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GUAYANA ESEQUIBA: DEBEMOS COMPARECER CON LA SEGURIDAD DE POSEER LOS JUSTOS TÍTULOS

Abraham Gómez R.*

Ha llegado el momento para que demostremos con contundencia nuestra reafirmación venezolanista con hechos concretos; entre otros, decidir nuestra probable comparecencia por ante la Corte Internacional de Justicia, dentro de un mes, con la finalidad de consignar el memorial de contestación de la demanda.

Ya lo he dicho en bastantes ocasiones que nuestra presencia o no en ese Alto Tribunal corresponde a una indelegable determinación del jefe de Estado, por cuanto, es una absoluta atribución constitucional de su expresa reserva

Guyana, con la interposición de acciones contra nuestro país y ratificarla en todas las audiencias celebradas, insiste en su causa de pedir que la Sala obligue a Venezuela a reconocer el presuntamente ejecutoriado Laudo Arbitral de París de 1899, como cosa juzgada.

A partir de abril parece que la contraparte viene dispuesta a   arreciar para asegurar y proteger los intereses de las transnacionales que están operando ilegalmente en la extensión territorial que nos desgajaron y su respectiva proyección atlántica.

En la recién celebrada asamblea ordinaria de la CARICOM, esta entidad internacional ratificó su apoyo a Guyana.

Diremos también que, imprudentemente, el presidente Irfaan Ali (burlando el Acuerdo de Argyle del 14-12 2023) ha dado instrucciones, y hasta órdenes escritas a las mencionadas empresas para que se activen en cualquier coordenada marítima hacia su costado oeste, sin el más mínimo respeto a la soberanía venezolana en esa área; desconociendo, por completo y   como le da la gana, el Acuerdo de Ginebra de 1966.

A pesar del artificial y baboso intercambio de regalos entre los dos presidentes, la excolonia británica nos ha venido atropellando y vulnerando en nuestro legítimo e histórico contexto geográfico; y aun así los voceros de aquella cancillería hacen la desvergonzada afirmación de que nosotros estamos violando su integridad territorial por la presencia del componente de la Armada Venezolana en la zona controvertida.

Ellos tienen varios años haciendo cabildeo en el Palacio de la Paz, sede de la Corte. Eso no nos amedrenta.

Además, se han atrevido a declarar que la “sentencia los favorecerá”; así la delegación venezolana no se encuentre presente, al invocar – nuevamente-  la No Comparecencia, el cual constituye un recurso perfectamente válido conforme al Derecho Internacional Público.

Por encimita, argumentamos (en cualquier Cuerpo Sentenciador) que el adefesio denominado Laudo Arbitral de París de 1899 es nulo de nulidad absoluta; por lo tanto, se le califica como Inexistente jurídicamente.

Debemos dar a conocer que el equipo de asesores de la Parte guyanesa en este litigio ha recomendado que pidan, además, el envío de la “presunta decisión sentencial” de la CIJ, al Consejo de Seguridad de la ONU, para imponerla a Venezuela y hacer que la cumpla, inexorablemente.

No nos atemoriza que la presidencia protempore del Consejo Seguridad la esté ejerciendo la delegación guyanesa.

Han dicho que Guyana no se contentará con que la Corte decida mediante una resolución consultiva, conforme al artículo (65) de su propio Estatuto. Ellos exigen, de manera determinante una sentencia, definitivamente firme, con efectos impeditivos de impugnaciones ulteriores; en tanto Arreglo Judicial, contemplado en el Artículo 33 de la carta de las Naciones Unidas.

Se sienten envalentonados y presumen de sus “aliados y socios internacionales”.

Han sido reiteradas las conversaciones que he sostenido con los directivos de las Academias, en las universidades del país; interesantes charlas con los integrantes de casi todas las ONGs, cuyos miembros siguen siendo reconocidos, y al tiempo elogiables adalides en la defensa de nuestros derechos en la Guayana   Esequiba.

Lo hemos reiterado, en todas nuestras conferencias por Venezuela: se hace obligante concitar una verdadera Unidad Nacional. Este caso trasciende a los gobiernos.

Sin embargo, entre todos nosotros aflora una común y compartida inquietud, que se manifiesta en interrogantes del tipo: qué estrategia habrá diseñado la cancillería venezolana para seguir enfrentando, con suficientes elementos probatorios, la demanda que ha ratificado permanentemente el gobierno guyanés; donde además pide que la CIJ sentencie a Venezuela en ausencia.

Nos llama la atención que siendo, como lo volvemos a mencionar, un Asunto de Estado haya tanta opacidad y displicencia por parte de quienes manejan la Política Exterior en nuestro país.

Entendemos que no todo deba debatirse a luz pública; sin embargo, admitida la Diplomacia Abierta, según las bases teóricas de Woodrow Wilson; hay elementos fundamentales que la población debe conocer con anticipación, para que aflore un despertar de conciencias y constantes solidaridades.

Hemos insistido en advertir que no es poca cosa la Pretensión Procesal de Guyana y con de ellos, una lúdica de intereses de múltiples aristas. Se la están jugando completo.

Las generaciones presentes y futuras no tolerarán torpezas o desidias en este caso de reafirmación nacionalista, de tanta trascendencia.

Nuestra reivindicación por la Guayana Esequiba está hablando a tiempo por sí misma, para que se evite alguna salida deleznable.

Esa inmensa zona permanentemente ha constituido un apetecible territorio, con extraordinario potencial de desarrollo sostenible por sus incalculables riquezas mineras, hídricas, forestales, energéticas, edafológicas, petroleras etc. Territorio muchísimo más grande que algunos países europeos, asiáticos y centroamericanos.

Quienes están asesorando a la contraparte deben estar conscientes que en cualquier proceso judicial hay que obligarse a demostrar lo pretendido.

¿Cómo se les ocurre afirmar en la interposición de acciones contra Venezuela ―en procura de acreditación de la Sala Juzgadora― que el inefable “Laudo” es cosa juzgada y debe configurarse (y aceptarse) como válido y vinculante para nosotros?

Con esa patraña no nos ganarán jamás, en justo derecho. Nosotros poseemos los títulos de propiedad, desde 1777, con la creación de la Capitanía General de Venezuela, con la Real Cédula de Carlos III.

Por lo pronto, nos mantenemos a la expectativa ―como se encuentra toda Venezuela― por la resolución que pueda tomar la Corte a partir del ocho de abril, luego de cumplidas las Audiencias Públicas, donde tendremos la ocasión de explayar la contramemoria y alegar en justo derecho.

 

* Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua. Consultor de la ONG Mi Mapa. Asesor de la Fundación Venezuela Esequiba. Miembro del Instituto de Estudios Fronterizos de Venezuela. Asesor de la Comisión por el Esequibo y la Soberanía Territorial.

 

GUAYANA ESEQUIBA: VERGONZOSA EXPLOTACIÓN SOBRE UNOS RECURSOS PETROLEROS CUESTIONADOS

Abraham Gómez R.*

El petróleo, como importante factor productivo en Venezuela, irrumpe a partir de 1875.

Lo que quiere decir que poseemos abolengo, probado densamente, en estas tareas.

En breve síntesis, relatamos que un hecho fortuito devela para la posteridad nuestro posible destino, luego de un terrible terremoto comienza a manar el magma fósil en grandes cantidades por una de las grietas producidas por el movimiento telúrico, en la hacienda «La Alquitrana» del Estado Táchira. Inmediatamente, se instalaron allí extraños equipos de perforación.

Todo un espectáculo para los pobladores de la región, quienes se acercaban para ver lo que estaba sucediendo. Nada más que una prodigalidad de la naturaleza para esta tierra venezolana; que abundaremos con otros detalles epocales, más delante de este escrito.

Hoy, a estas alturas del siglo XXI, requerimos mayores estudios y disciplina para llegar a dominar (con rigor administrativo) ese accidente geológico.

En otro orden, en varios escenarios académicos, se nos solicita ―insistentemente― una opinión objetiva, en cuanto a cómo es eso que Guyana nos puede llegar a superar en tanto y en cuanto explorador, explotador y comercializador de petróleo.

Hay una inquietud generalizada que apunta a querer conocer cómo es que Guyana pueda tener un crecimiento vertiginoso de su Producto Interno Bruto (PIB), en los próximos meses, sobre la base de esquilmar los recursos que se encuentran en la zona controvertida, que ahora se dirime por ante la Corte Internacional de justicia. Un descaro mayúsculo el que están cometiendo.

Hemos respondido, con suficiente asertividad y contundencia, en los siguientes términos: Guyana se ha burlado de Venezuela, de muchas maneras.

La excolonia británica ha irrespetado el contenido esencial del Acuerdo de Ginebra de 1966 que de ninguna manera confiere soberanía a alguna de las partes en el conflicto, en la señalada zona del pleito. En dicho texto, además, se restringe a los concernidos en el litigio a explotar ―unilateralmente― los recursos en esa área hasta que haya un “arreglo amistoso, práctico y satisfactorio” o una decisión sentencial firme por la Sala Juzgadora de la ONU.

No nos cansaremos de denunciar ―siempre con mayor fortaleza― que hay un enjambre de empresas operando, ilegal e ilegítimamente, bajo la coordinación de la Exxon-Mobil, la cual fija los procedimientos en el área para la Shell holandesa, diseña los planes para la CGX estadounidense, impone los criterios operativos a la Hess Corporation y a la israelí Ratio Guyana Limited, al tiempo que  establece las cuotas de explotación a la Anadarko canadiense, a la CNOON china, en fin, se conoce que sobrepasan de (52) compañías que allí se instalaron, procedentes de muchos países que se dicen amigos de Venezuela; incluso algunas naciones que hemos estado apoyando a través de Petrocaribe.

Esos incalculables recursos nunca han sido ni británicos ni guyaneses.

Tenemos una reclamación centenaria que ahora se dirime en la Corte Internacional de Justicia. Poseemos suficientes elementos de convicción, de pleno derecho; documentos probatorios para exponer y alegar que la Guayana Esequiba es nuestra jurídica, cartográfica e históricamente.

Desde hace algunos años ha habido una ocupación abusiva de las transnacionales a partir de concesiones fraudulentas que recibieron (y siguen en tales afanes) de los gobiernos guyaneses.

No son más que entregas impregnadas de añagaza económica. Por supuesto que esas adjudicaciones serán reversibles, una vez que el señalado Ente Administrador de justicia resuelva a nuestro favor.

Guyana no es un país petrolero. Esos recursos no le pertenecen.

Están aprovechando, como mejor les plazca, los recursos madereros, acuíferos, mineros, petrolíferos y energéticos en general, en nuestra Guayana Esequiba; no únicamente en el área territorial de los 159.500 km2 que nos arrebataron sino además han otorgado permiso a grandes consorcios en nuestra proyección atlántica, en los que ellos han denominado los Bloques Pomeroon, Roraima, Stabroek y Kaieteur, ubicados, precisamente, en la zona marítima no delimitada o frente al estado Delta Amacuro.

Dejamos sentado ante el mundo que la condición de Venezuela de país petrolero no es un artificio de ayer para hoy, una sospechosa invención para coquetear con las transnacionales o una caricatura económica para justificarnos por el asunto litigioso ante la Corte.

Para una mejor precisión socio-histórica diremos que, en la madrugada del 14 de diciembre de 1922, los lugareños del pueblito La Rosa, cerca de la empobrecida Cabimas, estado Zulia, quedaron perplejos y sobresaltados, por cuanto no comprendían lo que estaba sucediendo.

Quienes hicieron las crónicas de tales acaecimientos relatan que los trabajadores de la Shell demoraron varios días en controlar con una válvula la potencia del incontenible líquido que cada vez brotaba con más fuerza.

Dicen que los dueños de la hacienda Los Barrosos estaban asombrados y recelosos; porque ese pozo estuvo arrojando unos 100 mil barriles diarios de crudo día y noche, que se terminaron desperdiciando pero que sirvió para develar el tamaño del yacimiento y su importancia.

Acontecimientos similares ―en mayor o menor proporción―, y con otras circunstancias se suscitaron en varias regiones de Venezuela; con lo cual podemos enfatizar que a lo largo del siglo XX se fueron emprendiendo nuevos y precisos descubrimientos; exploraciones tecnificadas y sostenidas explotaciones que le confirieron a nuestra nación la merecida categoría de país petrolero y la ocasión de hacerse cofundadora de la OPEP.

De modo que no somos una caricatura de país petrolero o una estrategia sobrevenida para quedar bien con las transnacionales.

Coincidimos plenamente con la Asamblea Nacional, no únicamente con todo lo relacionado con el referendo consultivo, cuya realización será el 3 de diciembre, sino también con el pronunciamiento emitido por las descaradas declaraciones del arrogante presidente de la transnacional Exxon Mobil; y la adjudicación directa del citado funcionario de contratos multimillonarios, sin cumplir las regulaciones y aprobaciones del gobierno guyanés para proyectos pertinentes.

Ese señor actúa por encima de toda norma, inclusive, dentro de nuestra histórica propiedad.

El Parlamento venezolano lamenta que el Gobierno de Guyana se comporte como una franquicia de la transnacional norteamericana petrolera Exxon Mobil cuyos intereses son esencialmente la apropiación del petróleo existente en este territorio.

 

* Miembro de la Academia Venezolana de la Lengua. Asesor de la ONG Mi Mapa. Asesor de la Comisión por el Esequibo y la Soberanía Territorial. Asesor de la Fundación Venezuela Esequiba. Miembro del Instituto de Estudios Fronterizos de Venezuela (IDEFV).

GABÓN, UN NUEVO GOLPE DE ESTADO EN ÁFRICA

Marcelo Javier de los Reyes*

Gabón es un país del litoral atlántico africano, con una población 2.389.000 de habitantes, que fue colonia de Francia hasta 1960, año en que obtuvo su independencia como tantos de los actuales países africanos. Sin embargo, esa independencia no ha sido nunca plena, dado que tanto Francia como el Reino Unido ―a través de su Commonwealth― siguieron tutelando a los nuevos países.

Formó parte del Afrique-Équatoriale française, nombre dado en 1910 al gobierno general que reagrupó a las cuatro colonias francesas de esa región: Gabón, la actual República del Congo (antes Congo Brazaville), la República Centroafricana (entonces Ubangui-Chari y por un corto tiempo también Imperio Centroafricano) y el Chad. Esa división regional se mantuvo hasta 1958 y se extendió desde el desierto del Sahara hasta el río Congo y el océano Atlántico hacia el sur y hasta los montes de Darfur hacia el oriente. A mediados de la década de 1950 la metrópoli, París, comenzó a delinear lo que serían los futuros estados. Hacia 1960 eran países poco urbanizados, carentes de infraestructura, pero luego de la independencia Francia comenzó la explotación del subsuelo, extrayendo desde 1963 el hierro de Mauritania y desde 1971 el uranio de Níger.

Léon M’ba (1902-1967) fue el primer presidente de Gabón (1960-1967) y Albert Bernard Bongo (1935-2009) asumió como vicepresidente. En 1964 se produjeron disturbios en Libreville, la capital, que llevaron a que M’ba renunciara a la presidencia pero fue repuesto en su cargo por la intervención de los «paracaidistas franceses». Falleció en noviembre de 1967 y fue sucedido por Albert Bernard Bongo, quien cambió su nombre por el de Omar Bongo Ondimba luego de convertirse al islam en 1973, a pesar de que mayoritariamente la población profesa el cristianismo. Se acercó a los países árabes y estableció una estrecha relación con el entonces líder de Libia Muamar el Gadafi.

En 1968 estableció el partido único ―paradójicamente su nombre es Partido Democrático Gabonés (Parti Démocratique Gabonais, PDG)[1]― que mantuvo el monopolio de la política hasta 1990. Desde entonces, conserva el poder en un gobierno multipartidista. Omar Bongo gobernó hasta 2009 (siete mandatos presidenciales), año en que falleció de cáncer en Barcelona. Durante su presidencia fue un fiel aliado del gobierno de París, al que acompañó en todas sus decisiones de política exterior, lo que no le impidió abrir las puertas de su país a la URSS y China, con los que estableció relaciones diplomáticas en 1973 y 1974 respectivamente. Con China estableció una fuerte relación que lo llevó a visitar Beijing en varias oportunidades.

A su muerte lo sucedió su hijo, Alain Bernard Bongo, quien pasó a llamarse Ali-Ben Bongo Ondimba tras la conversión al islam de su padre. El 7 de enero de 2019 los militares intentaron derrocarlo pero fracasaron.

Golpe de Estado

El 30 de agosto de 2023 un nuevo golpe de Estado se llevó a cabo en Gabón, el cual fue anunciado a través de la televisión, anulando los resultados de las elecciones generales celebradas el día 26 de agosto que llevarían a Ali Bongo a asumir su tercer mandato. El argumento dado por los golpistas es que las elecciones carecían de credibilidad[2]. Bongo habría obtenido el 64,27% de los votos mientras que su principal rival, Albert Ondo Ossa, alcanzó el 30,77%. Ondo había denunciado «fraudes orquestados por el bando de Bongo» dos horas antes del cierre de la votación y llegó a adjudicarse el triunfo electoral. Cabe destacar que la elección se celebró sin la presencia de observadores internacionales[3]. Por otro lado, las autoridades del país cortaron la conexión a internet e impusieron un toque de queda tras la celebración de las elecciones ese mismo sábado 26 de agosto, luego de que la oposición denunciara fraude por parte del partido del presidente, medida que se anunció que se mantendría también al día siguiente[4]. Como ya mencioné, las elecciones no contaron con la participación de observadores extranjeros y, según Reporteros Sin Fronteras (RSF), las autoridades gabonesas rechazaron todas sus solicitudes de acreditación para cubrir el proceso electoral.

No obstante, los golpes están siendo una tendencia en África desde el año 2020. Malí (2020), Chad (2021), Guinea (2021), Sudán (2021), Burkina Faso (2022), Níger (2023), a los que se ha sumado Gabón. 

Recursos

Gabón, con una superficie de 267.670 km2 y una baja densidad poblacional, es la economía número 114 por volumen de PIB y sus habitantes no gozan de una buena calidad de vida. Aunque un tercio de la población se encuentra bajo el nivel de pobreza (US$ 5,5 al día), Gabón es uno de los países más ricos de África, con un PIB per cápita de US$ 8.600.

Francia mantiene relevantes intereses económicos directos en el país africano, además de tener desplegados permanentemente unos 400 soldados, parte de ellos en la capital, Libreville[5]. Se trata de uno de los países de la Francofonía que mantiene lazos más estrechos con su ex metrópoli.

Hacia la década de 1970 los grandes recursos forestales y los hidrocarburos despertaron un fuerte interés por el país.

Según datos de la embajada de Francia en Gabón, unas 110 empresas francesas se hallan presentes en Gabón, entre las que se destacan el grupo minero Eramet, la petrolera Perenco, las empresas de petróleo y gas TotalEnergies y Maurel & Prom, Air Liquide, Spie Oil & gas, además por supuesto de Air France, empresas del rubro maderero como Groupe Rougier de Niort, el cual en abril de 2023 anunció que se encontraba estudiando transportar los troncos utilizando un dirigible eléctrico por considerarlo ecológico y con grandes perspectivas para acortar los tiempos de transporte sin impacto sobre el terreno[6].

Del mismo modo, deben mencionarse la aseguradora Axa y el fondo de inversión Meridiam. Aproximadamente una quinta parte del producto interior bruto nominal de Gabón es generado por empresas francesas con un volumen de inversiones cercano a los mil millones de dólares.

Posee grandes recursos petrolíferos y sobre todo de manganeso, mineral esencial en la industria siderúrgica ya que se lo usa en la producción de acero, en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos y como agente purificador. Los principales países productores de manganeso son Sudáfrica, Gabón, Australia y China[7]. Tanto el sector petrolero como el minero constituyen los ejes de la economía del país con un 40% de los ingresos fiscales, el 52% del producto interno bruto (PIB) y el 84% de las exportaciones.

En un primer momento, los medios informaron que los militares controlaban el gobierno, y por ende de la economía del país, podría afectar el suministro de manganeso, más aún debido a que la empresa que opera la explotación de la mayor mina de ese mineral del mundo es la minera francesa Eramet S.A., empresa que pertenecería a la familia Rothschild aunque la misma no figura oficialmente en la compañía. Como consecuencia del golpe de Estado la empresa, que cuenta con 8.000 empleados en el país, detuvo inmediatamente la producción como medida de precaución. Eramet S.A., ha convertido a Gabón en el segundo proveedor mundial del metal.

A principios de 2023 la Comisión Europea propuso designar el manganeso destinado a la fabricación de baterías como materia prima estratégica, junto con metales como el cobre y el níquel, dado son elementos claves para la transición energética[8].

Las exportaciones gabonesas a Francia comprenden principalmente hidrocarburos (43%, petróleo, gas natural), minerales metálicos (24%, principalmente manganeso) y madera (31%).

China recibe un tercio de las exportaciones gabonesas y es el principal socio comercial del país desde hace nueve años. En 2022 el comercio bilateral alcanzó los US$ 4.500 millones, lo que significó un aumento interanual del 50,8%. Tanto China como Marruecos han hecho fuertes inversiones en Gabón durante los últimos años y hoy se encuentran presentes en el país más de 60 empresas chinas, un 50% de las cuales son estatales. Estas empresas se orientan hacia la explotación de hidrocarburos, madera (más de la mitad de los bosques gaboneses) y manganeso.

Por su parte, Marruecos, es el séptimo proveedor de inversiones extranjeras directas en Gabón por un importe de poco más de US$ 500 millones, poniendo el foco en el sector minero (oro), banca y seguros, telecomunicaciones, transportes y obras públicas.

Gabón en la Commonwealth

Al igual que Francia, el Reino Unido se aseguró de mantener bajo su tutela a sus ex colonias una vez que lograran la independencia y, a esos efectos, en 1949 a través de la Declaración de Londres creó la Mancomunidad Británica, la Commonwealth, integrada por 54 países, algunos de los cuales mantienen al monarca británico como jefe de Estado, como Australia, Nueva Zelanda y Canadá, mientras que Barbados decidió en 2021 convertirse en república despojando en su momento a la reina Isabel II de estar al frente de esa pequeña nación caribeña aunque no dejó de pertenecer a la Mancomunidad. Actualmente otros estados miembros estarían dispuestos a seguir los pasos de Barbados.

En junio de 2022 la Commonwealth incorporó como miembros a Gabón y Togo, países que habían sido colonias francesas en oportunidad de la cumbre celebrada en Ruanda. Cabe aquí hacer una digresión y recordar que Ruanda fue una colonia alemana hasta que finalizada la Primera Guerra Mundial fue entregada en mandato por la Sociedad de Naciones a Bélgica hasta que obtuvo su independencia a principios de la década de 1960. Luego del genocidio de 1994 y bajo el gobierno del presidente Paul Kagame, Ruanda comenzó a tomar distancia tanto de Bélgica como de Francia ―que tuvo un papel muy controvertido durante esa matanza― y comenzó a quedar bajo la influencia del Reino Unido. El régimen de Kagame, que lejos está de ser un modelo de democracia más allá de los logros económicos y en materia de seguridad y desarrollo que muestra, recibe un claro apoyo de Estados Unidos y del Reino Unido. No puede soslayarse que recientemente el gobierno de Londres había planeado deportar a Ruanda a los solicitantes de asilo con la intención de disuadir a los inmigrantes que se arriesgaran a cruzar el Canal de la Mancha y que en junio de 2023 un tribunal británico declaró ilegal ese plan. Los jueces del Tribunal de Apelación consideraron que ese país africano no puede considerarse un «tercer país seguro» al que enviar a los migrantes. Decisión judicial que fue criticada por la secretaria de Interior, Suella Braverman[9]. En este punto, cabe aquí aclarar que tanto Gabón como Togo también son miembros de la Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur (ZPCAS), de la que también forman parte la Argentina, Brasil y Uruguay por el litoral atlántico americano.

Cabe mencionar que en 1995 Mozambique, una excolonia portuguesa, fue el primer país sin lazos históricos con el Reino Unido en adherir a la Commonwealth[10].

Ruanda fue incorporada a la Commonwealth en 2009 y Gabón y Togo son los primeros países que se integran desde entonces. Con respecto al golpe de Estado, la Mancomunidad expresó que es «profundamente preocupante» la situación en Gabón, «recordando al país sus obligaciones en materia de respeto de la democracia», algo que parece no tener en cuenta respecto al régimen de Kagame en Ruanda y de otros miembros de la Commonwealth, incluso en el caso del propio Gabón que pareció ser patrimonio de la familia Bongo por más de medio siglo. De ese modo, la secretaria general de la Mancomunidad, Patricia Scotland, recordó que sus miembros deben respetar «el Estado de derecho y los principios de la democracia».

Del mismo modo, el gobierno del Reino Unido condenó el golpe de Estado en Gabón e instó a las autoridades militares y a los ciudadanos a «seguir los procesos legales y constitucionales» para resolver «cualquier disputa electoral»[11].

Evolución de la situación en Gabón desde el golpe

Del golpe participaron militares, miembros de la guardia presidencial y agentes de policía. Los militares golpistas designaron al general Brice Clotaire Oligui Nguema, comandante en jefe de la Guardia Republicana, para que condujera la transición. Este general fue ayudante de campo de Omar Bongo, el padre del presidente derrocado. Al asumir Ali Bongo habría habido conflictos entre ellos por lo que el militar fue enviado como agregado militar de la embajada gabonesa en Marruecos y luego en Senegal. Al parecer, el militar no tomó a bien esta separación sino que sintió que fue forzado al exilio[12]. Siendo coronel y luego de la apoplejía que afectó al presidente, en 2018 regresó al país para hacerse cargo del servicio de Inteligencia y luego sustituyó al general Grégoire Kouna como jefe de la Guardia Republicana, la guardia presidencial. El ahora general y presidente, «primo»[13] del fallecido presidente Omar Bongo, no estaría fuera del sistema corrupto de la familia Bongo.

Inmediatamente después de la toma del poder por los militares, varios gobiernos procedieron a condenar el golpe como lo ha manifestado un portavoz del Ministerio alemán de Asuntos Exteriores, si bien admitió que las elecciones carecieron de transparencia. Lo propio hizo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, a través de su portavoz, Stéphane Dujarric[14].

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos emitió un breve comunicado de prensa expresando que «sigue de cerca la evolución de la situación en la República Gabonesa». Cabe consignar en este punto que el general Oligui Nguema recibió instrucción militar en Marruecos.

En el mismo sentido se han expresado también los gobiernos de Rusia y China. En el caso del gobierno de Beijing, que mantenía una estrecha relación con el presidente derrocado y anteriormente con su padre, ha solicitado que se garantice la seguridad del presidente Ali Bongo, a la vez que manifestó ―como otros gobiernos― que seguía atentamente la evolución de la situación en Gabón y que pedía el pronto retorno a la normalidad[15].

El gobierno de Estados Unidos hizo lo propio a través del portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby. El portavoz consideró como «profundamente preocupante» la sucesión de golpes de Estado en África en los últimos años[16].

De más está decir que el gobierno de Francia condenó el golpe militar a través del portavoz del gobierno, Olivier Véran y agregó que desde París siguen la evolución de la situación. Sin embargo, el líder de La France insoumise, Jean-Luc Mélenchon, acusó al presidente de Francia, Emmanuel Macron, de haber «comprometido una vez más a Francia al apoyar lo insoportable hasta el final», refiriéndose al apoyo dado al presidente gabonés Ali Bongo.

Por su parte, Josep Borrell, jefe de la diplomacia de la Unión Europea, marcó una diferencia entre el golpe militar en Gabón con el ocurrido en Níger a fines de julio. Según Borrel los militares gaboneses intervinieron tras una elección plagada de «irregularidades» y agregó que «en Gabón, pocas horas antes del golpe militar, hubo un golpe institucional porque se robaron las elecciones». Aun fue más allá al expresar: «No puedo decir que Gabón fuera una verdadera democracia con una familia que había gobernado el país durante 50 años»[17]. Parecería denotar cierta «consideración» hacia los militares gaboneses.

Una de las primeras medidas que adoptaron los militares fue la prohibición provisional de la emisión de los medios de comunicación francófonos France 24, RFI y TV5 Monde, considerando que carecían de objetividad y de equilibrio en la información. La prohibición fue rápidamente levantada y se restablecieron las transmisiones de los medios franceses por orden del general Oligui Nguema. El general afirmó en una entrevista que el presidente derrocado «no tenía derecho a cumplir un tercer mandato» porque fue violada la Constitución.

El golpe contó con el respaldo de buena parte de la población y muchos de sus habitantes salieron con sus autos tocando las bocinas en señal de festejo y adhesión a los militares. Incluso algunos bailaron en las calles con policías y militares.

El 4 de septiembre el general Brice Oligui Nguema pronunció un discurso anunciando un ambicioso programa de reformas destinado a transformar a Gabón en una nación próspera y unida, poniendo el eje en la reconciliación nacional, la educación, la justicia social y el desarrollo económico. Entre esas medidas destacó facilitar el regreso al país de todos los exiliados políticos y una amnistía a los presos de conciencia[18]. Al otro día de este anuncio fue liberado Jean Rémy Yama, presidente de la mayor coalición sindical del país, Dynamique unitaire (DU).

El día 5, cuando se dirigían en coche a Guinea Ecuatorial, fueron detenidos Mike Jocktane y Therence Gnembou Moutsona. Mike Jocktane ―obispo pentecostal y político― fue nombrado en 2005 asesor personal y jefe de misión del entonces presidente Omar Bongo, y en enero de 2009 asumió como jefe adjunto del gabinete presidencial. Fallecido el presidente en junio del mismo año, Jocktane consideró que el país podría transitar hacia una verdadera democracia, por lo cual se sumó al líder de la oposición, André Mba Obame ―fallecido en 2015 en Yaoundé, Camerún―, y criticó duramente al gobierno de Ali Bongo. En 2021, tras dejar el partido Union Nationale, anunció su candidatura presidencial con su partido Gabón Nouveau pero resignó su aspiración y se sumó a Alternance 2023, espacio que reunía a los principales partidos de oposición. En el mismo aceptó ser el director de campaña de Albert Ondo Ossa durante la campaña electoral. Thérence Gnembou es fundador y presidente del Parti du Réveil Citoyen (PRC) y vicepresidente de Alternance 2023. Ambos fueron acusados de llevar una carta dirigida al vicepresidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema Mangue, y supuestamente firmada por el candidato presidencial Ondo Ossa quien, en una entrevista, niega ser el autor de la carta a la vez que afirma que el tenor de la misma no justificaba ese arresto[19]. La carta contendría una petición de ayuda a Malabo para que respaldara su posición en la crisis política y para «restaurar el orden constitucional». Ambos detenidos fueron encarcelados en la prisión de Oyem, localidad situada en el norte de Gabón.

Ondo Ossa, profesor de economía, parecería haber optado por la discreción ante el gobierno del general Oligui Nguema y se mantiene en su casa, rodeado por sus asesores, a la espera de que el gobierno lo convoque.

El 7 de septiembre el presidente de la transición en Gabón, el general Oligui Nguema, designó como primer ministro de la transición a Raymond Ndong Sima, economista, opositor al presidente derrocado, quien ocupó ese mismo cargo entre los años 2012 y 2014, para luego distanciarse acusando al gobierno de mala administración[20]. En las elecciones presidenciales de 2016 se presentó como candidato a la presidencia y en estas últimas elecciones de 2023 se retiró antes de las mismas[21]. Raymond Ndong Sima informó que presentaría una propuesta de gobierno de transición al general Oligui Nguema. Del mismo modo, existiría el propósito de convocar a las diferentes fuerzas vivas del país y de avanzar en la redacción de una nueva Constitución. El designado primer ministro consideró que la transición no debería superar el período de 24 meses.

Con respecto al presidente derrocado, Ali Bongo, quien se encontraba bajo arresto domiciliario, el general Oligui Nguema comunicó que tendría libertad de movimiento y que, «dado su estado de salud» ―sufrió un grave derrame cerebral en 2018―, podía viajar al extranjero para recibir atención médica pues el ACV le ha dejado secuelas físicas[22].

El 9 de septiembre el gobierno nombró a Mays Mouissi como ministro de Economía. El analista de economía, de 37 años, quien es muy activo en las redes sociales y dirige un blog de análisis económico, abandonó París tras el golpe del 30 de agosto para instalarse en Libreville[23].

El día 11 Joseph Owondault Berre fue nombrado vicepresidente de la transición por el presidente. En la actualidad se encuentra jubilado y mantiene un bajo perfil, por lo que es poco conocido por el pueblo de Gabón. Se graduó de ingeniero en el Institut National des Sciences Appliquées (INSA) de Lyon y fue director general de la Société Gabonaise d’Entreposage de Produits Pétroliers (SGEPP) entre diciembre de 1980 y septiembre de 1985.

El 18 de septiembre el general Oligui Nguema inició su día visitando las tumbas de Léon Mba y de su sucesor Omar Bongo Ondimba («OBO»), de quien fue ayudante de campo. También rindió homenaje a Rose Francine Rogombé, ex jefa del Senado y presidenta interina tras la muerte de OBO[24]. El mismo día el presidente de la transición, acompañado de la primera dama, Zita Oligui Nguema, llegó a Malabo, República de Guinea Ecuatorial, en el marco de una visita oficial. Se reunió en el Palacio del Pueblo de Malabo con Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, presidente de Guinea Ecuatorial y presidente fundador del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial. Ambos discutieron acerca de cuestiones de cooperación bilateral entre Libreville y Malabo, así como temas de interés común. Luego mantuvo un encuentro con la comunidad gabonesa residente en ese país[25].

Gabón es uno de los miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, por un período de dos años hasta finales de 2023, por lo que el designado primer ministro, Raymond Ndong Sima, se dirigió al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ante el cual pidió el fin de la guerra en Ucrania[26].

El nuevo gobierno ha redactado una Carta de Transición que prohíbe a los miembros del gobierno provisional presentarse a las próximas elecciones, incluido Raymond Ndong Sima, pero no excluye explícitamente al general Oligui de presentarse a la presidencia.

La presencia de China

Ya se ha mencionado la estrecha relación que se generó entre ambos países desde la presidencia de Omar Bongo y del creciente interés de China en términos económicos mediante la presencia de sus empresas. En 2024 se cumpliría el 50° aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Gabón[27].

En abril de 2023 ambos países decidieron elevar la relación a la categoría de asociación estratégica de cooperación internacional. Ali Bongo fue el primer jefe de Estado recibido por Xi Jinping luego de su elección como presidente chino en el mes de marzo, según la información proporcionada por el Ministerio de Asuntos Exteriores de China[28].

El 8 julio de 2023, poco antes del golpe militar, el 43° grupo de trabajo de escolta naval chino llegó de visita a Gabón, atracando en el puerto de Owendo. La llegada de estos buques dio lugar a una serie de reuniones tanto protocolares como específicamente militares[29].

Según ha informado el sitio de investigación Africa Intelligence, el presidente depuesto Ali Bongo había dado su consentimiento para instalar una base militar china y el complejo militar habría sido confiado a la Armada del Ejército Popular de Liberación, que debería haber establecido su primera base en la costa atlántica y la segunda en el continente, después de la de Yibuti[30]. La localización de la base habría tenido lugar en península de Mandji, en Port-Gentil. El sitio informa que Estados Unidos y Francia ya habían expresado su preocupación al respecto. En este sentido, el almirante Pierre Vandier, ex jefe de Estado Mayor de la Armada francesa, fue enviado por el gobierno de Francia a Libreville para intentar disuadir a Ali Bongo. Queda por ver ahora si el gobierno militar mantiene el consentimiento verbal que había dado el presidente derrocado.

Algunas consideraciones

Es evidente que Francia está perdiendo su poder sobre los países que fueron sus colonias en el continente africano pero el golpe de Estado en Gabón parecería de una índole diferente a la de los que tuvieron lugar en Níger y en los países del Sahel. Quizás, en este caso, Josep Borrell tenga razón al decir que en Gabón no había una verdadera democracia. Sin embargo, no la hubo durante más de medio siglo y no la hubo ni en Gabón ni en muchos otros países de África y del mundo con los cuales la Unión Europea, como los Estados Unidos y el Reino Unido se relacionan. La Commonwealth hace también sus recomendaciones sobre la democracia en Gabón pero cuando éste país se incorporó a la Mancomunidad ya presentaba un déficit democrático, del mismo modo que lo presenta la tan elogiada Ruanda de Kagame.

Respecto del golpe en Gabón, parecería ser claramente un cambio de gobierno para mantener el régimen a través de otros actores. A diferencia de lo ocurrido en Níger y en otros países, en Gabón no hay una presencia del grupo Wagner ni se vio entre la población el despliegue de banderas rusas.

El general Oligui Nguema es un miembro del círculo de la familia Bongo y, por lo que se aprecia, intenta mantener una continuidad respecto al gobierno anterior: en este caso no hubo un discurso anti francés, no se emplazó al embajador de Francia para que se retirara del país y las empresas francesas habrían retomado prontamente sus actividades.

En función de lo desarrollado, se aprecia que China avanza sobre el continente a través de su poder blando, a través de sus empresas pero también procurando lograr un emplazamiento militar en el Atlántico Sur, algo que resulta inadmisible para la angloesfera y la Unión Europea, aún más habida cuenta de que el Reino Unido ha avanzado sobre los países que fueron colonias de Francia y de Bélgica como Ruanda, Gabón y Togo, incorporándolos a la Mancomunidad. Sin duda que el ingreso de los dos últimos a la esfera británica también tiene un interés estratégico en función de asegurarse el control sobre el Atlántico Sur, ya que esos dos países ―tal vez no casualmente― son miembros de la ZPCAS y eran de los que respaldaban a la Argentina en sus reclamos soberanos sobre las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur.

Ahora bien, teniendo en cuenta que no solo Francia está perdiendo el control sobre los países que integran la Francofonía en África, sino que también a raíz de la guerra proxy que la OTAN ha provocado en su intento de expansión en Europa ―más concretamente entre Ucrania y Rusia―, los propios países denominados occidentales han perdido su cuota de control sobre ciertos países del Sur Global. Esto ha acelerado determinados procesos geopolíticos que favorecieron el acercamiento de Rusia y China y un creciente interés por los BRICS, lo que ha llevado a que varios países se estén acercando a un «nuevo orden mundial 2.0» que vendría a quebrar aquel «nuevo orden mundial» bajo control de la angloesfera y de la Unión Europea.

En tal sentido, el golpe de Estado en Gabón claramente podría ser diferenciado de los producidos en la región del Sahel y podría hacerse sobre el mismo una lectura «gatopardista». Las elecciones en las que se ha considerado triunfador a Ali Bongo han sido fuertemente cuestionadas. En estas últimas elecciones no ha habido observadores internacionales, el fraude ha parecido evidente, inmediatamente se impuso un toque de queda y el opositor Ondo Ossa estaba ya proclamando su triunfo. Como se ha mencionado, se ha llamado a integrar el gobierno a opositores pero, hasta el momento, no a quien encarnaba la mayor oposición al frente del espacio Alternance 2023. Asimismo, inmediatamente, el gobierno autoriza al presidente derrocado a viajar al exterior en atención a su estado de salud, y él mismo decide quedarse para colaborar en la transición. Tampoco se han esgrimido fuertes cargos contra el presidente depuesto.

De tal manera que podría considerarse al golpe en Gabón, de la mano de un militar allegado a los Bongo, como un golpe palaciego que seguramente ha venido a cortar cualquier posibilidad de un golpe que verdaderamente hubiera provocado un cambio de régimen y, quizás, un viraje de Gabón que favoreciera a otras potencias.

Aún es temprano para lograr una lectura completa, pero todo indicaría que aquí, y teniendo en cuenta hasta lo manifestado por el propio Borrell, el golpe en Gabón podría considerarse una mise en scène que daría continuidad al régimen y garantizaría las inversiones de Francia en el país.

* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director ejecutivo de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Profesor de Inteligencia de la Maestría en Inteligencia Estratégica Nacional de la Universidad Nacional de La Plata.

Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires: Editorial Almaluz, 2019.

Embajador Académico de la Fundación Internacionalista de Bolivia (FIB).

Investigador Senior del IGADI, Instituto Galego de Análise e Documentación Internacional, Pontevedra, España.

Referencias

[1] El PDG fue fundado en 1953 como una coalición que se denominó «Bloque Democrático Gabonés», que se mantuvo desde la independencia que devino en un régimen de partido único en 1968 hasta 1990.

[2] «Golpe de Estado en Gabón sigue a tomas militares en excolonias francesas en África». France24, 30/08/2023, https://www.france24.com/es/áfrica/20230830-golpe-de-estado-en-gabón-sigue-a-tomas-militares-en-excolonias-francesas-en-áfrica, [consulta: 02/09/2023].

[3] «Nuevo golpe en África: militares toman el poder en Gabón». Deutsche Welle, 30/08/2023, https://www.dw.com/es/nuevo-golpe-en-África-militares-toman-el-poder-en-gabón/a-66668204, [consulta: 02/09/2023].

[4] «Gabón suspende acceso a internet e impone toque de queda». Deutsche Welle, 26/08/2023, https://www.dw.com/es/gab%C3%B3n-suspende-acceso-a-internet-e-impone-toque-de-queda-tras-elecciones/a-66639724, [consulta: 02/09/2023].

[5] Francia tiene en Gabón una de las cuatro bases militares permanentes en África. Las otras se encuentran en Senegal, Yibuti y Costa de Marfil.

[6] «Le Groupe Rougier à Niort veut transporter les grumes de bois par dirigeable». Le Courrier de l’Ouest, 25/04/2023, https://www.ouest-france.fr/nouvelle-aquitaine/niort-79000/le-niortais-groupe-rougier-veut-transporter-les-grumes-de-bois-par-dirigeable-3dae0d64-e34d-11ed-a544-66056eec5fd3, [consulta: 02/09/2023].

[7] Mark Burton y Francois de Beaupuy. «¿Por qué el golpe de Estado en Gabón amenaza el suministro global de manganeso?» El Financiero, 30/08/2023, https://www.elfinanciero.com.mx/mundo/2023/08/30/por-que-el-golpe-de-estado-en-gabon-amenaza-el-suministro-global-de-manganeso/, [consulta: 03/09/2023].

[8] Ídem.

[9] Carlos Fresneda. «Un tribunal británico declara “ilegal” el envío de refugiados a Ruanda». El Mundo, 29/06/2023, https://www.elmundo.es/internacional/2023/06/29/649d565ffdddffdfab8b457d.html, [consulta: 03/09/2023].

[10] «Togo y Gabón admitidos en la organización». ANSA, 25/06/2022, https://ansabrasil.com.br/americalatina/noticia/ultimo_momento/2022/06/25/togo-y-gabon-admitidos-en-la-organizacion_a35951d0-9c2a-45bc-b3ec-244cab37e2eb.html, [consulta: 03/09/2023].

[11] «Gabón. Reino Unido insta a “seguir los procesos legales” para resolver “cualquier disputa electoral” en Gabón». Notimérica, 31/08/2023, https://www.notimerica.com/politica/noticia-gabon-reino-unido-insta-seguir-procesos-legales-resolver-cualquier-disputa-electoral-gabon-20230831024736.html, [consulta: 04/09/2023].

[12] «¿Quién es el general Brice Oligui Nguema, nombrado presidente de la Transición en Gabón?» RFI, 31/08/2023, https://www.rfi.fr/es/africa/20230831-quién-es-el-general-brice-oligui-nguema-nombrado-presidente-de-la-transición-en-gabón, [consulta: 04/09/2023].

[13] En África el término «primo» es de uso coloquial tanto para designar a un pariente lejano como así también a los individuos que se encuentran unidos por una amistad estrecha. Habría entre el presidente derrocado y el general algún grado de parentesco pero se desconoce en verdad cuál es.

[14] «Gabon: les militaires putschistes nomment le général Brice Oligui Nguema chef de la transition». France24, 30/08/2023, https://www.france24.com/fr/afrique/20230830-gabon-un-groupe-d-officiers-de-l-armée-affirme-à-la-télévision-avoir-pris-le-pouvoir, [consulta: 02/09/2023].

[15] Ídem.

[16i] Ídem.

[17] «Para la Unión Europea los golpes en Gabón y Níger no son “equivalentes”». Télam, 31/08/2023, https://www.telam.com.ar/notas/202308/638710-union-europea-golpe-gabon-niger.html, [consulta: 04/09/2023].

[18] Freddy Moussounda. «Transition: Oligui Trace la Voie de la Réconciliation et du Développement du Gabon». Medias241, 05/09/2023, https://medias241.com/transition-oligui-trace-la-voie-de-la-reconciliation-et-du-developpement-du-gabon/, [consulta: 08/09/2023].

[19] Freddy Moussounda. «Affaire Mike Jocktane : “Je ne reconnais pas avoir écrit une telle lettre” – Albert Ondo Ossa». Medias241, 08/09/2023, https://medias241.com/affaire-mike-jocktane-je-ne-reconnais-pas-avoir-ecrit-une-telle-lettre-albert-ondo-ossa/, [consulta: 10/09/2023].

[20] «Gabón: Raymond Ndong Sima, opositor a Bongo, nombrado primer ministro de la transición». France24, 07/09/2023, https://www.france24.com/es/áfrica/20230907-gabón-raymond-ndong-sima-opositor-a-bongo-nombrado-primer-ministro-de-la-transición, [consulta: 10/09/2023].

[21i] Ídem.

[22] Ídem.

[23] Jeanne Le Bihan. «Dix choses à savoir sur Mays Mouissi, le nouvel économiste en chef de Brice Oligui Nguema». Jeune Afrique, 14/09/2023, https://www.jeuneafrique.com/1482347/politique/dix-choses-a-savoir-sur-mays-mouissi-le-nouvel-economiste-en-chef-de-brice-oligui-nguema/, [consulta: 17/09/2023].

[24] Jeanne Le Bihan. «Oligui Nguema, les “enfants d’Omar” et le coup d’État au Gabon». Jeune Afrique, 19/09/2023, https://www.jeuneafrique.com/1484095/politique/oligui-nguema-les-enfants-domar-et-le-coup-detat-au-gabon/, [consulta: 21/09/2023].

[25] Paul Essonne. «Le Président de la Transition, le Général de Brigade Brice Clotaire Oligui Nguema en visite officielle à Malabo». 7jours info, 20/09/2023, https://7joursinfo.com/actualites/le-president-de-la-transition-le-general-de-brigade-brice-clotaire-oligui-nguema-en-visite-officielle-a-malabo/, [consulta: 21/09/2023].

[26] «Le Premier ministre gabonais issu du coup d’Etat à la tribune du Conseil de sécurité de l’ONU». VOA, 20/09/2023, https://www.voaafrique.com/a/le-premier-ministre-gabonais-issu-du-coup-d-etat- à-la-tribune-du-conseil-de-sécurité-de-l-onu/7276916.html#:~:text=Le%20Premier%20ministre%20du%20Gabon,deux%20ans%20jusque%20fin%202023, [consulta: 21/09/2023].

[27] «China, Gabon elevate relations to comprehensive strategic cooperative partnership». CGTN, 19/04/2023, https://news.cgtn.com/news/2023-04-19/China-Gabon-lift-relations-to-comprehensive-strategic-cooperative-partnership-1j8xbJYVR6w/index.html, [consulta: 21/09/2023].

[28] Ídem.

[29] Tang Siyu and Wu Kangci. «43rd Chinese naval escort taskforce visits Gabon». Ministry of National Defense of the People’s Republic of China, 11/09/2023, http://eng.mod.gov.cn/xb/News_213114/OverseasOperations/16236380.html, [consulta: 14/09/2023].

[30] «Gabón: fuentes de prensa, el presidente depuesto Bongo había dado su consentimiento para instalar una base militar china». Agenzia Nova, 07/09/2023, https://www.agenzianova.com/es/news/gabon-fonti-stampa-il-presidente-deposto-bongo-aveva-dato-il-consenso-ad-installare-una-base-militare-cinese/, [consulta: 14/09/2023].

 

Artículo publicado el 25/09/2023 por el Instituto Galego de Análise e Documentación Internacional (IGADI), https://www.igadi.gal/es/analise/gabon-un-nuevo-golpe-de-estado-en-africa/.