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ESPAÑA: EL ARRESTO DE “EL POLLO” DE HUGO CHÁVEZ

Marco Crabu*

La captura del fugitivo Hugo Carvajal (conocido como El Pollo) hace que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, entre en pánico.

 

La Policía Nacional española atrapó a “El Pollo” de Hugo Chávez (el fallecido presidente de Venezuela), el pasado jueves 9 de septiembre en Madrid, durante una acción combinada en colaboración con la DEA, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos.

La noticia de la detención de Hugo Carvajal pasó casi desapercibida en la prensa internacional, a pesar de que este evento es uno de los grandes éxitos internacionales de la agencia federal de drogas y del Departamento de Justicia de Estados Unidos.

“El Pollo” Carvajal era buscado por Estados Unidos por cargos de violaciones a derechos humanos, crímenes de lesa humanidad, narcotráfico, lavado de dinero y colaboración con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) con el objetivo de introducir drogas en territorio estadounidense. El gobierno de Estados Unidos había emitido una orden de arresto internacional contra él y ofreció una recompensa de 10 millones de dólares a cualquiera que proporcionara información útil para su captura.

Fuente: Twitter

En este sentido, es muy interesante el análisis realizado por Johan Obdola, de la Global Organization for Security and Intelligence – IOSI, y los operadores de Hagana Consulting, dos empresas internacionales especialmente conocidas y especializadas en análisis de inteligencia y gestión de seguridad. Así se ha esbozado el camino que llevó a la captura de Hugo Carvajal y su posible extradición a Estados Unidos (se espera la luz verde del poder judicial español), y al complejo de acontecimientos relacionados con Venezuela y su máximo líder Nicolás Maduro.

Hugo Armando Carvajal Barrios fue durante ocho años, hasta 2019, jefe de la Dirección de Inteligencia Militar de Venezuela, bajo las presidencias de Hugo Chávez primero y Nicolás Maduro después. Pronto, sin embargo, entró en conflicto con el dictador Maduro y se alejó definitivamente del “chavismo”, el movimiento homónimo fundado por el presidente venezolano y líder de la revolución bolivariana Hugo Chávez, cuya acción e ideología política se basa en el socialismo democrático y antiimperialista.

Tras la reciente crisis política, económica y social en Venezuela, “El Pollo” Carvajal se había acercado a las ideas de Juan Guaidó, un opositor político y enemigo acérrimo de Maduro. En esa ocasión incluso escribió una carta abierta a Nicolás Maduro, pidiéndole que asumiera toda la responsabilidad por la crisis social y económica que galopaba en el país, atenazado como estaba por la falta de alimentos y medicinas, y rogando al líder chavista que permitiera el ingreso a Venezuela de la ayuda humanitaria estacionada en Cúcuta.

Guaidó fue elegido en enero de 2019 como presidente de la Asamblea Nacional y luego se proclamó presidente pro tempore de Venezuela, antes de que Maduro asumiera el cargo por segunda vez respaldado por Irán, Rusia, Turquía, China y la Liga Árabe. En marzo del mismo año, Guaidó fue destituido durante el segundo gobierno de Maduro del cargo de presidente de la Asamblea Nacional y por 15 años de cualquier cargo público.

Fue entonces cuando Hugo Carvajal huyó de Venezuela y se le perdió el rastro, muy probablemente escondiéndose en los últimos años entre Marruecos, Portugal y España y solicitando asilo en el país ibérico.

En la lista de multi-investigados por Estados Unidos también se incluyó a Diosdado Cabello, el número dos del chavismo en Venezuela, así como al propio líder venezolano, Nicolás Maduro, se busca con las mismas acusaciones.

Fuente: Small War Journal

Hugo Carvajal también está acusado de formar parte, junto con Maduro, Cabello y otros, del notorio “Cartel de los soles”, una organización criminal, integrada por una red de altos funcionarios de la Guardia Nacional Pretoriana Bolivariana (GNB), dedicada al tráfico internacional de armas y drogas, así como a actividades ilícitas relacionadas con productos derivados del petróleo, también conocida por haber tenido vínculos con las organizaciones terroristas de las FARC, de Hezbolá y Hamas. Se dice que el “Cartel de los Soles” ha sido particularmente activo en el reclutamiento de terroristas de Hezbolá y Hamas para ser entrenados en Venezuela con el fin de planificar y organizar ataques contra los intereses de Estados Unidos. También en esto está involucrado Hugo Carvajal y está al tanto de todos los detalles relacionados con el suministro ilícito de gasolina y combustible a grupos terroristas de Medio Oriente, así como la emisión de pasaportes diplomáticos venezolanos que han permitido a sus líderes moverse libremente en todo el mundo.

Los afiliados de la organización (por ejemplo, Alex Saab, Adel El Zabayar, etc.) también habían actuado como intermediarios entre el gobierno venezolano y el presidente sirio Bashar al-Assad, así como con los regímenes iraníes de Ahmadinejad y Rouhani.

En 2014 habían recibido de sus socios en Medio Oriente, a cambio de cocaína, una carga de armas (principalmente lanzacohetes, fusiles de asalto AK-103 y diversas municiones), llegadas al aeropuerto de Maiquetía en Caracas en un avión de carga desde el Líbano, armas que estaban destinadas a los militantes revolucionarios de las FARC.

Según un informe de la DEA estadounidense, los cargamentos de droga desde Venezuela a Estados Unidos y Europa incluso se han cuadruplicado en la última década, tanto que se exportan alrededor de 269 toneladas desde Sudamérica al año, el 17% de toda la cocaína mundial.

Del comercio internacional de drogas desde Venezuela recordamos algunos de los episodios más llamativos en los que también estuvo involucrado Hugo Carvajal. Por ejemplo, la de París, cuando un vuelo de Air France estaba literalmente lleno de drogas; la policía fronteriza francesa no podía creer lo que veían sus ojos mientras cientos de maletas que contenían cocaína eran descargadas por la compañía aérea. Un incidente similar ocurrió en México, donde se encontraron 128 maletas abarrotadas con 5,6 toneladas de cocaína en un avión DC-9 procedente de Caracas 128 valijas con 5,6 toneladas de cocaína.

El Cártel de los Soles también está acusado de haber cometido excelentes asesinatos, entre ellos: el periodista Mauro Marcano, asesinado al salir de casa; Eudo González Polanco, líder del cártel de la Guajira, asesinado en Bejuma; Wilber “Jabón” Varela, del cártel del Norte del Valle, asesinado junto con sus guardaespaldas en un hotel del estado Mérida.

Fuente: efectococuyo.com

Washington también está convencido de que El Pollo Carvajal está vinculado a las actividades de “lavado de dinero” del régimen venezolano y está al tanto de sus cuentas en el exterior por donde fluye el dinero relacionado con la corrupción del país, y esto es lo que lo vincularía a Alex Saab.

Alex Nain Saab Morán es un empresario colombiano de origen libanés, buscado por Estados Unidos porque se le acusa de haber realizado una mega operación de lavado de dinero por contratos estipulados con Venezuela por valor de más de 350 millones de dólares, y de asociación criminal, enriquecimiento ilícito, exportaciones e importaciones ficticias y fraude agravado por hechos relacionados con su empresa Shatex. También es considerado un peón clave del régimen de Maduro y, según la DEA, podría desentrañar los acuerdos secretos que vinculan al país sudamericano con Irán, Turquía y Rusia. Saab está actualmente detenido en Cabo Verde, donde su avión hizo escala el 12 de junio de 2020 mientras se dirigía de Irán a Venezuela. Fue detenido por la policía local sobre la base de una “notificación roja” de Interpol, porque era buscado por Estados Unidos que pidió su extradición inmediata, confirmada pronto -contra toda la resistencia de Rusia, Irán, Venezuela y diversas instituciones internacionales- por el Tribunal Constitucional de Cabo Verde el 8 de septiembre de 2021.

Las extradiciones de Hugo Carvajal y Alex Saab a Estados Unidos representarían, por tanto, un golpe para Nicolás Maduro, pues sus posibles revelaciones a investigadores estadounidenses podrían sacudir al régimen del líder venezolano.

Fuente: elperiodicodemonagas.com.ve

Volviendo a la atrevida captura de El Pollo Carvajal en Madrid, aún quedarían muchas preguntas por resolver, una de ellas es ¿cómo desapareció en el aire un buscado internacional, mientras residía —al parecer— hasta hoy, en la turbulenta capital española?

Carvajal afirmó que cambiaba de refugio cada tres meses donde llevaba una vida de jubilado, sin salir ni mirar por la ventana y siempre protegido por personas de confianza. En su casa se encontraron pelucas, barbas y bigotes falsos, así como una docena de pasaportes falsos y se cree que incluso se sometió a una cirugía plástica para hacer cambios en su fisonomía.

Vivía con un venezolano de 30 años en un lujoso y tranquilo apartamento a las afueras de Madrid, en la calle Torrelaguna, en el número 123. Fuentes de la policía española dicen que el arresto se produjo pocos días después de que el ex jefe de inteligencia militar venezolano reactivara imprudentemente su cuenta de Twitter. Y es precisamente un mensaje de su relato el que permitió a los investigadores rastrear la ubicación de su guarida. “…Los falsos positivos de Alvaro Uribe me van dando la razón…” Carvajal escribió en Twitter, sin pensar en lo más mínimo que las Unidades de Intervención Policial Española (UIP), en colaboración con la DEA estadounidense, intervendrían poco después para detenerlo.

Fuente: twitter

Hugo Carvajal ya había sido detenido por primera vez en abril de 2019, cuando llegó a la capital española por entrar en el país ibérico con un pasaporte falso. En esa coyuntura, la Audiencia Nacional española rechazó la solicitud de extradición de Estados Unidos y lo liberó porque se creía que el objetivo de Washington era exclusivamente político, con la intención de extraer información sobre el régimen venezolano. Meses después, sin embargo, el plenario de la Sala de la Corte confirmó la extradición de Carvajal, pero ya había huido.

Pero al parecer la trama se espesa, porque justo en estos días nos enteramos por el diario español “El Mundo” de que la tercera sección penal de la Audiencia Nacional ha vuelto a suspender provisionalmente la entrega de “El Pollo” Carvajal a Estados Unidos, parece estar a la espera de que se resuelva la anterior solicitud de asilo que el ex jefe de la contrainteligencia venezolana hizo a su llegada a España.

¿Cómo terminará? ¿Será el tan buscado internacional pronto llevado ante la justicia y juzgado por los cargos que han sido emitidos por los Estados Unidos en su contra? ¿Qué revelaciones trascendentales sobre el “Cartel de los Soles” y los vínculos de las FARC y el ELN con el régimen venezolano, así como con los grupos terroristas de Hezbolá y Hamas, El Pollo podrá dar a conocer a los investigadores estadounidenses?

Y por último, ¿qué políticos españoles cercanos a Venezuela lo han protegido hasta ahora y pueden haber estado involucrados en su increíble fuga en el país ibérico?

Una reflexión final está diligentemente dedicada al papel cada vez mayor de las agencias de inteligencia privadas.

Las actividades, a menudo llevadas a cabo en plena sinergia entre diferentes realidades unidas por las mismas intenciones de seguridad global, han demostrado ser cada vez más decisivas en la contribución info-investigativa adecuada para hacer posibles las operaciones de la Policía o de las diversas Inteligencias del Estado.

Sería conveniente reevaluar el papel de estas entidades también en vista del delicado momento de tensiones internacionales que estamos atravesando. Justo en los últimos días hemos vuelto a hablar de la Policía Europea y la agencia de inteligencia, sin considerar que ya dentro de cada país la falta de colaboración, la envidia, los celos y la absoluta falta de un intercambio real y honesto de información entre las distintas fuerzas de seguridad representan la ausencia de bases sólidas para extender sinergias más allá de las fronteras nacionales.

* Licenciatura en sociología, Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Bolonia. Especialista en Seguridad, Geopolítica y Defensa.

Artículo publicado originalmente el 17/09/2021 en OFCS.Report – Osservatorio – Focus per la Cultura della Sicurezza, Roma, Italia, https://www.ofcs.it/internazionale/spagna-il-benservito-a-el-pollo-di-ugo-chavez/#gsc.tab=0

Traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor.

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EL ODIO INDUCIDO

F. Javier Blasco*

Para saber qué es lo que significa realmente este vocablo, es necesario consultar el diccionario de la RAE en el que aparece una sola definición “Antipatía y aversión hacia algo o hacia alguien cuyo mal se desea”. Definición que quizá sea demasiado tajante y hasta limitativa u orientada al campo que se encuadra en el mal deseado.

Sin embargo, si acudimos al diccionario de “Oxford languages” vemos que la definición de la misma palabra masculina no es única y tiene o presenta dos acepciones distintas, “Sentimiento profundo e intenso de repulsa hacia alguien que provoca el deseo de producirle un daño o de que le ocurra alguna desgracia” y “Aversión o repugnancia violenta hacia una cosa que provoca su rechazo” y cita como sinónimos “antipatía, aversión, repulsión, inquina, aborrecimiento y malquerencia”.

Por una vez y sin que sirva de precedente, prefiero quedarme con la información del diccionario de Oxford porque, aparentemente es más completa, amplia y convincente y creo que aglutina entre sus definiciones y el listado de sinónimos lo que hace más comprensible el significado del vocablo.

Analizar etimológicamente el origen, las causas, derivaciones y ramificaciones del odio, nos llevaría mucho tiempo y no me creo capacitado para ello y además tampoco es la principal razón que me llevó a escribir este pequeño trabajo.

El odio, sensación y actitud tan antigua como la propia humanidad, es uno de nuestros viejos conocidos y compañeros de viaje o un miembro muy allegado de la familia; siempre está a nuestro lado y dispuesto a aparecer a la menor circunstancia; con la particularidad de que sus resortes de contención son tan frágiles que, funcionan a duras penas y no tantas veces como deberían hacerlo.

El hombre en su proceso evolutivo y creador, dentro de su afán de intentar cambiar las cosas, al menos de cara a la galería y fundamentalmente a hora de la compra de votos o seguidores, ha encontrado en esta fea y despreciable actitud un filón de incalculable valor. Cómo de entrada nadie en su sano juicio se puede negar a rechazarlo, hemos hecho de su “aparente lucha para erradicarlo” algo para ser explotado políticamente con mucho éxito, y como casi siempre ocurre con los movimientos o tendencias para la agitación y la propaganda, la izquierda lo ha convertido en su bandera para llenar de basura a las “terribles derechonas que lo pisotean y desprecian todo”.

Así, en muchas partes del mundo en general y en España en particular, hemos creado los denominados “delitos de odio” que son aquellos que consisten en una infracción o acto penal motivado por prejuicios contra una o varias personas por el hecho de pertenecer a un determinado grupo social y que nuestro Ministerio del Interior define en su página web como:

“(A) Cualquier infracción penal, incluyendo infracciones contra las personas o las propiedades, donde la víctima, el local o el objetivo de la infracción se elija por su, real o percibida, conexión, simpatía, filiación, apoyo o pertenencia a un grupo como los definidos en la parte B”;

“(B) Un grupo debe estar basado en una característica común de sus miembros, como su raza real o perceptiva, el origen nacional o étnico, el lenguaje, el color, la religión, el sexo, la  edad, la discapacidad intelectual o física, la orientación sexual u otro factor similar. (OSCE, 2003)”.

En España, su gobierno y muchos de los partidos que le sustentan y apoyan sobreviven principalmente de y con la carroña, las noticias falsas y la sucia propaganda; por lo que este fenómeno de “oficial lucha para su erradicación” no solo debe quedar reflejado en su Código Penal, sino que es constantemente usado, manoseado y prostituido por el propio gobierno, su presidente, varios ministros del gabinete y diversos partidos o movimientos populistas y progresistas de variopinto pelaje y nada sanas intenciones.

Por si fuera poco, para darle un mayor empaque y oficialidad al tema, el gobierno ha creado una “Comisión contra los delitos de odio” que está presidida por el mismísimo presidente Sánchez; comisión que, a pesar de la norma no escrita pero tantas veces manida de no legislar en caliente, ha sido reunida estos días con carácter de urgencia para adoptar medidas al amparo o motivada por una noticia falsa sobre un inventado delito de odio.

El odio a secas y la amplia panoplia de los delitos de odio constituyen una esplendida arma arrojadiza que la izquierda suele sacar a colación siempre que haya cercano o por en medio un proceso electoral, le van mal las cosas al gobierno —para lo que no duda hasta en inventarse actos o amenazas que tengan toda la apariencia, aunque en breve quede demostrado ser mentira o un invento y las graves declaraciones y acusaciones queden aparcadas tras miles de litros de tinta y horas de publicidad— o cuando la derecha presenta claras indicaciones de que sube en las encuestas y puede poner en peligro la continuidad de un gobierno de izquierdas, basado en la mentira, las falsas promesas y la mezquindad.

Muchas de las múltiples denuncias de delitos de odio, quedan demostradas ser falsas o son exageraciones o desviaciones y constituyen una simple manera de buscar notoriedad o una forma zafia de atacar, sin fundamento, los principios y bases de la derecha sin más.

Para que el fenómeno tenga repercusión y notoriedad, hace falta la impagable colaboración de unos medios y redes vendidos al mejor postor que subsisten de las cuantiosas dádivas o subvenciones de un gobierno que no duda en comprar los deseos y la profesionalidad de cualquier persona o entidad por muy seria y digna que pueda o deba ser en función de su trabajo o por su aportación a la sociedad.

Medios y redes que, sin embargo, enmudecen cuando pasa el tiempo sin que hayan aparecido los execrables autores de cualquier tamaña indignidad por mucho que la policía y la sociedad se empeñen en desenmascararles o cuando a pesar de los esfuerzos para ocultarlo, se descubre el pastel de la ignominia y la falsedad de un hecho inventado, exagerado y publicitado hasta la saciedad.

El odio y sus delitos no son un fenómeno exclusivo de los ambientes o situaciones creadas entorno al género, las desviaciones o personales usos sexuales, la raza, el lugar o país de procedencia o la religión que se profesa. Es aún más grave cuando nace, crece y se desarrolla por culpa o a raíz de movimientos políticos de corte separatista o independentista.

Insisto en este punto, porque suele crear graves y despreciables situaciones que fácilmente derivan en sangrientos encontronazos, escisiones territoriales más o menos cruentas o incluso en auténticas guerras civiles; guerras estas, quizá aún más sucias si cabe entre aquellas, porque implican a hermanos contra hermanos o a compatriotas envueltos en unos falsos e inventados ideales que poco o nada tiene que ver con la realidad.

El concepto es un arma de doble filo; ampara o da pie a un gran abanico de posibles delitos bajo el epígrafe general de delitos de odio y, con ello, se abre el grifo para “oficialmente” tratar de combatirlos por todos los medios, incluso aún antes de que estos realmente se produzcan. El uso y abuso de esta posibilidad lleva fácilmente a la imposición de una subjetiva tabla rasa que puede derivar en coartar un derecho inalienable a las personas en todo país democrático como lo es el derecho a la libertad de expresión.

Es muy fácil disfrazar o caer en dicha confusión, incluso de manera no buscada. De ahí el peligro en permitir a los gobiernos usar en demasía o abusar amparándose en este concepto; es un hecho más que probado, que muchos gobiernos lo utilizan a modo de guadaña para impedir la crítica o protesta libre y sana ante situaciones de uso o abuso de actuaciones o decisiones muy dudosas por parte de la autoridad.

Es muy fácil dejarse influir para hacer un uso muy discriminatorio de este concepto; la tendencia a ver la paja en el ojo ajeno, cuando se desprecia o ignora la viga en el propio, hace que muchos piensen que sus cercanos, allegados o de la misma tendencia política están libres de toda carga al respecto. Casualmente, son siempre los del bando contrario los que practican el odio, lo ensalzan y, por el contrario, nunca ven actuaciones execrables e indignas en el propio. Es un hecho característico de las izquierdas, quienes suelen anunciar o incluso creen sinceramente que son los partidos de derechas los que constantemente y viven instalados en el odio a los demás.

Sucias artimañas que aunque parezca mentira, aún en nuestros días funcionan porque, en la sociedad actual el grado de desinterés, la incultura generalizada y la falta de aplicación o desconocimiento del pensamiento crítico para el análisis de lo que nos llega, es muy grande o total. Tanto, que en pocos años será imposible encontrar alguien con la mínima capacidad de discernimiento.

No debo terminar esta breve reflexión sin condenar con todas mis fuerzas a los insensatos que por motivos políticos mangonean los delitos de odio, en cualquiera de sus versiones, sin darse cuenta —o lo hacen a sabiendas— que el aireamiento, falsa presentación y la exageración de ellos aún en su fase de presunción supone, en la mayoría de los casos, una mayor y muy grave agitación de las personas —que fácilmente se contagia a las masas—, lo que rápidamente se traduce en crear mucho más odio individual y colectivo entre los que “oficialmente” pretenden manifestarse o actuar como repulsa para combatirlo.

Como conclusiones  a esta reflexión, se puede afirmar que el odio es algo malo, tenebroso, que consiste en una vehemente aversión de una persona hacia otra, o hacia algo más o menos identificado con esa otra o su grupo por razones diversas de género, región o país de procedencia, diversos usos y costumbres o convicción. Es algo tan ruin que son muchos los afamados autores que le han dedicado mucho tiempo a su estudio y definición.

Ya Aristóteles se esforzó en distinguir entre la ira y el odio. Nietzsche llegó a firmar que “El hombre de conocimiento debe ser capaz no solo de amar a sus enemigos, sino también de odiar a sus amigos”. El mismo Papa Francisco asegura que “El odio, la envidia y la soberbia ensucian la vida”. “Ensucian el alma, la vida del que odia y de cuantos permanecen en derredor suyo”. En opinión de Nelson Mandela no es una tendencia o defecto innato ni surge de la nada, se adquiere con el tiempo o por el uso o abuso de las costumbres de donde uno se desarrolla “Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, su origen o su religión”.

Por lo tanto, el odio como algo inculcado es una mala cualidad autogenerada, adquirida o inducida y que generalmente se nos inocula, más o menos disfrazada, en la educación recibida. Contra el odio debemos luchar siempre, pero sin dejarnos arrastrar que por un exceso de celo, la propaganda perversamente dirigida o por falta de precaución, su honrada lucha nos llegue a cegar y confundamos torpemente dónde deberían encontrarse los auténticos principios y la verdad.

Precisamente el 11-S se cumplió el vigésimo aniversario de uno de los ejemplos más claros de odio que ha presenciado y conmovido a la humanidad. Esperemos que este fenómeno no se vuelva a repetir, ni siquiera en su mínima intensidad.

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.

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ESPAÑA ESTÁ PERDIDA

F. Javier Blasco*

No es precisamente muy recomendable e incluso fatuo, empezar un trabajo de análisis y opinión —por muy particular que sea— hablando de uno mismo y menos, si dicha mención se hace casi en exclusiva. Pero si es conveniente recordar a ese grupo, no muy numeroso, de personas que a diario sentimos muy dentro lo que es y representa España, lo que nos duele verla vilipendiada y el hecho de que ante tanta basura y escupitajo tratamos de combatirlo con palabras, actos de repulsa o artículos de opinión.

Son ya muchos los años los que llevamos dicho grupo de pseudo predicadores en el desierto desgañitándonos casi en solitario, tratando de alertar y despertar las mentes dormidas, a los distraídos, a los que viven permanente mirando para otro lado, a aquellos que siempre esperan que sean otros los que protesten o les arreglen las cosas y, sobre todo, a los que con sus votos de forma directa o indirecta, sostienen en el poder a los que más daño hacen a España, a su historia, costumbres y tradición.

En 1978 los españoles de buena fe creímos dar un paso de gigantes; pero, como siempre que hacemos algo más o menos importante, solemos mirarnos al ombligo e inmediatamente pensamos que somos los mejores, que nos convertimos en el ejemplo y guía de otros, quienes con sana envidia por nuestra decisión, seguirán los mismos pasos y lo que es aún peor, que con dicho acto político, todo o casi todo mal que durante años llevamos arrastrando y los defectos inherentes o pecados mortales se habrán sanado quedando para siempre olvidados.

Como a la hora de celebrar o conseguir algo, los españoles nunca solemos escatimar en gastos, esfuerzos y fastos, en aquella ocasión no iba a ser menos y tiramos la casa por la ventana a pesar de que entendimos mal, muy mal lo que encierra y supone la democracia. No nos paramos a pensar ni a comparar que habían hecho muchos vecinos y aliados que nos precedieron en adoptar dicha sublime postura política y nosotros, en nuestro espléndido entender, creímos firmemente que en democracia tienen cabida absolutamente todos, por lo que no cerramos la puerta a nadie —aunque en otros países de nuestro entorno, algunos partidos como los fascistas y el comunista, la tienen cerrada a cal y canto—, para que nos acompañaran en las bancadas de las Cortes y del Senado.

Tras algunos cabreos, aplausos y abrazos, abrimos las ventanas y puertas de par en par para que entrara aire fresco con la esperanza de que los siempre declarados enemigos de España, esos que sólo le desean el mal y la quieren ver despedazada, al sentirse acogidos en nuestros regazos, olvidarían su pasado, se remangarían las mangas y se unirían a bogar para llevar, entre todos, esta pesada barca a buen puerto en una no muy larga singladura.

De nuevo, nos volvimos a equivocar; como experimentadores, inventores y aventureros no tenemos igual, pero también es cierto, que nunca nos suelen salir bien las hazañas, ensayos y proezas en solitario contra los auténticos expertos en hacer daño y con los que buscan el desorden o desconcierto y el mal. Nos olvidamos feas experiencias recientes que sin quererlo, nos habían llevado a una execrable y dolorosa guerra, que como todas las guerras entre hermanos, se les llaman guerras civiles, aunque en ellas mueren muchos soldados cumpliendo los deseos de unos políticos totalmente desbocados.

Nosotros a lo nuestro y así decidimos sentar en la misma mesa a todos por igual, sin pensar que algunos, muchos quizás, llevaban grabado a fuego en su frente y mente el espíritu de revancha, el que debían recuperar el tiempo perdido, cambiar la historia como sea y ser los protagonistas de una nueva era en la que los vencedores de aquella campaña se tornaran en vencidos, y viceversa.

Mal genérico que forma parte del ADN de aquellos que no suelen tener mucho respeto y mostrar dolor por sus seres queridos recientemente muertos a miles en la presente pandemia, por culpa de la mala gestión del gobierno de la nación desde el primer momento en el que apareció en nuestra vidas y, sin embargo, parece que sí no saben dónde se encuentran los restos de sus bisabuelos u otros familiares desaparecidos en la mencionada contienda, no son capaces de vivir ni dormir como Sánchez, sin sentir una grave depresión o un gran dolor en el alma por la falta del consuelo que les atenaza.

Estos energúmenos, vividores y aprovechados de todo ser vivo o muerto, pronto tras aparecer sosteniendo una pancarta o sentados en el suelo en asambleas callejeras, hicieron carrera, buscaron sus vericuetos para llegar a la universidad y copar puestos en la política, los medios de información y en las tertulias en las que usaban y usan todo tipo de artimañas, frases inventadas e historias falsas o deformadas con las que engañar a un público poco formado y aburrido de ver que todo lo prometido por los próceres de la patria a su bolsillo no llegaba y sus bocas no alimentaba.

La tormenta perfecta apareció cuando sus teorías y palabrerías se apoyaron en innumerables caso de corrupción en los dos partidos políticos que se alternaban en el gobierno de España, aunque, a decir verdad, unos supieron tapar o esconder sus vergüenzas pronto, despistando al ávido expectante a base de hacer mucho más grande la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio.

Los avatares y vaivenes de la política, los naturales cambios de situación y la progresiva pérdida de calidad política y personal de los dirigentes hizo que todos los gobiernos formados en la España democrática, debieran apoyarse en lo peorcito que tiene el hemiciclo, los partidos separatistas, quienes como bien sabemos, hacen leña de todo árbol caído o recogen las nueces del árbol movido por otros.

Favores con favores se pagan y a medida que aumentaban aquellos, más grande era la factura sobre la mesa presentada sin vergüenza y con mucho descaro a ser cobrada en efectivo y sin demora, lo que nos llevó a que todo, poco a poco, pero de forma constante y creciente se pusiera patas arriba hasta que llegó el peor personaje que en la vida política puede existir, el presidente Sánchez, digno discípulo de Zapatero, quien realmente fue el que marcó la senda y alzó el testigo para que sirviera de guía a un partido socialista que estaba dispuesto a perder su dignidad y corporativismo democrático para convertirse en un partido puramente dictatorial, personalista y anti español hasta la médula.

Sánchez ha demostrado ser un hombre sin escrúpulos ni dignidad, que se mueve a base de ideas espontaneas o forjadas en lo más oscuro de la mente y al que no le tiembla el pulso hacer, en cuestión de horas, lo contrario de todo lo prometido durante sus sucesivas campañas y el tiempo en la oposición. Alguien que pone en duda todo; que no respeta nada y a nadie, al que le importa bien poco lo que deba hacer para seguir en el sillón de la Moncloa y que se alía hasta con los filo etarras para seguir gobernando a costa del respeto a la unidad de España o a la separación de poderes y de la salud o el dinero de los ciudadanos. Un hombre que ha perdido todo su prestigio personal y que está dejando el nombre de España por los suelos, como un país poco fiable, aislado y menospreciado en la arena internacional, totalmente mendigo y pedigüeño y que, a pesar de ello, no para de gastar el dinero que no tiene y el que le dan o prestan los demás.

El otorgarle tanta vía libre a las ensoñaciones de los separatistas y comunistas por parte del gobierno, la falta de atención, acción y reacción de los gobiernos precedentes y el sucio trabajo de un nefasto y falso buhonero que, habiendo sido presidente del gobierno por dos legislaturas, vive haciendo el Tancredo y el hazmerreír por las Américas, favorecieron aún más que ese odio a España traspasara los limites naturales invadiendo Europa y hasta saltaron el charco de manos de unos “bisoños” maestros, que disfrazados de aprendices o simples jóvenes consejeros, hicieron sus personales Américas mientras extendieron el odio a España, allá donde pudieron.

De todos aquellos vientos, vienen de repente todas estas tempestades. No es casualidad que en muchas partes de España y en varios países del continente americano no se respete al unísono nuestra bandera, se humille al Rey, se derrumben estatuas y profanen monumentos que recuerdan el paso de nuestros ancestros por aquellas tierras. Pasos que, por mucho que lo quieran disfrazar y envilecer, primordialmente les llevaron la cultura, la religión, el idioma común y la civilización, incluso mucho antes que a bastantes tierras europeas, y les sacaron de un gran atraso, de costumbres ancestrales y cultos donde se ofrecían hasta sacrificios humanos con toda naturalidad.

Hemos sufrido durante siglos la famosa “leyenda negra”; fruto principalmente de la envidia y la mala baba británica, con la que ocultando las formas, modos, usos y costumbres de aquellos otros países europeos, que durante décadas o siglos dominaron grandes partes del mundo, las expoliaron hasta la extenuación y trajeron al mundo la esclavitud, centrando sus falacias y mentiras en los españoles y su corona mientras tapaban sus propios y execrables excesos.

Leyenda negra, que ha vuelto a resurgir fuera de España con una virulencia terrible, porque los mencionados malnacidos la han sabido recuperar para exportarla muy agrandada como su contribución personal para hacer posible desviar la atención de unos pobres ciudadanos despistados y subyugados, que habiendo tenido la suerte de nacer en unas ricas tierras, viven dominados por un sistema comunista y bolivariano, mandados por analfabetos, saqueadores y tiranos y cuyas casi inagotables reservas han quedado esquilmadas o comprometidas a capitales o potencias extranjeras hasta la saciedad.

La continua falta de atención política, la falta de verdadera preparación profesional en la Administración y en ciertos poderes del Estado, una pésima o muy mal intencionada política exterior, la nula preparación de unos dirigentes totalmente negligentes y egocéntricos, así como el ruin revanchismo de aquellos despreciables españoles que odian a su patria, nos ha llevado a este punto y mucho me temo que esto ya no tiene solución.

Nuestro llamado centro derecha, sigue envuelto en sus cuitas, dimes, diretes, pieles finas, denuncias en los tribunales o en agarrarse a una silla que le proporcione su sustento personal, aunque su partido desaparezca o se quede en algo residual. Se les llena la boca de la palabra España, dicen amarla con todas sus fuerzas y prometen hacerle recuperar su política interna y externa, economía y esplendor; pero de momento, no arriman el hombro unos a otros y ahí siguen agazapados en su rincón, esperando que su competidor se descuide para darle el golpe de gracia que les deje sin sentido y tumbado en la lona como un vulgar perdedor.

Mientras, el principal urdidor de toda esta patraña y maloliente situación, ahí sigue engañando y toreando a los españoles a diario; de veraneo en la Mareta con familia y amigos a costa de nuestros impuestos y en espera de que en septiembre le lleguen los prometidos millones de Europa que, bien repartidos a su modo y entender, le garanticen el voto de muchos miles de personas y cientos de empresas compradas para vivir hoy y cuando llegue el inexorable  mañana, a la hora de devolver el dinero regado, ya veremos qué hacer o de qué forma corresponder por los servicios, los favores y todos los apoyos prestados.

Entre tanto, hemos acabado los Juegos Olímpicos con un resultado demasiado discreto y que no merece un país como el nuestro, aunque somos medalla de oro en el paro juvenil en toda Europa y muy cercanos a tal galardón en la gestión de la pandemia. Y Sánchez nos bombardea con un cartel a sus espaldas cada vez que habla, que no son pocas, que reza “Cumpliendo” por si no nos hubiéramos enterado. Lo dicho, España está perdida de todas las maneras.

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.

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