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¡¡MUCHO CUIDADO CON LOS ENTUSIASMOS!!

F. Javier Blasco*

Expresión que demuestra un estado de ánimo, generalmente, pletórico o eufórico y que es rica de sinónimos clarificadores como: pasión, fervor, frenesí, acaloramiento, enardecimiento, ardor, hervor, vehemencia, viveza y exaltación.

Un estado de ánimo, al que se suele llegar con relativa facilidad tras acontecimientos exitosos de orden público, privado, deportivo o incluso de juego o como consecuencia de cambios bruscos en nuestros comportamientos ante un probable éxito o hacia la aparente cohesión porque dicho estado, tiene un efecto propagador y de contagio colectivo.

Generalmente suele ser provocado por un acontecimiento externo de diversa índole e incluso por palabras de enaltecimiento derivadas de hechos heroicos, remontadas deportivas o por encendidos discursos lanzados por verdaderos oradores, expertos en dicha materia, que, con su aparente o real franqueza, y apoyados en ciertas circunstancias que le rodean, son suficientes para conseguir seguidores incondicionales a pesar de las consecuencias posteriores.

Pero el entusiasmo también tiene una serie de antónimos que se conocen o definen como el desencanto, el distanciamiento o la frialdad. Situaciones, que como las anteriores, aunque sean contrarias, pueden y de hecho casi siempre tienen una parición súbita y muy contagiosa; principalmente cuando aquello o aquel que nos llevó a creer en él a pies juntillas, nos decepciona o nos muestra su verdadera cara.

Este fenómeno ocurre en la humanidad desde que es humanidad; hay muchos ejemplos y se dan a diario; pero, valga como uno muy práctico y real, el sufrido por el mismo Jesucristo, quien en una semana pasó de entrar triunfante ante un pueblo que le aclamaba y lanzaba flores, a ser llevado a rastras al calvario, bajo escupitajos y pedradas, para ser clavado en una cruz hasta su muerte.

Se crea y siente a nivel personal, familiar y colectivo, de los pueblos, las naciones y hasta incluso, en las alianzas de ellas; tal y como parece haber brotado a consecuencia de la injustificable y sangrienta invasión de Ucrania a manos rusas, sin ni siquiera una declaración previa de guerra; así como de determinadas reacciones al respecto.

Son muchas las acciones y reacciones que realmente hayan podido influir en la creación de esa sensación de unidad y euforia a la que me refiero. De entre las que destaco algunas: las desastrosas imágenes de las ciudades masacradas por los rusos; la reacción numantina del presidente ucranio, Zelenski encabezando y animando a su pueblo a resistir; el cambio de orientación política y militar de la aparentemente nueva Alemania tras el giro de su orientación político-militar dado por el Canciller, Olaf Scholz el pasado 27 de febrero y en encendido discurso del alto Comisionado para la Política Exterior de la UE, José Borrell el 1º de marzo, enfrentándose claramente a la política de Putin y denunciando la tibieza y las consecuencias para aquellos que se queden atrás en los reproches a Rusia y los apoyos a Ucrania.

Si todas han podido influir en mucho, me atrevo a decir que ha sido el discurso de Borrell el que puso la guinda a un pastel que estaba ya muy avanzado en la cocina y al que solo le faltaba un broche de oro para ser aún mucho más efectivo.

Precisamente por ello, me han saltado más rápido y profundamente las alarmas. Por ser un personaje, generalmente tibio y parco en palabras tanto en castellano como en inglés, que parece crecerse en los momentos de gran dificultad cuando habla a las masas, que esperan que alguien les dirija hacia la exaltación y la unidad, aunque no se aprecien, ni se hayan evaluado mínimamente, los resultados y los efectos a los que dicha postura nos puede llevar.

Recuerdo aquel su encendido discurso en Barcelona el 8 de octubre de 2017, cuando llegó a convencernos a casi todos los españoles de que el separatismo catalán tenia los días contados, porque los españoles de bien, amantes de España, unidos y cogidos de la mano, no se lo íbamos a permitir. Y mira como estamos tras unos duros desengaños y baños de realidad, propiciados en su mayor parte por el partido político al que él pertenece.

Por otra parte, la historia nos viene demostrando que toda sanción, restricción o pega política o económica que se imponga a cualquier país por muy malas consecuencias que hayan tenido sus acciones o abusos anteriores, tarde o temprano acaban reducidas, dulcificadas o se suprimen definitivamente.

Máxime cuando nos hemos pasado de frenada y las repercusiones de las duras medidas adoptadas, tienen un camino de vuelta, un efecto boomerang o hasta se convierten en un efecto mariposa a nada que se implanten de verdad y empiecen a funcionar con efectividad.  

Las herramientas para combatir esta masacre desproporcionada, desigual, injustificada e irreal son muy pocas: una guerra total contra Rusia y los títeres que le bailan el agua; un apoyo directo selectivo, potente y eficaz en medios e inteligencia; una vergonzosa semi o total capitulación o la imposición de unas fuertes medidas económicas sobre el atacante, que por mucho que se pregonen a bombo y platillo, tendrán un carácter de provisionalidad.

Varias de ellas, totalmente irrealizables y, en cualquier caso, ya veremos en que se traduce esta situación y su posible solución para el pueblo ucranio, que realmente es quien lo está sufriendo en desoladora soledad.

En todo este conflicto hay mucho cinismo puesto sobre el tapete internacional; en primer lugar, Putin lleva avisando desde hace más de quince años su intención de recuperar la Gran Rusia para convertirse en un nuevo zar; se ha lanzado al ataque porque pensaba que sus fuerzas estaban bien preparadas y la Comunidad Internacional (CI) atravesaba los peores momentos de debilidad y que la excusa de tomar Ucrania para evitar que se alíe a la OTAN y con ello se vea amenazado por la Alianza, es zafia e irreal; porque de anexionarse Ucrania, será entonces cuando realmente comparta fronteras con ella.

Además, lleva años comiéndose trozos del pastel que intenta consolidar y nadie le ha dicho nada seriamente hasta el momento; su participación en auténticas guerras para poner a prueba su armamento y entrenar a sus fuerzas como en Libia, Siria y demás, no ha sido ni siquiera afeada por la CI y su incoherente y vergonzosa actuación en la ONU y su Consejo de Seguridad, no tienen parangón en el mundo actual.

Por otro lado, los ataques y masacres en Ucrania no son un fenómeno aislado y, en los otros casos, las reacciones de la mencionada CI ante ellos, han sido muy pobres o no han aparecido en la arena internacional.

En este sentido, tenemos ejemplos muy recientes como en Siria, Libia, Irán, Afganistán o el mismo pueblo kurdo a manos turcas, que tras algunos comentarios y breves días en las portadas de los medios, orientadas mayormente a justificar la postura internacional o esconder su incompetencia y fragilidad, han pasado al olvido con rapidez y sin mirar atrás.

Las numerosas y constantes masacres contra pueblos enteros en ciertos países asiáticos y en el continente africano por cuestión de raza o religión, ya no se comentan en los medios, porque no venden y a nadie les importa un pito de verdad.

Otro tanto, ocurre con la expansión del comunismo bolivariano en el continente americano, las persecuciones políticas y el estado de ruina al que están llevando a regiones fructíferas y ricas unos sátrapas dirigentes son algo que solo importa a los que sacan pingües beneficios de tal barbaridad.

Puede, no obstante, que China a la vista de su reciente cambio de actitud, según sea el resultado final y las consecuencias de verdad, será entonces el momento de decidir, si siguen o no adelante con su expansionismo por el mar y su amenaza sobre Taiwán.

Somos muy selectivos y casi siempre tardíos a la hora de alarmarnos, rasgarnos las vestiduras, remangarnos y ponernos a trabajar. Necesitamos acallar nuestras conciencias y todo apunta a que, sólo reaccionamos cuando nos afecta al bolsillo, al estómago o a los grandes negocios de ultramar.

En cualquier caso, como no hay mal que por bien no venga, puede que este auténtico quilombo, finalmente, sirva para que la UE y la OTAN despierten de un continuado letargo que les estaba llevando irremisiblemente a la tumba en la arena de la paz y la seguridad.

Aunque, realmente, tal y como he escrito varias veces, no ceo que dé para todo lo que hay que comprar, por mucho que nos pongamos las pilas en Europa y forcemos la máquina del gasto en defensa. Los intereses creados en la mayoría de los países, principalmente entre los más fuertes de la Unión, harán inviables iniciativas verdaderamente eficaces y autónomas de mando y control militar. Seguiremos jugando al doble gorro y eso, a la larga, no es más que un parche que no da para mucho más. 

Por último, pero no por ello, menos importante, quisiera avisar que esta euforia y exaltación colectiva, que necesariamente nos llevará, si no lo ha hecho ya, a la aceptación de terribles consecuencias para nuestra economía en general y en lo particular, va a ser aprovechada por aquellos que saben hacer grandes negocios en las situaciones de crisis y, desgraciadamente, por muchos gobiernos, entre los destaca el de España, para tapar sus arrastradas malas praxis, abusos y deficiencias anteriores a este momento y nos metan en un único saco todas las inmundicias; en un tiempo, en que hasta la basura debe ser seleccionada para que se pueda combatir con fuerza y hasta, en algunos casos, transformarla en algo que se puede volver a usar. 

Las euforias no suelen terminar bien porque al aparecer como resultado de situaciones de acaloramiento, basadas en fenómenos externos, poco estudiadas y de consecuencias imprevistas. Generalmente, terminan en desencantos, olvidos o en la triste frialdad.

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.

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UCRANIA … COMO OPERAN (¿O NO?) LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Marcelo Javier de los Reyes

Por pertenecer al “mundo occidental” tendemos a recurrir a los medios de comunicación occidentales para informarnos. Si, uno se guía por estas corporaciones el mundo parecería dividirse en blanco y negro, en buenos y malos… obviamente Occidente es el bando de los buenos y del otro lado encontramos al “Eje del Mal”, como lo describía George W. Bush y su equipo.

“Animado por el sentido de la urgencia”, como dice El Principito, a esta hora de incertidumbre frente a un conflicto que podría tomar características mundiales, como Director Ejecutivo de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG) me permito compartir con nuestros lectores una carta de uno de nuestros seguidores, el Señor Mariano Carrara, padre de familia preocupado por el futuro del mundo en el que deberá vivir su hija, hoy adolescente, se dirigió a diferentes medios nacionales y extranjeros —incluso de Estados Unidos— pidiendo por la paz en el mundo y la desmilitarización en el conflicto que afecta a Ucrania.

Del mismo modo, le escribió al Presidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin, a través de un sitio del gobierno ruso, en idioma ruso. A continuación la traducción del texto enviado:

Carta al excelentísimo presidente de la Federación de Rusia, Sr. Vladimir Putin.

Si bien no es de relevancia, mi nombre es Mariano Carrara, argentino con descendencia ucraniana e italiana.

Ante los sucesos que afectan tanto al pueblo que usted representa, al pueblo ucraniano y al mundo entero. He tomado la iniciativa de intentar apelar a usted, entendiendo plenamente la situación, y sin rodeos diré que son obviamente una provocación para su soberanía los avances que se han realizado cerca de sus fronteras. Hoy se pone en sus manos la decisión que puede cambiar el curso de la humanidad.

Le suplico que considere realizar una propuesta pública para la desmilitarización conjunta en la zona de conflicto, ya que de otra manera no habrá ganadores. En este mundo hace falta quien dé el ejemplo y sea un líder, y hoy quien dé el primer paso será prueba de que aún tenemos esperanza como especie.

Con todo respeto y buena voluntad lo saludo,

Mariano Carrara, habitante de este mundo.

Carta original del Señor Mariano al Presidente Vladimir Putin

Cabe destacar que ninguno de los medios a los que se dirigió respondió a su carta, pero si encontró una respuesta: la del Gobierno de la Federación de Rusia. El texto de la misiva es el siguiente:

16 de febrero de 2022 Nº I-25311 Carrara Mariano Luis

Le informamos que su apelación, recibida por la Oficina del Gobierno de la Federación Rusa, ha sido considerada y, de conformidad con el Artículo 8 de la Ley Federal del 2 de mayo de 2006 No. 59-FZ “Sobre el Procedimiento para la Consideración de Apelaciones de ciudadanos de la Federación Rusa”, enviado al Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia.

Respuesta del Gobierno de la Federación de Rusia, 16 de febrero de 2022.

¿Por qué la carta fue solo dirigida al Presidente de Rusia?

Porque, como ha explicado el Señor Carrara, del otro lado existen veintinueve interlocutores, lo cual dificultaba encontrar un consenso en la respuesta.

Lamentablemente ningún medio de Occidente le ha dado una respuesta a la carta de un ciudadano que comparte los mismos valores occidentales. Ningún director o jefe de redacción tuvo la cortesía de responder. Sin embargo, la respuesta provino del Gobierno de la Federación de Rusia y, sin duda, con la anuencia del Presidente Vladimir Putin.

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SCRAMBLED EGGS

F. Javier Blasco*

Expresión inglesa para denominar lo que en España llamamos huevos revueltos o revuelto de huevos que, a diferencia de una corriente tortilla, conocida en nuestras cocinas como francesa, en la que las partes del huevo se unifican previamente antes de ser cocinadas en la sartén, en este caso, se hace sobre la marcha en un recipiente caliente, sin llegar a ser una pasta unida y fina, sino rugosa, nada compacta, fácil de romperse y en donde se aprecian las partes del huevo bien diferenciadas.

Valga este símil para definir la situación en la que ahora nos encontramos, de forma demasiado generalizada en los aspectos político, económico, social, religioso y también, en las propias relaciones internacionales.

La vida y sus consecuencias en la mayor parte del mundo y en España con alta nota, se han convertido en un totum revolutum donde nada ni casi nadie, cumple con su papel. Se ha dado un vuelco a todo, no hay un gobierno, legislación, estamento, organización internacional, alianza o tratado que cumpla con su deber limpia y concretamente.

Ya son muchos los primeros ministros o presidentes de los gobiernos que incumplen la Ley con toda impunidad; algunos juegan al escondite con sus electorados y otros solo buscan perpetuarse a costa de cualquier mal trato o incluso traicionar al Estado al que representan, a sus ciudadanos o a sus tradiciones.

La arbitrariedad de las acciones de los dictadores o aspirantes a ello, es tan clara y patente, que cada vez va tomando un mayor cariz hacia la perversidad, porque la debilidad de la mal llamada Comunidad Internacional, es cada día mayor por la incompetencia de los mandatarios, la debilidad de las instituciones internacionales o el miedo a meterse en problemas mayores que le puedan acarrear graves consecuencias.

Hemos llegado al cambio y momento en el que se ha hecho una gran realidad aquella famosa expresión “Laissez faire et laissez passer, le monde va de lui même”; «Dejen hacer y dejen pasar, el mundo va solo o por sí mismo», usada por primera vez por el francés Vincent de Gournay, fisiócrata del siglo XVIII, contra el intervencionismo del gobierno en la economía. Pero, en esta ocasión hemos trasladado la teoría y el mensaje a toda actividad interna o externa.

Es como si nada cumpliera su papel, todo está mezclado, nada es compacto y homogéneo. Al contrario, es amorfo, débil y demasiado frágil por lo que en cualquier momento o al menor vaivén, se puede romper en muchos pedazos.

Hace algo más de un año que fuimos testigos de la toma de la cuna de la democracia norteamericana por una turba azuzada por el propio presidente saliente, sin que de momento pase nada, salvo a unas cuantas cabezas de turco, que firmemente le creyeron y se han quedado con la brocha en la mano, mientras les quitaban la escalera en la que alegremente se habían subido por su fanatismo y pocas entendederas.     

Llevamos dos años de pandemia con millones de muertos, los hospitales desbordados y aún quedan cientos de miles, por no decir millones de negacionistas, que con sus teorías tratan de revolverlo todo, parar la economía y llegar a tumbar los pilares más sólidos de la salud mundial, a nada que aumente su poder y se generalice más su presencia.

La economía da unos vaivenes increíbles que arrastran a millones de personas al paro, se cierran miles de empresas cada hora y desaparecen negocios e ilusiones forjados con espíritu y esfuerzo que nunca se volverá a recuperar por mucha ayuda que intentemos insuflar.

Tenemos a gobiernos de manipuladas y tan irreconocibles izquierdas, que negocian y se apoyan con y en los principales enemigos de sus estados, con auténticos asesinos, y reprochan a la oposición que se agrupen para hacerles frente, denunciando la paja en el ojo ajeno y obviando la viga en el propio. 

Las encuestas demoscópicas han perdido todo su valor o se fabrican exprofeso para engañar al incauto, captar al indeciso, comprar voluntades o son tan imprecisas, que no aciertan en sus predicciones; y ahora, tras el fiasco en Portugal, hasta las cambian a los pocos días de celebrarse los comicios, por aquello de asustar al votante o acertar siempre, pase lo que pase en la jornada electoral.

En varias partes del mundo, y en España particularmente, gran parte de los tribunales de Justicia o elementos para el arbitrio de los valores y principios, casi toda la Abogacía del Estado y sin paliativos, la misma fiscalía general andan despistadas, anuladas, compradas o totalmente desnortadas.

Casi todo en ellos, es un trágala indecente, una forma de mirar para otro lado, dejar que pase el chaparrón y no darse por enterado cuando el propio gobierno les pone a parir, no acepta sus decisiones o cambia las leyes para que todo lo que antes era blanco, ahora sea negro para alcanzar un sucio objetivo sin miramientos ni preocupación.   

No hay tiempo para el reproche de la corrupción, cada día más generalizada, que campa a sus aires y nadie la para. Solo persisten aquellos que otrora eran y siguen siendo grandes escándalos sonados e incluso causa o motivo para fundamentar una falsa moción de censura; pero, ahora los nuevos casos, cómo los protagonistas son del otro bando, no suponen la menor crítica ni inquietud en la ciudadanía ni en la mayoría de los medios de comunicación.

Se ofende y se ataca a la Iglesia como si fuera la única responsable de pederastia, abusos de todo tipo o acaparamiento de propiedades y poder; cuando, si bien tiene su gran parte de culpa y ha vivido siglos demasiado bien, no es la única institución que merece un castigo y cierto tipo de revisión por su mala gestión al ocultar determinadas crisis sin parangón.

Hoy en el mundo cualquiera hace demostraciones de fuerza, amenaza al vecino con invadirle o se ríe de la comunidad mundial, sin que le pase nada. La ONU no es ni sombra de lo que fue, un mastodóntico instrumento en manos de un podrido e inoperante CSNU con un inventado derecho de veto para los siete mayores truhanes de la historia.

La OTAN se ha convertido en un club de perros ladradores, que amenazan, amagan, pero que nunca muerden y dispuestos a sacar la bandera blanca a la menor amenaza, porque no tiene capacidades ni voluntad propias y está en manos de los que buscan solventar sus propios problemas e intereses, que cada vez más frecuentemente, están muy lejos de los confines o las ideas de la misma Alianza.

La UE en la arena internacional, ni está ni se le espera; porque no tiene entidad militar suficiente, no hay un líder adecuado o capaz de manejar este cotarro y sólo demuestra algo de valía para cuestiones económicas, aunque a veces se ejecuten sin el debido control y concierto.

Los sátrapas y tiranos del mundo proliferan como las setas; lanzan misiles cada semana; aumentan sus armas nucleares; amenazan al mundo o, la nueva moda; cambian la historia, ofenden al que de siempre era su amigo del alma y ahora, tras más de doscientos años de independencia, le acusan de tirano, explotador y asesino de su propia cultura; cuando, de no haber sido por aquellos, muchos de estos que ahora despotrican, seguirían con taparrabos y comiéndose unos a otros, tal y como siempre fue su historia.

Hay iluminados y fantasiosos que, en busca de popularidad, no dudan en llevar a su país a la bancarrota, le sacan de la UE, le llevan al caos y a la pobreza y además de reírse de sus ciudadanos por tamaña vileza, incumplen sus obligaciones personales en mitad de la pandemia y no les pasa nada más que un simple mal trago, que pronto se pasará como ocurre con todo en este mundo desnortado y dirigido por pequeños cerebros, por incapaces o terroríficos malvados en busca de grandeza.

En fin, el mundo está revuelto, muy revuelto y lo malo de todo esto es que cada día hay más hambre, más diferencias entre la gente y son los bolsillos de los ciudadanos los que pagan estas “grandes proezas” y sus consecuencias, pero, como si fuéramos borregos, ninguno es capaz de poner sus pies en pared y salir a la calle a decir basta ya, esto es un atraco y una gran torpeza.

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.

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