Ir a ¿Qué ha pasado con el nacionalismo argentino? – Parte III
¿Volvemos a los recuerdos porque pretendemos enriquecernos con ellos o, por el contrario, porque deseamos ser pobres, como entonces, como cuando éramos unos pobres hombres, unos pobres diablos, unos pobres y heroicos? No lo sé.
Han pasado quince años y había olvidado muchas cosas. Y muchas decepciones han ocupado el lugar de los bríos de entonces. Pero he recordado al «espantajo» y los he sentido en la garganta, como entonces… ¿No sabéis a qué espantajo me refiero? Veré si acierto a expresarme con unas pocas palabras. Este Tiempo-Invocación es para él.
El espantajo o esperpento es la suma de todas las emociones que llevan al hombre al sacrificio. No es la guerra, ni la muerte… es la… no sé… lo es todo, desde el temblor de la piel a la maldición hecha plegaria. Algunos dicen que es la recompensa del soldado. Y que es una dama hermosísima y generosa con sus encantos. Pudiera ser hembra, aunque no lo aseguro, pues yo siempre le vi vestido de soldado; como nada tiene de hermoso y es tan enjuto de carnes que parece un esqueleto, me inclino a creer que se trata de un hombre.
¿Dónde diablos estaba? ¡Ah, sí! La gloria del soldado, decía, es un espantajo, medio loco, con una voz imposible llena de incoherencias y tremendas plegarias, haraposo ante el castigo eterno del viento. Cerrad los ojos, imaginad un espantajo cualquiera en un sembrado. Haced que ese campo gire vertiginosamente, entre todos los ruidos y luces de la guerra, bajo todas las intemperies… El esperpento estará siempre allí, entre los surcos convertidos en tumbas, voceando como un chiflado, rezando como el hombre que descubre a Dios en cada instante, temblando de frío. No fermenta los cuerpos con cantos gregorianos, precisamente; sólo está allí para que los caídos sientan perennemente la emoción estética más intensa que puede albergar el hombre: la del minuto exacto antes de la muerte. Ni asusta ni divierte, ni ensalza siquiera: acompaña.
Los camaradas que en Possad, y en Slutz, y en los muchos cementerios españoles lloraban al tener que abandonar a sus mejores, fueron también, durante corto tiempo, iguales al espantajo. Pero eran hombres y debían marcharse. El esperpento es también humano; pero no se marchará nunca. Estará siempre allí, para recordar, para emocionar, para responder a las preguntas sin respuesta.
Esto es lo que me obliga a escribir, principalmente. Porque pese a todo —y estoy hablando en nombre de mi generación frustrada— me ha bastado abrir un resquicio al recuerdo para encontrarme enseguida con la cara de los muertos. He visto la sombra del espantajo, eternamente fiel, agitando sus harapos y murmurando sus terribles imprecaciones y heme emocionado. Con ello he comprendido que nunca podré renegar de las horas pasadas, aunque mi experiencia actual me haga ver la tremenda ironía de un libro de guerra reviviendo lo que estaba muerto, recordando lo que se tiene empeño en olvidar.
Tomás Salvador
Leyendo a Tomás Salvador, me preguntaba, luego del escarnio al cual han sido sometidas nuestras FFAA y FFSS; ¿dónde ha quedado la gloria del soldado? ¿por qué nuestra sociedad ha dejado que caiga en saco roto el sacrificio de nuestros hombres de armas? ¿por qué hemos mancillado el uniforme y la memoria de los caídos en combate en las últimas cinco décadas?… ¿por qué hemos sido espectadores silenciosos ante la destrucción del brazo armado de la Patria por parte de gobiernos serviles al imperio sinárquico del Nuevo Orden Mundial?
¿Quiénes serán los privilegiados merecedores de las palabras que al igual que aquellos a quienes fueron dirigidas en julio del ’44, lleven sobre sus espaldas la responsabilidad de poner nuevamente de pie a la Patria mancillada:
“Vosotros constituís la primera gran Unidad que vuelve a ver el cielo y el suelo de la patria traicionada, dividida y atormentada por el enemigo. Constituís, por lo tanto, la columna maestra del templo, la piedra liminar de la nueva construcción de las Fuerzas Armadas…
Con vuestro denodado empeño antes del combate, durante él y después, estoy seguro de que no defraudaréis las esperanzas de la Patria, sino que le abriréis el camino de la liberación y de la victoria…
Por lo que respecta a la política, las ideas deben ser extremadamente precisas. Sobre todo en un periodo de transición y de crisis, las consignas deben tener el timbre y la dureza de los metales…”
Vemos transcurrir periodo tras periodo, gobierno tras gobierno y la situación nacional en vez de mejorar…empeora. Discursos floridos hacia uno u otro sector de la sociedad, según sople el viento, que lo único que logran es la sucesión de gobernantes ineptos y traidores a la Patria que lo único en que son consecuentes es en la entrega del patrimonio de todos los argentinos y en la destrucción sistemática de la sociedad y de sus FFAA y FFSS. El nivel cultural de las últimas generaciones es paupérrimo, la situación social es apremiante en la mayoría del territorio argentino y la suma de todos esos factores da como resultado la perpetuación del populismo.
Destruyen todos los estratos de la sociedad en base a mentiras repetidas una y otra vez, de manera que se hace eternamente vigente la frase de François Marie Arouet, Voltaire, (filósofo francés):
“La verdad es lo que se hace creer.”
Hoy nos encontramos gobernados nuevamente por un gobierno que se autodenomina “camporista” y canta loas a Héctor J. Cámpora y su nefasto entorno, es más, una de las agrupaciones más influyentes dentro del gobierno es “La Cámpora”, pero, ¿quién fue Cámpora?.
Héctor J. Cámpora integró el entorno de Perón, pero fue desalojado del mismo con demasiada rapidez. Recordemos que llegó al poder en 1973 en unas elecciones con Perón proscrito y bajo el lema: “Cámpora al gobierno, Perón al poder”. El presidente Cámpora estaba en otra jugada política y con otros tipos que pertenecían sin duda a otro poder sinárquico, pero que en definitiva en la cumbre, se dan la mano, porque son la misma cosa. Fue miembro de la P2 italiana, pero la fuerza del marxismo lo tenía aherrojado. El desborde de la tendencia, sin jefes ni disciplina, hicieron que Cámpora perdiera el gobierno y López Rega lo capitalizó con Lastiri. De allí en adelante, el cerrojo en torno a Perón se agudizó y el caudillo quedó encerrado por el lopezreguismo, sin capacidad, doctrina, ni jerarquía ética-moral. Perón estaba viejo y enfermo, su capacidad de maniobra estaba casi agotada, con mala atención de su salud y con viajes extenuantes sea al Paraguay o al famoso portaaviones. Cámpora más vale representaba el otro entorno que se le trató de hacer a Perón, a través de la famosa patria socialista, implementada por jóvenes burgueses que se olvidaron que Perón tenía una doctrina y una tercera posición enunciada con toda claridad por el año 1945.
Amigo comprometido de los guerrilleros, abrió las cárceles en el llamado Devotazo, el mismo día de su asunción a la presidencia de la Nación argentina, 25 de mayo de 1973, militantes de las organizaciones guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), Fuerzas Armadas Peronistas (FAP), Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), y Montoneros concurrieron masivamente al acto de la Plaza de Mayo y luego se desplazaron hacia la cárcel de Villa Devoto, a la que rodearon y comenzaron a presionar sobre las puertas, echando por tierra el trabajo hecho por la Nación para quitar de circulación a estas lacras de la sociedad, reabriendo el juego que se tornó más sádico y sangriento, ya que el cautiverio exacerbó su virulencia. Perón los echó de la Plaza de Mayo y Cámpora los liberó y acogió. Éstos son los valores que maneja el actual gobierno, que de peronista tiene el mismo porcentaje que de honesto.
En nuestro tiempo, los poderosos universalistas, el N.O.M., no pueden como antaño dominar las naciones con sus ejércitos o sus marines de desembarco, entrando a sangre y fuego en los pueblos de cualquier parte del mundo, salvo contadas excepciones como Libia e Irak aduciendo terrorismo. Ese procedimiento es muy caro. Es más fácil organizar logias, clubes, institutos, bancos o políticas siniestras para dominar al resto de las naciones sea con políticos venales, partidos oportunistas, intereses elevados, dumpings contra la producción, precios agropecuarios no compensatorios, mercaderías subvencionadas, créditos para falsas obras de “progreso” y “desarrollo”, etc. Todo lo que venimos viendo el último medio siglo.
Aurelio Peccei, presidente del Club de Roma, miembro de los Bilderbergers y de la Sinaquía, en un discurso pronunciado en 1979, le daba a la Argentina un papel agroproductor, pero esa producción manejada por ellos, desde la siembra, la recolección, la venta y el traslado. Esas son las ideas del universalismo europeo contra las naciones del mundo. También es idea de los sinarcas que el Beagle, la Tierra del Fuego, la Patagonia, las islas del sur y la Antártida, no le pertenecen a la Argentina, ni desde luego a Chile, sino que son reservas del universalismo, para la humanidad. Lo mismo sucede con otros grupos humanos de la Tierra, nada es de ellos. Solo los universales o demócratas-sociales europeos pueden mandar y decidir, ellos sí son inteligentes, democráticos y capaces, el resto debe obedecer y trabajar en aquello que se le ordene.
Analizaremos brevemente el final del gobierno de Fernando de la Rúa y los cinco presidentes en los siguientes once días.
En medio de una ola de protestas sociales que arrojaron 40 muertos y más de 100 heridos, el helicóptero alejó ese 20 de diciembre de 2001 al por entonces presidente Fernando de la Rúa de la Casa Rosada, habiendo dejado firmada su renuncia al cargo. La crisis fue política, económica, social e institucional, potenciada por una revuelta popular generalizada bajo el lema «íQue se vayan todos!»
Once días después asumiría en su lugar Eduardo Duhalde y en el medio otros tres presidentes ocuparían el principal sillón presidencial:
21 de diciembre: la última acción de De la Rúa fue levantar el estado de sitio, mientras que el Congreso de la Nación elegía como presidente provisional al titular del Senado, Ramón Puerta. El Partido Justicialista propone como presidente interino al por entonces gobernador de San Luis, Adolfo Rodríguez Saá y convoca a elecciones anticipadas para el 3 de marzo.
23 de diciembre: jura Rodríguez Saá como presidente y en su mensaje al país anuncia la suspensión en los pagos de la deuda externa. Decide extender el feriado bancario hasta el 2 de enero y la creación de una nueva moneda (el argentino), que circulará de manera paralela con el peso y el dólar.
El puntano realiza una serie de reuniones y con sus asesores afina los números de lo que sería el presupuesto nacional para el año siguiente. A la central de los trabajadores les explica cómo será la nueva moneda, les pide paciencia a los acreedores externos y mantiene las restricciones para el retiro de fondos de los bancos.
Esto lleva a nuevos incidentes callejeros que reclaman la renuncia de los flamantes funcionarios. Nuevos detenidos y heridos se producen en las protestas. Esto provoca la convocatoria de una cumbre de gobernadores peronistas en Chapadmalal, pero la ausencia de algunos lo deja sin sustento. Esto motiva la renuncia del puntano y acusa a De la Sota de mezquindad.
31 de diciembre: El presidente del Senado, Ramón Puerta, también presenta su renuncia por lo que el titular de la cámara baja, Eduardo Camaño, asume de manera interina la jefatura del Estado y convoca de urgencia a la Asamblea Legislativa.
1 de enero: Eduardo Duhalde, por entonces senador nacional y que había sido derrotado por De la Rúa en las elecciones de 1999, es elegido por aclamación para terminar el mandato del ex presidente radical.
Cinco presidentes en apenas once días, algo digno para ingresar en el libro de los récord Guiness y que provocó la risa hasta de Arnold Schwarzenegger, que no dudó en burlarse del por entonces joven Marley en una entrevista para su ciclo Teleshow, y le preguntó si sabía cuál era el nombre de su presidente en ese momento.
El ex Vicepresidente de Menem quedó al frente del Gobierno nacional hasta cumplir el mandato del radical, en diciembre de 2003.
En la próxima entrega analizaremos el primer mandato de la “década ganada” por el matrimonio Kirchner Ostoić – Fernández Wilhelm, y la frase aduce a que si hubo un ganador en esa década, ha sido el matrimonio citado, sin lugar a dudas.
«GRAVE AMENAZA ES PARA EL HOMBRE SER GOBERNADO POR PODERES OCULTOS. ESTO ACONTECE CUANDO EL QUE MANDA NO ES EL MISMO QUE FIRMA».
CONDE DE ROMANONES
Por Der Landsmann para Saeeg
Notas:
- División 250 – Tomás Salvador
- Guillermo Landera – El entorno de Juan D. Perón
- https://www.losandes.com.ar/article/view?slug=la-renuncia-de-de-la-rua-y-los-cinco-presidentes-en-once-dias
- Guillermo A. Terrera – LA SINARQUIA
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