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MONÓLOGO ARGENTINO Y AVANCE BRITÁNICO

César Augusto Lerena*

Con políticas erróneas, erráticas o ausentes, se ha provocado la más grande pérdida territorial de la Historia Argentina, desde la independencia

 

«Todo intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas» (Res. 1514 ‹XV› ONU, 14/12/1960 inc. 6). No parece entenderlo así el Reino Unido de Gran Bretaña, que ha hecho oídos sordos a todas las resoluciones; mientras que los reclamos diplomáticos argentinos apoyados internacionalmente, como el recibido el pasado 21 de este mes en la ONU, resultan necesarios, pero insuficientes.

Sabemos, que en 1965 la ONU dictó la Res. 2065 (XX) reconociendo la disputa entre Argentina y el Reino Unido respecto a Malvinas y los instó al diálogo; pero, ya pasaron 56 años de monólogo y cooperación unilateral argentina y 45 años de avance territorial y de explotación británica. En este escenario, hay unos pocos argentinos, que contrariando las citadas resoluciones y la Constitución Nacional y, desconociendo las cuestiones geopolíticas, económicas, jurídicas e históricas quieren que los gobiernos tengan en cuenta la opinión de los isleños, a pesar de solo tratarse de habitantes británicos implantados en Malvinas, como ya quedó demostrado en el plebiscito de 2013. En esta línea están Antón; de Ipola; Filippelli; Gargarella; Iglesias; Kovadloff; Lanata; Noriega; Novaro; Onaindia; Palermo; Sábato; Sabsay; Sarlo y Sebreli; a los que se agregan Luis Romero y Sabrina Ajmechet candidata a diputada de “Juntos” que pusieron en duda que las Malvinas sean argentinas; Patricia Bullrich, que sugirió que podrían haber cambiado Malvinas por vacunas y Marcelo Kohan que prometió a los isleños «un plebiscito sobre la soberanía» (Infobae, CARI, 2018), con la particularidad que este último hoy pertenece al Consejo Nacional de Malvinas.

Con las opiniones de estos personajes que tienen una gran exposición pública y la instrumentación de políticas erróneas, erráticas o ausentes y, a pesar de lo previsto en la Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional, se ha provocado la más grande pérdida territorial de la historia argentina, desde la independencia nacional.

El 23 de septiembre de 1973 el FREJULI ganó las elecciones con la fórmula Perón-Perón obteniendo el 61,85% de los votos. Un frente integrado por peronistas, frondizistas, demócratas cristianos, conservadores populares, socialistas y otros apoyos de la izquierda.

Como producto de las gestiones diplomáticas realizadas durante ese gobierno democrático el 1 de diciembre de 1976 las Naciones Unidas aprobaron la Res. 31/49, en base a las Res. 1514 (XV) del 14/12/1960; 2065 (XX) del 16/12/1965; la 3160 (XXVIII) del 14/12/1973 y, teniendo en cuenta, la Declaración Política aprobada por la Conferencia de los Países no Alineados (Lima, 25 al 30/8/1975), donde en especial, se pidió a los gobiernos que “…aceleren las negociaciones relativas a la disputa sobre la soberanía…” y “…se instó las dos partes a que se abstengan de adoptar decisiones que entrañen la introducción de modificaciones unilaterales mientras las Islas están atravesando por el proceso recomendado en las resoluciones arriba mencionadas”, cuestión que el Reino Unido violó sistemáticamente y que, distintos gobiernos invisibilizaron esta importante resolución bajo el falso pretexto que fue dictada durante el Proceso Militar (escondiendo el valioso trabajo precedente) y, hasta cedieron espacios y recursos e, incluso, cooperaron en favor de los intereses de esta potencia invasora.

Los resultados están a la vista: en 1965 la disputa se limitaba a Malvinas. En 1989/90 por el Acuerdo de Madrid se incorporaron formalmente las Georgias del Sur (3.850km2) y Sándwich del Sur (310km2) y el Reino Unido consideró con este Acuerdo haber dado fin a la disputa. En 1976 al dictarse la Res. 31/49 el Reino Unido ocupaba Malvinas (11.410 Km2 y tres millas marinas alrededor). Desde esa fecha y a hoy ocupan 1.639.900 km2 del territorio marítimo e insular y, nos disputan 1.430.367 km2 de la plataforma continental y 965.597 km2 de la Antártida Argentina. En 1976 la explotación de los recursos argentinos en el área de Malvinas era poco significativa. A partir de ese año y, especialmente desde los Acuerdos de Madrid, el Reino Unido otorgó licencias pesqueras a empresas extranjeras que capturan 250 mil toneladas por año por un valor de mil millones de dólares. Se formaron sociedades mixtas española-británicas y desde 2021 estas sociedades deberán tener el 51% de las acciones a favor de los isleños. En 45 años las empresas se llevaron 11.250.000 toneladas de productos pesqueros por un valor estimado en los 45.000 millones de dólares. Desde 1976 y especialmente desde 1982 más de 350 buques extranjeros capturan un millón de toneladas de recursos pesqueros migratorios de la Z.E.E.

Durante la década de 1980, la Cancillería rechaza en 1981 la propuesta británica de “congelar por un determinado plazo la cuestión de la soberanía…”; oferta que hacía suya “sin vencimiento” Caputo en 1987, aunque no alcanzaría el Acuerdo debido al prematuro fin del gobierno radical (1989). Sería Cavallo, quien firmaría los Acuerdos de Madrid, bajo la “fórmula del Paraguas”. Arturo Frondizi le decía a Cavallo al respecto: “para los peronistas usted es un traidor a la patria”. Desde 1982 y en especial a partir de 1989 con los citados Acuerdos y el otorgamiento de licencias pesqueras, se acrecienta la pesca por parte de buques extranjeros y, la internacionalización del mar argentino. En 1983 se inicia un proceso de desmalvinización. Se instala un proceso de desculturalización y desinformación, presentando a la guerra de Malvinas como vergonzante que minimiza el sentido de pertenencia del Archipiélago e ignora el rol cumplido por los combatientes argentinos en Malvinas y el Atlántico Sur, facilitando a los británicos el inicio de una serie de procesos ruinosos en perjuicio del país. En 1985 el Reino Unido inaugura un nuevo aeropuerto en Malvinas que facilita las operaciones militares desde las islas. En 1986 el Canciller Caputo concreta el «Acuerdo Marco de Cooperación» con la URSS y Bulgaria con la intensión fallida de que sus buques pesquen en el área de Malvinas. Como respuesta a estos Acuerdos, el Gobernador británico ilegal en Malvinas anuncia la creación de una «Zona Provisional de Conservación y Administración de Pesquerías» (FICZ), estableciendo, por primera vez, un área de 150 millas en torno a Malvinas prohibida a los buques argentinos, además de reivindicar, la Z.E.E. y una Plataforma Continental de 200 millas (438.000 km2) alrededor de Malvinas. El mismo año se crea la «Zona de Paz y Cooperación del Atlántico Sur» (ZPCAS) aprobada por la Res. 41/11 del 27/10/1986 la ONU, con la participación de todos los Estados con ZZE en el Atlántico Sur; pese a ello el Reino Unido incrementa su armamento en las islas y la explotación de los recursos.

En la década del 1990, se firman los Acuerdos de Madrid I y II en 1989/90 que confirman la «fórmula del paraguas»; la entrega de la pesca al Reino Unido y las restricciones militares británicas que consolidan su ocupación militar y económica del Atlántico Sur. En 1990 Cavallo firma el “Acuerdo del Gallinero”, de conservación conjunta de los recursos pesqueros al éste de Malvinas, un área con forma de medialuna en territorio argentino, que facilita al Reino Unido el otorgamiento de licencias pesqueras. Con el descarte de 4.000 km2 al sudeste de Malvinas, el Reino Unido se ajusta a las previsiones de la CONVEMAR (Art. 74º) respecto a la delimitación de espacios entre países ribereños vecinos, estatus que el Reino Unido pretende. En 1991 Cavallo promueve la determinación de las Líneas de Base del territorio continental argentino que le allana al Reino Unido la posterior demarcación de una Z.E.E. de Malvinas. En 1993 el Reino Unido amplía su ocupación hasta 200 millas alrededor de las Islas Georgias del Sur y Sándwich del Sur. Esta determinación implicó una mayor ocupación marítima y el control meridional del Atlántico Sur y su vinculación con la Antártida. En 1994 el Reino Unido se apropia de 1.400 Km2 al noroeste de Malvinas, por fuera de la exclusión británica (FICZ), que denomina “GAP”, para proteger sus capturas de calamar. En 1995 la Argentina y el Reino Unido acuerdan una investigación pesquera conjunta en un sector más amplio que el de la exclusión británica, obteniendo una información vital para otorgar licencias ilegales a buques extranjeros. En 1996 en Londres, el secretario de Relaciones Exteriores Andrés Cisneros explica, como exitoso el Acuerdo donde se normalizan las relaciones con Inglaterra, sin que la Argentina limite ocupación territorial de esta o, la libre explotación de nuestros recursos. En 1998 la Argentina firma un “Convenio de Cooperación Militar” con el Reino Unido y, en lugar de reducirse la presencia militar británica en el mar argentino, ésta traslada el Comando Sur desde la Isla Ascensión a Malvinas, instalando la mayor base de la OTAN en el Atlántico Sur y, se mantiene la obligación de informar los movimientos militares argentinos. En 1999, Cisneros acuerda combatir los “buques sin licencias británicas”, una de las mayores cooperaciones unilaterales argentinas en favor de la economía isleña.

Durante la década del 2000. En el 2000 se aprueba por Ley 25.290 el llamado Acuerdo de Nueva York (adoptado el 4 de diciembre de 1995) sobre la conservación de las especies transzonales y altamente migratorias, que -de ratificarse- pondría en manos de los Estados de Bandera con mayoría de votos en las Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera (OROP) el control de las especies migratorias argentinas, abriéndole las puertas al Reino Unido para intervenir en la administración del Atlántico Sur bajo pretexto de considerar a Malvinas un estado ribereño. Es un Acuerdo que violentaría la Constitución Nacional (DTP). En 2005 la Unión Europea vota su Constitución, e incluye, a Malvinas, Georgias, Sándwich y la Antártida como Territorios Británicos de Ultramar y, los británicos otorgan licencias de pesca por 25 años en Malvinas, en una clara demostración depredadora de los recursos argentinos.

En la década del 2010. En 2011 el Reino Unido inicia las exploraciones petroleras en Malvinas y, en 2015 anuncian el hallazgo de petróleo a unos 200 km del archipiélago. El Reino Unido crea en 2011 la «reserva Blue Belt más grande del mundo» con 1.070.000 km2 (tres veces más grande que el Reino Unido) en jurisdicción argentina, alrededor de Georgias y Sándwich del Sur, para asegurarse la llegada de peces a Malvinas, incluidos 20 mil Km2 de dentro del área de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos. En 2012 el director ilegal de Pesca de Malvinas, John Barton declaraba: «sin la Pesca los Malvinenses no podrían haber subsistido» (sic). En 2016 se ratifica de hecho el Acuerdo de Madrid, con el denominado Pacto Foradori-Duncan que declara: «adoptar las medidas para remover los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas». Este pacto reactivó las investigaciones pesqueras conjuntas suspendidas en 2015 y, habilitó vuelos de Malvinas a San Pablo, facilitando el comercio con este importante centro económico y de acceso al mundo. En el 2016/17 la Comisión de Límites (CLPC) de la Plataforma Continental aprueba el informe argentino, por el cual, recomienda que, sobre el total de 1.782.000 km2 presentados, queden firmes solo 351.633 km2, dejando sin tratar 1.430.367 km2 por entender que son espacios en disputa con el Reino Unido. En 2018 la Cancillería requiere al Congreso de la Nación la aprobación del Convenio para la Conservación del Atún en el Atlántico Sur con “el ingenuo interés” de preservar una especie que no está presente en la Z.E.E. Argentina, que le permitiría una mayor injerencia al Reino Unido. En 2019 se otorgan a empresas británicas áreas offshore de explotación petrolera, entre Malvinas y el continente argentino, consolidando la presencia británica en esa región austral.

Durante la década del 2020. En 2020 se crea por ley 27.558 una Comisión integrada con legisladores, académicos y veteranos de guerra, entre cuyos miembros, hay quién tiene una posición alejada a la establecida en la Constitución Nacional. Sancionada la ley 27.564 para aumentar las multas a la pesca ilegal, hasta la fecha no se han aplicado a los buques que operan en Malvinas o a la captura de las especies migratorias argentinas. En 2021 se produce el Brexit y la salida de Malvinas de la Unión Europea, sin embargo, a instancias de España, se acuerda que los productos de este origen sigan ingresando a Europa sin aranceles, consolidando la economía de los isleños. Los británicos construyen un puerto en Georgias del Sur y anuncian la construcción de un puerto en Malvinas que se constituirá en el epicentro de las operaciones del sur de Atlántico Sur y la Antártida. Uruguay y Chile, mientras tanto, dan apoyo logístico y portuario a Malvinas.

La información precedente demuestra la grave violación del Reino Unido de la Res. 31/49 de las Naciones Unidas y la necesidad de nuevas estrategias de Argentina.

 

* Experto en Atlántico Sur y Pesca, ex Secretario de Estado, ex Secretario de Bienestar Social (Ctes) ex Profesor Universidad UNNE y FASTA. Ex Asesor en la H. Cámara de Diputados y en el Senado de la Nación, autor de 28 libros. Entre ellos: “Malvinas. 1982-2022. Una Gesta Histórica y 40 años de Entrega. Pesca la moneda de cambio” (2021) y “Argentina. La Casa Común. La Encíclica Laudato Si’ El Cuidado de la Casa Común. Comentada” (2021).

 

Nota publicada en El Economista, 02/11/2021, https://eleconomista.com.ar/debates/monologo-argentino-avance-britanico-n47499

BARRIO CHINO, ¿QUÉ ES?

Laura Brovedani*

Intersección de Arribeños y Mendoza, Ciudad Autónoma de Buenos Aires – Argentina

En el siglo XIX una fuerte inmigración de ciudadanos chinos llegó a Estados Unidos por la llamada fiebre del oro para trabajar en las minas y también para trabajar en la construcción del ferrocarril transcontinental.

Según algunas estadísticas se dice que llegaron entre los años 1852 y 1880 aproximadamente 130.000 ciudadanos chinos a San Francisco, Estados Unidos, quienes fundaron y se asentaron en sus propios poblados en los que mantuvieron sus propios hábitos, costumbres y cultura.

Hubo varios asentamientos de este tipo en Estados Unidos a los que se les llamó Chinatown.

Estos Chinatown aunque evolucionaron y se modernizaron, aún hoy sus habitantes, continúan con las costumbres, prácticas y ceremonias de su cultura constituyéndose en un centro de atracción turística por excelencia.

En la Ciudad de Buenos Aires se le llama Barrio Chino a un pequeño centro comercial mixto que se extiende por la calle Arribeños entre las calles Juramento y Mendoza. Pero ¿es así? ¿Es un barrio chino? ¿Un Chinatown? ¿O es una imaginaria y fantasiosa quimera del alquimista de la tierra nacional?

Inicio y desarrollo del cuento chino

En noviembre del 2001, la República Popular China se incorporó como el país/miembro 143° en la Organización Mundial del Comercio, lo que le permitió competir abiertamente con sus iguales en Occidente.

Durante la gestión de Néstor Kirchner, en el año 2004, se refrescó el vínculo argentino con la República Popular China afianzándose con la firma de convenios binacionales que incluían según el discurso de Néstor Kirchner:

…nos interesa la participación o colaboración en la construcción de centrales de potencia y reactores de investigación, junto con la provisión de combustibles de mayor densidad para reactores de investigación y centros de medicina nuclear, así como el desarrollo de un reactor innovativo conjunto.

En el área de transporte, con un acuerdo de servicios aéreos, se facilitará el establecimiento de los vínculos entre ambos países, y debemos trabajar activamente en el campo del transporte y mejora del parque ferroviario, con la finalidad de impulsar el desarrollo del sector y coordinar acciones para la reactivación de talleres ferroviarios.

En el año 2005, en la Ciudad de Buenos Aires, durante la gestión Ibarra/Telerman, el Frente Popular para la Victoria y el Frente Compromiso para el Cambio representados por los entonces Diputados Claudio Ferreño y Marcelo Godoy respectivamente, presentaron tres proyectos de Ley en la Legislatura Porteña para la creación del Barrio Chino.

Proyecto 402/2005. “Denomínase a los fines turísticos y promocionales Barrio Chino” al perímetro comprendido entre Av. Juramento, Arribeños, Av. Monroe y Montañeses.”

Proyecto 403/2005. “Denomínase ‘Paseo del Pueblo Chino’ a la calle Arribeños en el tramo comprendido entre Av. Juramento y Av. Monroe”

Proyecto 404/2005. “Declárase Vía Pública para uso exclusivo peatonal durante los días sábados y domingo de 11 hs. a 20 hs. y festividades del Año Nuevo Chino a la calle Arribeños en el tramo comprendido entre Av. Juramento y Blanco Encalada.

La diferencia entre los tres proyecto no era sólo el nombre sino también el perímetro o superficie que abarcaba cada uno. Las calles Juramento y Arribeños figuraban en los tres proyectos y en esa intersección de calles se encuentra la Estación de Ferrocarril denominada Belgrano C.

Los tres fueron rechazados.

En el año 2006 “un grupo de comerciantes orientales con actividades en la calle Arribeños y Juramento del Barrio de Belgrano”, al menos así se presentaron, hicieron una nueva solicitud para la creación del Barrio Chino.

Esta solicitud fue desestimada por la Secretaría de Planeamiento, la que además rechazó considerar al sector como barrio chino porque, “… no correspondía a la verdadera estructura poblacional del barrio el que está compuesto en su inmensa mayoría por habitantes que nada tienen que ver con el supuesto origen oriental. Definió a este lugar como un lugar comercial de productos orientales desarrollado en dos cuadras y asimilable a otras zonas comerciales de la Ciudad” (Informe 0983/DGIUR/2006).

Cabe destacar que según el INDEC, en el censo del 2001, en Argentina había únicamente 4.184 ciudadanos chinos y 3.511 ciudadanos de Taiwán distribuidos en el territorio nacional.

Tampoco tuvieron éxito las gestiones realizadas desde Sede de la Comuna 13, para convertir en peatonal la calle Arribeños entre Juramento y Mendoza, dado que la Dirección de Tránsito lo consideraba inviable por el caos de tránsito que ocasionaría.

En el año 2006 ante una nueva solicitud de instalar un Arco Chino en Belgrano C el Departamento de Urbanismo lo rechaza haciendo referencia al informe de la DGIUR antes descripto. La noticia de esta instalación provocó un fuerte rechazo de los vecinos de Belgrano C que entendieron que se estaba transfigurando su centenario Barrio por una suerte de incompresibles manejos.

En 2007 la instalación del arco fue nuevamente rechazada por la Comisión de aceptación de Donaciones de Monumentos de la Legislatura Porteña.

En el 2008, una aún inexplicable y/o inexistente ONG denominada “Federación de Reunificación Pacífica de China en Argentina”, la cual no estaba siquiera inscripta como tal en la Inspección General de Justicia (IGJ), presenta una solicitud al Ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires, invocando actuar en representación de la “Comunidad China en la Argentina” diciendo que se haría cargo de la provisión y ejecución de la instalación de la (ahora) “Arcada” en el barrio chino, y que también se ocuparía de su mantenimiento.

Cabe destacar que en el Expediente 49.736/2008 se habla de “Arcada” y no de Arco Chino, el cual —como ya fue mencionado— fue varias veces rechazado.

Este documento fue firmado por Yuan Jian Ping quien luego fuera diputado por el Pro durante el período 2015/2019.

Esta solicitud ratifica que la “importación” del controvertido y conflictivo Arco Chino, ahora “Arcada”, no se hizo por vía diplomática como dijeran algunos medios, y pone en duda si fue o es un regalo de la República China a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) como se dijo en el discurso de su primera inauguración.

En este mismo período, el Defensor del Pueblo Alejandro Amor, presenta en la Legislatura Porteña un proyecto de Ley para el cambio del nombre de la calle Munich por el de China, desatendiendo los numerosos reclamos vecinales y de ONG’s al respecto a los que nunca les dio respuesta, agravando aún más el conflicto entre vecinos, ONG’s y Asociaciones Civiles versus el Ejecutivo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Y así fue que, los vecinos encolumnados en las ONG’s y Asociaciones Civiles extrapartidarias, concurrieron a las audiencias públicas de la Legislatura Porteña, rechazando el cambio de nombre de la calle Munich. Al final la Legislatura porteña rechazó el proyecto presentado por del Defensor del Pueblo.

En ésa misma época y sin dar descanso a los ciudadanos argentinos, se presentaron proyectos en la Legislatura para cambiar el centenario nombre de la Estación Belgrano C por Estación Barrio Chino o Estación Shanghai. Aunque quedó el cartel Estación Belgrano C, lo que antes era Barrancas de Belgrano ahora pasó a ser “Paseo Beijing”.

Los vecinos de Belgrano C, estaban desolados al ver lo que estaba pasando en su barrio que, además, durante la reconstrucción de la Estación de Tren Belgrano C, ésta fue despojada de toda su centenaria historia, patrimonio histórico, placas conmemorativas y recordatorias colocadas amorosamente por belgranenses y asociaciones civiles.

Placas y patrimonio histórico que nos contaban de las personas que allí trabajaron, que participaron del Barrio de Belgrano C y de la Estación de Tren; hablaban de inauguraciones, fechas patrias y hasta de actos heroicos como la placa conmemorativa que colocó el Centro Católico de Belgrano en el año 1929 en memoria del acto heroico de José Nicodemo Daniel Cenderezza, guardabarrera que salvó la vida de varios niños. Le quitaron a su estación de Belgrano C toda su identidad argentina-belgranense.

En el año 2008, Cristina Fernández de Kirchner conforma el Plan Estratégico Territorial (P.E.T.), concebido como el instrumento de planificación para guiar el despliegue de la inversión pública y privada y ordenar el territorio, en el cual queda reflejada la importancia estratégica de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).

Ese mismo año se sancionó la Ley 26,352/2008 mediante la cual se crearon las sociedades Administración de Infraestructura Ferroviaria Sociedad del Estado (ADIF SE) y la Operadora Ferroviaria Sociedad del Estado (SOF SE).

Asimismo, Cristina Fernández de Kirchner propuso en uno de sus discursos la adopción del Plan de Acción Conjunta con la República Popular China y, cito textual, “… que esta asociación integral pasa a conformar la relación entre China y Argentina en una verdadera política de Estado”.

En 2009 Cristina Fernández de Kirchner firmó un acuerdo confidencial y secreto con la República Popular China mediante el cual hace entrega a China de la suma de 10.200 millones de dólares a cambio de 70.000 millones de Yuanes “y que sólo se dará a conocer su destino cuando se los utilice”.

Ese mismo año 2009, tuvo lugar la primera inauguración del controvertido Arco Chino / Arcada, con entrada por la calle Arribeños, y que según se dijo de manera confusa a través de medios de comunicación y algunos funcionarios, había sido traído desde China con el aporte y apoyo de la asociación de comerciantes del denominado “barrio chino”.

Esta primera inauguración se realizó con autoridades y funcionarios de ambos países, quienes ignoraron el conflicto existente para su instalación con las normativas argentinas y con las de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

En el año 2012, por Ley 1,382/12, se creó la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), con poder de Administración y Disposición de los Bienes del Estado.

En 2016, el Jefe de Gobierno de la CABA Horacio Rodríguez Larreta, hizo una segunda inauguración en la intersección de las calles Arribeños y Juramento y, para eludir cualquier incidente respecto a si es Arco o Arcada y por supuesto para no aludir al inexistente Barrio Chino, Rodriguez Larreta, “ el Alquimista”, inauguró “El entorno del barrio chino”.

En esta segunda inauguración participaron además del Jefe de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Vicejefe Diego Santilli y el embajador de la República Popular de China, Yang Wanming.

En su discurso, Horacio Rodriguez Larreta, trató a este inexistente barrio chino, como un símbolo para la comunidad china y para que podamos disfrutar de su cultura”, frases que comenzaron a repetirse incluso en la licitación del Viaducto Mitre.

Con respecto a la comunidad china, así como en el censo del 2001 había 4.000 inmigrantes chinos, el censo del 2010, mostró que repartidos en el territorio Nacional había 8.929 inmigrantes chinos y 2.875 de Taiwán, lo que suma 11.804 originarios del país asiático.

La Ley Argentina respecto a la nacionalidad es Ius Solis, por lo que todos los hijos de inmigrantes nacidos en Argentina son ciudadanos argentinos.

La República Popular China considera que todo hijo de emigrante chino nacido en países con ley Ius Solis, son de  nacionalidad del país en el cual nació. Significa que China reconoce como argentinos a los hijos de chinos nacidos en nuestra tierra.

Ahora bien, ¿cómo es que se llega a los 120.000 integrantes de la comunidad china que dice el gobierno argentino o a los 180.000 integrantes que dicen en la embajada china?

Esta investigación no ha encontrado registros oficiales que avalen esta cifra, como tampoco algún registro que avale el aumento exponencial de la tasa de natalidad de la comunidad china-argentina.

Estas demostraciones hacia la R. P. China comenzaron a cristalizarse en forma contundente cuando se aprueba el nuevo Código Urbanístico para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).

El Jefe de gobierno de la CABA junto con su Vicejefe Diego Santilli, desde los comienzos de su primera gestión, inició una carrera contra el tiempo para modificar el Código de Planeamiento Urbano Ley 449/2000, invocando la necesidad de unificar en un sólo código las modificaciones que se habían efectuado a lo largo de su vigencia. Modificaciones muchas efectuadas como “excepciones” por la DGIUR de manera discrecional, ya que no habían pasado por la Legislatura porteña.

Horacio Rodriguez Larreta, “el Alquimista”, estaba urgido por sancionar el nuevo código urbanístico por los convenios que ya había firmado con anterioridad a la sanción de esta ley y en los cuales se comprometía al redestino comercial de los viaductos.

(Expediente 2.892-J-2018: APRUÉBASE EL CONVENIO SUSCRIPTO ENTRE EL G.C.A.B.A Y LA AGENCIA DE ADMINISTRACIÓN DE BIENES DELESTADO PARA EL DESARROLLO DE LOS NUEVOS BAJO VIADUCTOS FERROVIARIOS.)

Y fue así que el Jefe de Gobierno junto al Vicejefe, convocaron a reuniones participativas con los vecinos de la CABA, con la excusa de conocer sus necesidades, preocupaciones y propuestas para la modificación del Código de Planeamiento Urbano

En noviembre de 2018, la Legislatura porteña sancionó un incomprensible Código Urbanístico bajo la Ley 6.099/18.

Los vecinos de la CABA que asistieron a las reuniones convocadas por H. R. Larreta y Diego Santilli, se vieron defraudados al no ver reflejadas en el código sus propuestas e inquietudes, y entendieron que la campaña de cambio de código fue únicamente para crear un nuevo Código Urbanístico con un apartado que antes no existía.

El nuevo Código Urbanístico crea un apartado bajo el número 3.17.2 denominado Bajo Viaductos Ferroviarios e incorpora a los Bajo Viaductos FFCC Mitre, FFCC San Martín y FFCC Belgrano S como un elemento urbanístico nuevo en la CABA.

En el 2019 la AABE licita los Bajo Viaductos mediante la cual, entre otras cosas, se concede en licitación por 30 años y con 5 años de gracia, los terrenos bajo viaductos a $ $ 60.- (sesenta pesos ) el m2. Y no es casualidad, desde el discurso de Néstor Kirchner, era la primera vez que se daba la “conjunción partidaria” de que Nación y Ciudad pertenecieran a la misma extracción partidaria.

La concesión fue otorgada al monotribustista Sang Hak Choe quien acreditaba tener ingresos de $ 30.000 (treinta mil pesos) mensuales y por no tener otro tipo de credenciales y/o acreditaciones comerciales, depositó en alguna repartición la suma US$ 200.000.- como garantía del cumplimiento.

Así fue que a través de la AABE, con ADIF SE y SOFSE, la Nación Argentina concedió las tierras de los Viaductos para su uso a $ 60.- el m2 para el destino que Sang Hak Choe logre habilitar ante la CABA.

Tanto Sang Hak Choe, como el que obtuvo el 2° puesto, presentaron proyectos que involucraban intereses chinos

Sang Hak Choe propone un “Centro de Exposición Permanente de la Industria de China” y el segundo proponía además un Centro Cultural Chino.

Lo cierto es que se gestionó desde la CABA y con la Legislatura porteña un “mega shopping” o un mega centro de exposición industrial, cultural y/o de operaciones administrativas comerciales permanente del país asiático de 4 km de extensión que atraviesa la Ciudad de Buenos Aires.

Dada la gravedad de semejante propuesta que destruiría totalmente al medio ambiente, parques, clubes y plazas, reduciría dramáticamente los espacios verdes y generaría un impacto ambiental tremendo por la circulación y estacionamiento de autos, camiones de abastecimiento, ruidos, aumento exponencial de actividades y presión demográfica, afectando el área en no menos de un radio inferior a 5 km; ese mismo año 2019, la Asociación Civil Patrimonio de Belgrano, presentó un Recurso de Amparo ante la Justicia (Expte. N° 69.260/2019) al que se adhirieron ONG´s, vecinos y asociaciones civiles.

Actualmente sigue radicado en la Suprema Corte de Justicia a la espera del dictamen judicial.

Es importante destacar que hay una situación poco clara aún en la propia concesión y que no se sabe siquiera la verdadera magnitud de las tierras concedidas ya que los pliegos de la concesión se realizaron con trazados de líneas rojas sobre fotografías aéreas, sin mensura ni denominación catastral. Y es por eso que las superficies en cuestión varían a lo largo del pliego.

La concesión efectuada por la Agencia de Administración de los Bienes del Estado (AABE) en sintonía con ADIFSE y SOFSE, no cumple con ningún requisito de planimetría, cartografía, arquitectura, catastro ni mensura. Es más, la AABE hace mención a la palabra “croquis”.

Por ejemplo en este croquis de la concesión, pareciera que también licitaron parte de las canchas de tenis.

«Barrio Chino»
¿Chinatown? o ¿City China?

El monotributista Sang Hak Choe ganador de la licitación del Viaducto Mitre, no propone ni menciona un “Barrio Chino” como centro turístico cultural; Sang Hak Choe propone un “Centro de exposición permanente de la industria y tecnología China” y que incluye a la Estación de Belgrano C, y al sector mal denominado Barrio Chino.

Esta nueva versión de transfigurar a Belgrano C y a los 4 km del Viaducto Mitre en un centro de exposición permanente de la industria y tecnología china, pone en agenda quién/quiénes son los verdaderos beneficiados de este absurdo y lo que realmente implica.

Un Centro de Exposiciones y/o de Operaciones comerciales administrativas para un actor que tiene inversiones en Argentina en FFCC, hidrovía, minería, petróleo, gas, exploración espacial, energía nuclear, construcciones de presas hidroeléctricas, granos, alimentación, etc., y con quien además estamos endeudados, sería un muy buen gesto concederle una de las mejores tierras de la Ciudad de Buenos Aires incluyendo a uno de los históricos y más tradicionales barrios de la Ciudad de Buenos Aires y por qué no de la Argentina, como lo es el Barrio de Belgrano, con una población de clase media y clase media alta, con muy bajo índice de delito, perfectamente comunicado con los centros de poder, del Gobierno Nacional y de la CABA.

En vista al año 2023, que se vislumbra nuevamente la “conjunción partidaria” Nación-CABA, “El Alquimista”, Horacio Rodriguez Larreta, con la Jefe de la Comuna 13 Florencia Scavino en sintonía con el Comunero de la Comuna 13 Yuan Chi Cheng, han redoblado sus esfuerzos y han extendido toda suerte de cartelería, publicidad y simbología china hasta el corazón del histórico Barrio de Belgrano en la zona de la Iglesia la Redonda, Plaza Manuel Belgrano y ha incorporado en el vallado del Viaducto Mitre, carteles de 6 x 3 de color rojo con la leyenda Barrio Chino a lo largo de la Avda. Libertador hasta casi Olleros.

En los mapas de Google ya figura el Barrio de Belgrano como Barrio Chino, y parece no importarle ni a la Jefa de la Comuna 13 como así tampoco al Jefe de Gobierno, Defensorías varias, etc.

Pareciera que “El Alquimista”, al no poder concretar su imaginario barrio chino como barrio oficial de la CABA, ha decidido ir por más y ha redireccionado  sus políticas, ya no más hacia un imposible Chinatown, sino directamente hacia un barrio para intereses de un país extranjero: China.

 

* Licenciada en Geografía graduada en la Universidad Nacional de Cuyo. Presidente de la Asociación Civil Patrimonio de Belgrano. Especialista en Medio Ambiente y Urbanismo.

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