Ignacio Monje*
Cuando pensamos en libros para líderes, solemos imaginar títulos de autoayuda, principios de liderazgo o biografías de grandes figuras empresariales. Y claro, son recursos valiosos. Pero hay un mundo que rara vez exploramos con la seriedad que merece: la ficción.
Leer literatura de ficción va mucho más allá de ser un simple escape. Es un gimnasio para nuestra mente que activa nuestras neuronas espejo, esas estructuras cerebrales responsables de la empatía y la conexión emocional. Cuando nos sumergimos en una novela o en un cuento, el cerebro interpreta los pensamientos, emociones y decisiones de los personajes como si fueran nuestras propias experiencias. Es decir, no distingue entre realidad y ficción. Este ejercicio mental no solo es fascinante, sino que tiene un impacto directo en nuestra capacidad de liderazgo.
Pero, ¿qué aporta la literatura de ficción al liderazgo?
Primero, mejora nuestra capacidad para entender y anticiparnos a las emociones y necesidades de quienes nos rodean. En el ámbito profesional, esto se traduce en una ventaja en negociaciones, resolución de conflictos y toma de decisiones.
Atticus Finch from To Kill a Mockingbird
Por ejemplo, cuando leemos Matar a un ruiseñor de Harper Lee, nos sumergimos en la perspectiva de Atticus Finch, un abogado que combina la lógica con la empatía para liderar a su familia y defender lo que es justo en un contexto adverso. Este tipo de narrativa nos inspira a liderar con principios sólidos y a comprender que el verdadero liderazgo incluye escuchar, conectar y actuar con integridad.
Aragorn, The lord of the rings
Otro ejemplo poderoso es El Señor de los Anillos de J.R.R. Tolkien, donde personajes como Aragorn muestran que el liderazgo no siempre viene de títulos formales, sino de la capacidad de inspirar y guiar en tiempos difíciles. Este tipo de historias no solo entretienen, sino que nos enseñan que el liderazgo va más allá de la autoridad; se trata de influencia, empatía y visión.
Además, la ficción actúa como un «simulador social». Nos permite vivir dilemas complejos y explorar contextos que quizá nunca enfrentaríamos en la vida real. Este proceso mejora nuestra flexibilidad mental y nos ayuda a enfrentar desafíos con mayor creatividad. Estudios como el publicado en Science por David Comer Kidd y Emanuele Castano en 2013 demuestran que leer ficción literaria mejora significativamente nuestra teoría de la mente, es decir, la habilidad de interpretar las emociones e intenciones de los demás.
Ficción para desconectar y reconectar…
No se trata solo de adquirir habilidades técnicas o estratégicas. La ficción también nos brinda un espacio para desconectar del estrés diario y regresar renovados. Leer una novela o un relato nos obliga a reducir la velocidad, a reflexionar y, muchas veces, a encontrar nuevas formas de abordar nuestros problemas.
En lo personal, he aprendido grandes lecciones leyendo ficción. Me ha mostrado la importancia de la perspectiva, la empatía y la resiliencia, habilidades esenciales para liderar equipos, cerrar acuerdos y conectar con clientes.
Así que, si eres líder, emprendedor, CEO o gerente, la próxima vez que busques un libro, atrévete a explorar la ficción. No solo por el placer de leer, sino porque es una inversión en tu crecimiento profesional. Leer historias nos hace mejores personas, y mejores personas hacen mejores líderes.
Anímate a leer… ficción (también).
* Emprendedor Digital & Divulgador. www.ignaciomonje.com