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HAMBRUNA

Iris Speroni*

Tilingas o chantas que no pueden explicar en qué gastan el dinero ni los resultados de su gestión.

 

¿Qué es el hambre?

¿Qué es una hambruna?

Según la Real Academia Española:

hambre

Del lat. vulg. *famen, -ĭnis, y este del lat. fames.

      1. f. Gana y necesidad de comer.
      2. f. Escasez de alimentos básicos, que causa carestía y miseria generalizada.
      3. f. Apetito o deseo ardiente de algo.

hambruna

      1. f. hambre (‖ escasez generalizada de alimentos).

Los argentinos nos vemos bombardeados en los medios por dos corrientes de propaganda respecto al hambre.

    • ONU. Agenda 2030. Davos. Build Back Better. Gran Reseteo. Etc.
    • Local. “El hambre tan temida”. “La mesa del hambre”. Los “merenderos”. Desarrollo Social. Planes sociales. Etc.

La primera, neomaltusiana, está plagada de contradicciones. Por un lado sostiene que hay hambre en el mundo y por otro intenta reglamentar/prohibir/limitar la producción de alimentos. Nosotros, que somos inteligentes, sabemos que es un intento de cartelizar la producción y comercialización de productos agropecuarios (para todos los usos, alimentarios y otros) en concordancia con proseguir el viejo sueño de las élites occidentales de limitar la población como herramienta de control político. La mayoría de la humanidad vive fuera de la órbita occidental y no le presta atención a estos divagues.

Tony Milne, matemático escocés y autor de “Famine: Ireland, India and China, and the British Empire”, [Hambruna: Irlanda, India y China, y el Imperio Británico] ha estudiado la relación entre impuestos y hambrunas. Sostiene que éstas son provocadas por el sistema político y no por situaciones naturales. El Imperio Británico, desde su unificación en 1703, desarrolló un eficiente sistema impositivo y de aduanas (heredado de los normandos) que le permitió: a. financiar una flota poderosa; b. con el tiempo controlar un cuarto de la humanidad; c. una consecuencia del sistema fueron hambrunas periódicas y recurrentes en los territorios dominados.

El ciclo que describe es: los impuestos se llevan los excedentes de la población, lo que le impide tener acopios para los malos tiempos. Las hambrunas citadas (Irlanda, India, China) no fueron por escasez de comida, sino por escasez de dinero por parte de los sectores más pobres de la población para comprarla.

Entre 1945 y 1849 hubo una Gran Hambruna irlandesa (en inglés Great Famine o Great Hunger y en irlandés An Gorta Mór o An Drochshaol). Millones de irlandeses perecieron y otros tantos emigraron. El ciclo es el siguiente: la malnutrición o subnutrición sostenida, primero consume las reservas del cuerpo y luego deteriora el sistema inmunológico de la persona, hasta que esta contrae una enfermedad que el cuerpo no puede combatir y fallece; otros simplemente murieron de inanición. Debo recalcar que durante esos años el país exportó enormes cantidades de comida, en particular carne vacuna y porcina y barriles de manteca, a Inglaterra. Esto último consta en los registros aduaneros, públicos y disponibles. El sistema político impedía que la población nativa accediera a esa producción. Irlanda todavía no recuperó la población que perdió hace 170 años atrás.

Sostiene Tony Milne, libro citado, prefacio (la traducción es mía). Debo aclarar que el autor denomina “cobradores de impuestos” (tax-collectors) a todos los funcionarios del gobierno, ya que a su entender, la única función de éste es recaudar impuestos:

[Funcionarios públicos] primero defendieron sus acciones, luego justificaron su inacción, más tarde intentaron esconder o minimizar los problemas más obvios, y finalmente culparon a los nativos. El gerenciamiento de la hambruna se convirtió en un proceso político que continúa hasta hoy en el SXXI”.

Prosigue en el capítulo I:

Jared Diamond lista tres estrategias adoptadas por las sociedades tradicionales para evitar las hambrunas: guardar comida, diversificar la dieta, y dispersar o concentrar población. Los recaudadores de impuestos impiden, mediante políticas públicas, que esas estrategias puedan llevarse a cabo o que sean exitosas”.

El Sr. Milne sostiene que todas las leyes supuestamente ambientalistas que quieren imponer en el mundo hoy tienen por objetivo el control de la producción de alimentos y dejar afuera de las decisiones alimentarias a los comunes.

Juan José Borrell, es su magnífico libro “Geopolítica y Alimentos”, Ed. Biblos, describe cómo es el control de los alimentos por parte de las potencias y las grandes empresas y desenmascara el rol de la FAO y otras organizaciones dependientes de la ONU, como UNICEF. Donde el supuesto altruismo para con las poblaciones desfavorecidas, en realidad encubre deshacerse de excedentes —que son vendidos a la ONU a precios de primera—. Una de las múltiples consecuencias negativas de la intervención de la FAO es condenar a los agricultores locales a la quiebra por competencia desleal de las importaciones a precio cero.

Los argentinos debemos:

– Desarrollar una argumentación para hacer frente a la Agenda 2030, al ambientalismo, a los que quieren sacrificar vacunos o hacernos comer grillos.

– Formular estrategias para defender nuestros intereses de quienes desean manipular —aún más— los mercados de los alimentos.

– Construir una posición propia que resguarde los intereses del país y de sus agricultores y ganaderos.

Hoy, el gobierno patea en contra (como lo demuestra la desaparición de 100.000 productores en los últimos 15 años), y las cámaras patronales no muestran estrategia, programas o ideas.

La oposición se alinea con el gobierno, impostando diferencias mínimas.

Mi solución fáctica es sencilla: bajar los impuestos a los productores (DEX y tipo de cambio).

La lucha ideológica es toda otra historia y más compleja: habrá que darla en los escenarios internacionales con inteligencia, profesionalismo y picardía, y en el frente interno con determinación e impiedad: los interventores, los caballos de Troya, los traidores y los caídos del catre son más de lo que parece. 

La Mesa del Hambre

En diciembre 2019, el presidente Fernández, a días de asumir, armó una gran campaña publicitaria sobre el hambre en la Argentina. Se reunió con figurones y presionó a los legisladores para que sacaran un impuesto más —porque, ya saben, el hambre es atroz—. Salió en tiempo récord y los políticos se fueron de vacaciones en enero 2020. Fue todo un montaje para que la oposición tuviera una excusa para sumarse al voto del tributo.

Sobre el hambre nadie dio una cifra o un dato. La oposición no lo pidió.

¿Existe hambre en la Argentina? Sí, claro, lo dicen las estadísticas que produce la UCA, juez y parte en este entuerto.

¿Existe gente con hambre en Argentina? Si las personas que veo revolver comida todos los santos días y comer de los tachos es prueba de ello, sí, hay hambre o al menos algunos compatriotas la pasan muy mal.

Sin embargo, resulta extraño que en un país con el mayor consumo de carnes de todo el mundo detrás de EEUU, con consumo anual promedio de 240 huevos por habitante (también excepcional) y de 96 kg per cápita por año de trigo (también alto), la población pase hambre.

Cada vez suena más razonable la afirmación de la ex presidente, en Roma, en el Congreso de la FAO, que la pobreza no llega al 6% del total.

Ahora bien, ¿qué es pobreza? Si el sueldo promedio es de US$ 250, si millones de jubilados ganan menos de US$ 100 mensuales y claramente tienen dificultades para una comida diaria, si la población se ve mal vestida, mal entrazada, mal abrigada, entonces algo anda muy mal.

Una de las cosas que no funcionan son los ministerios de Desarrollo Social. Porque ni desarrollan ni son sociales. En manos de tilingas como Stanley o de chantas como Arroyo, no pueden explicar en qué gastan el dinero ni los resultados de gestión. Larroque trajinó La Cárcova con el padre Pepe. ¿Aprendió algo? Los niños a la ribera del Reconquista andaban descalzos, con frío y lluvia. ¿Larroque les compró zapatillas, al menos?

Nuestros funcionarios en el área no tienen formación, ni ideas para cambiar la realidad, ni calle. Se trata solamente de un negocio para administrar fondos públicos. A su vez los “referentes sociales” son los primeros interesados en que la pobreza real o aparente nunca se esfume. Sin “hambre”, no hay planes, no hay negocio.

La primera medida para tratar de poner un poco de orden en esta infamia que humilla a millones de compatriotas y desangra a impuestos al resto es comenzar a manejar cifras, datos, estadísticas.

Porque algo no cierra. Algo huele muy mal y no en Dinamarca.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

REFLEXIONES ESTRATÉGICAS INSPIRADAS POR EL CORONAVIRUS

Juan Carlos Neves*

Cuando comenzó el conflicto en Malvinas, tanto los países europeos integrantes de la OTAN como los Estados Unidos impusieron un embargo a Argentina que impidió la obtención de suministros esenciales para sostener el esfuerzo bélico.

Ello motivó que no dispusiéramos de otros medios que aquellos con que contábamos al comienzo de la guerra o los que pudieran ser provistos por las empresas nacionales de nuestra industria para la defensa.

Un caso paradigmático fue la disponibilidad de misiles Exocet Aire-Mar. La Armada Argentina solo disponía de cinco misiles de estas características y los utilizó con gran eficacia hundiendo al buque logístico “Atlantic Conveyor”, al Destructor “HMS Sheffield”, orgullo de la marina británica, y presumiblemente averiando el Portaaviones “HMS Invincible”. Pero a pesar de todos los esfuerzos realizados por el gobierno argentino fue imposible adquirir nuevas unidades una vez iniciado el conflicto ya que los misiles eran de origen francés y este país no solo se negó a proveerlos, sino que cesó oficialmente el apoyo para poner a punto las unidades ya vendidas y además brindó información a los británicos para facilitar la interceptación de estas armas.

Esta experiencia nos dejó como enseñanza la necesidad de asegurar la disponibilidad de insumos bélicos de producción nacional ya que, en caso de conflicto, que es justamente cuando más se los necesita, la mayor parte de los países se niegan a aportar armas al beligerante. Sin embargo, a pesar de estas evidencias, durante la Presidencia de Carlos Saúl Menem y el mandato de su Ministro Domingo Cavallo todo el complejo de producción para la defensa fue desarticulado siendo los casos más notables la fábrica que producía misiles Cóndor y el astillero de submarinos Domeq García. Si bien se adujeron razones presupuestarias, fue notoria la imposición de Estados Unidos a instancias del Reino Unido para quienes resultaba inaceptable la independencia armamentística de un país como la Argentina, que había demostrado tener la voluntad para desarrollar políticas independientes y la disposición para defender sus intereses nacionales utilizando la fuerza de ser necesario.

La pandemia del coronavirus vuelve a enfrentarnos con otro caso en que se siente profundamente la carencia de producción nacional de insumos vitales para situaciones de crisis, en este caso de origen sanitario.

Tanto el Presidente Alberto Fernández como su Ministro de Salud han reconocido públicamente que no se hacen las pruebas en la cantidad necesaria porque no se disponen de suficientes unidades de los elementos para determinar infectados, dado que son importados y muy requeridos en este momento en todo el mundo. Obviamente, los países que los producen priorizan sus propias necesidades y eventualmente las de sus aliados más cercanos. Sin embargo, la industria farmacológica argentina y el nivel de nuestros investigadores en la materia, permitiría desarrollar estos productos (como están intentando ahora de apuro) si lo tuviéramos entre nuestras prioridades. Lo mismo puede aplicarse al desarrollo de vacunas y a cuestiones más sencillas como respiradores, los que son producidos en el país por una única empresa y en cantidades limitadas.

Como me dijera en una oportunidad el prestigioso científico Conrado Varotto, presidente de la Comisión Nacional Aeroespacial: los únicos productos que no podemos producir son los que nos venden. Sucede que pocos países están dispuestos a invertir el tiempo y el dinero necesario para un desarrollo autónomo de algo que puede conseguirse en el mercado y Argentina no es la excepción.

La lógica económica de producir allí donde resulta más barato, generalmente por el menor costo de mano de obra derivado de las precarias condiciones laborales, ha llevado a que China tenga el monopolio de numerosos productos entre ellos los insumos medicinales. Sin embargo, debemos considerar que la lógica económica no es la única fuente de motivación para determinar los modos de acción para la producción, ya que existe una lógica estratégica que debe ser considerada so pena de sufrir graves consecuencias.

Esta no es solo una conclusión personal. Numerosos analistas de diversos países reconocen el error de tener una enorme dependencia de China en el área de insumos medicinales y ahora están sufriendo las consecuencias. Es absolutamente necesario que tomemos nota de esta segunda lección y actuemos en consecuencia.

¿Significa esto que tenemos que producir todo nacional, atados al eslogan de “vivir con lo nuestro”?

No, por cierto. No tiene sentido reinventar la rueda o lograr una patente de un motor de combustión convencional o cuestiones similares. De lo que se trata es de identificar las áreas de importancia estratégica y los elementos críticos para garantizar la supervivencia ante graves eventos infrecuentes, pero de ocurrencia posible y probable, y trabajar para contar con ellos en el mediano plazo.

Las circunstancias nos han hecho evidentes dos sectores que claramente entran en la categoría de estratégicos. El de la Defensa y el Farmacológico pues nuestra salud depende fuertemente de vacunas y otros productos importados que pueden tornarse escasos cuando más se los necesite.

Una tercera área que por suerte tenemos cubierta es el agua y la alimentación, ya que las características geográficas de nuestro país y el desarrollo tecnológico de la agroindustria aseguran la disponibilidad y la autosuficiencia.

Quedan sin embargo otros espacios a considerar en una lista que no es excluyente.

Uno de ellos es la Energía, de la que en distintos períodos de nuestra historia hemos pasado a ser importadores o exportadores y de la que no solo hay que considerar la producción sino la capacidad de distribución y la disponibilidad de refinerías y tecnología. Es necesario poner el énfasis en las fuentes alternativas de energía tales como la hidráulica, solar, eólica, mareomotriz, etc., que, a diferencia de las térmicas basadas en el consumo de sustancias fósiles, son renovables. En el caso particular de Argentina también debemos mantener la ventaja de disponer el conocimiento, el combustible (uranio) y la experiencia que nos permiten utilizar la energía nuclear.

Aunque menos obvio, debemos destacar la enorme dependencia que tenemos en el área de comunicaciones de elementos que no controlamos. Si una circunstancia inesperada como una tormenta de meteoritos, una inusual actividad solar o un acto de terrorismo a gran escala afectara los satélites de comunicaciones tenemos la seguridad de que los países que controlan estos artefactos asegurarían su propia necesidad y nos dejaría incomunicados. Es imperioso dar continuidad al programa ARSAT de satélites de comunicaciones de origen nacional y debemos disponer de alternativas aumentando las redes de fibra óptica que nos garanticen las comunicaciones internas en el ámbito nacional ante una catástrofe de esta naturaleza. Como dato cabe aportar que la red de fibra óptica nacional está alrededor de los 33.000 km contra más de un millón de su equivalente en España en un territorio mucho menor.

Finalmente, e insisto que sin agotar el análisis acerca de cuáles son las áreas que requieren desarrollos autónomos, debemos alertar que Argentina exporta más del ochenta por ciento de sus productos por vía marítima pero no dispone de una flota mercante de bandera. Todo el flete del comercio exterior es dependiente de terceros y es susceptible de ser bloqueado o embargado casi sin alternativas. Fortalecer la existencia y el funcionamiento de empresas navieras argentinas es también una necesidad estratégica.

Concluyendo, el coronavirus nos ha demostrado una vez más que no podemos vivir en un mundo complejo sin tener desarrolladas ciertas áreas estratégicas que irresponsablemente ignoramos corridos por la eterna coyuntura en que vive nuestro país. Por supuesto que una de las claves para llevar adelante una previsión estratégica racional es tener una economía sana y eliminar la enorme dependencia que genera la condición de deudor moroso.

La solución para esta falencia es mucho más integral, ya que requiere gobernantes y funcionarios idóneos, eliminar la corrupción, producir con eficiencia y no gastar más de lo que produce. Receta sencilla pero que ha probado ser muy difícil de cumplir en nuestra querida patria.

Quizás el sufrimiento y las carencias que se evidenciaron con la epidemia nos otorguen el incentivo para generar cambios inmediatos en lo económico y ponernos a pensar en lo estratégico, si queremos asegurar un futuro deseable.

 

* Contralmirante Retirado, Veterano de Guerra de Malvinas. Licenciado en Sistemas Navales. Master en Relaciones Internacionales. Master en Ciencias en Management. Presidente del Partido Nueva Unión Ciudadana. Coordinador Político de ENCENDER (Encuentro de Centro Derecha).

CARNE: EL ALIMENTO DE LOS PUEBLOS LIBRES

Iris Speroni*

No dejar de comer carne aunque vengan a degüello.

 

Falta quebrar, desafiar

Destronar y descalificar

todo aquello que es llamado tradicional y cultural

Connie Isla

 

Del 19 al 21 de octubre de este año se celebró en Buenos Aires una cumbre de intendentes de ciudades de varios lugares del mundo. Vinieron, entre otros, Ahmed Aboutaleb, alcalde de Rotterdam, Holanda y Sadiq Khan, de Londres, Reino Unido. El gobierno municipal cometió el desaire de agasajar a los invitados con pseudohamburguesas de lentejas.

Los objetivos de la reunión fueron ultra progres. Según el sitio oficial: 

Los compromisos incluyen reconocer la emergencia climática …, limitar el aumento de temperatura a 1,5°C y ser carbono neutrales a 2050, presentar planes de acción y climática (SIC), y publicar Inventarios de Gases de Efecto Invernadero y evaluaciones de riesgo.

Se suma al compromiso asumido primero por Cristina Fernández y luego por Mauricio Macri con el Acuerdo de París.

1° de noviembre, Día del Veganismo, en conmemoración de la fundación de la Sociedad Vegana en Gran Bretaña.

Hay mucho dinero canalizado no sólo para difundir el hábito de la ingesta vegana sino para combatir – incluso en forma militante – el consumo de carnes rojas en particular y las carnes, huevos, quesos y leche en general.

Energúmenos, probablemente pagos, atacan la fachada del restaurant Güerrín, en Capital Federal, el 1° de noviembre de 2018.

Quienes se manifiestan abiertamente como partidarios de la “Current Thing” [“lo que se usa ahora”] se garantizan publicidad, exposición, etc. 

¿Por qué hay tanto dinero, poder y gente en puestos jerárquicos interesados en que nosotros, los comunes, no comamos carne?

En primer lugar hay intereses comerciales. Las Big Pharma (grandes empresas farmacéuticas) han patentado la producción de carne en laboratorio. Actualmente todavía no es económicamente rentable, pero en el futuro puede serlo. Concentraría la producción y comercialización de carne en pocas manos y dejaría afuera a millones de pastores y vaqueros en todo el mundo. Hoy millones de consumidores se han acostumbrado al gusto de los animales criados a corral a diferencia de los criados a pasto, lo cual facilitaría la transición al consumo de carne de laboratorio. Además,  cuando hay hambre, no hay pan duro.

En segundo lugar, hoy gran parte de la producción de vegetales se hace bajo semillas modificadas, esto es: tienen dueño. Hablar de una alimentación en base a únicamente vegetales más los imprescindibles complementos nutricionales (de ahí la necesidad de exóticos como la harina de grillo) implicaría una concentración aún mayor del universo de la elaboración y comercio de alimentos en pocas manos.

La visión economicista se me ocurre limitada. Deja afuera otras variables. 

El antropólogo norteamericano Marvin Harris, gran divulgador, ha dedicado toda su vida a estudiar la relación entre nosotros, los humanos, y los alimentos. Lo recomiendo enfáticamente, en particular a toda persona que se relacione con la producción, comercialización o divulgación de temas agropecuarios y/o alimentarios en general. Pueden empezar con “Good to eat” (“Bueno para comer”, Marvin Harris, Editorial Alianza).

“Aunque los alimentos vegetales pueden proporcionar grandes cantidades de proteínas adecuadas para la nutrición si se ingieren en variedad y abundancia, la carne es una fuente más eficiente de nutrientes esenciales que el alimento vegetal, kilo por kilo».

Página 116 de “Nuestra Especie”, Marvin Harris, Ed. Alianza, Madrid, 1998.

La FAO, la suborganización de Naciones Unidas, dedicada a los alimentos y la agricultura, recomienda un consumo mínimo de proteína animal de 9 g diarios, que se duplica para las personas con alta carga física, como un atleta, un albañil, un bailarín, etc.

La carne es el alimento más sofisticado de todos. Tiene la particularidad de proveer cadenas de aminoácidos complejas, las cuales necesitan poca transformación, es decir, poca energía, para convertirse en tejido del cuerpo humano, en particular los músculos. La substitución de la carne por vegetales requiere combinar diferentes cadenas proteicas cuya transformación gasta gran parte de la energía consumida. Por todo esto la ingesta de carne y si es carne roja, mejor, es la forma más fácil y eficiente de convertir alimento en músculo, huesos, etc., y fortalecer nuestro sistema inmunológico.

Hay una segunda particularidad, tratada por numerosos autores, y es que la ingesta de carne provoca una mayor producción de testosterona en los varones. Hay un viejo dicho: “Los pueblos guerreros comen carne”.

Por lo tanto, un motivo detrás de toda esta movida de demonización de las vacas a la que le dedican tanto dinero, tiempo, portadas del New York Times, financian periodistas y militantes, y por la cual las Naciones Unidas emite informes, es provocar que los pueblos no coman carne para que los varones tengan insuficiencias en la producción de testosterona. O dicho de otra forma: que los comunes de este mundo no sean guerreros. Es una jugada audaz.

Este año la Unión Europea sancionó varias leyes que obligan a los granjeros a sacrificar a millones de animales, lo que ha provocado encendidas protestas en Alemania, Holanda y España. Renunció el ministro de Agricultura de Holanda. Aun así no dieron marcha atrás.

Consumo de carne en la Argentina y en Mundo

A pesar de toda la cháchara alrededor de las pretensiones de bajar la ingesta de carne, la militancia vegana, las leyes antigranjeros de los europeos, las reuniones COP a donde van a pasear Grosso, Camaño y González, o las reuniones de alcaldes por el cambio climático con Larreta, Kahn y Aboutaleb, lo cierto es que el consumo de carne de la humanidad no para de subir.

En lo que va del siglo XXI numerosos países aumentaron el nivel de vida de la población. Cuanto mejor vive una persona, más carne come (“Elemental, Watson!”). Comer carne mejora el sistema inmunológico, entonces uno se enferma menos y vive mejor. El cuerpo que come carne puede practicar deportes, tiene más vitalidad y, como dijimos antes, es más eficiente. Además, la carne es sabrosa. Por eso los humanos siempre hacemos una celebración en las oportunidades en las cuales comemos carne. De la misma forma, no hay celebración, sin carne. “Hoy comamos y bebamos/y cantemos y holguemos/que mañana ayunaremos”, Juan del Encina “Cancionero de Palacio”, 1496.

El aumento de nivel de vida en África, América Hispana, Brasil, Asia, Europa Oriental ha llevado a un mayor aumento en el consumo mundial de carne.

Europa Oriental, que sufría enormes carencias de alimentos, en particular de proteína animal, durante el gobierno soviético, ha mejorado notablemente la alimentación de su población. Rusia pasó de ser importador de alimentos a exportador neto. China es un gran comprador mundial, pero también el mayor productor. África ha pasado a producir soja, pero también mejora sus rodeos de animales. 

En el siglo XXI se abrió todo un mundo para la agricultura lejos de las rígidas y obtusas e interesadas reglas de Occidente, representada por extraños seres como Mark Rutte o Emmanuel Macron (Unión Europea), o Jacinda Ardern (NZ) o Joe Biden (EEUU).

La ingesta de carne en Argentina

Luego de tocar el piso el consumo de carne en 2002, desde entonces nos hemos mantenido arriba de los 100 kilos por habitante por año en las últimas dos décadas (Fuente: BCR). Es el consumo de carne per cápita más alto del mundo después de los EEUU.

Consumo de carnes diferentes países. Fuente: ex Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación.

Sí se produjo un cambio en la composición de estos casi 110 kg por año per cápita en lo que va del siglo. 50 kg son de carne vacuna, el resto es aviar y cerdo. Esta conversión ya está prevista en el Plan Trienal 1973-1976. El gran desafío a futuro es aumentar la ingesta de pescado y carne ovina y caprina.

Según el cuadro de la BCR, ni bajó tanto el consumo de carne durante el gobierno de Macri (a pesar de la propaganda de la oposición de “volver a comer asado”), ni bajó durante la pandemia o en el horrible año 2021 de Alberto Fernández. Tal vez esto explique por qué la gente está enojada, pero no tanto.

Si me aguantaron hasta acá, les pido un último esfuerzo. Les dejo esta arenga del capitán de la selección nacional de fútbol, Lionel Messi, antes de la final de la Copa América. Presten atención a qué conceptos y palabras utiliza; cuáles son las prioridades: las familias de los protagonistas, Argentina y Dios (*). Comienza en el segundo 26 de la grabación. Está a las antípodas del discurso globalista de Connie Isla.

Ésta es la batalla que tenemos por delante. Las dos posturas las explicitan con claridad Messi e Isla. 

Según el cuadro de la BCR, ni bajó tanto el consumo de carne durante el gobierno de Macri (a pesar de la propaganda de la oposición de “volver a comer asado”), ni bajó durante la pandemia o en el horrible año 2021 de Alberto Fernández. Tal vez esto explique por qué la gente está enojada, pero no tanto.

Si me aguantaron hasta acá, les pido un último esfuerzo. Les dejo esta arenga del capitán de la selección nacional de fútbol, Lionel Messi, antes de la final de la Copa América. Presten atención a qué conceptos y palabras utiliza; cuáles son las prioridades: las familias de los protagonistas, Argentina y Dios (*). Comienza en el segundo 26 de la grabación. Está a las antípodas del discurso globalista de Connie Isla.

Ésta es la batalla que tenemos por delante. Las dos posturas las explicitan con claridad Messi e Isla.

Fuerza a redoblar nuestro compromiso a no dejar de comer carne aunque vengan a degüello: es nuestra tradición, pero también la garantía de conservar nuestra salud.

Debemos defender la carne con uñas y dientes. Como hizo la humanidad desde tiempos inmemoriales.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Nota

(*) Me causó gracia la suposición de que Dios prefiera a los argentinos por sobre los brasileños. ¿Por qué habría de hacerlo por uno u otro? Lo que sí queda claro es que si alguien tiene la convicción de que cuenta con la preferencia divina, no lo para nadie.


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Referencias

BCR – Bolsa de Comercio de Rosario

Consumo de Carne por habitante por año – Argentina

https://www.bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo-semanal/consumo-de

Carne vacuna en el mundo en niveles récord

https://www.bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo-semanal/carne-vacuna

Análisis del consumo de carne bovina en Argentina

https://www.bcr.com.ar/es/mercados/investigacion-y-desarrollo/informativo-semanal/noticias-informativo-semanal/analisis-20

Cárnica- Producción y Consumo de Carne en el Mundo

https://carnica.cdecomunicacion.es/noticias/42514/produccion-y-consumo-de-carne-en-el-mundo-en-2021-previsiones-de-la-usda

Chacra. En el 2021 la producción de carne a nivel mundial alcanzó su mejor desempeño histórico

https://www.revistachacra.com.ar/nota/44127-en-el-2021-la-produccion-de-carne-a-nivel-mundial-alcanzo-su-mejor-desempeno-historico/

La Nación. Ranking de consumo de carne

https://www.lanacion.com.ar/economia/campo/ganaderia/la-argentina-sigue-en-el-podio-de-un-ranking-de-consumo-de-carne-pero-la-acecha-uruguay-nid18042022/

 

Artículo publicado originalmente el 05/11/2022 en Restaurar.org, http://restaurarg.blogspot.com/2022/11/carne-el-alimento-de-los-pueblos-libres.html