IMPOTENCIA, FALTA DE VERGÜENZA E INCAPACIDAD

F. Javier Blasco*

No llevamos ni dos semanas de guerra en Ucrania y a pesar de ser injusta, no declarada y ocasionada por las manías de un loco, el mundo ya ha tirado la toalla al centro del ring, ha sacado la bandera blanca y se ha convertido en un vergonzoso espectador, para ver, desde su butaca, las cosas, atrocidades y miserias pasar.

No será porque no llevaba meses la Administración norteamericana anunciando que esto iba a llegar. No les creímos o, lo que es peor, pensábamos que exageraba porque otras veces sus fallos en inteligencia llevaron al mundo a una guerra sin una verdadera causa que la pudiera mínimamente justificar.

No caímos en pensar que aquella ocasión, la de las armas químicas en Irak, a ellos les interesaba crear la imagen y dar la sensación de forma patente y clara para que, con ella, sus actos de ocupación sobre aquel país fueran más que necesarios para evitar un mal mayor y nadie les pudiera criticar.

Todos sabemos que los malos dirigentes o aquellos cuya incapacidad es grande y manifiesta, tratan de influir en sus servicios de inteligencia para calmar los ánimos de la población o para apoyar sus guerras o posturas bélicas de forma patente, falsa y muy singular.

Tampoco, Putin nos ha ocultado nada su plan para invadir Ucrania y someterla a una masacre, sin ni siquiera una declaración de guerra formal. Basando sus viles y execrables actos en razones que no tienen peso alguno y que cualquiera, por pueriles y falsos, los puede desmontar.

Lleva años comiéndose las partes de Ucrania y de otros territorios a su alrededor  que más precisa o le apetecen, sin que la Comunidad Internacional diga o haga nada para sus pasos parar. Ahora, nos justificamos y acallamos las conciencias, diciendo y proclamando, que nadie podía pensar que, al borde de acabarse el primer cuarto del siglo XXI, una acción tan espantosa, ruin y cruenta como esta, pudiera pasar.

De acuerdo, toda excusa es válida para un mal perdedor. Pero si analizamos nuestros pasos recientes y actuales, vemos que las justificaciones, los inventos y los parches sobre la marcha son pobres, poco resolutivos y nada van a poder arreglar.

En la OTAN, la UE y en muchos países miembros de ellas, se acaban de revisar sus medidas y planes de seguridad y defensa nacional (España entre ellos) y colectiva, sin contemplar ni siquiera la posibilidad del más mínimo incidente en aquella zona, a pesar de como hoy vemos, lo mucho, que su inestabilidad, nos podía llegar a afectar.

La OTAN a por uvas, discutiendo si eran galgos o podencos, a punto de disolverse y frotándose las manos porque su próxima Cumbre —que paga el país organizador— era en Madrid y aquí, como todos saben, suele ocurrir que en todos los jolgorios internacionales a cargo de sufrido ciudadano están garantizados tanto la juerga, como el buen yantar.

Putin jugando al gato y al ratón, moviendo sus fuerzas a su antojo y sin ton ni son; diciendo que eran unas simples maniobras cuando en realidad eran actos de acumulación de medios, entrenamiento en acciones de fuego y de acoso psicológico a los ucranianos sin cesar.

Trataba de amedrentarlos, bajarles la moral, hacer que su presidente-humorista se meara en los pantalanes y saliera corriendo del país, donde tras una guerrita relámpago, pegando solo cuatro tiros; de nuevo, y como en ocasiones anteriores, pudiera instaurar un gobierno marioneta o simplemente, esta vez, todo su territorio poderse anexionar.

Tan solo los americanos del Tío Sam veían la jugada; pero ante su contumaz insistencia, algunos occidentales empezaban a reírse de ello, al considerarla una alarma muy “poco fundada y pertinaz”, porque la anunciada ofensiva no se producía y, al contrario, los rusos mostraban al mundo entero, ciertos movimientos de tropas, que simulaban que sus soldados se replegaban y volvían a casa tras unas maniobras agotadoras, pero nada más.

Falló la inteligencia individual y colectiva de la UE, la OSCE, Naciones Unidas y, sobre todo, la de la OTAN, que es la organización que sobre la defensa de Europa más tiene que hablar; porque no lo olvidemos, es su auténtica razón de ser y casi única prioridad.

Putin se cansó de dar vueltas en el tiovivo y sin declarar la guerra a un país vecino, democrático y soberano, lanzó una pequeña ofensiva sobre él, que pronto, contrariamente a los previstos planes por sus estados mayores, se volvió en su contra, por lo que aquellos planes iniciales se tuvieron que cambiar.

Ante tal atropello y ruindad, la ONU mostró su total y absoluta impotencia e incapacidad, un Organismo mastodóntico, que está aquí para evitar este tipo de actos ilegales y crueles, mostró sus incapacidades y que tiene los pies de barro y las manos atadas por Rusia y en algo China; dos países que forman parte de su Consejo de Seguridad como miembros permanentes, con derecho de veto a la hora de votar.

La OTAN pronto se escudó, en que, según sus estamentos y acta constitucional, no lucha en terrenos que no son parte de sus Aliados, de su interés o responsabilidad; obviando, impúdica y vergonzosamente los años que ha estado desplegada y guerreando en Afganistán y sus intervenciones más o menos prolongadas y cruentas en escenarios como los Balcanes e Irak.

La UE, la pobre, sabe que para esto no se creó, aunque con un tal Borrell a la cabeza quiere jugar a ser mayor; aunque conoce, que la idea de ser algo mejor en cuestiones de defensa y seguridad, son sueños caros y, por el momento, bastante idílicos, a los que solo dentro de muchos años o incluso nunca, se harán realidad. Por lo que se ha limitado a jugar la baza de la economía por ver, si en ese mar revuelto, en algo pudiera influir o sacar.

China expectante sobre el escenario bélico y a la espera de lo que sucede con Rusia. Como aliado especial militar y económico ruso, no quiere involucrarse, de momento, a no ser que las circunstancias le obliguen a tomar parte de forma clara y sin medias tintas, a poner sus cartas sobre la mesa y no nos las pueda ocultar.

Las restricciones económicas que pretendemos implantar sobre Rusia y sus dirigentes, aunque aparentemente sean fuertes y efectivas, no lo son tanto en realidad. Los rusos pronto han encontrado varios caminos como las criptomonedas y otro tipo de tarjetas chinas que se unen a la hipocresía europea de seguir costeándole esta inhumana guerra, porque la compra masiva y diaria de petróleo ruso, a estas fechas, aún no han decidido cortar.

Solo nos queda intentar que algún día sea juzgado de forma presente o en rebeldía como criminal de guerra por llevar a cabo crímenes colectivos de lesa humanidad; por invadir un país sin declaración previa de guerra y por hacerlo con toda saña, fiereza e irracionalidad. Pero ese tema, mucho me temo, no es algo que preocupe en demasía al nuevo y despiadado zar.

Mientras tanto los ucranianos están cada día más solos, en una lucha numantina, que, de momento, tiene mucho de un débil David contra un fuerte Goliat; mientras, los vecinos europeos y los amigos de algo más allá, calmamos nuestras conciencias, mandándoles pistolas, fusiles, ametralladoras, algún misil ligero, cascos, tiritas y compresas para que con sus propios cuerpos, un pueblo poco o nada entrenado bélicamente, pueda tratar de parar a una potente máquina bélica, que ya está claro, no va a cejar, hasta la derrota o conquista final.

Ahora, eso sí, como parte de nuestra poca vergüenza, inutilidad e incapacidad para frenar al tirano y hacer algo que merezca la pena, nos limitamos y aprestamos a recibir a los refugiados que, por millones, este conflicto ha provocado y que huyen despavoridos de un país, el suyo, al que un sátrapa, dictador e irracional ha decido dejar arrasado como un solar. 

Veremos lo que nos dura ese sentimiento y corriente humanitaria; tenemos cercanos y presentes, varios ejemplos al respecto, que no nos hacen augurar nada bueno y duradero, porque somos dados al cansancio y pronto buscamos la forma de olvidarnos de ellos, por mucho que ahora lloremos por su seguridad y actuemos por su integridad.

Por último, no puedo cerrar este trabajo, que trata de mostrar las inmundicias y debilidades de la política internacional, sin hacer mención a la vergüenza que siento personalmente, porque en mi gobierno y parlamento, haya ministros y partidos, que defiendan públicamente esta masacre con toda caradura e impunidad.

    

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.

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¡¡MUCHO CUIDADO CON LOS ENTUSIASMOS!!

F. Javier Blasco*

Expresión que demuestra un estado de ánimo, generalmente, pletórico o eufórico y que es rica de sinónimos clarificadores como: pasión, fervor, frenesí, acaloramiento, enardecimiento, ardor, hervor, vehemencia, viveza y exaltación.

Un estado de ánimo, al que se suele llegar con relativa facilidad tras acontecimientos exitosos de orden público, privado, deportivo o incluso de juego o como consecuencia de cambios bruscos en nuestros comportamientos ante un probable éxito o hacia la aparente cohesión porque dicho estado, tiene un efecto propagador y de contagio colectivo.

Generalmente suele ser provocado por un acontecimiento externo de diversa índole e incluso por palabras de enaltecimiento derivadas de hechos heroicos, remontadas deportivas o por encendidos discursos lanzados por verdaderos oradores, expertos en dicha materia, que, con su aparente o real franqueza, y apoyados en ciertas circunstancias que le rodean, son suficientes para conseguir seguidores incondicionales a pesar de las consecuencias posteriores.

Pero el entusiasmo también tiene una serie de antónimos que se conocen o definen como el desencanto, el distanciamiento o la frialdad. Situaciones, que como las anteriores, aunque sean contrarias, pueden y de hecho casi siempre tienen una parición súbita y muy contagiosa; principalmente cuando aquello o aquel que nos llevó a creer en él a pies juntillas, nos decepciona o nos muestra su verdadera cara.

Este fenómeno ocurre en la humanidad desde que es humanidad; hay muchos ejemplos y se dan a diario; pero, valga como uno muy práctico y real, el sufrido por el mismo Jesucristo, quien en una semana pasó de entrar triunfante ante un pueblo que le aclamaba y lanzaba flores, a ser llevado a rastras al calvario, bajo escupitajos y pedradas, para ser clavado en una cruz hasta su muerte.

Se crea y siente a nivel personal, familiar y colectivo, de los pueblos, las naciones y hasta incluso, en las alianzas de ellas; tal y como parece haber brotado a consecuencia de la injustificable y sangrienta invasión de Ucrania a manos rusas, sin ni siquiera una declaración previa de guerra; así como de determinadas reacciones al respecto.

Son muchas las acciones y reacciones que realmente hayan podido influir en la creación de esa sensación de unidad y euforia a la que me refiero. De entre las que destaco algunas: las desastrosas imágenes de las ciudades masacradas por los rusos; la reacción numantina del presidente ucranio, Zelenski encabezando y animando a su pueblo a resistir; el cambio de orientación política y militar de la aparentemente nueva Alemania tras el giro de su orientación político-militar dado por el Canciller, Olaf Scholz el pasado 27 de febrero y en encendido discurso del alto Comisionado para la Política Exterior de la UE, José Borrell el 1º de marzo, enfrentándose claramente a la política de Putin y denunciando la tibieza y las consecuencias para aquellos que se queden atrás en los reproches a Rusia y los apoyos a Ucrania.

Si todas han podido influir en mucho, me atrevo a decir que ha sido el discurso de Borrell el que puso la guinda a un pastel que estaba ya muy avanzado en la cocina y al que solo le faltaba un broche de oro para ser aún mucho más efectivo.

Precisamente por ello, me han saltado más rápido y profundamente las alarmas. Por ser un personaje, generalmente tibio y parco en palabras tanto en castellano como en inglés, que parece crecerse en los momentos de gran dificultad cuando habla a las masas, que esperan que alguien les dirija hacia la exaltación y la unidad, aunque no se aprecien, ni se hayan evaluado mínimamente, los resultados y los efectos a los que dicha postura nos puede llevar.

Recuerdo aquel su encendido discurso en Barcelona el 8 de octubre de 2017, cuando llegó a convencernos a casi todos los españoles de que el separatismo catalán tenia los días contados, porque los españoles de bien, amantes de España, unidos y cogidos de la mano, no se lo íbamos a permitir. Y mira como estamos tras unos duros desengaños y baños de realidad, propiciados en su mayor parte por el partido político al que él pertenece.

Por otra parte, la historia nos viene demostrando que toda sanción, restricción o pega política o económica que se imponga a cualquier país por muy malas consecuencias que hayan tenido sus acciones o abusos anteriores, tarde o temprano acaban reducidas, dulcificadas o se suprimen definitivamente.

Máxime cuando nos hemos pasado de frenada y las repercusiones de las duras medidas adoptadas, tienen un camino de vuelta, un efecto boomerang o hasta se convierten en un efecto mariposa a nada que se implanten de verdad y empiecen a funcionar con efectividad.  

Las herramientas para combatir esta masacre desproporcionada, desigual, injustificada e irreal son muy pocas: una guerra total contra Rusia y los títeres que le bailan el agua; un apoyo directo selectivo, potente y eficaz en medios e inteligencia; una vergonzosa semi o total capitulación o la imposición de unas fuertes medidas económicas sobre el atacante, que por mucho que se pregonen a bombo y platillo, tendrán un carácter de provisionalidad.

Varias de ellas, totalmente irrealizables y, en cualquier caso, ya veremos en que se traduce esta situación y su posible solución para el pueblo ucranio, que realmente es quien lo está sufriendo en desoladora soledad.

En todo este conflicto hay mucho cinismo puesto sobre el tapete internacional; en primer lugar, Putin lleva avisando desde hace más de quince años su intención de recuperar la Gran Rusia para convertirse en un nuevo zar; se ha lanzado al ataque porque pensaba que sus fuerzas estaban bien preparadas y la Comunidad Internacional (CI) atravesaba los peores momentos de debilidad y que la excusa de tomar Ucrania para evitar que se alíe a la OTAN y con ello se vea amenazado por la Alianza, es zafia e irreal; porque de anexionarse Ucrania, será entonces cuando realmente comparta fronteras con ella.

Además, lleva años comiéndose trozos del pastel que intenta consolidar y nadie le ha dicho nada seriamente hasta el momento; su participación en auténticas guerras para poner a prueba su armamento y entrenar a sus fuerzas como en Libia, Siria y demás, no ha sido ni siquiera afeada por la CI y su incoherente y vergonzosa actuación en la ONU y su Consejo de Seguridad, no tienen parangón en el mundo actual.

Por otro lado, los ataques y masacres en Ucrania no son un fenómeno aislado y, en los otros casos, las reacciones de la mencionada CI ante ellos, han sido muy pobres o no han aparecido en la arena internacional.

En este sentido, tenemos ejemplos muy recientes como en Siria, Libia, Irán, Afganistán o el mismo pueblo kurdo a manos turcas, que tras algunos comentarios y breves días en las portadas de los medios, orientadas mayormente a justificar la postura internacional o esconder su incompetencia y fragilidad, han pasado al olvido con rapidez y sin mirar atrás.

Las numerosas y constantes masacres contra pueblos enteros en ciertos países asiáticos y en el continente africano por cuestión de raza o religión, ya no se comentan en los medios, porque no venden y a nadie les importa un pito de verdad.

Otro tanto, ocurre con la expansión del comunismo bolivariano en el continente americano, las persecuciones políticas y el estado de ruina al que están llevando a regiones fructíferas y ricas unos sátrapas dirigentes son algo que solo importa a los que sacan pingües beneficios de tal barbaridad.

Puede, no obstante, que China a la vista de su reciente cambio de actitud, según sea el resultado final y las consecuencias de verdad, será entonces el momento de decidir, si siguen o no adelante con su expansionismo por el mar y su amenaza sobre Taiwán.

Somos muy selectivos y casi siempre tardíos a la hora de alarmarnos, rasgarnos las vestiduras, remangarnos y ponernos a trabajar. Necesitamos acallar nuestras conciencias y todo apunta a que, sólo reaccionamos cuando nos afecta al bolsillo, al estómago o a los grandes negocios de ultramar.

En cualquier caso, como no hay mal que por bien no venga, puede que este auténtico quilombo, finalmente, sirva para que la UE y la OTAN despierten de un continuado letargo que les estaba llevando irremisiblemente a la tumba en la arena de la paz y la seguridad.

Aunque, realmente, tal y como he escrito varias veces, no ceo que dé para todo lo que hay que comprar, por mucho que nos pongamos las pilas en Europa y forcemos la máquina del gasto en defensa. Los intereses creados en la mayoría de los países, principalmente entre los más fuertes de la Unión, harán inviables iniciativas verdaderamente eficaces y autónomas de mando y control militar. Seguiremos jugando al doble gorro y eso, a la larga, no es más que un parche que no da para mucho más. 

Por último, pero no por ello, menos importante, quisiera avisar que esta euforia y exaltación colectiva, que necesariamente nos llevará, si no lo ha hecho ya, a la aceptación de terribles consecuencias para nuestra economía en general y en lo particular, va a ser aprovechada por aquellos que saben hacer grandes negocios en las situaciones de crisis y, desgraciadamente, por muchos gobiernos, entre los destaca el de España, para tapar sus arrastradas malas praxis, abusos y deficiencias anteriores a este momento y nos metan en un único saco todas las inmundicias; en un tiempo, en que hasta la basura debe ser seleccionada para que se pueda combatir con fuerza y hasta, en algunos casos, transformarla en algo que se puede volver a usar. 

Las euforias no suelen terminar bien porque al aparecer como resultado de situaciones de acaloramiento, basadas en fenómenos externos, poco estudiadas y de consecuencias imprevistas. Generalmente, terminan en desencantos, olvidos o en la triste frialdad.

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.

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LOS DÓLARES VIENEN Y SE VAN

Iris Speroni*

El discurso oficial de las autoridades monetarias y económicas es que hay que tener dólares “baratos” para controlar el precio de los productos domésticos, en particular de alimentos.

Desde niños escuchamos a políticos decir que Argentina no tiene dólares, que los necesita dólares “para financiar el crecimiento”.

Es un discurso, más o menos instalado por Prebisch y la CEPAL a partir de 1955 y es la ideología predominante en las universidades nacionales y algunas privadas. Es el discurso económico y financiero de los gobiernos radicales, ahora extendido a los kirchneristas.

Su momento de esplendor fue el Plan Primavera con Machinea al frente del BCRA, con los resultados conocidos.

Los funcionarios hablan de los dólares, obtenidos por los particulares al vender sus productos al exterior, como si les pertenecieran y como si tuvieran la facultad de decidir a quién sí y a quién no se los dan [1].

El BCRA se queda con los dólares de quienes producen bienes exportables, los pagan a mitad de precio y los venden (a mitad de precio) a los amigos [2].

Revisemos informes del BCRA [3].

Dólares, Crecimiento y La Mesa de los Argentinos

Las autoridades sostienen que: a) faltan divisas, b) dicha escasez es la razón que limita el crecimiento [4].

Ejemplo: informe BCRA “Mercado de cambios, deuda y formación de activos externos, 2015-2019”, página 4 [3.3.]:

“En una economía que históricamente encuentra en la restricción externa (esto es, la insuficiencia crónica de divisas) uno de los principales límites al desarrollo, los más de USD 86 mil millones que se fugaron en concepto de formación de activos externos tienen su equivalencia en términos de menor crecimiento e inversión, mayor desempleo y deterioro en la distribución del ingreso”. [La negrita me pertenece].

Según las autoridades (de este gobierno y del anterior, del anterior del anterior y los previos) necesitamos dólares “para crecer”, por lo cual el gobierno o se apoderan de los dólares de los particulares o bien endeudan al país para que “haya dólares”. En realidad, quieren tener dólares en el BCRA para poder manipular el tipo de cambio a la baja (poner al dólar artificialmente bajo). Esto se logra si la oferta es mayor que la demanda. Los gobiernos del siglo XXI lo han intentado con todos los mecanismos posibles. Ejemplo: restringir la compra de dólares (para que caiga la demanda), obligar a vender dólares, o endeudarnos con el exterior para “quemar” los dólares en el mercado (lo hizo Cristina Fernández al final de su segundo mandato y Mauricio Macri). De hecho la política cambiaria es una sola desde el segundo gobierno de C. Fernández a hoy. No por coincidencia sino por causalidad, la economía argentina no crece desde que se ha convertido en política de estado mantener el dólar artificialmente bajo.

El discurso oficial de las autoridades monetarias y económicas es que hay que tener dólares “baratos” para controlar el precio de los productos domésticos, en particular de alimentos y así “controlar” la inflación. Es mentira. ¿Por qué mienten? ¿Por qué quieren un dólar barato si no es para controlar el precio del pan y del kilo de pollo? Fácil: para comprar ellos dólares baratos. El costo de la canasta familiar es sólo una pantalla. ¿Quiénes son ellos? Los gobernantes, porque el canuto lo tienen en dólares o euros, y los amigos del poder, para comprar dólares baratos y sacarlos de la circulación de la economía argentina. Comprar dólares a mitad de precio es el mejor negocio que hay hoy en Argentina, que hace irrelevante cualquier otra actividad económica. Mejor que traficar drogas, personas o armas.

¿Por qué no es cierto que se controle el precio de los bienes si uno controla el dólar? En 2021 el tipo de cambio creció 26% y el precio de los bienes 50%. Porque los productos aumentan por la emisión (que fue del 50%) y no por el precio de un bien en particular (las divisas). Si los gobernantes realmente quisieran que se abarate el precio de los alimentos eliminarían todos los impuestos sobre su comercialización y flete.

Balanza comercial

En el año 2021 según el BCRA se exportaron bienes por US$ 76.423 millones y se importaron por US$ 61.141 millones, lo que nos dejó un superávit de US$ 15.282 millones [5]. De acuerdo con el relato de los políticos deberíamos haber crecido como galleta en la leche.

A esto hay que sumarle las inversiones directas por US$ 777 millones netos.

¿Qué hizo el BCRA con estos US$ 16.059 millones?

Efectos de la manipulación del tipo de cambio: a quienes producen bienes exportables el BCRA le paga la mitad de su valor (se queda con la otra mitad). La consecuencia es el estancamiento de las exportaciones. O dicho de otra manera, se exportaría mucho más con un dólar no manipulado, lo cual redundaría en más trabajo y prosperidad para la población. De la misma forma, como los productos se pagan a mitad de precio, se desestimula la fabricación nacional (porque en los hechos, el gobierno subsidia las importaciones) o lo que es lo mismo, convierte en no competitivos a la producción local y vuelve artificialmente competitivos a los extranjeros [6].

¿Dónde está el dinero?

Ahora bien, hasta aquí tenemos una disponibilidad de US$ 16.059 millones. ¿Qué hizo el BCRA con ese dinero?

Veamos:

1) En pago de servicios se fueron US$ 4.568 millones.

Fuente BCRA. En millones de dólares.

2) Intereses sobre compraventa de bienes US$ 3.160 millones.

3) Las líneas de crédito y préstamos financieros nos costaron US$ 5.394 millones.

Recibimos US$ 2.686 millones y pagamos US$ 8.082 millones.

En millones de dólares. Fuente: BCRA.

Los años 2013 (Cristina Fernández) y 2017 (Mauricio Macri) tuvieron el déficit automotriz más pronunciado, resultado de un precio bajo del dólar combinado con un repunte del salario real. En estos 18 años (2003-2021) el sector nos costó US$ 75.293 millones en divisas. Todo el país trabaja y exporta para darle dinero a las terminales automotrices extranjeras [8].

Las importaciones responden al tipo de cambio artificialmente bajo. Llevaron a Cristina Fernández al final de su segundo mandato y Mauricio Macri a hacer malabarismos (CF: deuda con China, venta de dólares futuros; MM: deuda con privados primero, con FMI después).

Si queremos terminar este botín de miles de millones de dólares que disfrutan unos pocos, debemos acabar con la manipulación del tipo de cambio, las LELIQs/LEBACs y la deuda eterna. Las tres responsabilidad del Congreso (y no del Poder Ejecutivo) según la Constitución de 1994.

Si queremos triplicar o quintuplicar las exportaciones debemos dejar que la gente trabaje, esto es, que reciba sus dólares y que haga con ellos lo que quiera, que no matemos a nadie con los impuestos y, en resumen, que dejemos vivir.

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

Notas

[1] Mis dólares

https://restaurarg.blogspot.com/2020/09/mis-dolares.html

[2] Zanahoria

https://restaurarg.blogspot.com/2021/06/zanahoria.html

El tamaño del botín.

https://restaurarg.blogspot.com/2021/02/el-tamano-del-botin.html

[3] Informes del BCRA

3.1. Estadísticas estandarizadas sobre la Evolución del Mercado de Cambios

http://www.bcra.gov.ar/PublicacionesEstadisticas/Estad%C3%ADsticas_Mercado_de_cambios.asp 

Es una planilla de cálculo con información desde el 2003 a hoy, de la cual se pueden sacar informaciones muy jugosas. Para facilitar la lectura, tomé uno de los cuadros y los transporté (puse las columnas como filas y viceversa). El que tenga dudas de los números puede ver el original.

3.2. Informe de la Evolución del Mercado de Cambios y Balance Cambiario

http://www.bcra.gob.ar/PublicacionesEstadisticas/Mercado_de_cambios.asp

Evolución del Mercado de Cambios y Balance Cambiario – Diciembre 2021

http://www.bcra.gov.ar/Pdfs/PublicacionesEstadisticas/Informe_Diciembre_2021.pdf

3.3. Informe de Mercado de Cambios, Deuda y Formación de Activos Externos 2015 – 2019

Se trata de un trabajo sobre el comportamiento del BCRA durante el gobierno de Macri, a solicitud del presidente Fernández

http://www.bcra.gov.ar/PublicacionesEstadisticas/Informe-mercado-cambios-deuda-formacion-activos-externos-2015-2019.asp

http://www.bcra.gov.ar/Pdfs/PublicacionesEstadisticas/Informe-Mercado-cambios-deuda-%20formacion-de-activos%20externo-%202015-2019.pdf

[4] No estoy de acuerdo. No faltan dólares y su escasez, si así fuera, no es la razón de nuestro estancamiento económico.

[5] Cuando el INDEC publique las exportaciones de 2021, revisaremos estos números pero hay que tener en cuenta que existe una diferencia entre el día en que se produce la transacción de comercio exterior y el día que se liquida financieramente, por lo que puede haber (pequeñas) diferencias.

[6] Esta intervención estatal en el valor de la divisa explica que Argentina importe productos tan sencillos como jabón de tocador, dentífrico o shampoo de Brasil, para beneficio de J&J, Unilever o P&G.

[7] Doy un ejemplo ficticio: un importador compra un producto que vale un millón de dólares y lo hace facturar por tres millones de dólares. Le compra tres millones al BCRA, a un cambio de $ 111/US$, que equivalen a US$ 1,5 MM. Al final de la cuenta se queda con el producto (US$ 1 MM), más US$ 2 MM depositados en el exterior. Tiene activos por US$ 3 MM que pagó US$ 1,5 MM: ganó US$ 1,5 MM financiados por todos nosotros.

[8] Sería interesante aislar cuántas divisas les dimos a los brasileños. Porque Toyota exporta a México y resulta que todo el dinero lo usamos para importar VW brasileños malos y caros.

Artículo publicado originalmente el 26/02/2022 en Restaurar.org, https://restaurarg.blogspot.com/2022/02/los-dolares-vienen-y-se-van.html

Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales

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