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APLICACIONES FALSAS DE RASTREO DEL CORONAVIRUS BUSCAN ROBAR DATOS PERSONALES

El Deber, Santa Cruz de la Sierra

Agencia AFP

 

Foto AFP

Aprovechando la vulnerabilidad de las personas que buscan información y soluciones por la pandemia, una docena de app falsas de rastreo de contactos propagan virus informáticos para robar datos de los usuarios.

 

Al menos una docena de aplicaciones falsas de rastreo de contactos, diseñadas para parecerse a las herramientas oficiales de lucha contra la pandemia, se han implementado en el mundo para propagar virus informáticos y robar datos de usuarios, dijeron el miércoles investigadores de ciberseguridad.

Una vez instaladas en los teléfonos inteligentes, estas aplicaciones «descargan e instalan malware» para «robar identificadores y datos personales», dijeron investigadores de la firma californiana Anomali.

No parecen distribuirse a través de los canales formales, como las tiendas de aplicaciones de Google o Apple, sino que se propagan a través de enlaces en otras aplicaciones o sitios web que animan a descargarlas.

“Los actores maliciosos continúan imitando las aplicaciones oficiales proporcionadas por las autoridades para aprovechar la confianza que inspiran”, dijo Anomali en un comunicado.

“El impacto global de la pandemia de Covid-19 hace que el nombre del virus sea un símbolo de miedo. Estos actores explotan este miedo”, agregó la compañía.

Gobiernos de muchos países en asociación con empresas han desarrollado aplicaciones de seguimiento de contactos como una herramienta más para contener la epidemia.

Utilizan tecnologías de teléfonos inteligentes para determinar si los usuarios han estado en contacto con una persona infectada.

Aprovechando la vulnerabilidad de las personas que buscan información y soluciones por la pandemia, una docena de app falsas de rastreo de contactos propagan virus informáticos para robar datos de los usuarios.

En Francia, por ejemplo, StopCovid permite a una persona que descubre que es portadora del virus advertir automáticamente sobre ello a todos los demás usuarios con los que ha tenido contacto en las últimas dos semanas.

Pero los especialistas digitales, abogados y activistas que defienden las libertades ven estas aplicaciones como el comienzo de una sociedad de vigilancia, donde los algoritmos saben todo sobre nosotros y constantemente nos envían instrucciones para seguir.

Anomali ha encontrado aplicaciones falsas implementadas en Brasil, Colombia, Armenia, India, Indonesia, Irán, Italia, Rusia y Singapur. En algunos casos, se presentaban como la aplicación oficial del Gobierno.

Una asociación británica emitió una advertencia similar el mes pasado contra una aplicación en Reino Unido.

Desde el comienzo de la crisis del coronavirus, se incrementaron las amenazas informáticas que tratan de aprovecharse de la vulnerabilidad de las personas que buscan información y soluciones. 

 

* Tomado de El Deber, Santa Cruz, Bolivia, https://eldeber.com.bo/183248_aplicaciones-falsas-de-rastreo-del-coronavirus-buscan-robar-datos-personales

DAÑOS COLATERALES DEL COVID-19, DEUDA EXTERNA E INJUSTAS HAMBRUNAS

Agustín Saavedra Weise*

 

Imagen iStock

  1. Por la emergencia del Covid-19, bajo ningún concepto se deberían descuidar otras enfermedades. Sin embargo, es justamente lo que está pasando en Bolivia y en el mundo. Al respecto, la agencia de noticias BBC de Londres, informó que sólo en Gran Bretaña morirán cerca de 60.000 personas por descuido en su trato médico ante la exagerada preeminencia otorgada al Coronavirus. Me consta que en Bolivia sucede lo mismo. He sido testigo del triste peregrinaje de pacientes que no pueden ser atendidos ni siquiera en las propias instituciones donde están asegurados debido a la obsesión de autoridades oficiales, médicos y centros hospitalarios con el Covid-19, olvidando estos que hay males endémicos que deben tratarse diariamente, tales como dengue e influenza, diabetes, malaria, cólera, difteria, sida, cáncer, problemas cardiovasculares, desnutrición, accidentes de diversa naturaleza, etc. En nuestro país y en el resto del planeta es hora de que se tome conciencia de la necesidad de tener un programa integral de salud más allá de la atención que hoy merece la pandemia. Los daños colaterales debido al exceso de celo en torno al coronavirus harán que en el orbe se pierdan cientos de miles de vidas, generando lamentables situaciones irreversibles. Antes que ocurra esa tragedia tiene que brindarse un nivel uniforme de salud para todos; cada enfermo tiene su prioridad, no necesariamente solo los afectados por el Covid-19.
  2. En su mensaje a la OMS del pasado mes de mayo, el presidente chino Xi Jinping —en el marco de otras propuestas presentadas— dijo que planteará próximamente en el G-20 una drástica disminución de la deuda externa de países agobiados por acreedores externos y que, encima de ello, vienen siendo castigados por la pandemia. Esta es una noticia positiva para Argentina y otros estados fuertemente endeudados que en paralelo están luchando ahora contra la propagación del Coronavirus. Bolivia también podría beneficiarse de la medida en caso de concretarse. Últimamente hemos recibido créditos del Fondo Monetario Internacional y bien sabemos que este organismo tiene mano de hierro y cuando pasa factura exige duras medidas que provocan zozobra social: devaluaciones, ajuste de tarifas reducción de subsidios, etc. Hay que estar atentos por si surgen inusitadas demandas del FMI y al unísono alertas ante la posible concreción de la propuesta de Beijing.
  3. Varios expertos del Banco Mundial y de la FAO se han referido a la horrenda posibilidad de una inminente hambruna que podría afectar a más de 100 millones de personas como consecuencia de la falta de alimentos; he aquí otro efecto perverso de la crisis que actualmente azota al orbe. La triste paradoja es que mientras se divulgan estos lúgubres pronósticos en otras partes se desecha la comida. Sin ir muy lejos, solo en EEUU se están sacrificando miles de porcinos que no están enfermos, simplemente se los elimina por exceso de oferta. Para que los precios de la carne de cerdo no se derrumben más, los granjeros han optado por matarlos en masa ¿No podría haberse coordinado el enviar la carne de esos animales sacrificados intencionalmente hacia zonas de hambrunas? La pregunta queda flotando, es una más de las asignaturas pendientes de la burocracia internacional, que gana grandes sueldos y habla mucho, pero hace poco o nada.

 

*Ex canciller, economista y politólogo. Miembro del CEID y de la SAEEG. www.agustinsaavedraweise.com

Tomado de El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://eldeber.com.bo/182653_danos-colaterales-del-covid-19-deuda-externa-e-injustas-hambrunas

 

 

FRÁGILES, DÉBILES Y VULNERABLES

Gary Antonio Rodríguez A.

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay

Todo cambió de improviso. De un momento a otro el mundo se detuvo, paró su incesante trajinar: se hizo el silencio y se prolongó tanto, y por tanto tiempo, que parecía retumbar más que el trueno.

La muerte golpeó primero a un país lejano, pero luego se hizo cada vez menos distante, hasta afectar a todos, al orbe entero. Solo entonces la Humanidad, ésa que envuelta en sus devaneos se jactaba de su poderío, se dio cuenta de su gran debilidad y vulnerabilidad extrema.

Desasosiego, preocupación y desesperanza; desgarradoras escenas de dolor en familias, sin poder enterrar a sus muertos; llanto por doquier al perder a sus seres queridos. Cada quien en lo suyo con su propia congoja a cuestas, sin tiempo ni ganas para consolar al desvalido: al contrario, los más primitivos instintos de conservación afloraron, mostrando lo inhumano del ser humano.

Lo inimaginable había ocurrido: la bulliciosa vida del planeta calló en un instante, siendo expectantes todos por las noticias que una tras otra, no hacían sino enmudecer más las almas de los atribulados ante la cantidad de muertos y el número de los contagiados que subía. El desenfreno se tornó en contención, la algarabía en quietud inducida y hasta la delincuencia decayó.

Eventos sociales y deportivos, fiestas, actividades religiosas y educativas, el frenesí de la diversión, de pronto todo fue acallado, detenido. Los viajes de placer y de negocios, quedaron afectados. Los sueños y proyectos venideros, fueron truncados. El mundo se había detenido, casi en seco.

Sin poder haberlo imaginado siquiera, gran parte de la gente se vio en una cuarentena obligatoria en sus casas, un confinamiento para evitar el contagio del mal desatado contra el rico y el pobre; el ignorante y el letrado; la realeza y el plebeyo; los gobernantes y los gobernados; el famoso y el desconocido; el maligno suceso afectó sus vidas, sin que muchos pudieran evitar el fatal desenlace.

No fue un asteroide el causante; tampoco un terremoto global; no fueron ciclones de magnitud, maremotos o tsunamis simultáneos; ni un diluvio que lo inundara y destrozara todo —no— nada de eso fue lo que puso de cabeza al mundo. Fue una diminuta molécula, un virus infinitesimal, el Covid-19, que vino a demostrar lo frágil de la vida y lo vano de la altivez humana.

Sin embargo, de lo malo salió algo bueno: en medio del dolor y la desesperación…cuántos alzaron sus ojos a Dios por primera vez y cuántos se acordaron de Él, algo que sin el Covid-19, probablemente nunca hubiera pasado…

Tomado de El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://eldeber.com.bo/182041_fragiles-debiles-y-vulnerables