LA NATURALEZA Y EL HOMBRE ANDINO

Francisco Carranza Romero*

El hombre andino, se ha adaptado a su realidad durante miles de años viendo y escuchando a la naturaleza. Y norma su vida con tres principios prohibitivos que enaltecen tres virtudes:

1ra prohibición: Ama qila (kaytsu) (No seas ocioso). Virtud: Laboriosidad.

2da prohibición:  Ama suwa (kaytsu) (No seas ladrón). Virtud: Honradez.

3ra prohibición: Ama llulla (kaytsu) (No seas mentiroso). Virtud: Veracidad.

Explicando este orden: Quien no labora, para resolver sus necesidades primarias (comida, vestido y vivienda), roba; y cuando es descubierto y capturado, miente.

Sin embargo, la vida andina no es sólo la dura faena diaria con prohibiciones, también tiene momentos emotivos. Por ejemplo, el mes de diciembre en algunos pueblos andinos del Perú es de fiestas, ritos y reflexiones. Mi referencia es Quitaracsa (comunidad campesina a 3.200 msnm, Áncash, Perú). Este topónimo es quechua: qitaa: lodo, ciénaga; raqra: quebrada estrecha. El río Quitaracsa, llamado por los nativos Jatunmayo (hatun: grande, principal; mayu: río) recibe agua de sus afluentes Yanamayo (yana mayu: río negro), Lampayaco (lampay yaku: agua que lampea) y Jancayaco (hanka yaku: riachuelo de nieve).

La fiesta de la divinidad (qapaq raymi). Es el solsticio de verano en el hemisferio sur o hemisferio austral. Del 21 al 25 de diciembre, los días solares más largos del año, se celebra el retorno cíclico del triunfo de la claridad sobre la oscuridad, de la luz sobre la tiniebla. Los pastores solteros se ponen de acuerdo sobre el día y el destino para arrear sus ganados de madrugada hasta las partes cercanas de los nevados para que laman la caquita del hijo del cielo y la tierra, que nace cada año. Los montoncitos de sustancias gelatinosas sobre el pastizal fertilizan al ganado ovino y caprino. Corihuacac (Que llora oro. Quri: oro; waqaq: que llora. Sobre 4000 msnm), en la parte baja del nevado Apurraju (apu rahu: nevado protector), es uno de los lugares favoritos. Allí hay una meseta con restos de construcción prehispánica: largas piedras labradas, algunas de pie, otras ya tumbadas. Los primeros rayos solares sobre las crestas del nevado emocionan. La base rocosa brilla por el líquido que baja por su semblante cual lágrima y sudor. Cuando el sol llega plenamente al escenario los pastores se quitan el sombrero, hacen venia y saludan oral o mentalmente: ¡Inti Yaya! (¡Padre Sol!). Cuidando el ganado visualmente conversan y comparten sus variados y deliciosos fiambres. Los perros, después de ladrarse y enseñarse los dientes, también se juntan para conocerse y compartir el fiambre.

Después del desayuno, los flautistas y tamboristas se preparan para tocar. Así comienza la danza grupal. Los varones emponchados abren sus brazos convirtiendo sus ponchos como alas; las mujeres cubiertas de rebozos abren sus brazos como alas. Imitan el vuelo del cóndor. También imitan al picaflor que se acerca a la flor coqueta, a la lluvia que comienza suave para terminar torrencial, al venado que camina con garbo y salta con agilidad. Durante el baile se van formando parejas. Terminadas las horas de música y danza comienza el juego de pintarse la cara y tumbarse. Así nacen y se estrechan las relaciones personales. El sol, el viento, la tierra y el agua comparten la alegría de sus hijos.

Esta celebración, por la influencia del cristianismo, se relaciona con la Navidad, día de la humanización de la divinidad.

Después del mediodía comienza el retorno al pueblo separando las manadas que son arreadas a la parte baja Jancapampa (Pampa de nieve. hanka: nieve; pampa: llanura) donde hay una roca grande erguida de más de tres metros de altura. Ella sabe cuándo hubo nieve en estos lugares que ahora son terrenos de cultivo. La cima plana de la roca labrada, a la que se sube con escalera, sirve para secar muchos productos para su mejor conservación: charqui (cecina), kukupa (papa sancochada y descascarada), qawi (oca partida), chuño o tocosh (bola de almidón de papa fermentada en agua corriente).

Hilillos de agua corren hacia abajo. Es el nacimiento de los riachuelos y ríos que durante miles de años han hecho grietas, quebradas y valles. El flujo de agua llena las cavidades, ablanda las rocas, derriba los muros, forma masas fangosas, corre como riachuelo (yaku) que, juntándose con otros riachuelos forman el río (mayu) que, encontrándose con otros ríos, corre caudaloso hasta el mar. Y después, el aliento de esa inmensa masa de agua se levanta para volver a los Andes en forma de nube. Es el cumplimiento de la dinámica natural: Patsaqa tikranmi (El mundo da vueltas sobre su propio eje). Patsaqa tumanmi (El mundo da vueltas alrededor de un núcleo). Patsaqa kutinmi. (El mundo vuelve. El tiempo vuelve). (En el blog: Francisco Carranza, universo quechua, El mundo dinámico de los quechuas).

Y los ríos subterráneos que se alimentan de la lluvia y de la filtración externa siguen fluyendo o filtrándose hacia el exterior.

Sin embargo, este día no es sólo la celebración del encuentro, reencuentro, fiesta y juego, es también el momento de ver, aprender, comprender y reflexionar sobre el nacimiento del agua y compararlo con la vida de los seres humanos. Y, algunos jóvenes más inquietos sienten que en sus interiores también hay fuentes milenarias. Comprenden que no son seres sólo del presente porque tienen un pasado que muchas veces se filtra en sus vidas, y un futuro por hacerlo. Patsa mamam kawayta yachatsikun: La madre naturaleza enseña la vida. Pero, esta docencia es para quien sabe escucharla.

De algunos humedales se levantan vahos claros que suben al cielo. Siguiendo los consejos de los mayores conviene retirarse del lugar que está arrojando su aliento que puede afectar la salud. Pueden ser gases tóxicos que salen del vientre de la tierra. Quien sabe, aconseja: ¡Patsa shukushunkimantaq! (¡Cuidado que el mal sitio te contagie sus males!) O la breve expresión: ¡Patsataq! (¡Cuidado con el mal sitio!).

Pero, lamentablemente, este proceso espectacular del nacimiento del río puede irse acabando poco a poco por el deshielo imparable, efecto de los cambios climáticos naturales o causados por los negociantes ávidos de usa la naturaleza sólo para su provecho económico.

 

* Investigador del Instituto de Estudios de Asia y América, Dankook University, Corea del Sur.

 

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