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LA GEOPOLÍTICA DE LA SOJA: LA TRAMPA DE LA ALINEACIÓN ARGENTINA CON EE. UU. Y EL IMPACTO DE LA INJERENCIA FINANCIERA EN LA POLÍTICA INTERNA

Introducción: la soja como tablero geopolítico

La soja se ha transformado en mucho más que un cultivo o un commodity agrícola: constituye un factor estratégico de poder en la geopolítica mundial. En este escenario, Argentina, Brasil, Estados Unidos y China se posicionan como los principales actores, disputando influencia económica y control de mercados. No obstante, las recientes decisiones políticas y financieras adoptadas por el gobierno argentino muestran una creciente dependencia hacia los Estados Unidos, lo que podría estar debilitando su posición competitiva en el mercado asiático y afectando el ingreso de divisas genuinas al país[1].

La competencia por el mercado chino

De acuerdo con el informe «Cadenas de Valor Oleaginosas: Soja» elaborado por la Secretaría de Gobierno de Agroindustria, Argentina y Brasil concentraban más del 80% de las exportaciones de poroto y derivados de soja hacia China. Este liderazgo se consolidó durante la guerra comercial entre Estados Unidos y China (2018–2020), cuando las restricciones arancelarias impuestas por Washington impulsaron a Pekín a diversificar sus fuentes de aprovisionamiento, favoreciendo a los países sudamericanos.

Sin embargo, Bloomberg Línea[2] advirtió que la recuperación de Estados Unidos como actor clave en la exportación de soja a China amenaza el espacio conquistado por las economías del Cono Sur. Mientras Argentina y Brasil intentan sostener su participación en el mercado, la reactivación de los acuerdos bilaterales entre Washington y Pekín está modificando el equilibrio comercial regional.

El nuevo acuerdo entre EE. UU. y China: un golpe al Cono Sur

El reciente anuncio de que Estados Unidos exportará 12 millones de toneladas de soja a China, resultado de la reunión entre Donald Trump y Xi Jinping en Corea del Sur, marca un punto de inflexión geopolítico y económico[3] (3). Este acuerdo restablece las exportaciones agrícolas norteamericanas que habían sido suspendidas durante la guerra comercial y reduce el espacio de maniobra de los exportadores argentinos.

La reactivación de la relación comercial sino-estadounidense implica que China reasigne parte de su demanda hacia Estados Unidos, desplazando a proveedores alternativos como Argentina. Esta dinámica conlleva una probable contracción en la entrada de divisas al país, con impacto directo en las reservas internacionales y en la estabilidad macroeconómica.

La trampa de la alineación con Washington

En el plano político y financiero, esta tendencia revela una dependencia creciente de la Argentina respecto del poder económico estadounidense. La influencia de entidades como JP Morgan, que participan activamente en la estructuración de la deuda pública y en la orientación de la política económica argentina, limita la soberanía nacional en materia de decisiones estratégicas.

Esta injerencia financiera tiene consecuencias prácticas en el sector agroexportador: la volatilidad cambiaria, el encarecimiento del crédito y la falta de estímulos fiscales afectan la competitividad del complejo sojero argentino. Al alinearse con Washington, el país pierde capacidad de negociación frente a China, su principal comprador, y se expone a un escenario de dependencia estructural.

Consecuencias económicas y geopolíticas
  1. Pérdida de divisas: la reducción del volumen exportado a China disminuye el ingreso de dólares genuinos, acentuando la escasez de divisas y la presión sobre la balanza de pagos.
  2. Desplazamiento regional: Estados Unidos recupera terreno en el mercado asiático, reduciendo la participación de Argentina en aproximadamente entre 15 y un 20 % según estimaciones de organismos técnicos.
  3. Dependencia financiera: la subordinación de la política económica nacional a actores financieros extranjeros erosiona la autonomía del Estado argentino.
  4. Erosión de soberanía: la alineación con Washington restringe la posibilidad de implementar una política exterior comercial autónoma y equilibrada.
Conclusión: entre la soberanía económica y la dependencia financiera

La geopolítica de la soja ilustra la tensión entre soberanía económica y dependencia financiera. Si bien Argentina posee ventajas comparativas notables en la producción oleaginosa, su alineación con los intereses geoestratégicos de Estados Unidos y la influencia de bancos de inversión como JP Morgan en la política económica interna amenazan con desplazar al país de su rol estratégico en el comercio mundial de soja.

El desafío radica en reconstruir una política de inserción internacional autónoma, que priorice los intereses nacionales, fomente la diversificación de mercados y fortalezca el vínculo con los socios comerciales de Asia, especialmente China. En caso contrario, la «trampa» de la alineación con Estados Unidos podría traducirse no solo en la pérdida del mercado chino, sino también en la renuncia silenciosa a la soberanía económica argentina.

 

* Licenciado en Seguridad. Especialista en Análisis de Inteligencia y Maestrando en Inteligencia Estratégica Nacional, con experiencia en estrategia, geopolítica, tasalopolítica, producción de información, así como en Seguridad y Protección de Infraestructuras Críticas.

 

Referencias

[1] Secretaría de Gobierno de Agroindustria. (2019). Cadenas de Valor Oleaginosas: Soja (Informe de septiembre 2019). Buenos Aires: Ministerio de Producción y Trabajo, https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/sspmicro_cadenas_de_valor_soja.pdf

[2] «Brasil y Argentina ganan terreno como exportadores de soja a China mientras EE.UU. retrocede». Bloomberg Línea, 12/06/2024, https://www.bloomberglinea.com/mundo/estados-unidos/brasil-y-argentina-ganan-terreno-como-exportadores-de-soja-a-china-mientras-eeuu-retrocede/.

[3] «Estados Unidos enviará 12 millones de toneladas de soja a China en un acuerdo que redefine el comercio agrícola». Infobae, 30/10/2025, https://www.infobae.com/america/mundo/2025/10/30/estados-unidos-enviara-12-millones-de-toneladas-de-soja-a-china-en-un-acuerdo-que-redefine-el-comercio-agricola/.

 

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CEREZAS

Iris Speroni*

Elijo mirar la otra cara de la moneda: todas las cosas que podríamos lograr si largaran las gateras.

 

En el hemisferio sur cuatro países producen y exportan cerezas: Chile, Australia, Nueva Zelanda y Argentina, quienes abastecen el mercado internacional en contraestación.

China es el principal importador. Porque es un fruto apreciado, porque los ciudadanos chinos han mejorado sus ingresos y eso permite darse un gusto que antes sólo era para ricos, porque es un presente bien recibido si uno va a casa ajena.

Otros importadores son EEUU y Canadá, a pesar de ser ambos grandes productores, los europeos, en especial para las Fiestas. En el último tiempo, se han incorporado como compradores los países árabes, que pagan bien por la buena calidad.

Argentina no puede ni compararse con Chile, principal exportador mundial y segundo productor detrás de Turquía. Chile exporta 43 veces nuestros montos. Nueva Zelanda triplica nuestras exportaciones y Australia las cuadriplica.

Aun así, los productores y exportadores argentinos de cerezas reman en el dulce de leche con una enjundia admirable. Paulatinamente aumentan sus volúmenes y tratan de obtener nuevos mercados.

El 46% de la producción se localiza en Mendoza, otro tanto se reparte entre Santa Cruz, Chubut, Río Negro y Neuquén. El remanente corresponde a San Juan, San Luis y provincia de Buenos Aires. En total hay 3.000 hectáreas plantadas en todo el país, 1.200 en Mendoza.

Según el INDEC, en el 2021, se exportaron 5.003 Tn de cerezas frescas ácidas por US$ 24.548.131.- (https://comex.indec.gob.ar/?_ga=2.142672637.918235963.1644677483-889907708.1644677483#/).

Según otras fuentes internacionales, la Argentina capturó el 0,66% de las exportaciones globales de cerezas, por US$ 24,4 millones en el 2019. Argentina posee el puesto 15º como exportador. El consumo es mínimo en nuestro país: 82 g por habitante por año. EEUU, por ejemplo, consume 1,1 kg per cápita anual.

Turquía es un gran productor pero también debe abastecer un importante mercado interno de 7,8 kg per cápita, el cual le reduce saldos exportables.

Las dificultades de los participantes en el negocio de la cereza son comunes a las que padecemos todos.

Aun así voy a repasar las cuitas tal como han sido listadas por las autoridades de la cámara del sector:

    • Problemas de transporte. 
      • Aéreo: La mayoría de nuestras exportaciones son por avión (el barco tarda 30 días). Con las restricciones establecidas por la aparición del virus corona, han mermado las oferta aérea (menores frecuencias y por lo tanto menos volumen disponible en bodega). Esto produce demoras en las entregas y/o aumentos de costos. Además de correr el riesgo de perder la cadena de frío en algún trasbordo.
      • Marítimo: en menor proporción embarca por los puertos chilenos, que tienen la logística de la cereza muy aceitada.
    • Derechos de exportación: el año pasado el gobierno dio de baja los derechos de exportación para las economías regionales.
    • Mano de obra: En lo que respecta a la región patagónica, la mayor parte de la cosecha es efectuada por trabajadores del noroeste argentino. Cosechan, vuelven brevemente para las Fiestas y retoman la actividad el resto de enero. Con las restricciones impuestas por el gobierno por el virus corona, estas personas no han podido desplazarse en los dos últimos años. El sector se encontró con varios inconvenientes. El primero, que los trabajadores locales no quieren enrolarse porque al hacerlo corren (corrían) el riesgo de perder la ayuda social. La cámara del sector negoció con el gobierno que las personas no pierdan sus beneficios sociales a pesar de ser contratados en blanco temporariamente para levantar la cosecha. El segundo inconveniente es la productividad, que es de 1 a 3 comparado con nuestros compatriotas norteños. El sector ha recurrido, incluso, a traer trabajadores de Chile para poder finalizar las tareas de recolección.

El problema que el sector no tiene es la falta de demanda. China absorbe todo lo que se le quiera enviar. La demanda europea es estable (por temas demográficos) pero sostenida. Los EEUU importan en contraestación. Además otros países del sudeste asiático se han sumado a la moda de comer cerezas, lo que impulsa la demanda internacional. Por último, han dado buenos resultados la promoción del producto en Emiratos Árabes, mercado adinerado y con alta demanda de frutas finas, en particular, la cereza. Nobleza obliga, Cancillería sostiene que ha facilitado, en la medida de sus posibilidades, los contactos de ambas partes (importadores de Emiratos Árabes y exportadores locales).

El sector enfrenta lo que técnicamente se denomina “demanda infinita”. ¿Qué es eso? 

Demanda infinita

Ninguna demanda, obviamente, es infinita, es sólo una expresión. Pero, ¿a qué denominamos así los economistas? Cuando estamos en la siguiente posición: el que demanda, no importa cuánto sea, compra todo. Y el que produce, no debe preocuparse por cuánto debe producir y si va a conseguir compradores o no, porque todo lo que produzca, así triplique, quintuplique o centuplique su producción, encuentra demanda. Tiene un segundo componente: los precios no caen por exceso de oferta, ya que nunca se satura el mercado. Por lo cual, cuando alguien se encuentra en una posición semejante, su única preocupación es poder aumentar la oferta.

Exportaciones argentinas

La Argentina está en una posición única, que es producir una serie de productos que enfrentan una demanda infinita. Pocos países pueden decir lo mismo que nosotros. Uno de esos productos son las cerezas.

¿Por qué Argentina no exporta, entonces, como Chile? Fácil, producimos menos que Chile.

¿Por qué no producimos más cerezas, cuando es un producto sin problemas de colocación?

En primer lugar, un productor argentino recibe por su kg de cerezas la mitad que su par chileno. Esto es porque si bien el precio internacional es el mismo, la mitad del valor queda en el BCRA. En efecto, este organismo público prohíbe que los dólares del comprador chino, árabe o canadiense queden en la cuenta corriente en dólares del productor y lo obliga a liquidarlo al BCRA. No sólo eso, el BCRA decide a qué valor en pesos va a pagarlo y a la sazón, es la mitad del valor que el productor obtendría en libertad. Por lo cual, de los US$ 24,4 millones que entre mendocinos y patagónicos logran colocar por ahí, US$ 12,2 quedan en el gobierno (en las arcas del BCRA) y el resto se reparte entre trabajadores, propietarios, transportistas, bancos, proveedores de insumos y fiscos municipales, provinciales y nacional. Eso los pone en un pie de desigualdad con la totalidad de los productores de cerezas del mundo. Nadie, absolutamente nadie, sufre semejante exacción [ilegal].

El segundo problema es el capital necesario para la inversión. Convertir una hectárea de desierto en una cubierta de cerezos, requiere dinero. Ya sea porque hay que desmontar otra plantación (vides, manzanos) o bien porque hay que colocar riego. Desde ya hay que comprar plantines y cuidarlos. Como es el fruto de un árbol, hay que esperar varios años hasta que de la primera cosecha. El tiempo es dinero. Con una tasa en pesos del 40% y una en dólares cercana al 20%, sólo se puede trabajar con capital propio. El costo financiero —al igual que el tipo de cambio— también es determinado por el estado. Las distorsiones que el estado impone al mercado laboral y de flete ya las describí.

Por todo esto no existen 50.000 has de plantaciones de cerezos en nuestro país.

Lo mismo podríamos decir con las almendras. California, EEUU, exporta US$ 3.700 millones anuales, nosotros US$ 740.000. No menos de 20 productos argentinos están en la misma situación. La lista de oportunidades perdidas llenaría páginas.

Conclusiones

Uno podría lamentarse por todas las cosas que salen mal, por todo lo que el estado argentino nos impide hacer. Por lo pronto podemos aseverar que no cumple con el mandato constitucional: “…asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino…”, toda vez que nos hacen la vida imposible una y otra vez.

Pero yo elijo mirar la otra cara de la moneda: todas las cosas que podríamos lograr si largaran las gateras. Todo lo que se podría hacer si los productores cobraran el precio pleno, si tuviéramos flota y si las líneas aéreas que sí tenemos estuvieran al servicio de la producción. Obtendríamos la multiplicación de las fuentes laborales y el aumento del sueldo promedio. Prácticamente podríamos multiplicar nuestras exportaciones por 10 y llegar al pleno empleo en pocos años. La buena noticia es que la solución de nuestros males económicos está a tiro de piedra.

Es sólo cuestión de decidirse a hacerlo.

 

Otro si digo 1:

Me llamó la atención que el representante de la cámara del sector, dentro de listado de quejas no incluyera el del tipo de cambio.

Otro si digo 2:

El general Perón sostuvo en 1973 que el mundo enfrentaba una demanda creciente de alimentos y que la Argentina estaba en la posición inmejorable de satisfacerla. Es más, sostuvo que debíamos dedicarnos a exportar alimentos (aún a costa de moderar nuestro consumo interno). Tal vez sea el momento de retomar esa idea de quintuplicar las exportaciones y dejarnos de perder el tiempo.

 

Fuentes

INDEC

Exportaciones e importaciones por producto

https://comex.indec.gob.ar/?_ga=2.142672637.918235963.1644677483-889907708.1644677483#/

Cadena de Cerezas

Secretaría de Agroindustria

Marzo 2019

http://www.alimentosargentinos.gob.ar/HomeAlimentos/Cadenas%20de%20Valor%20de%20Alimentos%20y%20Bebidas/informes/Resumen_Cadena_CEREZAS_MARZO_2019.pdf

Cadena de Cerezas

Secretaría de Agroindustria

Septiembre 2019

http://www.alimentosargentinos.gob.ar/HomeAlimentos/Cadenas%20de%20Valor%20de%20Alimentos%20y%20Bebidas/informes/CEREZAS_Resumen_septiembre_2019.pdf

Las cerezas frescas ya pueden obtener el sello de calidad Alimentos Argentinos

https://www.argentina.gob.ar/noticias/las-cerezas-frescas-ya-pueden-obtener-el-sello-de-calidad-alimentos-argentinos

Cancillería impulsa las exportaciones de cerezas y arándanos argentinos

https://www.cancilleria.gob.ar/es/actualidad/noticias/cancilleria-impulsa-las-exportaciones-de-cerezas-y-arandanos-argentinos

Exportaciones de cerezas argentinas crecen 8,5% en volumen en temporada 2021

Agrositio

https://www.agrositio.com.ar/noticia/216940-exportaciones-de-cerezas-argentinas-crecen-85-en-volumen-en-temporada-2021

Discurso del presidente Perón el 25 de octubre de 1973 y la necesidad de exportar alimentos.

Plan Trienal 1973-1976

Política Agropecuaria

Página 32 Tomo 1

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

Artículo publicado originalmente el 12/02/2022 en Restaurar.org, http://restaurarg.blogspot.com/2022/02/cerezas.html