IMPUESTAZO

Iris Speroni*

Por más psicópata que sea un gobernante, siempre se les escapan sus intenciones.

 

Hace unos días, el gobierno envió al Congreso el Presupuesto 2024 para su consideración.

Firman el presupuesto el Ministro de Economía Sergio Massa y el Jefe de Gabinete Agustín Rossi.

Si bien el Presupuesto es una especie de ley muerta, que ningún poder ejecutivo respeta desde hace décadas ―recordemos a Marcos Peña burlándose del mismo al día siguiente de su aprobación― es interesante siempre por lo que dice y por lo no que no dice.

Porque, por más psicópata que sea un gobernante, siempre se les escapan sus intenciones, algunas de las cuales se cuidan de verbalizar.

Dentro del presupuesto 2024 hay mucha tela para cortar. Por ejemplo, manifiestan la intención de prolongar el gasoducto desde Vaca Muerta (bien). Esto debería significar más oferta de gas en la Argentina, el cual se necesita, y mucho, para los hogares, para incrementar la cantidad y potencia de usinas termoeléctricas a gas ―energía limpia― y deberíamos producir más fertilizantes, para nosotros y para exportar. A medida de que uno continúa la lectura, se encuentra que no, que el gas es para Brasil.

Los gastos fueron presupuestados como si fuéramos Suiza y acá anduviera todo sobre ruedas. Da lugar para una nota per se.

El presupuesto 2024 presentado da un déficit del 1,6% del PBI. La élite gobernante vive en Narnia.

Presupuesto de Ingresos Tributarios

Hace un par de años se incorporó un concepto rebuscado: el de “gastos impositivos”.

Burócratas de escritorio se tomaron el trabajo de calcular cuánto dinero la AFIP deja de recaudar (según ellos) por las exenciones impositivas y los diferenciales de alícuotas. En realidad, es una ficción burocrática, porque la sanción de cualquier impuesto incluye la definición de la base imponible y las alícuotas a aplicar. Que un burócrata diga que es un “gasto”, que se cobre 8% y no 9%, es un abuso de parte de los tecnócratas. El tema de fondo, creo, es que ellos consideran que todo es de ellos y que si cobraron 8% y no 9%, entonces sacaron 1% de su bolsillo para entregárselo al contribuyente y por lo tanto es un “costo” o “gasto”. Es un razonamiento propio de un psicópata, que es lo que son.

Trataré de explicar de qué se trata el “gasto impositivo”. No es fácil.

Ejemplo IVA: hay, según la ley, diferentes alícuotas de IVA, las cuales se aplican según cada caso.

La mayoría de los bienes cargan una alícuota de 21%. Sin embargo, para el consumidor final de electricidad, la alícuota es 27%. Por el contrario, la leche y la carne, cargan un 10,5%. Todas las empresas, ya sea SA o SRL o familiar o un profesional, cargan IVA a sus ventas (por lo general 21%), pero el Estado, las asociaciones civiles como los clubes o las fundaciones, no cargan IVA (alícuota 0%).

Los burócratas se dedicaron a calcular cuánto menos recaudan, por ejemplo con la leche, por cargar 10,5% en lugar de 21%. Me los imaginé como el avaro de Dickens, lamentando lo que no entra en el saco, mientras está sentado en una pila de dinero.

Dan muchos ejemplos, doy otro más. Las Obras Sociales Sindicales (que son entidades sin fines de lucro) no pagan IVA sobre las facturas de médicos, estudios de laboratorio y todas las prestaciones que contratan en general. Los tecnócratas consideran que el estado “se pierde” de recaudar el IVA sobre las facturaciones de privados a las OOSSSS.

Es la codicia por la codicia en sí.

A páginas 60-66 del mensaje al Congreso, enumeran lo que ellos creen que son “gastos tributarios” que no es otra cosa que lo que podrían recaudar si aumentaran las alícuotas, o extendieran la base tributaria o eliminaran reintegros.

A página 168 vuelven sobre el tema y proponen al Congreso un aumento generalizado de impuestos.

En forma ladina, lo que sostienen es que hay que eliminar exenciones y subir alícuotas especiales.

Las excusas son dos. La primera es que dado que el presupuesto presentado conlleva un déficit de 1,6% del PBI, la única solución propuesta es subir los impuestos (o recortar exenciones); la segunda es que las exenciones impositivas favorecen a los privilegiados. El objetivo, por lo tanto, es (pág. 168) reducir exenciones que “…favorecen particularmente, a grandes firmas y corporaciones…”.

Ahora bien, a continuación (págs. 169/172), lista la totalidad de lo que consideran “gastos tributarios”, impuesto por impuesto y separan lo que corresponde por exenciones de lo que es por alícuota reducida.

Por ejemplo, a página 172, enuncian que la exención de la actividad minera le privará de recaudar 55.560,1 millones de pesos durante 2024.

Luego a páginas 173 proponen al Congreso cuáles alícuotas modificar y cuáles exenciones eliminar.

Y ahí la gran sorpresa: ¡no tocan a ninguna “gran firma” ni ninguna “corporación”.

En efecto, las propuestas, por el contrario son:

  • Llevar el IVA de 10,5% a 21% de alimentos como leche y carne.
  • Cargar el impuesto a las ganancias a los clubes, otras asociaciones civiles, a las cooperativas, fundaciones y mutuales.
  • Eliminar la reducción de alícuotas de los aportes patronales sobre los salarios para las provincias del Norte y de la Patagonia.
  • Eliminar las exenciones del “Régimen para el fortalecimiento de la micro, pequeña y mediana empresa” (PyMes).
  • Ampliar la base imponible de ganancias para la ganadería (cobrar sobre la tenencia de terneritos, a pesar de no tener valor económico).
  • Ampliar la base imponible de bienes personales para incluir las propiedades rurales (como si los productores no pagaran suficientes impuestos).
  • Ampliar la base imponible de bienes personales para incluir depósitos en entidades bancarias.
  • Eliminar las exenciones de ganancias de magistrados y la totalidad de poder judicial.

Como verán, van a aumentar los impuestos a los más pobres, los consumidores (al comprar leche con IVA 10,5% que subirá a 21%), a las pymes, a las cooperativas, a las cuotas sociales de los clubes, al productor agropecuario (*) y al ahorrista.

De “grandes firmas y corporaciones”, nada.

Así que ya sabemos, la élite que nos gobierna tiene toda la intención de continuar abusando de nosotros. Y lo dice.

 

Nota

“Bienes personales” sólo es abonado por personas físicas. Ninguna empresa paga bienes personales. Por lo tanto en el caso de las propiedades rurales, pagarían las familias que explotan campos, pero no las Sociedades Anónimas que realizan la misma actividad.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Fuente

https://www.economia.gob.ar/onp/documentos/presutexto/proy2024/mensaje/mensaje2024.pdf

 

Artículo publicado el 15/11/2023 en Restaurar, https://restaurarg.blogspot.com/2023/11/impuestazo.html

PANHISPANISMO Y LOCALISMO

Francisco Carranza Romero*

Los hechos culturales viven gracias a dos movimientos contrastantes: innovación (fuerza centrífuga) y conservación (fuerza centrípeta); apertura y cierre.

En la lengua se observa este movimiento entre el cambio y la conservación, entre el localismo y el universalismo. La lengua como código de comunicación de seres inteligentes está en constante cambio partiendo desde el idiolecto, sociolecto y dialecto. La lengua sobrevive gracias al esfuerzo de los usuarios por entenderse recíprocamente. Es el mejor medio de comunicación oral o escrita tanto en las ciudades como en las áreas rurales. Pero la urbe, que tampoco es uniforme, creyendo que habla mejor una lengua, trata de imponer su manera de hablar al área rural. Y la ciudad capital del país, creyéndose el modelo lingüístico, espera que las provincias la imiten.

En el nivel internacional, algunos españoles usuarios de la lengua castellana se creen los modelos lingüísticos sin tomar en cuenta la amplitud geográfica y el factor demográfico, y sin el conocimiento de que todas las lenguas viven con variedades dialectales por razones geográficas, históricas y culturales (como la influencia de las lenguas indígenas). Ante los hablantes de Hispanoamérica, Guinea Ecuatorial y Filipinas dicen con mucha ligereza: «En España se habla el mejor español”. Ellos ignoran que no hay dialecto mejor ni peor. Por tanto, ningún dialecto debe ser objeto de menosprecio.

Esta actitud imperialista se da también en otras lenguas. El cusqueño que habla quechua dice que su dialecto es el auténtico. El británico dice que su «Royal English» es mejor sin considerar que su población no es relevante frente a la población anglohablante de todo el mundo.

Las diferencias entre España e Hispanoamérica

En lo fonético. El seseo es general en Hispanoamérica y en algunas áreas de España (Andalucía e Islas Canarias). El yeísmo se da tanto en las urbes de Hispanoamérica y España; pero en las zonas americanas con influencia de las lenguas indígenas se realizan las diferencias de ye (fricativo palatal sonoro) y elle (lateral palatal sonoro).

El léxico varía en significante y significado (Ferdinand Saussure) en cada localidad porque las realidades geográficas, históricas y culturales condicionan el pensamiento y el lenguaje. Con este criterio comprendemos las diferencias entre Hispanoamérica y España sin ninguna supervaloración ni subvaloración. Superando el localismo estrecho (espíritu del campanario) aprendemos y asimilamos nuevas palabras. Así podemos entender el habla y el material escrito en otras localidades. En la variedad también está la riqueza lingüística.

Cuando se edita un libro en España, el corrector de la editorial interviene cambiando el léxico de Hispanoamérica por la de España como si existiera el colonialismo lexical. Esto se nota más en las traducciones. En los cinco ejemplos cito primero la versión hispanoamericana, luego la española:

Carro (del latín carrus). En España: coche (del húngaro kocsi).

Estacionamiento. En España: cochera. Por la influencia del francés también se usa garaje tanto en Hispanoamérica como en España.

Chofer. Influencia del francés, conductor del vehículo. En España: chófer y chóferes (plural). La diferencia está en la ubicación del acento de intensidad.

Papa. De origen quechua, tubérculo americano. En España: patata. Esto puede explicarse así:

  1. Confusión con “batata” (Ipomoea batatas, otro tubérculo americano).
  2. Desconocimiento del caso acusativo «papata» de «papa» en quechua.

Polla. Femenino de pollo (que aún no pone huevo o recién está poniendo), apuesta, lotería, mujer joven, coctel de licor, esputo. En España: coprolalia referente a pene.

¿Cómo llamar al ave carroñera Coragyps atratus de muchos nombres? Cito en orden alfabético: aura (España), chulo (Colombia), gallinazo (Perú), jote (Chile), urubú (Paraguay), zamuro (Venezuela), zoncho (Costa Rica), zopilote (México), etc.

El cerdo también tiene muchas denominaciones: chancho, cochino, marrano, porcino, puerco.

En una de mis visitas a Madrid entré a una juguería de La Gran Vía. Al ver la toronja en la vitrina, pedí: Jugo de toronja. El mozo no me comprendió o se hizo que no me comprendía. Me acerqué a la vitrina, señalando la fruta, dije: «Quiero jugo de toronja». Entonces el mozo me contestó en voz alta: «Zumo de pomelo» enfatizando la pronunciación de la zeta como fonema fricativo interdental sordo. Me estaba enseñando el español madrileño. Por mi aspecto físico, era evidente: yo no soy un hispanígena ni europeígena. Recibí el jugo y bebí sentado recordando las expresiones lingüísticas y paralingüísticas. Al pagar le dije con sonrisa: «Pomelo, de origen inglés. Toronja, de origen árabe. Zumo (imitando su pronunciación) de origen griego. Jugo, de origen latino». ¿Sabría el mozo que fueron los árabes los que llevaron a España la naranja y toronja?

La vida del castellano depende de todos los usuarios

Nadie pone en duda el origen del idioma castellano como variación del latín vulgar. Pero, la vida del castellano por siglos es gracias a sus hablantes en España, Hispanoamérica, Guinea Ecuatorial y Filipinas. España no es el amo ni dueño del castellano.

La vigencia y unidad del castellano es y será el resultado de la voluntad, esfuerzo y responsabilidad de todos sus usuarios de allá y acullá. Si podemos comunicarnos en español es gracias al esfuerzo de cada hablante y del que estudia y reflexiona sobre la lengua. La lengua culta, usada en las conferencias, clases, documentos oficiales, libros y periódicos (con la excepción de las publicaciones que, para agradar a ciertos grupos, descuidan las normas) es la base para la unidad de la lengua.

Repito: para entendernos necesitamos la apertura mental y tolerancia entre los hablantes. A pesar de nuestras diferencias étnicas, económicas, políticas y culturales debemos aceptarnos porque somos usuarios de una lengua común con sus diferencias fonéticas, léxicas y morfológicas. Y debemos esforzarnos en conocer la lengua que usamos para hablar y escribir; conocerla en su sincronía y diacronía.

En cuanto a la producción literaria tomemos en cuenta la opinión del venezolano Ángel Rosenblat: «(…) toda la literatura española es patrimonio nuestro, patrimonio común de nuestra lengua común» (Sentido mágico de la palabra, 1977, Caracas).

* Investigador del Instituto de Estudios de Asia y América, Dankook University, Corea del Sur.

©2023-saeeg®

 

COMPRO Y VENDO

Iris Speroni*

Quienes gobiernan, más las patronales que los apoyan, desean continuar con el statu quo, que hambrea al pueblo y engrosa los ya gordos bolsillos de quienes mandan en la Argentina.

Los funcionarios del gobierno de Alberto Fernández (2019-2023) se han caracterizado por responsabilizar a eventos externos de nuestras desgracias económicas internas. Las imputaciones más usuales son la Guerra de Ucrania, la sequía, el COVID y supongo que ahora agregarán la guerra en Israel-Palestina.

Lo cierto es que esos mismos eventos impactaron en todo el mundo; ninguno de ellos con los resultados desastrosos locales.

Es más, los países del Mercosur, los han sufrido a pleno, incluida la sequía. Aun así, sus gobernantes han contado con más habilidades para superar los contextos internacionales y climático. Al punto tal que tanto Brasil, Uruguay como Paraguay controlaron la inflación, aumentaron sus reservas y acrecentaron sus respectivos PBIs, lo que se correlaciona con un sostenido aumento de los sueldos promedio de la población.

Otra de las excusas más frecuentes de los funcionarios es que nuestros males nacen de la “falta de dólares”. La repitió el miércoles 8 de noviembre el Jefe de Gabinete, Agustín Rossi, en la oportunidad del debate de candidatos a vicepresidentes.

Ahora bien, ¿Hay escasez de dólares?

Veamos algunos números.

Balanza Comercial 2019-2022

En los últimos veintitrés años, el superávit comercial argentino consolidado es de U$D 190.405 millones. Su contrapartida debería ser la acumulación de reservas por igual monto. Pero no.

Superávit comercial consolidado 2020-2022 (Alberto Fernández) en millones de dólares:

2020:                    12.528

2021:                    14.750

2022:                      6.923

Consolidado:       34.201

Por lo tanto, el presidente Alberto Fernández debería haber acumulado a fines de 2022 reservas por 34.201 millones de dólares.

No sucedió por:

    • pago de intereses de deuda pública
    • pago de intereses y capital de deuda privada
    • pago de servicios (seguros, fletes internacionales, consultoría, etc.)
    • uso de dólares por parte del gobierno para “controlar” la cotización del dólar paralelo.

No hubo amortizaciones netas de capital de la deuda (por el contrario, se acrecentó).

En cuanto a la deuda privada, es muy difícil discernir entre deuda genuina por parte de personas físicas y jurídicas y cuánto es fraude ―es decir, inventar deudas inexistentes o autodeudas (en inglés back-to-back)― ya que el deudor compra dólares a precio oficial. Existe un enorme incentivo para a) endeudarse, b) simular endeudarse, ya que en ambos casos se generan las condiciones para comprar dólares a mitad de precio.

Recuerdo a los lectores que no existe mejor negocio en la Argentina que comprar dólares a precio oficial, que comprar dólares a mitad de precio. Es un negocio más suculento que traficar armas, drogas o personas. En 2022 se embolsaron U$D 44.223 millones de dólares.

En cuanto a los servicios, hay genuinos (fletes) y otros de imposible control. ¿Por qué habría de contratarse una consultoría o publicidad o cualquier otro servicio en el exterior? Una razón puede ser que no se brinde en el país (tecnológicas), otra que sea mandatoria respecto a líneas de crédito, y la otra directamente inventar empresas en el exterior que vendan servicios y permitan al contratante justificar la compra de dólares a mitad de precio para ser girada al exterior.

Fíjense que ahora la mayoría de las publicidades de automóviles en TV son importadas, cuando históricamente se hacían acá. Que la publicidad de Coca-Cola durante el mundial era importada. Eso sucede porque la pagan a dólar oficial. Argentina se cansó de ganar premios en publicidad. Así defiende el gobierno el trabajo argentino “de calidad y con valor agregado”.

El flete marítimo de todas las cosechas argentinas, así como las exportaciones de carnes, aceros, aluminio, otros productos industriales y las exportaciones de petróleo crudo se efectúa con flotas extranjeras. Lo mismo sucede con las importaciones. Eso significa un gasto en divisas entre 5.000 y 6.000 millones de dólares por año.

Un barco de ultramar es relativamente barato. Menos de 100 millones de dólares y mucho menos si es usado. Sin embargo, ni el estado ni los privados han querido arriesgarse a incursionar en lo que hoy es una actividad abandonada. A pesar de que tenemos escuela profesional de Marina Mercante. Una pena.

Es mucho mejor comprar dólares a 350 pesos y pagarle el flete a un tercero.

En cuanto al flete aéreo, AA cubre una fracción mínima del total.

Volvamos a la balanza comercial.

El superávit consolidado de los primeros tres años de Alberto Fernández superó los 34 mil millones de pesos. ¿Qué sucedió en enero-septiembre del 2023?

Sufrimos un déficit comercial de 6.960 millones de dólares.

¿Por qué? Según el gobierno, por dos razones: bajaron las exportaciones por la sequía y subieron las importaciones de combustibles, por el aumento internacional de los precios.

¿Es verdad? Sí, a lo primero. Más o menos a lo segundo. Las importaciones de combustible del período fueron de U$D 6.731 millones, 12% del total.

Existen otros productos extra “Región Pampeana” que podrían haber propulsado las exportaciones, tanto los productos industriales, como los cultivos de secano o patagónicos.

El retraso cambiario (el BCRA paga a 350 lo que vale 900) deprime las inversiones en esas áreas y vuelve no competitivas las exportaciones de otros productos, por ejemplo, los vinos finos. Las bodegas que durante años trataron de desarrollar una marca internacional de “Vinos Argentinos”, en particular malbec, se encontraron que no pueden cubrir los costos, y que cuanto menos exportan menos pierden.

Lo mismo sucede con productos industriales, que no ven el incentivo en desarrollar mercados externos para luego quedar presos del arbitrio de los funcionarios, tanto del BCRA como de la Aduana.

El gobierno ha entendido con claridad que el problema era y es el tipo de cambio, por eso inventó los cambios múltiples (“Dólar soja”), que ha dado lugar a su correlato de abusos dentro de la cadena de comercialización.

En estos meses en que el dólar oficial ha estado por el piso, se ha incrementado la demanda de importaciones, tanto necesarias como ficticias. El gobierno eligió reprimir la demanda de importaciones por cantidad (“usted sí, usted no, usted sí pero por este monto”).

¿Cuál es la solución sensata? Dejar que el tipo de cambio vaya al valor que tenga que ir (dado el precio deprimido, subirá) y esto será algún valor intermedio entre el oficial y el libre.

Entonces serán los agentes económicos los que decidan si importar o no a ese precio o dedicarse a exportar o no a ese precio. También se evitarían problemas intergubernamentales, como cuando el gobierno de Córdoba acudió a la justicia para comprar dólares a mitad de precio (oficial).

Es una verdadera pena que el gobierno cordobés no actuara en defensa de los exportadores cordobeses con la misma diligencia que lo hiciera para el Tesoro de la provincia.

Por último, y con esto dejo el tema por hoy, Paraguay, Bolivia, Uruguay y Brasil no cobran derechos de exportación (mal llamados “retenciones”). En realidad, casi ningún país del mundo lo hace.

Paraguay, Bolivia (*), Uruguay y Brasil no controlan el tipo de cambio. En realidad, casi ningún país del mundo lo hace.

No es un tema ideológico. No pusieron esos controles ni Lula ni Bolsonaro, ni Mujica ni Lacalle, ni el gobierno conservador de Paraguay, ni el socialista de Bolivia.

A cambio de esas políticas de sentido común, nuestros cuatro países amigos disfrutan prosperidad creciente, aumento de reservas, caída de deuda, bajas tasas de interés y no tienen inflación.

Mientras tanto, todas las patronales que apoyan al gobierno, desean continuar con el statu quo, que hambrea al pueblo y engrosa los ya gordos bolsillos de quienes mandan en la Argentina.

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Nota

(*)  Bolivia está con un problema puntual ahora. No controló el tipo de cambio en todo el gobierno de Evo Morales.

 

Lecturas relacionadas

Mis dólares tus dólares nuestros dólares

Https://restaurarg.blogspot.com/2022/06/mis-dolares-tus-dolares-nuestros-dolares.html 

La guerra contra el campo (@candelasolsilva https://twitter.com/candelasolsilva)

Https://restaurarg.blogspot.com/2022/08/la-guerra-contra-el-campo.html 

Restricción interna

Https://restaurarg.blogspot.com/2022/07/restriccion-interna.html 

Sobre ruedas

Https://restaurarg.blogspot.com/2023/06/sobre-ruedas.html 

Vamos de paseo en un auto feo

Https://restaurarg.blogspot.com/2022/03/vamos-de-paseo-en-un-auto-feo.html 

Equilibrio inestable

Https://restaurarg.blogspot.com/2019/12/2020.html 

Los dólares vienen y se van

Https://restaurarg.blogspot.com/2022/02/los-dolares-vienen-y-se-van.html

El altar de la destrucción

Https://restaurarg.blogspot.com/2022/09/el-altar-de-la-destruccion.html

 

Artículo publicado el 11/11/2023 en Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2023/11/compro-y-vendo.html