¡CUIDADO CON EL MOSQUITO!

Agustín Saavedra Weise*

Mientras vivimos estos difíciles momentos de pandemia, la gente en todo el mundo —pero particularmente en las naciones directamente afectadas— no debe olvidar el terrible peligro que significa el mosquito, un asesino mucho más despiadado y peligroso que el ahora tristemente de moda Coronavirus o Covid-19.

Es más, se ha comprobado científicamente que la criatura más mortal que existe es el mosquito por ser transmisor de varias enfermedades peligrosas tales como la malaria, la fiebre del dengue, el Zika, chikunguña y el llamado virus del Nilo Occidental. El mosquito abunda en las partes menos desarrolladas y tropicales del hemisferio sur. En el hemisferio norte están prácticamente libres de ese temible mal.

Para colmo y mayor preocupación, el cambio de clima por distorsión del medio ambiente permite el temible avance del mosquito. La zona amazónica y platense de Bolivia tiene que tomar conciencia de este grave peligro.

Sin ir mucho más lejos, en Chile también se ha visto que en localidades donde no había mosquitos, ahora —como consecuencia del citado cambio climático causado por el ser humano con su depredación ecológica— ya están llegando esos bichos, para futuro sufrimiento de los habitantes de esas regiones.

No en vano se ha venido alertando sobre otra posible y muy peligrosa pandemia ocasionada por el mosquito. Hasta el controvertido multimillonario Bill Gates expresó su alarma ante una posible expansión mundial del mosquito y de todas las pestes que arrastra. Según datos estadísticos confiables, el mosquito mata a un niño cada dos minutos por día, terrible cifra en verdad.

Es por eso que en Bolivia —particularmente en las zonas tropicales del oriente como también de Cochabamba y Yungas— deben extremarse esfuerzos para controlar al mosquito y no ceder en la lucha ante este insecto. Los esfuerzos por el Coronavirus no tienen —de ninguna manera— que hacer disminuir esfuerzos similares en la lucha contra el dengue y otros males ocasionados por la proliferación de mosquitos.

Y como ya se expresó en otra oportunidad: no hay que elegir entre salvar vidas con Covid-19 o salvar vidas por culpa del mosquito; el mundo debe permitir y colaborar para que los países pobres puedan hacer ambas cosas. Las autoridades sanitarias tienen la obligación de estar atentas todo el tiempo frente al mosquito y no dejarse avasallar por los tratamientos del Covid-19.

Urge realizar campañas con entregas de mosquiteros que estén previamente tratados con poderosos insecticidas de largo alcance, fumigar permanentemente e inculcar hábitos de higiene a la población, para evitar que proliferen mosquitos en la suciedad y en aguas servidas.

Debemos tener presente que así como la malaria hace estragos en África, en nuestro país y en áreas tropicales sudamericanas el dengue y la chikunguña son males endémicos ocasionados por la picadura del mosquito. Hay que extremar esfuerzos para erradicar a este maligno bicho o por lo menos tenerlo bajo control, al mismo tiempo que en ningún momento —y bajo ningún concepto, reitero una vez más— deben descuidarse las labores médico-sanitarias correspondientes por estar hoy luchando contra el Covid-19. El mosquito es un enemigo de alta letalidad y muy peligroso; hay que tratarlo como tal en forma permanente.

 

*Ex canciller, economista y politólogo. Miembro del CEID y de la SAEEG. www.agustinsaavedraweise.com

Tomado de El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://eldeber.com.bo/opinion/cuidado-con-el-mosquito_199147