Archivo de la etiqueta: España

ESPAÑA ESTÁ PERDIDA

F. Javier Blasco*

No es precisamente muy recomendable e incluso fatuo, empezar un trabajo de análisis y opinión —por muy particular que sea— hablando de uno mismo y menos, si dicha mención se hace casi en exclusiva. Pero si es conveniente recordar a ese grupo, no muy numeroso, de personas que a diario sentimos muy dentro lo que es y representa España, lo que nos duele verla vilipendiada y el hecho de que ante tanta basura y escupitajo tratamos de combatirlo con palabras, actos de repulsa o artículos de opinión.

Son ya muchos los años los que llevamos dicho grupo de pseudo predicadores en el desierto desgañitándonos casi en solitario, tratando de alertar y despertar las mentes dormidas, a los distraídos, a los que viven permanente mirando para otro lado, a aquellos que siempre esperan que sean otros los que protesten o les arreglen las cosas y, sobre todo, a los que con sus votos de forma directa o indirecta, sostienen en el poder a los que más daño hacen a España, a su historia, costumbres y tradición.

En 1978 los españoles de buena fe creímos dar un paso de gigantes; pero, como siempre que hacemos algo más o menos importante, solemos mirarnos al ombligo e inmediatamente pensamos que somos los mejores, que nos convertimos en el ejemplo y guía de otros, quienes con sana envidia por nuestra decisión, seguirán los mismos pasos y lo que es aún peor, que con dicho acto político, todo o casi todo mal que durante años llevamos arrastrando y los defectos inherentes o pecados mortales se habrán sanado quedando para siempre olvidados.

Como a la hora de celebrar o conseguir algo, los españoles nunca solemos escatimar en gastos, esfuerzos y fastos, en aquella ocasión no iba a ser menos y tiramos la casa por la ventana a pesar de que entendimos mal, muy mal lo que encierra y supone la democracia. No nos paramos a pensar ni a comparar que habían hecho muchos vecinos y aliados que nos precedieron en adoptar dicha sublime postura política y nosotros, en nuestro espléndido entender, creímos firmemente que en democracia tienen cabida absolutamente todos, por lo que no cerramos la puerta a nadie —aunque en otros países de nuestro entorno, algunos partidos como los fascistas y el comunista, la tienen cerrada a cal y canto—, para que nos acompañaran en las bancadas de las Cortes y del Senado.

Tras algunos cabreos, aplausos y abrazos, abrimos las ventanas y puertas de par en par para que entrara aire fresco con la esperanza de que los siempre declarados enemigos de España, esos que sólo le desean el mal y la quieren ver despedazada, al sentirse acogidos en nuestros regazos, olvidarían su pasado, se remangarían las mangas y se unirían a bogar para llevar, entre todos, esta pesada barca a buen puerto en una no muy larga singladura.

De nuevo, nos volvimos a equivocar; como experimentadores, inventores y aventureros no tenemos igual, pero también es cierto, que nunca nos suelen salir bien las hazañas, ensayos y proezas en solitario contra los auténticos expertos en hacer daño y con los que buscan el desorden o desconcierto y el mal. Nos olvidamos feas experiencias recientes que sin quererlo, nos habían llevado a una execrable y dolorosa guerra, que como todas las guerras entre hermanos, se les llaman guerras civiles, aunque en ellas mueren muchos soldados cumpliendo los deseos de unos políticos totalmente desbocados.

Nosotros a lo nuestro y así decidimos sentar en la misma mesa a todos por igual, sin pensar que algunos, muchos quizás, llevaban grabado a fuego en su frente y mente el espíritu de revancha, el que debían recuperar el tiempo perdido, cambiar la historia como sea y ser los protagonistas de una nueva era en la que los vencedores de aquella campaña se tornaran en vencidos, y viceversa.

Mal genérico que forma parte del ADN de aquellos que no suelen tener mucho respeto y mostrar dolor por sus seres queridos recientemente muertos a miles en la presente pandemia, por culpa de la mala gestión del gobierno de la nación desde el primer momento en el que apareció en nuestra vidas y, sin embargo, parece que sí no saben dónde se encuentran los restos de sus bisabuelos u otros familiares desaparecidos en la mencionada contienda, no son capaces de vivir ni dormir como Sánchez, sin sentir una grave depresión o un gran dolor en el alma por la falta del consuelo que les atenaza.

Estos energúmenos, vividores y aprovechados de todo ser vivo o muerto, pronto tras aparecer sosteniendo una pancarta o sentados en el suelo en asambleas callejeras, hicieron carrera, buscaron sus vericuetos para llegar a la universidad y copar puestos en la política, los medios de información y en las tertulias en las que usaban y usan todo tipo de artimañas, frases inventadas e historias falsas o deformadas con las que engañar a un público poco formado y aburrido de ver que todo lo prometido por los próceres de la patria a su bolsillo no llegaba y sus bocas no alimentaba.

La tormenta perfecta apareció cuando sus teorías y palabrerías se apoyaron en innumerables caso de corrupción en los dos partidos políticos que se alternaban en el gobierno de España, aunque, a decir verdad, unos supieron tapar o esconder sus vergüenzas pronto, despistando al ávido expectante a base de hacer mucho más grande la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio.

Los avatares y vaivenes de la política, los naturales cambios de situación y la progresiva pérdida de calidad política y personal de los dirigentes hizo que todos los gobiernos formados en la España democrática, debieran apoyarse en lo peorcito que tiene el hemiciclo, los partidos separatistas, quienes como bien sabemos, hacen leña de todo árbol caído o recogen las nueces del árbol movido por otros.

Favores con favores se pagan y a medida que aumentaban aquellos, más grande era la factura sobre la mesa presentada sin vergüenza y con mucho descaro a ser cobrada en efectivo y sin demora, lo que nos llevó a que todo, poco a poco, pero de forma constante y creciente se pusiera patas arriba hasta que llegó el peor personaje que en la vida política puede existir, el presidente Sánchez, digno discípulo de Zapatero, quien realmente fue el que marcó la senda y alzó el testigo para que sirviera de guía a un partido socialista que estaba dispuesto a perder su dignidad y corporativismo democrático para convertirse en un partido puramente dictatorial, personalista y anti español hasta la médula.

Sánchez ha demostrado ser un hombre sin escrúpulos ni dignidad, que se mueve a base de ideas espontaneas o forjadas en lo más oscuro de la mente y al que no le tiembla el pulso hacer, en cuestión de horas, lo contrario de todo lo prometido durante sus sucesivas campañas y el tiempo en la oposición. Alguien que pone en duda todo; que no respeta nada y a nadie, al que le importa bien poco lo que deba hacer para seguir en el sillón de la Moncloa y que se alía hasta con los filo etarras para seguir gobernando a costa del respeto a la unidad de España o a la separación de poderes y de la salud o el dinero de los ciudadanos. Un hombre que ha perdido todo su prestigio personal y que está dejando el nombre de España por los suelos, como un país poco fiable, aislado y menospreciado en la arena internacional, totalmente mendigo y pedigüeño y que, a pesar de ello, no para de gastar el dinero que no tiene y el que le dan o prestan los demás.

El otorgarle tanta vía libre a las ensoñaciones de los separatistas y comunistas por parte del gobierno, la falta de atención, acción y reacción de los gobiernos precedentes y el sucio trabajo de un nefasto y falso buhonero que, habiendo sido presidente del gobierno por dos legislaturas, vive haciendo el Tancredo y el hazmerreír por las Américas, favorecieron aún más que ese odio a España traspasara los limites naturales invadiendo Europa y hasta saltaron el charco de manos de unos “bisoños” maestros, que disfrazados de aprendices o simples jóvenes consejeros, hicieron sus personales Américas mientras extendieron el odio a España, allá donde pudieron.

De todos aquellos vientos, vienen de repente todas estas tempestades. No es casualidad que en muchas partes de España y en varios países del continente americano no se respete al unísono nuestra bandera, se humille al Rey, se derrumben estatuas y profanen monumentos que recuerdan el paso de nuestros ancestros por aquellas tierras. Pasos que, por mucho que lo quieran disfrazar y envilecer, primordialmente les llevaron la cultura, la religión, el idioma común y la civilización, incluso mucho antes que a bastantes tierras europeas, y les sacaron de un gran atraso, de costumbres ancestrales y cultos donde se ofrecían hasta sacrificios humanos con toda naturalidad.

Hemos sufrido durante siglos la famosa “leyenda negra”; fruto principalmente de la envidia y la mala baba británica, con la que ocultando las formas, modos, usos y costumbres de aquellos otros países europeos, que durante décadas o siglos dominaron grandes partes del mundo, las expoliaron hasta la extenuación y trajeron al mundo la esclavitud, centrando sus falacias y mentiras en los españoles y su corona mientras tapaban sus propios y execrables excesos.

Leyenda negra, que ha vuelto a resurgir fuera de España con una virulencia terrible, porque los mencionados malnacidos la han sabido recuperar para exportarla muy agrandada como su contribución personal para hacer posible desviar la atención de unos pobres ciudadanos despistados y subyugados, que habiendo tenido la suerte de nacer en unas ricas tierras, viven dominados por un sistema comunista y bolivariano, mandados por analfabetos, saqueadores y tiranos y cuyas casi inagotables reservas han quedado esquilmadas o comprometidas a capitales o potencias extranjeras hasta la saciedad.

La continua falta de atención política, la falta de verdadera preparación profesional en la Administración y en ciertos poderes del Estado, una pésima o muy mal intencionada política exterior, la nula preparación de unos dirigentes totalmente negligentes y egocéntricos, así como el ruin revanchismo de aquellos despreciables españoles que odian a su patria, nos ha llevado a este punto y mucho me temo que esto ya no tiene solución.

Nuestro llamado centro derecha, sigue envuelto en sus cuitas, dimes, diretes, pieles finas, denuncias en los tribunales o en agarrarse a una silla que le proporcione su sustento personal, aunque su partido desaparezca o se quede en algo residual. Se les llena la boca de la palabra España, dicen amarla con todas sus fuerzas y prometen hacerle recuperar su política interna y externa, economía y esplendor; pero de momento, no arriman el hombro unos a otros y ahí siguen agazapados en su rincón, esperando que su competidor se descuide para darle el golpe de gracia que les deje sin sentido y tumbado en la lona como un vulgar perdedor.

Mientras, el principal urdidor de toda esta patraña y maloliente situación, ahí sigue engañando y toreando a los españoles a diario; de veraneo en la Mareta con familia y amigos a costa de nuestros impuestos y en espera de que en septiembre le lleguen los prometidos millones de Europa que, bien repartidos a su modo y entender, le garanticen el voto de muchos miles de personas y cientos de empresas compradas para vivir hoy y cuando llegue el inexorable  mañana, a la hora de devolver el dinero regado, ya veremos qué hacer o de qué forma corresponder por los servicios, los favores y todos los apoyos prestados.

Entre tanto, hemos acabado los Juegos Olímpicos con un resultado demasiado discreto y que no merece un país como el nuestro, aunque somos medalla de oro en el paro juvenil en toda Europa y muy cercanos a tal galardón en la gestión de la pandemia. Y Sánchez nos bombardea con un cartel a sus espaldas cada vez que habla, que no son pocas, que reza “Cumpliendo” por si no nos hubiéramos enterado. Lo dicho, España está perdida de todas las maneras.

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.

©2021-saeeg®

 

CUANDO UN REY ARMENIO GOBERNÓ EN MADRID

Marcelo Javier de los Reyes*


Escudo de armas del Reino Armenio de Cilicia (1078-1375)

Durante la Baja Edad Media, un grupo de armenios constituido por hombres comunes, nobles, dirigentes y comerciantes, huyó del reino bagrátida de Armenia (880-1045) ante el avance de los turcos selyúcidas —cuyo imperio prosperó entre los años 1028 y 1307 en la región que actualmente ocupan Turkmenistan, Irán, Iraq, Siria, Turquía y El Líbano—, para formar el reino armenio de Cilicia, en la región sudoriental de Turquía. Este reino fue fundado por la dinastía armenia Rubénida o Rupénida, que tomó el nombre de su fundador, Rubén I o Rupén I (1025–1095), quien quizás haya sido miembro de la dinastía Bagratuni, que había gobernado Cilicia tras la caída en 1045 de la ciudad de Ani, ubicada en la provincia de Kars (actual Turquía).

El reino armenio de Cilicia se mantuvo independiente entre 1078 y 1375, fue un aliado de los Estados cruzados creados por los europeos y representó una llama que permitió mantener viva la cultura y el nacionalismo armenios.

Cilicia no era una región nueva para los armenios ya que algunos de ellos vivían en esa región desde el siglo I a.C., desde la época de Tigranes II, rey de Armenia entre 95 – 55 a. C.

Cabe destacar que el rey Tiridates III se cristianizó en 301 y convirtió al cristianismo en la religión oficial del Reino de Armenia, siendo el primer Estado del mundo que adoptó esa religión, dando inicio a la conversión masiva del pueblo.

El reino armenio de Cilicia fue conocido también como Armenia Menor, ya que sus pobladores llegaron de la Armenia del Cáucaso, la Gran Armenia. Los armenios buscaron seguridad en el Mediterráneo, en donde adquirieron cierto poder y se unieron a los cruzados franceses que se dirigieron a Tierra Santa para liberarla de lo que los cristianos consideraban el infiel.

Tres siglos después de su fundación, el reino cayó bajo el control de los mamelucos, quienes procedían de Asia Central y eran mayoritariamente guerreros de origen caucásico que habían llegado a Egipto como esclavos, pero que en 1250 lograron hacerse del poder derrocando a la dinastía, lo que llevó a que Egipto se constituyera como sede de un sultanato en Oriente Próximo. La aristocracia mameluca gobernó el país en nombre del sultán de Constantinopla. En su expansión los mamelucos, islámicos, lograron nuevamente desplazar a los armenios de su reino pero ahora del de Cilicia.

Mapa del siglo XIII del Reino armenio de Cilicia, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=22140870

Gobernaba por entonces Levon V de Armenia (1342-1393) —más conocido como León V—, quien fue soberano de ese reino armenio entre los años 1374 y 1393. Era hijo de Juan de Poitiers-Lusignan, de la dinastía franca de los Lusignan, y de Isabel de Armenia, descendiente de  Rupén o Rubén, el fundador de la ya mencionada dinastía de los Rupénidas o Rubénidas. Cuando los mamelucos derrotaron a los armenios, León V se refugió en la fortaleza de Kapan, en donde se rindió ante los mamelucos, quienes lo enviaron a El Cairo en 1375. Permaneció en Egipto siete años en calidad de prisionero. Desde Egipto escribía a los reyes cristianos para solicitarles ayuda para su liberación.

En 1382 el rey Juan I de Castilla, conmovido por la situación del monarca armenio, envió a unos emisarios a pagar el rescate. Juan de Loric llegó a El Cairo con joyas y otras riquezas así como halcones para pagar la liberación de León V.

El rey armenio logró su objetivo y llegado a la península procuró el respaldo de otros monarcas cristianos, para lo cual emprendió viajes por los reinos de Europa. Su intención era organizar una cruzada para liberar su Armenia Menor pero su esfuerzo no resultó como él deseaba.

Su protector, Juan I, había contraído recientemente matrimonio en segundas nupcias con Beatriz de Portugal. El rey de Castilla se compadeció de su par armenio y decidió nombrarlo señor de Madrid, Andújar y Villarreal, la actual Ciudad Real. A ello se sumó una considerable renta pero la realidad es que Madrid se convirtió virtualmente en la capital de Armenia, ya que León V de Armenia pasó a ser León I de Madrid.

Los madrileños no se sintieron muy contentos con ser súbditos de un monarca extranjero, por lo que se fue generando un movimiento entre el pueblo primero y entre los nobles después. Ante estas quejas, Juan I debió firmar una cláusula que dejara en claro que la cesión hecha por el monarca castellano no sería hereditaria, por lo que el título que ostentaba León I debía morir con él.

En este punto cabe señalar que el rey armenio no buscó malquistarse con los habitantes de Madrid, por lo que tomó medidas favorables como la reducción de impuestos y su compromiso de no despedir funcionarios. No obstante, su mira estaba en la recuperación de su reino y de su corona, por lo que se dirigió a Navarra en procura de fondos para su empresa. Ante el fracaso de la gestión, marchó a Francia, en donde no logró convencer a Carlos VI, quien se limitó a cederle el castillo de Saint-Ouen y una renta. A pesar de ello, León I de Madrid seguía con su obsesión de ser nuevamente León V de Armenia y con ese propósito se involucró en la Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra, para interceder entre los beligerantes con la intención de lograr la paz y llevar ese espíritu bélico hacia la cruzada que le permitiera retornar a su Armenia de Cilicia.

La muerte lo sorprendió en París en 1393 sin lograr su propósito y sus restos yacen en la basílica de Saint Denis, donde yacen los monarcas franceses.

Esta es la historia de cómo Madrid, por unos pocos años, llegó a ser capital de Armenia antes que del reino de España.

 

* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires: Editorial Almaluz, 2019.

©2021-saeeg®

LOS INDÍGENAS Y EL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA DEL PERÚ

Francisco Javier Carranza Romero*

I. Indígena e independencia

Parto del análisis y comentario de las palabras indígena e independencia, temas centrales de esta ponencia.

Indígena. De origen latino: indi– (variante del prefijo latino locativo in-): del lugar, de allí; gen– (parir, dar luz): origen. Otras palabras con la misma raíz: gen, genealogía, engendrar.

Según dos diccionarios de la lengua castellana, indígena: 1. “originario, nativo, no introducido” (Gómez de Silva, Guido, 1985). 2. “adj. Originario del país de que se trata. Apl. a pers., u. t. c. s.” (DRAE, 1984). Los dos diccionarios refieren una característica común: “originario”.

Aunque todos los hispanohablantes acepten este significado de originario de algún lugar; pero, no todos asumen la “indigenidad”. Por este problema nos enfrentamos a diferentes criterios y actitudes: unos asumen la indigenidad porque aceptan que son “originarios” de algún lugar donde han nacido; otros marcan las distancias porque no se sienten indígenas y usan esta palabra para menospreciar a otros que les son diferentes.

Independencia. También de origen latino: in– (no, sin) (Dependere: estar colgado de, pender de. “Dependencia: Subordinación a un poder mayor” DRAE). Así la “independencia” es la no dependencia, la ruptura de relación de un elemento que sujeta o que crea muchas limitaciones.

1. Prejuicios sobre lo indígena

La respuesta es la reflexión desde diferentes criterios.

1.1. Lugar de nacimiento. ¿Solamente los de la zona rural son indígenas? ¿Los citadinos no son indígenas? Si aceptamos esta diferenciación espacial demostramos que no hemos superado el pensamiento de los antiguos romanos que contrastaban: villa, rus / civitas, urbs. Y, refiriéndose a las personas también contrastaban: villanus, rusticus / civis, urbanus. Este modo de juzgar crea el contraste actual: campesino, no civilizado / citadino, civilizado.

No cabe ninguna duda que el modus vivendi en el campo y en la urbe es diferente; pues así se manifiesta en las viviendas, vías, vestimentas, comidas, etc. Lo erróneo es que el “citadino” se cree el único poseedor de la “cultura” como si ésta estuviera sólo relacionada con la urbe. ¿Y qué pasa si un campesino se traslada a la ciudad para laborar y vivir? Y viceversa, ¿qué pasa si un citadino se marcha al campo para laborar y vivir? ¿No son los mismos protagonistas que actúan y se cambian los disfraces según las circunstancias de la vida?

¿Cuántas décadas, siglos y milenios hay que residir en un lugar para ser considerado indígena? ¿Cuántas generaciones de antepasados nacidos en un lugar son necesarias para ser indígena?

1.2.  Color de la piel. ¿Son indígenas solamente los del color cobrizo u oscuro? ¿No hay indígenas de piel blanca? Este criterio expresa la omnipresencia del racismo.

Los blancos tampoco son homogéneos. Por ejemplo: los españoles que llegaron a América desde 1492 eran mezclas de ibéricos, fenicios, griegos, judíos, bereberes, árabes, galos, germanos, celtas, etc. Los pobladores de América tampoco eran de un color homogéneo, pues había gente de piel oscura, cobriza y blanca. El cronista Francisco López de Gómara (1511 – 1564) escribe sobre la región de Pánuco y Río de Palmas (México): (Los españoles) “pasaron por ciertos pueblos donde los hombres eran harto blancos” (Historia general de las Indias, cap. XLVI, p. 69). También refiere la presencia de gente de piel negra en la región de Darién: “se hallaron en Cuareca negros como de Guinea” (op. cit. Cap LXVIII, p. 104). Aunque él no llegó a América, sus datos son de los informantes que sí estuvieron en América como Andrés de Tapia, Gonzalo de Umbría y el mismo Hernán Cortés.

Y los traficantes de esclavos introdujeron a América africanos de variedad de matices de negritud.

Algunos hasta relacionan el color de la piel con el pensamiento y la actitud. El criollo José Mariano de la Riva Agüero y Sánchez Boquete (1783-1858), el primer presidente del Perú, en sus memorias escritas con el seudónimo Pruvonena, comparó a los avatares de la emancipación de Estados Unidos y de Hispanoamérica: “En la república de los Estados Unidos… la ambición de los ciudadanos se reduce a hacerse elegir Presidente. Los que aspiran a ese elevado puesto son de raza europea, y no mestizos, indios o mulatos” (Millones, Luis 2008, p. 175).

“La india orgullosa no dejó traslucir sus pensamientos, oscuros como su cobriza piel para el observador que quisiera interpretarlos”. (Álvaro Vargas Llosa, 2003, p. 25 al hablar de la princesa Kispi Sisa, bautizada como Isabel Huaylas).

1.3. La lengua. ¿Son indígenas solamente los hablantes de una lengua no europea? De aceptar afirmativamente, los hablantes de las lenguas castellana, portuguesa, inglesa, francesa no son indígenas. Si los no hablantes del latín fueron calificados “bárbaros”; los americanos hablantes de sus lenguas locales (maya, náhuatl, quechua, aimara, guaraní, etc.) fueron y son calificados de indios e indígenas.

Lingüísticamente, el castellano se impuso como lengua oficial desde la conquista y durante la colonia. Después de la independencia siguió como lengua oficial. Las lenguas indígenas, se convirtieron en lenguas de las minorías.

Los personajes de “El mundo es ancho y ajeno” de Ciro Alegría hablan sólo el castellano porque no saben otra lengua. ¿Ellos no son indígenas?

Yo, un bilingüe coordinado quechua y castellano, ¿acaso soy indígena sólo cuando hablo quechua? ¿Dejo de ser indígena cuando hablo castellano?

No basta hablar la lengua castellana, hay que usarla bien, con conocimiento de su diacronía y sincronía.

1.4. Pensamiento. El modus cogitandi del quechua contrasta con el del europeo conquistador y sus descendientes criollos:

Comunitarismo o ayllucentrismo (ayllu: comunidad quechua) / Individualismo. Solidaridad / Solitaridad.

Desarrollo comunal / Desarrollo individual.

Las labores que requieren la participación de muchas personas se realizan mediante la minka (convocatoria de pedir la ayuda de los vecinos). Los que responden a la minka obran bajo el principio del rantin que equivale al principio latino: Do ut des (Te doy para que me des).  Y esta reciprocidad también se expresa con el morfema verbal de reciprocidad –naku. Ejemplo: yanapanakuy (yanapa-naku-y: ayudarse recíprocamente).

Quien no ha vivido dentro del ayllu, lo califica de un mundo con pensamiento primitivo y no racional; y lo contrapone al pensamiento moderno y racional europeo. A continuación, las opiniones de dos escritores de diferentes tiempos: El sacerdote José de Acosta (1540 – 1600), escribe así de los indígenas americanos: “Son rudos, inconstantes, pues bien, que lo sean. Se les ha dado menos, menos se les exigirá” (De procuranda indorum salute, 1952, p. 79). Mario Vargas Llosa: “Una cultura mágico-religiosa puede ser de un notable refinamiento y de elaboradas asociaciones —de hecho, lo son la mayoría de ellas—, pero siempre primitiva si aceptamos la premisa de que el tránsito entre el mundo primitivo y tribal y el principio de la cultura moderna es, justamente, la aparición de la racionalidad, la actitud ‘científica’ de subordinar el conocimiento a la experimentación y al cotejo de las ideas y las hipótesis con la realidad objetiva” (La utopía arcaica, 1996, pp. 186-187). Según este argumento, los indígenas son los primitivos y no racionales. Como si la humanidad tuviera sólo un modus cogitandi (modo de pensar).

Sancho Panza, a pesar de ser iletrado, aclaró a su amo Quijote que criticaba a los organizadores de una fiesta: “Señor, en cada tierra su uso” (cap. IX). Y su opinión vale para muchos prejuiciosos.

1.5. Población. Contemplemos sólo nuestro Perú: Étnicamente, los mestizos conforman la gran mayoría de la población. Y consideremos que los españoles que se trasladaron a América eran también los resultados del mestizaje de muchos siglos en la Península Ibérica por la llegada de los griegos, judíos, romanos, moros, árabes… La presencia africana desde los inicios de la conquista y la llegada de los asiáticos y de otros países europeos aumentó más el mestizaje. La reducida población de los señalados como indígenas, es también el resultado de otros mestizajes desde tiempos prehispanos.

Los campesinos escolarizados, biculturales y bilingües se han apropiado del alfabeto latino por eso son los puentes entre sus comunidades y las ciudades eurofílicas. Son los protagonistas de la práctica de la interculturalidad sin imposición de una cultura sobre otra. Sólo el que no llega a valorar su cultura nativa tiene una conducta de imitación servil al otro; y vive tratando de pensar como el otro.

1.6. Economía. ¿Sólo los que viven en la pobreza son los indígenas? ¿Los ricos no son considerados indígenas? El hecho de que los indígenas vivan en la pobreza es el resultado de que a sus antepasados les arrebataron las mejores tierras de cultivo y los mejores pastizales; y muchas víctimas del arrebato, para sobrevivir, se marcharon a áreas inhóspitas. Y, cuando allí también fue descubierta alguna riqueza, los usurpadores también les arrebataron a las buenas (engaños) o a las malas (papeles legales y gendarmes). “Quien asciende en la escala económica se va blanqueando, en tanto que el que se empobrece se indianiza, se achola o ennegrece a ojos de los demás” (Vargas Llosa, Mario: La utopía arcaica, p. 166).

La palabra “indigente” (derivado de indigentem, acusativo del latino indigens: necesitado, falto de medios de subsistencia; in– > indi; egere: carecer, estar necesitado) no tiene el mismo origen que “indígena” (originario, nativo); pero, no podemos negar que hay muchos indígenas que viven en la necesidad o indigencia; lo que ganan no les alcanza para la canasta familiar.

1.7. Escolaridad. El área rural sigue siendo el corral trasero de la ciudad, un lugar destinado a las actividades agropecuarias y mineras. Y si hay escuelas, las autoridades educativas que residen en las urbes no se preocupan de ellas. Los campesinos de baja escolarización son los supuestos “indígenas”.

Los citadinos tienen los mejores locales escolares y más oportunidades para seguir estudiando debido a que los poderes políticos, económicos, religiosos, culturales y de salud están concentrados en la ciudad. Por eso, ellos son los más escolarizados.

Aquí conviene aclarar que la cultura no está sólo relacionada con la escuela; porque hay algunos iletrados que tienen rica cultura que la demuestran en su relación con la humanidad y la naturaleza. Y también hay muchos egresados de las escuelas superiores que no son cultos o no cultivados. La palabra cultura deriva de colere: cultivar. La labor de la sociedad y de la escuela debe profundizar y fortificar las raíces indígenas.

1.8. Indumentaria. Los que visten según el ambiente local y no siguen la moda europea (terno o traje, esmoquin, frac, levita, etc.) son considerados “indígenas”.

Por suerte, hay pueblos orgullosos que se visten según sus gustos, ocasiones y climas; no se avergüenzan de su cultura de vestido. La variedad de la vestimenta de los pueblos, culturalmente, demuestra la riqueza creativa y la diferencia de climas y concepciones. Además, el atuendo cubre cualquier color de piel.

2. Literatura considerada indígena

La literatura se refiere al relato descriptivo del espacio, hechos y cosas en un determinado tiempo. Esta descripción realista o modificada por la imaginación se hace por muchos medios de expresión: enunciado oral, pictograma sobre cualquier material (roca, madera, textil, cerámica, escultura), ideograma y alfabeto fonético.

La creación verbal (oral o escrita) abarca los mitos, relatos y cantos que describen el espacio y narran los hechos históricos o imaginados. Los pueblos americanos, antes de 1492, ya tenían su literatura; ésta no nació durante la colonia ni con la independencia. Ocurre que, con la llegada del alfabeto latino, algunas expresiones orales llegaron a documentos escritos. Estas expresiones no son sólo repetitivas, pues continúan mezclando vetera et nova.

2.1. Tema y personajes. La vida del campo y de sus pobladores es considerada más indígena.

2.2. Autor. El color de la piel y los apellidos no dicen mucho. José María Arguedas era más blanco que cobrizo, pero escribió sobre la vida de los campesinos andinos; y algunas veces escribió en quechua.

2.3. Lengua. En este caso hay propuestas y problemas que son desafíos.

Literatura escrita en lengua originaria de América. Este material escrito es escaso porque las escuelas castellanizantes desde los grados iniciales dificultan la existencia de los escribientes y lectores en sus lenguas. Además, aunque se escriba en una lengua indígena, su publicación es muy difícil porque no es rentable. La lengua indígena no es de uso mayoritario y carece de prestigio social.

Literatura escrita en castellano. Si los personajes no usan el castellano en sus comunicaciones diarias hay que traducir sus discursos. Aquí también hay muchos problemas: Traducción buscando que la lengua fuente no pierda su contenido y belleza. Intercalar textos de la lengua fuente para demostrar que se trata de un ambiente no hispano. Aquí también se recurre a los paréntesis con la traducción al castellano o se puede hacer entender por el contexto.

Mescolanza de la lengua indígena y la castellana. Este caso se da cuando los personajes son bilingües. Pero reduce el número de lectores porque sólo los bilingües tienen mayor y mejor comprensión.

3. Acceso a las expresiones literarias indígenas.

Para lograr el acceso se debe cumplir ciertos requisitos:

3.1. Conocimiento de la realidad espacial. Los seres humanos, como entes físicos, viven adaptándose a la realidad espacial: orografía, clima, agua, vegetales, animales, vientos, etc. La naturaleza también nos da el color de piel, nos talla la forma física y nos impone la manera de actuar. No es lo mismo caminar en el llano que en un espacio accidentado en donde un mal paso puede ser fatal.

3.2. Conocimiento de la realidad histórica. Es obligación conocer los acontecimientos antes de 1a conquista española, durante la colonia y después de la independencia. Las primeras luchas de resistencia ante las reparticiones de tierras y ante el poblamiento de las tierras por los conquistadores y colonizadores fueron de los indígenas americanos. Las luchas de la emancipación e independencia fueron más de los criollos latifundistas y ricos que ya no querían rendir las cuentas a España.

Por los datos históricos comprobamos que la independencia no cambió la vida de los indígenas que continuaron careciendo de buenos terrenos por la violenta apropiación de los conquistadores y sus descendientes. Este despojo también debilitó la propiedad común y el principio de la solidaridad.

3.3. Conocimiento de la realidad cultural. Los conocimientos de la realidad espacial y de la realidad histórica no son suficientes para opinar sobre una sociedad sin conocer vivencialmente su cultura que se expresa en las técnicas tradicionales de agricultura, caza, pesca, crianza de animales, textilería, alfarería, medicina; creencias sobre esta vida y la otra vida, fiestas cívicas y religiosas, tabúes, relaciones con la naturaleza, etc. Aquí cometen muchos errores los que, desde lejos, opinan sobre las culturas indígenas.

La geomancia y la literatura. Para el quechua la naturaleza no es sólo la realidad física mensurable, contable y analizable en sus macropartículas y micropartículas; ella es su familia por eso la trata como a madre, padre, hermana y hermano. Así la naturaleza se humaniza y dialoga con las personas. A continuación, van algunas referencias geománticas.

Patsa Mamata upyatsiy (Dar de beber a la Madre Tierra). Antes de beber la chicha o cualquier licor, las primeras gotas son destinadas para la Madre Tierra. Según la antropogénesis andina los primeros hombres salieron de las cuevas y manantiales.

Inti Yayata rimaykukuy (Saludo al Padre Sol). El astro recibe el saludo todas las mañanas. Ante la llegada de los primeros rayos la gente saluda quitándose el sombrero: Rimaykukuqmi Inti Yaya. Llapaakunata quñutsiyaamay, kawatsiyaamay: Te saludo, Padre Sol. Abríganos y danos salud a todos, sin excepción.

Apu: protector. Es un calificativo para ciertas montañas: Apu Salkantay, Apu Waskaran, Apu Shuytu Hirka. Esta misma palabra también se usa como trato respetuoso al líder de la comunidad; por eso, el apu debe proteger a su comunidad, aun ofrendando su vida. Cada montaña tiene la energía que hay que saber aprovecharla.

Apachita: ofrenda a la montaña. En el borde del camino se deja piedras de todo tamaño que durante años y con tantos oferentes se van convirtiendo en montículos piramidales. Generalmente son lugares de donde se puede ver el camino recorrido y por recorrer. Cada piedra es la expresión de gratitud o petición para tener buen viaje.

El río, lago, catarata, aire, nevado, manantial son guaridas de seres que viven otras existencias; pero que, algunas veces y en ciertas condiciones, se nos manifiestan.

Yaku Runa: hombre de agua. Mora en los lagos y guía los ríos. Algunas veces, cuando sale violento, provoca aluviones.

Ayra Warmi: mujer del encanto. Mora en las cataratas y encañadas. Ella atrae con su bello canto y muestra imágenes atractivas como bellas flores y deliciosas frutas; pero atrae sólo a gente inocente. Puede encantar o “desaparecer” al ser humano o animal; pero no los come. Si el ser encantado es buscado y reclamado por sus familiares, se los devuelve. También es devuelto cuando el mismo ser encantado quiere salir del mundo encantado. Los que retornan a esta dimensión son los que narran lo que les está permitido narrar.

Waraqllay: niño del amanecer. Se baña al amanecer en los remolinos profundos o en los manantiales limpios. Después de su baño el agua queda espumosa y fragante. En otros lugares también es conocido como ichik ullqu (hombrecillo).

Piñiñiku: Hombre muy pequeño que vive dentro de la tierra. Cuando sale, ayuda y juega con los niños pastores. Porta su honda sagrada (paki waraka: honda de líneas en zigzag) para defenderse de las despistadas aves rapaces que los pudieran atacar.

Wayra Runa: hombre del viento. Guía al viento. Algunas veces va tranquilo; otras veces corre alocado causando destrozos. Éste es el uti wayra (viento loco). Como puede portar enfermedades es conveniente tener árboles alrededor de las casas para que éstos absorban esos males.

Después de 1532, año de la conquista del Perú, los animales y otros elementos traídos por los españoles también fueron introducidos en el mundo mágico andino. En su denominación ya se ve el mestizaje.

Qucha Tuuru: Toro del lago. Ha reemplazado al Qucha Llama (llama del lago) porque este animal ya no está presente en todo el espacio andino. El ganado vacuno ya es parte del mundo andino, ya ha sido encantado. En algunas noches de luna llena (pampa killa) el qucha tuuru sale del lago o manantial para pasear por el espacio de esta dimensión. Es una procesión luminosa. Algunos vacunos hermosos y grandes son considerados hijos de la montaña o de la laguna. El toro Misitu en el relato “Yawar Fiesta” es considerado hijo del monte, salido de la laguna en una noche de plenilunio.

Runa Mula (Mula Humana) o Nina Mula (Mula Infernal): Es la mula enjaezada con bozal de plata u oro, que es cabalgada por un jinete de rostro blanco, con vestidos de color negro (sombrero, chupa, pantalón, botas y capa), con espuela y estribo dorado o plateado. Antes de la aparición de esta Mula Humana el mundo se hunde en un silencio tremebundo, ni los perros se atreven a ladrar. Este ambiente vacío y silencioso se rompe con el trotar del misterioso ser nocturno. La mula relincha y bufa botando fuego por la boca y nariz. El jinete es el sacerdote que ha incumplido su voto de castidad. La mula es la mujer que se ha condenado en vida por ser la amante de un cura.

Dos mitos prehispanos vivos. Los seres humanos que sobrevivieron a la conquista y a los estragos de la colonización aceptaron muchas novedades, pero también mantuvieron sus expresiones culturales adaptándolas a los nuevos tiempos.

Ukuku Runa (Hombre Oso) o Puma Cholo, conocido en castellano como Juan del Oso o Juan Oso sobrevive en diferentes versiones por la adaptación a los tiempos y a nuevas realidades (Carranza, 2000).

El alma condenada del curaca avaro, quien amó sus tesoros más que a los seres humanos, por eso prefirió enterrarlos en vez de compartirlos, asusta y mata a los que se acercan a su casona abandonada. El alma condenada del curaca, en muchos lugares, ya ha sido sustituida por el alma condenada del cura avaro quien enterró sus bienes dentro de la casa parroquial. Quizás sea por la analogía fonética de las palabras “curaca” (quechua) y “cura” (castellano). En otras versiones es el alma del hacendado avaro; pero el cura puede ser también un hacendado. El valiente Ukuku Runa, hombre oso, es el único que se atreve a pelear hasta vencerlo; por eso recibe del vencido todo el tesoro escondido.

Como en todo relato oral hay más sustituciones por la actualización: la llama por el caballo, un monstruo fiero por el toro fiero, la macana por la espada, etc.

Algunos estudiosos, sin leer “Miscelánea Antártica” (Miguel Cabello Balboa: Nacido en Archidona, Málaga entre 1530 a 1535. Muerto, posiblemente, en Camata, Perú en 1608) y sin hacer el estudio de campo en las áreas quechuas de los Andes y de la selva han escrito diciendo que es un mito traído por los españoles.

Este mito está presente en muchos lugares del mundo. En el norte y la parte meridional de Siberia (Asia) hay muchos pueblos que consideran al oso como un animal sagrado que merece la veneración. Los tungús o tunguses, lingüísticamente, pertenecen a la familia altaica; y las lenguas más importantes son: evenqui (ewenki), oroch (orok, oroqen) y manchú, también conocido como yurchen (jurchen). En Corea hay dos versiones: la osa que rapta al varón y la osa que se convierte en mujer por la intervención divina (mito oficial de la fundación de Corea). El hombre oso, hijo del oso y mujer, también está presente en Canadá (los inuites), México (los chiapanecos), los Andes, la selva de Amazonas, etc. En Venezuela es conocido como Tomasito.

Achicay o Achcay (Achikay, Achkay: mujer sin compasión que come niños). En muchas versiones la hija de Achicay es conocida en como María o Rosa, nombres que no son quechuas (Carranza, 2000). En una época de sequía y hambre en los Andes los padres decidieron deshacerse de sus hijos menores (mujer y varón) para no compartir la última mazorca de maíz que les quedaba. En muchas versiones hallamos que la madre o madrastra es la que dio la idea del filicidio. Como en el relato bíblico de Adán y Eva, el varón evade su responsabilidad.

Una noche el padre encostaló a los niños y los arrojó a un abismo. Pero, el cordel que ataba la boca del costal se enredó en una rama de quenua (Polylepis incana). Al amanecer fueron sacados por un compasivo cóndor viejo. Un gorrión los guio a un papal. Allí los halló la antropófaga vieja Achicay. El niño era cebado. Cada noche Achicay le pedía el dedo al niño para saber su gordura; pero un ratón le prestaba su cola. Hasta que una noche el ratón se tardó; y la vieja comprobó la gordura del niño. Esa misma noche se lo devoró. Al día siguiente Achicay mandó a su hija hervir el agua en la olla grande. Cuando el agua borbotaba la hija de Achicay, siguiendo las instrucciones de su madre, arrojó un collar para que la chica se agachara a la olla para empujarla. La chica, que ya sabía la treta, le pidió que le diera una muestra: Maa, ¿imanaw? (A ver, ¿cómo?). Cuando la hija se agachó, la empujó. Achicay llegó, comió la carne cocida y llamó a su hija, quien la contestó desde su estómago. Entonces juró vengarse. Vomitó y defecó sobre una laja grande para recrear a la hija. Mientras moldeaba la masa, decía: Wawa tukuy. Wawa tukuy (Conviértete en hija. Conviértete en hija). Cuando la masa antropomorfa estaba reviviendo un zorzal (yukris) travieso la escarbó y defecó destruyendo el prodigio. Después de maldecir al pájaro comenzó la persecución de la niña que huía por la cuesta. La niña perseguida fue auxiliada por otros compasivos animales: mofeta o zorrillo (añas), oso (ukuku), venado (lluytsu), cóndor (kuntur) y el ratón (ukush) que estaba muy arrepentido de su tardanza. En la cima el Qapaq se compadeció de la niña y le envió una cadena de oro; y una soga de paja para Achicay. La niña llegó al mundo de arriba con la canasta llena de huesos de su hermanito. Como el ratón royó la soga de paja en las alturas, Achicay cayó y se murió causando el caos en este mundo.

Aquí conviene aclarar que en la lengua quechua hay dos verbos que expresan el acto de compadecerse: Kuyapay: compadecerse por el amor a otro. Llakipay: compadecerse por sentir lástima por el otro. Preferimos usar el verbo kuyapay cuando nos solidarizamos con el que sufre porque sentimos sus sufrimientos.

II. Bicentenario de la independencia del Perú

La independencia del Perú fue la ruptura con el poder español cuya sede principal estaba en España. El virrey no era más que un ejecutor de las órdenes del rey. La palabra quechua kachaku, de donde deriva el americanismo “cachaco”, expresa bien el significado: mandadero. El virrey era un simple cachaco.

En Perú recordamos la rebelión indígena de José Gabriel Condorcanqui (Túpac Amaru II), reclamando sus derechos arrebatados, desde el 4 de noviembre de 1780 hasta el 18 de mayo de 1781.

Desde 1810 hasta 1821 fueron años de las declaraciones de independencia de varios países hispanoamericanos. Por eso, algunos países ya han celebrado el bicentenario de la independencia; en Perú estamos celebrando la declaración de la independencia.  Después de la Declaración de independencia de Perú, el 28 de julio de 1821, y después de la batalla de Ayacucho 9 de diciembre de 1824, los indígenas siguieron tributando y participando en el trabajo obligatorio como en los años de la colonia; los negros también continuaron en la esclavitud. 

Después de la independencia. En Áncash.

La independencia no significó la participación de todos en el control del poder. El gobierno del general Miguel Iglesias Pino (1883 – 1886) aumentó el tributo a los indígenas en1885. En Huaraz, capital de Áncash, el prefecto Francisco Noriega impuso la carga tributaria de dos soles. El 1° marzo de 1885, el curaca Pedro Pablo Atusparia presentó un memorial firmado con una X porque él era iletrado pidiendo la anulación de la disposición que afectaba a los indígenas. “Su prisión y el cortado forzado de sus cabellos, castigos también aplicados a los alcaldes de Huaraz y a los indios de la localidad de Caraz, generó tal animosidad que culminó en una refriega en los primeros días de marzo. Repelido los asaltantes el día 2, regresaron el siguiente día y miles de campesinos aplastaron a los soldados y policías, saqueando la ciudad y haciendo huir a las autoridades y personas afines al general Iglesias” (Millones, 2008, p. 152). A él se le atribuye el enunciado: “No quiero crímenes. Quiero justicia”. La rebelión se extendió por el Callejón de Huaylas y por la Cordillera Negra; precisamente de allí surgió el líder Pedro Celestino Cochachín más conocido como Uchku Pedro por ser minero y picado de viruelas (uchku: hueco, socavón). El ejército peruano, enviado por el general Iglesias, aplastó a los rebeldes y ejecutó a los cabecillas (29 septiembre 1885). A él se le atribuye: “El dios de los blancos no es mi Dios”. Todos los reclamos y revueltas de los indígenas fueron callados con sangre y muerte. Aquellos hechos quedan en la memoria histórica del pueblo ancashino; los cerros y las plantas también son testigos.

“La llamada “independencia nacional” significó el acceso de la población criolla —los “españoles americanos”— a la conducción del Estado, mas no implicó la inclusión política y económica de la mayoritaria población quechua y mestiza” (Lerner Febres, Salomón: “Identidad nacional y proyecto común”. Diario La República, 29 de julio de 2012, p. 20).

En este año del Bicentenario de la Independencia, aún no asumimos la peruanidad polícroma y multicultural. El eurocentrismo sigue latente en muchos aspectos. Los nombres de personas son muestras: cuanto más extraños, más desindigenizados. Cuando hablamos de los países de Asia seguimos diciendo países orientales, concepción europea, porque así es para Europa, pero no para los americanos. Si miramos desde América, Asia es nuestro occidente, la otra orilla del Océano Pacífico. 

III. Conclusiones

1. Al calificar a otros obremos sin fijarnos mucho en la pigmentación. El color de la piel, pelo y retina depende de la cantidad de melanina (mayor cantidad, oscurece; menor cantidad, aclara). Pensemos que hay gente de tez clara, pero de conciencia oscura; viceversa, hay gente de tez oscura, pero de conciencia clara. Y el cutis blanco no significa más higiene. Más allá de la piel, somos una sola humanidad.

2. Si no asumimos la indigenidad, según la etimología de la palabra, seguiremos aceptando y fomentando el criterio de los contrastes: no europeo o indígena / europeo; pagano o indígena / cristiano.

El mundo quechua, fuera de los contrastes, también se rige con el criterio de la complementariedad como en estos ejemplos: alli (bueno) – mana alli (no bueno); chaniyuq (caro) – mana chaniyuq (barato); shumaq (bello) – mana shumaq (no bello).

3. Los usos metalingüísticos de la palabra “indígena” indigestan la comunicación y el trato interpersonal. Se usa esta palabra sin entender bien el significado. “Ojo, pues con el sentido de las palabras: en rigor, indigenistas hay unos pocos, pero […] indígenas somos todos” (Valembois, 2011, p. 19). El mismo autor enfatiza: “[…] todos somos indígenas en alguna parte y de alguna parte. Lo que pasa es el mismo término, transformado en estigma, lo mata a uno y ha matado tanto como esos revólveres Winchester que diezmaron a los “indios” (otra palabreja de esas) en Estados Unidos en el siglo XIX” (ibidem, p. 88). La ecología mental, innegablemente, es necesaria para limpiar bien el universo lexical que se usa. Llapantsik patsan runa kantsik (Todos, sin excepción, somos indígenas).

4. El indigenismo debe consistir en asumir nuestra existencia en un espacio, tiempo y contexto sociocultural. Esta actitud nos ayudará a profundizar nuestras raíces —digo en plural: raíces— y a sentirnos hermanos terrígenas. El indigenismo no tiene por qué ser antiblanco, antinegro, antiamarillo porque todos somos indígenas, sin excepción.

5. En el Bicentenario de la Independencia del Perú conviene considerar la realidad pluriétnica y pluricultural de nuestro país. La fusión americana, europea, africana y asiática está consumada. Los ríos ya se encontraron, ahora marchan mezclados en un mismo cauce hacia una meta común.

6. Enfrentemos el futuro con amor y solidaridad por tener el futuro común; no con el resentimiento ni con los complejos de superioridad y de inferioridad.

* Instituto de Estudios de Asia y América, Universidad Dankook, Corea del Sur.

 

Bibliografía

Acosta, José de

    1952 “De procuranda indorum salute”. Madrid, Ediciones España Misionera.

Cabello Balboa, Miguel

    1951 “Miscelánea antártica”. Lima, Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Carranza Romero, Francisco

    1993 “Resultados lingüísticos del contacto quechua y español”. Trujillo, Perú, 

     Concytec.

    2000 “Madre Tierra, Padre Sol”. Trujillo, Perú, Edit. Computer Age.

    2003 “Diccionario del quechua ancashino – castellano”. Frankfurt, Iberoamerica-   

      Vervuert.

    2006 “El mundo da vueltas”. Trujillo, Perú, Edit. Papel de Viento.

Gómez de Silva, Guido

    1988 “Breve diccionario etimológico de la lengua española”. México, FCE.

López de Gómara, Francisco

    1979 “Historia General de las Indias”. Caracas, Biblioteca Ayacucho.

Millones, Luis

    2008 “Perú indígena”. Lima, Fondo Editorial del Congreso del Perú.

Senen Codina, Luis

    1973 “Felipillo”. Lima, Edit. Minerva.

Valembois, Víctor

    2011 “Indígenas todos”. San José, Costa Rica, Editorial Promesa.

Vargas Llosa, Álvaro

    2003 “La mestiza de Pizarro”. Buenos Aires, Alfaguara.

Vargas Llosa, Mario

    1996 “La utopía arcaica”. México, FCE.

©2021-saeeg®