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LA MENTIRA

F. Javier Blasco*

Palabra femenina que proviene del latín y se emplea para denunciar la realidad de cualquier afirmación que hace una persona, cuando es consciente de que lo dice o asegura, no es verdad. Tiene muchos sinónimos, que traigo a colación porque con ellos se define mucho mejor el concepto: trápala, embustería, bola, falsedad, embrollo, engaño, farsa, embeleco y trola.

Por desgracia, esta actitud o desviación humana es muy frecuente y se emplea cada vez mucho más en todos los ámbitos de la vida social, política y económica; debido a su repercusión, generalmente suele ser repudiada y castigada en ambientes y personas serias y formales y hasta está considerada como pecado en muchas de las religiones en vigor.

Es importante en el ámbito judicial, donde mentir ante un tribunal, cuando se es citado en categoría de testigo, es un delito en la mayor parte de los países del mundo e incluso, constituye un hecho muy deleznable y repudiable hacerlo en lo que se conoce como sede parlamentaria; lo que en algunos países puede llevar al traste la carrera política hasta de grandes y asentados próceres.

En España —país dado tradicionalmente a la picaresca el ventajismo, la maniobra corta y el engaño— a pesar de que, aparentemente, sucede lo mismo que en la mayoría de países de nuestro entorno, la mentira, es observada y aplicada por muchos y cuando se descubre y denuncia, suele ser juzgada con mayor o menor saña y empeño, según sea quien caiga en el yerro o a la vehemencia y el espurio interés que ponga el denunciante. Tanto es así, que en muchos casos, mentir y hasta hacerlo reiteradamente y a lo grande a muchos peculiares personajes les sale gratis, son impunes o capaces de convertirlas en verdades como puños y, en muchos casos, no suele repercutir negativamente en su futuro o carrera.

De hecho, hoy contamos con un presidente de gobierno que está doctorado cum laude —en este caso de verdad y con todos los derechos y honores— en el arte, uso y abuso del engaño. Una persona en la que en él, su legado y entorno casi todo es mentira, una exageración o un producto del marketing dirigido a engañar al sufrido, desorientado o previamente convencido y bien amamantado espectador desde que aquel individuo inició sus pasos.

En su juventud no destacó en casi nada por sí mismo; fue un estudiante y un deportista mediocre que obtuvo su máxima titulación en economía debido a una tesis copiada y además corregida o evaluada por un grupo de amiguetes que le encumbraron a la máxima categoría sin merecerlo en absoluto, con lo que a pesar de aquel escarnio, a duras penas pudo obtener un mediano puesto de trabajo en la universidad dónde nadie recuerda sus escasas lecciones y consejos, porque poco o nada pudieron aprender de él.

Aprovechando su popularidad estudiantil, cierto porte chulesco y alguna dote personal, encandiló a la hija de un empresario dedicado al nunca claro negocio de las saunas de variopinto tipo, con la que se casó y gracias a dicho matrimonio, pudo costear un piso donde establecerse para los años venideros, así como un utilitario de poca monta.

Durante varios años, y como la mayoría de ineptos que se dedican a la política, se movió en ese mundillo, como casi todos ellos; o sea, de mamporrero, abraza farolas, lleva o paga Fantas y siempre actuando como un auténtico energúmeno de la cla (lugar que, según el Diccionario Akal de Teatro, es “el conjunto de personas que son contratadas para aplaudir y ovacionar desaforadamente determinadas representaciones, a las que por dicho ‘trabajo’, entran de balde”).

Tras su breve e inútil o poco fructífero paso por la política local y regional madrileña, consiguió, de rebote, un asiento en la Cámara de los diputados y allí se afanaba por seguir a pies juntillas todo lo que le mandaban votar; por cierto, algunas de aquellas cosas aprobadas con su voto, hoy están derogadas por él mismo u olvidadas para siempre, como si nunca hubieran existido.

Como buen medrador y para aumentar sus ingresos, previamente consiguió que, dentro del cupo socialista, se le encajara a frote duro en el consejo de administración de la expoliada Caja Madrid donde —a pesar de su formación como ‘economista’— apoyó, sin dudar lo más mínimo, todo lo que le ponían delante. Decisiones que, en gran parte, llevaron a la ruina a dicha caja y como resultado, la deuda de España para rescatar la mayor parte de las Cajas, que no a los Bancos, fue bastante mayor.

No es preciso que me extienda en el proceso de revolución, expulsión y recuperación, tras una fuerte lucha y posterior purga intestina, por su puesto en el PSOE para hacerse con la Secretaría General de un partido al que ha dado la vuelta como un calcetín, ya nadie reconoce e incluso, hoy no hay reparos en denominarlo el ‘partido Sanchista’. Propio modus operandi de un poco moderado ególatra y dictador, que ha llegado a subyugar —a base de auténticas mentiras y promesas todas ellas incumplidas— a su electorado y a los adocenados medios palmeros que le siguen, apoyan y adoran. Promesas, que por supuesto, cuando las lanzaba ya sabía, que nunca las iba a cumplir.

Llegado a este punto, conviene recordar como logró ganar una moción de censura contra un demasiado confiado, cansado y poco hábil Mariano Rajoy; moción que Sánchez tenía perdida de antemano pero que gracias a basarla en grandes y obscenas mentiras propias y de una persona que jamás debió ser juez, por su prevaricadora forma de usar su puesto para inmiscuirse en la aplicación de la justicia y sobre todo, a base de vender su alma y la de España, a los mayores enemigos de ésta y a aquellos otros partidos que solo viven de las miserias de los gobiernos en activo o de las promesas de aquellos otros que tienen visos o posibilidad de lograr el gobierno y, que indudablemente dada su debilidad o precariedad, van a precisar de sus votos, tanto para alcanzar el puesto, como para mantenerse en el poder.

Comenzó prometiendo a diestro y siniestro, no hacer lo que en horas si hizo, lo negó por activa y pasiva como Pedro a Jesús y no se despeinó un pelo, cuando cambió el guión sin ningún tipo de justificación, sólo recurrió a engaños, placebos y dulcificaciones o idealizaciones de execrables hechos para hacer comulgar a sus ya mencionados votantes y seguidores, aunque fuera con enormes y aparentemente intragables, ruedas de molino.

Su capacidad de mentir, engañar, pisotear y deshacerse de los demás, aunque sean sus más íntimos, no tiene límite. No se amedranta ante cualquier medida que deba tomar para salvarse él de la quema, salir airoso de situaciones difíciles o en culpar a los demás de los errores propios o colectivos, aunque sea bajo su mandato o dirección tal y como lo refleja en su famoso libro titulado, “manual de resistencia”; libro, que como es su costumbre, tampoco escribió él, sino una ‘negra’ a la que ha premiado con sucesivos y sustanciosos cargos políticos mientras le hizo falta, a pesar de su transfuguismo y poca valía.

Ha conseguido vencer el dicho de que es imposible engañar a muchos durante mucho tiempo, lo sigue haciendo a propios y extraños tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Su egocentrismo es patente y patético y como buen dictador teme la crítica, aunque sea constructiva. Se esconde en el oscurantismo y el empleo del decretazo con urgencia y nocturnidad para evitar ser puesto en ridículo o dejar patentes sus vulnerabilidades; de hecho, es el presidente que más ha empleado este procedimiento.

Ha dedicado ingentes esfuerzos en controlar todas las instituciones que apoyan o constituyen una parte importante del Estado y, por supuesto, aquellas que por su importancia y trascendencia deberían permanecer fuera de alcance y el procaz manoseo del gobierno. En su afán por lograr patentes y rentables objetivos, en un increíble breve espacio de tiempo, ha conseguido controlar, con demostrados seguidores a su persona, veinticinco entidades públicas, desde el Tribunal Constitucional (TC) o el Consejo de Estado y el CIS; hasta empresas como Correos, Indra o Aena.

Cada uno de estos esfuerzos tiene asignado un papel importante en su labor de engaño y convencimiento de la masa aborregada de españoles que viven pensando en las dadivas, las subvenciones, los favores y las desproporcionadas subidas de salarios y pensiones. Entre ellas destacar que el propio TC, máximo organismo para la defensa de la Constitución y los valores democráticos en España, su presidente y principal mozo de espadas de Sánchez, Conde-Pumpido ha cumplido con el plan de este para controlar el Tribunal, y en tan solo tres meses ya van seis leyes ideológicas aprobadas para darle marchamo de verdad sin paliativos. Tribunal que desde su creación se ha caracterizado por su lentitud y reposo para tomar decisiones dado el calado e importancia de las mismas.

Como resumen final y a modo de recordatorio, me gustaría recalcar que Sánchez ha mentido a todos sin dejarse nada ni nadie en el tintero: las víctimas del terrorismo; las familias en sus creencias, usos y costumbres; ha destrozado la enseñanza; engaña constantemente a los trabajadores y las empresas con las sucesivas subidas de impuestos. Ha mantenido a España bajo arresto domiciliario durante los meses de la Pandemia, sin poder hacerlo como lo hizo, olvidándose además de decenas de miles de fallecidos durante la misma.

Ha cambiado la política internacional y el papel de España en el mundo que nos rodea o en nuestra área de influencia con mentiras y añagazas rompiendo lazos, usos y costumbres y hasta poniendo en peligro nuestra economía.

Ha vendido humo constantemente en España y Europa; miente con ese afán de protagonismo a codazos, por llegar el primero, aunque sea con las manos vacías, a conflictos, países o personalidades de relevancia como Ucrania, China o EEUU; miente constantemente a la UE y a la OTAN con sus planes de inversión, dejando la patata caliente para quien le suceda; se arroga éxitos de los demás y un protagonismo que no le corresponde en la mayoría de los ámbitos nacionales e internacionales que pueden ser o no de su incumbencia.

Abusa de los medios del Estado para su uso personal o de partido con burdos engaños u ocultando los costos y realidades; está llevando la deuda, el déficit y el IPC de España a cotas nunca vistas y jamás es culpa suya que esto ocurra.

Engaña al mundo homo y transexual, así como a las víctimas de abuso sexual; libera a los presos de ETA o les hace su vida más fácil porque así consigue apoyos por los herederos de aquellos; ha anulado el delito de sedición y dulcificado la malversación para salvar a amiguetes y sobre todo, por contentar a los independentistas catalanes en busca de sus apoyos mientras al resto, nos aburre con fabulas y cuentos de normalización; no persigue los ataques y ultrajes a las FCSE, al Rey, la lengua española y a la unidad de España o su bandera por mucho que sus ‘compañeros de viaje’ se afanen en escupir sobre ellos.

Tiene al Ejército abandonado en su futuro, capacidades y situación económica y laboral, aunque los usa en todos los fuegos reales o no que él debe apagar; promete ayudas en catástrofes que nunca llegan a convertirse en algo material; inaugura tramos de alta velocidad en la España semi vaciada, cuando son mentira o muy lejos de la realidad y, no contento con todo ello y otras muchas cosas más, nos torpedea con videos que pretenden ser caseros, pero que son grabados para su uso y disfrute personal basados en escenarios y hechos falsos que no tiene nada de verdad.

Un hombre que se pavonea por el mundo, vestido con trajes de colores o prendas de abrigo no siempre muy apropiados o algo inusuales, creyéndose alguien importante; cuando realmente tiene que deambular, como alma en pena para tragar potentes sapos, desdecirse de lo dicho por el mismo e ir apagando fricciones creadas por su imprudencia, como acaba de suceder con su reciente visita a Italia.

Estoy convencido, que su figura, actitud y legado serán estudiados con verdadero interés por su ineptitud y negativa trascendencia en las facultades de medicina y psicología, amén que en las de ciencias políticas, economía y otras varias especialidades. No tiene desperdicio.

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.

 

EL ELEFANTE SE COME EN PEDACITOS

Iris Speroni*

Cómo deshacer la bomba de LELIQs sin que nos explote en la cara. El resultado a obtener será acabar con la inflación.

 

La pretensión de este artículo es derribar un par de mitos que circulan por la radio, TV y prensa escrita respecto a la inflación, las LELIQs y el déficit público.

Desarrollaré puntos que comencé a tratar en MIS PESOS, TUS PESOS, NUESTROS PESOS.

    • Uno de los mitos es que no hay forma de deshacer la gigantesca bola de nieve que son las LELIQs. Si lo hacemos, estallará el universo; nos vamos a morir todos; catástrofe. Consecuencia de esa premisa falsa: nadie desarma las Leliqs —que perviven desde el segundo mandato de Cristina Fernández— con la pseudoesperanza de dejar el problema al próximo mandatario. Falso, se puede desarmar aquí y ahora.
    • El segundo de los mitos es que el culpable de la inflación es el gasto público. Según esta premisa, el estado gasta más de lo que puede, y por eso: 1. el BCRA se ve obligado a emitir para financiar el gasto público; 2. el estado se ve obligado a endeudarse para financiar el gasto público. La consecuencia de este argumento es que la inflación y la deuda pública son el resultado del excesivo gasto. Falso: gastan mucho porque quieren. Hay inflación porque quieren. Endeudan al país porque ése – y no otro – es el objetivo político de todos ellos.

Empiezo por el mito 2, ¿por qué emite el BCRA?; dejo lo mejor para el final: ¿cómo deshacer la bola de nieve de Leliqs y otros?

El destinatario de la emisión

«En el acumulado de 2022, el financiamiento neto mediante AT totalizó $620.051 millones (0,8% del PIB), en tanto que la emisión neta de letras del Tesoro suscriptas por el BCRA sumó USD3.995 millones (0,8% del PIB)».

https://www.opc.gob.ar/operaciones-de-deuda-publica/operaciones-de-deuda-publica-diciembre-y-acumulado-2022/ 

Según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), durante todo el 2022 el BCRA financió a la Nación en $ 620.051 millones en forma de adelantos y además subscribió bonos del tesoro emitidos en dólares por U$D 3.995 millones. A tipo de cambio BNA del 31/12/2022 (175,25 $/U$D) equivale a $ 700.123.750.000. Ambos conceptos suman: $ 1.320.174.750.000. A estos números faltan los dividendos del BCRA girados al Tesoro Nacional. Sabremos el monto cierto de estas tres cifras cuando el BCRA publique su balance anual.

¿Cuánto pagó el BCRA de intereses de LELIQs a los bancos? Bueno, también necesitamos los números definitivos. Haré una aproximación.

Al 17 de marzo de 2023 el BCRA debía en concepto de LELIQs más otros papeles remunerados, la suma de 11.687.297.000.000 pesos que devengan un interés diario de 24.860.699.533 pesos (*).

Los pagos a los bancos han sido crecientes durante el año (cada día se pagó más que el anterior). El punto medio entre el 18/03/2022 (**) y el 17/03/2023 es de 15.232.852.396 pesos (no es exacto). En 365 días se pagaron intereses de LELIQs y otros por $ 5.559.991.124.540.

En ese caso el Estado Nacional se lleva en un año el equivalente a lo que los bancos se llevan en 86 días. O lo que es lo mismo (365/86= 4,24), el BCRA le dio a los bancos cuatro veces más que al estado. De cada 5 pesos, le dio 1 al estado nacional.

Entonces, les pregunto, queridos lectores: ¿por qué emite el BCRA? ¿Para financiar al Estado o para financiar a los bancos?

El problema no es el gasto público [1], sino que el BCRA emite para darle dinero a los bancos mediante LELIQs, encajes remunerados y otros instrumentos.

Emisión monetaria del BCRA

https://www.bcra.gob.ar/Pdfs/PublicacionesEstadisticas/panhis.xls 

Como pueden ver en el cuadro, la circulación monetaria a febrero 2022 era de 2.686.579 millones de pesos y a febrero 2023 de 4.087.141 millones de pesos.  Es un aumento de 1.400.562 millones de pesos, que exceden los $ 620.051 millones entregados al tesoro nacional; de hecho sólo el 44% de la emisión fue a manos del Estado.

Lo emitido no alcanza para pagar diariamente los intereses de Leliqs, por lo que semanalmente se capitalizan y hacen que la deuda se incremente.

Los pedacitos del elefante

La razón que las autoridades monetarias aducen ante el público para mantener en permanente crecimiento el monto de Leliqs (ex Lebacs) es que si se deshace esta operatoria, todo ese dinero iría al dólar, el valor de la divisa se dispararía y los precios de la economía estallarían. Híperinflación, catástrofe, muerte. ¿Es verdad?

Veamos.

En primer lugar, en Argentina hay inflación con un precio de dólar controlado por el gobierno (que manipula tanto el oficial como el paralelo). El precio de la divisa ha crecido menos que la inflación y aun así ésta persiste. El precio de la divisa como razón de inflación es un argumento debilitado cuando no irrisorio.

Segundo punto: si mañana el estado devuelve todo el dinero de las Leliqs ¿iría ese dinero a comprar dólares? Si es así, ¿cuánto del total tendría ese destino? Acá es donde debemos cortar al elefante en pedacitos.

Ya dejé en claro que creo que el aumento del valor de la divisa no es el motor de la inflación. A mí no me preocupa que el dólar esté alto. Me preocupa/quiero: 1. que el Estado argentino no emita dinero y/o deuda; 2. que los impuestos sean razonables para no desfinanciar a las familias y empresas (para felicidad del Pueblo y para la grandeza de la Patria).

El estado mediante el BCRA debe Leliqs y otras obligaciones a los bancos. A su vez ese dinero los bancos se lo deben a alguien. ¿A quién?

El BCRA emite un informe periódico denominado, Informe de Estabilidad Financiera. En el gráfico 16 de Informe de Estabilidad Financiera – Diciembre de 2022, con datos a septiembre del mismo año, publican el fondeo de los bancos. En criollo, a quién pertenece el dinero que los bancos tienen y luego prestan – o no – a terceros (Estado, familias, empresas). Afirma: «A septiembre casi la mitad del fondeo total correspondía a depósitos del sector privado en moneda nacional (49,9%)…».

¿Cómo se lee este cuadro? Segunda columna desde la izquierda con la leyenda “sep-22”.

    • En rojo están los depósitos a la vista del sector privado. El 23,9% del origen del dinero que los bancos tienen proviene de los saldos en las cajas de ahorro (pagan 1% ó 2% interés anual) o de las cuentas corrientes (0% de interés) que depositan personas o empresas.
    • El otro 25% – color coral o rosa fuerte (aclaro para los varones) —viene también de familias o empresas— pero sí pagan algún interés (plazos fijos).
    • El 8,4% en verde está en moneda extranjera. No se puede ir a dólar, porque ya está en dólar.
    • El 11,7% en color crema son depósitos en moneda nacional del sector público (estado nacional, provinciales, municipales, organismos estatales). Ese dinero se va a ir al dólar sí y sólo sí el estado así lo resuelve.
    • Otros pasivos – Dios sabe.
    • PN, color celeste por 17,9%. Es el dinero propiedad de los bancos. Ese dinero puede estar en pesos o divisas (hay regulaciones al respecto).

Voy a traducir esta larga explicación. De todo el dinero que los bancos reciben (“fondeo”), una parte se la prestan al estado (LELIQs y bonos del tesoro) y otra se la prestan a privados (financiación saldo tarjeta de crédito, compra de motos en cuotas, financiación de empresas para capital de trabajo o inversiones), cartera de inversiones (ONs y acciones que cotizan en bolsa).

Lo único que nos preocupa de todo esto ahora son las LELIQs. El 23,9% del fondeo viene de cuenta corriente y caja de ahorro de empresas y personas (rojo). Si se cancelaran las LELIQs y este dinero volviera a sus propietarios originales, ¿éstos comprarían dólares? En realidad no. Tienen los pesos disponibles porque los necesitan a la brevedad. El trabajador que va a comprar sus U$D 200 mensuales, ya los compró cuando cobró. El resto se queda en pesos porque lo necesita durante el mes. La empresa, el comercio, el consorcio de copropietarios que tiene dinero en cuenta corriente, es porque lo quiere tener en pesos para usarlo dentro del mes: (pago de sueldos, mercadería, proveedores, impuestos, servicios). Si hubiera querido comprar dólares, ya lo hubiera hecho.

Por lo tanto, diría, que el 23,9% (rojo) de las LELIQs, si se redimieran (si se pagaran en efectivo), no irían a dólares.

 

Depósitos a plazo del sector privado por 25,1% (rosa fuerte). Ése dinero sí puede ir al dólar si el BCRA mañana les pagara todos los pesos juntos. Es dinero a plazo, como inversión (probablemente para defenderse de la inflación). Ahora bien, las empresas tienen el dinero a plazo (o en Fondos Comunes de Inversión que a su vez invierten en plazos fijos) como forma de contrarrestar el impacto de la inflación en su capital de trabajo [2]. ¿Si el BCRA redimiera las LELIQs (si cancelara su deuda) en efectivo, cuánto de ese dinero iría a comprar divisas? Una parte sí, probablemente. Pero otra parte no, porque ese dinero tiene como destino pagar proveedores, impuestos y salarios; por lo que la empresa necesita esos pesos en algún momento entre mañana y los próximos 60 días. Si realmente fuera dinero atesorado (para pagar dividendos, por ejemplo), ya hubiera comprado dólares —o hubieran comprado futuros en ROFEX— y los tendría depositados en dólares en su cuenta corriente (8,4% del fondeo total – color verde). Con lo cual diría que sólo una fracción de ese monto de efectivo iría a comprar dólares. ¿Cuánto? No lo sé. Pero con un estudio de las obligaciones de pagos de las empresas (elegir las 20 más grandes del país), uno puede hacerse una idea de cuánto dinero iría a dólar y cuánto se usaría en pesos en el desenvolvimiento normal de las actividades familias y empresas. Supongamos que la mitad (es demasiado, pero con margen de seguridad), va a dólar.

Del resto de los ítems, excepto “otros”, por 9,4%, ninguno es un problema. Paso a justificar: 8,4% ya está en divisa. 11,7% pertenece al estado, por lo que el mismo estado dispone si va o no a dólar. 17,9% pertenece a los bancos y su destino está fuertemente regulado por el BCRA.

Por lo cual, de mi gigantesca bola de nieve de LELIQs mi problema se reduce a no saber qué puede pasar con “otros” por 9,4% y una porción de los depósitos a plazo fijo de personas y empresas. Supongamos la mitad de eso, 12,5%.

9,4%+12,5%= 21,9%. Mi enorme problema ya se redujo a un quinto del mismo; con amplias posibilidades de a su vez ser gestionarlo.

Señores, si no se quiere desarmar la bomba de LELIQs es simplemente porque no hay voluntad.

Una vuelta de tuerca más al “fondeo”

El gráfico 17 del informe del BCRA citado nos cuenta un poco quiénes son los privados que ponen su dinero en los bancos. El 44% son las familias (cuenta sueldo, jubilaciones, dinero personal, etc.). 12% son PyMes. 22% grandes empresas.

 

20% son FCI. En general éstos colocan gran parte de sus carteras en plazos fijos que a su vez van a LELIQs (el detalle está en poder tanto de la CNV como del BCRA). Es el refugio general para defenderse de la inflación, tanto para empresas como para las personas físicas. Es donde los particulares ponen la recaudación por facturación hasta el momento que haya que pagar sueldos o impuestos y no perder la carrera contra la (alta) inflación. Si bien una parte de este monto podrá terminar en dólares, el resto, claramente, sus propietarios lo necesitarán en algún momento de los próximos 90 días para hacer frente a sus obligaciones. Por lo cual, nuevamente, el dinero que iría a divisas es mínimo.

Respecto al 34% que tienen depositado PyMes y grandes empresas, cabe la explicación anterior. Una parte del dinero recibido por la cancelación definitiva de las LELIQs pudiera ser distraída en atesoramiento (dólares) pero la mayoría irá a las obligaciones comerciales en las próximas semanas. Lo que quisieron atesorar, ya lo hicieron (8,4% —en verde—).

Puede haber dinero especulativo (alias carry trade alias bicicleta financiera) en LELIQs u otros bonos del Tesoro en pesos de corto plazo. Se denomina así a quienes vienen, traen dólares, los venden por pesos, colocan esos pesos a altas tasas a corto plazo, rezan todos los días para que justo en ese momento no haya una maxidevaluación y el día de vencimiento deciden si renuevan o si dejan de jugar a la ruleta rusa y compran dólares con los pesos obtenidos [3]. Si se desarman las LELIQs la única alternativa que queda para estas operaciones serán los bonos del Tesoro en pesos a corto plazo [4]. Nos ocuparemos de eso otro día.

Propuestas

Sugiero que el gobierno —éste o el próximo— desarme para siempre las LELIQs y cualquier otro engendro del infierno similar.

Sugiero que el gobierno – éste o el próximo – no nos corra más con el cuco de “el dólar se va a disparar”. Ya estamos todos grandes.

Sugiero que el gobierno —único responsable de la bicicleta financiera— no vuelva nunca más a usar este artilugio.

Propuestas Operativas

No aconsejo un nuevo plan BONEX por las razones explicadas anteriormente. Gran parte del dinero prestado al BCRA proviene de depósitos a la vista de gente y empresas que necesitan esos fondos para sus pagos habituales en el correr del mes.

Lo mismo respecto del 25% de dinero a plazo entregado a los bancos por personas físicas, PyMes, grandes empresas o fondos comunes de inversión. Es el capital de trabajo o las disponibilidades de todos ellos, que necesitarán en algún momento entre esta semana y los próximos 60 ó 90 días. Imponer un bono a mediano o largo plazo significaría cortar la cadena de pagos de toda la economía. Sugiero redimir las LELIQs con disponibilidades inmediatas. Eventualmente, para empresas, y como caso extremo, con un plan de pagos semanal con no más de 60 días en total. Y sólo si hiciera falta, cosa que no creo.

Respecto al estado (11,7% en crema) [5]

Darles a los organismos estatales un bono que venza el 11 de diciembre de 2023 para que la próxima administración decida cómo actuar. Caso por caso se puede pre-cancelar este nuevo bono si hubiera que hacer frente a alguna obligación particular (pienso en el INVAP o similares que puedan tener un vencimiento específico no corriente).

Respecto al dinero propio de los bancos (17,9% en celeste): el BCRA regulará cuánto podrán convertir a dólares y cuánto no.

En resumen: propongo redimir las LELIQs en su totalidad en dinero contante y sonante.

Eventualmente, una pequeña fracción del total, en ocho pagos semanales para empresas [6]. No hacerlo implicará cortar los pagos de la economía.

Capital de trabajo de PyMes y profesionales independientes: propongo una intervención de la secretaría de comercio por 90 días que obligue a las grandes empresas oligopólicas u oligopsónicas a pagar dentro de los 7 días a sus proveedores PyMes y servicios personales (sistemas, abogados, contadores, personal contratado). Pienso en las usinas lácteas y los tambos, las PyMes que proveen a supermercados y cobran a 90 días; los profesionales a los que les duermen sus facturas. El objeto de esta medida sería acelerar la circulación por la cadena de pagos y evitar que las empresas grandes se vean tentadas a comprar dólares por 60 días “a ver qué pasa”. Por el contrario, atomizaría en toda la economía la decisión de pasar a dólar o no. La consecuencia final es que el estado redimiría la deuda para recomponer la cadena de pago de las empresas y familias; no para que los gerentes financieros se ganen un bono de fin de año.

Consecuencias
    • Se apagará el gran motor de la inflación que es la deuda diaria del BCRA. Bajará la tasa de interés de la economía, que será la resultante entre oferta y demanda del sector privado y no un piso arbitrario impuesto por la autoridad monetaria.
    • Se acabará la gigantesca transferencia de riqueza entre familias y PyMes a jugadores con más espaldas. Una tasa mínima alta impuesta por el estado implica: a. inflación; b. alto costo de financiación para capital de trabajo (PyMes) y para saldo de tarjeta de crédito (familias). Ambos castigan a los eslabones más débiles de la Argentina: la inflación a quienes viven de un ingreso fijo (beneficiarios planes sociales, empleados, jubilados y pensionados); las altas tasas de interés a quienes deben financiarse por encima del 100% anual lo que en principio les come el capital de trabajo y finalmente los lleva a la quiebra.

Por todo ello, pero principalmente por la fijación de una demencialmente alta tasa de interés como piso de la economía, es que este juego del infierno debe terminar.

 

Notas

[1] El déficit fiscal y el exceso de gasto es un problema en sí mismo. No porque obligue a emitir pesos o deuda sino porque es un desperdicio de recursos que estarían mejor en poder de las familias en lugar de estar en las manos de funcionarios para que estos gasten en banalidades o para que se queden con una parte y lo atesoren en sus patrimonios personales.

[2] Es una lucrativa fuente de dinero para algunas empresas. Mediante el artilugio de demorar pagos a proveedores, quedarse unos días con el dinero, tienen ganancias nominales, que pueden o no ganarle a la inflación. Lo que es una ganancia para algunos es quitarle el capital de trabajo a pymes y profesionales autónomos. Ejemplo: los 45 días que tardan las usinas lácteas en pagarle a los tamberos. Con las tasas actuales de inflación resulta en una matanza generalizada de pymes. Las grandes empresas a veces deberían evaluar los pro y contras entre una ganancia momentánea y la posibilidad de quedarse sin proveedores por toda la eternidad.

[3] Durante el principio del gobierno de Macri vinieron fondos de inversión a jugar a esto. No sé hoy cuánto dinero puede haber en esta condición, pero imagino que las autoridades monetarias poseen esa cifra. No creo que hoy sea mucho.

[4] Desaconsejo fuertemente que el estado nacional en la forma del Tesoro Nacional, traslade el carry trade alias bicicleta, esto es, el procedimiento descripto, a los bonos del Tesoro de corto plazo. Cortar las LELIQs es para cortar este mecanismo, no para trasladar el problema desde una dependencia del gobierno a otra.

[5] Muchachos: ¿cobran impuestos por adelantado para luego poner el dinero a rendir en el banco (11,7% del total)? No legislen si han bebido. Le quitan el capital de trabajo a comercios, pymes, grandes empresas. Cobran por adelantado el impuesto a las ganancias a los trabajadores. Luego van y lo ponen a plazo en Banco Nación o Banco Ciudad o Banco Provincia. Realmente habría que colgarlos a todos por hacernos infelices. Recuerden: por la felicidad del Pueblo y la grandeza de la Patria.

[6] Soy sumamente renuente a este procedimiento. Lo considero innecesario por todo lo antepuesto.

Referencias

Oficina de Presupuesto del Congreso. Operaciones de deuda pública

https://www.opc.gob.ar/operaciones-de-deuda-publica/operaciones-de-deuda-publica-diciembre-y-acumulado-2022/

BCRA, Informe de Estabilidad Financiera – Diciembre de 2022, https://www.bcra.gob.ar/PublicacionesEstadisticas/IEF0222.asp

 

Lectura relacionada

Mis pesos, tus pesos, nuestros pesos

http://restaurarg.blogspot.com/2022/07/mis-pesos-tus-pesos-nuestros-pesos.html

 

Citas

(*) Fuente: Ricardo Inti Alpert en base a datos del BCRA, 17 de marzo de 2023.

(**) Fuente: ídem anterior, 18 de marzo 2022.

Artículo publicado el 18/03/2023 por Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2023/03/el-elefante-se-come-en-pedacitos.html

NO HAY PEOR CIEGO QUE, QUIEN NO QUIERE VER

F. Javier Blasco*

Cuando era pequeño y hasta que dejé de ser un jovencito, pensaba que la madurez y la seriedad eran cosa de la edad; me fijaba en mis padres, tíos y demás familiares, e incluso, en los padres de mis amigos y vecinos, y les veía formados, serios y capaces de discernir entre la seriedad cuando la ocasión lo exigía o necesitaba y la fruslería, las falacias y las mentiras cuando el tema era intranscendente o banal.

Los sueños irrealizables, las ilusiones y los castillos en la arena eran cosa de la chiquillería o de esos jovenzuelos que, con pocos pelos en la barba, en unos casos, o sin haber alcanzado la madurez propia de su sexo en otros, vivían en una Arcadia feliz o en un mundo lleno de falsas ilusiones donde cualquier idea, actitud o propuesta —por descabellada que pareciera— tenía cabida, no solo en sus pensamientos, sino en su proyección de futuro y del más allá.

Cuando más tarde ingresé en la Academia General Militar como cadete, pensé que ya había cruzado el umbral hacia la cordura, la seriedad y las cosas importantes. Pero, pronto descubrí personalmente que estaba bastante o muy equivocado; no todos mis compañeros, e incluso algunos profesores, destilaban seriedad, justicia y mesura por sus poros. Cierto nepotismo, bastante favoritismo y mucho falaz o inventado prestigio arrastrado de antemano, era más que frecuente, aparente y demasiado frustrante ver en cualquier caso o lugar.

Era una triste realidad a la que debía acomodarme y resignarme a vivir con ella a no ser que, tras tanto esfuerzo personal y familiar, renunciara a mi carrera; porque, además, pronto llegué al convencimiento, de que aquel mal, al parecer endémico y bastante difundido, no era exclusivo y propio solo de los que se disponían a servir a España abrazados a la carrera de las armas, algo casi sagrado y difícil de superar.

El transcurso de los años y el imparable crecimiento, personal, moral me llevó, como a la mayoría de los de mi generación, a fijarnos en el devenir de la vida política. Se nos presentaba una nueva y flamante fase o forma de vivir, que llamamos democracia. Algo de lo que muchos teníamos poca o ninguna idea porque habíamos mamado y vivido otro estilo de vida real o política tanto en casa como en la sociedad.

La solemnidad de los actos y las declaraciones políticas llenas de generosidad, seriedad y reconciliación, que quedaban plasmados en la adopción de una nueva y, al parecer definitiva Constitución, nos alegraba a todos porque entendíamos, que aquel hito o hitos iban a marcar un nuevo estilo de vida en España y por el que la mayor parte de los abusos y vicios encontrados y sufridos hasta el momento, pronto iban a ser desterrados, porque la democracia y sus herramientas o resortes de protección y defensa eran lo suficientemente fuertes para desenmascarar para siempre y de forma definitiva, a aquellos malandrines que, aprovechándose de las circunstancias del momento tratarían de llenar nuestras cabezas de falacias, ilusiones vanas o lo que es aún mucho peor, hacían su agosto particular a costa de su cargo mal ejercido y del erario público que pasaba por sus manos para ser ‘bien administrado’, mientras hacían su sayo personal.

Después, el tiempo nos ha venido a quitar la venda de los ojos, ni lo uno ni lo otro, los pillos han seguido pululando y hasta paulatinamente creciendo mucho, aprovechándose de ejercer o disfrutar de altos cargos, pensando que eran lo suficientemente listos e inmunes a la aplicación de la justicia sobre ellos. Pronto los programas electorales pasaron a ser un mero papel mojado y por parte de la izquierda, fundamentalmente, se ha ido degenerando tanto la búsqueda de coaliciones y apoyos para mantenerse en el poder, que ya no se mira ni desprecia el hecho de que para conseguir aquellos, haga falta vender el alma al diablo y aliarse o alinearse con los que desprecian, ningunean o atacan directamente a España, su bandera, idioma o integridad territorial.

La mal llamada derecha no deja de tener sus grandes lagunas, charcos provocados sin más y dimes o diretes propios de personas inmaduras, fugaces espejismos populares o afanes desmedidos de grandeza, cuando muchos de aquellos personajes saben que jamás serán agraciados con la gobernanza del país y como mucho tendrán que jugar un papel de segundón, aunque algunos, ni siquiera saben que en que consiste realmente ese papel, como jugarlo y de qué modo pueden satisfacer a un gran espectro de votantes ‘moderados’ que solo quieren ver en sus dirigentes políticos seriedad, buen hacer y que no se pasen el día echándose los trapos sucios el uno al otro en un afán desmesurado de buscar protagonismos que no les corresponden ni por capacidad ni por comportamiento serio y cabal.

Hemos presenciado estos días una bufa y estéril moción de censura, que no ha servido más que para fortalecer y dar más cancha, si cabe, al que ‘oficialmente’ se pretendía desbancar. Moción que ha marcado la línea de partida de una larga campaña electoral que, en dos fases diferentes, durará hasta finales del presente año y en la estoy plenamente seguro, veremos artimañas, promesas huecas y hasta fuegos de artificio que solo pretenden engañar al público votante, al que está presente o se acerca para mirar.

Un público, ciego y apartado de la realidad, borracho de prebendas, favoritismos, subvenciones y hasta masivas y forzadas legalizaciones que sólo pretenden aumentar el caldo de cultivo de una masa electoral que dentro de su inconsciencia no ve ni sabe distinguir ese precepto tan sencillo y a la vez muy famoso, que reza ’el pan para hoy, supone el hambre del mañana’.

España, a pesar de los años de nociva y poco ortodoxa permisividad económica europea y del riego constante de dinero emitido hasta en horas extraordinarias por el BCE, está endeudada como nunca, su PIB por suelos, el número de PYMES y autónomos en alarmante sentido decreciente y los bolsillos de los ciudadanos y, lo que es peor, de los empresarios —que son los que realmente crean puestos de trabajo— esquilmados y atacados sin cesar a base de subidas de impuestos, impagables crecimientos salariales y todo tipo de persecuciones económicas que están dejando a la vaca sin leche para poderla ordeñar y con una deuda tan grande que ni siquiera nuestros bisnietos serán capaces de acabar.

Mientras tanto, el gasto de nuestros políticos crece sin cesar, el número de asesores sucia y generosamente pagados por su escasa o nula formación y el poco o mal servicio que prestan a la sociedad, alcanza cotas increíbles, mientras la Administración del Estado, la Sanidad y la mayor parte de los justos servicios que una sociedad —ya muy envejecida— puede y debe esperar, están sin cubrir o bloqueados sine die, lo que es lo mismo que decir ‘a perpetuidad’.

Más nos vale no entra en el detalle sobre el estado y el funcionamiento de la Justica, bloqueada por sus funcionarios, por nombramientos caducados o debido a que ciertos importantes tribunales están copados o tomados al asalto por auténticos y vergonzosos perros falderos que, indignamente a su carrera y exigible vocación de neutralidad, siguen el juego a un gobierno sin escrúpulos que hace lo que quiere, no se arrepiente y jamás pide perdón ni mira para atrás.

Hoy en día, ya nada funciona, las listas de espera en lo privado y en lo oficial, son un escándalo a pesar de la tan cacareada puesta en marcha a base de avances tecnológicos, Internet y otras redes sociales, que no hacen más que enredar y dar la sensación de que esto debería funcionar como la seda, cuando la realidad, es que está bloqueada a nada que necesites mover o crear algún documento o trámite oficial de máxima o mínima necesidad.

A pesar de todo ello, parece que la gente está contenta, vive en su mundo feliz, mira para otro lado y que en breve y, de nuevo, un poco más adelante en el calendario electoral, acudirá a las urnas distanciada o alejada de la realidad económica y, separada entre camaradas de la misma o similar bancada y feliz de ceder su voto de ciudadano perdido o recién incorporado al ámbito nacional, que mareado por tanta perversidad o embotado de subvencionas o promesas, cerrará los ojos, se pondrá una pinza en la nariz y acudirá a los colegios electorales en busca de una papeleta con los símbolos o el anagrama de ese que consideran su partido, a pesar de que haga lo que haga y que ya sepamos que no tiene ningún valor cualquier promesa electoral.

Ciegos físicamente hay muchos ciegos, pero ciegos políticamente y embobados o convencidos por las falacias de los dirigentes, hay, por desgracia muchos más.

 

* Coronel de Ejército de Tierra (Retirado) de España. Diplomado de Estado Mayor, con experiencia de más de 40 años en las FAS. Ha participado en Operaciones de Paz en Bosnia Herzegovina y Kosovo y en Estados Mayores de la OTAN (AFSOUTH-J9). Agregado de Defensa en la República Checa y en Eslovaquia. Piloto de helicópteros, Vuelo Instrumental y piloto de pruebas. Miembro de la SAEEG.