PROYECTO NACIONAL

Santiago González*

Desde mediados del siglo pasado la Argentina navega a la buena de Dios, incapaz de definir su lugar en un mundo cambiante.

 

Muchas veces se escucha hablar de proyecto nacional, más precisamente de la ausencia de un proyecto nacional. Pero, ¿qué cosa es un proyecto nacional? ¿Por qué deberíamos, o no, contar con uno? Y en todo caso, ¿quiénes lo diseñan? Si lo tuviéramos, ¿es algo que nos facilitaría la vida, o más bien nos obligaría a encarrilarla en rumbos decididos por otros? Quienes aspiran a conducir los destinos del país, ¿deberían venir con un proyecto nacional bajo el brazo? ¿Sería razonable interrogar a los candidatos sobre su proyecto nacional? ¿En qué se diferencia un proyecto nacional de un plan de gobierno?

Una manera de encontrar respuestas a estas preguntas es trasladar el asunto del plano social al plano individual. Cada vez que leemos en los diarios las historias de las personas exitosas en sus respectivos campos —en las artes o en el deporte, en los negocios o en la ciencia— encontramos que casi todas ellas han desarrollado a lo largo de sus vidas un proyecto personal, conscientemente perseguido. Algunos lo anticiparon desde pequeños, otros lo fueron descubriendo con el correr del tiempo, pero todos en algún momento entregaron sus esfuerzos a un propósito dominante que organizó sus esfuerzos y les confirió una dirección.

Eso que ocurre con las personas, ocurre también con las naciones. En ambos casos, siguiendo un proceso que se pone en marcha siguiendo una secuencia que yo llamo “de las tres V”: Vocación, Visión y Voluntad. La vocación le da respuesta a un llamado: ¿qué quiero ser?; la visión le da forma a esa respuesta: ¿cómo quiero serlo?; la voluntad conduce los esfuerzos orientados a convertir esas imágenes en realidades, más allá de los contratiempos y las dificultades. Quizás en este punto corresponda agregar una cuarta V, la de la Versatilidad, para ajustar en cada momento el proyecto según sean las circunstancias en que deba desarrollarse.

Ninguna de esas cuatro, conviene tenerlo en claro, garantiza la quinta V, la de la Victoria, pero protege contra la aparición de su hermana indeseable: la de darse por Vencido. Naturalmente, tanto las personas como las naciones tienen la opción de desarrollar sus vidas sin un proyecto, a la buena de Dios. En general es la opción en la que caen los escasamente dotados en términos de capacidades y energías, los indiferentes a quienes todo les da igual, y los sometidos a alguna especie de esclavitud o coloniaje. Sus vidas, nacionales o personales, son gaseosas o líquidas y se acomodan en los espacios o intersticios que dejan los que sí tienen un propósito.

Un proyecto nacional, o un proyecto personal, supone una manera de relacionarse con las demás naciones o las demás personas, con las que la convivencia es inevitable. Una persona puede tener vocación de ermitaño, que logrará cumplir siempre y cuando los demás lo dejen en paz; una nación rara vez disfruta de ese privilegio, y está continuamente bajo el escrutinio y la interpelación de las otras naciones. Los argentinos somos responsables de una nación cuyo territorio es el octavo en el mundo, y no podemos darnos el lujo de dejar a la buena de Dios nuestras relaciones con las demás naciones. Contar con un proyecto nacional no es para nosotros una opción, es una necesidad. Y una obligación.

Retomando la retórica de los libros de autoayuda, por la que pido disculpas a los lectores, digamos que la vocación nacional es previa a cualquier actividad política: la vocación de constituir la nación argentina determinó las conductas de los dirigentes y el pueblo de esta parte de América del sur, y esa vocación quedó plasmada tanto en las guerras de la independencia como en una serie de tratados, pactos y constituciones anteriores a la de 1853. Diferentes visiones compitieron políticamente hasta conducir a la organización nacional de 1880. La voluntad sostenida de todos los actores permitió colocar a la Argentina entre las primeras diez naciones del mundo. Victoria.

Pero faltó versatilidad. Un proyecto es una manera de relacionarse con los demás, y cuando los demás se mueven uno tiene que acomodarse, a riesgo de no salir en la foto o caerse del mapa. Cuando el proyecto de la generación del 80 mostró su agotamiento pasaron quince años antes de la aparición de un nuevo proyecto nacional, éste gestado por los militares del GOU y llevado a la arena política por el general Juan Perón. Alentados y organizados desde el exterior, los herederos del proyecto caduco le opusieron una resistencia feroz, basada en el rechazo ideológico y la obstrucción práctica. Pero nunca ofrecieron un programa alternativo para la inserción soberana y productiva de la Argentina en el mundo de posguerra.

Hace ya 75 años que el país, a partir de cualquiera de sus visiones políticas, no logra diseñar un proyecto nacional con la amplitud y la determinación que tuvieron los de la generación del 80 y la generación del 43. Lo más parecido fue el programa conducido por Juan Carlos Onganía en 1966, una especie de peronismo aggiornado, con amplio apoyo corporativo, eclesiástico y sindical. La llamada Revolución Argentina, tropezó sin embargo con el mismo rechazo y obstrucción que había recibido el proyecto original de Perón. Con clara vocación suicida, desde 1983 el país asistió al desmantelamiento minucioso y planificado, también con asesoramiento externo, de la herencia sobreviviente de sus dos proyectos históricos, un proceso conducido por los dos grandes liquidadores de la nación argentina: Raúl Alfonsín y Carlos Menem.

Paradójicamente, el largo debate político entre las dos facciones que se alternan en la representación política del país, compitiendo por la capacidad coercitiva del Estado para apoderarse de la renta nacional en beneficio propio y de sus amigos, gira en torno de la reivindicación retórica de los dos grandes proyectos nacionales del pasado: unos engalanan sus estrados proselitistas con la imagen de Julio Argentino Roca, los otros con la de Juan Domingo Perón. Retórica carente de contenido: el mundo ha cambiado radicalmente respecto de 1880 y de 1943, y la nación demanda con urgencia un nuevo proyecto capaz de insertarla con provecho en el contexto internacional del siglo XXI.

Vocación nacional se supone que tenemos, nos faltan visión, voluntad y versatilidad si es que queremos reencontrarnos con la victoria. Para no descargar toda la responsabilidad en la clase política, reparemos en que ninguno de los grandes proyectos nacionales del pasado, ni siquiera el ensayo más modesto de Onganía, surgieron estrictamente en el seno de los partidos políticos, sino que fueron amasados en el contexto más amplio de una élite generacional, civiles y militares preocupados y capaces, dispuestos a intercambiar ideas y resignar vanidades en la voluntad de articular propuestas y ordenarlas en un programa amplio y coherente. Sólo en una instancia posterior ese aparato conceptual fue sometido al debate político.

Tratando de captar la atención de una ciudadanía abrumada por la pobreza e inflación, los aspirantes del presente turno electoral alardean de contar con equipos abocados al diseño de un programa económico. Pero un programa económico desligado de un proyecto nacional es apenas un parche como los que ya se han aplicado en el pasado para enfrentar crisis que reaparecen porque el país navega desde hace décadas a la buena de Dios. Ni siquiera un plan de gobierno es un proyecto nacional, sino más bien el conjunto de políticas que permiten llevar a la práctica un proyecto nacional. Junto con la economía, un proyecto nacional debe ocuparse de la defensa, la educación, la justicia, la salud, la demografía y sobre todo de la política exterior, que es por definición la gran ordenadora de todo lo anterior.

 

* Estudió Letras en la Universidad de Buenos Aires y se inició en la actividad periodística en el diario La Prensa de la capital argentina. Fue redactor de la agencia noticiosa italiana ANSA y de la agencia internacional Reuters, para la que sirvió como corresponsal-editor en México y América central, y posteriormente como director de todos sus servicios en castellano. También dirigió la agencia de noticias argentina DyN, y la sección de información internacional del diario Perfil en su primera época. Contribuyó a la creación y fue secretario de redacción en Atlanta del sitio de noticias CNNenEspañol.com, editorialmente independiente de la señal de televisión del mismo nombre.

 

Artículo publicado el 14/05/2023 en Gaucho Malo, El sitio de Santiago González, https://gauchomalo.com.ar/proyecto-nacional/

GUAYANA ESEQUIBA: PROMOVEREMOS (IPSO FACTO) PROCESOS DE COMPULSAS

Abraham Gómez R.*

Bastantes compatriotas, en las distintas plataformas y medios de comunicación, manifiestan su inconformidad —con muchísima razón— sobre el descarado abuso que viene cometiendo el actual gobierno guyanés al dar concesiones a “diestra y siniestra” a un enjambre de empresas transnacionales para la explotación y comercialización de los incalculables recursos que poseemos (porque siempre ha sido nuestra) en la extensión territorial que nos usurpan desde hace más de un siglo.

Esas compañías se han instalado de manera fraudulenta; por cuanto, son ilegales los permisos recibidos para operar en esos 159.500 km2 y en su proyección atlántica. Han sido entregas, a través de documentos impregnados de añagazas jurídicas y económicas.

El denominado Plan Guyana 2023 —que había sido suspendido— lo están ejecutando por debajo de cuerda, con la coordinación de la Exxon-Mobil; la cual fija los procedimientos en el área para la Shell holandesa; diseña los planes para la CGX estadounidense; establece las cuotas de explotación a la Anadarko canadiense y a la CNOON china; en fin, se conoce que sobrepasan las (52) compañías que allí montaron equipos, procedentes de muchos países que se dicen amigos de Venezuela; incluso algunas naciones que hemos venido  apoyando a través de Petrocaribe.

Se sabe suficientemente, en el mundo, que la Zona en Reclamación siempre ha sido considerada por su extraordinario potencial energético, tanto por las reservas probables y probadas de los recursos petroleros, la calidad de los mismos; los incuantificables caudales de agua; las factibilidades para desarrollar sendos planes sustentables de generación de energía eléctrica, programas agroindustriales, minero, maderero, piscícolas etc.

Por otra parte, añádase a la extraordinaria ubicación geoestratégica su extensión marítima e interconexión con los países de Suramérica y con el resto del mundo.

Son demasiadas empresas, cuyos representantes están enterados, por exploraciones científicas, lo que allí está en juego. No es poca cosa.

Ellos, entonces, que se atengan a las consecuencias que generará la interposición de Medidas Provisionales que intentará nuestro país en los próximos meses, por ante la Sala Juzgadora, como una estrategia legítima; –entre muchas otras que desarrollaremos- justificadas por tantos hechos dañosos contra nuestro patrimonio.

 Lo haremos, conforme a los artículos (73) y (74) del Reglamento de la Corte Internacional de Justicia. Cito:

    1. “Una demanda escrita solicitando que se indiquen Medidas Provisionales de resguardo puede ser presentada por una de las partes en cualquier momento en el curso del procedimiento concerniente al asunto en relación al cual se formula tal demanda.
    2. La demanda indicará los motivos en que se funda, las posibles consecuencias en caso de que se rechace y las medidas que se solicitan. El Secretario transmitirá inmediatamente a la otra parte copia certificada conforme de la demanda. La demanda de indicación de medidas provisionales tendrá prioridad con respecto a todos los demás asuntos”.

Acaso ignoran los representantes de esas compañías que tal inmensidad de territorio nos la arrebataron con vileza; que fuimos despojados con el denominado Laudo Arbitral de París de 1899, que desde entonces calificamos de írrito y nulo, y por lo tanto inexistente jurídicamente; además, quedó suscrita, reconocida y ratificada la nulidad absoluta de ese adefesio en el contenido del Acuerdo de Ginebra, del 17 de febrero de 1966: único documento base y con suficiente vigor  para el presente  Proceso litigioso.

Del mismo modo y con idéntica contundencia promoveremos e impulsaremos todos los actos compulsorios que sean posibles, con la finalidad expresa de que la Sala, inmediatamente al inicio de la etapa postulatoria (abril 2024); al trabarse la litis —en cuanto tal— momento cuando  consignemos  nuestro memorial de contestación de la demanda, habilite un proceso de contrastación, verificación y validación de los Justos Títulos que sirven de asidero a las partes; ocasión que tendrá  cada delegación  para demostrar  y probar con la verdadera narrativa de los hechos y la fundamentación en derecho en qué se asisten para alegar propiedad sobre el área territorial controvertida.

En ese preciso instante se desmontará y quedará al descubierto la tratativa perversa urdida contra Venezuela; y seguidamente la Corte sentenciará la invalidez del “laudo”.

No es una idea sobrevenida o de nuestra improvisación.

Pediremos a la honorable Corte que haga bueno y propio, desde el comienzo, el artículo (62) de su reglamento:

“La Corte podrá invitar, en cualquier momento, a las partes a presentar los medios de prueba o a dar las explicaciones que considere necesarios para aclarar cualquier aspecto de las cuestiones en disputa o podrá tratar de procurarse otras informaciones con ese fin”.

Propicio escenario internacional que aprovecharemos para declarar y denunciar —una y mil veces más— que esos incalculables recursos nunca han sido ni británicos ni guyaneses. Que nos despojaron de lo nuestro.

Expresamos, igualmente, que —sin la más mínima retaliación— ajustaremos y precisaremos cuentas con las transnacionales.

En su debida ocasión nos reuniremos con los representantes de las empresas que operan en el área conflictuada.

Les reafirmaremos el carácter de propietaria incuestionable de Venezuela sobre la Guayana Esequiba y su proyección marítima; pero esa será materia de la cual nos ocuparemos una vez que el citado Cuerpo Jurisdicente dicte la sentencia, que en estricto derecho debe favorecernos.

Por lo pronto, tenemos una reclamación centenaria que ahora se dirime en la Sala Juzgadora de la ONU; juicio para el que estamos plenamente preparados con nuestros Justos Títulos traslaticios.

Los dos más importantes son: la Real Cédula de Carlos III, cuando crea la Capitanía General de Venezuela, el 08 de septiembre de 1777 (con la cual nacemos —al mundo— en nuestra conformación política administrativa); así también, nos asiste el Tratado de Paz y Amistad entre España y Venezuela, del 30 de marzo de 1845; documento a través del cual nos reconocen la Independencia, la extensión territorial que teníamos para 1810 y la condición de República.

Nos respaldan los Principios de Intangibilidad de las fronteras heredadas y el Uti possidetis iuris; ambos han sentado jurisprudencias en la Corte, en resoluciones similares.

No tememos llevar a compulsas, ante los dignos jueces de la Corte, nuestros escritos históricos-jurídicos, que constatan con datos fidedignos; por tanto, susceptibles de ser empleados para probar que el costado este de la geografía de nuestro país llega hasta la mitad del río Esequibo.

 

* Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua. Asesor de la Comisión por el Esequibo y la Soberanía Territorial. Asesor de la Fundación Venezuela Esequiba. Miembro del Instituto de Estudios Fronterizos de Venezuela (IDEFV). Asesor de la ONG. MI Mapa,

 

EL APLAUSO DE LOS BORREGOS

F. Javier Blasco*

Si uno busca en la etimología de la palabra “borrego”, en su cuarta acepción aparece “Persona que obedece ciegamente la voluntad de otros”. Y es por ello que dicha palabra y acepción le viene como anillo al dedo al más que bochornoso espectáculo que una vez más hemos tenido que presenciar este 31 de mayo —cuando por última vez en esta legislatura— Sánchez ha reunido a su grupo parlamentario al completo (diputados y senadores socialistas), para predicarles otra vez su mensaje justificativo de su personal y grave derrota, libre de toda autocritica, combativo y exculpatorio al basarlo en mentiras y falacias sobre los resultados obtenidos por el PSOE en las pasadas elecciones regionales y locales.

No importa que el partido haya perdido la mayor parte de sus canonjías que aún retenía. No importa que dicha derrota sin precedentes, lleve al paro forzoso en la SEPE a miles de socialistas que viven de la política y que, además, haya sido motivada por el propio líder y su empeño de hacer de las pasadas elecciones un plebiscito personal al creerse, como todos los sociópatas ególatras, que la mayoría del pueblo le adora, cuando sabe que no puede salir a la calle en ninguna ciudad de España sin que la gente le abuchee y que para aparentar su “empatía” con la sociedad, haya tenido que recurrir a mendaces videos, montados a su imagen y semejanza con gente de su cuerda o duramente adoctrinados a base de lavados de cerebro, mamandurrias, regalos o prebendas.

No es de extrañar el espectáculo ofrecido hoy por el rebaño de borregos que le ha acompañado y vitoreado con sus aplausos y calor colectivo e individual. Y digo esto, porque, aunque es muy posible que esos infelices solo busquen un lugar en las nuevas listas, ese mismo rebaño es el que ha facilitado con su voto particular como diputado o senador todas y cada una de las más que cuestionables y hasta alguna ilegales por inconstitucionales leyes, apaños, decisiones, decretos y tejemanejes llevados a cabo por el endiosado Sánchez durante los últimos tres años y medio.

Ellos son tan culpables como él; no se despisten señoras y señores, a pesar de que en España la mayor parte de las actuaciones políticas no son perseguibles por la Ley cuando se efectúan en sede parlamentaria o por obediencia debida, estos borregos no sufrirán pena alguna de prisión por sus fechorías y felonías; pero si tuvieran tan solo un poco de dignidad no hubieran aparecido en el lugar o por lo menos no aplaudido tan sonora y ostensiblemente.

Se han tragado el lamentable discurso de su líder de “pe a pa”, sin pestañear, sin darse cuenta de que una vez más y a punto de cumplirse los cinco años de su falsa moción de censura, el trilero Sánchez les engañaba por más de un solemne motivo como pueden ser: que la culpa de la derrota la tiene fundamentalmente la deriva de la política, acuerdos, pactos y apaños sanchistas y la mala praxis personal del arrogante, nada creíble o mendaz mentiroso y ególatra presidente; que los pactos con los etarras, tras negarlo hasta veinte veces en público no son gratuitos; que los acuerdos y vergonzosas bajadas de pantalón con los golpistas catalanes retorciendo el código penal a su entera conveniencia, no solo es de cobardes sino de vulgares felones; que la ruina a la que ha llevado a España con sus gastos superfluos y despilfarros, costará lustros poderla mínimamente enmendar; que los ataques a los miles de víctimas de terrorismo, la Iglesia y las instituciones que son pilares del Estado son patéticas, fuera de tono y más que vergonzantes; que la pérdida de prestigio nacional con él al mando, ha llegado a cotas insospechables y que sus bruscos y copernicanos cambios de opinión a la hora de tomarse en serio o jugar con la Ley, la justicia, la enseñanza, el sexo, la salud y la política internacional, no solo dan vergüenza sino que destrozan la moral y dejan una potente huella para siempre.

Una persona que acaba de legislar prohibir las jornadas de trabajo cuando la temperatura ambiente es muy alta, nos pone unas elecciones en España a finales de julio y máxime, cuando todos sabemos que la mayoría de los colegios electorales se basan en colegios, institutos de enseñanza y otro tipo de centros socio culturales donde el aire acondicionado brilla por su ausencia y es una de las principales razones por lo que permanecen encerrados en época estival y, que además, son fechas en las que la mitad de los españoles, con mucha o poca capacidad económica trata de disfrutar de unos días de asueto tras un largo y tedioso año en el que ha visto subir sin parar cada uno de los precios de carestía de vida mientras su presidente se dedicaba a viajar a cuerpo de rey a gastar a manos llenas en dadivas y regalías y a mentirles como un bellaco sin dignidad, compasión ni mesura.

Al pensar en las penurias que pasaran en tales condiciones, las personas mayores, los aquejados de alguna enfermedad o los incapacitados que precisan de ayuda para sus desplazamientos, nos muestra la perversa intencionalidad de la elección de tal fecha, buscando fundamentalmente la abstención de la mayor parte de ellas y desistan de sus intenciones de echarle de la Moncloa; porque al intentar hacerlo, pueden poner en peligro su integridad, la misma vida o les obligue al complejo método del voto por correo; método, al que la mayor parte de aquellos nunca han recurrido y lo desconocen por completo. 

En otro orden de cosas, en una cadena de radio de máxima audiencia, ha saltado a la palestra una relevante noticia que extrañamente no ha recibido el adecuado seguimiento, análisis, critica y estudio que se merece por el resto de medios. Según parece, el susodicho individuo, a pesar de prestar su total menosprecio a aquello que, hasta hace cuatro días era súper importante para él y para España —como es la presidencia rotatoria de la UE— puede que antes de final de año sea llamado a ocupar la Secretaría General de la OTAN. Hecho del que él debe estar al tanto y con todo tipo de detalles y posibilidades.

Y yo me pregunto, si eso es verdad y sucede por desconocimiento real del personaje, fétidos e interesados enchufes o porque la calidad de los mandatarios y de los opositores a cargos de relevancia en la arena internacional están en cotas bajo cero ¿para qué ha montado este belén, fastidiando a todos si él, aunque saliera elegido de nuevo, se iba a ir a Bruselas en pocos meses? Creo que no es un tema menor y que los votantes lo deberían tener en consideración a la hora de darle algo de credibilidad a lo que habitual y falsamente dice, promete o pregona.

Sería de risa la segunda edición del paso de un español por dicho cargo; el primero, el señor Javier Solana, también socialista de pro, quien años antes encabezaba las manifestaciones bajo el lema de “OTAN NO, BASES FUERA” y ahora, sería el turno de la persona que reiterada y conscientemente, ha venido engañando a la OTAN con alcanzar lo acordado hace años en Gales sobre los gastos de defensa —en relación con el PIB de cada país— y que ha racaneado más que nadie los apoyos políticos y materiales a Ucrania, que a posteriori, ha tenido que sumarse, aunque con quincalla, a iniciativas de nuestros aliados, lo que le ha valido ser menospreciado por Zelenski en su última y reciente ronda entre mandatarios occidentales.

Mal negocio hará la OTAN si finalmente hace realidad este sueño o rumor creciente, porque se va a llevar una “perla” de mucho cuidado; alguien que, en función de sus antecedentes, malamente defenderá los intereses de la Alianza cuando él mismo, en solo cinco años, internamente ha destruido al PSOE, dividido en dos partes enfrentadas a un país democrático, dejado indefensa España frente a golpes levantiscos e independentistas y externamente no lo pudo hacer peor al bajarse los pantalones de forma patente y reiterada ante nuestro mayor enemigo natural, Marruecos y al mismo tiempo, ha creado otro donde no lo había, Argelia.

Un hombre que habla y presume de juego limpio y que acusa a sus contrincantes de embarrar la arena electoral, pero, no obstante, —con todo desparpajo y sin ningún recato— desde el minuto uno de esta nueva campaña electoral, de forma despótica y dictatorial, insulta gravemente a quien no le vota, se lanza a mentir y escupir procaz y sesgadamente sobre sus adversarios políticos o a ondear a toda vela, “trapos sucios” de estos, a pesar de que, como mínimo, acaecieran en circunstancias extrañas, momentos de mucha presión política y mediática —fomentada por ellos mismos— y haber ocurrido en tiempos más que pretéritos, pero él los presenta como hechos habituales, de clara y máxima culpabilidad y de toda actualidad.

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.