LA HONORABILIDAD

F. Javier Blasco*

Palabra que todos hemos oído y empleado muchas veces aunque pienso que, en realidad y a tenor de los hechos, muchos no saben realmente cuál es su verdadero o completo alcance y significado. Por otro lado, la misma palabra en si misma, quizá por su raigambre, imprime un determinado carácter e incluso puede llegar a impresionar.

Término que significa según el diccionario de la RAE “cualidad de la persona honorable”. Definición escueta que realmente no aporta mucha claridad a los que tengan interés en conocer su auténtico valor. Así, por ello, debemos recurrir de nuevo al mencionado diccionario para buscar el significado de honorable; término, que en lo referente a la persona dice que “se atribuye o concede a todo aquel que es honrado y por lo tanto, merece el respeto o la estima de los demás”. Cuestión esta última de suma importancia e interés dado que empareja el respeto a las personas con la honorabilidad y por tanto es fácilmente deducible que una de las principales causas de la destrucción y la falta de respeto y estima entre los seres humanos proviene, precisamente, de la ausencia o escasez de la honorabilidad en algunos de ellos.

Además, para evitar cualquier mala o libre interpretación en cualquier otro sentido que se aleje de la realidad y a fin de completar el análisis del término en estudio, creo que deberíamos analizar lo que el reiteradamente mencionado diccionario define por honrado que viene a ser algo cómo “el que actúa rectamente, cumpliendo su deber y de acuerdo con la moral, especialmente en lo referente al respeto por la propiedad ajena, la transparencia en los negocios, etc.”

Una vez cerrado el círculo de la definición y el acotamiento del significado y alcance de los términos y matices relacionados con la honorabilidad, es fácil entender que para actuar en concordancia, es imprescindible ser honorable; lo que forzosamente implica ser honrado, cumplidor del deber, actuar bajo los preceptos de una moral recta y perfectamente entendida y ser especialmente respetuoso con el resto en lo referente a factores transcendentales de la vida personal, moral y social o de relación.

Es precisamente debido a las férreas exigencias que exige la honorabilidad por lo que no suele ser muy sencillo encontrar un gran número de personas honorables en la sociedad; aunque pensándolo bien, y en función de la características desgranadas en los párrafos anteriores, proporcionalmente hablando, deberían ser muchas más las halladas entre aquellos que dicen y pregonan constantemente que consagran su vida y trabajo al servicio de los demás, los políticos.

Una vez más, la realidad nos obliga a poner los pies en la tierra y a darnos cuenta de quienes somos, donde estamos, hacia donde nos dirigimos y de quién y cómo nos conducen los pasos en la vida política, laboral y social. Al hacernos tales preguntas, muchos somos los que pensamos que el mundo está hecho al revés, y no es cierto. Somos nosotros los que nos empeñamos en cambiarlo a nuestro gusto o conveniencia para obtener benéficos personales, de partido, gremio o familia sin importarnos un rábano lo que ello pueda implicar.

Una vez metidos en harina, trazado un malévolo plan y conseguidos los apoyos necesarios para poder cumplir el objetivo que se busca, a los poco o nada honorables no les importa en absoluto cambiar o derogar el ideario inicial y olvidar todas aquellas promesas mantenidas y sobadas en las campañas; promesas, que les llevaron a ocupar un puesto para el que, si lo miramos bien, no fueron elegidos por su forma final de actuar.

Somos muchos los que constantemente denunciamos actitudes cercanas a verdaderos déspotas y dictadores cuando nos referimos a ciertos mandatarios que, como si fueran verdaderos y consumados sátrapas, dirigen nuestros designios. Nos escudamos en reprochar sus malas praxis cuando ejercen de forma abusiva el poder económico, político o social y su mala catadura moral. Pero realmente, son muchos, demasiados quizás, los ciudadanos que aceptan sin rechistar todo aquello y mucho más, e incluso llegan a forzar que se les manosee, engañe y maneje al antojo de aquellos perversos y malnacidos que tratan, en nuestras propias narices, en ponerlo todo patas arriba, mandarlo al traste a base de actuaciones retorcidas o perversas, aprovechando atajos o en plena nocturnidad.

El típico tópico de que los tiempos anteriores fueron mejores y que en ninguna parte del mundo ya no se encuentran políticos o dirigentes de la talla de aquellos otrora acertados personajes; no es que sea un tópico, es una auténtica realidad. Pero a muchos se nos olvida que los que ejercen el poder sobre nosotros y manejan nuestras vidas provienen de nuestras propias filas sociales, son o han sido compañeros de estudios, ideas, aficiones e incluso han pertenecido o pertenecen a nuestros círculos más íntimos de amistades o de entidad familiar; personas que actúan y piensan o lo hicieron en un tiempo no muy lejano como nosotros mismos hacíamos. En definitiva, forman parte de nuestro entorno y estatus social.

Voluntaria o involuntariamente, les hemos dejado crecer y aumentar su deriva; mirando para otro lado, riéndoles lo que considerábamos una simple gracia, una falta de experiencia o una pequeña perversidad. También, les apoyamos en su momento a pesar de que no pensábamos igual ya que firmemente creíamos que el agua que manaba de sus ideas no llegaría a formar río jamás. Los que, con el paso del tiempo y una vez la tela de araña está montada, seguimos apoyando sus atropellos porque ahora somos y estamos presos de sus prebendas bien tejidas y enmarañadas; caímos en ellas por simpatía o por un pequeño sueldo, ayuda o beneficio que impide que veamos su perversidad con toda su dureza y claridad.

Hoy en día, increíblemente y a pesar de todo lo grave recientemente pasado y aún inacabado a nivel local, nacional y mundial, según los recientes inapelables resultados, parece que es muy fácil dejarse convencer, engañar y arrastrar a aplaudir lo que hace tan solo unos meses era imposible ni siquiera imaginar y mucho menos, mencionar.

Se nos ha prometido de todo, se nos convenció de su sometimiento y acatamiento a una serie de principios de los que nunca se iban ni podían apear; hoy todos ellos han quedado aparcados, relegados a la nostalgia o al más duro y cruel olvido o menosprecio cómo si de algo obsoleto e incluso hasta inhumano o ilegal se tratara y se nos insiste machaconamente que tenemos la obligación de abjurar de nuestros principios, perdonar a los penados por intentar golpes de Estado, a los terroristas, a los que quieren romper España en mil trozos y agradecer a nuestros dirigentes haber tenido la suficiente clarividencia y voluntad para descubrir y marcarnos el camino que nos lleva a la concordia, el perdón y la prosperidad.

Algunos aparentan resistirse a tanto cambio, no aceptan las absurdas y desmedidas pretensiones de estos que solo buscan modificar las leyes y los usos y costumbres sin justificarlo; y además, porque sin inmutarse un pelo, lo hacen por el camino más corto, forzado e incluso alegal cuando es necesario; empleando todo tipo de subterfugios, añagazas, engaños o medidas en desuso amparadas en antiguas y obsoletas leyes que llevan aparcadas en la legislación desde tiempos que no tienen nada que ver con la realidad actual.

Pero, a pesar de la existencia de los muy descontentos, de que el problema es francamente peligroso y real y a sabiendas de que, cuantitativamente, son más los que no aceptan una solución tan fuera de natura y puramente inquisitorial; todos estos descontentos, son incapaces de aunar esfuerzos y marchar juntos en un solo partido o coalición que pueda oponerse de verdad a la mayor perversidad y corruptela que se ha vivido en España tras la segunda república y la guerra civil de 1936.

Algunos de estos partidos ajenos a tanto brusco cambio y vuelta a situaciones que son mucho mejor olvidar, han jugado un papel incierto, voluble, en constante equilibrio inestable y en busca de una oportunidad; su propia vanidad y al ponerse tantas veces de perfil cuando debían haber mantenido una postura firme de verdad, les han llevado a diluirse cual azucarillos en un té caliente para ser absorbidos por los extremos más cercanos y pasar a desaparecer o a ser algo anecdótico o residual.

En estos tiempos y no sólo en España, aunque aquí tenemos nuestra propia gran cruz de piedra, madera y metal; son muchos los ejemplos en los que se ven con toda naturalidad alianzas anti natura entre partidos y tendencias políticas por el mero hecho de mantener la poltrona unos meses o años más; no importa aliarse con los partidos que pretenden disolver el Estado o que le atacan por todos sus costados, ni pagar duros y villanos peajes, que nadie en la vida hubiera sido capaz de imaginar, por derrocar al contrario y ocupar su puesto con chulería e indignidad.

Se miente y engaña asiduamente y con toda facilidad; a todo se le da la vuelta; lo que ayer era blanco puro, hoy es negro azabache y no pasa nada por decirlo sin cambiar la cara, con cinismo y argumentos tan falaces e infantiles que hacen reír a quien de verdad pretende analizar el cambio de postura y conocer la verdad.

Se le otorga siempre a una ajena y diversa paternidad a las malas rachas, a las decisiones erróneas o la adversidad; aparecen inventados “comités de expertos” como los culpables de lo que va mal; pero cuando las noticias son buenas o esperanzadoras, el gobierno corre a las pantallas y entrevistas para protagonizarlas, aunque en éstas como en las otras, su grado de intervención y responsabilidad sea más o menos igual.

Se sustituyen ministros aunque las cosas vayan mal y no sea ese el momento más oportuno para cambiar, se intenta derrocar gobiernos subordinados con mentiras y nocturnidad, se abandona el gobierno y la política prometida cuando hace tan solo un año era imprescindible su presencia en primera fila porque sin él y sus ideas nada se podía hacer para salvar a España y a los pobres que ahora, tras su marcha, son muchos más.

Fuera de casa, los Organismos Internacionales como la ONU, la OTAN, el FMI y la misma UE entre otros, se han convertido en una especie de mercados persas donde los intereses de ciertos países, los tráficos de influencias y la necesidad de supervivencia prohíben cualquier tipo de medidas correctoras sobre países gobernados por auténticos sátrapas, personajes novelescos y tiranos que engañan, persiguen y matan a propios y a los demás.

Se prometen medidas correctoras tales como la aplicación de la justicia universal, el control de los violadores de la paz, el destierro del comunismo y los abusos sociales y ambientales; todo ello disfrazado de buenísmo, feminismo e igualdad barata; pero la realidad, es que todo es humo y palabrería despreciable sin par.

No es que no haya políticos y hombres plenos de liderazgo nacional e internacional, capaces de mover a las masas sin necesidad de engañarles con prebendas o la promesa de que pronto el maná llegará. Hoy en día, al ser casi todos falsos y llenos de podredumbre personal, los dirigentes suelen ser bastante efímeros y por ello, aquellos grandes “lideres” que movían montañas y levantaban masas, pasan a otra cosa con toda facilidad; abandonan la política sin importarles todo lo dicho, prometido y dejado atrás y mediante las llamadas puertas giratorias se colocan sin preparación alguna en la gran empresa, a ser posible estatal, a vivir opíparamente de los demás.

Es triste decirlo y mucho más reconocerlo, en este mundo cambiante y francamente despiadado todo o casi todo ha perdido su valor; los pilares que sustentaban las grandes políticas, las alianzas, la economía y hasta la religión se han resquebrajado poco a poco debido a una degradación individual y colectiva del grado y nivel de educación, la formación moral y el respeto a los demás. Ya poco queda a los que nos podamos agarrar y es precisamente en este pestilente y enfermizo ambiente en el que los pobres de espíritu, los amorales y los que desconocen el valor de la honorabilidad se hacen más fuertes, aparecen, crecen y se multiplican como setas en un humeral.

Son capaces de todo, despiadados y malévolos hasta la saciedad; no paran ante nada y justifican sus posturas y acciones perversas con una sonrisa, demostrando con ello que no les importa nada ni traicioneros personajes de los que por desgracia, en España conocemos y tenemos mucho más ejemplos que los demás.

Hoy mismo, sin ir más lejos, todo un elaborado y maléfico plan se acelera con una vergonzosa intervención teatral en Barcelona para justificar lo injustificable, actuación a la que ni siquiera el gremio de los implicados acudirá; con una ignominiosa campaña contra el propio el Estado en Europa y con los ataques para desproteger el Constitucional. Lo malo de esto, es que aún no es el final; quedan todavía muchas sucias acciones con graves consecuencias que ya veremos cómo acabarán.

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.

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LOS PELIGROS DE LA DEFORESTACIÓN PARA NUESTRO PLANETA

Giancarlo Elia Valori*

Imagen de Picography en Pixabay

Los bosques son una parte importante del ecosistema mundial. Debido a factores como la expansión demográfica y agrícola, la deforestación y el comercio ilegal de madera, la protección forestal actual se enfrenta a una situación grave.

Muchos países y organizaciones internacionales participan activamente en diversos proyectos, debaten y resumen experiencias, refuerzan la cooperación y promueven conjuntamente la protección de los bosques.

El lema del día internacional de los bosques 2021, recientemente celebrado, promovido por las Naciones Unidas, ha sido “Restauración forestal: un camino hacia la recuperación y el bienestar”. El secretario general portugués de la ONU, Antonio Guterres, ha dicho que los bosques son vitales para el bienestar humano y la salud del planeta, pero el ritmo actual de su desaparición es escandaloso. Por ello, ha instado a los gobiernos, organizaciones e individuos a tomar medidas urgentes para restaurar y conservar los bosques con el fin de sembrar las semillas para un futuro sostenible.

En la actualidad, el statu quo de la protección mundial de los bosques no da motivos para el optimismo. La pérdida anual de bosques mundiales asciende a diez millones de hectáreas, el tamaño de la superficie terrestre de Islandia. En su última Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales, la FAO ha señalado que un total de 420 millones de hectáreas de bosques del mundo han sido destruidos desde 1990.

Las formas de destrucción incluyen la deforestación, la destrucción de tierras forestales para la agricultura o el desarrollo de infraestructuras, etc. Los datos muestran que la población y la expansión agrícola siguen siendo las principales razones de la deforestación, la degradación de los bosques y la pérdida de biodiversidad forestal. Según el informe, el 40% de los bosques tropicales fueron talados entre 2000 y 2010 debido al desarrollo agrícola a gran escala y el 33% debido a la agricultura local de subsistencia.

El contrabando de madera es también una de las principales causas de la degradación de los bosques: en algunos países, la destrucción del 90 % de los bosques tropicales está relacionada con esta actividad ilegal. En los últimos años, el clima extremadamente seco causado por el cambio climático ha originado incendios forestales en el mundo y disparó numerosos desastres indirectos.

En octubre de 2021, el Centro Común de Investigación de la UE informó de que 2019 fue el peor año para los incendios forestales en el mundo: solo en Europa, más de 400.000 hectáreas de bosques fueron destruidas y el área de reservas naturales afectadas por los incendios también alcanzó un nuevo máximo.

La supervivencia de los bosques está estrechamente relacionada con la sostenibilidad de la ecología en la Tierra. Se estima que las emisiones de carbono causadas por la reducción forestal representan entre el 12% y el 15% de las emisiones mundiales. Como subrayan el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la FAO en su informe mencionado, “la tasa de deforestación y degradación de los bosques sigue siendo alarmantemente alta. Esta es una de las principales razones de la continua pérdida de biodiversidad”.

El informe afirma que, con el fin de revertir la grave situación de deforestación y pérdida de biodiversidad, los países deben hacer cambios en la producción y el consumo de alimentos, así como proteger y gestionar los bosques y los árboles como parte de la construcción de ecosistemas paisajísticos integrados, a fin de reparar el daño ya producido.

Algunos países y regiones, en particular los que tienen abundantes recursos forestales (como el Brasil), están adoptando medidas activas para fortalecer la protección de los bosques y el desarrollo sostenible y lograr una transformación económica ecológica.

La Amazonía es una de las “tarjetas de visita” de Brasil. Su selva tropical tiene una superficie total de unos 5,5 millones de kilómetros cuadrados, más del 60% de los cuales se encuentra en Brasil, y el resto en Bolivia, Colombia, Ecuador, Guayana Francesa, Guyana (antes Británica), Perú, Surinam (antes Guayana Holandesa) y Venezuela. La selva amazónica es la selva tropical más grande y rica en especies del mundo, representando el 20% de la superficie forestal del mundo. Se la llama pulmón de la Tierra y corazón verde.

El oxígeno producido por la fotosíntesis representa un tercio del oxígeno global. El dióxido de carbono absorbido cada año representa una cuarta parte de su absorción total del suelo. Por lo tanto, la cuenca del Amazonas tiene un impacto significativo en el clima global y el medio ambiente ecológico.

Con miras a proteger la selva tropical, el gobierno brasileño ha adoptado una fuerte legislación de protección ambiental para aumentar las sanciones por deforestación. El gobierno implementa una política nacional conjunta y centralizada de manejo de bosques tropicales y derechos de tala y desarrolla la tala sostenible. Todas las operaciones de tala en áreas de selva tropical deben ser autorizadas por el Departamento de Protección Ambiental.

La información sobre la tala de árboles, incluidas las especies de árboles, la altura, el centro de recogida, etc., se introducirá en el sistema de gestión para la trazabilidad futura. Además, el Brasil también ha reforzado la vigilancia de las actividades de tala en pequeña escala con la ayuda de imágenes de satélite de alta definición, mejorando así en gran medida la eficiencia de la protección de los bosques tropicales. El gobierno peruano, a su vez, está cooperando con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el sector privado y las comunidades agrícolas para tomar medidas para reducir la deforestación, apoyar la selva tropical sostenible, y mejorar las condiciones de vida de los pobladores de los bosques tropicales.

Se han establecido actualmente más de cien áreas protegidas privadas en todo el Perú para promover el desarrollo de la agricultura sostenible, al tiempo que se apoya la biodiversidad de la selva tropical.

El gobierno de Benín ha actualizado recientemente sus políticas y reglamentos forestales, y está mejorando el sistema de impuestos forestales y desarrollando vigorosamente los recursos forestales. Benín ha invertido para lograr un aumento anual de 15.000 hectáreas de bosques plantados y ha aumentado su producción de madera a 250.000 metros cúbicos por año, proporcionando así oportunidades de empleo y aumentando sus ingresos públicos.

En Tanzania, el gobierno ha cooperado con las organizaciones internacionales pertinentes no sólo para formular planes para proteger los bosques del país y ampliar el tamaño de las reservas forestales, sino también para desarrollar proyectos de ecoturismo y proporcionar oportunidades de empleo a las comunidades alrededor de las reservas naturales.

La Unión Europea ha publicado una serie de documentos políticos en los últimos años, integrando estrechamente la protección de los bosques con las políticas de protección del cambio climático y de la biodiversidad. En 2003, la UE formuló un plan de acción especial para combatir la tala y el comercio ilegales. En diciembre de 2019, anunció un plan de acción para promover la protección y restauración mundiales de los bosques, y propuso directrices prioritarias para su protección, incluidas nuevas medidas reglamentarias, una mayor cooperación internacional y el apoyo a la innovación y la investigación.

A principios de 2020, la UE estableció un sistema conjunto y centralizado de información forestal y tiene previsto llevar a cabo futuros proyectos de seguimiento de la naturaleza y la biodiversidad, los bosques y el cambio climático, la salud de los bosques y la economía ecológica.

Gracias a una reducción sustancial de la deforestación, a la forestación en gran escala y al crecimiento natural de las tierras forestales en algunos países, la tasa de pérdida de bosques se ha ralentizado considerablemente. En comparación con los dieciséis millones de hectáreas de bosque de 1990 a 2000, la reducción de la superficie del bosque mundial de 2015 a 2020 ha disminuido, pero todavía hay mucho margen de mejora.

Con miras a fortalecer la protección ecológica, este año la FAO y el PNUMA han puesto en marcha el Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas. El fortalecimiento de la cooperación mundial y la restauración de los bosques degradados y dañados y otros recursos ecológicos se han convertido en uno de los principales objetivos de las relaciones internacionales.

La FAO declaró que el objetivo de las Metas multilaterales de Aichi para la Diversidad Biológica del Tratado (el Convenio sobre la Diversidad Biológica, que entró en vigor el 29 de diciembre de 1993) era proteger al menos el 17% de la superficie terrestre del mundo a través del sistema de reservas forestales. Ese objetivo se logró en 2020, pero todas las partes deben hacer más esfuerzos para garantizar esta protección.

La comunidad internacional también está estudiando activamente proyectos de cooperación para promover la ordenación mundial de los recursos forestales entre los países. La FAO, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, el PNUMA y otros organismos internacionales han colaborado en la elaboración del Proyecto de zona de protección integrada de la Amazonía, en el que participan nueve países y regiones.

El proyecto promueve la supervisión efectiva y coordinada de la reserva amazónica, y ayuda a reducir el impacto del cambio climático en esa zona ecológica y mejorar la resiliencia de los residentes al cambio ambiental.

El Organismo de Desarrollo de la Unión Africana (Auda-Nepad), el Instituto de Recursos Mundiales, el Banco Mundial y otras instituciones han puesto en marcha conjuntamente el Plan de Restauración del Paisaje Forestal Africano, cuyo objetivo es restaurar 100 millones de hectáreas de bosques en África para fines de 2030 con el fin de mejorar la seguridad alimentaria, mejorar la adaptabilidad de los países al cambio climático y erradicar la pobreza rural. Más de 20 gobiernos africanos, así como socios técnicos y financieros, están participando en el plan.

La lección que debemos aprender es que debemos dejar de comportarnos como los gobiernos brasileños de hace años. Debido a su falta de conciencia ambiental, desde la década de 1970 los gobiernos brasileños han estado destruyendo bosques y recuperando tierras baldía en la región amazónica, construyendo redes de carreteras y desarrollando vigorosamente la agricultura y las actividades de cría.

La deforestación ilegal y los incendios forestales, así como la construcción de represas y la construcción de minas, han causado daños sin precedentes a los bosques amazónicos y las áreas protegidas.

Todavía queda un largo camino por recorrer antes de que los bosques y los seres humanos puedan coexistir de manera más armoniosa.

 

* Copresidente del Consejo Asesor Honoris Causa. El Profesor Giancarlo Elia Valori es un eminente economista y empresario italiano. Posee prestigiosas distinciones académicas y órdenes nacionales. Ha dado conferencias sobre asuntos internacionales y economía en las principales universidades del mundo, como la Universidad de Pekín, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Yeshiva de Nueva York. Actualmente preside el «International World Group», es también presidente honorario de Huawei Italia, asesor económico del gigante chino HNA Group y miembro de la Junta de Ayan-Holding. En 1992 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor de la República Francesa, con esta motivación: “Un hombre que puede ver a través de las fronteras para entender el mundo” y en 2002 recibió el título de “Honorable” de la Academia de Ciencias del Instituto de Francia.

 

Artículo traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor. Prohibida su reproducción. 

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LOS 200 AÑOS DE MITRE Y SU RELACIÓN CON BOLIVIA

Agustín Saavedra Weise*

Bartolomé Mitre Martínez fue estadista, soldado, escritor y presidente de la República Argentina (1862-1868). Nació el 26 de junio de 1821 en Buenos Aires y falleció en esa misma ciudad el 19 de enero de 1906, a los 85 años de edad. Perteneció a la generación que hizo que la Nación del Plata a principios del siglo XX figure entre los 10 países más ricos del mundo, algo que lamentablemente no pudo mantenerse en el tiempo por diversas razones ajenas a esta modesta nota conmemorativa.

Entre otras múltiples obras de su vitalidad intelectual, el 4 de enero de 1870 Mitre fundó el diario La Nación, hasta nuestros días un medio importante a nivel mundial. Al estar por cumplirse 200 años de su nacimiento —en base a notas que hace años escribí al respecto y otras fuentes— creí importante hacer una breve síntesis del paso por Bolivia de Mitre y comentar su profecía con respecto al futuro de nuestro país.

Con tan solo 25 años de edad, Mitre se ve obligado a exiliarse por diferencias con Juan Manuel de Rosas y llega a La Paz en 1847. Ahí encuentra refugio en la casa del presidente José de Ballivián, conductor de la célebre batalla de Ingavi (1841). En esa época el joven Bartolomé escribe su primera novela y redactó artículos para periódicos. Por otro lado, Ballivián le pidió que colabore en la organización del flamante Colegio Militar de Bolivia; el talentoso argentino desarrolló las primeras bases de esa institución; su eficaz obra es reconocida hasta nuestros días. Por otro lado, eran comunes los levantamientos y Ballivián tuvo que sofocar muchos. A su lado estuvo Mitre, participando con el mandatario en acciones contra diversos revoltosos. Si bien con esa actitud se granjeó la confianza del mandatario, Mitre a su vez generó enconos entre los opositores, particularmente en Manuel Isidoro Belzu, quien tan pronto asumió el poder ordenó su expulsión. Mitre obligadamente partió hacia el Perú con una escolta de seguridad que lo dejó en la frontera. El altiplano —con su mezcla de grandiosidad y de tristeza— siempre lo tuvo impresionado y por allí tuvo que marchar una vez más en su forzada salida de Bolivia. Mitre pudo admirar en su andar las ruinas de Tiahuanaco y posteriormente escribió lúcidos comentarios sobre ellas. Así era Mitre: observador y estudioso hasta en los momentos más dramáticos.

Del Perú pasó luego a Chile y de allí —una vez derrocado el dictador Rosas— retornó a su patria para encontrarse con su glorioso destino. Durante su fecunda vida Mitre fue observador, testigo y actor de hechos que poco a poco transformaron a los países de América en estados nacionales, teniendo en su propia Argentina pujante el mejor sendero por el cual transitó con sus acciones y creaciones.

Pensando siempre en Bolivia, Mitre expresó: “Para matar la pasión política del pueblo boliviano que en la práctica se reduce a perseguir un puesto del Estado, conviene crear riqueza pública y privada, fomentar la inmigración y el incremento de las industrias e independizarse económicamente para así dejar a un lado la política y no preocuparse del bien público sino cuando los que lo administran amenazan con sus imprudencias e ignorancias el bien privado”. Esta magistral cita es válida todavía hoy en 2021.

El paso de Mitre por Bolivia se entronca en ese siglo XIX con el paso previo de otros ilustres argentinos como Warnes y Arenales, que dejaron en nuestro país los cimientos de una fraterna relación bilateral vigente hasta nuestros días. La permanencia de Mitre en Bolivia, aunque breve, fue un hito vital en su formación personal y en lo que sería luego su venturoso devenir.

Antes de la pérdida del litoral marítimo (1879) Mitre emitió una sorprendente profecía: “El porvenir de Bolivia no está al Occidente sino en la parte dónde nace el sol”. La realidad de este tercer milenio prueba eso con creces ante el fenomenal desarrollo del departamento de Santa Cruz, con su positiva asimilación de gente del altiplano y valles que vino al oriente boliviano en busca de una mejor vida, coadyuvando así en la integración nacional de un país diverso. En verdad, Bartolomé Mitre dejó entre nosotros un perdurable recuerdo.

 

*Ex canciller, economista y politólogo. Miembro del CEID y de la SAEEG. www.agustinsaavedraweise.com

 

Nota original publicada en El Deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://eldeber.com.bo/opinion/los-200-anos-de-mitre-y-su-relacion-con-bolivia_236002