En este año, 2020 de Nuestro Señor, se cumplen 30 años de la heroica Gesta de resistencia organizada contra el Nuevo Orden Mundial del 3 de diciembre de 1990. La presente intenta ser un merecido homenaje a nuestros centuriones que intentaron detener la caída libre de nuestra Defensa y FFAA a manos de la sinarquía internacional y vernácula que aún no ha terminado.
El alzamiento del 3 de Diciembre de 1990 es el cuarto pronunciamiento sobre una misma causa que comenzó en 1987 con el primer pronunciamiento que fue en la Semana Santa.
El origen, la causa, la génesis podemos encontrarla en la guerra contra la subversión y en la guerra de Malvinas, cuando el gobierno democrático de Alfonsín comenzó su proceso de revanchismo hacia las Fuerzas Armadas (FFAA), más que revanchismo, venganza hacia las FFAA y comienza una persecución de todo tipo hacia las FFAA. Surgen espontáneamente focos de resistencia que precisamente se oponen o se resisten a todo ese querer destruir a la institución armada que era el Ejército Argentino y se manifiesta en los grados intermedios, del grado de Teniente, Teniente 1° o Capitán hasta Teniente Coronel que comienza con esa resistencia apoyando a los primeros oficiales que comienzan a llamar a declarar por causas de la guerra contra la subversión, lo que se manifestaba en ese entonces era que los Generales, los que estaban en la conducción del Ejército y eran los que habían dado los órdenes para que aquéllos subalternos fuesen a pelear en la guerra contra la subversión se hacían los tontos y no iban, no se presentaban, no se ponían al frente de los subalternos diciéndole “Usted no va, voy yo porque di las órdenes”, dejaban que fueran los subalternos y que los metieran presos a los subalternos, eso es minar lo que es la columna vertebral, la esencia de la disciplina militar, cuando el jefe no responde por sus subalternos. Entonces lógicamente surgió ese movimiento en los cuadros intermedios del Ejército que después nos hicimos conocidos como los carapintadas.
My Hugo Reinaldo Abete
Es importante aclarar que el levantamiento militar tenía por objetivo recuperar la dignidad de nuestras FFAA, vilipendiadas por el gobierno de turno que seguía al pie de la letra las órdenes dictadas por la Trilateral Interamericana y el Nuevo Orden Mundial. Nunca fue la intención de nuestros uniformados perpetrar un Golpe de Estado, si así lo hubiesen querido, la columna de blindados al mando del Coronel Jorge Alberto Romero Mundani, (segundo mejor promedio en la historia del Colegio Militar), lo hubiese hecho sin esfuerzo, esa columna era lo mejor de TAMSE, no hubiera habido poder de fuego capaz de detenerlo. Tanto así, que cuando el Coronel Romero Mundani vio el cariz que habían tomado las cosas, tomó su pistola reglamentaria y se disparó en la sien. No se rendiría dos veces, con haberlo hecho en Malvinas, donde combatió con honor, fue más que suficiente. Como ingeniero militar, ver cómo se liquidaba la producción para la Defensa lo llevó a unirse al Movimiento Carapintada, cosa que cualquier argentino bien nacido debía hacer ante el desmantelamiento de las FFAA y las políticas de traición a la Patria llevadas a cabo tanto por Alfonsín como por Menem, que se llenaban la boca argumentando ser “comandantes en jefe de las FFAA” y que de haber tomado el código de justicia militar, por Alta Traición a la Patria debieron ser ejecutados, y no se hubiese salvado ni un presidente hasta la fecha. Todos nos han entregado maneados al enemigo externo e interno. Todos son una vergüenza.
Alguna vez se le preguntó al Coronel Mohamed Ali Seineldín como evaluaba los acontecimientos del 3 de diciembre, que a juicio de mucha gente fue un levantamiento contra las instituciones, y él respondía:
El ex presidente Frondizi lo calificó como «un acto de resistencia a la política de destrucción de las Fuerzas Armadas de la Nación». Nuestro proyecto era volver al origen del viejo Ejército profesional; queríamos reivindicar a las Fuerzas Armadas y ponerlas al servicio de la Patria. Todavía hoy debemos soportar que nos tilden de golpistas cuando el propio fallo de la Cámara Federal que nos condenó dictaminó que «los actos reivindicatorios del pronunciamiento del 3 de diciembre de 1990 no eran un golpe de Estado antidemocrático».
Cristo y San Martín eran los dos grandes modelos del Coronel Seineldín. Una vez, el historiador inglés David Rock se refirió a él diciendo:
«Seineldín es el representante más puro del viejo nacionalismo, habla mucho de la Iglesia y es muy conservador. Simboliza la conjunción de la cruz y de la espada. Hoy, ese símbolo no es útil pues representa la opresión física y psicológica».
Viniendo de un pirata que cuando puede embarra nuestra historia, tal definición es todo un elogio. Mi reloj se paró indudablemente en la misma fecha que el de Milo. El Coronel opinaba que “la conjunción de la cruz y de la espada es útil. Sólo que no lo es para el proyecto del nuevo orden mundial que se quiere imponer”.
Es el mismo orden mundial que hoy impone en la agenda el aborto, la vacuna contra el Covid19, la “cuestión mapuche”, el socavamiento de la moral de nuestra sociedad, la desmalvinización, el antimilitarismo (para nuestra sociedad, no para la suya), la ideología de género, la ESI, el anticlericalismo, y todo aquello que lleve a la desintegración del ser nacional.
De una vez y para siempre hay que derribar el mito del golpe de Estado que es el argumento de los poderes siniestros que quieren ver una Argentina de rodillas ante los enemigos históricos. Hay que dejar claro que la llama sigue viva en muchos de nosotros.
Honor y Gloria a nuestros héroes que libraron la guerra contra la subversión apátrida y el enemigo inglés en Malvinas y sin embargo, lo peor de su carrera militar lo vivieron después con un enemigo interno enquistado en el poder.
Luchemos por una sociedad más justa para que nuestros hombres de armas no deban salir nuevamente a defender la soberanía ante un enemigo interno, caso contrario, la próxima vez, salgamos con ellos en una gran pueblada que arrase con los traidores a la Patria.
El buen gobierno reviste necesariamente un carácter paternal, porque es imagen y semejanza del divino gobernante, el Padre todopoderoso que está en los cielos. Y por ser paternal, es también jerárquico y responsable.
El populismo en cualquiera de sus versiones, es una hipótesis subversiva, materialista y corruptora; radicalmente negativa, tan anticristiana y antinatural como las diversas formas de evolucionismo, transformismo y progresismo, cuya pretensión es explicar lo superior por lo inferior; hacerlo venir todo desde lo más bajo; la forma de lo informe, lo distinto de lo confuso, la riqueza de los seres existentes de la miseria de una supuesta nebulosa originaria.
Jordán Bruno Genta
¡Recordemos y Honremos a quienes se levantaron para que nuestro Ejército viva!
¡Recordemos para futuras acciones o para plasmar en la historia a los jefes traidores que se sentaron a negociar la salida de sus socios de La Tablada por horas y que cuando se trató de reprimir a la propia tropa nacionalista lo hizo inmediatamente y sin que le tiemble el pulso, como aquel premiado con varias embajadas que quiso fusilar a los patriotas sobre Av. Bullrich!
¡Por unas FFAA que mantengan vivo el Fuego Sagrado!
¡Por una Argentina de pie!
Por unas FFAA sin traidores, masones, zurdos ni sinárquicos!
¡Por que más temprano que tarde truene el escarmiento!
DyPoM
Por Der Landsmann para Saeeg
Notas:
- Por qué Rebelde – Hugo Reinaldo Abete
- La vejez carapintada – www.lanacion.com.ar/opinion/la-vejez-carapintada-nid202486/
- Doctrina Política de San Martín – Jordán Bruno Genta
- 3 de diciembre de 1990: Los carapintada tenían razón. SEINELDIN: Soldado de Dios y de la Patria – Federico Gastón Addisi – https://www.ncn.com.ar/3-de-diciembre-de-1990-los-carapintada-tenian-razon-seineldin-soldado-de-dios-y-de-la-patria/
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