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CHINA, ÁFRICA Y OCCIDENTE: PROBLEMÁTICAS DE INVERSIÓN Y CAMBIOS GEOESTRATÉGICOS

Salam Al Rabadi*

La expansión de la influencia de las empresas transnacionales chinas a nivel mundial no se desvía del contexto de los estratégicos adoptados por el Estado chino para asegurar su vital esfera económica y política. Está claro que las estrategias de inversión de las empresas chinas se basan en hacer de China una potencia económica, política y militar global.

Por tanto, se puede decir que estas políticas de inversión reflejan inevitablemente la visión de China sobre cómo lograr objetivos políticos y económicos a largo plazo. Sobre esta base, parece que la influencia de las inversiones chinas en el continente africano representa un cambio geoestratégico que trastornará muchos equilibrios económicos y políticos globales a todos los niveles y ámbitos.

Las inversiones chinas han ampliado su alcance de trabajo en todo el continente y el volumen del comercio entre China y África está aumentando a un ritmo muy alto. Durante la cumbre del Foro de Cooperación China-África (FOCAC), celebrada en Beijing en septiembre de 2024, China se comprometió a implementar unos 30 proyectos de infraestructura en todo el continente y a proporcionar financiación y apoyo por valor de unos US$ 51 mil millones durante tres años (2025-2028).

En la actualidad, el volumen del comercio entre China y África asciende, aproximadamente US$ 167 mil millones (en el primer semestre de 2024), donde las exportaciones chinas se estiman en US$ 97 mil millones, frente a las exportaciones africanas por valor de US$ 69 mil millones. Actualmente hay más de 10.000 empresas chinas que operan en todo el continente y están activas en todos los sectores (tecnología, infraestructura, minería, agricultura, metales raros, energía verde, etc. Y también el número de ciudadanos chinos en África se estima en unos dos millones de personas y son la comunidad extranjera más grande que habita el continente.

En consecuencia, como resultado de la creciente influencia de las inversiones chinas, ha quedado claro que existe una competencia chino-occidental dentro de África, ya que existen serios interrogantes y preocupaciones geopolíticas en Occidente sobre las repercusiones de estas enormes inversiones, que caen dentro de la visión política china del Estado.

Podemos inferir esta competencia siguiendo el intento de Occidente de trabajar para enfrentar la iniciativa de China, llamada «La Franja y la Ruta» o «Nueva Ruta de la Seda», especialmente en su aspecto africano.

Por lo tanto, a partir del seguimiento de este conflicto estratégico relacionado con estas inversiones, que se basa en el principio de trascender las confrontaciones políticas y económicas tradicionales, ya no es posible ignorar muchos de los problemas que giran en torno al intento de Occidente de involucrar cuestiones relacionadas con el desarrollo sostenible en este conflicto, especialmente a nivel de cuestiones relacionadas con la gobernanza, la transparencia y la lucha contra la corrupción, las normas medioambientales, los derechos humanos, etc.

Occidente formula muchas acusaciones y duras críticas a las inversiones chinas por no adherirse y cumplir con los estándares de desarrollo sostenible en África. Aquí se pueden manifestar las siguientes preguntas lógicas:

  • ¿Cuáles son las dimensiones y repercusiones de las acusaciones occidentales contra China de que sus inversiones en África violan las normas de desarrollo sostenible y derechos humanos?
  • ¿Existen ahora enfoques puramente políticos para las inversiones chinas en lugar de enfoques basados en cómo ayudar a consolidar las políticas de desarrollo sostenible en todas sus dimensiones en el continente africano?

Partiendo del supuesto de que estas inversiones no quedan fuera del ámbito de la competencia entre China y Occidente, debemos llamar la atención sobre la cuestión de la dimensión política en las críticas occidentales a las inversiones chinas en términos de su descuido de las normas de desarrollo sostenible en el continente africano, especialmente en los estados fallidos.

Esta cuestión se vuelve claramente visible al rastrear el énfasis en la adopción de estándares ambientales estrictos y el compromiso con una gobernanza sostenible que los países occidentales están tratando de imponer a muchos países que tienen relaciones de inversión con China.

Esto es con el objetivo de intentar limitar la capacidad y el poder económico y de inversión de China. Por ejemplo, las políticas de desarrollo sostenible que se centran en la reducción de emisiones y la transición a energías limpias se están aprovechando para limitar la expansión de las industrias pesadas en China y en los países en desarrollo que dependen de ellas para lograr un rápido crecimiento económico. Mientras que los países desarrollados continúan monopolizando tecnologías avanzadas de energía limpia, lo que mejora su control económico y tecnológico.

En suma, parece claro que existe una explotación política y económica de los conceptos de desarrollo sostenible como herramienta mediante la cual se puede frenar la expansión de la influencia china en el continente africano. Desafortunadamente, a menudo los países desarrollados lo han utilizado como medio de presión para promover sus intereses y socavar el rápido crecimiento de los países en desarrollo y emergentes, lo que contribuye a desacelerar el ritmo de su ascenso económico y político.

A la luz de lo anterior, no debemos ignorar las estrategias de algunos países basadas en utilizar los conceptos de gobernanza y transparencia para alcanzar objetivos políticos. Esto abre la puerta amplia y seriamente a dejar planteada una pregunta:

¿Cómo explota Occidente todos los conceptos de desarrollo sostenible a nivel económico y político para enfrentar la influencia de la inversión global China, específicamente en el continente africano?

 

* Doctor en Filosofía en Ciencia Política y en Relaciones Internacionales. Actualmente preparando una segunda tesis doctoral: The Future of Europe and the Challenges of Demography and Migration, Universidad de Santiago de Compostela, España.

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LA TRADICIÓN MILENARIA DEL PENSAMIENTO DE XI JINPING Y LAS DISPUTAS ENTRE CHINA Y LA UE

Giancarlo Elia Valori*

Foto: Spanish.Xinhuanet.Com

El 70º aniversario de la promulgación de los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica es un gran acontecimiento para la comunidad internacional. También es de gran importancia que el presidente Xi Jinping lleve adelante la tradición milenaria de China de cooperación amistosa entre los ciudadanos de todos los países para promover la paz y el desarrollo mundiales. La República Popular China no está de acuerdo con la teoría de que un país fuerte debe buscar la hegemonía. El pueblo chino no lleva en la sangre el gen de oprimir a otros pueblos a través del militarismo o del llamado poder blando condicionante, o a través de bombas humanitarias que traen «libertad».

Hace setenta años, durante el movimiento de descolonización que surgió después de la Segunda Guerra Mundial, la causa de la independencia y la liberación nacional floreció en los países afroasiático-americanos, y esos nuevos países aspiraban a establecer relaciones internacionales igualitarias con aquellos Estados que hasta entonces habían dictado e impuesto sus leyes de manera imperial-colonialista.

Los países recién independizados siguieron esa tendencia histórica y defendieron conjuntamente los Cinco Principios chinos de respeto mutuo, soberanía, integridad territorial, no agresión mutua y no injerencia en los asuntos internos, sobre la base de la igualdad y el beneficio mutuo de la coexistencia pacífica.

Ya en 1954, la República Popular China y algunos países asiáticos emitieron declaraciones conjuntas en las que confirmaban que esos Cinco Principios se aplicarían en sus relaciones mutuas y en las relaciones de sus respectivos países con otros países de Asia y de todo el mundo. Se trata de una iniciativa importante en la historia de las relaciones internacionales y una contribución histórica a la creación de un nuevo tipo de relaciones internacionales justas y razonables.

Mirando hacia atrás, el presidente Xi Jinping no sólo expresa su profunda gratitud a la primera generación de líderes de China Popular, sino que también desarrolla y reafirma que estos Cinco Principios son una forma de respeto y solidaridad con las personas con visión de futuro en varios países que han insistido durante mucho tiempo en promover los valores de igualdad e independencia en el mundo.

Esto significa explorar la mejor manera de llevar adelante el establecimiento de un nuevo tipo de relaciones internacionales y construir juntos un orden mundial basado en la cooperación de beneficio mutuo.

Los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica se desarrollaron en Asia porque heredan la tradición ideológica de los pueblos asiáticos que abogan por la paz. Pueblos que nunca han intentado imponer sus ideas en otros continentes, ni en niveles políticos y económicos de pensamiento diferente, como sabemos que sucedió en Europa, que durante siglos se consideró la fuente de la verdad en todos los niveles, desde el social hasta el religioso.

La nación china siempre ha apoyado conceptos armoniosos en los que no debe haber uniformidad ni violencia que los impongan. No en vano, los países asiáticos siempre han defendido conceptos como la benevolencia, la caridad y la paz. Tagore, el gran poeta indio, escribió: «¿Crees que puedes lograr la amistad a través de la guerra? La primavera se escurrirá ante tus ojos».

El Presidente Xi Jinping siempre ha sostenido que los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica reflejan vívidamente las metas y objetivos de la Carta de las Naciones Unidas y les ofrecen una connotación visible, factible y alcanzable. No sólo representan las nuevas expectativas de los países asiáticos en materia de relaciones internacionales, sino que también encarnan el espíritu del estado de derecho internacional que debe unificar los derechos y las obligaciones, así como las responsabilidades de todos los países del mundo.

A través de esos principios, ya en el decenio de 1950, la República Popular China y algunos países asiáticos resolvieron viejas controversias. Por ejemplo, en la década de 1960, China y Myanmar (Birmania) resolvieron adecuadamente la cuestión fronteriza: los dos países firmaron un tratado fronterizo, que fue el primero de este tipo firmado por Nueva China con los países vecinos. Los dos países también firmaron el Tratado de Amistad y No Agresión, que nuevamente fue el primer tratado de paz y amistad entre países asiáticos.

Desde finales de la década de 1960, los Cinco Principios no sólo han echado raíces en Asia, sino que también se han arraigado profundamente y se han extendido por todo el mundo. El presidente Xi Jinping cree que, resumiendo la práctica de las relaciones internacionales, los Cinco Principios tienen una fuerte vitalidad. La propia India declaró hace poco que si se reconocieran los Cinco Principios de la Coexistencia Pacífica en las relaciones entre todos los países, casi no habría conflictos ni guerras en el mundo.

Es indiscutible que desde la época del liderazgo del Presidente Xi Jinping, los Cinco Principios, como principios abiertos e inclusivos del derecho internacional, han resistido la prueba de las vicisitudes de la situación mundial y encarnan los valores de la soberanía, la justicia, el estado de derecho y la democracia, entendida como la independencia de los Estados frente a la voluntad opresiva de los Estados más poderosos y no en el sentido propagandístico liberal como expresión política de partidos que representan a las clases privilegiadas y explotadoras que manejan el capital financiero.

De hecho, los Cinco Principios se están convirtiendo en las reglas fundamentales de las relaciones internacionales. Enmarcan científicamente las características esenciales del nuevo tipo de relaciones exteriores. Son una unidad interconectada, que se refuerza mutua e indivisiblemente, y son aplicables a las relaciones entre países de diversos sistemas sociales, niveles de desarrollo y tamaños.

En 1955, por ejemplo, los Diez Principios adoptados por la Conferencia de Bandung fueron una extensión y desarrollo de los Cinco Principios de la Coexistencia Pacífica. El Movimiento de los Países No Alineados, que surgió en el decenio de 1960, adoptó los Cinco Principios como guía fundamental. Las declaraciones pertinentes adoptadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1970 y 1974 aceptaron los Cinco Principios de la Coexistencia Pacífica. Estos han sido adoptados por una serie de organizaciones internacionales y pactos y tratados en el mundo actual y han sido ampliamente reconocidos y respetados por la comunidad internacional.

De hecho, los Cinco Principios salvaguardan los derechos e intereses de los países en desarrollo. La esencia de los Cinco Principios de la Coexistencia Pacífica es que todos los países tienen la misma soberanía y se oponen al monopolio de cualquier país en los asuntos internacionales. Esto proporciona una poderosa arma ideológica para que los países en desarrollo defiendan su soberanía nacional y su independencia. Se convierten en una bandera para que estos países se unan, cooperen y se fortalezcan mutuamente a través de la solidaridad militante, que profundiza el entendimiento y la confianza mutuos, promueve la cooperación Sur-Sur, al tiempo que desarrolla y aumenta la cooperación Norte-Sur. El objetivo principal de los Cinco Principios es actualmente su contribución al establecimiento de un orden político y económico internacional más justo y razonable. Los Cinco Principios rechazan la ley de la selva en la que los fuertes pueden aprovecharse de los débiles. Ha sido un claro signo antiimperialista y anticolonialista desde las independencias de la década de 1960 que aceleraron el colapso del sistema colonial formal. En el contexto de la Guerra Fría, las «esferas de influencia» y otros métodos no lograron gestionar adecuadamente las relaciones entre los países, lo que llevó a conflictos regionales periféricos por la creciente interferencia. En marcado contraste, los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica abrieron un nuevo camino para la resolución pacífica de problemas de larga data y controversias internacionales entre países.

El mundo actual está experimentando cambios profundos y complejos. La tendencia de los tiempos de paz, desarrollo, cooperación y situaciones de ganar-ganar se está convirtiendo cada vez más en una comunidad de destino donde «nosotros estamos entre vosotros y vosotros estáis entre nosotros». Al mismo tiempo, la injusticia y la desigualdad en las relaciones internacionales siguen siendo evidentes, los desafíos globales están surgiendo uno tras otro, y varios conflictos regionales y guerras locales están teniendo lugar en muchos países sin la pantalla de las ideologías, pero con un claro intento de apoderarse de territorios ricos en recursos. Las personas, especialmente los niños, siguen viviendo en el fuego de la guerra, y muchos países en desarrollo siguen en las llamas de la guerra. La gente sigue padeciendo hambre y frío. Todavía queda un largo camino por recorrer para mantener la paz mundial y promover el desarrollo común.

En esta situación, el espíritu de los Cinco Principios de la Coexistencia Pacífica no es obsoleto, sino que sigue siendo plenamente pertinente. El significado de los Cinco Principios de la Coexistencia Pacífica no se diluye, sino que se profundiza; no se debilita, sino que se fortalece con el tiempo. La soberanía es el símbolo fundamental de la independencia nacional y la manifestación básica y garantía fehaciente de los intereses nacionales. La soberanía y la integridad territorial no pueden ser violadas y los países deben respetar los intereses fundamentales y las principales preocupaciones de los demás. Estas son verdades duras que no se pueden eludir en ningún momento y nunca debemos vacilar ante ellas.

El presidente Xi Jinping afirma que los países, grandes o pequeños, fuertes o débiles, ricos o pobres, son todos miembros iguales de la comunidad internacional y tienen los mismos derechos para participar en los asuntos internacionales. Los asuntos de cada país deben ser manejados por el pueblo de ese país. Debemos respetar los sistemas sociales y las vías de desarrollo elegidas independientemente por cada país y oponernos al uso de medios ilegales para subvertir el poder político legítimo de otros países por intereses u opiniones egoístas.

Además, la seguridad debe ser universal. Todos los países tienen derecho a participar en los asuntos de seguridad internacional y regional en pie de igualdad, y todos tienen la responsabilidad de mantener la seguridad internacional y regional.

Debe defenderse el concepto de seguridad común, mundial, cooperativa y sostenible y debe respetarse y protegerse la seguridad de cada país. Un país no puede estar seguro mientras otros países no lo estén, mientras que algunos países son seguros y otros no, por no hablar de la llamada seguridad absoluta a expensas de la seguridad de los demás. Por lo tanto, debemos fortalecer la cooperación internacional y regional, responder conjuntamente al creciente número de amenazas no tradicionales a la seguridad, luchar resueltamente contra todas las formas de terrorismo y erradicar su caldo de cultivo.

Cuando se trata de diferencias y controversias entre países, debemos insistir en resolverlas pacíficamente mediante el diálogo y la consulta, aumentar la confianza mutua mediante el diálogo y no recurrir a la fuerza ni amenazarla. La voluntad de usar la fuerza es un signo de pobreza moral. Solo la seguridad basada en la ética puede tener una base sólida y ser verdaderamente duradera. Tenemos que promover la construcción de una nueva arquitectura para la cooperación en materia de seguridad en Asia y el Pacífico que sea abierta, transparente y justa, y alentar a todos los países a salvaguardar conjuntamente la paz y la seguridad regionales y mundiales.

Algunos países se están volviendo cada vez más ricos, mientras que otros siguen siendo pobres y atrasados desde hace mucho tiempo. Esta situación es insostenible. Debemos salvaguardar y desarrollar conjuntamente una economía mundial abierta, promover conjuntamente un crecimiento fuerte, sostenible y equilibrado de la economía mundial, promover la liberalización y la facilitación del comercio y la inversión, adherirnos a la cooperación regional abierta, oponernos a todas las formas de proteccionismo y oponernos a cualquier política de asistencialismo y chantaje.

Xi Jinping sostiene que debemos combinar los intereses nacionales de cada Estado con los intereses comunes de todos los países y esforzarnos por ampliar la convergencia en todas las direcciones posibles, porque no se trata de resolver un problema y dejar otro sin resolver, sino de encontrar soluciones aceptables para todas las partes. Tenemos que establecer activamente el nuevo concepto de ganar-ganar y ganar múltiplemente, y renunciar al viejo enfoque basado en la idea de que tú pierdes, yo gano y el ganador se lo lleva todo.

Teniendo esto en cuenta, los derechos y las responsabilidades deben ser compartidos, trabajar juntos para abordar los crecientes problemas mundiales como el cambio climático, la seguridad energética y de los recursos, la seguridad de las redes y los grandes desastres naturales, y para proteger conjuntamente la tierra, nuestro hogar, del que depende la humanidad.

El respeto del derecho internacional es la base de los principios fundamentales universalmente reconocidos de las relaciones internacionales. Utiliza normas uniformemente aplicables para distinguir el bien del mal, promover la paz y buscar el desarrollo. En la comunidad internacional, el derecho debe ser la norma común. No hay ley que se aplique solo a los demás pero no a nosotros, y no hay ley que se aplique solo a nosotros pero no a los demás. No debe haber dobles raseros en la aplicación de la ley. Debemos salvaguardar conjuntamente la autoridad y la seriedad del derecho internacional y el orden internacional, que han sido violados en los últimos años. En nombre del estado de derecho, todos los países deben ejercer sus derechos de conformidad con la ley y oponerse a la distorsión del derecho internacional y a la violación de los intereses legítimos de otros países y a la amenaza a la paz y la estabilidad.

En cuanto al desarrollo de las tesis de Xi Jinping, cinco años después de la pandemia, el reciente viaje a Francia ―con motivo del 60º aniversario de las relaciones diplomáticas entre China y Francia―, Hungría y Serbia, dio al líder chino la oportunidad de reafirmar sus tres iniciativas para el desarrollo global, la seguridad global y la civilización global, señalando la dirección de la sociedad humana hacia estas tres dimensiones, proporcionar orientación estratégica a las relaciones internacionales de China.

Xi Jinping ya ha argumentado recientemente que la recuperación económica mundial es frágil y débil. Uno tras otro están surgiendo varios desafíos de seguridad. Siguen existiendo malentendidos, distanciamientos e incluso conflictos entre diferentes civilizaciones, y los déficits en materia de paz, desarrollo, seguridad y gobernanza siguen aumentando.

Centrándose en promover el desarrollo y el progreso de la sociedad humana, en los últimos años el presidente Xi Jinping ha contribuido a la mejora del escenario internacional y a la gestión y mediación en los desafíos globales y la solución de problemas.

La paz, la estabilidad, la abundancia de materiales y la riqueza espiritual son los objetivos fundamentales del desarrollo. El desarrollo es la base material de la seguridad y la civilización, y la seguridad es el requisito previo fundamental para todo esto. El presidente Xi Jinping enfatiza que se complementan y unen a la comunidad internacional para fortalecer la cooperación y abordar los desafíos juntos, una vez que se cree un amplio consenso que beneficie a todos, pero que sea equilibrado, coordinado e inclusivo.

Más de 100 países y organizaciones internacionales han apoyado la Iniciativa para el Desarrollo Mundial; más de 70 se han unido al Grupo de la Iniciativa de Desarrollo Global, y casi 30 países y organizaciones internacionales han firmado memorandos de entendimiento sobre cooperación con la República Popular China. Además, la Iniciativa para el Desarrollo Mundial está plenamente en consonancia con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y sigue de cerca las necesidades más urgentes de los países en desarrollo para satisfacer las necesidades de subsistencia de las personas, promueve la creación de plataformas de cooperación y asociaciones en ámbitos clave como la reducción de la pobreza, la seguridad alimentaria, la industrialización y la conectividad en la era digital, así como profundizar la cooperación práctica y fortalecer el intercambio de conocimientos sobre el desarrollo en beneficio de la mayoría de los países en desarrollo.

Además, tenemos que insistir en la promoción de la paz y la negociación sobre cuestiones candentes como la crisis ucraniana y el conflicto palestino-israelí, y encontrar soluciones políticas a nuevas crisis mundiales, como la cuestión climática.

La Iniciativa para la Civilización Mundial aboga por el respeto de la diversidad de las civilizaciones del mundo, la promoción de los valores comunes de toda la humanidad, la importancia del patrimonio y la innovación de las civilizaciones, el fortalecimiento de los intercambios internacionales y la cooperación entre los pueblos, y la promoción de la coexistencia inclusiva, los intercambios y el aprendizaje mutuo entre las diferentes civilizaciones.

Las tres iniciativas propugnadas por el Presidente Xi Jinping han echado raíces y están llevando a la comunidad internacional en la dirección correcta del desarrollo común, la paz y la estabilidad a largo plazo. De cara al futuro, China seguirá trabajando con todas las partes para aplicar activamente las tres iniciativas encaminadas a una comunidad mundial de futuro compartido.

En cuanto a las fricciones comerciales entre China y la Unión Europea, surge la siguiente pregunta: ¿cooperación o confrontación? Por lo tanto, la UE se encuentra en una encrucijada crítica en sus relaciones con China.

El «Financial Times» del Reino Unido informó el 27 de enero que muchas empresas fotovoltaicas europeas han anunciado recientemente el cierre de fábricas, y que la UE está considerando imponer aranceles punitivos o investigaciones antidumping a los productos fotovoltaicos chinos, así como implementar subsidios para alentar a los países a mantener las fábricas en funcionamiento.

En este sentido, los medios de comunicación alemanes criticaron el hecho de que las empresas fotovoltaicas europeas no tengan ventajas técnicas evidentes y que las llamadas «subvenciones» no tendrán ningún efecto sustancial. Incluso la Asociación Alemana de Energías Renovables advirtió que apuntar ciegamente a la inversión y a las empresas chinas podría amenazar a los trabajadores empleados en trabajos relacionados en Europa.

Europa se beneficia del sistema multilateral de comercio. En un artículo dos días después, «The Wall Street Journal» afirmaba que esta era precisamente la razón por la que Bruselas podría reintroducir el sistema trumpiano, que persigue el «America First» y la antiglobalización. La elección del presidente de Estados Unidos causa preocupación. Algunos observadores creen que la repetida defensa de la Comisión Europea de que la «reducción del riesgo» no equivale a un «desacoplamiento» demuestra que la UE cree que «desacoplar y desconectar» la economía china no le conviene. Tanto el Parlamento Europeo como los Estados Unidos celebrarán importantes elecciones este año. Cómo llevarse bien con China pondrá a prueba la sabiduría política de los líderes europeos. Como es bien sabido, China está dispuesta a entablar un diálogo con la UE sobre la estabilidad de la cadena de suministro para eliminar las dudas mutuas. Y se cree que mientras Europa se adhiera a la independencia estratégica, el mundo no repetirá los errores de la Guerra Fría y la confrontación de bloques.

 

* Copresidente del Consejo Asesor Honoris Causa. El Profesor Giancarlo Elia Valori es un eminente economista y empresario italiano. Posee prestigiosas distinciones académicas y órdenes nacionales. Ha dado conferencias sobre asuntos internacionales y economía en las principales universidades del mundo, como la Universidad de Pekín, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Yeshiva de Nueva York. Actualmente preside el «International World Group», es también presidente honorario de Huawei Italia, asesor económico del gigante chino HNA Group y miembro de la Junta de Ayan-Holding. En 1992 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor de la República Francesa, con esta motivación: “Un hombre que puede ver a través de las fronteras para entender el mundo” y en 2002 recibió el título de “Honorable” de la Academia de Ciencias del Instituto de Francia.

 

Traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor. Prohibida su reproducción. 

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CHINA, MODERNIZACIÓN, DESARROLLO DE ALTO NIVEL Y NUEVO MUNDO GLOBAL

Giancarlo Elia Valori*

  1. China está entrando en el tiempo de las «dos sesiones». ¿Cómo ve la importancia de las «Dos Sesiones» en China y las decisiones tomadas por el gobierno chino para el gobierno y el pueblo?

En primer lugar, hay que decir de entrada que este año se cumple el 75º aniversario de la fundación de la República Popular China. Es un año emblemático para alcanzar los objetivos del 14º Plan Quinquenal.

El fomento de la modernización es el principal logro de estos planes nacionales. Por lo tanto, la víspera de las dos sesiones es una oportunidad para debatir mejor las ideas y las reflexiones para el futuro marco general y para la dirección práctica de estos nuevos esfuerzos, haciendo hincapié en que la modernización es la guía y que todos los centros nacionales, desde todo el Partido hasta las regiones y municipios individuales, deben centrarse en estos objetivos. La República Popular China es un país grande con más de 1.400 millones de habitantes y su población total supera a la de los países desarrollados existentes. La modernización con una enorme población tiene como objetivo la prosperidad común de todos los grupos étnicos y pueblos chinos.

Frente a la contradicción entre la creciente necesidad de la gente de una vida mejor y el desarrollo desequilibrado e inadecuado, es necesario aprovechar plenamente las ventajas del sistema socialista con peculiaridades chinas y utilizarlas para forjar una mayor confianza y fuerza social en la China contemporánea.

En los últimos 75 años, la República Popular China ha pasado de ser un país pobre a convertirse en la segunda economía más importante del mundo, con el sistema manufacturero más grande del mundo (durante los últimos catorce años), así como las formas de apoyo más amplias y estructuradas.

Desde el XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China, el Comité Central del Partido, con Xi Jinping a la cabeza, se ha unido y liderado en la estabilización de la economía y la promoción del desarrollo; la lucha contra la pobreza; el control de las epidemias; evitar grandes desastres; responder a situaciones y resolver crisis. El esfuerzo nacional ha logrado resultados y cambios históricos, impulsando y ampliando con éxito las etapas de modernización.

Por lo tanto, la importante tarea de las Dos Sesiones Nacionales es garantizar que las ideas expresadas recientemente por los dirigentes se conviertan en la voluntad del país y en la acción común de los grupos étnicos de la República Popular China a través de procedimientos legales, basados en las tareas primarias y en una planificación cuidadosa de un desarrollo de alta calidad.

  1. China siempre ha puesto el «desarrollo de alta calidad» entre las prioridades de la agenda de gobierno, destacándolo como la primera y más importante tarea en los esfuerzos de China por construir un país socialista moderno en todos los aspectos. ¿Cómo ve la búsqueda de un «desarrollo de alta calidad» en la economía china? ¿Cómo interpreta sus connotaciones específicas?

El desarrollo de nuevas fuerzas productivas fue propuesto por el secretario general Xi Jinping en septiembre de 2023. El estado de productividad avanzada, en el que la innovación juega un papel protagonista, es fundamental para promover la autosuficiencia científica y tecnológica de alto nivel. En cuanto al desarrollo regional coordinado, el Secretario General Xi Jinping también organizó una serie de reuniones, centradas en el desarrollo regional y pronunció discursos de apertura, orientando así la dirección del desarrollo aprovechando plenamente las ventajas de cada region, la creación de una estructura económica regional con ventajas complementarias y un desarrollo de alta calidad y convertir la energía potencial de las brechas de desarrollo en el impulso de un avance coordinado.

La alta calidad es también la capacidad de fomentar un desarrollo financiero notable. Desde la Conferencia Central sobre el Trabajo Financiero, en la que se propone que las finanzas proporcionen servicios de alta calidad para el desarrollo económico y social, hasta las declaraciones del Secretario General Xi Jinping, quien durante la ceremonia de apertura hizo hincapié en la organización de un taller especial sobre la promoción del desarrollo financiero para los cuadros dirigentes a nivel provincial y ministerial que se adhieren firmemente a las peculiaridades chinas. Por lo tanto, el contenido pertinente de las Dos Sesiones Nacionales de este año sobre el desarrollo financiero de alta calidad ha atraído mucha atención de todos los sectores de la sociedad.

En este sentido, es fundamental seguir mejorando las funciones del mercado financiero, fortalecer las bases institucionales y orientar el flujo de recursos financieros hacia las industrias y empresas que están en consonancia con la dirección estratégica del desarrollo nacional.

Seguir mejorando la vida, el bienestar y la felicidad social de las personas es el objetivo final de promover un desarrollo de calidad. Cuanto más severa y compleja es la economía, más importante es centrarse en los problemas de subsistencia de los ciudadanos y asegurar sus medios básicos de subsistencia.

Creo que las dos sesiones de este año seguirán centrándose en la revitalización rural y los medios de vida de los campesinos, en particular en el aumento del apoyo industrial a las zonas rurales, así como en cursos de actualización para guiar a los jóvenes a participar en la mencionada revitalización rural.

El 19 de febrero, la 4ª reunión de la Comisión Central para la Profundización Integral de las Reformas dio una señal importante en el aspecto legislativo: «Este año es otro período importante para la profundización integral de las reformas. La tarea principal es planificar nuevas reformas integrales de profundización. Esto no es solo un seguimiento práctico de la profundización integral de las reformas después de la 3ª Sesión Plenaria del XVIII Comité Central del PCCh, sino también un nuevo capítulo en la nueva era de promoción de la modernización al estilo chino».

El año pasado, de acuerdo con los nuevos requisitos para profundizar de manera integral las reformas en la promoción de la modernización al estilo chino, una serie de importantes medidas de reforma proporcionaron impulso y vitalidad. Se resolvieron los problemas relacionados con las necesidades urgentes de un desarrollo de alta calidad y las cuestiones que la gente esperaba ansiosamente que se abordaran. Era necesario estudiar y organizar la aplicación de la reforma de las instituciones del Partido y del Estado, mejorar el sistema de liderazgo, optimizar la distribución de las responsabilidades institucionales en áreas clave como la ciencia, la tecnología, las finanzas, etc., y las tareas de reforma a nivel central se completaron sustancialmente.

Una de las experiencias exitosas de reforma y apertura de los últimos cuarenta años ha sido seguir ampliando la autonomía de las entidades de mercado y fortalecer continuamente el papel del mercado en la asignación de recursos. En la República Popular China se ha seguido la dirección de la reforma orientada al mercado para desempeñar mejor la función de gobernanza y garantizar el papel decisivo del propio mercado. Esto se debe a que, en general, los representantes y miembros de los comités consideran que se deben seguir aplicando medidas de reforma para ampliar la demanda interna, optimizar la estructura, aumentar la confianza, garantizar los medios de subsistencia de las personas, Prevenir riesgos y enfocarse en resolver los problemas más críticos y urgentes.

Las empresas privadas son una fuerza importante para el desarrollo de alta calidad de China y promotores proactivos de la profundización de la reforma y la creación de nuevas situaciones, mediante la introducción de leyes y reglamentos para promover el desarrollo de la economía privada y fortalecer la confianza y la vitalidad del mercado para explorar y eliminar las dificultades, cuellos de botella y obstáculos en el desarrollo de las empresas privadas, así como implementar los requisitos para promover su crecimiento.

  1. En un período de turbulencia económica mundial, ¿qué contribución hace el modelo de desarrollo de alta calidad de China a la estabilidad de la economía mundial?

El mundo actual se caracteriza por el caos y los cambios centenarios se desmoronan, mientras que otros nuevos avanzan en progresión geométrica. El mundo ha entrado en una nueva fase de agitación y cambio. El impulso del crecimiento económico mundial es insuficiente y la inestabilidad, la incertidumbre y los factores impredecibles están aumentando. El hecho de estar rezagados con respecto al mundo desde la segunda mitad del siglo XIX y las fortalezas para impulsar las tendencias globales actuales demostraron plenamente que los saltos cualitativos hacia adelante se promueven mutuamente.

La modernización al estilo chino es una innovación importante en la teoría y la práctica de la modernización global. No existe un modelo único de modernización ni un estándar de modernización universalmente aplicable en el mundo. Durante mucho tiempo, algunos países han monopolizado el discurso de la modernización y se han adherido a la «teoría occidentalcéntrica», han apoyado el llamado «Consenso de Washington» y han amplificado continuamente la ilusión de que «la modernización es occidentalización» y que «la civilización occidental es la civilización moderna», la perfecta donde todos son buenos y los malos están del otro lado. Algunos de los principales países occidentales afirman que tienen la economía más desarrollada y la tecnología más avanzada del mundo, pero tienen la polarización más severa entre ricos y pobres y registran el mayor número de muertes relacionadas con el trabajo. «Libre y democrático», pero sigue habiendo muertes entre las minorías étnicas, feminicidios y discriminación contra las minorías étnicas. Las venganzas y divisiones sociales se han profundizado como nunca antes.

La visión china del mundo, de los valores, de la historia, de la civilización, de la democracia popular y socialista, de la ecología, etc., y de sus grandes prácticas contenidas en la modernización a la china, hacen saltar por los aires el mito de «modernización = occidentalización» y abandonan el modelo occidental centrado en el capital. La expansión del materialismo, el abandono de la fe, la expansión externa (es decir, el neocolonialismo y el imperialismo), así como el saqueo y las guerras contra pueblos indefensos, están creando un modelo de modernización relativamente nuevo, el modelo chino, que proporciona una solución para que la sociedad humana logre la paz y la estabilidad a largo plazo; erradicar la pobreza extrema, promover el desarrollo común y responder a desafíos como el cambio climático.

La República Popular China no sólo está practicando la modernización sino que también se embarca en su propio camino innovador para superar los errores y las deficiencias de la modernización al estilo occidental.

El modelo de desarrollo de alta calidad al estilo chino ofrece una nueva opción a los países en desarrollo. Los Estados que alguna vez se llamaron Estados del Tercer y Cuarto Mundo tienen el derecho y la capacidad de explorar independientemente sus propios caminos únicos hacia la modernización de acuerdo con sus propias condiciones nacionales. Durante un tiempo, algunos de estos países se hicieron la ilusión ―y se vieron obligados a hacerlo― de que estaban «aprendiendo de Occidente» y copiando los modelos occidentales. Como resultado, es evidente que no pudieron adaptarse y cayeron en un atolladero de estancamiento a largo plazo en el desarrollo y la situación social, lo que dio lugar a la inestabilidad política. Independientemente de las enormes diferencias en los niveles de desarrollo, historia y cultura entre los países, algunos Estados grandes interfieren arbitrariamente en los asuntos internos de otros; imponer sus sistemas políticos y valores a los demás con violencia militar y bombas a los civiles, implementar una «transformación democrática» y planificar «revoluciones de colores», causando disturbios, conflictos y desastres humanitarios, marcando en consecuencia su camino con sangre.

Desde la mencionada fundación de la República Popular China ―especialmente después de la fase de reforma y apertura― se han necesitado décadas para completar el proceso de industrialización por el que han pasado los países desarrollados occidentales durante cientos de años. China ha creado un milagro de rápido desarrollo económico y social a largo plazo que ha traído estabilidad y ha cambiado profundamente el proceso de desarrollo en la historia mundial. El informe del Banco Mundial señaló que de 2013 a 2021 la tasa de contribución promedio de China al crecimiento económico mundial alcanzó el 38,6%, superando la tasa de contribución combinada de los países del G7. Por lo tanto, la práctica exitosa del desarrollo de alta calidad al estilo chino ha dado a los países en desarrollo nuevas esperanzas y opciones, lo que ha desencadenado una ola de «mirar hacia el este» y «aprender de China».

  1. El cambio en el panorama económico ha provocado la presión de Estados Unidos y una tendencia de desacoplamiento liderada por Estados Unidos. Para resolver este problema, ¿cuál cree que es el tema más crítico?

Las relaciones económicas y comerciales entre China y Estados Unidos, China y Europa, y China, Japón y Corea del Sur siguen viéndose afectadas por la tendencia subyacente de desacoplamiento a largo plazo. Es poco probable que las relaciones chino-estadounidenses vuelvan a los mejores tiempos y es difícil que China vuelva a la fase en la que era un importante socio comercial de Estados Unidos.

China ha pasado de ser el mayor socio comercial de Estados Unidos al tercero, superado por México y Canadá. China solía ser el mayor socio comercial de Alemania, pero ahora ha sido superado por Estados Unidos.

Las economías desarrolladas, lideradas por Estados Unidos, implementan el «near-shoring» y el «friendly-shoring» para lograr la competencia y la seguridad económica. Desde 2019 Estados Unidos ha comenzado a promover vigorosamente la creación de la Zona de Libre Comercio entre Estados Unidos, Canadá y México, de modo que Estados Unidos representa ahora una parte cada vez mayor de las importaciones de la zona de libre comercio y la «externalización de la deslocalización» se ha convertido en una tendencia alternativa.

El término «externalización amistosa» se refiere a las alianzas de «externalización» de la cadena industrial establecidas con aliados con demandas políticas y modelos de gobernanza similares para lograr lo que consideran la seguridad de la cadena industrial.

La tendencia del «near-shoring» y del «friendly-shoring» promovida por Estados Unidos frenará la globalización a corto plazo y tendrá un impacto en gigantes como China que tienen una posición importante en la cadena global de la industria manufacturera.

Otro punto conflictivo es la guerra tecnológica y las restricciones a la transferencia de tecnología avanzada. Las recientes relaciones entre China y Estados Unidos no han alcanzado un consenso sustancial, sino que solo han visto un gran avance en la cuestión fundamental de prevenir un conflicto feroz. Teniendo en cuenta todo el año 2024, se cree que las restricciones a la guerra tecnológica y la transferencia de tecnología avanzada no se relajarán, sino que se volverán más estrictas. Se trata de una exigencia fundamental imparable en la ola de la antiglobalización política.

También hay que decir que las economías desarrolladas deben pasar de la debilidad a la realidad y fomentar la revitalización de la industria manufacturera. Los fuertes vínculos internos compensan las deficiencias y evitan el riesgo de quedarse atascado. Las economías desarrolladas están revitalizando la industria manufacturera impidiendo que los gigantes industriales ―con las empresas chinas en su centro― mejoren su contenido tecnológico y ganen más cuotas en la cadena industrial.

Bajo la ola de décadas de globalización, la profunda división del trabajo ha convertido a muchas clases medias y bajas de las economías desarrolladas en perdedoras y las demandas políticas antiglobalización se han vuelto cada vez más intensas. En este contexto, los países desarrollados están promoviendo la relocalización y la revitalización a gran escala, al tiempo que siguen reforzando sus ventajas tecnológicas. Como contramedida, China promoverá cadenas fuertes para llenar vacíos, promover el volumen de negocios interno y evitar cuellos de botella.

En primer lugar, la tendencia a la fragmentación de la cadena de suministro industrial mundial reduce la eficiencia de la asignación de recursos mundiales y aumenta los costes de producción de diversas materias primas, lo que aumenta lentamente la inflación mundial.

Si todas las economías del mundo construyeran las mismas fábricas y fabricaran los mismos productos, habría un grave exceso de capacidad y duplicación de recursos. De hecho, la tendencia a la fragmentación y duplicación de la inversión en recursos está reduciendo la eficiencia de la asignación de recursos mundiales y, en última instancia, aumentando el costo de producción de materias primas.

Originalmente, una gran cantidad de materias primas se producirían solo en los distritos industriales chinos y se exportarían a los Estados Unidos. Pero ahora China produce materias primas básicas y las exporta a Vietnam o México y luego a Estados Unidos. En este proceso, la cadena industrial intermedia se ha alargado en un 30%, lo que ha aumentado el costo de producción de bienes y ha ralentizado la entrega eficiente de bienes. Además de las tendencias a largo plazo mencionadas anteriormente, las causas también incluyen las crisis energéticas y la escasez de materiales causada por guerras y conflictos regionales.

El estancamiento del crecimiento se debe al fuerte ciclo del dólar estadounidense, que ha provocado una disminución del crecimiento económico mundial. Los continuos conflictos geopolíticos también han afectado al crecimiento económico mundial, que ha seguido disminuyendo.

Estados Unidos sube las tasas de interés del dólar estadounidense y el dólar vuelve a tener importancia a nivel mundial. El fuerte ciclo del dólar estadounidense y su patrón de financiación harán que todo el crecimiento económico mundial disminuya. La velocidad de desarrollo de países como Vietnam, India, etc., disminuirá, al igual que la tasa de crecimiento de economías desarrolladas como Japón y Europa.

Por lo tanto, las economías desarrolladas, lideradas por Estados Unidos y Europa a cuestas, están subiendo significativamente los tipos de interés para frenar la inflación. Estimamos que la tasa de inflación general se mantendrá en torno al 4% en 2024: sigue siendo un nivel elevado.

Esta situación de estanflación, es decir, cuando tanto un aumento generalizado de los precios como la falta de crecimiento de la economía están presentes simultáneamente en el mismo mercado, en términos reales no es un buen augurio para la economía mundial en 2024. Las Naciones Unidas han pronosticado recientemente que la tasa de crecimiento económico mundial en 2024 se desacelerará del 2,7% en 2023 al 2,4% en 2024, lo que está muy por debajo de la tasa de crecimiento promedio del 3% antes de la pandemia, y es una caída muy pronunciada.

La razón principal se deriva en última instancia de la intensificación de la disociación y la duplicación de la asignación de recursos, lo que da lugar a una disminución de la eficiencia económica mundial, así como de la fuerte situación cíclica del dólar de los Estados Unidos, que tiene un efecto represivo en la economía mundial.

  1. La narrativa occidental de «el colapso económico de China» y «la economía de China ha alcanzado su punto máximo» ha sido constante, ¿por qué?

La posición prominente de China en la fabricación industrial ha atraído la atención mundial, en particular su gran éxito en el suministro de productos de alta calidad y bajo precio a los consumidores de todo el mundo. Como ya se ha mencionado, China es actualmente el mayor país manufacturero del mundo y su industria sigue expandiéndose, ayudando así a la mayoría de los países en desarrollo ―y también a otros países― a resistir y resistir el impacto de la desaceleración del crecimiento económico causada por la pandemia de COVID-19.

El desarrollo de la manufactura y otras áreas productivas ha mejorado la imagen de China en el país y en el extranjero, pero también ha atraído algunas críticas duras e irrazonables por parte de los Estados Unidos y de sus subordinados. Golpear a China parece haberse convertido en una tradición política en las relaciones y tratos de los países occidentales con el Imperio Medio, y de vez en cuando se repite la misma vieja historia. Los países occidentales suelen utilizar trucos para fabricar y distorsionar los hechos de la nada con el fin de atacar y vilipendiar la imagen de China, pero nunca mencionan su contribución. Prefieren destacar el «enfoque misionero» occidental al llevar al «mundo libre» al otro lado con bombas inteligentes y masacres, así como provocar guerras periféricas para no socavar su propia producción bélica.

El presidente de Estados Unidos, George Biden, y la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, han utilizado recientemente los términos «bomba de relojería» y «factores de riesgo para la economía estadounidense», respectivamente, para comentar la economía china. Según ellos, el gobierno chino liderado por el presidente Xi Jinping no ha logrado traer prosperidad al país de 1.400 millones de habitantes, mientras que su estrategia económica hasta la fecha ha sido en gran medida especulativa en lugar de basarse en proyecciones realistas.

Aunque Estados Unidos es muy consciente de los esfuerzos de China para abordar el desempleo urbano y rural, la producción de alimentos y el desarrollo industrial para eliminar con éxito la pobreza, esos ataques verbales infundados seguirán ocurriendo pase lo que pase. De hecho, los esfuerzos del presidente Xi Jinping han permitido que la economía china siga creciendo, cumpliendo así la promesa de los fundadores de la República Popular China y convirtiéndola en una China mejor día a día.

La implicación de la retórica de los políticos estadounidenses es que, teniendo en cuenta la contribución de la industria manufacturera de China a la producción y el consumo mundiales, la economía de China, una vez colapsada, tendrá un impacto negativo en todos, y el desarrollo económico y social de la mayoría de los países del mundo se enfrentará a problemas de los que Estados Unidos y los propios países occidentales no serán inmunes. Los políticos mencionados han recordado repetidamente a los ciudadanos los peligros y su experiencia durante la pandemia de Covid-19, cuando la producción industrial en China se ralentizó y las cadenas de suministro globales se interrumpieron, lo que aumentó la inflación y redujo los ingresos.

Las estadísticas, en cambio, muestran, en paridad Covid-19 para todos, que la industria manufacturera de China representa más del 28% del total mundial, mientras que Estados Unidos está en alrededor del 16%. Además, según datos de la Brookings Institution ―un centro de investigación sin ánimo de lucro fundado en 1916 y con sede en Washington D.C.―, desde 2018 China mantiene unos ingresos anuales de más de dos billones de dólares, lo que demuestra plenamente los logros de China en materia de gobernanza económica ante la enorme incertidumbre global. Además, el gobierno chino insiste en centrarse en las personas, centrándose en el desarrollo de alta calidad, persiguiendo bajas emisiones de carbono, innovación y sostenibilidad y mejorando continuamente el medio ambiente rural y el nivel de vida de las personas.

También debemos darnos cuenta de que los resultados económicos no pueden ser estáticos. Lo más importante es mejorar continuamente la capacidad de gestión y control de riesgos, estar siempre preparados para hacer frente ―como dicen los chinos― a los cisnes negros y a los rinocerontes grises, y al mismo tiempo optimizar la producción y la distribución. De hecho, la economía china sigue mejorando: en el primer semestre de 2023, el PIB chino creció un 5,5%; y en agosto del mismo año, el valor agregado industrial aumentó un 4,5%. Tanto a corto como a largo plazo la economía china mantendrá su impulso de crecimiento.

Está claro que los políticos occidentales, algunos de ellos por posición de poder y otros por temor a las represalias por parte de la Metrópolis, distorsionan los hechos y vilipendian la economía china porque consideran a China como un «extranjero» que no sigue ni se adhiere al camino de desarrollo político y económico de Occidente. Por lo tanto, es esencialmente la trillada historia de Hollywood: «Aquí están los buenos» y «Ahí están los malos». Llamarlo una disputa ideológica sería demasiado elogio.

De hecho, hemos sido testigos de la fuerte resiliencia de la economía china bajo el liderazgo del presidente Xi Jinping, e incluso frente a enormes incertidumbres como el brote de COVID-19, China ha mantenido su posición como el principal país manufacturero. Por lo tanto, la propaganda de los países occidentales que empaña la imagen de China es engañosa. Este tipo de método político que pretende utilizar las cuestiones internacionales para desviar los conflictos internos hace tiempo que quedó obsoleto en el mundo actual.

  1. China ha sido durante mucho tiempo una fuerza impulsora en la recuperación económica mundial, ¿continuará esta tendencia en 2024? ¿Confía en esta perspectiva?

Cito al Fondo Monetario Internacional, que recientemente elevó sus previsiones de crecimiento para la economía china y las economías emergentes de Asia en 2024. Al mismo tiempo, basándose en el crecimiento resiliente de las principales economías, como la de China, el FMI ha elevado sus previsiones de crecimiento económico mundial para este año en 0,2 puntos porcentuales, hasta el 3,1%. El FMI ha hecho hincapié en que la revisión al alza de las previsiones de crecimiento económico de China refleja la continuación del impulso de crecimiento de la economía china el año pasado, superior al esperado, y el papel impulsor de la introducción de políticas pertinentes por parte del gobierno chino.

El Fondo Monetario Internacional afirmó en su último «Informe de Perspectivas de la Economía Mundial» que es probable que el crecimiento económico mundial experimente una nueva tendencia al alza en 2024. Entre los factores clave se encuentra la aceleración de la recuperación económica de China.

Las expectativas optimistas sobre el crecimiento económico en China también han impulsado la confianza en el crecimiento económico regional. El FMI pronostica que, dado que el crecimiento económico de China puede superar las expectativas, se espera que la tasa general de crecimiento económico de las economías emergentes de Asia alcance el 5,2% este año, 0,4 puntos porcentuales más que lo previsto en octubre del año pasado.

No solo el FMI, sino también instituciones financieras internacionales como Goldman Sachs y UBS Group AG (una empresa suiza de servicios financieros con sede en Zúrich y Basilea), han publicado recientemente informes en los que afirman que los sectores de consumo y servicios de China continuarán su tendencia de recuperación pospandemia en 2024. La Unidad de Inteligencia de The Economist del Reino Unido y otros predicen que los fundamentos económicos de China serán más sólidos en 2024.

Sonali Jain-Chandra, jefa de la delegación del FMI en China para el Informe de Consulta del Artículo IV, dijo a los periodistas que las políticas implementadas por el gobierno chino tendrían un impacto positivo en la economía, y agregó que la investigación relacionada con el FMI muestra que cada punto porcentual de crecimiento económico en China impulsaría el crecimiento económico de otros países en 0,3 puntos porcentuales. Cree que el crecimiento económico de China seguirá siendo superior a la media mundial en 2024 y que China será el mayor contribuyente al crecimiento económico mundial en 2024.

Esto es suficiente para tener confianza en esta perspectiva.

 

* Copresidente del Consejo Asesor Honoris Causa. El Profesor Giancarlo Elia Valori es un eminente economista y empresario italiano. Posee prestigiosas distinciones académicas y órdenes nacionales. Ha dado conferencias sobre asuntos internacionales y economía en las principales universidades del mundo, como la Universidad de Pekín, la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Yeshiva de Nueva York. Actualmente preside el «International World Group», es también presidente honorario de Huawei Italia, asesor económico del gigante chino HNA Group y miembro de la Junta de Ayan-Holding. En 1992 fue nombrado Oficial de la Legión de Honor de la República Francesa, con esta motivación: “Un hombre que puede ver a través de las fronteras para entender el mundo” y en 2002 recibió el título de “Honorable” de la Academia de Ciencias del Instituto de Francia.

 

Traducido al español por el Equipo de la SAEEG con expresa autorización del autor. Prohibida su reproducción. 

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