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SUPERVIVENCIA

 Iris Speroni (gab: https://gab.com/Iris_Speroni)

Los trabajadores argentinos pagan impuesto a las ganancias aunque tengan ingresos inferiores a los mil dólares mensuales.

En enero 2020, la Revista de la Bolsa de Comercio de Rosario publicó una nota donde sugerí a los productores agropecuarios que ingresen en la lucha política. En defensa de sus intereses personalísimos, pero también otros más generales. El trabajo; el propio y el de todos los que dependen de las cadenas de valor que los involucran. De la tradición y las costumbres (ejemplo: la prohibición de ir en procesión a caballo a Luján). De un sistema de transporte eficiente y propio: FFCC que funcionen, flota mercante propia, astilleros. De los intereses generales del país (fuerzas armadas fuertes, presencia internacional, exportaciones que generen riqueza, recuperación de la calidad educativa, etc.).

No me limité a los productores agropecuarios, ni entonces, ni ahora. Los receptores deseados son todos aquellos perjudicados por este orden socialdemócrata que sufrimos.

Enumeración Jorge Luis Borges style:

  • Los jubilados y pensionados.
  • Los trabajadores formales.
  • Los comerciantes.
  • Los industriales pymes.
  • Los desarrolladores informáticos y exportadores de servicios en general (docencia, consultoría, auditoría, artes, turismo).
  • Todos los trabajadores asociados con la exportación, en particular astilleros, marina mercante, puertos, ferroviarios, frigoríficos.
  • Los trabajadores de la salud.
  • Los miembros de las fuerzas de seguridad y fuerzas armadas.
  • Las familias que tienen hijos en edad educativa (pública o privada).
  • Quienes no consiguen trabajo, o si lo consiguen no está bien pago o es informal.
  • Los monotributistas.
  • Los productores agropecuarios.

El domingo 12 de septiembre se inicia el proceso electoral 2021. Pocos productores agropecuarios, dueños de pymes o sindicalistas se postularon.

Tal vez para el 2023 levantemos la puntería.

Entrar en la política es costoso en dinero, tiempo, energía y mala sangre. Pero, ¿qué camino queda? ¿aceptar que hagan con nuestras vidas lo que se les ocurra?, ¿que decidan si podemos trabajar o no, abrir nuestro comercio o no, comprar nuestra casa o no?

Los trabajadores argentinos pagan impuesto a las ganancias aunque tengan ingresos inferiores a los mil dólares mensuales. La clase política desmanteló el sistema de transporte de cargas argentinos y en el proceso dañó a decenas de miles de familias y generó perjuicios económicos para la nación. Los impuestos son abusivos. La inflación les carcome los ingresos a los asalariados a razón de 3% mensual, sin que nadie abra la boca en el Congreso en su favor. Particulares usurpan terrenos y tierras públicas ante la complicidad de los gobiernos provinciales y el gobierno federal. El país está indefenso frente a amenazas externas que son muchas. Se gastan fortunas en idioteces. Asaltan impunemente a la gente en la parada del colectivo a las cinco de la mañana, sin que haya políticas de seguridad serias. Los locos están en su casa y matan a miembros de su familia. Miles de personas (en particular varones) se suicidan por año sin que haya política de salud mental. Esa es nuestra realidad.

Mientras, los políticos están en otra.

El ministro de Economía sostuvo que la inflación era conveniente. Merece ser cubierto con brea y plumas y exhibirlo para su escarnio. El país hace diez años que no crece y quienes gobiernan no tienen solución para salir de este pozo. Podría seguir enumerando.

No saben encontrar soluciones: que se vayan.

Nosotros veremos cómo nos arreglamos. Quienes gobiernan actualmente no encuentran solución, más allá de frases grandilocuentes y repetir las mismas recetas que no sirvieron ni sirven.

Ahora bien, desplazar al régimen es costoso. Lo explica bien Curtis Yarvin en este texto (aquí).

Los errores sistemáticos de los gobernantes no tienen costo para ellos (siguen en su lugar, se alternan, etc.). Los únicos que pagamos los costos somos nosotros.

Somos los que ganamos menos de mil dólares por mes, los que pagamos impuestos, los que no podemos comprarnos una casa. En el caso de los empresarios, son los que tienen una carga impositiva del 80% mientras otros la “levantan en pala” para usar palabras de Cristina Fernández.

Por lo tanto, post Yarvin, entiendo las prevenciones para ingresar en política. Es costoso y con resultado incierto. Pero, ¿cuál es el costo de no participar?

El costo para los trabajadores es pagar impuesto a las ganancias por un magro salario, dejar en concepto de impuestos a la venta el 50% de lo que queda cada vez que se va al almacén o a la estación de servicio; viajar una hora y media en transporte público de ida y otro tanto de vuelta para ir a trabajar.

Si nuestra restricción para participar en política es nuestra energía/dinero, entonces es lo que debemos administrar con inteligencia.

Siempre con la convicción de que a esta gente hay que echarla. Así de simple. Porque su proyecto de supervivencia implica la infelicidad de todos nosotros.

Esta semana tanto el gobernador Kiciloff (verdadero interventor) como la vicepresidente Fernández apoyaron la medida de cerrar las exportaciones de carne vacuna. Quiero rebatir sus argumentos.

El gobernador sostuvo que las exportaciones a China se deben a un acuerdo que se firmó en el 2014 cuando él era ministro y Fernández presidente (verdad), que la demanda de alimentos de China es enorme (el nombre técnico que usó correctamente es “infinita”) y que puede absorber todo lo que produzcamos (verdad) y que para defender el consumo doméstico hay que poner límites a la exportación (falso) y que la solución es aumentar la producción (verdad).

Ahora bien, esta gente que se la da de estadista (la vicepresidente en su discurso afirmó saber gobernar; desconozco por qué lo dice cuando gobernar es programar, planificar, prever, prepararse; nada de eso hacen). Los políticos tuvieron 7 años para generar las condiciones para aumentar la oferta o poner reglas claras de qué se puede exportar o no. Nada de eso hicieron.

La vicepresidente sostuvo que los productores quieren exportar para tener más ganancias, que su afán de lucro atenta contra los habitantes del país y que no lo iba a permitir. Acá quiero hacer varias aclaraciones. Todo el mundo trabaja para ganar plata. Ella, por ejemplo, quiere ganar plata cuando reclama su pensión de presidente, la de su esposo y además cobra como vicepresidente y cobró como senadora 2017-2019; lo hace cuando administra sus propiedades; lo hizo cuando tramitó la sucesión de su esposo. Todos queremos ganar dinero y estar en poder de nuestras posesiones. Ella también. ¿Por qué lo reprocha en otros? Segundo, si dice que ella y su coalición política saben gobernar ¿cómo es que no saben qué medidas hay que tomar para aumentar el rodeo vacuno? Si la cadena de la carne no gana dinero, en particular la cría, no hay carne. Así de simple. Ella no es vicepresidente gratis. ¿Por qué el que se ocupa de que haya terneros, ayuda a parir a las cuatro de la mañana y da la mamadera a las crías huachas debería hacerlo?

Pero además, con esa frase, reafirmó que no le importa que no se aumente el rodeo. Lo sabíamos porque durante sus ocho años de presidencia el mismo cayó en millones de cabezas. Recuerdo a los lectores que el presidente Perón pidió que lo subiéramos a 200 millones (*).

Al país siempre lo salvan los privados

De lo que la casta política no se ocupó en su infinita ineptitud, esto es, de preparar el país para el acuerdo con China que la propia casta firmó, sí se ocuparon los privados. 

Se aumentó la producción de carne porcina, al punto de substituir las importaciones de Brasil, de carne aviar y hubo un significativo aumento del rodeo ovino para carne en las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos (los ovinos patagónicos son para lana). 

Los privados, a diferencia de la casta política, siguieron las recomendaciones del presidente Perón en 1973 quien propuso el aumento de la producción y consumo doméstico de carnes alternativas para generar excedentes de exportación.

Plan Trienal, Tomo 1, página 32, política agropecuaria.
En la web MECON

Daños de las medidas

La medida de prohibir la exportación de carne vacuna baja artificialmente su precio porque genera una sobreoferta momentánea (los cortes destinados a la exportación quedan acá). Esto perjudica a las otras carnes, ya que a igual o menor precio el consumidor prefiere comer novillo y no cerdo. Por lo cual manda a jugar a la B a todas las personas que invirtieron desde 2014 a hoy en ovinos, porcinos y aves. 

No es cierto que los argentinos no coman carne. Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario sostiene que en el 2020 (plena pandemia) los argentinos comimos más de 100 kilos de carne por habitante, uno de los máximos mundiales. El consumo de carne vacuna “bajó” a “sólo” 50 kg/cápita, que es más o lo mismo que el consumo per cápita norteamericano y uno de los más altos del mundo.

Las medidas de los funcionarios nacionales defendidas por la dupla Kicilloff-Fernández esconden una pelea entre rufianes para dirimir quién se queda con la cuota exportadora a China. En el medio estamos todos.

La vicepresidente dijo que no se puede dejar sin comer a los argentinos para exportar. Sin embargo eso es exactamente lo que su esposo, ella, Macri y Fernández hicieron con el pescado. Los argentinos dejamos de comer pescado para poder exportar toda la producción local. Llegamos a exportar más pescado que carne vacuna.

El gobierno estimula la exportación del 100% de lo pescado. Toda pesca destinada al mercado doméstico debe pagar impuesto a los IIBB, impuesto al cheque y trasladarlo a enormes costos de flete a las urbes (el 50% del valor del combustible es impuestos). Mientras que si la empresa exporta por puertos patagónicos recibe un subsidio sobre la facturación. Sobre el pescado y la mesa de los argentinos no hay discursos grandilocuentes de cierre de campaña.

¿Por qué los funcionarios prolongaron el cierre de exportaciones de carne vacuna? Porque no les pasó nada. Porque no hubo consecuencia alguna a su política criminal. No tuvieron amparos ante el fuero contencioso administrativo federal, no sufrieron denuncias penales en el fuero federal. Ni siquiera se difundió por radio y televisión que era todo una pantomima para favorecer a los frigoríficos X, Y y Z. Les salió gratis penal y reputacionalmente. A pesar de que ponen en riesgo miles de puestos de trabajo en frigoríficos y dañan patrimonialmente a otros miles de personas.

¿Por qué lo hicieron? Por la misma razón que les da la cara para cobrar impuesto a las ganancias a alguien que cobra mil dólares de sueldo: porque no les pasa nada.

Me imagino que los damnificados pensaron “es por tres meses y luego vuelve a la normalidad”, “no nos vamos a enfrentar si en poco tiempo se arregla solo”. Eso es no querer entender cómo funciona la menta de estas personas. Quienes dirigen el país van contra los intereses del pueblo argentino y van hasta el hueso. Por eso hace más de una década que le cobran impuesto a las ganancias a los trabajadores. Por eso la mitad del costo de la comida es impuesto. Por eso los trabajadores deben mandar a sus hijos a escuelas que viven en huelga permanente (pre pandemia). Porque al no encontrar resistencia, avanzan.

Retroceder, aceptar, declinar no los apacigua: los envalentona. Discursos de esta semana pre-electoral como pruebas al canto.

Hay que guerrear. Hasta que se vayan.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Nota:

Discurso General Perón 25 de octubre 1973.

Artículo publicado originalmente en Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2021/09/supervivencia.html

EXPORTACIONES – PIDAMOS A LOS REYES MAGOS

Iris Speroni (gab: https://gab.com/Iris_Speroni)

Entonces tendremos que la exportación será el motor y las inversiones el acoplado enganchado a ésta.

 

Durante esta semana (del 23 al 27 de agosto de 2021), las autoridades nacionales expusieron sobre el futuro inmediato en temas económicos ante la Comisión Bicameral de Deuda del HCN y ante el Consejo de las Américas.

Uno de ellos sostuvo que la Argentina debe volver a exportar US$ 83 mil millones (2011); agregó su predicción de llegar a US$ 70 mil millones a la brevedad.

Al mismo tiempo el ministro de economía afirmó ante los legisladores que el dólar oficial llegará a los $ 104 a fin de año.

Ambas afirmaciones son inconsistentes entre sí.

Veamos las cifras de cerca:

* Dato provisorio para los años 2018, 2019, 2020 y 2021
e  Dato estimado para exportaciones de julio de 2021
Fuente: INDEC, Dirección Nacional de Estadísticas del Sector Externo y Cuentas Internacionales. (https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel4-Tema-3-2-40)

Tras la maxidevaluación del gobierno de Duhalde las exportaciones argentinas crecieron ininterrumpidamente hasta alcanzar los US$ 70 mil millones en el 2008. Tras el conflicto con el campo, cayeron, para recuperarse hasta lograr el máximo en la historia de nuestro país de US$ 83 mil millones en el 2011.

A partir del segundo mandato de Cristina Fernández, la cartera de economía y las autoridades del BCRA implementaron un sostenido retraso cambiario.

En estos cuatro años cambiaron los hombres tanto al frente del BCRA como de la cartera de economía, pero las políticas fueron constantes: retraso cambiario a cualquier costo.

¿Qué pasó durante el gobierno de Macri?

En la primera mitad de su mandato tomó dos medidas en favor de quienes producen bienes y servicios exportables: aumento del tipo de cambio y supresión y/o reducción de los derechos de exportación. Sin embargo los resultados se vieron dos años después, con una situación distinta. Los fondos de inversión que en el 2016 habían comprado deuda de corto plazo, decidieron retirarse a pesar de una tasa de 80% anual en pesos. Tras asegurarse las elecciones de mitad de término, Macri y su equipo subieron los derechos de exportación (incluidos servicios) y retrasaron el tipo de cambio, a pesar de la crisis de deuda —solucionada por la intervención del FMI— y de la inflación galopante.

Esto demuestra:

  1. que el cambio en políticas de comercio exterior y tipo de cambio no tiene resultados inmediatos sino que hay un leve diferimiento.
  2. que intrínsecamente la política económica del segundo mandato de Cristina Fernández y de Mauricio Macri no revistieron grandes diferencias.

La caída del salario consecuencia de las medidas de gobierno post-elecciones 2017 implicaron caída de consumo interno y, por lo tanto, caída abrupta de importaciones.

Conclusiones

La caída de actividad del país en los últimos 10 años es una consecuencia directa de la caída de exportaciones.

En efecto, la demanda total de un país está compuesta por tres rubros:

  1. exportaciones,
  2. mercado doméstico,
  3. inversiones.

Nadie invierte si no piensa ganar dinero ya sea al exportar o al vender a sus compatriotas; por lo tanto c es consecuencia de (a o b) o de (a y b).

En una economía en retroceso, no hay forma de fortalecer el mercado interno porque no existe herramienta útil que financie el aumento de ingresos de la población, verdadero motor de la demanda interna.

Los gobiernos entran siempre en la trampa de estimular artificialmente el consumo ya sea con créditos a las familias, aumento de sueldos de la administración pública o compras estatales, en particular la obra pública. Nada de eso funciona, como ya se ha demostrado una y otra vez en los últimos años. Financiar obra pública con inflación implica bajarle el poder de compra a los asalariados a razón del 3% mensual. ¿Para qué? ¿Para crear 1000 trabajos temporarios de 4 ó 6 meses a sueldos mínimos de convenio? Es más el daño que el beneficio. Bajo toda la masa salarial del país un 3% para que 1000 ó 2000 personas tengan empleo por 3 meses. No funciona, porque no puede funcionar. No debe funcionar. Lo mismo sucede con el plan Ahora 12 ó préstamos a los beneficiarios de ANSES o similares. Estimulan la compra de bienes durables, en su mayoría compuestos por componentes importados. Al final del recorrido el gobierno incentiva las importaciones.

Por lo que la única forma de hacer arrancar el país es vía la exportación. De servicios (software, consultoría, auditoría, docencia, arte[1]), bienes industriales, bienes agropecuarios, pesca, minería[2], petróleo y derivados.

Toda la recuperación del país desde que asume Duhalde hasta que en el 2011, cuando la presidente Cristina Fernández hizo un viraje, se basó en el aumento de las exportaciones[3]. Cuando Cristina Fernández desenchufó las exportaciones, se cayó la economía, perdió las elecciones. Es un misterio para mí por qué la presidente desechó un programa que le fue exitoso.

El proceso que a CF le llevó 4 años (2011-2015), Macri lo liquidó en la mitad de tiempo (2017-2019).

La única forma de estimular las exportaciones es con un tipo de cambio competitivo, reducción y/o eliminación de los derechos de exportación.

Cuando se sature la capacidad de producción harán falta inversiones. Entonces tendremos que la exportación será el motor y las inversiones el acoplado enganchado a ésta. Para facilitar este proceso es conveniente eliminar los adelantos impositivos que encarecen artificialmente las inversiones.

Los reintegros, créditos selectivos, etc., sólo sirven para enriquecer funcionarios corruptos que eligen quién sí y quién no los recibe.

Un aumento de las exportaciones y de las inversiones consecuencia de las mismas llevará a más empleo y a una presión al alza de los salarios. A su vez, esto provocará un incremento de la demanda interna.

Por lo cual las medidas para aumentar exportaciones e inversiones son claras:

– aumento del tipo de cambio,

– baja y/o eliminación de los derechos de exportación,

– eliminación de los adelantos impositivos.

Para aumentar el consumo interno:

– eliminación de todo impuesto sobre los alimentos y bebidas, combustibles y servicios públicos[4].

Para quienes sostienen que sin los ingresos del IVA no pueden hacer funcionar el estado, les recuerdo que durante el año 2020 todo lo recaudado por IVA fue equivalente a los intereses pagados por el Tesoro Nacional. Y que los intereses triplicaron el costo de la totalidad de los sueldos de la administración pública. Podemos vivir perfectamente sin IVA, el impuesto que pagan los pobres de nuestro país.

De escuchar a las autoridades esta semana, se comprueba que pretenden seguir con la actual agenda: deuda a 7 días del BCRA, dólar atrasado y rogar a los Reyes Magos que aumenten las exportaciones.

Adoración a los Reyes Magos, El Greco, 1568.

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Referencias

[1] Venta de derechos musicales, libros, películas, revistas, fueron grandes exportaciones de la Argentina por décadas. Parte de ese negocio se arruinó cuando durante el gobierno de Menem se vendieron todas las editoriales a los españoles. Pasaron de promocionar a nuestros autores a hacerlo con los propios. Gran parte del conocimiento internacional de Borges, Bioy Casares, Córtazar, Roa Bastos u Onetti se debe a méritos propios y parte a que tenían una sólida industria editorial detrás. Lo mismo puede decirse con nuestros músicos y nuestra industria filmográfica que colocaba toda su producción en Hispanoamérica y lugares tan impensados como la Rusia soviética.

[2] ¿Usted sabía que Gran Bretaña está detrás de las explotaciones de litio?

https://www.bloomberglinea.com/2021/08/11/reino-unido-financiaria-la-produccion-de-litio-en-catamarca/

[3] Durante ese período 2003-2011 no sólo se exportaba soja. Hace una década atrás las EXPO de maquinaria agrícola era de US$ 200 millones. Actualmente es sólo un tercio de esa cifra.

[4] La caída del precio de los productos que integran la canasta básica aumenta la capacidad de compra del salario. El combustible compone el 20% del costo de todos los bienes.

 

Publicado originalmente por Restaurar.org http://restaurarg.blogspot.com/2021/08/exportaciones-pidamos-los-reyes-magos.html

 

 

 

JUGAR AL LÍMITE

Iris Speroni (gab: https://gab.com/Iris_Speroni)

Cada argentino abonó de IVA $ 43.368 en el 2020; $ 173.472 toda familia de cuatro miembros.

Según el ordenamiento de nuestra Constitución los gobernantes deben brindar una serie de servicios a los habitantes de la Nación.

CONSTITUCIÓN DE LA NACIÓN ARGENTINA – PREÁMBULO

Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino: invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución, para la Nación Argentina.

A saber:

    • constituir la unión nacional
    • afianzar la justicia
    • consolidar la paz interior
    • proveer a la defensa común
    • asegurar los beneficios de la libertad

Esta obligación es común a todos los estados modernos. Qué sí y qué no en nuestro caso lo instruye el Preámbulo. En otros países, los usos y costumbres.

La relación entre un Estado abstracto y los ciudadanos, con obligaciones por ambas partes se exacerba desde la Revolución Francesa, cuando varias naciones adoptan la república como forma de gobierno (Francia, EEUU, nosotros).

Sin embargo, pensar que actualmente el Estado tiene más obligaciones para con los ciudadanos que un monarca, aún uno absoluto, para con sus súbditos puede llevar a engaño.

La obligación del gobernante cambia con el tiempo, ya sea una monarquía, una república o un estado soviético. Pero en todos los casos hay cosas que sí deben hacer, caso contrario el régimen cae. Y los ejemplos de caídas abundan.

Las supuestas obligaciones de los gobernantes argentinos las lista la CN. Sin embargo la casta política vive fuera de la constitución. Al punto que hemos perdido la cuenta de sus transgresiones.

Las obligaciones del Estado se financian con impuestos. La constitución permite el endeudamiento, que no es otra cosa que impuestos futuros. Así que tenemos sólo impuestos, ahora o más tarde.

El Estado argentino en todos sus niveles cuesta, según el año, entre el 46% y el 50% de la economía (más el costo cuasifiscal que provoca el BCRA). Es uno de los más caros del planeta, con excepción de las economías comunistas donde todo es del estado (Cuba, Corea del Norte).

El estado político, esto es la casta política argentina, es levemente menos caro que en Francia, el más costoso de todos ellos; muy por encima de Gran Bretaña, EEUU, Alemania, Holanda e incluso Italia. Más caro que cualquier país de Sudamérica.

En las últimas décadas cada tres meses o ponen un impuesto nuevo o incrementan las alícuotas o la base imponible de alguno existente. Sin solución de continuidad. A lo que sumamos un impuesto inflacionario, no votado por el Congreso de la Nación.

Asimilé el estado a la casta política (“El estado político, esto es la casta política argentina”), porque ellos se consideran así. Utilizan al tesoro como caja propia. Dinero que ingresa al erario, los políticos lo gastan a su capricho.

El aumento sostenido y consistente de impuestos ocurre porque se lo permitimos.

Francia es un Estado caro. Millones de franceses mes tras mes, luego de una larga jornada laboral, comprueban que sólo cambian el dinero, meros soldados de El Club de la Pelea. Cuando Macron agregó un impuesto más, en este caso a la nafta, sufrió semanas y semanas de protestas sociales.

Acá nos aumentan los impuestos y nadie mueve un pelo. La inflación golpea a todos. El impuesto a las ganancias cuarta categoría alcanza a millones de personas.

Los representantes de los trabajadores formales, jamás se pusieron firmes sobre ambos abusos; no con convicción al menos.

En cuanto al aumento a los derechos de exportación implementado por Macri, como era “bueno” con el campo, los representantes del sector lo dejaron pasar. Como dejan pasar la diferencia de tipo de cambio.

Con la nueva ley de alquileres, encarecieron la vida de millones de familias, al agregar un impuesto del 1,5% sobre el contrato.

Recaudación de la AFIP, aquí. (https://www.afip.gob.ar/institucional/estudios/). 

Al pie de página están los ingresos del 2020 tal como aparecen en la página de la AFIP. A continuación están los ingresos tributarios y aduaneros sin la recaudación de la seguridad social. Agregué una columna a la derecha que calcula qué porcentaje del total representan. Verán que algunos gravámenes constituyen el 0,05% del total. Aun así, los diputados no los quitan. En el total no representan nada; sin embargo son un quiosco de unos cuantos y ahí queda.

Ingresos tributarios y aduaneros (sin recaudación de la seguridad social).
Los derechos de exportación constituyeron el 7,45% del total. Mientras que las familias pagaron por IVA el 37,63% del total.

Ésta es sólo una parte. El Estado Nacional recauda vía el BCRA el impuesto inflacionario y la diferencia de tipo de cambio (pagan $ 95 lo que vale $ 179).

Por un lado aumentan los impuestos en un aluvión incesante que nos ahoga. ¿El último? Esta semana, uno nuevo sobre la prima de seguro automotor.

Por el otro, dejan de prestar los servicios indelegables. Hace décadas que el régimen actual al cual la Nomenklatura denomina “democracia”, da de baja obligaciones una a una. Resolvió destruir las FFAA. La educación la despedazó, en un trabajo que lleva décadas. Hay provincias que no tienen clases, como Santa Cruz o Chubut; situación precovideana. La seguridad en algunos barrios es una risa, incluida la capital federal.

En uno y otro caso la respuesta de los damnificados, el Pueblo de la Nación Argentina, es adaptarse y no confrontar.

¿Aumentan los impuestos? Se ve la forma de eludir, evadir o, en su defecto, bajar el nivel de actividad para no pagar impuestos. ¿Nuevo impuesto a los alquileres? No se alquila, aunque eso conlleve una pérdida de ingresos. Sub/sobrefacturaciones, contrabando, trabajo en negro, todos subterfugios para huir de un estado tiránico sin agarrar un cuchillo.

Contorsiones necesarias para evitar impuestos.

Lo mismo sucede con la ausencia del Estado en el cumplimiento de sus obligaciones. ¿No hay servicio de salud o es de baja calidad? Contrato medicina prepaga o hago cuatro horas de espera en el hospital.

Esta falta de resistencia, tanto al aumento de impuestos como a la carencia de servicios, es lo que les avala a los políticos, con un alto grado de razonabilidad, a continuar como vienen.

Lo lógico sería que el poder judicial pusiera algún límite. O una palmadita en el reverso de la mano, como por ejemplo, obligarles a que en el ticket del almacén figure cuánto dinero de IVA e Ingresos Brutos se abone. Pequeñas cosas.

En otros países, en este caso EEUU, el ticket muestra al contribuyente cuánto corresponde a los productos y cuánto a los impuestos (tax).

No. 

El Pueblo Argentino pagó $ 1.951.560.793.000 de IVA sólo durante el 2020. Es un impuesto que pagan sólo las familias. Las empresas son agentes de retención (financieros). Cada argentino abonó de IVA $ 43.368 el año pasado. $ 173.472 por familia de cuatro miembros.

Pareciera una provocación. Exploran cuál será nuestro punto de ebullición. Por ahora pueden descansar tranquilos. Ni siquiera acudimos a nuestra pobre excusa de jueces para proteger nuestros ingresos de esta manga de langostas.

Se nos ríen en la cara. Todos los impuestos son votados por oficialismo y oposición. Merecen terminar con sus cabezas en lo alto de picas, no por los impuestos que nos aplican o los servicios que nos mezquinan, sino por cómo nos gozan descaradamente.

Diputadas nacionales a días del hundimiento del ARA San Juan.

Ingresos AFIP 2020 tributarios, aduaneros y de la seguridad social.

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

Publicado originalmente por Restaurar.org http://restaurarg.blogspot.com/2021/07/jugar-al-limite.html