NACIMIENTOS

Iris Speroni*

En Argentina hace cinco años que nacen menos y menos niños.

Cuando se trató la ley de terminación del embarazo en el Congreso, durante 2018 y 2020, se revolearon muchos números pero no se habló de nacimientos (ni de muchas otras cosas, como la cantidad de mujeres que mueren dando a luz o los niños y adolescentes que se suicidan). Mi postura sobre el aborto ya la planteé aquí por lo que no voy a aburrir otra vez con lo mismo.

Quiero hablar de cuántos niños sí nacen.

Existen algunas cifras y otras son más difíciles de recabar. Vamos a ver qué conclusiones obtenemos con las disponibles.

La tasa de natalidad indica la cantidad de niños nacidos vivos sobre el total de la población. En el cuadro a continuación la tasa indica la cantidad de nacimientos cada diez mil habitantes. Es un índice que hay que tomarlo con prevenciones, toda vez que el gobierno sabe (casi con precisión) cuántos niños nacen. No sucede lo mismo con la cantidad de habitantes, que constituye el denominador del índice. Este número se releva en el censo, cada 10 años. El resto del tiempo es estimado. Creo que el número de población argentina proyectado por el INDEC está sobreestimado (dice que es más que lo que realmente es), diferencia que dilucidaremos el año próximo cuando tengamos los primeros números del CENSO 2022.

Aún con las prevenciones del caso se comprueba que la tasa de natalidad viene cayendo sostenidamente, desde 20 nacimientos cada diez mil habitantes hace un cuarto de siglo a un estimado de 17 para los últimos años, esto es una caída del 15%.

Veamos cuántos niños nacen según el INDEC y el Ministerio de Salud.

Fuente: INDEC y Ministerio de Salud de la Nación.

Como se verá hubo una caída de nacimientos del 2000 al 2001, probablemente debida a la crisis. Luego con el gobierno de Néstor Kirchner los números temporariamente mejoraron. Sin embargo, tomaron fuerza sólo con el gobierno de Cristina Fernández hasta el 2014. A partir de entonces no paran de caer, desde 777 mil en el 2014 a 625 mil en el 2019. Es un retroceso de 20% en sólo 5 años. Una enormidad.

Tampoco es cierto que cuánto más desarrollado un país, más cae la tasa de natalidad. Por el contrario, durante todo el siglo XXI Argentina fue víctima de un plan de desindustrialización y traslado de la actividad económica a Brasil. Esto es, se des-desarrolló, y no se verifica un aumento de la tasa de natalidad.

Otro mito es que el plan AUH (Asignación Universal por Hijo) provoca el aumento de nacimientos. El mito consiste en que las familias deciden tener un niño para cobrar un subsidio estatal. Tampoco se comprueba en los números. El programa fue implementado al final de la administración de Cristina Fernández y mantenido durante el gobierno de Macri y el actual, sin que hubiera más nacimientos, sino por el contrario, menos.

En el mejor de los casos podemos aventurar que sin la implementación de la AUH, los nacimientos serían inferiores a los actuales.

Otro tema que cada tanto emerge es el del embarazo infantil o juvenil. De hecho Macri quiso justificar su proyecto de ley de aborto sosteniendo que éste evitaría los embarazos adolescentes, y nacerían 115.000 menos por año. Dos errores: 1) el aborto no impide el embarazo juvenil, las adolescentes se embarazan igual, sólo que el niño no nace, o no nace vivo; 2) no son 115.000. ¿Cuántos son?

Del 2014 al 2019 nacieron 11.784 niños cuya madre era menor de 15 años. Con un máximo de 2.918 madres púberes que dieron a luz en el 2016 y un mínimo de 1.938 en el 2019. En promedio un 0,3% del total (3 de cada mil niños nacen de madre púber). Respecto a las niñas madres, los números notoriamente por encima del promedio se dan en Formosa, Chaco, Misiones, Corrientes. En la otra punta, con números tres veces menores al promedio se encuentran Tierra del Fuego, Capital y ¡Oh, sorpresa! provincia de Buenos Aires (la mitad de la media nacional). Da para revisar algunos mitos sobre el Conurbano.

El segundo rango de edad de la madre que clasifican el INDEC y el Ministerio de Salud es de 15 a 19 años. Ahí los porcentajes bajan de 14% (2014) de los nacimientos a 11% (2019) en una caída sostenida. De acá puede venir el error del ex presidente Macri. En el año 2014 nacieron 108 mil niños de madre menor de 20 años. Se redujo paulatinamente y sin pausa hasta los 70 mil de 2019. Un tema adicional que puede inducir a error. Los cuadros estadísticos son presentados en rangos de 5 años (lo que es lo habitual y está bien; 0-4; 5-9; 10-14; 15-19; etc.). Pero para la ley argentina, a partir de los 18 años un individuo es adulto, desde la modificación establecida durante el gobierno de Cristina Fernández (antes era 21). Para la ley argentina nosotros somos niños desde la concepción hasta que tenemos 17 años y 364 días. Por lo tanto, en estos números (108 mil, 97 mil, 92 mil, 85 mil, 70 mil) hay madres menores (15; 16; 17 años) y adultas jóvenes (18 y 19 años). Si aplicamos ley de tres simple (que creo sobreestima el problema, ya que es más probable que haya más madres de 19 que de 17), entonces los embarazos de madres menores de edad rondarían los 50 mil casos anuales de un universo de 600 mil nacimientos.

 

El 69% de los niños que nacen tienen madres entre 20 y 34 años, lo que es fantástico, y 14% tienen mamás entre 35 y 39 años. La mayoría de los niños nacen con mamás en sus mejores años para garantizar la salud de ambos.

¿Es importante algo de todo esto?

En política hay dos temas importantes: Política Exterior y Demografía. Así lo entendieron Alberdi, Roca y Perón, para dar algunos nombres.

¿Es importante la cantidad de nacimientos?

Sí. Argentina tiene cada vez menos niños. Les muestro la pirámide poblacional que surge del CENSO 2010.

Cada barra horizontal indica la cantidad de personas que existen en rangos de cinco años. La de más abajo incluye todos los habitantes de 0 a 4 años, la segunda de 5 a 9 años, y así. A la izquierda están los hombres y a la derecha las mujeres.

Como apreciarán la banda más ancha es la de adolescentes y adultos jóvenes de 15 a 19 años (recuerden que para la ley argentina los individuos de 18 y 19 son adultos mayores de edad y responsables de sus actos). A partir de ahí, para abajo, las barras se achican. Esto es que nacieron menos niños en los cinco años siguientes y luego menos aún. Corresponde al año 2010. Como vemos, la situación empeora desde el censo 2010 a la fecha.

Cuando la base es menor que el medio de la pirámide, como sucede en el gráfico del CENSO 2010, se dice que tiene forma de urna funeraria. En realidad tiene forma de ánfora, pero urna funeraria tiene un dejo funesto, que es lo que se busca. Nos avisa que cada vez seremos menos. Y eso no es malo; es muy malo.

Dentro de poco tendremos los datos del CENSO 2022. Probablemente veamos una mejora en la segunda barra (los niños nacidos 2010-2015) para luego disminuir.

Esto quiere decir que sobrarán las escuelas existentes y que cada vez necesitaremos menos maternidades, y que cada vez todo será menor, más chiquito, más mezquino.

 

Escuela sin niños, de la película «CHILDREN OF MEN».

No debemos resignarnos a esto.

Por eso, cuando hagamos planes económicos, es necesario ofrecer a nuestros compatriotas un futuro mejor: con casa propia, empleo bien pago, pero sobre todas las cosas, ilusiones. De tal forma que queramos traer más argentinos al mundo, para que disfruten, como dice la constitución, de los “beneficios de la libertad”.

Dentro de pocos días será Navidad, cuando la Cristiandad festeja el aniversario del Nacimiento del Niño Jesús. A todos los creyentes, a todos los hombres de bien, creyentes o no, a todos los argentinos, les deseo lo mejor para ustedes y los suyos. Festejemos la Navidad, porque todo nacimiento es motivo de celebración y con más razón en este caso.

Siempre que llovió paró y como decía el General San Martín, el enemigo se ve más grande si se lo mira de rodillas.

Les deseo una ¡Feliz Navidad! junto a los que aman.

Acá los dejo, con el maestro Breccia y su “Navidad Criolla”.

De yapa: Caravaggio.

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Lecturas relacionadas

El mito fundacional

http://restaurarg.blogspot.com/2018/08/el-mito-fundacional.html

A donde vayan los iremos a buscar

http://restaurarg.blogspot.com/2020/12/a-donde-vayan-los-iremos-buscar.html

Fuentes:

Nacidos vivos 2000

https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/serie5nro44.pdf 

Nacidos vivos 2001

http://deis.msal.gov.ar/wp-content/uploads/2016/01/Serie5Nro45.pdf

Nacidos vivos 2002 

http://deis.msal.gov.ar/wp-content/uploads/2016/01/Serie5Nro46.pdf

Nacidos vivos 2003

http://deis.msal.gov.ar/wp-content/uploads/2016/01/Serie5Nro47.pdf

Nacidos vivos 2004 

http://deis.msal.gov.ar/wp-content/uploads/2015/12/Serie5Nro48.pdf

Nacidos vivos 2005  

http://deis.msal.gov.ar/wp-content/uploads/2016/01/Serie5Nro49.pdf 

Nacidos vivos 2006 

http://deis.msal.gov.ar/wp-content/uploads/2016/01/Serie5Nro50.pdf 

Nacidos vivos 2007  

http://deis.msal.gov.ar/wp-content/uploads/2016/01/Serie5Nro51.pdf 

Nacidos vivos 2008  

http://deis.msal.gov.ar/wp-content/uploads/2016/01/Serie5Nro52.pdf 

Nacidos vivos 2009  

http://deis.msal.gov.ar/wp-content/uploads/2016/01/Serie5Nro53.pdf 

Nacidos vivos 2010  

http://www.deis.msal.gov.ar/wp-content/uploads/2015/12/Serie5Nro54.pdf 

Nacidos vivos 2011  

http://deis.msal.gov.ar/wp-content/uploads/2016/01/Serie5Nro55.pdf 

Nacidos vivos 2012

https://www.msal.gob.ar/images/stories/pdf/indicadores-basicos-2012.pdf 

Tasa natalidad

https://datosmacro.expansion.com/demografia/natalidad/argentina?anio=2010

Edad madres de nacidos vivos 2019

https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/boletinnro163.pdf

 

Artículo original publicado el 18/12/2021 en Restaurar.org, http://restaurarg.blogspot.com/2021/12/nacimientos.html

EVOLUCIÓN DE LA CUESTIÓN DE SRI LANKA

Isabel Stanganelli*

En octubre de 1996 veinticinco mujeres tamiles portando bombas para efectuar ataques suicidas circulaban por Colombo, capital de Sri Lanka. La situación de angustia que generaban era tan evidente, que hasta los occidentales percibíamos que a pesar de trece años de convivencia con el horror, la guerra civil continuaba reservando sorpresas a los sufridos habitantes de la isla. ¿Cómo llegó a esa situación un pueblo que había logrado la independencia sin un solo disparo y en una perfecta armonía comunal y religiosa?

1994 fue año de elecciones en Sri Lanka. Tanto las elecciones generales —agosto—, como las presidenciales —noviembre—, fueron dominadas por una nueva líder, Chandrika Bandaranaike Kumaratunga, del Sri Lanka Freedom Party (SLFP), que obtuvo el 62,2% de los votos, muy próximo al récord mundial de 62,5 obtenido por Nelson Mandela.

En ambas campañas el principal tópico fue la guerra civil establecida en el norte y este del país a partir de los disturbios raciales de 1983. Cuando la presidente Chandrika Bandaranaike Kumaratunga admitió que toda esa región se encontraba virtualmente bajo control de los Tigres para la Liberación de Tamil Eelam (LTTE), generó un silencio desafiante que se intensificó al manifestar que intentaría negociaciones, puesto que cada esfuerzo para encontrar una solución militar había fallado desde entonces. Las negociaciones también habían fallado. En 1987 con el primer ministro de India Rajiv Gandhi como mediador se logró el acuerdo entre su país y Sri Lanka y el envío de las IPKF o Fuerzas Indias para el Mantenimiento de la Paz.

En 1989 el presidente Premadasa inició negociaciones de paz con la LTTE y con India para que retirara sus tropas. No solamente fracasó el plan para lograr la paz, sino que en junio de 1990 —tres meses después del retiro de tropas indias— se inició la mayor escalada de la guerra civil. Entre 1990-1994 las bajas totales habrían llegado a 30.000. De ahí la intención de la presidente de Sri Lanka de retomar nuevamente las negociaciones de paz.

Los hechos

En el proceso de independencia que hasta 1948 unió al país —entonces denominado Ceylán— con Pakistán e India, Sri Lanka se destacó por haber logrado la secesión e emancipación sin un solo disparo, con solamente algún ocasional activista en prisión y en una perfecta armonía comunal y religiosa.

El censo de 1946 indicaba que la población singalesa convivía con 11% de población tamil de Sri Lanka, con 11% de tamiles indios y con otras minorías[1]. En cuanto a la composición religiosa, 64,5% de los habitantes eran singaleses-budistas ante 20% de tamiles-hindúes. Los principales grupos culturales —el budista y el hindú— tienen muy poco en común y ninguno de los dos quiere renunciar al legado histórico de sus antepasados. Algunas de las mejores representaciones pétreas de Buda en el mundo se hallan en esta isla, donde la arquitectura budista es asombrosa. La región septentrional —hindú— posee un estilo arquitectónico proveniente de India meridional, que no logró crear elementos autóctonos.

En 1948 tal vez la más hábil de las minorías era la musulmana que coexistía con comunidades tanto tamiles como singalesas y alcanzaba el 6,6% de la población total. Los cristianos eran los que se encontraban en la situación más delicada: siendo la más poderosa e influyente minoría, parecían creer que sus privilegios provenían de Dios más que de los británicos. Tanto los protestantes como los católicos poseían el monopolio de las escuelas prestigiosas, además de fácil acceso al sector influyente en el gobierno por lo que tomaban las decisiones comerciales de envergadura. El conflicto con los budistas parecía inevitable. Sin embargo la cordialidad, amistad y respeto entre ambas comunidades se ha mantenido constante: los representantes del clero budista son invitados de honor en todas las ceremonias trascendentes de las iglesias cristianas y lo mismo ocurre con el clero cristiano en las grandes festividades de la comunidad budista. Es más, durante 1994 y los seis primeros meses de 1995 los comandantes de las tres fuerzas y el Inspector General de Policía eran cristianos, 25% de los embajadores de la última década del milenio también fueron cristianos.

En contraste, los tamiles de Sri Lanka siempre tomaron posiciones complicadas. La política colonial británica había fortalecido a las minorías para neutralizar a las mayorías. Por ello en 1946 todas las oficinas e instituciones del gobierno así como las bancarias tenían más tamiles que singaleses, quienes eran discriminados aunque la Constitución de 1946 establecía la libertad de cultos.

En las primeras elecciones generales de 1947 triunfó el Partido Nacional Unido (UNP) con D.S. Senanayake, quien invitó al Congreso Tamil (TC) a integrar su gabinete aunque también fue el responsable de la ultrajante ley de ciudadanía que quitaba el derecho de voto a los tamiles indios, que habían trabajado en las plantaciones por tres generaciones.

A diferencia de otras colonias donde los movimientos nacionalistas fueron el combustible para lograr la independencia, en Sri Lanka surgieron luego de ella. En las regiones de habla singalesa el portavoz del nacionalismo no fue el UNP sino el SLFP, dirigido por S.W.R.D. Bandaranaike, que en 1951 se había separado del UNP.

Como parte de su política de descolonización, en 1953 India había establecido el hindi —hablado por el 40% de la población— como idioma oficial y otorgó 20 años para el reemplazo progresivo del inglés. Como el 75% de la población de Sri Lanka hablaba singalés, durante su campaña electoral de 1954 Bandaranaike ofreció transformarlo en idioma oficial y, para otorgarle poder político a la propuesta, sugirió 24 horas para realizar la transición. Pese a la preocupación de los partidos opositores y a la renuncia de los ministros tamiles, durante 1955 la idea fue ganando terreno y solamente el partido trotskista se opuso a esa idea tan popular como carente de principios.

En las elecciones de 1956 el ganador fue Bandaranaike y ese mismo año se firmó el “Acta del Lenguaje Oficial” que confirmó como tal al idioma singalés. Los tamiles —que utilizaban el inglés para comunicarse con los singaleses— se sintieron relegados a ciudadanos de segunda clase. El norte y el este del país tenían comunidades mayoritarias tamiles que pronto acusaron la tensión del momento. Para presionar al gobierno la comunidad tamil inició huelgas y campañas de desobediencia civil similares a las utilizadas por el Mahatma Gandhi pero no fueron eficaces en Sri Lanka.

En 1957 se firmó el Pacto Bandaranaike-Chelvanayakam que, si bien mantenía el singalés como idioma oficial, permitía que las provincias Septentrional y Oriental utilizaran el tamil como idioma de la administración. Además se daría prioridad a quienes hablaran el idioma local en la entrega de tierras para la colonización: así por ejemplo los singaleses tendrían menos oportunidades en áreas de idioma tamil y viceversa. La UNP, los elementos ultranacionalistas y monjes budistas se opusieron a este pacto.

Los colonos singaleses de Padaviya rechazaron por la fuerza a 400 familias tamiles que, beneficiadas por el pacto, se aprontaban a ocupar tierras favorecidas por un reciente plan de irrigación y en mayo de 1958 atacaron un tren con partidarios del Partido Federal (FP) de origen tamil. La venganza fue un ataque tamil a Batticaloa. Así ambos grupos se embistieron violentamente en todo el país, llevando a cabo ambas comunidades graves violaciones a los derechos humanos. La violencia fue contenida al cabo de tres días por las fuerzas armadas y la policía, que llegaron a disparar contra su propio grupo étnico para hacer cumplir la ley y restablecer el orden. Pero los tamiles ya no volvieron a sentirse seguros. Hubo fuga de cerebros tamiles que eran excelentes profesionales en diferentes disciplinas. El pacto quedó sin efecto y la administración siguiente, a cargo de Sirima Bandaranaike —esposa del anterior— se caracterizó por una aún mayor discriminación.

Las elecciones de 1964 dieron el triunfo a Dudley Senanayake, y al día siguiente se firmó el Pacto Senanayake-Chelvanayakam con contenido similar al anterior. La diferencia fue que ahora quienes se opusieron fueron los partidarios del SLFP.

En las elecciones de 1970 ganó nuevamente el SLFP y con este partido nuevamente Sirima Bandaranaike accedió al cargo de primer ministro, adoptando en esta gestión una política más favorable a las minorías, si bien siguió ignorando al FP.

El creciente nacionalismo tamil se hizo fuerte en el distrito de Jaffna y comenzó a tomar decisiones desconociendo al gobierno central en una actitud peligrosa: 25% de los tamiles de la isla vivían entre singaleses y otro 25% con éstos y musulmanes. Fuera de la provincia Septentrional su gente era minoría. Además los empresarios tamiles habían establecido sus industrias en o cerca de Colombo.

Desde la independencia, además del Acta del Lenguaje Oficial, otros dos elementos completaron el deterioro de la situación: el establecimiento de restricciones para el ingreso de estudiantes a la universidad en 1970 y en 1983 un genocidio racial que puso en peligro la seguridad física de la comunidad tamil.

Respecto a las restricciones educativas, Jaffna contenía aproximadamente la mitad de la población tamil de Sri Lanka y poseía una excelente infraestructura educativa: los padres invertían mucho en educación para sus hijos debido a que los recursos naturales de esa región eran insuficientes y contaban con la educación para proporcionarles mejores oportunidades de trabajo tanto en Sri Lanka como en el exterior. Las restricciones hicieron que se formara el Frente Joven Tamil (TYF) para luchar por sus derechos, que en 1972 se transformó en la organización terrorista Nuevos Tigres Tamiles (TNT) y en 1975 en la mencionada LTTE. El radicalismo de los jóvenes contrastó con la búsqueda de soluciones pacíficas de la generación de sus padres. Sin embargo el único éxito obtenido por la LTTE fue que se detuviera la instalación de colonos singaleses en áreas tamiles. Las cuestiones de idioma, educación y empleo quedaron sin resolver. Jaffna comenzó a pedir la secesión como único camino para salvaguardar la existencia de los tamiles y de la cultura tamil, cerrando otro infortunado capítulo en las cada vez más deterioradas relaciones entre ambos pueblos. La secesión incluiría las provincias Septentrional, Oriental y el distrito Puttalam de la provincia Noroccidental, también de habla tamil.

No se debe olvidar el elemento musulmán de la provincia Oriental, que se oponía a las ideas secesionistas del Frente Unido para la Liberación Tamil (TULF) que contemplaba la posibilidad de organizar su propio partido. Un error monumental del TULF fue considerar que la comunidad musulmana se aproximaría a ellos contra los singaleses. La otra minoría, los tamiles de India, convivían con los musulmanes conservando sus valores culturales en armonía con los singaleses.

La más difícil de las comunidades era la de los tamiles de Sri Lanka y en especial la de los tamiles de Jaffna, quienes sostenían que al arribo de los británicos en 1795 e inclusive bajo gobierno holandés y portugués, Ceylán era una isla y dos naciones. Es cierto que cuando los británicos tomaron el reino de Kandy en 1815 establecieron un gobierno unificado.

[i] Se debe diferenciar a los tamiles indios de los tamiles de Sri Lanka. Los primeros fueron trabajadores introducidos en tiempos de la colonia desde India, mientras que los tamiles de Sri Lanka son los pobladores que arribaron a la isla en el 944 d.C. En el presente trabajo utilizaré el término tamiles para referirme a los tamiles de Sri Lanka y me referiré a la otra minoría como tamiles indios, frecuentemente empleados en las diferentes etapas de producción del famoso “té de Ceylán”.

En lo alto de esta inmensa roca se encuentra el castillo de Kandy. En la misma pueden apreciarse sus pinturas y sobrevive parte de la escalinata original de acceso.

Cuando los británicos se alejaron en 1948, los tamiles de Sri Lanka, 11% de la población, reclamó el 50% del gobierno, 66% de la línea de la costa y un tercio de la superficie de la isla. La idea era concentrar el poder y los valores tamiles en la península de Jaffna, de manera similar a lo logrado por la comunidad guyerat en India que culminó con la escisión del estado de Bombay y la formación del estado Maharastra. Más cercano a la cuestión tamil es el caso del antiguo estado Andra Pradesh cuya capital era Hiderabad y que se fraccionó en el estado Tamil Nadu con capital Madras. El sistema federal de gobierno de India hizo posible estas soluciones. Hablar de federalismo en Sri Lanka era considerado sinónimo de separatismo.

La situación de conflicto con centro en Jaffna pronto se deslizó de la arena política al campo de batalla. Comenzó el terrorismo en agosto de 1977 con un ataque al tren Jaffna-Colombo con 128 muertos, 98 de ellos tamiles. El gobierno envió al norte 1.500 efectivos y la guerrilla tamil, sabiéndose incapaz de resistirlos, se retiró a campos de entrenamiento en India o al Líbano. El terrorismo desapareció del norte de Sri Lanka en 1979 para reaparecer en 1981 como una sofisticada amenaza a la ley y al orden. La causa tamil ganaba notoriedad en el resto del mundo debido al accionar de estos grupos. Los incidentes más graves comenzaron en julio de 1983 interrumpiéndose el diálogo con las áreas de idioma tamil. En tanto el presidente Jayewardene intentó controlar la situación, desde India la primera ministra Indira Gandhi envió al ministro de relaciones exteriores Narashima Rao. Para ese momento 64.000 tamiles de Colombo habían sido desplazados de sus hogares y enviados a campos de refugiados.

La ONU, a través de la Comisión por los Derechos Humanos, estableció un embargo de armas. Pero más crítica era la posición de India, pues si aprobaba la secesión de Tamil Eelam podía ser utilizada como antecedente para la separación de Tamil Nadu del resto de India pero tampoco podía permanecer como espectador silencioso de los genocidios en Sri Lanka sin correr el riesgo de que se inflamaran pasiones en Tamil Nadu, con cincuenta y cinco millones de tamiles. Por ello India jugó —al menos en principio— la partida de favorecer una paz justa y perdurable entre ambas comunidades. Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Reino Unido, EE.UU. y los países escandinavos aceptaron refugiados, que superaban los 100.000.

Como consecuencia de la violencia étnica de 1983 la actividad terrorista que hasta julio de 1983 se encontraba confinada a la península de Jaffna se generalizó obligando al presidente Jayewardene a fortalecer a las fuerzas armadas gubernamentales y a negociar secretamente con Israel para que sus expertos antiterroristas entrenaran a las tropas de combate y los proveyeran de armas modernas. Posteriormente se supo que en cuarteles de la Research and Analysis Wing (RAW) —servicio de Inteligencia Exterior de la India— se continuaba entrenando a guerrilleros tamiles. Indira Gandhi estaba al tanto de estas ambiguas actividades. El 31 de octubre de 1984 la primera ministra india fue asesinada por un guardia sikh. Se esperaba del sucesor, Rajiv Gandhi, una actitud diferente de la de su madre. Éste logra un acuerdo firmado en la capital de Bhutan. Las demandas tamiles fueron: reconocimiento de los tamiles como una nación diferenciada, el derecho de los mismos a la autodeterminación, integridad territorial del espacio tamil, reconocimiento de los derechos de ciudadanía y otros derechos fundamentales a los tamiles que habitaran Sri Lanka. Si bien todo esto implicaba pérdida de soberanía para Sri Lanka, las negociaciones hicieron que el gobierno cediera posiciones y se iniciara un alto el fuego en junio de 1985. Las organizaciones terroristas tamiles ganaron espacio e importancia como consecuencia de su éxito y comenzaron a combatir entre sí, especialmente en Jaffna, reanudándose la guerra civil  en agosto de ese mismo año.

En 1986 Rajiv Gandhi expresó que el gobierno de la isla no podía solucionar la crisis. La LTTE, fortalecida, tenía para ese momento 35 bases de entrenamiento en Tamil Nadu que además proveían armas, municiones, explosivos, etc., que cruzaban el estrecho de Palk —de solo 35 km de ancho— empleando barcos de pescadores. El primer ministro Rajiv Gandhi propuso nuevamente interceder para resolver el problema, pero el nuevo presidente R. Premadasa solicitó en 1989 a Rajiv Gandhi el retiro de las tropas indias, luego de 32 meses de permanencia. La agresividad de las tropas indias condujo a la decisión de asesinar a Rajiv Gandhi durante su gira electoral por Tamil Nadu. El hecho fue cuidadosamente planeado por Pottu Amman, el jefe de inteligencia de la LTTE y llevado a cabo en un ataque suicida el 20 de mayo de 1991 por una mujer tamil cuyos familiares habían muerto como consecuencia del accionar de la IPKF en Sri Lanka.

Este hecho que conmovió la opinión pública mundial hizo que la LTTE fuera vista como una organización terrorista y no como guerreros por la libertad de su pueblo. Las organizaciones de derechos humanos le dieron la espalda, pero inevitablemente la provincia Septentrional había quedado bajo control de la LTTE. El presidente Premadasa aprobó en agosto de 1992 una fuerte operación que permitiría liberar la península de Jaffna, pero en noviembre del año siguiente la guerra continuaba. La conmoción en las provincias de habla singalesa fue enorme, pues debieron asumir la realidad de que la LTTE poseía un poderío formidable. La opinión pública comprendió por qué el porcentaje de desertores en las fuerzas armadas superaba el 20% y por qué los jóvenes ya no se ofrecían como voluntarios. Por una vez esa misma opinión pública solicitó una solución negociada. La moral singalesa decaía.

Las elecciones de agosto de 1994 entregaron el poder como primer ministro a la Sra. Chandrika Bandaranaike Kumaratunga. La primera ministra tenía a su favor su gran idealismo y la pertenencia a una nueva generación de líderes. Sin embargo no logró negociar con la oposición secesionista.

En abril de 1995 se consideró que la guerra Tamil Eelam III había comenzado. Los misiles de la LTTE comenzaron a abatir aeronaves civiles y en agosto corrían rumores de una invasión tamil a Colombo[2]. A rumores de pilotos kamikazes tamiles se agregaba que poseían submarinos adquiridos a Ucrania. Evidentemente la LTTE estaba pesadamente armada.

En agosto de 1995 la presidente dirigió un mensaje televisivo dirigido a todas las comunidades en el que apelaba nuevamente al diálogo. Reconocía que los tamiles tenían genuinos motivos que requerían soluciones, y proponía entonces que Sri Lanka se transformara en una Unión de Regiones similar al Reino de Bélgica, una re demarcación de la provincia Oriental que permitiera a los distritos tamiles incorporarse a la provincia Septentrional y además autonomía regional. De todos modos tal enmienda a la Constitución necesitaba la aprobación parlamentaria, es decir acuerdo con la UNP —aunque en muchas oportunidades otros presidentes ignoraron al Parlamento—.

La maniobra propuesta por la presidente podía agravar el riesgo de secesión y ya había sido rechazada por el alto clero budista. A fines de 1996 la esperanza radicaba en que Occidente declarara organización terrorista a la LTTE para impedirle colectar fondos para sus actividades además de habilitar al FBI para monitorear sus movimientos. En tanto los ataques con bombas en Colombo continuaban.

S-11 y Sri Lanka

Tener en cuenta el contexto es imprescindible. Para su misión en Afganistán, EE.UU. necesitaba contar con Pakistán, que acababa de ampliar y profundizar su puerto de aguas profundas Gwadar, operable para los submarinos chinos, con capitales justamente chinos. Obviamente ya resultaría inconveniente amarrar la flota china en un país controlado por Washington.

Con la ayuda de China y Pakistán los otrora poderosos Tigres Tamiles se rindieron incondicionalmente en 2009.

En julio 2017 el gobierno de una Sri Lanka unificada otorgó derechos absolutos por 99 años sobre el puerto Hambantota, en el sur del país a China.

Actualmente Sri Lanka es parte del “collar de perlas” chino en el océano Índico[3].

* Profesora y Doctora en Geografía (UNLP). Magíster en Relaciones Internacionales (UNLP). Secretaria Académica del CEID y de la SAEEG. Es experta en cuestiones de Geopolítica, Política Internacional y en Fuentes de energía, cambio climático y su impacto en poblaciones carenciadas.

 

Referencias

[1] Se debe diferenciar a los tamiles indios de los tamiles de Sri Lanka. Los primeros fueron trabajadores introducidos en tiempos de la colonia desde India, mientras que los tamiles de Sri Lanka son los pobladores que arribaron a la isla en el 944 d.C. En el presente trabajo utilizaré el término tamiles para referirme a los tamiles de Sri Lanka y me referiré a la otra minoría como tamiles indios, frecuentemente empleados en las diferentes etapas de producción del famoso “té de Ceylán”.

[2] Una generación antes ya los singaleses se habían enfrentado al pánico en ocasión del bombardeo japonés de 1942 a la capital.

[3] Además en este país actualmente se producen los artículos ofrecidos por “Victoria´s Secret”.

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LAS GRANDES ENCRUCIJADAS BRASILERAS (2)

Jonuel Gonçalves*

El presidente Jair Bolsonaro, a lo largo de su carrera política, ya ha cambiado de partido en ocho ocasiones, sin que ello implique inconsistencia, aunque sea una simple veleta o un caso único. De hecho, estos partidos son prácticamente todos iguales, e incluso se puede plantear la cuestión de si son partidos o meras leyendas. Hay una diferencia que no aparece en la legislación pero que se nota en la práctica. Existen varias definiciones de “partido político”, ninguna de ellas se aplica a las fachadas electorales de personas cuyas afinidades se limitan a garantizar un requisito de candidatura y, sobre todo, minutos en televisión.

La mayoría de los aproximadamente tres decenas de “partidos” brasileros se encuentran en esta situación, provocando un constante nomadismo de personalidades y fomentando alianzas que nada tienen que ver con principios o programas. Es solo para agregar votos.

Haber llamado ayer a alguien explotador del pueblo, mal carácter o ladrón no nos impide hoy hacer una alianza con él. Este es un comportamiento generalizado en Brasil y en casi en todo el mundo, que genera una profunda desconfianza social y genera una abstención desenfrenada o, en casos de votación obligatoria, como en Brasil, “votación al azar” o excusas para no votar.

La dimensión del fenómeno “leyenda” da mucha visibilidad a este tipo de políticas aquí.

Los partidos políticos en Brasil son pocos. A la izquierda, PT y PSOL son parte de estas rarezas, que también existen a la derecha con el proyecto União Brasil (fusión casi lista de demócratas y PSL) o como los evangélicos Republicanos.

En la centroizquierda, el PSB y el PDT tienen dirigentes preocupados por mantener un perfil de partido, no siempre seguidos por figuras egocéntricas, además de ser dos formaciones políticas tan cercanas en sus discursos que cuesta encontrar razones para que sean dos. Parece derivar únicamente de haber sido fundada por dos líderes políticos históricos ya fallecidos: Miguel Arraes y Leonel Brizola.

El PSDB (https://www.publico.pt/2021/11/28/mundo/noticia/joao-doria-escerto-candidato-presidencial-psdb-1986710) ha sido un partido político, inicialmente centrista, más recientemente centro-derecha y, más recientemente aún, escenario de enfrentamientos entre proyectos individuales y frecuentes zigzags, crea un look cercano de las simples leyendas. Es una trayectoria ya consolidada por el MDB, donde cada ala interna (o grupo de intereses) puede seguir fuertes caminos antagónicos o candidaturas decididas en términos de caciquismo.

Como el MDB, el Partido Progressista (PP) tiene sus orígenes en la dictadura posterior a 1964, con la diferencia de que el MDB estaba en la oposición y el PP actual es, en gran medida, heredero de Arena, entonces el partido de gobierno. Tiene un menor abanico de estrategias internas, entre derecha y centro derecha pero, como su ex adversario, prioriza la búsqueda de participación en todos los gobiernos. Exitoso, estuvo presente en todos desde la fundación y fue acusado —el partido y algunos de sus responsables— de escándalos vinculados a Petrobras.

Es un contexto cercano al Partido Liberal (PL), que acaba de recibir al presidente Jair Bolsonaro (https://www.publico.pt/2021/11/30/mundo/noticia/bolsonaro-filiouse-partido-liberal-fracassar-lancamento-partido-proprio-1986972). También participó en diferentes gobiernos y su actual líder fue encarcelado por involucrarse en el “mensalão” (https://www.publico.pt/2005/07/31/jornal/o-que-eo-caso-mensalao-32762), convirtiéndose en un ejemplo importante de las relaciones dentro de la élite política brasileña: no es incompatible haber tenido funciones importantes en los gobiernos del PT, haber sufrido condena por corrupción y ser el actual partido del presidente.

Las migraciones o vaivenes político-partidistas son otro rasgo que no impide una carrera política destacada y con niveles de popularidad relevantes. Este es el caso de Ciro Gomes, candidato presidencial por el PDT, con siete cambios de partido, Eduardo Paes, actual alcalde de Río de Janeiro, con ocho y los evangélicos agrupados en Republicanos que dieron apoyo decisivo a Lula, Dilma, Temer y Bolsonaro. Muchos de estos cambios ni siquiera fueron notados por la opinión pública, cuya mayoría vota mucho más por la personalidad que por el partido.

Así es como Lula y Bolsonaro son más populares que el PT y el PL, que el PSDB nunca volvió a encontrar un líder de la dimensión de Fernando Henrique Cardoso y que el peso histórico de Brizola y Arraes todavía se siente hoy. Por otro lado, existen importantes proyecciones políticas de personalidades provenientes de otras áreas. Así, el ex juez Sérgio Moro pasó rápidamente de la Operación Lava Jato a ministro y candidato presidencial (https://www.publico.pt/2021/12/03/mundo/noticia/moro-devera-passar-bolsonaro-intencoes-voto-hasta-fevereiro-lideres-partidos-folha-spaulo-1987367), mientras que el alcalde de Belo Horizonte (MG), Alexandre Kalil, debe su fácil victoria electoral a haber sido presidente del Atlético Mineiro.

Pero aún quedan otros dos detalles capitales: primero, los grandes líderes de los partidos o leyendas son hombres blancos, con una excepción, Marina da Silva, cuyo impacto actual es una incógnita. Ni siquiera el aumento de alcaldes de otros grupos raciales se debió a iniciativas partidistas. Fue consecuencia de nuevas reglas de la justicia electoral. En segundo lugar, Lula y Bolsonaro poseen máquinas de guerra de narrativas de las más poderosas del mundo.

En 2022, el año 200 de la independencia, Brasil completará una década marcada por cuatro traumas y muchos enojos: una secuencia de escándalos de corrupción, mala gestión pública, más pobreza y amenazas a la democracia. Las elecciones del próximo año y las maniobras preparatorias señalan hoy dos escenarios. La probable persistencia de lo emocional como criterio fundamental para las elecciones políticas, incita a partidos, leyendas y candidatos a optar por meras técnicas de mero marketing en lugar de proyectos de recuperación nacional. Por otro lado, los efectos políticos de esta década perdida pueden servir de advertencia, incluso a los provocadores del trauma, reduciendo en gran medida la corrupción, los intentos autoritarios y la mala gestión pública.

* Investigador asociado del NEA/UFF (Rio de Janeiro) e Investigador del ISCTE/IUL. Reside en Niterói (Rio de Janeiro). 

Artículo publicado el 11/12/2021 en Público PT (Portugal), https://www.publico.pt/2021/12/11/mundo/analise/encruzilhadas-brasileiras-2-1987774. Traducido con autorización del autor por el Equipo de la SAEEG.