga inferior.

Los jázaros no fueron un pueblo de comerciantes sino que vivían de los impuestos que gravaban las mercancías en tránsito

Además de Itil, fundaron otras ciudades como Balanjar y Dagestán y, junto al mar Caspio, Samandara.

La conversión

Si bien era un pueblo de las estepas que practicaba una religión chamánica basada en la adoración de Tingri —el dios creador de la naturaleza—, en 740 el rey Bulán se convirtió al judaísmo y con él la dirigencia kázara y la mayor parte de la población. El filósofo y médico judío español Yehudah Ben Samuel Halevi, nacido en Navarra en 1075 y fallecido en Jerusalén en 1141, reconocido como uno de los máximos exponentes de la literatura hispanohebrea, escribió el Libro del Jazar (El Kuzarí), originalmente escrito entre 1130-1140 en árabe bajo el título de Kitab alhuyya wa-l-dalil fi nusr al-din al-dalil, en el que en cinco discursos emprende una defensa de la “religión menospreciada”. En El Kuzarí, Halevi presenta a un rey pagano —el rey de los jázaros— quien desea conocer la verdadera religión y que tras citar a filósofos aristotélicos, a cristianos y a islámicos, sólo encuentra la verdad en las fuentes bíblicas del judaísmo, de las que ya tenía conocimiento pero que sólo un sabio judío ortodoxo desvela en toda su verdad e integridad. El Kuzarí es una verdadera apología del judaísmo y de lo que Halevi llama “la verdadera revelación”. Sin embargo, es evidente que las razones que llevaron al jan Bulán a su conversión también, o más probablemente, fueron políticas y económicas pues adoptando el judaísmo no quedarían dependientes del Imperio Romano de Oriente ni del Califato de Bagdad.

Cabe destacar que pese a que sus dirigentes se convirtieron al judaísmo, en Jazaria existió una tolerancia religiosa y dentro de su territorio pudieron convivir cristianos, islámicos y paganos.

Obadia, nieto de Bulán, consolidó la nueva religión atrayendo a rabinos y construyendo numerosas sinagogas. La conversión favoreció el asentamiento en el territorio, intensificó el proceso de urbanización y fomentó la economía basada en la pesca, la ganadería y la agricultura. Del mismo modo, los kazares recibieron a numerosos emigrantes judíos perseguidos en Grecia[8].

La máxima autoridad era el jan o kagán, el rey, pero existía otra institución de gobierno, un tribunal, que contaba con dos jueces judíos, dos cristianos, dos musulmanes y un bárbaro[9].

Después de 830 el judaísmo se habría convertido en la religión del Estado pues los hallazgos arqueológicos rebelan nombres hebreos en la numismática (Zacarías, Isaac, Josef, Abdías, etc.), que serían los nombres elegidos por cada jan al momento de su coronación.

Jazaria y el Imperio Romano de Oriente

Prácticamente desde su fundación el kaganato kázaro fue un aliado del Imperio Romano de Oriente o Imperio Bizantino. En el siglo VII el imperio vivía una situación crítica cuando los persas sasánidas acechaban en Siria, Egipto y Asia Menor. El reino ávaro presionaba desde los Balcanes empujando a los eslavos constantemente hacia el sur y los propios ávaros llegaron hasta las murallas de Constantinopla[10]. Cuando todo parecía perdido para el imperio, en 622 el emperador Heraclio (610-640) en persona inició la contraofensiva bizantina contra los persas, respaldada por un tratado de paz con los ávaros y apoyada por un fuerte fervor religioso en Constantinopla, sólo comparado con el que se vivió en época de las Cruzadas. Heraclio emprendió una peligrosa estrategia ofensiva, estableció su base de operaciones en territorio de Armenia y del Cáucaso[11]. Desde allí se lanzó a atacar el centro del poder persa recuperando no sólo sus antiguas provincias sino también sumando nuevos territorios de Armenia[12].

Los jázaros, entre los años 622 a 628, apoyaron al emperador Heraclio en tres campañas contra los persas, un enemigo común, y tomaron Ctesifonte. Luego regresaron por Harrán, Armenia y Tiflis, llevando consigo a pobladores judíos, rabinos incluidos, quienes tenían en Harrán una comunidad numerosa, a los que establecieron en las ciudades kázaras.

Heraclio culminó su campaña en la Batalla de Nínive —ya no contaba con los kázaros, quienes se habían retirado— en la que los bizantinos vencieron al ejército persa comandado por Rhahzadh. Entonces Heraclio marchó hacia Mesopotamia y el oeste de Persia, saqueando Takht-e Soleiman y el palacio de Dastugerd, donde recibió noticias del asesinato de Cosroes II.

El tratado entre los jázaros y Heraclio, en 626, abrió las puertas a una estrecha colaboración entre las partes que se mantuvo hasta el siglo IX y en la que los jázaros apoyaron la lucha defensiva del imperio contra los árabes mediante ataques en los flancos de la región caucásica y Armenia[13].

Por razones políticas se celebraron dos matrimonios entre princesas jázaras con miembros de la casa imperial bizantina. Una fue esposa de Justiniano II (741), la otra de Constantino V (775)[14]. De esta última unión nació León (León IV), conocido como “León el Jázaro”.

La alianza con los jázaros contra el Islam le aseguró al Imperio Romano de Oriente la frontera oriental de Asia Menor.

Durante el reinado de Teófilo (829-842), a petición del jan jázaro, fueron enviados especialistas y obreros a través del mar Negro, hasta el Don, donde levantaron una fortaleza en Zarkel, la llamada fortaleza de “Los Ladrillos Blancos”, defendida por 500 soldados, que constaba de una ciudadela, cuatro torres y dos puertas además de poseer espacio para albergar caravanas y viajantes, un centro para habitantes, además de haber servido para el asentamiento humano y el desarrollo de industrias a su alrededor debido a la relativa seguridad que brindaba la fortaleza. Esta importante expedición fortaleció la colaboración militar entre jázaros y bizantinos con los árabes[15].

Esta alianza en la que los jázaros impedían el paso de los árabes a través del Cáucaso impidió su invasión a Europa Oriental. 

Las relaciones con los árabes y la desaparición del reino jázaro

Entretanto, las hostilidades con el Califato continuaron y se produjeron incursiones a uno y otro lado del Cáucaso. El príncipe Khazar Barjik, al mando de las tropas jázaras, invadió el noroeste de Irán y, en 730, derrotó a las fuerzas omeyas en Ardabil. Siete años más tarde, el príncipe murió cuando las huestes del califa ocuparon brevemente Itil, oportunidad en la que, probablemente, obligaron al jan a convertirse al Islam. La propia inestabilidad de los omeyas impidió mantener la ocupación de la capital jázara por lo que el reino recobró su autonomía. Es luego de este hecho que se adopta el judaísmo por lo que algunos historiadores consideran que la idea de tomar el judaísmo como religión de Estado significó una reafirmación de la independencia del janato.

Si bien los jázaros mantuvieron alejados de Europa del este a los árabes durante varios años, ante la fuerte presión de las tropas enemigas fueron obligados a retirarse al oeste de la región del Cáucaso, una zona limitado por el mar Caspio al este, desde las estepas al norte del Mar Negro y el Dniéper, en el oeste. En ese sitio lograron reconstruir sus fuerzas logrando que los abasíes y los omeyas decidieran poner fin a las hostilidades. En 758 el califa abasí Abduláh al-Mansur ordenó a Yazid ibn Usayd al-Sulami, el gobernador militar abasí de Armenia a desposar a una noble jázara y, de ese modo, sellar la paz. Por razones que se desconocen, probablemente en un parto, la joven princesa murió y sus asistentes retornaron a Itil con la convicción de que alguna facción del califato la había envenenado. Ante esto su padre reaccionó y el general jázaro Ras Tarkán invadió el Noroeste de Irán, saqueando la región durante varios meses. Desde entonces las relaciones entre las partes mejoraron, lo que permitió que Jazaria lograra su mayor apogeo hacia el siglo IX, convirtiendo a los eslavos orientales, magiares, pechenegos y otras tribus en sus tributarios. El país logra un desarrollo y una riqueza de consideración en el mundo de su época. Muchos artefactos jázaros fueron encontrados en todas las áreas de Medio Oriente y en muchos sitios arqueológicos de los Balcanes[16].

En el siglo X se conformó una alianza de pueblos escandinavos y eslavos —que dieron origen al pueblo ruso—, los que en 966, bajo la conducción del príncipe de Kiev Svyatoslav Igorevich, atacaron a los jázaros provocándoles su mayor derrota y la destrucción de la fortaleza de Zarkel. Dos años después cayó Itil y las fuerzas rusas lograron arrinconar a los jázaros en la península de Crimea hasta que, en 1016, una expedición combinada ruso-bizantina puso fin al reino.

A partir de ese momento los jázaros comenzaron a dispersarse por Europa (Polonia, Rusia, Ucrania, Hungría) mientras que los restos del reino desaparecieron en el siglo XIII ante el avance de Genghis Khan.

El mapa muestra la expansión de los jázaros desde el 650 hasta alcanzar su mayor apogeo

En el siglo IX, cuando los cruzados se instalaron en Jerusalén, procedieron a la expulsión de los judíos de la comunidad caraíta[17] de Jerusalén. Un número considerable de caraítas se establecieron en Jazaria cuando el rey se convirtió al judaísmo pero esa comunidad tuvo mayor presencia en Crimea, último reducto jázaro, con motivo de esa expulsión de Jerusalén.

Arthur Koestler y la decimotercera tribu

La Biblia nos dice que Isaac, hijo de Abrahán, casado con Rebeca, tuvieron dos hijos: Esaú y Jacob. Este último, astuto y cuyo nombre significa “el impostor” o “el que suplanta”, tuvo doce hijos que se convirtieron en las doce tribus de Israel. Tras su arrepentimiento y conversión Dios le cambió el nombre a Jacob por el de Israel, que significa “el que lucha con Dios” (Gn 32, 29).

El libro del Génesis relata los orígenes del pueblo de Israel. Las doce tribus descienden de los doce hijos de Jacob pero en la región del Cáucaso existió un pueblo que adoptó el judaísmo como su religión y sobre el cual escribió Arthur Koestler en su libro “La decimotercera tribu” (1976).

Arthur Koestler nació en 1905 en Budapest, Hungría, en el seno de una familia de clase media. Hacia la década de 1930 se incorporó al Partido Comunista y en 1932 viajó a Rusia donde escribió Of White Nights and Red Days, libro de propaganda financiado por la Internacional Comunista[18]. Luego del triunfo de Adolf Hitler en Alemania, Koestler se sumó al grupo de alemanes exiliados en París, donde trabajó con Willi Münzenberg (Erfurt, Alemania, 1889, – Saint-Marcellin, Isère, Francia, 1940), activista político comunista, quien fue el primer presidente de la Internacional Comunista de la Juventud en 1919-1920 y luego de ser un destacado propagandista del Partido Comunista Alemán (KPD) durante la República de Weimar, se desencantó de su ideología tras la gran purga de Stalin, llevada a cabo en la década de 1930. En 1936, Koestler viajó a España, probablemente como espía de Munzenberg, donde fue arrestado por sus actividades políticas y liberado luego de la intervención del gobierno británico en ese sentido[19]. En 1938 renunció al Partido Comunista por los mismos motivos que Willi Münzenberg, aunque siguió creyendo en la utopía bolchevique hasta que la bandera nazi fue izada en el aeropuerto de Moscú y la banda del Ejército Rojo ejecutó Horst Wessel Lied en honor del ministro de Asuntos Exteriores de Hitler, Joachim von Ribbentrop, quien llegaba a la Unión Soviética para firmar el pacto germano-soviético[20]. Durante la guerra fue confinado en Francia, donde escribió su libro El cero y el infinito, en el que denunció los abusos realizados en nombre de la ideología. Liberado de su confinamiento se trasladó al Reino Unido, alistándose en el Pionner Corps. Luego pasó a desempeñarse en el Ministerio de Información para realizar la propaganda antinazi, lo que le permitió obtener la ciudadanía británica[21].

Arthur Koestler

Hacia 1948 dictó varias conferencias en los Estados Unidos, en las que criticaba la política de Stalin y exhortaba a los jóvenes a abandonar su radicalismo de izquierda a la vez que reclamaba un mayor compromiso de los intelectuales progresistas en los destinos de la nación y les solicitaba “que ayudasen a la elite del poder en su misión de gobernar”[22]. En esa oportunidad mantuvo contactos con William Donovan, quien fue el responsable de la Office of Strategies Services (OSS) durante la Segunda Guerra Mundial y de la creación de la CIA. La inteligencia estadounidense mostró su interés por Koestler, al igual que por numerosos intelectuales de izquierda desencantados del comunismo, y lo incorporó a su “campaña cultural”, el “Congreso por la Libertad Cultural”, una tapadera de la CIA destinada a difundir la libertad de expresión como la posesión más preciada de la democracia liberal. Koestler participó de ese espacio junto a otros célebres intelectuales y militantes anticomunistas como Franz Borkenau, Melvin Laski o Arthur Schlesinger[23].

En lo que se refiere al tema de este texto es relevante destacar otra etapa de su apasionante vida. Luego de la caída de la “Comuna húngara”, del derrocamiento del gobierno comunista de Béla Kun, asumió el gobierno el almirante Miklós Horthy, quien desempeñó el cargo de Regente de Hungría desde marzo de 1920 hasta octubre de 1944. Durante esos años encabezó un régimen calificado como “sistema autocrático conservador” con algunos “elementos esenciales del fascismo”. Koestler escapó de Hungría con su madre y se instaló en Viena y entre 1922 y 1929 se integró al sionismo como seguidor de Zeev Jabotinsky. Partió hacia Palestina donde vivió y trabajó en un kibutz. A su regreso a Berlín, ingresó clandestinamente en el Partido Comunista en 1931.

Un biógrafo de Koestler, David Cesarani, lo definió como una “mente sin hogar” que, antes de afiliarse al Partido Comunista, asumió la causa sionista del revisionista Zeev Jabotinsky y trabajó en Palestina, hasta que se desencantó de los pasos que daba la dirigencia israelí[24]

Para cerrar el capítulo de su vida, cabe mencionar que en marzo de 1983 Koestler, a los setenta y siete años, se suicidó en su casa de Londres luego de ingerir una dosis mortal de barbitúricos junto a Cynthia Jefferies, su tercera mujer. Sufría la enfermedad de Parkinson pero una leucemia linfática crónica en fase terminal agravó su cuadro. Durante los últimos años de su vida había defendido la eutanasia a través de la organización Exit, que patrocinaba el derecho a la muerte voluntaria[25].

Koestler, en su obra La decimotercera tribu de Israel, dice que en la misma época en que Carlomagno se hacía coronar emperador de Occidente, “el extremo oriental europeo que va desde el Cáucaso al Volga, se hallaba dominado por un Estado judío, conocido por el nombre de imperio jázaro”[26]. El país de los jázaros que tuvo su período de apogeo entre los siglos VII y X, dice Koestler, era un “pueblo étnicamente turco” que “ocupaba una estratégica posición entre el Caspio y el mar Negro, sobre los extensos caminos de paso en que confluían las potencias orientales de la época”.

Arthur Koestler y su tercera esposa, Cynthia, pocos meses antes de su suicidio. (British Library Board Random House)

Koestler confirma lo que dice la historia acerca de que el reino jázaro servía como un “Estado-tapón” que protegía a Bizancio de las invasiones de las tribus bárbaras septentrionales (búlgaros, magiares, etc.), luego de los vikingos y rusos, así como también de los ataques de los árabes cuando se lanzaron a llevar el Islam a otras tierras luego de la muerte del profeta Muhammad, en 632. Los ejércitos jázaros frenaron el paso de los árabes hacia Europa del este en el Cáucaso del mismo modo que Carlos Martel los detuvo en la batalla de Poitiers en 732.

Koetsler se vale de historiadores como D. M. Dunlop, quien afirma que las guerras entre árabes y jázaros duraron más de cien años. Del mismo modo cita al historiador marxista Antal Bartha, autor del libro A IX-X Szàzadi Magyar Tàrsadalom (1968), quien narra en un párrafo la conversión de los jázaros y agrega que “indudablemente, la aceptación del judaísmo como religión de Estado de un pueblo étnicamente no judío podría ser objeto de interesantes especulaciones”.

Koestler luego dice:

En cambio, lo que sí puede discutirse es la suerte de los kázaros judíos tras la destrucción de su reino, hacia los siglos XII o XIII. En este punto las fuentes muestran una gran debilidad. No obstante, se mencionan distintos establecimientos kázaros, a fines de la Edad Media, en Crimea, Ucrania, Hungría, Polonia y Lituania. De las diferentes referencias fragmentarias podemos obtener una visión de conjunto: la de una migración de tribus y grupos kázaros hacia las regiones de la Europa oriental —principalmente Rusia y Polonia—, exactamente donde habrían de encontrarse, al alba de los tiempos modernos, las mayores concentraciones de judíos. De ahí la hipótesis formulada por varios historiadores, según la cual buena parte, si no la mayoría, de los judíos de Europa oriental —y, en consecuencia, de los judíos del mundo entero— serían de origen kázaro y no semita.

El mismo Koestler se refiere a las “consecuencias de semejante hipótesis” y las “precauciones” de los historiadores respecto a este tema, “cuando no lo evitan deliberadamente”. A esos efectos menciona que en la edición de la Encyclopaedia Judaïca correspondiente al año 1973, el artículo “Kázaros” estaba firmado por Dunlop mientras que el que se refiere a “los judíos kázaros tras la caída del reino” estaba firmado por los editores. En esa sección se afirma que “los karaítas (secta tradicionalista judía), de lengua turca de Crimea, Polonia y otros lugares, han afirmado que estaban emparentados con los kázaros, lo que posiblemente confirmen los testimonios extraídos del folklore y de la antropología, como también de la lengua”.

A través de sus investigaciones y de reiteradas citas de autores que lo precedieron en este estudio, Koestler intenta demostrar que los judíos de los grandes centros de Europa, de Estados Unidos e incluso de Israel descienden de los jázaros. Koestler afirma que “genéticamente estarían más emparentados con los hunos, los magiares, que con la simiente de Abraham, de Isaac, de Jacob”. A continuación asevera que “si esto fuera así, la palabra ‘antisemitismo’ carecería de sentido: únicamente testimoniaría un malentendido compartido a partes iguales por víctimas y verdugos”.

Michael Scammell, autor de una biografía de Koestler, Koestler: The literary and political odyssey of a twentieth-century skeptic, dice que él sufrió mucho a causa del antisemitismo en su juventud y que a pesar de su desencanto en Palestina, la cuestión del Holocausto fue “lo que restauró el interés y la compasión de Koestler por los judíos de Palestina; fue un defensor firme e influyente de un Israel independiente”. Afirma que “nunca fue acrítico en su apoyo a Israel, e irritó a gran cantidad de judíos dentro y fuera de Israel con su teoría de que los judíos de la diáspora debían trasladarse a Israel (cumpliendo la promesa de estar ‘el año que viene en Jerusalén’) o asimilarse, diciendo que era la única forma de acabar con el antisemitismo”[27].

Con su intención de desmantelar el concepto de antisemitismo a partir del origen jázaro, Koestler fastidió a los judíos de la diáspora y su teoría fue utilizada por los líderes árabes y por quienes se oponen a la existencia del Estado de Israel ya que si los actuales judíos no son herederos de los hebreos bíblicos no tienen derecho a ocupar esa tierra.

Como dice Scammell, esa no era lo que pretendía Koestler pero a pesar de haber reafirmado su apoyo a Israel, “reforzó la idea de que el propio Koestler era un antisemita: una ironía amarga”[28].

Nuevas investigaciones

La difusión del libro de Koestler abrió una seria controversia debido a que los judíos askenazi son los descendientes de los jázaros y conforman una considerable mayoría de la actual población judía.

Claramente los sefaradíes son los descendientes de los judíos que llegaron a la península ibérica y al Norte de África a través de siglos de migraciones pero las dudas se ciernen sobre los askenazi.

Max Bery pone en duda la conversión masiva de los jázaros al judaísmo y dice:

La teoría de la conversión en masa quedó vigente hasta los años 90. En 1993, en una de las primeras utilizaciones del marcador del cromosomo – Y -, unos científicos italianos compararon el ADN de Ashkenazim y Sefaradim con no-judíos viviendo en Checoslovaquia, supuestamente representando los posibles descendientes de gentiles de la Europa del Este. Si los judíos eran conversos eslavos las mutaciones tendrían que ser similares. La repuesta fue sorprendente por otros motivos. Por la primera vez había una evidencia poderosa de que los judíos alrededor del mundo compartían un linaje común, procediendo del Medio y Cercano Oriente, prácticamente libre de conversiones. El linaje masculino de los judíos tenía más en común con él de los libaneses que con él de los checos no judíos. Los genetistas estimaron que la contribución de no-judíos masculinos a los genes ashkenazim es muy baja, menos del 1% por generación. Esto fue la primera evidencia genética de que los judíos ashkenazim de hoy día no descienden mayoritariamente de conversos.[29]

Bery no brinda ninguna referencia acerca de esa investigación científica. Sin embargo, nuevas investigaciones abonan la teoría de Koestler.

El historiador israelí Shlomo Sand, profesor de Historia de Europa en la Universidad de Tel Aviv y autor del libro Cuándo y cómo se inventó el pueblo judío, cuestiona algunos principios de la historia sionista oficial. En una entrevista publicada en Publico.es el profesor Sand dice que la Biblia “no es un libro histórico, es un libro de teología” y que “fueron los protestantes, y luego los judíos, los que convirtieron la Biblia en un libro de historia” por lo que, según él, el pueblo judío es una invención cristiana. Dice que el exilio del pueblo judío tras la destrucción del Templo por los romanos, en el año 70 d.C. no existió ya que “los romanos nunca exiliaron a pueblos, algo que sí hicieron los asirios y los babilonios con algunas elites”[30]. Lo que los romanos no permitieron a los judíos es que vivieran en Jerusalén. A su juicio

la historia sionista tomó un mito cristiano del mártir Justino, que fue el primero que dijo, en el siglo III, que Dios había castigado a los judíos con el exilio porque no aceptaron a Jesús. Esa es la primera vez que afirma que los judíos fueron deportados.[31]

Estas afirmaciones no invalidan que los judíos hayan emigrado por el Mediterráneo pero ponen en duda la hipótesis de la “tribu perdida” que bien podría justificar la genética semítica de los jázaros.

Sand habla de un drástico decrecimiento de la población judía desde la época de Adriano, en el siglo II, porque muchos se convirtieron al cristianismo. Sin embargo, a pesar de negar la deportación de los judíos durante el período romano y su emigración masiva, aporta un hecho relevante al afirmar que “es el judaísmo, y no los judíos, el que se expande”. Es decir que alude a una época en que el judaísmo buscaba expandirse, era proselitista. Esta es la razón por la que los jázaros se convierten al judaísmo. En este sentido, Sand agrega que “es curioso que el sionismo reconoce la importancia de los jázaros hasta 1967, y después deja de ser una tesis legítima”[32]. Añade que los judíos de Polonia y de otros países de Europa oriental “sólo pueden venir de los jázaros”. Esto invalida la teoría de que los judíos de esa parte de Europa provinieran de Alemania porque —afirma— en los siglos XII y XIII apenas había sólo unos cientos de judíos en Alemania.

Aunque reconoce que expresar esto hoy es un escándalo, el profesor Sand menciona que en 1918 Yitzhak ben Zvi —quien fue el segundo presidente de Israel— y David Ben Gurion escribieron juntos un libro en el que afirmaban que los palestinos son los auténticos descendientes de los judíos.

Otra investigación corresponde al genetista molecular e investigador postdoctoral del Departamento de Salud Mental de la Universidad de Johns Hopkins, de origen judío, Eran Elhaik, quien llevó a cabo una investigación que sugiere que no hubo una emigración seminal a Alemania o, al menos, el factor alemán no explicaría el origen de la mayoría de los judíos europeos. Eran Elhaik sostiene que procederían del Cáucaso, más precisamente del imperio jázaro[33].

Su estudio, recientemente publicado en internet por la revista online Genome Biology and Evolution de Oxford, titulado “The missing link of Jewish European Ancestry” (“El eslabón perdido de la ascendencia judía europea”), en el que concluye que el genoma de los judíos europeos es una combinación de poblaciones antiguas que incluyen jázaros judaizados, grecorromanos y judíos de la Mesopotamia y su estructura de población se formó en el Cáucaso y en las orillas del Volga, con raíces que llegan a Canaán y a las orillas del Jordán.

Eran Elhaik basó su conclusión en lo que describe como la “hipótesis de khazar” —la que propuso Koestler— que él acepta como una hipótesis razonable que debe ser comprobada. Para su estudio analizó los datos de 1.287 individuos no relacionados “de 8 poblaciones judías y 74 poblaciones no judías”.

Con esos datos genéticos, Elhaik realizó cinco diferentes análisis y todos le llevaron al origen judeo-jázaro de la mayor parte de los alrededor de 13 millones de judíos del mundo. Utilizó la frecuencia de alelos —alternativas de un mismo gen— diferentes entre distintos grupos poblacionales y, tomando a judíos palestinos y caucásicos (armenios, georgianos o azeríes) actuales como base para establecer el linaje, comprobó que el 70% de los judíos originarios de Europa central y occidental y todos los orientales compartían más con los segundos que con los primeros. Sorprendentemente un 15% de los judíos de Europa central son similares a los drusos y a los chipriotas[34].

Su investigación lleva al doctor Elhaik a señalar que existe una fuerte evidencia que los judíos europeos y las poblaciones de Cáucaso tienen un origen común. Considera que “la conversión religiosa de los jázaros abarcó a todos los ciudadanos del Imperio y a las tribus subordinadas y se prolongó durante los siguientes 400 años … los judeo-jázaros huyeron a Europa del este y más tarde emigraron a Europa Central y se mezclaron con las poblaciones vecinas”[35].

Es importante citar en este debate la explicación que el periodista, historiador y genealogista Narciso Binayán Carmona (1928-2008) —quien se desempeñó por muchos años en el diario La Nación de Buenos Aires— brinda acerca del origen étnico de los armenios:

Por tipo racial, en cambio, son esencialmente caucásicos. Los aportes de otras naciones son varios, pero numéricamente débiles: persas desde el este, georgianos por el norte y muchos otros grupos pequeños del mismo núcleo caucásico. El gran mundo de los semitas casi no participa en esta discreta mezcla salvo en el suroeste de la Armenia histórica y ello a través de los asirios. Es típico de la extrema originalidad armenia que esta pequeña nación asiria, hoy prácticamente reducida a tema de historia antigua, sea la única de origen semita con participación numéricamente significativa en el reducido grupo de pueblos vecinos que dieron parte de su sangre al pueblo armenio. Por el contrario, los árabes o los judíos, naciones semitas mucho más importantes y mucho más grandes, prácticamente no aparecen en la mezcla armenia y tampoco tienen ni tuvieron allí presencia numérica de algún monto. Los judíos que había los llevó a Persia el emperador Shapur en 368. A la vez, aquellos armenios con mezcla semita se encontraban sobre sobre todo en las provincias de Mush y de Bitlis, de las que casi no quedaron sobrevivientes en 1915.[36]

De este modo, al determinar quiénes son los armenios, Narciso Binayán Carmona deja en claro que en Armenia, como prácticamente en todo el Cáucaso, la existencia de miembros de comunidades semitas es bastante escasa. Menciona como un caso excepcional a los asirios y dice que se trata de un “tema de historia antigua” porque además de que esa comunidad —que profesa el cristianismo— se fue reduciendo a lo largo de historia, un considerable número de sus miembros perdió la vida junto con los armenios en ocasión del genocidio llevado a cabo por los turcos, que comenzó a fines del siglo XIX y que se agudizó con la llegada de los Jóvenes Turcos al poder, en 1908, tras derrocar al sultán Abdul Hamid II (1842-1918). Entre 1915 y 1924 se produjo la mayor matanza de armenios, en la que también murieron miembros de esa comunidad asiria. Los Jóvenes Turcos fueron liderados por quien se convirtió en presidente de la Turquía moderna, Mustafa Kemal Atatürk, el “padre de los turcos”, quien al igual que varios de esos jóvenes había sido un converso pues pertenecía a la secta secreta dönmeh, sefaradíes conversos al Islam seguidores del profeta Sabbatai Zevi. Pero esta es otra historia y forma parte de otra discusión.

A modo de conclusión

Los jázaros, cuya historia es poco conocida, tuvieron una gran importancia en la región del Cáucaso al punto que controlaron la Ruta de la Seda y, como pudo apreciarse, su territorio constituyó una zona estratégica por las numerosas rutas caravaneras que lo cruzaban.

Como todo pueblo proveniente de las estepas asiáticas estaba inspirado por un espíritu guerrero que quedó demostrado en su enfrentamiento con el imperio persa y contra los árabes que procuraban cruzar a través del Cáucaso.

Ciertamente, de no ser por el reino jázaro la historia de Europa hubiese sido otra y el Imperio Romano de Oriente hubiese sucumbido algunos siglos antes.

La singularidad de los jázaros fue su conversión al judaísmo, lo que pone en evidencia la actitud proselitista de los judíos de esa época, más aún cuando su número se reducía a causa de la expansión del cristianismo y, a partir del siglo VII, del Islam.

Es probable que por esta razón los judíos jázaros se dispersaran por el resto de Europa llevando no sólo su creencia sino también su cultura, pero perdiéndose en medio de las demás pueblos del continente.

Arthur Koestler, a pesar de las críticas que recibió, sacó a la luz un pueblo que sólo se encontraba en las profundas investigaciones llevadas a cabo por un reducido número de académicos y científicos. Su intención de argumentar contra el antisemitismo puso sobre el tapete un tema que parecería ser que debía mantenerse oculto. Sacarlo a la luz significaba desarmar los argumentos de la dirigencia sionista, la cual es la heredera del pueblo jázaro. Es por esto que puede afirmarse que durante la existencia del reino jázaro su poder y su influencia se proyectaron sobre el Cáucaso y fuera de la región pero, ya desaparecido, siguió perviviendo en las comunidades que se fueron consolidando en Europa oriental y central durante siglos. En la actualidad sobrevive en la dirigencia israelí que aspira a conquistar el Gran Israel —Eretz Yisrael Hashlemah—, el territorio que se describe en el pacto de Dios con Abrahán en el libro del Génesis 15,18:21, el que se extiende desde el Nilo al Éufrates. Sin embargo, la sombra del Israel actual se proyecta también sobre el Cáucaso, como un intento de influir en lo que fuera el reino jázaro.

Para finalizar, desde un punto de vista religioso, puede considerarse que, a partir de lo expresado por los estudios que precedieron al libro de Koestler y por los que se han llevado más recientemente —en este caso coincidiendo con lo expresado por el profesor Shlomo Sand—, los judíos actuales constituyen una comunidad espiritual, cultural y política —en el caso de Israel— en la que no existe un fenotipo reconocible.

 

* Licenciado en Historia (Universidad de Buenos Aires). Postgrado en Política Exterior Argentina (Universidad del Salvador). Profesor de la Maestría en Inteligencia Estratégica Nacional de la Universidad Nacional de La Plata. Presidente del Centro de Estudios Internacionales para el Desarrollo (CEID).

 

Referencia

[1] Lawrence M.F. Sudbury. “Khazari. Il popolo dimenticato che difese l’europa”. En: Instoria (Rivista online di storia & informazione), N. 7, julio de 2008 (XXXVIII), <http://www.instoria.it/home/khazari.htm>, [consulta: 20/05/2014].

[2] Ídem.

[3] Ídem.

[4] También se utilizan los términos kanato y janato.

[5] Franz Georg Maier. Las transformaciones del mundo mediterráneo. Siglos III-VIII. Madrid: Siglo XXI, p. 302.

[6] Franz Georg Maier. Bizancio. México: Siglo XXI Editores, p. 107.

[7] Jan Dhondt. La alta edad media. Madrid: Siglo XXI, 1978, p. 124.

[8] Ricardo de la Cierva. El tercer Templo: qué es el sionismo en la historia de Israel. Barcelona: Planeta, 1992, p. 77-78.

[9] Idem.

[10] Franz Georg Maier. Bizancio. México: Siglo XXI Editores, p. 70.

[11] Ídem.

[12] Ídem.

[13] Franz Georg Maier. Las transformaciones del mundo mediterráneo. Siglos III-VIII. Madrid: Siglo XXI, p. 303.

[14] Ídem.

[15] Franz Georg Maier. Bizancio. México: Siglo XXI Editores, p. 121.

[16] Lawrence M.F. Sudbury. Op. cit.

[17] Comunidad antitalmúdica. Sus seguidores reconocen la Tanaj como única máxima autoridad, en oposición a los seguidores de la tradición.

[18] Francés Stonor Saunders. La CIA y la guerra fría cultural. Madrid: Debate, 2001, p. 94.

[19] Ibíd., p. 95.

[20] Ídem.

[21] Ídem.

[22] Ibíd., p. 96.

[23] Sobre este tema ver el mencionado libro de Frances Stonor Saunders.

[24] David Cesarani. The Homeless Mind. Estados Unidos: Heinemann, 1998, 496 p.

[25] Joseba Louzao. “Arthur Koestler: la biografía atípica del siglo XX”. En: Fronterad Revista Digital (12/05/2011), <http://www.fronterad.com/?q=arthur-koestler-biografia-atipica-siglo-xx>, [consulta: 27/05/2014].

[26] Arthur Koestler. La decimotercera tribu de Israel. Santa Fe: Garetto Editor, 2007, 250 p.

[27] Daniel Gascón. “Michael Scammell: Koestler, intelectual en movimiento”. En: Letras libres, noviembre 2011, <http://www.letraslibres.com/revista/entrevista/michael-scammell>, [consulta: 20/05/2014].

[28] Ídem.

[29] Max Bery. “Los Ashkenazim, ¿Conversos o hijos de Abraham?” En: Organización Sionista Argentina Filial Córdoba, 22/05/2012, <http://soysionista.blogspot.com.ar/2012/05/los-ashkenazim-conversos-o-hijos-de.html>, [consulta: 10/05/2014].

[30] “El pueblo judío es una invención”. En: Publico.es, <http://www.publico.es/internacional/121692/el-pueblo-judio-es-una-invencion>, [consulta: 12/05/2014].

[31] Ídem.

[32] Ídem.

[33] Seth J. Frantzman. “Terra Incognita: The return of the Khazar myth”. En: “The Jerusalem Post”, 01/02/2013, <http://www.jpost.com/Opinion/Columnists/Terra-Incognita-The-return-of-the-Khazar-myth>, [consulta: 13/04/2014].

[34] Ídem.

[35] Ídem.

[36] Narciso Binayán Carmona. Entre el pasado y el futuro: los armenios en la Argentina. Buenos Aires, 1996, p. 30.

 

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