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INMINENTES ELECCIONES EN ESTADOS UNIDOS: ¿DONALD TRUMP O JOE BIDEN?

Isabel Stanganelli-Frankenberg*

Joe Biden y Hunter Biden, hijo del exvicepresidente y actual aspirante demócrata a la Presidencia de EE.UU. (Alexis C. Glenn/EFE/Archivo)

Muy pronto habrá elecciones en Estados Unidos. Tradicionalmente es un proceso que se sigue atentamente desde Argentina.

Ortega y Gasset acuñó una frase que generó un largo debate filosófico: “Yo soy yo y mi circunstancia”. Y evidentemente las circunstancias 2020 excedieron no solo los planes y prioridades del presidente Donald Trump, sino la de todos los mandatarios, asesores, decisores, etc. del planeta.

¿Qué hará Trump si resulta reelecto? Quizás se aproxime a lo que está haciendo ahora…

La otra alternativa es Joe Biden, ex vicepresidente de Barak Obama.

En el debate actual aparece la petición de investigaciones por el presidente Donald Trump al presidente de Ucrania en relación con Joe Biden quien, en marzo de 2016, habría presionado al gobierno de Ucrania para que cesara al principal fiscal del país, Viktor Shokin, por su investigación sobre corrupción en relación con la empresa Burisma, de la que veremos fue parte su hijo, Hunter Biden, hasta 2019.

En mayo 2020, el nuevo presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, prometió poner fin a las prácticas corruptas. Fue entonces cuando el abogado de Trump, Rudy Giuliani, comenzó a presionarlo para que investigase Burisma y el rol de Hunter Biden en la compañía. El actual fiscal de Ucrania, Yuriy Lutsenko, dijo que no tenía evidencia de irregularidades por parte de los Biden. También se informó que la investigación sobre Burisma no existía en el momento en que Biden presionó para expulsar a Shokhin. Y ahí parece que termina la cuestión. Nada compromete a los Biden… Sin embargo…

En febrero 2014, dos días antes de abandonar Kiev, el presidente Viktor Yanukovich durante más de una hora mantuvo una comunicación telefónica con el vicepresidente estadounidense Joe Biden, durante la crisis política que ya consumía a la ex República Soviética. Los acontecimientos posteriores sellaron el destino de Yanukovich. Pero desde el inicio de la crisis política en Ucrania —en noviembre de 2013— y hasta su derrocamiento, Biden mantuvo conversaciones telefónicas con Yanukovich en nueve ocasiones, un inusual nivel de contacto, así como con otros líderes religiosos y grupos ucranianos-estadounidenses.

Tras la destitución de Yanukovich no solo las comunicaciones mutuas desaparecieron, sino que Joe Biden aseguró al primer ministro interino, Arseniy Yatsenyuk, que tendría respaldo total de Washington y de la UE. Obviamente Moscú consideró ilegal al nuevo gobierno.

Finalmente se estableció que en Ucrania se celebrarían elecciones presidenciales el 25 de mayo 2014. Crimea también solicitó llevar a cabo un referéndum coincidente con las elecciones presidenciales. Es conocido que Crimea pasó a constituir dos nuevas entidades dentro de la Federación de Rusia.

En consecuencia Joe Biden advirtió que Estados Unidos y Europa incrementarían las sanciones contra Rusia, que el compromiso de Estados Unidos de defender a sus aliados de la OTAN estaba “blindado”; prometió una nueva formación de la OTAN con ejercicios que se llevarían a cabo en Polonia[1] y con los dirigentes de los países bálticos.

A mediados de abril 2014, Joe Biden ofreció a las autoridades interinas en Kiev US$ 50 millones destinados a ayuda económica y reforma política[2] y la posibilidad de aportar expertos estadounidenses para expandir la producción nacional de gas natural[3].

A fines de abril 2014, el vicepresidente estadounidense visitó Kiev entregando un paquete de ayuda a los dirigentes asediados y exigiendo que Rusia presionara más a los separatistas ucranianos[4].

En mayo Joe Biden lideró la delegación estadounidense cuando asumió el nuevo presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, y anunció US$ 48 millones en ayuda adicional para el gobierno de Kiev[5].

La noticia impactante llegó en junio de 2014 cuando el hijo menor de Joe Biden, Hunter Biden, de 44 años fue contratado por la ya mencionada empresa privada ucraniana, Burisma Holdings Limited, que promovía la independencia energética respecto de Moscú.

Hunter Biden fue presentado por Devon Archer —miembro de la junta de Burisma—, a Alan Apter, presidente de la junta directiva de la empresa. Además Archer trabajaba con Hunter Biden en Rosemont y fue uno de los principales recaudadores de fondos para John Kerry cuando se postuló para presidente en 2004.

El empleo de Hunter Biden significaba que trabajaría como director y abogado superior para una compañía ucraniana mientras su padre y otros en la administración Obama intentaban influir en las políticas del nuevo gobierno, especialmente en cuestiones energéticas. Los expertos en ética aparecían divididos sobre las implicaciones del nuevo trabajo de Hunter Biden. Las leyes estadounidenses sobre conflicto de intereses y normas éticas federales no regulan las actividades comerciales de los parientes de quienes trabajan en la Casa Blanca. En su día, cuando los Obama ocupaban la Casa Blanca, se dijo que no había ningún problema con los negocios en Ucrania de Hunter Biden porque era un ciudadano que se representaba a sí mismo y tampoco había habido ninguna evidencia de corrupción por su parte.

Estas situaciones no son nuevas. Préstamos políticos complicaron al hermano del vicepresidente Richard Nixon, Donald, durante las elecciones de 1960, y también al hermano del presidente Jimmy Carter, Billy, quien aceptó un estipendio de US$ 220.000 en 1981 del libio Mohammar Gadhafi. En los últimos años, varios parientes de Bush y Clinton fueron atrapados en una serie de tratos financieros y políticos.

El momento de la contratación del joven Biden planteaba complicaciones entre los intereses energéticos de Burisma. Al menos dos campos de petróleo y gas natural arrendados por las filiales de Burisma se encontraban en territorios pro-rusos: uno en Crimea; el otro en la región oriental de Járkov. La inestabilidad podría forzar a la nueva empresa de Hunter Biden a negociar con separatistas pro-rusos que Estados Unidos considera ilegítimos. Una subsidiaria de Burisma, KrymTopEnergoServis, opera campos de gas natural y tiene su sede en Crimea. Una segunda filial, Esco-Pivnich, produce petróleo y gas natural al oeste de Járkov, región controlada por separatistas.

Mientras, el entonces secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, expresaba “con un mensaje claro que tanto Estados Unidos como la UE hablaban con una sola voz apoyando a Ucrania”[6].

El vicepresidente estadounidense Joe Biden señaló incluso que visitaría Ucrania y discutiría proporcionarle asistencia letal[7]. Rusia advirtió a Estados Unidos contra el suministro de armas horas antes de que Joe Biden llegara a Kiev[8] [9]. En consecuencia los Estados Unidos decidieron aumentar la asistencia militar no letal a Ucrania, incluidos Humvees y radares, aunque no especificaron el valor en dólares de la asistencia[10].

A mediados de noviembre 2014 Joe Biden manifestó su preocupación por la lentitud de Kiev en la formación de un nuevo equipo de gobierno, sin el cual no se pueden liberar nuevos créditos del Fondo Monetario Internacional y otra asistencia occidental. Expresó que era vital formar instituciones democráticas más fuertes, mejorar la integración con Europa y luchar contra el “cáncer de la corrupción”[11]. No obstante apoyó al frágil gobierno de Ucrania. Por eso, cuando su hijo Hunter Biden pasó a formar parte de una compañía de gas ucraniana empezaron las sospechas[12].

El papel empresarial del joven Biden suscitó preocupación entre los defensores anticorrupción al pensar que se trataba de una maniobra de Burisma para ganar influencia con la administración Obama. En aquel tiempo, la compañía se encargó de realizar una extracción de gas natural en Crimea, la península ucraniana anexada por Rusia después de que Yanukovich fuese expulsado del poder.

Pero Hunter Biden negó haber aprovechado la relación con su padre para ayudar a Burisma, empresa en la que estuvo en el consejo de administración hasta principios de 2019 y a la que solía representar en conferencias en el extranjero sobre energía.

En el conflicto mantenido con Rusia y cuyas consecuencias seguimos observando… ¿El objetivo era preservar la integridad territorial de Ucrania? La legalidad internacional así lo indica. Pero las investigaciones ofrecidas también indican que lograr ese objetivo era conveniente para la vida profesional del joven Hunter.

 

* Doctora en Geografía/Geopolítica y Magíster en RRII, Universidad Nacional de La Plata. Miembro del Central Eurasian Studies Society (CESS), Harvard University. Secretaria académica de la SAEEG. Correo electrónico: isabelstanganelli@yahoo.com.ar

 

Referencias

[1] “West Vows ‘Serious Consequences’ for Russia’s ‘Land Grab’”. The Moscow Times, 19/03/2014 <http://www.themoscowtimes.com/news/article/newsletter/496438.htm>, [consulta: 25/04/2014].

[2] “Monitors Head Into Ukraine’s Badlands”. The Moscow Times, 23/04/2014,  <http://www.themoscowtimes.com/news/article/newsletter/498844.html [consulta: 25/04/2014].

[3] “Why shouldn’t Hunter Biden join the board of a gas company in Ukraine?” The Guardian, 14/05/2014, <http://www.theguardian.com/business/shortcuts/2014/may/14/hunter-biden-job-board-ukraine-biggest-gas-producer-burisma>, [consulta: 07/03/2015].

[4] “Monitors Head Into Ukraine’s Badlands”. The Moscow Times, 23/04/2014, <http://www.themoscowtimes.com/news/article/newsletter/501684.html>, [consulta: 25/04/2014].

[5] “La firma energética ucraniana contrata al hijo de Biden como abogado”. The Moscow Times, 08/06/2014, <http://www.themoscowtimes.com/news/article/newsletter/501684.html>, [consulta: 15/06/2014].

[6] “Ukraine Welcomes Latest Round of U.S. and EU Sanctions Against Russia”. The Moscow Times, 30/07/2014, <http://www.themoscowtimes.com/news/article/newsletter/504287.html>, [consulta: 01/08/2014].

[7] “Top Official Says U.S. Should Consider Giving Ukraine Lethal Aid”. The Moscow Times, 20/11/2014, <http://www.themoscowtimes.com/top_stories/article/newsletter/511480.html>, [consulta: 25/11/2014].

[8] “Russia Says U.S. Weapons Would Destabilize Situation in East Ukraine”. The Moscow Times, 20/11/2014, <http://www.themoscowtimes.com/news/article/newsletter/511539.html>, [consulta: 25/11/2014].

[9] “Russia Warns U.S. Against Arming Ukraine as Biden Visits Kiev”. The Moscow Times, 21/11/2014, <http://www.themoscowtimes.com/news/article/newsletter/511575.html>, [consulta: 25/11/2014].

[10] “Officials Say U.S. Will Expand Non-Lethal Military Aid to Ukraine”. The Moscow Times, 21/11/2014, <http://www.themoscowtimes.com/news/article/newsletter/511577.html>, [consulta: 25/11/2014].

[11] Under Western Pressure, Ukraine’s Poroshenko Pledges New Government Soon”. The Moscow Times, 24/11/2014, <http://www.themoscowtimes.com/news/article/newsletter/511759.html>, [consulta: 25/11/2014].

[12] “Crisis política en Estados Unidos: Hunter Biden y Ucrania: la verdadera historia”. France24, 25/09/2019, <https://www.france24.com/es/20190925-hunter-biden-y-ucrania-la-verdadera-historia-0>, [consulta: 27/09/2019].

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MARTIN LUTHER KING Y UN SUEÑO QUE AÚN NO SE CONCRETÓ

Marcelo Javier de los Reyes*

Martin Luther King (izquierda) y John F. Kennedy (derecha) (Fuente: RollingOut.com)

El 28 de agosto de 1963 el predicador Martin Luther King pronunció un icónico discurso ante el Lincoln Memorial, en Washington, conocido como “I have a dream”. Lo hizo en ese lugar para conmemorar el Decreto de Emancipación firmado por el presidente Abraham Lincoln el 1º de enero de 1863. El 22 de septiembre de 1862 el presidente Lincoln emitió una versión preliminar de la Proclamación de Emancipación, mediante la cual declaraba que los esclavos en los estados o partes de los estados que reclamaban la secesión, serían libres. Cien días después, el presidente emitió la Proclamación de Emancipación que declaraba que “todas las personas mantenidas como esclavos” en la zonas rebeldes “son, y en adelante serán, libres”.

El doctor King iniciaba su discurso diciendo:

Estoy orgulloso de reunirme con ustedes hoy en la que quedará como la mayor manifestación por la libertad en la historia de nuestra nación. Hace cien años, un gran americano, cuya sombra simbólica nos cobija, firmó la Proclama de Emancipación. Este importante decreto se convirtió en un gran faro de esperanza para millones de esclavos negros que fueron cocinados en las llamas de la injusticia. Llegó como un amanecer de alegría para terminar la larga noche del cautiverio. Pero 100 años después debemos enfrentar el hecho trágico de que el negro aún no es libre. Cien años después, la vida del negro es todavía minada por los grilletes de la discriminación.[1]

Esto acontecía tan solo veintidós años después de otro memorable discurso pronunciado ante el Congreso por otro destacado presidente estadounidense. El 6 de enero de 1941 Franklin D. Roosevelt presentó el Estado de la Unión ante el Congreso, en una memorable disertación conocida como “Discurso de las cuatro libertades” (Four Freedoms Speech). El propio Roosevelt sintetizó los objetivos de Estados Unidos para el mundo de postguerra en “cuatro libertades humanas esenciales”: la libertad de expresión, la libertad religiosa, la libertad de vivir sin penuria y la libertad de vivir sin miedo.

Era evidente que veintidós años después, los objetivos de Roosevelt no se cumplían ni en su propio país. El doctor King, continuaba su discurso diciendo:

En vez de honrar su obligación sagrada, Estados Unidos dio al negro un cheque sin valor que fue devuelto con el sello de ‘fondos insuficientes’. Pero nos rehusamos a creer que el banco de la justicia está quebrado. Nos rehusamos a creer que no hay fondos en los grandes depósitos de oportunidad en esta nación. Por eso hemos venido a cobrar ese cheque, un cheque que nos dará las riquezas de la libertad y la seguridad de la justicia.[2]

En repetidas oportunidades dijo “Yo tengo un sueño”, “un sueño arraigado profundamente en el sueño americano”, un sueño que aún hoy es tenido y proclamado en diversas partes del mundo, el sueño de “que todos los hombres son creados iguales”.

Martin Luther King. “Yo tengo un sueño” (“I have a dream”) Washington, 28/08/1963

En su último discurso, pronunciado el 3 de abril de 1968 expreso:

¡Yo sólo quiero hacer la voluntad de Dios! Y Él me ha permitido subir a la montaña. Y he mirado, y he visto la Tierra Prometida. Puede que no llegue allá con ustedes. Pero quiero que ustedes sepan esta noche, que nosotros, como pueblo, llegaremos a la Tierra Prometida.

En ese mismo discurso, antes de ser asesinado el 4 de abril, dijo:

Algo está pasando en nuestro mundo. Las masas de gentes se están levantando. Y donde quiera que hoy estén reunidos, ya sea que estén en Johannesburg, en Sudáfrica; Nairobi, Kenia; Accra, en Ghana; la ciudad de Nueva York, Atlanta, Georgia; Jackson, en Missisipi; o en Memphis, Tennessee, el grito es siempre el mismo: “Queremos ser libres.”

Martin Luther King levantaba la bandera de los derechos civiles en momentos en que los negros eran discriminados en la que se consideraba la principal democracia pero que, junto a los “hispanos”, constituían buena parte de las tropas enviadas a combatir a Vietnam. En ese marco, cuando los trabajadores negros de saneamiento en Memphis se dieron cuenta que cobraban menos que sus compañeros blancos, salieron a la calle portando carteles con la inscripción I am a man.

Los asesinatos de Martin Luther King —acaecido el 4 de abril de 1968 en Memphis, Tennessee— y el de Robert Kennedy —cuyo atentado ocurrió el 5 de junio en la cocina del hotel Ambassador, falleciendo más tarde, el 6 de junio de 1968 en el Good Samaritan Hospital de Los Ángeles, California— impactaron a la sociedad mundial, pues significaron el fin del sueño de un nuevo mundo.

Sus muertes conmovieron al mundo pero no lo cambiaron. Tampoco lo había cambiado la muerte del presidente John Fitzgerald Kennedy, asesinado el 22 de noviembre de 1963 en Dallas.

Es importante destacar que el presidente de los Estados Unidos, Abraham Lincoln (1808-1865) —al que Martin Luther King homenajeó el 28 de agosto de 1963—, no tuvo como objetivo luchar contra la esclavitud. Howard Temperley, académico de la Universidad de East Anglia, Norwich, cita que Lincoln le escribió a Horace Greeley, director del New York Tribune, dejando en claro cuál era su objetivo:

Mi objetivo principal en esta lucha es salvar la Unión, y no salvar la esclavitud ni destruirla; si pudiera salvar la Unión al precio de no libertar a un solo esclavo, lo haría; si pudiera salvarla libertando a todos los esclavos, lo haría; y si pudiera salvarla libertando a unos y abandonando a otros, también lo haría.[3]

Contrariamente a lo que en general se considera, por sobre todas las cosas Lincoln sólo pensaba en la integridad de la Unión.

Del mismo modo, el “Discurso de las cuatro libertades” puede apreciarse como una expresión de deseos en la “gran democracia mundial”, en la que la muerte de George Floyd parece no haber sido suficiente. Solo cuatro días antes de que se conmemorase este icónico discurso de Martin Luther King, un nuevo hecho de violencia contra un ciudadano negro fue perpetrado por agentes de policía[4]. En un operativo, un agente del departamento de Kenosha, en el estado de Wisconsin en Estados Unidos, le disparó siete veces por la espalda a Jacob Blake, quien estaba desarmado, delante de su familia, cuando éste intentaba subirse a su camioneta. Blake se encuentra internado en grave estado.

La “gran democracia” sigue entregando “al negro un cheque sin valor”, como dijo hace 57 años Martin Luther King. No obstante, la democracia que es citada como modelo, sobre todo por quienes adhieren a los valores del liberalismo, ha tenido un presidente negro, uno, y un solo presidente católico, quien fue asesinado. Un dato curioso en un Estado cuya población es mayoritariamente cristiana (74,54%), siendo el catolicismo la primera minoría religiosa (aproximadamente 24% de la población del país).

Estados Unidos parece ser otro país en el que los bellos discursos de sus presidentes no se concretan en acciones, algo que se pone más en evidencia en otros países y no sólo de nuestra región. El mundo precisa más acción por parte de sus dirigentes, acción encaminada a proporcionarles beneficios y felicidad a sus ciudadanos. Las palabras no bastan y como dijo el doctor King, “algo está pasando en nuestro mundo. Las masas de gentes se están levantando”.

 

* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires: Editorial Almaluz, 2019.

 

Referencias

[1] Martin Luther King. “Tengo un sueño”. El Mundo (España), <https://www.elmundo.es/especiales/2013/internacional/martin-luther-king/texto-integro.html>.

[2] Ídem.

[3] Howard Temperley. “Regionalismo, esclavitud, guerra civil y reincorporación del Sur, 1815-1877”. En: Adams, Willi Paul (comp.). Los Estados Unidos de América. (Historia Universal Siglo XXI, vol. 30). Madrid: Siglo XXI, 1980, p. 99-100.

[4]Violencia policial en EE.UU.: le dispararon 7 tiros por la espalda a un ciudadano negro”. La Voz (Córdoba), 24/08/2020, <https://www.lavoz.com.ar/mundo/violencia-policial-en-eeuu-le-dispararon-7-tiros-por-espalda-a-un-ciudadano-negro>.

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ESTADOS UNIDOS Y SU COMPLICADO 244º ANIVERSARIO

Editorial El Deber

El 4 de julio de 1776 las trece colonias inglesas de Norteamérica decidieron ser independientes y formaron una república federal que llamaron Estados Unidos de América. En septiembre de 1787 —ya liberado del dominio colonial— el flamante país se dio una Constitución, notable documento válido hasta hoy, con el agregado de varias enmiendas. 

Con el tiempo y como es sabido, EEUU se transformó en una gran potencia y ganó territorios mediante adquisiciones, guerras y conquistas. Aunque convertido en adalid de la libertad y en foco de referencia mundial, arrastra hasta hoy algunos temas muy conflictivos que aún esperan solución definitiva.

De partida, EEUU nació con un pecado original, al haberse dispuesto en el preámbulo constitucional que “todos los hombres son creados iguales”, al mismo tiempo que se mantenía el odioso sistema de la esclavitud de los afroamericanos, arrastrados a la fuerza hacia el nuevo continente desde 1619 para ser usados como mano de obra barata en tareas agrícolas y serviles, al mismo tiempo que en líneas generales soportaban un trato cruel e inhumano. Recién en 1865 —luego de concluir la guerra civil entre el norte liberador y el sur esclavista— se terminó formalmente con la vil esclavitud, pero sus injusticias y segregaciones continuaron por mucho tiempo más, algunas de ellas inclusive hasta nuestros días.

El otro problema de EEUU —desde antes inclusive de su independencia— fue el tratamiento de los pueblos indígenas originarios. Desde un principio se crearon roces entre los colonos que llegaban con sus familias y los nativos del lugar. Poco a poco se los fue aniquilando o trasladando hacia lugares más alejados; también con estos pueblos se produjeron enormes injusticias, les quitaron sus tierras y se ejercieron crueldades que los propios intelectuales estadounidenses están ahora dedicados a comprobar e investigar. Es más, se calcula que de 15 millones de originarios que poblaban Norteamérica en el siglo XVII, solo quedaron un par de cientos de miles al comenzar el pasado Siglo XX.

Mientras EEUU construía una sociedad moderna, dinámica y formalmente democrática, arrastró situaciones racistas que cada tanto provocan erupciones sociales. La última de ellas ha sido la ocurrida luego de la muerte del afroamericano George Floyd por exceso de fuerza policial. El incidente provocó grandes marchas, destrucción de monumentos y una buena cuota de vandalismo.

A todo esto, en noviembre 3 tendrán lugar las elecciones presidenciales; Donald Trump tendrá la oportunidad de ser reelecto o en su lugar tal vez gane la presidencia el candidato demócrata Joe Biden, quien ya fue vicepresidente de Barack Obama. La situación es difícil, máxime si a las tensiones del momento agregamos los temas de la pandemia, las recurrentes crisis con China y la dramática caída de la actividad económica y del empleo —como consecuencia del Covid-19— a niveles que han superado la gran depresión de 1929.

Un panorama crítico, en verdad. Empero, EEUU ha atravesado difíciles momentos durante sus 244 años de vida y siempre superó problemas mediante entendimientos constructivos. Confiamos en que el gran país del norte así lo logre también esta vez y que las cosas se normalicen, para aliviar tensiones y seguir el camino productivo de una nación multicultural de 330 millones de habitantes, ejemplo para muchos y envidiada por otros. Al noble pueblo estadounidense le deseamos lo mejor en este día, al mismo tiempo que hacemos votos por una pronta conciliación de sus divergencias. El mundo libre necesitará siempre como respaldo a los Estados Unidos ante potenciales terroristas y dictadores megalómanos. 

 

Tomado de El deber, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, https://eldeber.com.bo/188606_estados-unidos-y-su-complicado-244o-aniversario