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EL CONFLICTO DE UCRANIA, PRIMERAS LECCIONES APRENDIDAS (Parte 2)

F. Javier Blasco Robledo*

Hace pocos días publiqué un trabajo sobre este tema, en el que, al igual que muchos analistas, me refería a lo sucedido en Ucrania como un conflicto. Hoy intento seguir por aquella senda; pero, dada la continuidad en el tiempo, la cada vez mayor implicación de más elementos y artistas endógenos y exógenos en los combates en todo tipo de teatros, así como, el endurecimiento de los enfrentamientos, considero, que el término “conflicto” ha sido superado de sobra y en Ucrania —mientras las negociaciones no fructifiquen del todo— se ha alcanzado la categoría de ‘Guerra’; incluso, algunos autores, ya lo elevan al concepto, recientemente desempolvado, de “Guerra Total”.

Para empezar a entender el porqué de las cosas en Ucrania, debemos retrotraernos unos años atrás cuando el teniente coronel, espía de la KGB, Putin volvía a casa de la Alemania del Este, con el rabo entre las piernas, derrotado en todos sus aspectos y se encontraba con una URSS sumida en el caos, que se deshacía, por momentos, como un azucarillo en un vaso de leche caliente.

Atrás quedaban los años de la propaganda y el ficticio esplendor del poderío militar ruso; fama a la que, voluntariamente, Occidente contribuyó a magnificar porque a los norteamericanos les interesaba mantener encendida la llama de la amenaza en Europa para así seguir dominando y viviendo en el continente, aplicando sus influencias de todo tipo y porque para contrarrestar el miedo que este fenómeno producía se debía gastar mucho en defensa, a base de material americano, fundamentalmente.  

El ejército que restaba en Rusia era viejo, obsoleto, desmoralizado, mal instruido, propenso a las corruptelas y, sobre todo, muy mal armado. Calificativos, todos ciertos, que se pusieron de manifiesto cuando intentaron combatir tanto en la guerra de Afganistán (1978-1992) que lo invadieron pensando que aquello sería un paseo militar y, más tarde, en la primera de Chechenia (1994-1996).

Dos conflictos y fracasos, de los que todos, pero fundamentalmente los rusos con Putin a la cabeza, extrajeron numerosas lecciones aprendidas; siendo la primera y más importante que, para que algún día Rusia, pudiera optar a recuperar todo o parte de su esplendor, sus ejércitos deberían ser los más eficaces y temidos en el campo aeroterrestre, para ello, habría que dotarles de un potente y capaz armamento; carros de combate de mucha potencia, gran radio de acción y resistencia en el terreno; una apabullante fuerza artillera a base de cañones de largo alcance y misiles certeros y una aviación, capaz de mantener el dominio del aire en cualquier condición a base, de buenos y seguros aviones y helicópteros.   

Los que vieron aquellas necesidades, también añadieron que una vez obtenido el esperado y deseado armamento debería ser testado en acciones reales de guerra para comprobar su eficacia y dureza y así poder analizar los efectos que éste provocaba sobre el terreno y contra las resistencias del enemigo.

Al mismo tiempo, habría que aprovechar dichos ejercicios reales, para que sirvieran de entrenamiento de los generales, los estrategas y los mandos intermedios de las unidades de élite en el manejo de los nuevos medios y en cómo sacarle su mayor provecho.

Vista la necesidad, Putin dio una ojeada al mundo que le rodeaba y encontró a un viejo conocido y aliado, Bashar Al-Ásad, el sátrapa presidente de Siria, que se encontraba en graves apuros, cogido por una grave pinza entre los propios sirios hartos y levantiscos contra él y el famoso Estado Islámico (EI), que había echado muchas raíces y fructificado demasiado en sus tierras.

Bajo la excusa de combatir al EI y atender a una invitación de un aliado suyo para que le ayudara a mantener su país, acudió raudo y veloz en su apoyo con las bendiciones y el beneplácito o, al menos, el ruin silencio, de una Comunidad Internacional (CI) cada vez más acomodaticia y apática a verse salpicada por conflictos ‘ajenos’, más o menos alejados de sus fronteras.

Siria fue, por tanto, el mayor y el mejor campo de maniobras para los ejércitos rusos y de su armamento de nueva generación y máxima potencia. Pero, pronto entendió que por aquel lugar de enseñanza y combate real, forzosamente, debería rotar el máximo número de sus generales y estados mayores para instruirse en hacer frente a un enemigo convencional o no, que siempre ofrecía la máxima resistencia, a pesar de los intensos combates y los espantosos bombardeos previos a ellos e, incluso, algunos también, en ambiente NBQ.

Una vez testado y a punto su armamento, así como sus cuadros de mando para dirigir los combates y ganar la guerra. Todo estaba a punto; así que comenzó con certeros golpes, cuasi incruentos, para irse comiendo Ucrania poco a poco, empezando por tres importantes zonas pro rusas que le salieron prácticamente gratis y sin apenas reacción internacional.

A la vista de tal situación se sintió seguro pero, cautelosamente, decidió esperar a que en función del desarrollo de diversos y enrevesados acontecimientos mundiales en marcha, se alcanzase el cenit de la debilidad de la CI y sus organismos.

Tras muchos, demasiados mareos de perdiz y algún titubeo, apreció el momento de lanzar una ‘guerra relámpago’ contra un enemigo muchas veces inferior, con un presidente al que consideraba débil porque había sido un cómico hasta que se alzó con el poder y una población que, en gran parte, le aclamaba a él, hablaba ruso e incluso usaba su bandera y le pedían públicamente que viniera en su rescate.

Su primer gran error militar consistió en que estudió francamente mal algunos de los factores que influyen directamente en la decisión. Fundamentalmente, en los aspectos de la dificultad del terreno con esta climatología, la escasez de vías de comunicación férreas y terrestres, la todavía insuficiencia de sus posibilidades logísticas, máxime si aquello se alargaba, la capacidad de resistencia y alta moral de la población civil y que sus movimientos y acciones de decepción previos, no iban a ser capaces de engañar a una inteligencia, la norteamericana, que a pesar de que recientemente acumulaba ciertos errores de bulto, en esta ocasión, podía, y de hecho acertó.

Los movimientos previos cercanos a las fronteras, se prolongaron demasiado en el tiempo y llevaron a unas tropas bisoñas y poco instruidas, a una excesiva actividad y cansancio en pésimas condiciones, mientras se producía una determinada y camuflada acumulación de ayuda militar en Ucrania, por parte de EEUU, con la que poder frenar, al menos, el primer impulso ruso.

La pérdida de la sorpresa y con ella la de la rapidez y la libertad de acción, el no haber usado masivamente su aviación —al parecer debido a falta de adiestramiento de sus pilotos dada la escasez de combustible previa, la desconfianza en su artillería antiaérea y temor a las defensas aéreas ucranias, muy mejoradas con los envíos de material específico desde el exterior— rompió la capacidad de resistencia física y sobre todo la moral del, demasiado joven, soldado ruso, que traía en los petates su uniforme de gala, para desfilar sobre Kiev en pocos días.   

La débil y cuestionable capacidad logística rusa para mantener el combate durante largos periodos de tiempo y a gran distancia y la inusitada reacción de la población ucrania para mantener el control y acecho en sus comunicaciones gracias al material defensivo que les llegó, rápidamente obligó a cambiar los planes iniciales y buscar apoyos externos —se habla de que están en ello con China—, punto que pronto se verificará.

En cualquier caso, a la vista de lo anterior, dichos cambios de planes han convertido la ya inalcanzable guerra relámpago —llevan 22 días de combates— en una larga guerra de mucho desgaste, tipo Alepo, donde el defensor adquiere una gran capacidad de combate por la dificultad y la psicosis para el atacante de no poder moverse libremente entre los escombros, trampas y peligrosos acechos en que se han convertido las grandes ciudades como lo  demuestra las altas bajas en el lado ruso.  

A pesar de ello, como Putin no quiere dar su brazo a torcer, parece ser que se dispone a luchar en la mayoría de aquellos bastiones con todo tipo de recursos artilleros y bombardeos aéreos para destrozar las ciudades y luego entrar en fuerza con unidades terrestres, fundamentalmente sobre la base de tropas especiales chechenas, sirias y de otros países de Oriente Medio, traídas ex profeso y bragadas en este tipo de combates durante muchos años.

Putin y sus estrategas saben que para la defensa a ultranza de las poblaciones, cuanto menor sea el número de civiles no combatiente entre los escombros, mejor para el defensor; de ahí que, contrariamente a su doctrina recientemente publicada, está intentando, por todos los medios, no dejar salir a los no combatientes de las ciudades, negando o atacando los posibles pasillos seguros, con lo que al quedarse aquellos enjaulados, sin duda, dificultarán las operaciones militares de la defensa.  

Constituyen una carga demasiado pesada porque hay que mantenerles seguros, alimentarlos y proporcionarles atención médica, máxime en momentos, en que todos los recursos son necesarios para los que empuñan las armas. Amén de que constituyen un punto de preocupación a nivel personal sobre el combatiente porque no tiene asegurada la protección y salvaguarda de sus familiares directos

Con respecto a la ayuda exterior de material militar a Ucrania, se ha dado excesiva publicidad y muchas pistas para ubicar los puntos de entrada de los variopintos apoyos externos. Hecho que ayudan a conocer su entidad y calidad de antemano y facilitan las acciones encaminadas a destruirlos, antes de su distribución entre los combatientes.  

La tibia y casi esquizofrénica postura militar de la OTAN y de la UE con respecto a Ucrania, se ha limitado al envío de cierto tipo de armamento, no siempre puntero o realmente necesario; porque al parecer sigue sin existir una ‘shopping list’ oficial al respecto, situación que propicia que el apoyo se haga de forma unilateral o bilateral y frecuentemente, en base al propio surplus de las reservas de cada país contribuyente, lo que realmente proporciona a los ucranios una ayuda real algo limitada.

Entrar en un conflicto de larga duración constituye un grave problema para Rusia, porque es un hecho bien cierto que ‘no es lo mismo conquistar, que ocupar y mantener’ un vasto terreno, con muchos millones de pobladores a los que hay que vigilar, alimentar, cuidar y dar trabajo.

Por otro lado, para controlar al ciento por ciento un territorio y población de tales características, con civiles armados hasta los dientes, se precisa un contingente de ocupación muy grande —mayor que el que tiene actualmente— y bien preparado contra actos de sabotaje.

El uso y el abuso de las noticias falsas en esta guerra, por ambos bandos, es grande y patético; la información tergiversada, además de usarse para justificar la actuación propia ante la opinión nacional e internacional, sirve para elevar la moral de las fuerzas.   

El amplio uso de la guerra cibernética y electrónica para anular los sistemas de radares, los vuelos de drones y muchas de las comunicaciones de mando y control, pueden llegar a paralizar los combates durante horas o hasta hacerlos fracasar completamente.  

El empleo de armas prohibidas por acuerdos o convenciones internacionales como las municiones de racimo, bombas termobáricas o de vacío y el posible empleo de armas de destrucción masiva (ADM), no es un buen precedente para Putin y sus generales. Ya hay iniciativas para declarar estas acciones como crímenes de guerra o de lesa humanidad.

Con respecto a las ADM se está abusando demasiado de anuncios sobre la posibilidad de su empleo por parte de los ucranios en acciones que se conocen de ‘falsa bandera’ y que mi gran amigo y compañero Raúl Suevos las define como ‘aquellas que consisten en llevar a cabo una acción, generalmente en el campo propio, con fuerzas o elementos que parecen pertenecer al enemigo’.

En dicho contexto, hasta se han llevado denuncias ante el CSNU por parte de Rusia acusando a Ucrania de la posibilidad de ser usadas todo tipo de ADM e incluso bombas sucias, denuncias que no tienen ningún fundamento, salvo el que los rusos tienen datos ciertos de las armas químicas y biológicas, sin destruir o desbaratar, que quedaron en Ucrania tras la caída de la URSS.

Muchos han catalogado de gran error de Putin el haber amenazado a la OTAN y a la UE con el uso de sus armas nucleares, llegando incluso a poner en pre alerta dichas unidades. Contrariamente a esa teoría, creo que esta sutil amenaza ha sido un gran acierto por su parte.

Los rusos y Occidente no deberían están dispuestos a llegar a lo que se conoce como la ‘Destrucción Mutua Asegurada’, situación irrevocable que se lograría si tras el primer lanzamiento y explosión de este tipo por cualquiera de los bandos, ambos se pusieran a responder indiscriminadamente hasta acabar con un empleo masivo de tales armas; razón de mucho peso para pensar que no serán empleadas jamás, salvo que Putin finalmente viera la posibilidad de perder la guerra y/o el raciocinio, cómo muchos sátrapas en la historia.

Pero Putin también sabe que las ADM y más en concreto las nucleares, no sólo son armas ofensivas o defensivas; tienen un papel muy importante en la ‘disuasión’ y, en este caso, se puede asegurar que ha bastado la amenaza de su empleo para hacer desistir completamente a la OTAN y a EEUU de entrar o intervenir en un combate directo con ellos.  

Pero no solo se ha parado en eso, sino que ha creado tal pánico internacional, que hasta la OTAN, en una maniobra posiblemente acertada, pero que demuestra mucho descaro y total falta de vergüenza o confianza en una Alianza que debería ser seria y fiable con los amigos en apuros, ha obligado a hacer declarar a Zelenski que Ucrania no entrará nunca en ella, otorgando a Putin el primero de sus objetivos en la lista de la compra que presentó como exigencias para no entrar en guerra y que, al parecer, aún continúa manteniendo.

En una guerra de resistencia a toda costa y desesperada, el defensor debe usar todos los medios a su alcance y aquí es donde juegan un papel muy importante las conocidas como medidas de engaño o decepción con las que se simulan posiciones y fortalezas que no lo son en verdad, para confundir al enemigo y también el empleo de argucias o artimañas aprovechando los efectos y capacidades que proporciona el propio terreno o tras una modificación natural o forzada por la mano del hombre.   

En este caso, y no es la primera vez en la historia del lugar o en otros confines europeos, se ha aprovechado o forzado el fenómeno conocido en el mundo como la ‘guerra hidráulica’ y allí como ‘Rasputitsa’ que consiste en aprovechar la facilidad que tiene aquel terreno para hacerse intransitable, incluso para las cadenas, cuando es debidamente mojado naturalmente por la lluvia, el deshielo, o inundado por la mano del hombre. Se convierte en un lodo pegajoso y persistente que paraliza todos los movimientos de las columnas de carros, camiones y logísticas.         

China puede apoyar a Rusia en armamento, comunicaciones y hasta en inteligencia, pero de hacerlo sufrirá graves consecuencia de tipo económico porque su comercio con el resto del mundo es muchas veces superior al bilateral con Rusia. Su papel, de momento expectante y ambivalente, está todavía por descifrar.

Del éxito o fracaso de esta operación y de la actuación o postura final de la CI, depende no solo la subsistencia de Ucrania como país libre y con tendencia a la democracia plena; puede convertirse en el acicate o, por el contrario, el freno para que no cundan otros ejemplos que aparecen en el horizonte y que de vez en cuando truenan con cierta intensidad (Taiwán, India-Pakistán, Irán-Iraq, el Ártico, el Mar de China y otros conflictos menores en Oriente Medio).

Con actores como Putin, cabe recordar el hecho de que los déspotas y tiranos suelen acabar en situaciones esquizofrénicas o rayanas con la locura, por lo que es casi imposible que atiendan a ninguna recomendación de nadie y ni siquiera de su círculo más próximo.  

Los primeros y malos presagios que anunciaba cuando empecé a escribir sobre esta guerra, parece que se empiezan a cumplir.  El pasado 16, Zelenski, anticipándose a lo que puede venir, se mostraba al mundo —a través de su videoconferencia con el Parlamento norteamericano, tras su último y certero intento y discurso, aunque totalmente inútil a tenor de la respuesta de Biden— claramente frustrado, engañado y abandonado por la CI en general y por EEUU en particular.

Realmente enfadado con, y defraudado de unos países y organismos, que le han venido animando e incluso mandando armas por debajo de la mesa y que tras tanta fingida ‘solidaridad’ internacional y el gran heroísmo nacional mostrado por su pueblo, en la balanza de resultados reales se ha conseguido, por lo que respecta al platillo positivo, haber entrado en la lista de los países con opción a ingresar, sine die, en la UE.

Pero en el platillo contrario se amontonan los problemas al quedarse solo y aislado salvo la pasada protocolaria visita de tres presidentes de Europa del este, miles de muertos y heridos a sus espaldas, más de tres millones de ucranios dispersos por el mundo y lejos de sus rotas familias, un pueblo en armas, miles de mercenarios sin bandera combatiendo en favor de uno y otro bando, un país casi destrozado, la economía quebrada y ya veremos como acaba todo al terminar las negociaciones, si lo hacen algún día, de las que asumo que Putin, tras tanto desgaste y problemas creados para él y los suyos, tratará de forzar la máquina represiva al máximo, ya que no se contentará con caramelos o chucherías y, por tanto, querrá mucho más de lo obtenido hasta la fecha, con lo que muy probablemente, llenará su cesta de pedidos o exigencias e, incluso, pedirá algo más.  

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.

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IMPOTENCIA, FALTA DE VERGÜENZA E INCAPACIDAD

F. Javier Blasco*

No llevamos ni dos semanas de guerra en Ucrania y a pesar de ser injusta, no declarada y ocasionada por las manías de un loco, el mundo ya ha tirado la toalla al centro del ring, ha sacado la bandera blanca y se ha convertido en un vergonzoso espectador, para ver, desde su butaca, las cosas, atrocidades y miserias pasar.

No será porque no llevaba meses la Administración norteamericana anunciando que esto iba a llegar. No les creímos o, lo que es peor, pensábamos que exageraba porque otras veces sus fallos en inteligencia llevaron al mundo a una guerra sin una verdadera causa que la pudiera mínimamente justificar.

No caímos en pensar que aquella ocasión, la de las armas químicas en Irak, a ellos les interesaba crear la imagen y dar la sensación de forma patente y clara para que, con ella, sus actos de ocupación sobre aquel país fueran más que necesarios para evitar un mal mayor y nadie les pudiera criticar.

Todos sabemos que los malos dirigentes o aquellos cuya incapacidad es grande y manifiesta, tratan de influir en sus servicios de inteligencia para calmar los ánimos de la población o para apoyar sus guerras o posturas bélicas de forma patente, falsa y muy singular.

Tampoco, Putin nos ha ocultado nada su plan para invadir Ucrania y someterla a una masacre, sin ni siquiera una declaración de guerra formal. Basando sus viles y execrables actos en razones que no tienen peso alguno y que cualquiera, por pueriles y falsos, los puede desmontar.

Lleva años comiéndose las partes de Ucrania y de otros territorios a su alrededor  que más precisa o le apetecen, sin que la Comunidad Internacional diga o haga nada para sus pasos parar. Ahora, nos justificamos y acallamos las conciencias, diciendo y proclamando, que nadie podía pensar que, al borde de acabarse el primer cuarto del siglo XXI, una acción tan espantosa, ruin y cruenta como esta, pudiera pasar.

De acuerdo, toda excusa es válida para un mal perdedor. Pero si analizamos nuestros pasos recientes y actuales, vemos que las justificaciones, los inventos y los parches sobre la marcha son pobres, poco resolutivos y nada van a poder arreglar.

En la OTAN, la UE y en muchos países miembros de ellas, se acaban de revisar sus medidas y planes de seguridad y defensa nacional (España entre ellos) y colectiva, sin contemplar ni siquiera la posibilidad del más mínimo incidente en aquella zona, a pesar de como hoy vemos, lo mucho, que su inestabilidad, nos podía llegar a afectar.

La OTAN a por uvas, discutiendo si eran galgos o podencos, a punto de disolverse y frotándose las manos porque su próxima Cumbre —que paga el país organizador— era en Madrid y aquí, como todos saben, suele ocurrir que en todos los jolgorios internacionales a cargo de sufrido ciudadano están garantizados tanto la juerga, como el buen yantar.

Putin jugando al gato y al ratón, moviendo sus fuerzas a su antojo y sin ton ni son; diciendo que eran unas simples maniobras cuando en realidad eran actos de acumulación de medios, entrenamiento en acciones de fuego y de acoso psicológico a los ucranianos sin cesar.

Trataba de amedrentarlos, bajarles la moral, hacer que su presidente-humorista se meara en los pantalanes y saliera corriendo del país, donde tras una guerrita relámpago, pegando solo cuatro tiros; de nuevo, y como en ocasiones anteriores, pudiera instaurar un gobierno marioneta o simplemente, esta vez, todo su territorio poderse anexionar.

Tan solo los americanos del Tío Sam veían la jugada; pero ante su contumaz insistencia, algunos occidentales empezaban a reírse de ello, al considerarla una alarma muy “poco fundada y pertinaz”, porque la anunciada ofensiva no se producía y, al contrario, los rusos mostraban al mundo entero, ciertos movimientos de tropas, que simulaban que sus soldados se replegaban y volvían a casa tras unas maniobras agotadoras, pero nada más.

Falló la inteligencia individual y colectiva de la UE, la OSCE, Naciones Unidas y, sobre todo, la de la OTAN, que es la organización que sobre la defensa de Europa más tiene que hablar; porque no lo olvidemos, es su auténtica razón de ser y casi única prioridad.

Putin se cansó de dar vueltas en el tiovivo y sin declarar la guerra a un país vecino, democrático y soberano, lanzó una pequeña ofensiva sobre él, que pronto, contrariamente a los previstos planes por sus estados mayores, se volvió en su contra, por lo que aquellos planes iniciales se tuvieron que cambiar.

Ante tal atropello y ruindad, la ONU mostró su total y absoluta impotencia e incapacidad, un Organismo mastodóntico, que está aquí para evitar este tipo de actos ilegales y crueles, mostró sus incapacidades y que tiene los pies de barro y las manos atadas por Rusia y en algo China; dos países que forman parte de su Consejo de Seguridad como miembros permanentes, con derecho de veto a la hora de votar.

La OTAN pronto se escudó, en que, según sus estamentos y acta constitucional, no lucha en terrenos que no son parte de sus Aliados, de su interés o responsabilidad; obviando, impúdica y vergonzosamente los años que ha estado desplegada y guerreando en Afganistán y sus intervenciones más o menos prolongadas y cruentas en escenarios como los Balcanes e Irak.

La UE, la pobre, sabe que para esto no se creó, aunque con un tal Borrell a la cabeza quiere jugar a ser mayor; aunque conoce, que la idea de ser algo mejor en cuestiones de defensa y seguridad, son sueños caros y, por el momento, bastante idílicos, a los que solo dentro de muchos años o incluso nunca, se harán realidad. Por lo que se ha limitado a jugar la baza de la economía por ver, si en ese mar revuelto, en algo pudiera influir o sacar.

China expectante sobre el escenario bélico y a la espera de lo que sucede con Rusia. Como aliado especial militar y económico ruso, no quiere involucrarse, de momento, a no ser que las circunstancias le obliguen a tomar parte de forma clara y sin medias tintas, a poner sus cartas sobre la mesa y no nos las pueda ocultar.

Las restricciones económicas que pretendemos implantar sobre Rusia y sus dirigentes, aunque aparentemente sean fuertes y efectivas, no lo son tanto en realidad. Los rusos pronto han encontrado varios caminos como las criptomonedas y otro tipo de tarjetas chinas que se unen a la hipocresía europea de seguir costeándole esta inhumana guerra, porque la compra masiva y diaria de petróleo ruso, a estas fechas, aún no han decidido cortar.

Solo nos queda intentar que algún día sea juzgado de forma presente o en rebeldía como criminal de guerra por llevar a cabo crímenes colectivos de lesa humanidad; por invadir un país sin declaración previa de guerra y por hacerlo con toda saña, fiereza e irracionalidad. Pero ese tema, mucho me temo, no es algo que preocupe en demasía al nuevo y despiadado zar.

Mientras tanto los ucranianos están cada día más solos, en una lucha numantina, que, de momento, tiene mucho de un débil David contra un fuerte Goliat; mientras, los vecinos europeos y los amigos de algo más allá, calmamos nuestras conciencias, mandándoles pistolas, fusiles, ametralladoras, algún misil ligero, cascos, tiritas y compresas para que con sus propios cuerpos, un pueblo poco o nada entrenado bélicamente, pueda tratar de parar a una potente máquina bélica, que ya está claro, no va a cejar, hasta la derrota o conquista final.

Ahora, eso sí, como parte de nuestra poca vergüenza, inutilidad e incapacidad para frenar al tirano y hacer algo que merezca la pena, nos limitamos y aprestamos a recibir a los refugiados que, por millones, este conflicto ha provocado y que huyen despavoridos de un país, el suyo, al que un sátrapa, dictador e irracional ha decido dejar arrasado como un solar. 

Veremos lo que nos dura ese sentimiento y corriente humanitaria; tenemos cercanos y presentes, varios ejemplos al respecto, que no nos hacen augurar nada bueno y duradero, porque somos dados al cansancio y pronto buscamos la forma de olvidarnos de ellos, por mucho que ahora lloremos por su seguridad y actuemos por su integridad.

Por último, no puedo cerrar este trabajo, que trata de mostrar las inmundicias y debilidades de la política internacional, sin hacer mención a la vergüenza que siento personalmente, porque en mi gobierno y parlamento, haya ministros y partidos, que defiendan públicamente esta masacre con toda caradura e impunidad.

    

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.

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DJOKOVIC Y LOS INTERESES POLÍTICOS Y MINEROS DE AUSTRALIA. LO QUE NO REVELAN LAS CORPORACIONES DE MEDIOS.

Marcelo Javier de los Reyes*

Los medios y las redes sociales de todo el mundo se han hecho eco de la controversia que se ha generado a partir de la decisión del gobierno de Australia de no permitir el ingreso del tenista serbio Novak Djokovic para defender el título en el Abierto de Australia que obtuvo el año pasado.

En los primeros días del año, Nole, a través de las redes sociales, anunció que viajaría a Australia por el beneficio de una “exención médica”. El mensaje fue el siguiente:

Disfruté estar con mi familia y mi gente querida, me tomé un descanso de la muy larga y exitosa temporada 2021. Ahora me voy a mudar a Australia porque obtuve una exención y estoy listo para vivir y respirar el tenis durante las próximas semanas de competencia. ¡Gracias por todo tu apoyo![1]

Su intención era batir el récord de 20 coronas de Grand Slam, que comparte con Roger Federer y Rafael Nadal. El tenista no informó acerca de si había recibido o no la vacunación. Al día siguiente, al arribar a ese país, fue interrogado por migraciones y se le canceló su visado por no aportar “pruebas adecuadas” para ingresar a Australia, lo que motivó que presentara una demanda contra la cancelación de su visa y la deportación. Fue llevado a un centro de retención para inmigrantes.

Desde el primer momento el ministro de Migración de Australia, Alex Hawke, se convirtió en otro protagonista de la controversia anunciando que había decidido “cancelar el visado de Novak Djokovic por asuntos de salud y orden público, considerando que va en favor del interés público”.

Las idas y venidas de este caso han ocupado las portadas de todos los medios por lo que se pueden obviar los detalles.

El 16 de enero la Corte Federal rechazó por unanimidad el recurso presentado por Djokovic por lo que no pudo defender el título en el Abierto de Australia. Los magistrados encargados del fallo, James Allsop, Anthony Besanko y David O’Callaghan, en su fallo, detallaron[2]:

La posible influencia (de Djokovic) viene del sentido común y de la experiencia. Un icono del mundo del tenis puede influir en personas de todas las edades, jóvenes o mayores, pero quizá especialmente en los jóvenes e impresionables, que quisieran emularlo. Esto no es especulativo, no necesita evidencia.

En consideración del interés público, creemos que las personas no vacunadas suponen un mayor riesgo para el contagio de Covid-19 y su propagación a otros, más que las personas vacunadas, que puede llevar a una saturación del sistema sanitario. A pesar de que aceptamos que la reciente infección de covid de Djokovic conlleva un riesgo insignificante de infección y, por lo tanto, presenta un riesgo insignificante para quienes lo rodean, su presencia en Australia, dada su bien conocida posición sobre la vacunación, genera un riesgo de crecimiento para el movimiento antivacunas en una minoría de la población australiana.

No era irracional que el ministro se preocupara de que el supuesto apoyo de algunos grupos antivacunas a la aparente posición del Sr. Djokovic sobre la vacunación pudiera alentar concentraciones y protestas que pudieran conducir a una mayor transmisión comunitaria.[3].

La actitud de Djokovic ha dividido a la opinión pública en dos, los que lo consideran un caprichoso y los que lo consideran como un luchador por la libertad contra el poder global e, incluso, de los valores cristianos.

Hasta aquí la polémica gira en torno de las vacunas pero en la “biblioteca de Alejandría” —Internet— está todo, solo que hay que buscarlo. Detrás de este caso existe una puja de intereses.

El 9 de enero el medio serbio SRBIN.INFO se refirió a las verdaderas razones por las que a Djokovic se le impidió ingresar a Australia, que no son deportivas y mucho menos por no haber recibido las vacunas[4]. Una de las razones sería que el primer ministro australiano, Scott Morrison, ha llegado a un mínimo histórico de apoyo de los votantes y necesitaba posicionarse para lo cual Djokovic le sería muy útil.

El medio serbio tiene razón en este punto ya que el caudal político de Morrison, líder del Partido Liberal, disminuyó considerablemente debido a los incendios que provocaron la muerte de decenas de personas y que arrasaron millones de hectáreas en 2021 así como a la gestión de la pandemia del covid-19. Cabe recordar que en mayo se celebrarán elecciones federales y la opinión pública australiana no había visto con buenos ojos la exención que se le otorgó a Djokovic para competir en el Abierto de Australia pese a no estar vacunado. Y en un año electoral hay que escuchar a la opinión pública.

La apuesta de Morrison en contra del serbio le permitió ganar seguidores y pasar a ser el favorito de los australianos de cara a las elecciones. Sin embargo, según SRBIN.INFO habría otra razón.

Melbourne, donde se encuentra el aeropuerto al que había arribado Djokovic, es una de las sede de la multinacional angloaustraliana Río Tinto Plc, empresa que participa en la exploración, extracción y procesamiento de recursos minerales: explota cobre, oro, mineral de hierro, bauxita, plomo, zinc, plata, carbón, uranio, bórax, dióxido de titanio, talco, diamantes y zirconio.

La multinacional tiene presencia global y también en Argentina. En 2009 Rio Tinto había anunciado la venta de su proyecto de desarrollo de potasio en Río Colorado, Argentina, por US$ 850 millones, así como la mina de hierro de Corumba en Brasil y sus operaciones logísticas en el río en Paraguay, lo que sumaba otros US$ 750 millones destinados a pagar un pasivo de US$ 10.000 millones. En diciembre de 2021 Rio Tinto le compró un proyecto de litio en la Argentina a Rincon Mining US$ 825 millones, con lo que se adueñó de Salar del Rincón, en la provincia de Salta.

Volvamos a Serbia, donde Rio Tinto incitó a “una verdadera revolución ecológica” porque la gente estaba tratando de evitar excavaciones en el valle de Jadra[5]. Djokovic apoyó públicamente la lucha ambiental de sus compatriotas y ahora debió enfrentarse con Morrison, defensor de la minera ya que había expresado que la empresa no debería pagar impuestos. “Hace cinco años, cuando hubo una propuesta para gravar una tonelada de mineral de hierro extraído por BHP Biliton y Rio Tinto, Morrison se rebeló”, afirma SRBIN.INFO. El medio agrega que el “colaborador muy cercano de Morrison, John Kunkel, fue asesor de Rio Tinto y jefe del departamento de relaciones con el gobierno” y “desde 2018, se ha desempeñado como Jefe de Gabinete del Primer Ministro de Australia”.

La presencia de Rio Tinto en Serbia provocó protestas de los ciudadanos en las calles. La población salió a luchar “para salvar el valle de Jadra de la extracción y producción de litio, teniendo en cuenta las consecuencias que Rio Tinto tenía en el medio ambiente dondequiera que se extrajera”[6]. Las carreteras en Serbia fueron bloqueadas y luego Djokovic abogó por un aire, agua y medio ambiente saludables y limpios.

Cabe destacar que la multinacional pagaría solo 25 centavos por tonelada de mineral. La empresa se encuentra interesada en la exploración y explotación del litio también en Serbia.

De tal manera que para el medio serbio Djokovic “es solo un daño colateral y un ‘chivo expiatorio’ de la lucha política”. Según SRBIN.INFO, el mensaje inicial de Novak refiriéndose a su exención y a su viaje a Australia “se entendió como un ‘dedo en el ojo’ de los políticos”.

La venganza serbia no se hizo esperar. El 21 de enero, medios como el Daily Mail o Euronews informaron que Serbia había decidido revocar las licencias del gigante minero australiano Rio Tinto, solo unos días después de que la estrella del tenis Novak Djokovic fuera deportada.

Ana Brnabic, primera ministra de Serbia, expresó que su gobierno estuvo de acuerdo con los llamados de los grupos ecologistas para detener el proyecto de litio de Jadar, valorado en US$ 2.400 millones (3.300 millones de dólares australianos), que, de haberse completado, habría convertido a la empresa en uno de los 10 principales productores de litio, un mineral esencial para la baterías solares y eléctricas para automóviles[7]. El giro del gobierno serbio también obedeció a presiones de la opinión pública, también de cara a las elecciones de abril.

Serbia fue escenario de grandes movilizaciones en contra de Rio Tinto. Foto: Deutsche Welle.

Por su parte, Euronews informa que el proyecto de exploración de Rio Tinto se remonta a 2004 y que la primera ministra Brnabic manifestó que detrás de algunos de los “bloqueos de carreteras están políticos de la oposición 17 años después del inicio del proyecto, que fue aprobado cuando esos partidos estaban en el poder”[8]. Asimismo aseguró “que las protestas son financiadas desde el extranjero por diferentes organizaciones de Estados Unidos, Reino Unido y otros países, con el fin de debilitar el actual Gobierno y al presidente del país, el nacionalista populista Aleksandar Vucic, ante las elecciones previstas para abril próximo”.

Ya se ha visto cómo la política interna ha jugado su carta tanto en Australia como en Serbia pero, en realidad, este conflicto debe también ser puesto en contexto. Serbia es un aliado de Rusia en la región y debe recordarse que los Estados Unidos junto a la OTAN llevaron al desmembramiento de Yugoslavia, de la que Serbia es su heredera. Los avances de los Estados Unidos y de la OTAN sobre el espacio postsoviético no ha cesado desde que implosionó la Unión Soviética. Para Moscú, tanto Ucrania como Serbia se encuentran en lo que considera su esfera de influencia. El caso de Ucrania está en los titulares de todos los medios todos los días y suele mostrarse a Rusia como el país agresor pero aquí también hay que recordar los intereses del propio Joe Biden en ese país, en el que su hijo Hunter tenía sus negocios al ser contratado por la empresa Burisma Holdings Limited.

La saga de Djokovic quizás dé inicio a un nuevo conflicto en el que se enfrenten los Estados Unidos y la OTAN con Rusia. Cabe recordar que, recientemente, el 4 de enero, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, le respondió al almirante estadounidense de la OTAN Robert Burke —quien manifestó que la OTAN “apoya las reformas llevadas a cabo por Serbia para fortalecer la capacidad de defensa del país”— que la defensa de Serbia “en los últimos, probablemente, doscientos años, ella depende en gran medida de cómo Rusia reaccione en breve a las amenazas externas de este país eslavo del sur”[9].

Como puede apreciarse, por un lado, la política interna y la política exterior se relacionan y, por otro, los queda demostrado como los principales medios favorecen la desinformación al quedarse en lo superficial. El caso de Novak Djokovic tapa mucho de lo que realmente está sucediendo en la relación entre Australia —miembro de la angloesfera— y Serbia, aliada de la Federación de Rusia.

Quizás, en breve, los actores se saquen sus caretas y veamos un nuevo conflicto geopolítico en los Balcanes.

 

* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires: Editorial Almaluz, 2019.

 

Referencias

[1] “Cinco razones por las que Novak fue encarcelado: desde Rio Tinto hasta ‘dedo en el ojo’”. SRBIN.INFO, 09/01/2022, https://srbin.info/es/sport/pet-razloga-zbog-kojih-je-novak-utamnicen-od-rio-tinta-do-prsta-u-oku/?lang=lat, [consulta 18/01/2022].

[2] “Las verdaderas razones por la que deportaron a Djokovic de Australia”. MDZ Online, 21/01/2022, https://www.mdzol.com/deportes/2022/1/21/las-verdaderas-razones-por-la-que-deportaron-djokovic-de-australia-216510.html, [consulta 21/01/2022].

[3] Ídem.

[4] “Cinco razones por las que Novak fue encarcelado: desde Rio Tinto hasta ‘dedo en el ojo’”. Op. cit.

[5] Ídem.

[6] Ídem.

[7] Ivana Sekularac, Reuters y Stephen Johnson, Economics Reporter for Daily Mail Australia. “Serbia REVOKES Australian mining giant Rio Tinto’s licences – just days after tennis star Novak Djokovic was deported and relations turned sour”. Daily Mail, 21/01/2022, https://www.dailymail.co.uk/news/article-10425655/Serbia-revokes-Australian-companys-mining-licences-days-Novak-Djokovic-deported.html, [consulta 21/01/2022].

[8] “Serbia pone fin a la explotación de litio de Rio Tinto tras semanas de protestas”. Euronews, 21/01/2022, https://es.euronews.com/2022/01/21/serbia-pone-fin-a-la-explotacion-de-litio-de-rio-tinto-tras-semanas-de-protestas, [consulta 21/01/2022].

[9] “Moscú le recuerda a la OTAN que la capacidad defensiva de Serbia depende de Rusia”. Sputnik, 04/01/2022, https://mundo.sputniknews.com/20220104/moscu-le-recuerda-a-la-otan-que-la-capacidad-defensiva-de-serbia-depende-de-rusia-1119986195.html, [consulta 10/01/2022].

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