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SANTA FE

Iris Speroni*

Provincia Invencible de Santa Fe

Con eso, los santafesinos, van a estar contentos y tal vez, tal vez, voten al oficialismo.

La semana pasada hubo elecciones primarias en la provincia de Santa Fe. En ellas el oficialismo tanto de la provincia como nacional (FdT/UP) quedó en segundo lugar a gran distancia de los candidatos de la oposición (JxC).

La mitad del electorado no fue a votar, por lo que no sabemos cómo serán los resultados en la votación definitiva.

Dicho esto hay razones objetivas para el malestar de numerosos santafesinos. Malestar originado y/o provocado por políticas públicas mayormente nacionales.

Voy a dar tres razones del disgusto de los votantes para con las autoridades:

    • el tipo de cambio manipulado por el BCRA que hace que las importaciones valgan el 50% de su valor real y por lo tanto sean competencia desleal con toda la industria del suburbio rosarino y del resto de la provincia, con su consecuencia de desempleo o de precarización laboral.
    • el tipo de cambio manipulado por el BCRA que se apropia de la mitad del valor de las exportaciones originadas en la provincia de Santa Fe y por lo tanto baja el PBI provincial y el PBI per cápita provincial.
    • la violencia originada en el tráfico mayorista y minorista de drogas.

No dudo que habrá otras razones adicionales.

Tipo de cambio importador a mitad de precio – Subsidio estatal a las importaciones – Mercosur

El destino del industrial argentino es o bien trabajar en negro o quebrar.

Se habla poco del daño que provoca en la industria doméstica un tipo de cambio artificialmente bajo. El dólar bajo es una herramienta con la cual el gobierno federal subsidia, abarata artificialmente, las importaciones que son competidoras de la fabricación nacional.

El importador paga el 50% del valor del producto que importa (porque paga el dólar/euro a un 50% de su valor).

Esta operación provoca que pueda ofrecer al 50% de su valor en el mercado doméstico en competencia desleal con los que producen localmente, ya sea metalmecánica, vidrio, cerámica, telas, calzado, lo que gusten.

Mercosur: si las importaciones son de Brasil, el daño es aún mayor, porque no sólo se importa al 50% del valor, sino que no hay aranceles. Tenemos la barrera abierta a importaciones al 50% del valor de origen. Luego les pedimos a los industriales argentinos que compitan.

Ya de por sí eso es razón suficiente para mandar a la quiebra a miles de talleres e industrias, con su consecuencia de: a) desocupación y trabajo informal, b) la pérdida de la cultura de trabajo calificado que debería pasarse de la gente mayor a los más jóvenes. Al romperse esa cadena de conocimiento los trabajadores actuales están menos preparados que los que teníamos hace 30 años en toda suerte de oficios.

El otro punto del Mercosur es el desfinanciamiento de Argentina. El dinero que se va, es dinero que no se usa para reinvertir, es pérdida de capital argentino. El déficit comercial con Brasil 2000-2022 fue de 54 mil millones de dólares acumulados.

Parte de esa pérdida de capital y de capital humano afectó a Santa Fe.

La política de manipulación de tipo de cambio lleva muchas décadas; sufrimos los últimos 12 años ininterrumpidos [1].

El objetivo es tener dólares baratos para que determinados sectores – los que gobiernan – puedan comprar divisas a mitad de precio [2].

A esta manipulación del tipo de cambio hay que sumar un sistema impositivo asfixiante, no sólo en los montos de impuestos a pagar sino en la cantidad de impuestos diferentes a liquidar y en la malsana costumbre de pedir adelantos impositivos que le quitan a las empresas su capital de trabajo (o disponibilidad de fondos). Todo eso encarece la posibilidad de producir localmente.

Si a eso se le suma que las importaciones tienen un subsidio del 50%, sin aranceles, el destino del industrial argentino es o bien trabajar en negro o quebrar.

Esas políticas monetarias y comerciales argentinas han provocado en las últimas décadas un tendal de quiebras en el conurbano de Buenos Aires, en el conurbano de Rosario y en el resto del país, con su verdadero estrago en la cultura del trabajo industrial, la pérdida de creación de trabajo calificado, bien pago.

No existe más la sana costumbre de que el trabajador se hiciera su casa, se comprara su fitito y se fuera de vacaciones 10 días a Santa Teresita.

Las políticas monetarias y comerciales nacionales han provocado este tendal de marginalidad, desesperanza y desindustrialización cuyas consecuencias están a la vista.

Exportaciones – Manipulación del tipo de cambio por parte del BCRA

Argentina exportó U$D 88.446 millones en el 2022.

De esa cantidad, U$D 19.163 millones corresponden a la provincia de Santa Fe. Constituye el 21,7% del total.

De ese dinero el BCRA se apropió de U$D 9.581 millones con el simple procedimiento de comprar los dólares a mitad de precio.

La población estimada de la provincia de Santa Fe es de 3.556.522 (Censo 2022). El gobierno central le robó U$D 2.694 a cada santafesino en el 2022.

Esto afecta a los santafesinos de dos maneras.

    • La primera es tener menos dinero en sus bolsillos. Para pagar mejores sueldos, para cobrar mejores sueldos, para reinvertir en el negocio, para irse de vacaciones, para comprar vajilla y cortinas, para tomar un café, para pagar impuestos provinciales y municipales.
    • La segunda manera es más dañina: hace que determinadas explotaciones pasen de ser redituables a trabajar a pérdida [3].

A esto hay que sumar que la Aduana se queda con DEX, quitando otro mordisco al 50% remanente. Si además ganó una moneda, la AFIP se queda con impuesto a las ganancias, y gane o pierda plata debe pagar impuesto al cheque, cargas sociales, ABL, caminos rurales, IIBB, etc. [4].

El tipo de cambio manipulado provoca desinversión y el mayor de los daños: las cosas que no se hacen porque los números no dan.

Drogas – Delito

No es mi tema. Sí queda claro que ni el gobierno nacional ni el provincial tienen un plan para acabar con el delito en Santa Fe (o en ningún otro lado, para el caso). ROSARIO, LA SOLUCIÓN BUKELE.

Conclusiones

Nuevamente, el sector productor agropecuario sigue sin tener representantes en las legislaturas provinciales y en el Congreso Nacional, a diferencia de Brasil o Paraguay.

La solución más rápida a muchos problemas de Argentina es sincerar el tipo de cambio y sostenerlo. Va a limitar las importaciones, en particular las chantadas como las pseudomillonarias inversiones de algunas industrias, simples dibujos para comprar dólares a mitad de precio.

Un dólar normal estimularía a la industria nacional sin necesidad de subsidio alguno.

El tipo de cambio sin manipulación no puede ser un espasmo. Debe ser una política para sostener. 

Fomentará las exportaciones, que sin mucho esfuerzo pueden llegar a 300 mil millones anuales. En particular la producción láctea, debe crecer a los niveles actuales de Brasil y poder exportar mientras los tamberos, en lugar de fundirse, ganen plata. Ídem producción de carne porcina.

El tipo de cambio alto va a permitir que el dinero que el gobierno central le quita a Santa Fe, quede en manos de los santafesinos y del fisco provincial y de los fiscos municipales [5].

Con eso, los santafesinos, van a estar contentos y tal vez, tal vez, voten al oficialismo que, simplemente, los deje vivir.

En cuanto al lumpenaje y violencia, es sólo querer acabar con ellos. Por ahora, no está en la agenda de nadie.

A los productores agropecuarios les recuerdo lo que escribí para la Revista de la Bolsa de Comercio de Rosario: hay que ocupar bancas. En el concejo deliberante, en la legislatura, en el HCN. [6]

No es tan complicado. 

En cuanto a los industriales: no tienen que pedirle al estado ni créditos blandos, ni subsidios, ni ninguna canonjía que son sólo excusas para pedir peaje. Tienen que pedir un dólar sincerado que es la barrera natural contra las importaciones no aranceladas (Brasil, Mercosur), contra el contrabando (el contrabando es de aranceles, no de tipo de cambio) y las importaciones normales. Pedir que se acaben los adelantos impositivos y se cobren pocos impuestos en lugar de la actual maraña. Con esas pocas medidas van a trabajar más acá y van a poder exportar.

    • El objetivo número 1 para los santafesinos debería ser que el gobierno central les deje de robar con el tipo de cambio. 
    • El segundo, que les deje de robar con las tasas de interés altísimas.
    • El tercero que eliminen las DEX, como sucede en Bolivia, en Brasil, en Paraguay y en Uruguay. Como sucede en todo el resto del Mercosur. 
    • En cuarto lugar, que se eliminen los adelantos impositivos.

Con esto va a aumentar el trabajo y mejorar el sueldo promedio. El resto viene solo. Pero eso no va a pasar si no ponen a gente en las bancas.

Mejor suerte para el 2025.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Notas

[1] Es política de Estado en tanto y en cuanto comprende el segundo mandato de Cristina Fernández y a los mandatos de Mauricio Macri y Alberto Fernández. Las herramientas variaron. Con los Fernández se usó el monopolio del mercado cambiario donde el BCRA fija un precio arbitrario por debajo del real (ahora del 50%). El gobierno de Macri usó otro mecanismo: endeudó al país para vender esas divisas, de esa manera aumenta artificialmente la oferta de divisas y manipula los precios a la baja. Dura lo que dura la oferta artificial de divisas.

[2] Ya sea para abaratar inversiones (las petroleras, las automotrices pagan la mitad de sus “millones de dólares en inversiones/plantas/exploración”; ya sea para comprar las divisas y remitirlas al exterior en forma de pago de servicios, repago de préstamos verdaderos o ficticios, ahorros, etc.

[3] Es el caso de la cría de cerdos (que además compiten con las importaciones brasileñas a mitad de precio), tambos, ganadería, arroz y mil y una producciones. Sus competidores de Paraguay, Bolivia, Brasil y Uruguay reciben precio pleno mientras que los santafesinos, no. Miles de emprendimientos no se iniciaron porque uno debe calcular la factibilidad con un precio final del 50%.

[4] Además, el gobierno nacional no ayudó con la sequía, a diferencia de otros países, como España, donde el auxilio a los productores fue millonario.

[5] En cuanto al precio de los alimentos…si están tan preocupados, muchachos, saquen todos los impuestos a la comida, que llegan al 50% del precio de venta.

[6] Si no pueden, pongan a la hermana, hija, cuñado. En todas las listas. Lugar que ocupan, no lo ocupa otro. En JxC, en FdeT/UP, en terceros partidos, en cualquier partido vecinalista. Si tienen un hijo de izquierdas, se le paga el lugar en la lista en el FIT. Nadie defiende mejor los intereses que uno mismo.

 

Lecturas relacionadas

INDEC. Origen provincial de las exportaciones. 2022.

https://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/opex_03_23E165E1E942.pdf

Sobre ruedas

http://restaurarg.blogspot.com/2023/06/sobre-ruedas.html

Rosario, la solución Bukele

http://restaurarg.blogspot.com/2023/02/rosario-la-solucion-bukele.html 

La participación del campo en la vida pública argentina

http://iris-speroni.blogspot.com/2020/03/la-participacion-del-campo-en-la-vida.html 

 

Artículo publicado el 22/07/2023 en Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2023/07/santa-fe.html

ORDEN, DIVINO TESORO

Iris Speroni*

“El Jardín de las Delicias” de El Bosco, detalle.

En nuestro bendito país vivimos entre el caos y la anomia. 

 

Lecturas previas:

Equilibrio inestable

http://restaurarg.blogspot.com/2019/12/2020.html

Más de lo mismo 

http://restaurarg.blogspot.com/2020/08/mas-de-lo-mismo.html

 

El caos y la anomia van desde cosas menores que sólo causan inconvenientes y trastornos, a temas graves.

A saber:

Los delincuentes comunes tienen carta blanca para asaltar a un trabajador que espera el colectivo a las cinco de la mañana, o una señora que viene de hacer las compras; a robar una mochila, un celular, una moto, un automóvil, un comercio minorista, ganado o una carga de camión. El Estado, como institución, no persigue al delito común.

Las personas de a pie todos los días viven con zozobra las más diversas situaciones: si habrá transporte público al día siguiente para ir a trabajar o, peor aún, para volver a la tarde a la casa. Si habrá clases o no al día siguiente y por lo tanto, con quién dejar a los niños. El Estado, a pesar de arrogarse la autoridad de aplicación de control —y a veces gestión— del transporte público (o de educación), no cubre su obligación.

Acceder a la salud pública en algunos lugares puede ser caótico. Las guardias de los hospitales están sobrepasadas, con reyertas permanentes (por el conflicto por mucha demanda y oferta insuficiente) entre los pacientes con el personal y entre sí. A lo que hay que agregar —al menos en las grandes urbes— escenas de prepotencia por parte de drogones que exigen psicofármacos al personal. La policía o está ausente o su presencia es a todas luces insuficiente, lo cual deja desprotegido al personal, al resto de los pacientes y a las instalaciones.

Ingresar a algunas universidades públicas —no todas— es un viaje psicodélico. Parecen las habitaciones de heroinómanos —al menos como las describen en Hollywood— o las fotos del departamento de Charly en su peor momento. Graffitis, trapos colgados con leyendas que enuncian intereses y/o demandas incomprensibles. No pareciera un ámbito propicio para el estudio. Lamentablemente las escuelas públicas primarias y secundarias han adoptado esas modalidades en los últimos tiempos. Todas las superficies cubiertas con leyendas estrambóticas —ej. retrato de Mandela, banderas multicolores y rezos a la Pachamama— que, creo, deben distraer la atención del alumnado. Digo yo, que de docencia y psicopedagogía no entiendo nada.

Un escalón abajo en este listado (a mi criterio), es la anomia en los lugares públicos. Las disputas políticas se dirimen por demostraciones de fuerza en la calle (no otra cosa es cortar una ruta o la 9 de julio); dando por redundante el sistema de representación instituido (los cuerpos deliberativos definidos por la Constitución). Se extiende a lo más pedestre: sin que nos enteráramos se suprimió la prohibición de defecar, orinar o copular en la vía pública, no hace falta higienizarse para utilizar el transporte público y se ha degradado toda forma de convivencia.

Pero el peor desorden es la ausencia de moneda. Nada tiene precio. Nadie sabe cuánto va a valer el sueldo cuando se cobre [*]. Lo mismo corre para los honorarios, facturas o cualquier otra cuenta a cobrar. Tampoco uno sabe cuánto pagará de luz el próximo bimestre. Hasta el ABL cambia mensualmente por inflación. En resumen, es imposible hacer la más mínima planificación de la economía familiar o de un comercio o de una industria o de una producción agropecuaria o de un servicio a brindar. Un horizonte de tres meses es una alquimia. El Estado no cumple con su obligación de sostener el valor de una moneda de curso legal.

Otro punto, que afecta a las empresas y a las economías familiares por igual, es la tasa de interés. La misma está determinada unilateralmente por el BCRA. Ésta constituye el piso mínimo de todas las tasas de interés en pesos en la economía argentina. Si el BCRA fija una tasa de 80% anual para sus transacciones, todas las tasas de la economía serán 80%+plus. Si la fija en 100%, no habrá tasa en la economía inferior a eso. Por lo tanto, todo particular que deba saldar sus deudas con la tarjeta de crédito o retraso de pago de servicios públicos o impuestos, pagará lo que fije el BCRA más algo. En cuanto a los privados, les define el costo de descontar cuentas a cobrar (o cheques diferidos o pagarés). A veces, deben venderlos por la mitad de su valor si quieren contar con la liquidez necesaria para hacer frente a sus obligaciones, por ejemplo, el adelanto de impuestos. En resumen, el Estado, vía el BCRA, les complica la vida a todos y pone en riesgo, eventualmente, la supervivencia de su explotación. El Estado, o mejor dicho, los gobernantes que administran al Estado, no nos aseguran los beneficios de la libertad.

 

Fue el Estado

Es el Estado el que instala la anomia y el caos en la sociedad y no al revés.

No es un pueblo descontrolado al cual los gobernantes no saben o pueden controlar, sino un pueblo razonablemente ordenado y coherente al cual el Estado boicotea, dinamita y bastardea permanentemente 7×24.

Una buena prueba fue la celebración por el tercer campeonato del mundo de fútbol de varones. Millones de personas en la calle. Pudo ser una tragedia. Una puerta doce multiplicada por diez mil. Nada sucedió. En parte porque la gente estaba feliz. Pero en parte porque somos personas intrínsecamente civilizadas y —lo hemos demostrado a carta cabal— sabemos convivir. O supimos hacerlo esas cuantas horas.

Esto se agrega a lo cotidiano. Todos los días la gente va a trabajar (aun cuando no se sepa el valor de compra del sueldo a fin de mes). Los proveedores entregan la mercadería, a veces con precio abierto. Los profesionales ofrecen sus servicios —aunque la factura sea pagada 60 días después, Dios sabe a qué valor—. Los alumnos van todos los días a la escuela. Existen fechas de exámenes. Se dan turnos para VTV. Los panaderos hornean su pan y las medialunas. Todos hacemos nuestra parte.

Millones de argentinos todos los santos días hacemos nuestra parte.

Los únicos que no hacen su parte son los gobernantes. 

Los gobernantes

Los representantes del pueblo tienen bien marcada la cancha. Los límites y las reglas de juego. Se les dice lo que deben hacer y juran hacerlo. ¿Dónde? ¿Cómo?

La Constitución les dice sus obligaciones. La ceremonia de asunción no es para que les aplauda la familia. Es una formalidad donde juran respetar la constitución, ante testigos y en presencia de fedatario (escribano). Esto es, se hacen cargo de un contrato.

¿Qué les ordena a hacer la constitución a nuestros queridos, bien amados gobernantes?

Preámbulo…afianzar la justicia, consolidar la paz interior”. Esto implica ocuparse de los delincuentes comunes y evitar que nos masacren por goteo y en cámara lenta, como sucede ahora. El laissez faire, laissez passer actual, aprovechar la excusa de la pandemia para liberar presos, no buscar a los prófugos y no voy a enumerar las acciones de funcionarios públicos que conocemos de memoria, es un incumplimiento de esta cláusula del contrato. ¿Por qué lo hacen? Los que están en el métier (fiscales, jueces, algunos policías, empleados judiciales) probablemente lo hagan por plata. El resto de la dirigencia política lo hace o bien porque el crimen les lleva su parte en efectivo una vez por semana o bien porque están demasiado ocupados robando en otra área de gobierno para meterle garra a esto. Quien se decida a cambiar las cosas, deberá echar a (casi) todos los jueces y a (casi) todos los fiscales y vaciar (casi) todas las cátedras de las facultades de derecho nacionales.

Otra que Hércules limpiando los establos.

Preámbulo…proveer a la defensa común”. Olvídense. Ni en la agenda está. Le delegaron al Foreign Office la determinación de los ascensos militares. No se gasta un peso ni en comprar una gomera. Un miembro jerárquico de las FFAA con años de desempeño y estudios gana mucho menos que un empleado administrativo raso de la ANSES. Por supuesto, no hay ni tanques, ni buques, ni aviones, ni municiones.

Preámbulo…promover el bienestar general”. No hay bienestar si la jubilación es miseria, si hay que esperar horas para ser atendido en una guardia, cuando la educación es deficiente y el transporte público es errático, escaso, poco confortable y, a veces, peligroso.

Pero lo peor de todo es la inestabilidad económica. La destrucción de la moneda, el tipo de cambio manipulado, las altas tasas nominales de interés. Nada genera tanta angustia y zozobra en los corazones y en alma de todos los argentinos.

Todos estos ítems también forman parte del contrato que los funcionarios firman/juran. El art. 75 de la Constitución, incs. 11 y 19, les exige a nuestros bien amados líderes:

11. Hacer sellar moneda, fijar su valor y el de las extranjeras… 19. Proveer lo conducente a … la defensa del valor de la moneda…”.

Lo cual, a todas luces, no cumplen.

La manipulación del tipo de cambio por parte de las autoridades, su subvaluación, hace que los bienes y servicios exportables reciban menos pesos que lo justo (lo que desestimula las exportaciones) y salga artificialmente barato importar (por eso los miles de millones de dólares en chucherías que se traen de China). ¿Por qué? Porque el Estado, con esta medida, desordena todos los precios de la economía. Hace antieconómico explotar una finca de peras y manzanas o de vides (porque el propietario debe vender a mitad de su precio su cosecha) [**], pero también hace cuesta arriba competir con productos industriales cuando el importado se compra a mitad de precio.

Todos estos efectos aunados generan destrucción de valor. Cierre de explotaciones, quiebras, desestímulos varios. Pérdida de riqueza, desocupación, pobreza. Por todo esto, hace más de una década que el PBI per cápita decrece. Por todo esto, Argentina pierde palmo a palmo su lugar de potencia mundial desde hace décadas.

El modelo

Sin embargo éste es el modelo económico, político, social y cultural del país. Podría agregar más cosas, como que los gobiernos, en particular desde Macri a hoy, dejaron de festejar las fiestas patrias y se le falta el respeto lisa y llanamente a la religión oficial del Estado argentino, la cual se suplanta por paganismos varios. Pero es para otro día. Me quedo en lo económico.

Este modelo —LELIQs con intereses millonarios diarios, dólar y todas las divisas subvaluadas, tasas de interés de tres dígitos—, esto es el modelo. Es el sistema caótico con el cual el poder está cómodo.

No es un modelo con problemas que anda mal. El modelo es ésto.

Como las bacterias crecen cuando sube la temperatura (con ese proceso se hace el yogur o se leva la masa) de la misma manera quienes gobiernan se hacen más ricos con el caos; léase inflación, distorsiones en los tipos de cambio y tasas de interés delirantes.

El barril sin fondo

Como el modelo es éste, y con el mismo algunos pocos, justamente los que gobiernan, se hacen ricos, nadie propone cambiar. Nadie quiere, sabe o puede eliminar el sistema de Leliqs.

Nadie quiere, sabe o puede acabar con el sistema desdoblado del mercado cambiario. Pueden preguntarle a cada uno de los candidatos.

Nadie quiere acabar con el curro infinito de la deuda pública.

El tipo de cambio desdoblado (pagan la mitad a quienes exportan y se lo ceden a los amigos a mitad de precio) no lo van a cambiar. Quienes consiguen los dólares a mitad de precio están ante el mejor negocio de sus vidas ¿quién no quiere comprar diez millones de dólares al precio de cinco? No hay negocio sobre la tierra que se le compare. Ni robar las armas que EEUU manda a Ucrania y venderlas al mercado negro da más dinero que esto. Además, no es un negocito de monedas. Se repartieron 88.446 millones de dólares sólo en 2022. Se repartieron hasta el fondo del tarro, al punto que meses después no pueden hacer frente a las obligaciones del Estado. ¡Con todo el dinero que los argentinos les dieron en concepto de impuestos y confiscación cambiaria!

Mientras los productores de peras y manzanas de Río Negro o los madereros de Corrientes o los cultivadores de té de Misiones [***] no saquen el facón y degollen a medio directorio del BCRA, esto va a seguir sucediendo [****].

¿Qué pasó con ese dinero? ¿Qué sucedió con los 88.446 millones de dólares de exportaciones del 2022? ¿Qué sucedió con los U$D 1.000 millones de exportaciones de maní del 2022?

Se lo repartieron los amigos de De Mendiguren, quienes acceden a esos dólares a mitad de precio. Los que anuncian inversiones en terminales automotrices inverosímiles, en la sapiencia de que el BCRA les vende esos cientos de millones de dólares a mitad de precio. Invierto 20 millones, digo que sale 200 millones, compro 200 millones a mitad de precio. Gané 80 millones de dólares. Clinck, caja.

Habrá o no peaje en la secretaría que lo autorice, pero en el fondo, eso es irrelevante.

El Estado funciona como una herramienta para quitarles dinero a unos argentinos y dársela a otros (y la mayor de las veces a extranjeros, como las terminales automotrices). 

Las próximas elecciones

Pareciera que la dirigencia empresarial y política, que no se caracteriza ni por su altruismo, ni por sus deseos de grandeza, ni por el amor al país, ni por tener demasiadas luces, nos ofrece lo de siempre. El modelo BCRA+De Mendiguren.

Por lo pronto a mí me importan pocas cosas para esta elección:

    1. entrar a los BRICS, y
    2. esperar a que sobrevivamos a cuatro años de más de lo mismo.

Lo que a mí me importa:

    1. acabar con el aborto,
    2. acabar con el desatino de las LELIQs,
    3. liberar el tipo de cambio,
    4. comerciar libremente en cualquier divisa,
    5. llegar al pleno empleo,
    6. que todo el trabajo sea en blanco,
    7. que el trabajo sea bien pago,
    8. pertrechar a las FFAA,
    9. llegar a U$D 300 mil millones de exportaciones.

Todo eso, será para dentro de cuatro años, con suerte.

Otro sí digo:

El Orden

Argentina creció y se constituyó como una de las potencias mundiales entre 1880 y 1975. Casi cien años de paz. En un breve lapso terminó la Guerra del Paraguay (que finalizó el período de guerras civiles), derrotó al indio araucano en la Campaña del Desierto y coronó al dominar la última sublevación provincial cuando la Nación sofocó el levantamiento de Tejedor (provincia de Buenos Aires).

El indio, o mejor dicho los malones, eran promovidos por el gobierno chileno como forma de hostigar a la Argentina e impedir su crecimiento. Le daba armas y dineros a los araucanos, los cuales pasaban el verano con sus familias y el invierno maloneando, esto es robando ganado (vacuno y equino), quemando casas y robando mujeres y niños. Una guerra de guerrillas. Lo producido se lo vendían a la oligarquía chilena la cual hacía pingües ganancias, incluida la venta de cueros a California por vía marítima. El resultado aquí era: a. pérdida permanente de patrimonio —los malones se llevaban todo el crecimiento de hacienda y había que empezar de cero—, b. la hostilidad contra los asentamiento de población al zaherir en los más débiles, las mujeres y niños. Para las almas sensibles que defienden los malones: las mujeres eran vendidas a los prostíbulos de Valparaíso, y las más lindas, a los de California.

Esto es, el gobierno chileno, al usar como herramienta a varones corajudos de la Araucanía, tercerizó frenar el avance del gobierno argentino sobre el territorio patagónico, probablemente con la esperanza de poder hacerlo ellos en nuestro lugar.

La zozobra de la vida de las familias en zonas de frontera fue lo que motivó que gran parte del Ejército de Roca estuviera integrado por indios argentinos, como parte del ejército regular y con grado militar; porque era imposible crecer y prosperar cuando uno es el objeto de una guerra de guerrillas estimulada por un poder extranjero, como una pieza de ajedrez de las relaciones internacionales.

La Argentina no pudo contraatacar —como forma de defensa efectiva— sino hasta que el ejército chileno estuvo ocupado en La Guerra del Pacífico (1879-1884), cuando éste no pudo brindarle el soporte a los guerreros araucanos, los cuales debieron replegarse en la Araucanía. Roca no masacró a nadie. Los corrió y ellos se volvieron a sus casas, con sus mujeres y sus hijos. Lo único que pasó es que el soporte de esa guerra de guerrillas (las FFAA chilenas, el gobierno chileno y la oligarquía chilena) estaba ocupado en el frente norte. Ganaron territorios a Bolivia y Perú; perdieron sus pretensiones sobre la Patagonia. Es conveniente tener todo esto en mente para las décadas que se vienen.

Cabe preguntarse por qué desde 1983, a partir de que perdimos la Guerra del Atlántico Sur y nuestro país está intervenido por los vencedores, es que se cambió el “relato” sobre lo sucedido en la Conquista del Desierto, y por qué a los niños, adolescentes y adultos jóvenes universitarios no se les enseña todo esto que está pulcramente documentado. Por qué no se enseña la fuerte relación entre los malones de araucanos y el gobierno chileno. Por qué se insiste en que los araucanos vivían en territorio patagónico cuando toda la documentación sostiene que la población precolombina de la zona era toda tehuelche. Dicho no sólo por exploradores españoles y portugueses sino por aventureros, viajeros y agentes de la Corona Inglesa. ¿Por qué?

Tuvimos años de paz, crecimiento en riqueza, población, cultura, hasta que nuevamente, potencias extranjeras se entrometieron para debilitarnos. Y no hay mejor forma de extenuar y menguar a un pueblo que generar conmoción interior. Con ese espíritu debemos evaluar los hechos de la década del ’70, los cuales derivaron en un gigantesco endeudamiento con Martínez de Hoz, grillete que tenemos hasta hoy.

Hay que recuperar el país, darle paz y estabilidad al pueblo y sacarnos la deuda externa de encima.

Esperemos que quien asuma en diciembre nos deje algo de país (o al menos un país íntegro territorialmente) en el 2029.

Un abrazo, querido lector.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Notas

[*] Qué se va a poder comprar con lo que se cobre = cuál va a ser el “poder de compra”.

[**] Por esta razón (el dólar subvaluado) es que se redujo la superficie plantada de arándanos, se han talado limoneros en Tucumán y la superficie plantada con cerezos en Los Antiguos crece a velocidad de caracol.

[***] El cluster manicero exportó en 2022 U$D 1.000.000.000.000. Esto es, el BCRA le robó a todos los productores, contratistas, transportistas, peones, del maní la suma de U$D 500 millones. Lo digo en criollo: les chorearon 500 palos verdes y aquí no pasó nada. No corre sangre por las calles, no sucede como en Brasil que aparece un funcionario muerto en la bañera, nada. Así que lo van a seguir haciendo.

[****] Ustedes deberían haber visto las audiencias de la comisión de agricultura de Diputados (Diputados TV) donde los productores tímidamente balbuceaban que tenían “un problema” con el tipo de cambio.

 

Lecturas relacionadas

Equilibrio inestable

http://restaurarg.blogspot.com/2019/12/2020.html

Más de lo mismo

http://restaurarg.blogspot.com/2020/08/mas-de-lo-mismo.html

 

Artículo publicado el 24/06/2023 en Restaurar, http://restaurarg.blogspot.com/2023/06/orden-divino-tesoro.html.

SOBRE RUEDAS

Iris Speroni*

Todo el dinero que la Argentina le ha dado a Brasil en los últimos 40 años, en particular durante los gobiernos de Lula, hace más mezquino y despreciable el gesto que el presidente brasileño tuvo para con el nuestro.

 

Argentina exportó en más de dos décadas, del 2000 al 2022, la suma de U$D 1.308.657 millones. Un billón trescientos mil millones de dólares y monedas.

En ese plazo (2000-2022) importó U$D 1.118.252 millones.

Por lo tanto, el saldo comercial de bienes arrojó un superávit acumulado, 2000-2022, de U$D 190.405 millones.

Esa cifra es la mínima que deberíamos tener de reservas en nuestro BCRA.

A la balanza comercial hay que sumarle y restarle los servicios. Esos números aparecen en los informes de cuenta corriente externa del BCRA y nos dedicaremos a eso otro día. Sólo como introductorio, son servicios: intereses públicos y privados, seguros, fletes, turismo, consultorías y asesorías, servicios intangibles (servicios de docencia y desarrollo de sistemas, derechos intelectuales sobre patentes, marcas, arte), dividendos, etc. Es una cuenta fuertemente deficitaria pero solamente porque nuestros gobernantes son extremadamente voraces. Si a quienes venden servicios no quisieran morderles 50% de su facturación por diferencia de tipo de cambio, más IVA, más ganancias, más Dios sabe cuántas más cosas, declararían su facturación y tal vez —tal vez— la cuenta corriente también sería superavitaria.

Esos 190 mil millones de dólares que deberían estar y no están, se fueron a las manos de los amigos. Canuto de políticos, la mentira de la deuda externa, venta de dólares baratos a los “empresarios” amigos muchos de ellos extranjeros. En fin, lo hemos hablado hasta el hartazgo.

Brasil

Durante los gobiernos de Alfonsín y Sarney se establecieron las bases de lo que fue el Mercosur. En un principio se vendió al público como una gran cosa. Básicamente, que le iba a abrir el mercado brasileño a la Argentina, lo que no sucedió.

Las industrias se mudaron de Argentina a Brasil motivados por exenciones impositivas, tipo de cambio competitivo (que estimulaba las exportaciones brasileñas), y un salario que era —en ese entonces— más barato en Brasil que acá. Hoy es al revés. Es mejor el salario brasileño que el argentino. Sin embargo, las empresas no se mudaron de vuelta para acá, lo que demuestra que los salarios bajos son una excusa y no la verdadera razón. Si fuera cierto —que no lo es— nadie pondría industrias en Alemania y las pondría en Namibia, lo que no sucede.

Las multinacionales y algunas empresas argentinas se mudaron y desde allí abastecieron a nuestro país sin pagar arancel alguno. En ese momento, el mercado interno argentino era más importante que el brasileño, lo que se revirtió ya hace varias décadas. No fue un intercambio de ida y vuelta porque la cantidad de trabas que ponen los brasileños a productos argentinos y uruguayos no permiten un comercio fluido (en absoluto). Creo que el Mercosur fue una de las tantas herramientas del tratado de Versalles luego de perder la Guerra del Atlántico Sur. Y que el objetivo —altamente exitoso— fue desindustrializar a nuestro país.

Intercambio comercial de bienes con Brasil

La balanza comercial de bienes con Brasil es altamente deficitaria. 2000-2022 perdimos con ellos la friolera de U$D 54.439 millones. Es decir, le vendemos a todo el mundo para poder comprarle cosas a Brasil. Y se los compramos a ellos y no, por ejemplo, a Irlanda, porque viene de Brasil sin aranceles. Por eso Unilever y Procter & Gamble y J&J nos abastecen productos tan sofisticados como el jabón de tocador, la pasta dentífrica y el shampoo desde Brasil y no desde Malasia o Dinamarca. El tipo de cambio retrasado, la ausencia de aranceles justifica traer esos sofisticadísimos productos por camión por miles de kilómetros en lugar de fabricarlos en, no sé, Merlo, PBA. Hago saber que los argentinos teníamos conocimiento del sofisticado proceso de fabricación de jabón desde las épocas de Vieytes. Digo. Pero no, se lo compramos a los gringos, a precios exorbitantes, fabricado en Manaos. Nos deberían dar el Darwin Award vitalicio.

Quiero hacer la siguiente cuenta y tratar de explicar su monumental importancia. Si sacamos de la ecuación a Brasil, nuestro superávit comercial con el mundo es de U$D 248.822 millones. Esto es, tan mal no hacemos las cosas si podemos exportar tanto al mundo y tener un superávit comercial sostenido. Y conseguimos divisas por el mundo, con la venta de nuestro trabajo, para ir como prostituta golpeada, a ponérselo a los pies de Brasil. En el orden de U$D 54.439 millones en más de dos décadas.

Aun así, quien más dinero le dio a nuestros hermanos brasileños fueron los gobernantes nacionales y populares del Kirchnerismo. Acá los números. De los U$D 54.439 millones de dólares, U$D 40.660 corresponden a los años de Néstor Kirchner, Cristina Fernández y Alberto Fernández. Tal vez así se pueda explicar el entrañable amor de Lula a los gobiernos “nacionales y populares” de aquí. Financiamos parte del crecimiento espectacular de Brasil en estas décadas. Debo aclarar que Brasil creció por su cuenta e hizo algo muy inteligente: desde que asumió Lula la primera vez, puso de motor de su crecimiento al campo. Triplicó las cabezas de ganado (lo que había propuesto el general Perón para nosotros lo llevó a cabo Brasil), mientras el amigo de Lula, Néstor Kirchner, prohibía las exportaciones de carne y era connivente en que los frigoríficos argentinos se vendieran —algunos por monedas— al gigante brasileño.

En qué gastó la Argentina. Esos datos los tiene clarísimos y desagregados el INDEC. Sólo voy a poner la lupa sobre algunas cosas.

En aeronaves (desde globo aerostáticos, helicópteros, aviones, y repuestos), desde el 2002 y el 2022 se compraron a Brasil U$D 1.066.814.281,07. En su mayoría los años 2010 (U$D 327.204.078,34), 2011 (U$D 410.276.795,49), 2013 (U$D 73.604.812,52) y 2016 (U$D 218.013.681,30), que no es otra cosa que el acuerdo de Cristina Fernández con Lula por los EMBRAER para Aerolíneas Argentinas.

Sólo para poder comparar, un buque carguero cero kilómetro ideal para fletar nuestras cosechas, sale 70 millones de dólares. Con ese dinero hubiéramos tenido flota de ultramar propia. Si nos quedamos en la aeronavegación ¿Cuántos Boeing podríamos haber comprado?

Los autos feos

Desde el 2002 al 2022 la República Argentina exportó U$D 136.232 millones por su complejo exportador automotriz. Los informes del INDEC sobre complejos exportadores siempre consignan en forma discriminada lo que trae a la Argentina este sector. Obtener los números de importación del mismo sector, es más complejo. Aun así, voy a tratar de mostrar algunos números.

Exportaciones del Complejo Automotriz – Fuente INDEC. en millones de dólares.

Las exportaciones del rubro 2002-2022 fueron de U$D 136.232 millones.

Del total, a Brasil se exportaron U$D 90.865 millones, lo que constituye el 67% del total. Es decir, de lo que el sector exporta, dos tercios van a Brasil.

Las importaciones del sector automotriz 2002 – 2022 fueron de U$D 190.128.413.481.

De Brasil, en particular, fueron U$D 110.814.054.359, lo que comprende el 58% de las exportaciones del sector.

Más interesante aún es ver cuánto del déficit con Brasil 2002-2022 (que fue de U$D -55.861 millones), U$D fueron por las importaciones netas (importaciones menos exportaciones) del sector automotriz.

Dicho de otra forma, el sector automotriz es una de las grandes succionadoras de divisas de nuestra economía y ciertamente, uno de los grandes motores del crecimiento económico de Brasil, que ya ha quedado en segundo lugar detrás del complejo de exportaciones industriales (para Brasil). Dicho de otra manera, sobre los dólares que nos sacaron en estas últimas cuatro décadas, las invirtieron en el campo y hoy son una de las grandes potencias mundiales. Uno de sus gastos, y bien que hacen, es el militar. Por lo cual, van a incrementar su importancia mundial aún más.

Pero para los tontos locales que sostienen que el campo no importa y lo que importa es la industria, Brasil es el claro ejemplo de que el campo es el motor de la economía, del crecimiento y puede financiar ser una potencia militar.

Todo el dinero que la Argentina le ha dado a Brasil en los últimos 40 años, en particular durante los gobiernos de Lula, hace más mezquino y despreciable el gesto que el presidente brasileño tuvo para con el nuestro cuando lo desairó públicamente y le negó, ante las cámaras, un crédito que el nuestro le solicitaba. Esas cosas no se hacen.

Las exportaciones del complejo automotriz a Brasil fueron de U$D 90.865 millones

Las importaciones del complejo automotriz desde Brasil fueron de U$D 110.814 millones.

El déficit del sector automotriz en el intercambio Brasil-Argentina fue de U$D 19.949 millones.

Nuestro déficit de U$D 55.861 es explicado en un 35% por el sector automotriz.

Inversiones

Por último, las inversiones. El gobierno ha anunciado las inversiones de diferentes terminales automotrices estos últimos días. Si bien toda inversión es bienvenida, debo recordar que el 50% de esas inversiones le salen a las terminales gratis, ya que el BCRA les vende los dólares a mitad de precio. El BCRA le compra dólares a mitad de precio a quienes producen bienes de exportación y luego se lo venden a favorecidos, por ejemplo las empresas extranjeras que ensamblan automóviles aquí. Y estoy suponiendo que los números genuinos y no que están dibujando inversiones con el objeto de comprar millones de dólares a mitad de precio. El mejor negocio que existe hoy en Argentina.

 

* Licenciada de Economía (UBA), Master en Finanzas (UCEMA), Posgrado Agronegocios, Agronomía (UBA).

 

Artículo publicado el 18/06/2023 en Restaurar, https://restaurarg.blogspot.com/2023/06/sobre-ruedas.html