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CANTOS DE SIRENAS

Iris Speroni*

«Ulises y las sirenas», óleo, Léon Auguste Belly.

 

En Argentina hay grupos que medran a costa tanto de ciudadanos de a pie como de otros empresarios.

Los ganadores gozan de alto nivel de organización, eficiencia en su lobby y llegada a los centros de decisión política.

El abuso de las corporaciones organizadas se hace relativamente fácil debido al nivel de atomización y ausencia de coordinación político-corporativa de los sometidos.

La enumeración de abusados (más o menos) la reflejé en EL CLUB DE LOS PERDEDORES.

Un país desinvertido

El problema de fondo de la Argentina, a mi entender, es la ausencia de inversión, verdadero origen de nuestros males.

Quienes producen la mayor cantidad de riqueza en nuestro país se quedan con el mínimo de su producido, cuando no es que se comen su capital. Toda su rentabilidad la transfieren a los estados municipales, provinciales o nacional.

El Estado, a su vez, transfiere ese dinero a patronales bien organizadas y con lobby eficiente.

La verdadera razón por la que el país se empobrece es porque los réditos no son reinvertidos en la producción y por lo tanto la misma no crece.

La cadena de causalidad sería: 1) no hay reinversión de las ganancias, 2) la producción no crece, 3) el PBI está estancado y el PBI per cápita baja, 4) somos cada vez más pobres.

Lo que empieza con una brecha cambiaria y un derecho de exportación que le quita la rentabilidad a un productor de arroz en Santa Fe termina en malos sueldos para los enfermeros del Hospital Posadas. Poder unir causa y efecto de esos dos eventos es todo un desafío comunicacional, pero no imposible.

Los ganadores, los que reciben año tras año toda la riqueza que otros producen, son los que sumen al país en la pobreza, la tristeza, la desesperanza y una inestabilidad intrínseca, porque todo se siente, cíclicamente, a punto de explotar, más allá de paliativos aplicados. 

Los ganadores, desde 1983 a la fecha, son siempre los mismos: la banca, la UIA, la Cámara Argentina de la Construcción, los concesionarios de empresas públicas o de rutas, las terminales automotrices, los ensambladores de partes importadas (en Tierra del Fuego o de motos en el resto del país), importadores en general, farmacéuticas, y probablemente haya otros más.

En Argentina puede haber alternancia de partidos políticos. Lo que no hay es alternancia de los ganadores del sistema.

Ahí radica el cansancio. Nunca hay un respiro para el pueblo.

Los que producen riqueza no la invierten porque se la quitan vía impuestos, inflación o diferencia de tipo de cambio (un trabajador que no tiene excedentes para hacerse su casa, un comerciante que no puede aumentar sus inventarios, un productor que no renueva maquinaria o no siembra pasturas).

Quienes se apoderan de ella, la atesoran en lugar de invertir. Porque sus actividades dependen del favor estatal y por lo tanto son inestables, o bien porque lo ponen a resguardo de un eventual embargo judicial. Ejemplo: la condena a Lascurain, ex presidente de la UIA, por fraude al Estado, impartida por Tribunal Oral (sentencia no definitiva).

Los ganadores han puesto funcionarios desde hace décadas. Eligen a las autoridades del BCRA, economía, producción, financian carreras de legisladores, etc.

El paroxismo se alcanzó estos últimos meses, cuando los ganadores colocaron a Massa al frente del ministerio de Economía y abrieron todas las tranqueras. Mayor brecha cambiaria (que empobrece al interior y concentra la riqueza en Capital Federal), dinero sin fin a importadores, condonación de deudas a concesionarios públicos, canjes de bonos, BCRA con pasivos remunerados a tasas de tres dígitos. Descontrol. Hÿbris.

La contrapartida fue un galopante impuesto inflacionario que sufrió toda la población, un parate de la actividad económica y un golpe durísimo al campo, agravado por la sequía.

No son los ciudadanos enojados quienes imprimen inestabilidad política al país; no es el movimiento sindical organizado; no son los productores agropecuarios, ni las cámaras de comerciantes de Paso de los Libres. No. La inestabilidad argentina la producen los ganadores. EQUILIBRIO INESTABLE.

Una vuelta de hoja

Pasó lo inesperado: los perdedores (CLUB DE LOS PERDEDORES) se organizaron. Los bomberos, comerciantes, canillitas, productores agropecuarios, transportistas, vendedores de choripán de Morón, jugadores de rugby en clubes franceses, los mecánicos de Lanús, los jornaleros de Río Negro, los policías de Corrientes, los remiseros de General Pico y las dependientes de panadería de La Rioja Capital votaron Milei-Villarruel. El cisne negro. El error en la matrix.

Podríamos haber votado a Bregman tranquilamente. Pero las quejas del trotskismo son vagas. “El sistema”. “El capitalismo”. No sonó decidida a acabar con este yugo.

En cambio la descripción que hizo Javier Milei en campaña fue concreta y puntual: las LELIQs (la banca), los importadores que compran a $ 350 los dólares (las farmacéuticas, terminales automotrices, armadores de productos importados, los galpones de TdF), el Club de la Obra Pública alias Cámara Argentina de la Construcción, la UIA, los funcionarios públicos con altos sueldos, a todos los aunó como sanguijuelas del esfuerzo de los argentinos y los denominó “la casta”. Todos entendimos. Todos lo sabíamos de antes, pero no teníamos un medio para expresarnos. Finalmente lo hubo.

¿Cuál era la promesa implícita en este contrato electoral? Todos aquellos con poder atomizado, que trabajan pero no tienen un lobby atrás que defienda sus intereses o al menos que lo haga en forma eficiente, finalmente lograrían una voz: el representante de la gente de bien. ¿Quién es la gente de bien sino quienes se ganan su pan con su trabajo?

El pueblo argentino es un caballo exhausto. Años de tirar del carro, malnutrido y que, además, envejece.

Lo único que queremos es que se dé vuelta la taba. Aunque más no sea por un ratito que nos permita descansar para luego seguir. (Recomiendo “El sueño de los héroes” de Adolfo Bioy Casares).

El canto de sirenas

Ahora bien, la dupla Milei-Villarruel ya ganó. Ya asumieron. ¿Cuál es el gran desafío que enfrenta el presidente, en su carácter no sólo de primer magistrado sino de principal economista?: Los cantos de sirenas.

Todos aquellos que han ganado fortunas en estos años, no quieren parar. Todos aquellos que, como dijo Cristina Fernández: “Conmigo se la llevaron en pala”, quieren seguir.

Todos los ganadores tienen:

    • dinero (el tesoro acumulado) que les permite comprar voluntades, periodistas, influyentes, etc.
    • organizaciones eficientes y profesionales de lobby,
    • red de contactos privados y públicos, locales y en el exterior,
    • experiencia (después de todo gobiernan desde hace décadas),
    • mucho que perder.

Enfrente tienen ciudadanos que su energía se agotó el día de la votación. No hay energía excedente para organizarse y dar pelea, por ejemplo, contra el lobby automotriz o contra los bancos. Simplemente, no hay ni organización, ni dinero, ni fuerzas.

Todos los ganadores tratarán de marear al Presidente con lisonjas. Ofrecerán funcionarios “que la tienen clara y tienen experiencia”, los curros “no se pueden desarmar porque caso contrario estalla el universo”. Intentarán halagar y llenar de oropeles (recordemos todos los doctorados honoris causa que recibió Alfonsín en su momento, mientras reconocía la deuda heredada de la dictadura militar sin revisión alguna).

La serpiente en el Edén, Expulsión del Paraíso, Miguel Ángel Buonarroti.

Es la serpiente en el paraíso. En este caso la casta (ex funcionarios K, la banca, todas las cámaras empresariales enumeradas) es quien susurrará consejos.

Deseo de corazón que el Presidente sepa poner cera en sus oídos. Entendemos que debe ser muy difícil.

El Presidente invocó, al jurar por la Constitución Nacional, la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia. Que las fuerzas del cielo le sirvan para ser indiferente a los cantos de sirenas y para proteger el derecho a ganarse el pan de las 14.554.560 voluntades que lo designaron como defensor de sus derechos constitucionales a trabajar y a tener un trato impositivo justo. Terrible responsabilidad sobre sus hombros.

El pueblo supo votar. Ahora pedimos a Dios que le dé templanza al Presidente.

Lo único que deseamos es que, aunque más no sea por un rato, sea otro el que tire del carro.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Notas relacionadas

El Club de los Perdedores, 2020.

https://restaurarg.blogspot.com/2020/02/el-club-de-los-perdedores.html

Equilibrio inestable, 2019.

https://restaurarg.blogspot.com/2019/12/2020.html

Gente de bien, 2023.

https://restaurarg.blogspot.com/2023/12/gente-de-bien.html

 

* Artículo publicado el 16/12/2023 en Restaurar, https://restaurarg.blogspot.com/2023/12/cantos-de-sirenas.html.

LA IA Y EL NUEVO ORDEN MUNDIAL: ECONOMÍA Y GUERRA (2)

Giancarlo Elia Valori*

Imagen: prince_trio en Pixabay.

En julio de 2017 el Centro Belfort para la Ciencia y Asuntos Internacionales de la Escuela Kennedy de Harvard publicó el informe Inteligencia artificial y seguridad nacional, argumentando que en el futuro la inteligencia artificial podría convertirse en un medio transformador comparable a las armas nucleares, los aviones, las computadoras y la tecnología de seguridad biotecnológica. Por lo tanto, es razonable incluir la Inteligencia Artificial en las discusiones que pueden influir en las relaciones internacionales.

El orden internacional incluye dos aspectos básicos, uno que es la estructura de poder y el equilibrio de poder de los principales países y grupos de Estados, y el otro son las reglas que deben seguirse en la gestión de las relaciones entre estos países.

El orden internacional es una situación en la que los países del sistema mundial deben adoptar métodos no violentos para resolver conflictos de conformidad con las normas internacionales. Sus elementos constitutivos son el jus gentium, las normas y reglamentos compartidos y las instituciones pertinentes.

Los cambios en este sistema son causados esencialmente por cambios en la estructura internacional, pero la estructura no es un elemento constitutivo del orden internacional. Por lo tanto, si se quiere cambiar el sistema falaz antes mencionado, se debe establecer un nuevo orden internacional, que no es más que la redistribución del poder, es decir, el contenido central de la reorganización de las instituciones internacionales.

La inteligencia artificial puede tener un impacto en las normas internacionales existentes y dar lugar a un nuevo jus gentium al cambiar el equilibrio de poder y las relaciones mutuas de los actores internacionales, influyendo así en los cambios.

En primer lugar, la Inteligencia Artificial afectará económicamente el equilibrio de poder entre los países e incluso desencadenará un nuevo ciclo de influencia y cogestión por parte de las grandes potencias.

Ya en 1989 Paul Kennedy argumentó en su libro The Rise and Fall of Great Powers. Economic Change and Military Conflict from 1500 to 2000 (El ascenso y la caída de las grandes potencias. Cambio económico y conflicto militar de 1500 a 2000), que a la larga había un vínculo obvio entre el ascenso económico y la caída de cada gran potencia mundial. En junio de 2017, Pricewaterhouse Coopers publicó Seize the Opportunity. 2017 Summer Davos Forum Report (Aprovechar la oportunidad. Informe del Foro de Davos de Verano 2017), el cual predice que para 2030 la contribución de IA a la economía mundial alcanzaría los 15,7 billones de dólares estadounidenses y que se espera que la República Popular China y América del Norte se conviertan en los mayores beneficiarios, con un total de 10,7 billones de dólares estadounidenses.

En septiembre de 2018, el informe Frontier Notes: Using Models to Analyse the Impact of Artificial Intelligence on the World Economy (Notas fronterizas: Uso de modelos para analizar el impacto de la inteligencia artificial en la economía mundial), publicado por el McKinsey Global Institute, estimó que la inteligencia artificial mejoraría significativamente la productividad global general. Excluyendo el impacto de los factores de costos de competencia y transformación, la Inteligencia Artificial podría contribuir con 13 billones de dólares estadounidenses adicionales al crecimiento del PIB mundial para 2030, con un crecimiento promedio anual del PIB de alrededor del 1,2 por ciento.

Esto es comparable o mayor que el impacto transformador de muchas otras tecnologías a lo largo de la historia, como la máquina de vapor en el siglo XIX, la producción industrial en el siglo XX y la tecnología de la información en el siglo actual. El informe también señaló que los países y regiones (principalmente economías desarrolladas) con posiciones de liderazgo en Inteligencia Artificial pueden lograr un crecimiento económico del 20 al 25 por ciento sobre la base actual, mientras que las economías emergentes pueden registrar solo la mitad de esta tasa.

La brecha de la Inteligencia Artificial puede conducir a profundizar aún más la brecha digital. La inteligencia artificial puede cambiar la cadena industrial global. La nueva industrialización representada por los robots industriales y la fabricación inteligente atraerá a la industria manufacturera de vuelta a las economías desarrolladas, e impactará la desindustrialización de muchos países en desarrollo antes de lo esperado. Por lo tanto, las oportunidades permanecerían bloqueadas en el país que proporciona “solo” el recurso o la materia prima.

El desarrollo y la implementación de la Inteligencia Artificial requieren una gran cantidad de fondos, contenido de alta tecnología y pueden conducir a cambios en la estructura de empleo, haciendo que los trabajos altamente repetitivos y de baja tecnología desaparezcan gradualmente.

Además, en otro informe de McKinsey de 2017, basado en investigaciones en 46 países, se predijo que para 2030 hasta 800 millones de personas en todo el mundo perderían sus empleos y serían reemplazadas por robots automatizados. Habrá un desplazamiento masivo de empleos en todo el mundo similar al visto a principios del siglo 20, cuando la mayoría de los empleos del mundo se trasladaron de la agricultura a la industria. Al mismo tiempo, la implementación generalizada de la tecnología de IA también aumentará la demanda de profesionales en este campo.

Según la investigación, hay tres tipos de países que tienen más probabilidades de beneficiarse del desarrollo de la tecnología de IA.

El primer tipo consiste en países con ventajas de primer nivel en Inteligencia Artificial, como Estados Unidos y China, y todos son favorecidos.

El segundo tipo está representado por países intensivos en capital y tecnología con una población pequeña o una tendencia a la baja, como Japón, Corea del Sur y Singapur, que no solo tienen el capital y las condiciones técnicas para desarrollar la Inteligencia Artificial, sino que también pueden usar el desarrollo de la IA para compensar la falta de población total o una tendencia a la baja, así como una estructura de población envejecida y otras desventajas.

El tercer tipo incluye países con más científicos, matemáticos, ingenieros o Estados que valoran y aprecian la formación profesional relacionada con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM).

Más allá de la cuestión económica, la Inteligencia Artificial cambiará militarmente el equilibrio de poder entre los países. Los defensores de la IA militar creen que subvertirá la forma y el estilo de la guerra. La guerra blindada o mecanizada utiliza materiales para liberar energía, confiando en el petróleo y el acero, mientras que la guerra computarizada utiliza redes para reunir energía, confiando en información, enlaces y conexiones. Según las expectativas actuales, una vez que la guerra entre en la era de la IA, será una confrontación de robots y automatización, controlada por la IA antes mencionada.

Se puede esperar que, en condiciones de IA, los elementos de la guerra, como los combatientes, los conceptos de batalla y los mecanismos de victoria, cambien por completo. En una guerra tradicional, incluso si hay una brecha en términos de armas y niveles de entrenamiento entre los lados opuestos, el lado desfavorecido puede luchar de todos modos con tiempos y lugares favorables, estrategias superiores y tácticas avanzadas. Por ejemplo, durante las guerras en Irak y Afganistán, los artefactos explosivos improvisados (IED) causaron problemas a los ejércitos estadounidenses y soviéticos en este último país. En cambio, bajo las condiciones de la guerra inteligente, la contribución tecnológica de un lado a través de la IA creará rápidamente una ventaja abrumadora en el campo de batalla, lo que hará imposible que el lado más débil defina un ciclo efectivo de observación-juicio-decisión-acción, permaneciendo siempre en una posición pasiva.

En su informe Artificial Intelligence Changing the World (Inteligencia artificial cambiando el mundo), la Brookings Institution propuso el concepto de “hiperguerra”, es decir, la guerra es un proceso de carrera contra el tiempo y, por lo general, prevalecerá el lado con el proceso de toma de decisiones y ejecución más rápido. La velocidad de toma de decisiones del sistema de comando y control asistido por IA superará con creces la del modo tradicional de guerra, combinado con el sistema de armas automáticas que puede decidir de forma autónoma lanzar armas letales, y acelerará en gran medida el proceso de guerra, de modo que una nueva expresión, “guerra de velocidad extrema”, será y debe ser acuñada para describir este modo de guerra. Con respecto a esto último, el artículo What Happens When Your Bomb-Defusing Robot Becomes a Weapon (Lo que sucede cuando tu robot que define la bomba se convierte en un arma), publicado por Caroline Lester en el sitio web The Atlantic el 26 de abril de 2018, utilizó muchos análisis para demostrar que los robots militares pueden reducir significativamente la amenaza de las bombas en las carreteras, con el debido respeto a los patriotas iraquíes y afganos.

La inteligencia artificial también conducirá a cambios revolucionarios en el equipo militar. El combate de racimo de armas automáticas letales no tripuladas podría convertirse en el protagonista y el principal método de combate en futuras guerras.

Una vez que se perfeccionen el avión no tripulado, el submarino no tripulado, el robot terrestre, el tanque no tripulado, la guerra de desgaste y las tácticas marítimas, harán que las plataformas de armas a gran escala, como portaaviones y aviones de combate, sean complejas y costosas, ya que estas últimas son menos ventajosas desde el punto de vista del costo de la guerra y la efectividad del combate.

Es como si un avión de combate F-35, con un costo único de cientos de millones de dólares y con un hombre a bordo luchando contra un grupo de drones armados de bajo precio, fuera equivalente a disparar mosquitos.

Lo que hay que explicar es que todavía hay una gran incertidumbre sobre el impacto de la IA en los ejércitos: no se sabe en qué medida y cómo se manifestará este impacto. En la discusión celebrada en la Conferencia de Inteligencia Artificial y Seguridad del 7º Foro Mundial de la Paz en la Universidad de Tsinghua en julio de 2018, algunos expertos señalaron que aunque las tendencias de desarrollo futuro del aprendizaje automático en robots industriales, ciencia de materiales y otras tecnologías pueden estudiarse en general, el impacto específico de la combinación de estas tecnologías en la guerra futura no se puede evaluar con precisión. En los primeros treinta años del siglo XX, las potencias militares europeas como Alemania, Gran Bretaña, la Unión Soviética, Francia e Italia desarrollaron tanques, aviones, misiles y tecnologías de comunicación por radio. Sin embargo, fue solo después de que Alemania libró la Blitzkrieg en la Segunda Guerra Mundial que el mundo descubrió que esas nuevas tecnologías juntas podrían traer cambios tan inimaginables a la guerra. Ahora, independientemente de la guerra algorítmica o tácticas similares, el acalorado debate en los círculos estratégicos sigue siendo analizar el impacto de la IA en las operaciones de una sola tecnología. Sin una comprensión holística de las aplicaciones militares de la tecnología de IA, las contramedidas planificadas podrían convertirse en una nueva Línea Maginot costosa e innecesaria.

 

 

* Copresidente del Consejo Asesor Honoris Causa. El Profesor Giancarlo Elia Valori es un eminente economista y empresario italiano. Posee prestigiosas distinciones académicas y órdenes nacionales. Ha dado conferencias sobre asuntos internacionales y economía en las principales universidades del mundo, como la Universidad de Pekín, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Yeshiva de Nueva York. Actualmente preside el «International World Group», es también presidente honorario de Huawei Italia, asesor económico del gigante chino HNA Group y miembro de la Junta de Ayan-Holding. En 1992 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor de la República Francesa, con esta motivación: “Un hombre que puede ver a través de las fronteras para entender el mundo” y en 2002 recibió el título de “Honorable” de la Academia de Ciencias del Instituto de Francia.

 

Traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor. Prohibida su reproducción.

©2023-saeeg®

 

LA ARGENTINA 2023: SU LONGEVA CRISIS, SUS CONFLICTOS Y ESTADOS DE GUERRA.

Heriberto Justo Auel*

“El progreso es imposible sin cambio y detrás de todo cambio subsiste un conflicto”.

F. Aznar Fernández-Montesinos (1)

 

Introducción

Desde hace décadas nuestro Instituto ―IEEBA― viene señalando que la naturaleza de nuestra centenaria crisis-decadencia* es cultural y política (2), con severas consecuencias socioeconómicas que progresivamente se agravan con el transcurrir de los años. Debemos reconocer que aramos en el mar: lo objetivo y material oculta a las causas abstractas del drama y se continúa ―cíclicamente― atacando a las consecuencias e ignorando a la causa primera de esta crítica situación calamitosa.

Lo mismo ha ocurrido con las “primarias” de Sta. Fe, en las que gran parte de la prensa interpretó ―superficialmente― que triunfó la “moderación”, cuando en verdad triunfó el “progresismo globalista”, encubierto aliado del castro comunismo (3). No hay sensores para penetrar en la “ola profunda”. Hay confusión analítica y mientras esta siga adelante, habrá crisis-decadencia. Coincidentemente con este hecho Austria expulsó a Soros, pero ello no alcanzó para relacionarlo.

Una de las principales manifestaciones de la grave situación que transitamos es la inseguridad ―pública y estratégica― y su consecuencia, el número diario de muertes inocentes que ya se hace insoportable. Sin embargo la dirigencia política ―en plena campaña electoral― no encuentra una sola idea aceptable para alcanzar la Paz Social. Por el contrario, Larreta ―candidato a la presidencia― ha dicho ―en estos días― que “la Argentina no tiene una sola hipótesis de conflicto” y que por ello propone “enviar al Ejército a las fronteras y a la Gendarmería a reforzar a las Policías”. A semejante propuesta ―en castellano antiguo― se le llama “burrada”** (4).

Estamos pagando un precio muy alto por la falta de idoneidad de quienes ocupan cargos públicos en el área de la Seguridad Nacional. Conceptualmente atrasan casi un siglo. Cuando finalizó la IIGM ―1945― y se inició la GM conocida como “Guerra Fría” ―1947― ingresa en la investigación y desarrollo ―ID― la electrónica ―la computadora―, que acelera el proceso de innovación científico-tecnológico. El mundo desarrollado ingresó rápidamente a una nueva etapa civilizatoria: “la posindustrial” o “la del conocimiento”, un salto cualitativo del “progreso” y ―consecuentemente― un cambio en la forma de producir y de hacer la guerra. Como lo expresa Aznar Fernández Montesinos (1), “con ese cambio llegaron nuevos conflictos” (5).

Coincidentemente, en 1945 ―cuando finalizó la IIGM― en el ámbito político-estratégico internacional ingresó la posibilidad de la hecatombe*** ―con la presencia de las armas de destrucción masiva QBN― que ampliaron enormemente el espectro del conflicto, cumpliéndose así la sentencia clausewitziana que dice: “cada tiempo tiene su forma peculiar de guerra”. Dos años más tarde ―1947― se inició una GM absolutamente diferente, la citada Guerra Fría y ―en nuestro Hemisferio Sur― las primeras y sorpresivas guerras “diferentes”, asimétricas/híbridas, que los argentinos peleamos sin conocerlas ―una sublimitada y otra limitada―. A pesar de estos hechos, para gran parte de nuestra dirigencia nada ha cambiado en el ámbito de la Seguridad Nacional.

La mayoría de quienes manejan las palancas se forma en nuestras universidades. En ellas los conocimientos polemológicos, estratégicos o geopolíticos no tienen cabida en la currícula de Ciencias Sociales, o bien solo se desarrollan a través un barniz, de programas elementales. Lo mismo ocurre en el campo de la investigación académica y en los posgrados de estos conocimientos específicos.

Los Institutos Militares Superiores ―que capacitan a los Oficiales de Estado Mayor― no cuentan con posgrados especializados y la Universidad Nacional de la Defensa no vertebra su oferta académica sobre un eje belígero ―de cuarto nivel―. El resultado de estos graves atrasos curriculares ―en los niveles formativos y de perfeccionamiento― es la total falta de idoneidad en la alta conducción de la Seguridad Nacional, como lo hemos padecido en las últimas cuatro décadas y se lo comprueba ―sin lugar a duda― con la escandalosa situación alcanzada hoy, en esa área.

La ignorancia en la alta dirección de la Seguridad Nacional se agrava con la presencia de “la revolución” en los gobiernos ―desde el ‘83 en adelante― que de hecho crean zonas liberadas al delito organizado ―el narcoterrorismo― como principal sostén financiero del castro comunismo (6).

El cuerpo social ―“desinformado e indefenso”― paga diariamente ―y en aumento progresivo― una dolorosa cuota de sangre por las carencias conceptuales, legislativas, organizacionales, disuasivas y operativas del Estado, frente a las nuevas formas del delito y/o de la agresión.

El trastocamiento de la victoria táctica argentina frente al castro comunismo ―en los ‘70― se transformó en derrota política-estratégica ―en los ‘80― inducida por la inteligencia británica con una maniobra estratégica-jurídica de aproximación indirecta, ejecutada por los sucesivos gobiernos argentinos desde 1983. Desde entonces la Argentina se autodestruye.

Las dirigencias ignoran totalmente los actuales “estados de guerra” retenidos por los enemigos que agredieron a la Nación Argentina en la segunda mitad del siglo XX, se ignora la gravedad de la situación estratégica presente y se oculta al soberano el conocimiento de los nuevos riesgos y amenazas estratégicas activas en Iberoamérica y en nuestro país.

Los cambios civilizatorios llegaron, sus correlativos e inéditos conflictos también, pero el progreso no llega pues los conflictos continúan, la decadencia continúa y la disgregación está a la vuelta de la esquina. Si el soberano vota en las elecciones presidenciales como lo hizo en Santa Fe, el castro comunismo continuaría en el poder, con otros ropajes. No habrá pacificación nacional. Se agravará el conflicto.

Se homologaría ―en nuestro país― lo ocurrido con la sucesión Uribe-Santos en Colombia, que finalizó con Petro en el poder. El “topo” Santos apuñaló a su padre político, produjo un “Tratado de Paz” falso y la “revolución” logró llegar al poder ―siendo minoría―. Lo que no pudieron las bandas armadas más importantes de Iberoamérica ―las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (FARC-EP), el Ejército de Liberación Nacional (ELN), el Ejército Popular de Liberación (EPL) y el Movimiento Diecinueve de Abril (M-19)―, a lo largo de décadas, lo alcanzó la hipocresía. La “revolución” tiene buena memoria: recorre los caminos que ya le han sido exitosos.

La longeva crisis

Luego de esta apretada y necesaria introducción, ingresemos ahora a nuestro subtema 2. Las Crisis ―como puerta de ingreso al conflicto―. La situación general de un país ―su statu quo****― no es estable, inmóvil o permanente. Por el contrario ―desde 1945― es altamente dinámica: cambia aceleradamente. Si nuestra dirigencia ideologizada no percibe la naturaleza y el ritmo de esos cambios civilizatorios, tenemos una crisis dirigencial y consecuentemente una crisis generalizada, que se origina en las universidades. Estas no son “universitas”*****, sino politécnicas. Cunas de avanzadas juveniles ideologizadas, desarraigadas y posmodernas. En consecuencia, una mayoría de nuestras elites intelectuales se transculturizan y son extemporáneas. Viven en el ayer. Pierden su identidad y buscan su bienestar, con lo cual todos perdemos el bien vivir.

El origen etimológico del término “crisis”, es griego y podría traducirse como “cambio” o “decisión”. El sentido lato que le damos hoy ―en las Ciencias Sociales― es descriptivo de “un sentido situacional peligroso, que exigiría tomar fuertes decisiones para recuperar una normalidad”. Como respuesta a esta probabilidad, los Estados Modernos han organizado sus mecanismos de “prevención, control y conducción de crisis”. Los Estados anticuados y burocratizados ―como lo es el nuestro― pueden sentir ―en un momento dado― la gravedad de no contar con la información o los medios que exige un hecho sorpresivo de crisis, como lo vivimos en 1959 o en 1982 que, si hoy se repitieran, sus consecuencias serían aún mucho más graves.

En términos militares, crisis es el estadio previo al desencadenamiento de un conflicto. Cuando existen mecanismos de “prevención” es posible desactivar una escalada de la crisis a conflicto armado, como lo hemos comprobado en los Balcanes Europeos en los últimos años. Cuando esos mecanismos están ausentes y las declaratorias de una parte escalan ―como lo vemos entre nosotros por parte de quienes hoy perciben perder el poder y prometen sangre― la natural interacción de las partes genera una dinámica de acción/reacción, con un empleo progresivo eventual de fuerza, hasta que una de las partes se imponga.

Otra forma de desescalar una crisis y evitar el conflicto, es el gatopardismo: Por ejemplo: privilegiar la “unidad” y simular el “cambio”, presentando nuevas apariencias: una coalición ampliada que incorpora al enemigo, pero con otro vestuario (6). Las coaliciones electorales ―que para ganar elecciones aceptan en su organización “quintas columnas”― pierden gobernabilidad: no habrá cambio. Se agravará el conflicto: lo vemos en el Brasil de Lula, el Chile de Boric o la Colombia de Petro.

Iberoamérica ingresó a una nueva etapa de crisis “revolucionaria” a partir del momento en que el Foro de San Pablo ―FSP― reunido en Caracas ―XXV Encuentro― el 24 de julio de 2019, lanzó su “contraofensiva revolucionaria” para:

    • ocupar nuevamente los gobiernos perdidos en elecciones libres o
    • retener los que podría perder, por ineptitud ―que es nuestro caso―.

La “contraofensiva” se inició de inmediato, con dos modos de acción diferenciados:

    • la aplicación del “hard-power” ―vía sedición― en Colombia, Ecuador y Chile (5) y
    • la aplicación del “soft-power” ―vía judicial― en Brasil (5).

Todos estos países se encuentran hoy ―con el agravamiento de sus respectivas crisis políticas― en el umbral del conflicto, aunque sus gobiernos llevan muy poco tiempo en el poder.

En la Argentina la fecha clave al respecto será el 22 de octubre de 2023 ―día de las elecciones presidenciales― pues en esa fecha se juega la continuidad “revolucionaria” o el cambio hacia la normalidad constitucional. El proceso de crisis provocado por el desgobierno kk indica que perderán nuevamente el poder y la “contraofensiva revolucionaria” prevé ambos modos de acción, que ya cursan las fases operativas preliminares:

    • el “soft-power” se ha encaminado en el frente judicial con el pedido de juicio político a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, con la sorpresa Marijuan, los retiros de querellantes e incontables “chicanas” en las causas pendientes de Ella.
    • El “hard-power” continúa su gimnasia preparatoria con los refuerzos de los “piquetes”, con los paros de transportes, las marchas, los acampes y los “taponamientos” diarios en la CABA y la “insurgencia sediciosa” en Jujuy (6) que cumple un mes de actividad continua, extendida a toda la provincia, bajo conducción de Casa Las Fuerzas Federales incumplen decisiones de la Justicia Federal jurisdiccional.

La percepción de hartazgo social crece sin pausa y surge ―naturalmente― el temor al contacto con el umbral del conflicto generalizado. En ese ambiente tensionado, Schiaretti inculpa a Macri y Bullrich de ¡¡“profundizar” la grieta!! Justamente él, que se prestó como móvil de la “puñalada trapera” (8) de Larreta. Parafraseando a Cicerón, le decimos “Quousque tandem abutere, Schiaretti, patientia nostra?”******.

Recordemos al Sr. Gobernador que “la hipocresía es el colmo de las maldades”. Schiaretti, Ud. y los socialdemócratas que lo invitan ingresar a Cambiemos ¡SON LA GRIETA! Uds. son los que votaron las leyes kk, fueron sus ministros, provienen de las formaciones armadas de los ‘70, de la Juventud Comunista, de los Socialismos. Uds. son lobos disfrazados de ovejas. Partidarios de la ideología de género, del aborto, de la eutanasia, de la política de los DD.HH. y de toda contracultura proveniente del globalismo progresista.

Se lo voy a decir también en cordobés básico: “!dejen de joooder alaaargentina, Schiaaretti¡”. Si quieren terminar con la grieta, organicen el Partido Socialdemócrata Argentino y preséntense en las elecciones, no infecten como quintacolumnistas a Cambiemos. ¡La mayoría de los argentinos no quieren ser castro comunistas ni vivir en un narcoestado! El horno no está para bollos Gobernador y los liceístas de todo el país lo estamos observando. Algunas “ovejas negras” hemos tenido, pero aquello fue antes de la caída del muro.

Los conflictos presentes

Violencia y violar reconocen una misma etimología. Para el sociólogo Wright Mills, “el poder es ―en esencia― violencia”. En el ámbito de la sociedad posmoderna muchos conceptos se han desdibujado, contribuyendo a una incertidumbre generalizada y a la erosión identitaria. De este modo el concepto de conflicto se ha ampliado, conteniendo al de las nuevas guerras y como resultado de la pérdida de poder de los Estados, que no siempre ostentan el monopolio de la violencia/fuerza ―como lo estamos viendo en el caso del Grupo Wagner en Rusia―. Es la evolución que dio origen a las Guerras de 4ta. Generación.

Los conflictos del siglo XXI son complejos, diversificados, fragmentados. Se han multiplicado sus formas y sus actores y se difuminan las fronteras entre sus diversas tipologías. Veamos el conflicto actual en Jujuy: hay insurgencia, sedición, violencia étnica, confesional, comunitaria, criminal transfronteriza e ideológica. ¿Será esa la razón por la que Larreta no los ve? (9).

Aparece una “zona gris” entre guerra y paz, lo interno y lo externo, los negocios y la política, lo estratégico y lo delictivo o lo público y lo privado y su consecuencia es la presente situación de inestabilidad. La legitimidad, la legalidad y la moralidad configuran un espacio difuso, de contornos inciertos y con un núcleo común. La perfección moral pone en riesgo a la seguridad frente al conflicto y la búsqueda constante de soluciones ―ante esta dinámica evolución― crea nuevos conceptos y nuevas organizaciones, sin solución de continuidad.

La parálisis política argentina ―en las últimas cuatro décadas― está signada por una doble situación de posguerras, controladas por nuestros enemigos del siglo XX. En el ámbito de la Seguridad Nacional dichos enemigos ―en colusión― nos han impuesto una legislación que inmoviliza a las FF.AA. ―espiritual y materialmente― y controla políticamente a las FF. S y P, alcanzando un nivel de inseguridad e indefensión inéditos en nuestra historia (10).

Los estados de guerra o de beligerancia, activos ******* 

La Argentina retiene ―en sus posguerras― dos “estados de guerra” o “estados de beligerancia”. En el caso de la guerra sublimitada “contrarrevolucionaria” ―1974/1989― el “estado de guerra” correspondiente es retenido por la actitud hostil del agresor ―a lo largo de siete campañas sucesivas ―1959/2023 (10)― y actualmente, travestido en kk, gobierna desde el 2003. En el caso de la guerra limitada provocada por el Reino Unido ―1982― el “estado de guerra” es sostenido por Londres, por cuanto no cumple con la Resolución 2065 XX de la Asamblea General de la ONU ―1965― que le obliga a negociar la soberanía de las Islas usurpadas y refuerza constantemente a la FT Conjunta establecida en el Atlántico Sur (11).

Sobre estos “estados de guerra” ―que nuestra dirigencia no “vive”― se enanca la maniobra en acto de la “contraofensiva revolucionaria” que conduce el FSP ―en su cuarto año de desarrollo― que en nuestra Patria tiene en las próximas elecciones presidenciales su momento álgido. Vivimos en estos días ―de junio, julio y agosto de 2023― las “preliminares” de la batalla por el poder.

Los “revolucionarios” somatizan los efectos del desastroso gobierno kk. Llegaron “para quedarse” pero todo indica que serán expulsados, por ello actúan con la reserva ―la quinta columna socialdemócrata enquistada en Cambiemos―. Ella ―la Cte― podría así llegar a las elecciones con dos fórmulas propias. Presenciamos tres hechos sorpresivos que apuntan en esa dirección: la puñalada “trapera” de Larreta, el incidente insurgente jujeño ―provocado en territorio “propio”― y la sorpresa electoral de Santa Fe ―Carrió mediante―, mientras la opinión pública se concentra en el juego de Massa con el FMI. Hay ansiedad, hay desinformación conducida, hay irresponsabilidad y “los buenos”, que son más, pueden suicidarse electoralmente. Si así no fuere, se echará mano al modelo chileno: al temido “hard power sedicioso”.

 

* Oficial de Estado Mayor del Ejército Argentino y del Ejército Uruguayo. Ha cursado las licenciaturas de Ciencias Políticas, de Administración, la licenciatura y el doctorado en Relaciones Internacionales. Se ha desempeñado como Observador Militar de la ONU en la Línea del Cese de Fuego del Canal de Suez. Comandó tropas de llanura, montaña, aerotransportadas y mecanizadas.

 

Aclaraciones

* Decadencia: período histórico en el que un movimiento artístico o cultural, un Estado, una sociedad va perdiendo su fuerza expansiva o los valores que lo constituyen e identifican y se debilita, hasta desintegrarse.

** Burrada: dicho o hecho necio, torpe o disparatado.

*** Hecatombe: suceso trágico en el que se produce una gran destrucción y muchas desgracias humanas y materiales.

**** Statu quo: expresión latina con que se hace referencia al estado o situación de ciertas cosas, como la economía, las relaciones sociales o la cultura, en un momento determinado.

***** Universitas: el conjunto de todas las cosas.

****** Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?: frase pronunciada por Cicerón en la primera oración de la Primera Catilinaria”. Se traduce del latín al español como “¿Hasta cuándo abusarás, Catilina, de nuestra paciencia?”

******* Estado de Guerra: se da durante el lapso en que la voluntad de luchar se manifiesta de modo suficiente.

 

Citas bibliográficas

  1. Aznar Fernández-Montesinos. Entender la Guerra en el Siglo XXI. Ed. Complutense, enero de 2011.
  2. J. Auel. “La cultura, la civilización y la guerra: continuidad y cambio”. IEEBA, diciembre de 2001, www.ieeba.org.
  3. J. Auel. “¿Reencontrará ―la dirigencia occidental― el sendero de la ‘Paz Westfaliana’ en el siglo XXI”? IEEBA, 24/05/2023, www.ieeba.org.
  4. J. Auel. “Las claves de la inseguridad nacional”. IEEBA, 18/07/2018, www.ieeba.org.
  5. J. Auel. “La dirigencia argentina frente a los desafíos de la Seguridad Nacional en el siglo XXI”. IEEBA, agosto de 2015, www.ieeba.org.
  6. J. Auel. “La contraofensiva revolucionaria iberoamericana en el 2019”. IEEBA, 26 de noviembre de 2019, www.ieeba.org.
  7. J. Auel. “20 Jun 23. Jujuy: “Insurgencia “ y “Sedición” impunes”. IEEBA, 09/07/2023, www.ieeba.org.
  8. J. Auel. “Una puñalada trapera, que veíamos venir”. IEEBA, 12/06/2023, www.ieeba.org.
  9. J. Auel. “La dirigencia argentina frente a las guerras del siglo XXI”. IEEBA, diciembre de 2020, www.ieeba.org.
  10. J. Auel. “El futuro de la Argentina exige el sinceramiento del actual sistema de representación”. IEEBA, 21/04/2023, www.ieeba.org.
  11. J. Auel. “Un análisis sociológico-político de la crisis-decadencia de la Argentina”. IEEBA, julio de 2020, www.ieeba.org.