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JUSTICIA TUERTA

Juan Martín Perkins

Recuerdo al Malevo Ferreyra cuando se voló la tapa de los sesos.

Viendo de reojo los comentarios sobre la nota de la semana pasada, encontré uno muy reconfortante.

Un señor dijo: “Por más que lo critiquen, el gaucho siempre te cuenta una verdad”.

Muchas gracias señor Bercovsky… Por leer, por afirmar que cuento la verdad y por llamarme “gaucho”, el mejor y más lindo adjetivo calificativo argentino que uno puede recibir.

La verdad que tengo para hoy se refiere a la visita que hice al penal de Ezeiza.

Con el retorno del kirchnerismo al gobierno, las cosas se complicaron aún más para ver a los militares presos.

Justicia y Concordia ya no tiene pase, lo cual hizo que fuera medio un calvario poder entrar.

Llegar a Ezeiza es una aventura en la jungla. 

Luego de sortear todo tipo de dificultades, llegamos al penal, donde tuvimos que dejar el auto afuera, por nueva disposición de la justicia y el servicio penitenciario, intervenido por Garrigós de Rébori, fundadora y presidente de la agrupación kirchnerista Justicia Legítima. 

Nos despojaron de todos los elementos personales, tomaron nuestros datos y huellas dactilares. Revisaron nuestra ropa, bolsillos y demás, pasamos por el arco electrónico y caminamos hasta el sum donde los presos reciben visitas. 

Nadie los visita más que tres locos y una bolsa de facturas. Los sándwiches de miga te los sacan en la guardia.

Preside el sum una imagen del Cristo crucificado con la Virgen de Luján a su izquierda y la de San Nicolás a su derecha.

Esperamos un par de minutos hasta que los guardias trajeron a los presos. Todos ex oficiales de la Armada Argentina, munidos de sus termos con agua caliente para convidarnos con té o café.

Conversaron con mucho interés y entusiasmo. Comimos facturas y tomamos té servido por los oficiales en tazas y cucharas de plástico descartables, usadas y lavadas varias veces.

Para ellos fue una fiesta que agradecieron en varias oportunidades.

Contestaron todo lo que pregunté sin rehuir de los temas. Están en paz por haber cumplido con lo que la patria les demandó y para lo cual fueron preparados y entrenados.

Tienen fortaleza de espíritu, aunque se saben abandonados por una sociedad que les dio la espalda y los olvidó, hasta que mueran en su celda.

Infobae publicó un artículo de Daniel Cecchini, viejo odiador de todo lo castrense. 

La radio anunció que próximamente se estrenará la película “1985” con la actuación de Ricardo Darín rememorando los juicios a las juntas militares.

Nunca descansan, no cesa el fuego porque la guerra no terminó.

Permanentemente los medios de comunicación y el arte producen contenidos sobre lo que se denomina “La Dictadura” que sirve a los argentinos para expiar nuestros demonios.

Así nos liberamos de la culpa, poniéndola toda sobre los hombros de los malditos “represores terroristas de estado”.

Hacen de Videla el demonio mayor, pero tienen cientos… miles más en la mazmorra. 

Por ellos no puede haber gloria en Malvinas, ni heroísmo y coraje en el operativo independencia. 

El Sargento Cabral es el único soldado heroico que acepta el relato implacable.

Recuerdo al Malevo Ferreyra cuando se voló la tapa de los sesos para dejarle el cuerpo a los caranchos de la orga. La suerte estaba echada y él no quiso prestarse a la farsa de la industria del juicio y las indemnizaciones.

Los soldados y policías todos presos, pero Horacio Verbitsky y la memoria de Rodolfo Walsh al frente de la inteligencia montonera, mañana 2 de julio, festejan un aniversario más de su atentado más sangriento, la bomba en el comedor policial.

23 familias argentinas cuyas muertes aún siguen impunes después de 46 años… todavía esperan.

¿A esto se le puede llamar justicia? ¿Dónde está la igualdad ante la ley?

 

Artículo originalmente publicado el 03/07/2022 en Restaurar.org, https://restaurarg.blogspot.com/2022/07/justicia-tuerta.html

 

TOLERANCIA CERO: ARGENTINA DEBE COPIAR A SINGAPUR Y A EL SALVADOR

Singapur

¿Cómo podemos enfrentar una delincuencia que se le ha escapado de la mano al Estado? Bueno, es sencillo, tan solo deberíamos buscar como otros países enfrentaron este problema y tomar sus modelos para implantarlos.

Lleno de rascacielos, jet privados y Rolls-Royce, Singapur es el cuarto país más rico del mundo, apenas superado por Qatar, Luxemburgo y Macao, según el poder adquisitivo de sus habitantes.

Conocida como «La perla de Asia», esta diminuta ciudad estado con apenas 5,6 millones de habitantes, es actualmente uno de los mayores centros financieros del mundo; el lugar que produce más millonarios y el más costoso para vivir, de acuerdo a un estudio de la Economist Intelligence Unit.

Pero hace medio siglo era una isla pobre, con muy pocos recursos naturales, que no prometía un gran futuro.

Lee Kuan Yew estuvo al mando del país por tres décadas y es considerado el artífice del «milagro» económico. Lee diseñó un amplio programa de reformas para sacar a Singapur de lo que él describió como el «pozo negro de la miseria y la degradación» y convertirlo en un país industrializado y moderno, bajo un modelo capitalista con férreo control estatal.

Desde finales de la década de 1960, el gobierno impulsó grandes programas de empleo y la construcción de viviendas sociales, una política social que fue de la mano de un estricto control de la vida privada y la supresión de libertades individuales.

Con el paso del tiempo, el país impresionó al mundo con sus altos niveles de educación, sanidad y competitividad económica, al tiempo que atacó la corrupción, considerado como un mal endémico en la antigua colonia.

Además de la ubicación geográfica, Singapur tiene una serie de ventajas comparativas, dicen los expertos. Entre ellas, «una población capaz de hablar chino e inglés, instituciones sólidas que funcionan y ausencia de corrupción».

A eso suma una fuerte inversión social en vivienda, salud y educación, que fue puesta en práctica desde el inicio del programa de transformación económica.

En paralelo, «Singapur entregó generosos incentivos a los inversionistas extranjeros» para instalarse en el país, permitió el libre flujo de capital y firmó importantes acuerdos de libre comercio con Estados Unidos, China, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático y la Unión Europea.

Singapur tiene uno de los sistemas educativos más admirados del mundo. Encabeza la lista de resultados de la influyente prueba PISA, aplicada por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) en 75 países para evaluar el desempeño de los estudiantes en ciencias, matemática y lectura.

El buen desempeño del país se debe a varios factores, como el tener una burocracia gubernamental formada en las mejores universidades del mundo, con una misión bien definida: transformar Singapur, excolonia británica, en uno de los países más ricos, desarrollados y educados del mundo.

Los salarios en el sector educativo de Singapur equivalentes a los de los rubros industrial y bancario atraen a los mejores alumnos recién graduados en las universidades.

El sueldo promedio inicial varía entre US$ 1.600 dólares de Singapur y 3.000 (US$ 1.800 – US$ 3.300). Además, los maestros reciben bonos por desempeño en el aula y pagos por trabajar horas extra. Cada profesor debe participar en al menos 100 horas de actividades adicionales de formación.

Alrededor del 20% del presupuesto total del estado se destina a la educación.

Pero antes de ser una potencia económica y educativa, Singapur estaba entre los países más pobres de Asia. Ahora tiene un gobierno autoritario que limita las libertades individuales y de prensa, y un sistema en el que la obediencia es una garantía de seguridad social y bienestar, y un elemento central en el engranaje de la educación del país.

El objetivo no era solo hacer la ciudad más agradable. Una ciudad más limpia, pensaba Kuan, crearía una economía más fuerte.

«Estos estándares mantendrán la moral alta, la tasa de enfermedad baja y, por lo tanto, crearán las condiciones sociales necesarias para un mayor crecimiento económico en la industria y en el turismo. Esto contribuirá al bien público y al beneficio personal de todos «, dijo.

Y efectivamente, en todos estos aspectos Singapur ha tenido éxito. La esperanza de vida ha aumentado de 66 a 83 (que es la tercera mejor a nivel mundial).

En 1967, las llegadas de turistas fueron un poco más de 200.000 en comparación con unos 10 millones en los tres primeros trimestres de 2018.

Singapur tiene la costumbre de prohibir el comportamiento indeseable de sus ciudadanos y hacer cumplir cada prohibición con sanciones económicas.

La campaña de 1968 «Mantengamos a Singapur Limpia» fue la primera en intentar moderar el comportamiento de los ciudadanos mediante multas. Desde entonces, el país ha adoptado multas con gusto.

Normalmente, las autoridades emiten decenas de miles al año por tirar basura. La multa mínima es de US$ 217. Hay multas por escupir en la calle o usar el wifi de otra persona sin permiso.

Singapur erradicó la inseguridad y la delincuencia con la pena de muerte. La pena capital se instauró como norma en el año 2013.

Para quienes no viven en Singapur y algunos organismos de Derechos Humanos, el modelo que se implementa en el país oriental es muy restrictivo, e incluso no son pocos los que afirman que tiene características autoritarias desde lo jurídico. Sin embargo, de este modo lograron un radical cambio de conducta de la gente, y crearon valores para darle seguridad a sus habitantes. De hecho, tiene uno de los índices más bajos en criminalidad y violencia entre los países asiáticos y del mundo.

Sobre los delitos de abuso sexual y abuso a menores, en Singapur se publica actualmente el nombre de los violadores y se televisan los juicios. Incluso implementan otra curiosa medida como lo es la de habilitar a personas que en parques o espacios públicos, van vestidos de basureros, pero que tienen como finalidad la de detener delincuentes para ponerlos a trabajar.

Los diarios locales publican diariamente las fotografías de los delincuentes y además hablan sobre los delitos que han cometido, condenándolos socialmente para luego llevarlos ante la Justicia, de modo tal que sepan que no pueden hacer lo que quieren y que su accionar tiene consecuencias.

Así las cosas, de ser una de las zonas más conflictiva del mundo, donde las drogas circulaban como si nada, pero hoy Singapur es una nación segura.

Claro que organismos como Amnistía Internacional cuestionaron en reiteradas oportunidades los métodos para lograr tanta seguridad y reducción del delito. En Singapur encontraron la solución a la delincuencia ejecutando a los delincuentes en la horca. Sin embargo, a los familiares de los condenados se les permite recoger el cadáver del ejecutado varias horas después del ahorcamiento, una vez emitido el correspondiente certificado de defunción.

Pero para dar cuenta de lo efectivo del sistema antidelincuancia de Singapur y los éxitos del presente, bien vale recordar que antes de 1960 Singapur era una de los países más violentos del mundo. Estaba entre los lugares con el más alto índices de criminalidad, por su cercanía con Malasia y China, siendo uno de los lugares de mayor tráfico de drogas, lo cual era el pan de todos los días. Había impunidad y malos manejos del gobierno. Las mujeres no podían salir de su casa por miedo a ser abusadas sexualmente y después asesinadas. Era una ciudad sin orden y con un gran índice de tráfico de influencias, eso sin contar que era denominada una de las ciudades más sucias de Asia, y con un tremendo desorden vial.

En la década de 2000 el terrorismo surgió rápidamente y los homicidios eran uno de los mayores problemas de inseguridad; sin embargo al llegar al poder en el año 2004, Lee Hsien Loong, hijo mayor de Lee Kuan Yew, se dieron grandes cambios que se pueden catalogar como represivos y radicales, debido a que atacó las drogas, la corrupción y las violaciones de mujeres, lo que produjo una reducción increíble de la inseguridad, siendo actualmente uno de los países más seguros del Asia.

Hace 12 años en las cárceles había más de 500.000 presos, pero seis meses después, sólo quedaban 50. Se adoptó la pena de muerte y el trabajo forzado para los criminales confesos, narcotraficantes y violadores probados siendo los más repetitivos condenados a muerte. Pero el gobierno fue más lejos todavía, se decretó que toda figura pública corrupta (políticos, policías, militares, etc.) fueran condenados a muerte (eso sí, siempre y cuando se cuenten con pruebas sólidas que los involucren).

La depuración de la policía, sistema judicial y político, más una nueva legislación, le permiten al país gozar de una sólida estabilidad, en donde el contrabando y la posesión de drogas puede originar cadena perpetua o pena de muerte.

Con esa dramática historia a cuestas, con rigor, orden y efectividad en las calles, Singapur se ha convertido en el emblema de los países que lograron erradicar la delincuencia con su pena de muerte.

Por otra parte, la lucha contra la corrupción fue uno de los principales puntos de la campaña que llevó a Bukele a la Presidencia de El Salvador en 2019. Durante su gestión, principalmente con la llegada de la pandemia, diversas investigaciones periodísticas han señalado el supuesto manejo irregular de recursos estatales.

«Si usted es o fue corrupto, ya no dormirá tranquilo. Si usted es un salvadoreño honrado, estará feliz por esta nueva etapa en nuestro país”, advirtió Bukele. También dejó por sentado que el que nada debe, nada teme y que los honrados no tienen nada de qué preocuparse y que los corruptos pagarán por sus delitos y devolverán lo robado.

Las pandillas, un fenómeno considerado como herencia de la guerra civil en el país (1980-1992) y que se fortaleció con la deportación de pandilleros de Estados Unidos, tienen más de 70.000 miembros y han resistido a los planes de seguridad implementados en las últimas cuatro administraciones, la violencia y las estructuras de pandillas deben ser combatidas, evidentemente, a través de una política integral de seguridad pero ningún gobierno ha querido adoptar una práctica como ésa hasta el día de hoy.

El Salvador logró disminuir el índice de muertes diarias de entre 16 y 29 a 3.5 en un período de seis meses, mediante la implementación de una estrategia que implica disciplina, pero también acciones económico-sociales.

Cuando Nayib Bukele asumió, estableció que tenían que poner a la fuerza armada y a la PNC [Policía Nacional Civil] en el territorio de manera contundente, que tenía que complementarlo también con un trabajo de reconstrucción de tejido social, porque esas son las causas principales de la violencia, pero también que tenía que controlar la principal fuente de relación entre la extorsión y el asesinato, que eran los centros penales. Se encontró un enorme desorden en las cárceles, entre los que destaca la libre comunicación telefónica, lo que permitía a los delincuentes seguir operando a pesar de que estaban presos. Tomó medidas mucho más fuertes y puso a estos reclusos en regímenes de aislamiento, además de que ordenó a las empresas telefónicas que suprimieran absolutamente la señal telefónica dentro de las cárceles.

A la par de los operativos y el endurecimiento con los criminales, la administración también trabaja en el restablecimiento del tejido social, con programas como “Sembrando vida”, que pretende beneficiar a 10.000 agricultores salvadoreños con US$ 250 mensuales durante 10 o 12 meses, para que puedan trabajar su parcela.

En tres años de administración del Presidente Bukele se acumulan 128 días con cero homicidios, de los cuales 30 han sido registrados en el período de régimen de excepción.

El pasado 25 de mayo, el Gabinete de Seguridad llegó a la Asamblea Legislativa para solicitar la segunda prórroga del régimen de excepción. La medida busca dar continuidad a las acciones operativas contra las estructuras de pandillas.

La estrategia de seguridad del Gobierno cuenta con el respaldo de más del 91 % de los salvadoreños, tal y como fue confirmado por una encuesta de la firma CID-Gallup.

Además, al mandatario salvadoreño no le ha temblado la mano para someter a los pandilleros en prisión, ya que les quitó colchones y sábanas en sus calabozos. Además, de darle solo dos tiempos de comida con solo frijoles, tortilla y queso.

Bukele compartió un video que muestra a unos pandilleros quejarse porque ya no les dan pollo en el almuerzo, diciendo que es una injusticia. “Injusto es que los salvadoreños compren frijoles para comer y que de esos impuestos, se le compre pollo a sus asesinos”, aseguró el mandatario.

Incluso ha aseverado que en caso de aumentar los delitos y las detenciones, eliminaría “totalmente la alimentación en los centros penales de pandilleros”.

Asimismo, anunció que la comida será racionada para los 16 mil pandilleros, que se quedan confinados en sus celdas durante todo el día. “Muéstrenles este video a sus hijos adolescentes, explíquenles que entrar a la pandilla solo tiene dos salidas: la cárcel o la muerte”.

Nayib Bukele también ha criticado a las organizaciones defensoras de los derechos humanos, tanto nacionales como internacionales, que han manifestado su preocupación por las radicales medidas que ha adoptado su gobierno durante los últimos días.

“Estos vividores de las ONGs internacionales dicen velar por los derechos humanos, pero no se interesan por las víctimas, solo defienden asesinos, como si disfrutaran ver los baños de sangre”.

“Los países deberíamos de evaluar retirarnos de estas organizaciones internacionales que solo buscan mantener a nuestra gente sufriendo”, escribió Bukele ante la condena que han hecho diversas ONGs nacionales e internacionales a las acciones tomadas durante los últimos días.

Estas medidas se implementaron luego de un aumento en los homicidios entre el 25 y 27 de marzo. De acuerdo con los datos que ofreció Bukele, desde que se implementó el estado de excepción, se ha producido la detención de 9.000 pandilleros en 15 días.

Además, el Congreso de El Salvador aprobó, a petición de Bukele, reformas para aumentar de 9 a 45 años de prisión la pena máxima por pertenecer a pandillas y castigar con hasta 15 años de prisión la difusión de mensajes de pandillas en medios de comunicación.

Singapur arrancó en los setenta el cambio que la llevó a estar entre los primeros países del mundo; Argentina arrancó en los setenta el cambio que la destruyó llevando al poder a los terroristas que dinamitaron el país, secuestraron, torturaron, asesinaron y extorsionaron y hoy nos dejan por debajo de un país africano casi pisando el cuarto mundo.

Tuvimos una oportunidad única de enmendar las cosas allá por los años setenta, de limpiar el país de la lacra subversiva, pero como siempre, nos quedamos a mitad de camino. Los terroristas asesinos apátridas de los setenta, hoy detentan el poder político, están en las más altas esferas, han llegado incluso a la presidencia. Todo por no poner toda la carne al asador.

Los miembros de las Fuerzas Armadas y Fuerzas de Seguridad que actuaron patrióticamente contra la subversión, fueron condenados y encarcelados por defendernos de quienes quisieron acabar con nuestro modo de vida occidental y cristiano. En contraposición, aquellos que se levantaron contra el orden constitucional, que asesinaron civiles y militares, que colocaron bombas sin importar el que murieran civiles, ellos, fueron “premiados” con cifras cercanas al cuarto de millón de dólares, y muchos de ellos con cargos en los gobiernos del ’83 a la fecha.

Debemos, de una vez por todas, terminar con esta seguidilla de gobiernos apátridas y levantar a esta Nación para colocarla en el lugar que se merece entre las otras del mundo.

Ya que vivimos entre hombres hay que ser uno de ellos; si se vive en un pueblo que lucha por su existencia, no hay que esconderse negándose a reconocer el valor del esfuerzo puesto en la obra de reconstrucción general. Es necesario apreciar la significación de la lucha por la igualdad de derechos que le corresponden entre las otras grandes naciones y su buena voluntad para vivir en paz con los demás y colaborar al bienestar general.

Cesare Santoro

No puedo evitar comparar nuestra situación actual con la de Alemania de la década de 1930:

Millones de obreros sin trabajo vagaban por las calles de las ciudades esperando la ayuda del Estado, que escasamente alcanzaba para satisfacer la más perentorias necesidades de la vida diaria de quien la recibía y de su familia. Apenas podía contarse un hogar que no tuviera al padre o al hijo y con frecuencia a ambos sin trabajo. Las estadísticas dan un cuadro bien claro de esta situación trágica: el número de los sin-trabajo se calcula en más de 6 millones o sea más de un cuarto de la cifra total de los 21 millones de trabajadores y empleados de que dispone la economía alemana. A esta cifra hay que sumar 3 millones de obreros que trabajaban con jornada reducida.

Incluyendo a los familiares, el conjunto de los afectados directamente por la falta de trabajo y por la miseria consiguiente ascendía a 20 millones de personas, es decir, un tercio de la población total de Alemania. En vano se trataba de mantener un apoyo insuficiente y al mismo tiempo humillante para los parados con el presupuesto del Estado y de los Municipios y mediante la enorme suma de más de 3.000 millones de marcos al año. También la situación del artesanado era desesperada. El tesoro de mayor valor y más precioso de Alemania, su mano de obra, estaba improductivo.

En el campo, el labrador había perdido el amor a su terruño y sufría bajo la constante pesadilla amenazadora de la subasta forzosa. La mayor parte de la propiedad de los campesinos se encontraba hipotecada, con frecuencia no solo la finca sino también la casa, de modo que, estando a merced de los acreedores o del fisco, no podían disponer con libertad de su propia tierra. Miles de labradores fueron echados de sus heredades pasando así la propiedad a manos de quienes no sabían cultivarlas con igual esmero. La situación de los que se quedaban, como éstos lo sabían de antemano, no ofrecía ninguna perspectiva para la existencia.

Algunas veces se hicieron reproches a los campesinos por el elevado precio de venta de sus productos, sin embargo estos precios fueron cotizados en la bolsa en beneficio de la especulación y en perjuicio de productores y consumidores. La alimentación del pueblo alemán en su mayor parte fue abastecida con productos extranjeros. Por consiguiente un gran sector de los obreros alemanes no tenían trabajo porque, habiendo disminuido la capacidad adquisitiva del labrador, éste no se encontraba en condiciones de consumir lo que aquellos producían.

Las deudas exteriores contraídas por particulares ascendían a más de 25.000 millones y devengaban un interés diario de 2 millones sin contar la cuota de amortización. No existía un superávit de exportaciones que hubiere permitido la adquisición de las divisas extranjeras necesarias para hacer frente a los enormes pagos.

Muchos municipios se encontraban al borde de la ruina, el aparato administrativo consumía exorbitantes sumas. El número de funcionarios del Estado se componía de más de 95.000 empleados y de 72.000 dependientes y obreros y de más de 250.000 empleados y 44.600 dependientes y obreros en el servicio de correos.

Argentina está en una situación excesivamente parecida con el agravante de que el nuestro es un pueblo de corderos que se dejan llevar al matadero mansamente. Han arruinado al menos tres generaciones, desde los abuelos que no laboran por culpa de los planes, y cada vez es peor. Ahora piden “aguinaldo” y “vacaciones” sin tener en cuenta de que no es un trabajo, no hay una contraprestación por el dinero recibido y tal estafa es aceptada por el Estado corrupto de turno. Nada cambió con el tuerto, ni la porota ni el gato ni el alverso y hasta que no haya un verdadero sentimiento de cambio, nada cambiará, pero la moneda a pagar, al igual que en la Rumania de Nicolae Ceaușescu o en Singapur, va a ser sangre, o no será cambio real.

Los delitos por narcotráfico están castigados con la pena capital, en la horca, fusilamiento, por inyección letal, en Singapur, Indonesia, Malasia, Tailandia y Vietnam.

En Singapur, la pena capital se aplica a los delitos de narcotráfico como la posesión de más de 15 gramos de diamorfina (heroína pura), 30 gramos de cocaína, 500 gramos de cannabis y 250 gramos de metanfetamina.

Indonesia castiga el tráfico de drogas con penas que incluyen entre 5 y 20 años de cárcel, la cadena perpetua o la pena de muerte por fusilamiento, con cantidades a partir de los 5 gramos de cocaína, heroína y metanfetamina, entre otras sustancias.

Vietnam, que aplica la pena de muerte a condenados por tráfico de estupefacientes, asesinato y delitos contra la seguridad nacional, ejecutaba a los reos ante el pelotón de fusilamiento hasta 2011, cuando adoptó la inyección letal.

La depuración de la policía, sistema judicial y político, más una nueva legislación, le permiten a Singapur una sólida estabilidad, en donde el contrabando y la posesión de drogas puede originar cadena perpetua o pena de muerte.

Es hora de que hagamos un corte serio a nuestra situación político-social actual, necesitamos una fuerza política que sea un parteaguas para que volvamos a ser una Nación Grande. Confiemos en Dios, nuestro Señor para que ilumine a los hombres que puedan producir dicho cambio.

¡Argentina Despierta!

DyPoM

Por der Landsmann
Con información de ARgentino PATriota

Notas:

  • Cesare Santoro – El Nacional Socialismo

 

©2022-saeeg®

ABSOLUTA PRIORIDAD EN EL AÑO 2023: LA RECUPERACIÓN DEL ESTADO INSTITUCIONAL

Grl Heriberto Justo Auel*

“Civitas filia temporis” *

 

1) ¿Cómo alcanzamos la categoría de “Estado fallido”?

A fines del 2021 publicamos el ensayo “Es la tormenta que lleva al puerto” (1). Lo tomaremos hoy como punto de partida para el presente.  Decíamos entonces:

“Los dos jueces prevaricadores del TOF Nro. 5 —Adrián Grünberg y Daniel Obligado— se “han llevado” lo que quedaba de la Institución Judicial. La Argentina llegó —con este aberrante hecho jurídico/político— al estadio de “Estado Fallido”.

Un continuo “proceso revolucionario castro-comunista” —que cumple más de sesenta años de actividad sediciosa— está llegando a alcanzar su objetivo inicial, que nunca cambió: tomar el poder, definitivamente. Lo que si cambió —a lo largo del tiempo— fue su estrategia: han transcurrido —en esas seis décadas— cinco diferenciadas campañas ininterrumpidas —1959/2022— (2) (3). La consigna “vamos por todo” indica esa intencionalidad.

Entendíamos por Estado Fallido” —en aquel ensayo— lo siguiente:

“aquel que no puede garantizar su propio funcionamiento o los servicios básicos a la población. Eso puede deberse a que ha perdido el monopolio de la fuerza, sufre un vacío de poder, legitimidad disputada, instituciones frágiles o carece de capacidades y recursos para satisfacer las necesidades esenciales de sus ciudadanos, entre otras causas. Se mide el fracaso de un estado con los siguientes parámetros:

      1. Corrupción política e ineficacia judicial.
      2. Sobre población contaminación.
      3. Altos niveles de criminalidad inseguridad ciudadana.
      4. Altos niveles de informalidadpobreza pobreza extrema.
      5. Crisis económicasinflación desempleo.
      6. Fuga de talentos(emigración altamente cualificada).
      7. Bajos porcentajes de personas con educación superior.
      8. Gran parte de la población con la primaria y/o secundaria incompleta.
      9. Pérdida de control físico del territorio o del monopolio en el uso legítimo de la fuerza.
      10. Incapacidad de responder a emergencias nacionales.
      11. Vulnerabilidad frente a desastres naturales.
      12. Incapacidad para suministrar servicios básicos”.

(Hemos señalado aquellos parámetros que entendemos señalan el fracaso del Estado argentino).

El Estado —en nuestra Patria— en todos sus niveles ha sido demolido constante y progresivamente a través del vaciamiento de sus Instituciones Constitucionales, hasta alcanzar —en el presente— la categoría de “estado fallido”. Cuando en nuestras calles oímos el grito clamando ¡Justicia!, se debe a que los Tribunales existen, pero la Justicia —que es su razón de ser— ha desaparecido. Cuando el clamor es por la ¡Seguridad!, no es porque no haya cuarteles y comisarías, sino que la misión constitucional que tienen, no se cumple. Y así podríamos continuar con la educación, la salud, la economía, etc.

Desde 1983, hasta hoy, la revolución explota intensamente sus éxitos estratégicos de posguerra. Habiendo transcurrido cuatro décadas de explotación de sus éxitos estratégicos, ¡¿cómo es posible que nuestra dirigencia política no lo vea¡? Nos hemos preguntado —reiteradamente— ¿Es ignorancia, miopía o “compromiso”? ¿Le temen a la “revolución castro-comunista”? ¿O simpatizan con ella? ¿Tienen conciencia de que somos un país en doble posguerra y con dos estados de guerra activos? ¿Tienen como enemigo al neoliberalismo? ¿O aún están atascados en los odios del pasado? (4) (5).

Al respecto, el periodismo “converso” —feroz enemigo de la corrupción— cuando debe citar hoy al enemigo terrorista revolucionario, retiene el antiguo discurso aprendido en los ´80, plagado de palabras simbólicas: “dictadura”, “represores”, “desaparecidos”, etc.… ¿No les llama la atención que los derechos humanos estén en manos comunistas en nuestra Patria? ¿No se apercibieron que el Nüremberg argentino cumple cuarenta años y aún continúa…?

Compatriotas dirigentes: ¿No les parece que hay que despertar? “Civitas filia temporis”* ¿Uds. no oyen a los clarines que llaman a reunión?… ¿o creen que el “golpe institucional” del 01/02/2022 —del Ejecutivo y del Legislativo— contra la SCJ, fue por los motivos que se aducen? Las falacias oficiales hace mucho tiempo que no son creíbles ni viables. Por ello vale la pena insistir —una vez más— en la concientización de la verdad a través de una breve síntesis de la situación estratégica que algunos miran y no ven —o no quieren ver—. Es insoslayable salir de la confusión, cuanto antes.

La guerra es un fenómeno sociopolítico que tiene una dirección estratégica y un desarrollo táctico, en el que se logra la victoria o la derrota. Los argentinos triunfamos en los combates —nivel táctico— en los ´70. Pero la derrota convencional del ´82 —en el Atlántico Sur— llevó al colapso al gobierno militar y en la inmediata doble posguerra la inteligencia británica “trastocó” nuestra victoria táctica de los ´70, en derrota político-estratégica —decreto 158/83 mediante— en colusión con la inteligencia castro-comunista.

El eje de la maniobra colusiva fue el CELS de Verbitsky —triple agente— y su objetivo fue la destrucción del núcleo duro del Estado Nacional: las FF.AA. y el Poder Judicial. Para ello se inició simultáneamente —con la judicialización de la guerra— una profunda manipulación del cerebro de los conmocionados argentinos, con todos los medios de comunicación del Estado.

Este proceso de transculturización fue muy eficiente y sus consecuencias se evidenciaron en sucesivos comicios y aún se puede reconocer en amplios sectores dirigenciales “progresistas” —de derecha y de izquierda— categorizados como “palomas” o  “transversales”proclives a alinearse con los pseudo-revolucionarios—. Además, hay dirigentes que atrasan décadas. Aún permanecen en el estadio peronismo/antiperonismo de los ’50.

Quienes en realidad ocupan hoy nuestro escenario conflictivo son los extemporáneos revolucionarios castro-comunistas y quienes abrazamos a nuestras tradiciones, a la Libertad y a la Constitución alberdiana y asumimos decididamente la lucha contrarrevolucionaria: democracia Vs. dictadura.

Ahora bien, cabalgando a este conflicto están además las mafias corruptas infiltradas en la política y en las instituciones con la única finalidad de evitar su inexorable encarcelamiento. Su impunidad les exige la “reforma constitucional” que pregonan.

2) El Poder y el Estado (6)

¿Fue casual que el enemigo revolucionario seleccionara al “núcleo duro” del Estado, para iniciar la toma del Poder? No, no fue casual. “Las Instituciones —como la verdad— son hijas de su tiempo” —dice Norberto Bobbio— y en la actualidad la institución FFAA son el sostén de la Política Exterior y el brazo armado que permite el desarrollo de una fuerte sociedad civil, así como la institución Poder Judicial es garantía de credibilidad de la nación y de su paz social.

Hoy carecemos totalmente de instituciones sanas. En consecuencia no hay Política Exterior ni de Seguridad Nacional, no existe credibilidad en la Argentina y por ello tampoco hay Economía. El espacio argentino se presenta como una “zona liberada” a las mafias, en particular las del narcotráfico, que sostienen financieramente al castro-comunismo.

El Poder se ejerce a través de las Instituciones del Estado. Al atacar y destruir al núcleo duro del Estado, el castro-comunismo licuó al instrumento jurídico-institucional y a la vez transfirió el poder a sus organizaciones mafiosas que colonizaron a la Política. A esta acción debe sumarse el “entrismo” ideológico y como resultante la extrema debilidad de los partidos políticos, carentes hoy de liderazgos y de contenidos doctrinarios.

Ante la ausencia de los partidos, gobiernan las coaliciones “electorales”, asociación de personalidades que encabezan agrupamientos burocráticos que, al no estar “unidos” por objetivos políticos proyectados en el tiempo, carecen de coherencia para gobernar.

Si estas coaliciones no eliminan a sus “quintas columnas” ** antes del 2023, la parálisis gubernamental nos llevará a un grave conflicto social.

3) La recuperación de la democracia y de la libertad

Iberoamérica —bajo “contraofensiva revolucionaria” ordenada por el Foro de San Pablo en julio de 2019— está siendo reconquistada por el castro-comunismo —por vía electoral— y establece “democracias de partido único” a través de reformas constitucionales inspiradas en el modelo cubano/boliviano —caso Chile—. De ese modo las dictaduras “de hecho” se orientan a un estatus “de derecho” que les otorgue permanencia, a pesar de los escandalosos niveles de corrupción que les exige su supervivencia mafiosa, fundada en el narcotráfico.

Nuestra Patria —encuadrada en una situación geopolítica caracterizada por la “decadencia de Occidente”— vive una situación que “Justicia y Concordia. Asociación de Abogados por la Verdad y la Justicia” —respetadísima asociación que agrupa a cientos de profesionales del Derecho— ha sintetizado en estos días —acertadamente— en los siguientes términos:

“Ya no existe para nosotros el mal menor. La Argentina está en manos de la peor gente que este suelo vio nacer en toda su historia. La Argentina reclama, pues, una respuesta proporcionada a la gravedad de esta hora. Y esta tiene que partir de la verdad sobre sus causas y sus responsables”.

Monseñor Aguer, simultáneamente, —bajo el título “Enajenados”— describió magistralmente la situación social que alcanzamos. Rescatamos del artículo el siguiente párrafo:

“Los medios de comunicación dan cuenta de un fenómeno social que para la gente de mi edad y aún para muchos adultos, resulta insólita y reciente. Las noticias cotidianas son alarmantes y no es posible acostumbrarse a convivir con un fenómeno semejante. Me refiero a la cantidad abrumadora de delitos —robos y crímenes— que tienen como protagonistas a jóvenes y adolescentes. Por ejemplo, son frecuentes los casos en que atacan a las víctimas que han elegido o que se les presentan circunstancialmente como una oportunidad, a la que intentan despojar del teléfono celular o de cualquier otro bien y aunque no logren arrebatarlo, le disparan un balazo o le arrojan un puntazo cortante y lo matan. Lo hacen con total naturalidad”. 

Ambas conceptualizaciones —originadas en el máximo nivel cultural del país— indican con toda claridad la profundidad de la crisis generalizada que hemos alcanzado. La recuperación del país hace imprescindible la “recuperación del Estado Institucional” como instrumento jurídico de la Gran Política para recuperar nuestro futuro, dentro de los cánones de la democracia liberal de Occidente, de la Libertad como valor central de nuestra cultura y de la responsabilidad, como factor de la cordura que nos permita regresar al concierto del mundo occidental.

Los objetivos de la revolución castro-comunista en curso —en gran parte de Iberoamérica y en nuestro país— y la necesidad de alcanzar la impunidad para un sector gravemente corrompido de nuestra sociedad, han impulsado el “salto de garrocha”*** que hemos citado en numerosas publicaciones del año 2021. La reciente visita de “Tartufo” a Moscú y a Beijing ha tenido esa finalidad inmediata, dada la extrema debilidad de su gobierno para llegar a fines del año 2023.

“Tartufo” ha “ofrecido” a Putin a la Argentina como “base de operaciones” o su “puerta de entrada” a Iberoamérica. El ex-KGB hace mucho tiempo que aspira a la presidencia de la OPEP para regular el precio del gas. Su posicionamiento en PDVSA y ¿en YPF? le allanarían el camino a su objetivo. A su vez el “ofrecimiento” —¿entrega?— a Xi Jinping abarca —sin duda— temas mucho más trascendentales: se trata de lograr el cumplimiento del contrato que lo llevó a la presidencia (7) y al presidente chino “no le preocupa la confrontación de las “autocracias Vs. democracias” —como a Biden—. Centralmente le preocupa y ocupa el poder imperial chino en ascenso” (8).

Decíamos hace menos de un año (8):

“Xi se aproximó a Moscú —interesado en su arsenal— y con ello a la “alianza invencible” planteada por el Cap Haushofer en su “Tesis”  —ciertamente más fuerte que la de Xi— (4). Sigilosamente —desde el 2011— con estrategias indirectas y “zonas grises” (7) China se posiciona en el “anillo exterior” a modo de “contra cerco” sobre el Occidente talasocrático, desplegando su nueva capacidad expansiva en Iberoamérica, África, Australia y también en su vecindario limítrofe —en el “anillo interior”—.

En la Argentina está presente con finanzas, bancos, puertos, ferrocarriles, producción de alimentos, minería, etc. Cuenta con una base estratégica espacial en la Bajada del Agrio y ha ingresado a espacios culturales en las principales universidades nacionales  (7) y (8).

En el pico de la pandemia, el retardo de Xi en la entrega de la vacuna Sinopharm a Buenos Aires ha provocado variados supuestos acerca de promesas KK incumplidas. Cuenta en el gobierno —desde 2020— con figuras que llenan el rol de Rasputín ante la zarina: el “Chino” Carlos Zannini, —profundo lector de los “Cinco Escritos Militares de Mao” (9)— y el “Perro” Verbitstky, leal seguidor de la doctrina estratégica de Sun Tzu. Ambos, factores operativos centrales de Ella. La oposición demuestra un total desconocimiento de las maniobras estratégicas en curso. Su lectura de la situación es totalmente superficial”.

La reciente —sorpresiva y extemporánea— “reacción por impotencia” de Tartufo —en el momento álgido del despliegue militar ruso sobre la frontera de Ucrania— con la banal cobertura de asistir a la inauguración de los “Juegos de Invierno” en Beijing, tiene como única finalidad efectivizar el “pase” argentino a la órbita “asiática chino-rusa”, adoptando el sistema político autocrático oriental, modelo del nuevo comunismo posguerra fría que incluye al “capitalismo de estado”, en desarrollo en la “Isla Mundial”.

EE.UU. de inmediato reaccionó e hizo advertir a la Región que Buenos Aires ha puesto “en riego a la Seguridad Hemisférica”. Sería conveniente prestar atención a la advertencia.

Cuando la “Asociación de Abogados por la Verdad y la Justicia” expresan: “La Argentina reclama, pues, una respuesta proporcionada a la gravedad de esta hora”, entiendo que perciben con toda claridad lo que está en juego: nuestra Libertad. Más de diez proyectos comprometidos en Beijing, con una inversión superior a los veinte millones de US$, se traducen en el ingreso de nuestro país a la órbita de dominio imperial chino, instrumentado por una macro-maniobra geopolítica: la “Franja y Ruta de la Seda”. (9).

Una cosa es ser “socio comercial” de China y otra muy distinta es ser “aliado estratégico”, como lo expone insistentemente el cubano-argentino que se desempeña actualmente como Embajador en China, el joven Vaca Narvaja. Salir de nuestra identidad cultural occidental para ingresar a la órbita cultural oriental es absolutamente inviable.

El hombre libre de nuestra Argentina raigal —simbolizada por los jinetes criollos galopando en nuestra inmensa pampa— jamás será vasallo de ninguna autocracia importada. Hemos nacido bajo el palio de la Libertad en Mayo de 1810.

Solo la inopia de dirigentes políticos ignorantes y amorales puede entender que su salvación judicial está en un trasvasamiento cultural disimulado por la atroz destrucción que vienen realizando en todos los frentes del poder nacional. El subsuelo cultural de aquellos lejanos países está abonado por religiones que admiten el autoritarismo, que es repulsado por la cristiandad. Putin lleva más de veinte años en la presidencia y su aliado Xi ha obtenido una continuidad “sine die” en la cabeza de la nueva superpotencia comunista.

Además de intentar cumplir con el contrato que lo llevó al “sillón de Rivadavia”, un Tartufo sin reservas en el Banco Central debe continuar con el “distribuicionismo” electoralista de Ella —hasta el 2023— y China “no da puntada sin nudos”. Es imposible que en las cláusulas secretas del acuerdo estén ausentes las facilidades argentinas para una gran base naval-logística en el extremo sur, bajo administración china, con una cesión de soberanía similar a la otorgada en Neuquén o que no esté comprometido el G5, para su solapado ingreso al país, a pesar de las advertencias del Pentágono y de la Secretaría de Estado.

Así como “no fue casual” que la revolución castro comunista iniciara sus campañas atacando al “núcleo duro” del Estado, “su recuperación exige absoluta prioridad” a partir del año 23, para recuperar el futuro y la dignidad de los argentinos.

Como hemos adelantado, la Democracia no es solo el ejercicio de la Libertad, sino también de la Responsabilidad. He ahí su grandeza. Si las FFAA son un reflejo de su sociedad, es necesario entender que deben ser su representación legítima. Las elecciones de medio tiempo ya se han expresado claramente en favor de la Constitución Alberdiana.

En 2023 —sin duda— ese mandato se ampliará. Será el momento de rescatar a las FFAA para que representen a la voluntad del soberano. Deberán volver a tener las misiones que la Constitución les otorga, volverán a tener el fuero militar —que es universal— y se volverá a un Servicio Militar Obligatorio que hoy las Flia (s) claman para una juventud que “han perdido con naturalidad” —en palabras de Mons. Aguer— el amor al prójimo y a la Patria.

Simultáneamente, la recuperación del Poder Judicial y de sus Fuerzas Auxiliares tendrá la misma prioridad. El solo hecho de las declaratorias, marchas, concentraciones y los reiterados intentos de su “democratización” por parte de elementos delincuenciales radicalizados, nos eximen de explicitar la importancia de su regreso a los andariveles de la Justicia.

Ha llegado la hora de producir “la respuesta proporcionada a la gravedad de esta hora”.

La Argentina debe decidir los pasos a dar —en el corto plazo— para evitar los propósitos mafiosos de una minoría enajenada que para evitar su inexorable ingreso a la cárcel, están entregando nuestro futuro a una revolución perversa y a las potencias que disputan la hegemonía mundial con un Occidente decadente.

“Civitas filia temporis”

 

* Oficial de Estado Mayor del Ejército Argentino y del Ejército Uruguayo. Ha cursado las licenciaturas de Ciencias Políticas, de Administración, la licenciatura y el doctorado en Relaciones Internacionales. Se ha desempeñado como Observador Militar de la ONU en la Línea del Cese de Fuego del Canal de Suez. Comandó tropas de llanura, montaña, aerotransportadas y mecanizadas.

 

Aclaraciones y citas

* “Civitas filia temporis”: “La verdad es hija de su tiempo”.

** Quinta columna: es una expresión utilizada para designar, en una situación de confrontación bélica, a un sector de la población que mantiene ciertas lealtades (reales o percibidas) hacia el bando enemigo, debido a motivos religiosos, económicos, ideológicos o étnicos.

*** Salto de garrocha: intención y acción revolucionaria que intenta el gobierno kk,  para alcanzar el “cambio del sistema político constitucional” de la Argentina, saliendo del bloque “Occidental Cristiano” para ingresar a la órbita asiática —China/ Rusa— en pugna por la primacía mundial con EE.UU. y la UE.

 

Referencias

(1). H. J. Auel. “Es la tormenta que lleva al puerto”. Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires (IEEBA), diciembre de 2021, www.ieeba.org.

(2). H. J. Auel. “Guerra contrarrevolucionaria en la Argentina. Estrategia del terrorismo revolucionario para la toma del poder”. Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires (IEEBA), julio de 2021, www.ieeba.org.

(3). H. J. Auel. “La amenaza híbrida en la Quinta Campaña”.  Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires (IEEBA), julio de 2020, www.ieeba.org.

(4). H. J. Auel. “La dirigencia argentina frente a los desafíos de la Seguridad Nacional en el siglo XXI”.  Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires (IEEBA), agosto de 2015, www.ieeba.org.

(5). H. J. Auel. “La larga guerra civil argentina y el actual estado de guerra civil-revolucionario”.  Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires (IEEBA), julio de 2013, www.ieeba.org.

(6). F. Aznar Fernández Montesinos. “Las FF. AA. en la construcción del Estado”.  Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires (IEEBA), 26/03/2014, www.ieeba.org.

(7). H. J. Auel.  “Alberto Ángel Tartufo Fernández; candidato del Foro de San Pablo”. Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires (IEEBA), 10/08/2019. www.ieeba.org.

(8). H. J. Auel. “El encuadramiento geopolítico internacional de la actual situación estratégica argentina”. Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires (IEEBA), marzo de 2021, www.ieeba.org.

(9). H. J. Auel. “La geopolítica del “virus chino”. Instituto de Estudios Estratégicos de Buenos Aires (IEEBA), mayo de 2020, www.ieeba.org.